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La Ciudad de las Bestias, Capítulo 03 El abominable hombre de la selva (1)

Capítulo 03 El abominable hombre de la selva (1)

Capítulo 3

El abominable hombre de la selva

"Quien boca tiene, a Roma llega", era uno de los axiomas de Kate Cold. Su trabajo la obligaba a viajar por lugares remotos, donde seguramente había puesto en práctica ese dicho muchas veces. Alex era más bien tímido, le costaba abordar a un desconocido para averiguar algo, pero no había otra solución. Apenas logró tranquilizarse y recuperar el habla, se acercó a un hombre que masticaba una hamburguesa y le preguntó cómo podía llegar a la calle Catorce con la Segunda Avenida. El tipo se encogió de hombros y no le contestó. Sintiéndose insultado, el muchacho se puso rojo. Vaciló durante unos minutos y por último abordó a uno de los empleados detrás del mostrador. El hombre señaló con el cuchillo que tenía en la mano una dirección vaga y le dio unas instrucciones a gritos por encima del bullicio del restaurante, con un acento tan cerrado, que no entendió ni una palabra. Decidió que era cosa de lógica: debía averiguar para qué lado quedaba la Segunda Avenida y contar las calles, muy sencillo; pero no le pareció tan sencillo cuando averiguó que se encontraba en la calle Cuarenta y dos con la Octava Avenida y calculó cuánto debía recorrer en ese frío glacial. Agradeció su entrenamiento en escalar montañas: si podía pasar seis horas trepando como una mosca por las rocas, bien podía caminar unas pocas cuadras por terreno plano. Subió el cierre de su chaquetón, metió la cabeza entre los hombros, puso las manos en los bolsillos y echó a andar.

Había pasado la medianoche y empezaba a nevar cuando el muchacho llegó a la calle de su abuela. El barrio le pareció decrépito, sucio y feo, no había un árbol por ninguna parte y desde hacía un buen rato no se veía gente. Pensó que sólo un desesperado como él podía andar a esa hora por las peligrosas calles de Nueva York, sólo se había librado de ser víctima de un atraco porque ningún bandido tenía ánimo para salir en ese frío. El edificio era una torre gris en medio de muchas otras torres idénticas, rodeada de rejas de seguridad. Tocó el timbre y de inmediato la voz ronca y áspera de Kate Cold preguntó quién se atrevía a molestar a esa hora de la noche. Alex adivinó que ella lo estaba esperando, aunque por supuesto jamás lo admitiría. Estaba helado hasta los huesos y nunca en su vida había necesitado tanto echarse en los brazos de alguien, pero cuando por fin se abrió la puerta del ascensor en el piso once y se encontró ante su abuela, estaba determinado a no permitir que ella lo viera flaquear.

—Hola, abuela —saludó lo más claramente que pudo, dado lo mucho que le castañeaban los dientes.

—¡Te he dicho que no me llames abuela! —lo increpó ella.

—Hola, Kate.

—Llegas bastante tarde, Alexander.

—¿No quedamos en que me ibas a recoger en el aeropuerto? —replicó él procurando que no le saltaran las lágrimas.

—No quedamos en nada. Si no eres capaz de llegar del aeropuerto a mi casa, menos serás capaz de ir conmigo a la selva —dijo Kate Cold—. Quítate la chaqueta y las botas, voy a darte una taza de chocolate y prepararte un baño caliente, pero conste que lo hago sólo para evitarte una pulmonía. Tienes que estar sano para el viaje. No esperes que te mime en el futuro, ¿entendido?

—Nunca he esperado que me mimaras —replicó Alex.

—¿Qué te pasó en la mano? —preguntó ella al ver el vendaje, empapado.

—Muy largo de contar.

El pequeño apartamento de Kate Cold era oscuro, atiborrado y caótico. Dos de las ventanas —con los vidrios inmundos— daban a un patio de luz y la tercera a un muro de ladrillo con una escalera de incendio. Vio maletas, mochilas, bultos y cajas tirados por los rincones, libros, periódicos y revistas amontonados sobre las mesas. Había un par de cráneos humanos traídos del Tíbet, arcos y flechas de los pigmeos del África, cántaros funerarios del desierto de Atacama, escarabajos petrificados de Egipto y mil objetos más. Una larga piel de culebra se extendía a lo largo de toda una pared. Había pertenecido a la famosa pitón que se tragó la cámara fotográfica en Malasia. Hasta entonces Alex no había visto a su abuela en su ambiente y debió admitir que ahora, al verla rodeada de sus cosas, resultaba mucho más interesante. Kate Cold tenía sesenta y cuatro años, era flaca y musculosa, pura fibra y piel curtida por la intemperie; sus ojos azules, que habían visto mucho mundo, eran agudos como puñales. El cabello gris, que ella misma se cortaba a tijeretazos sin mirarse al espejo, se paraba en todas direcciones, como si jamás se lo hubiera peinado. Se jactaba de sus dientes, grandes y fuertes, capaces de partir nueces y destapar botellas; también estaba orgullosa de no haberse quebrado nunca un hueso, no haber consultado jamás a un médico y haber sobrevivido desde a ataques de malaria hasta picaduras de escorpión. Bebía vodka al seco y fumaba tabaco negro en una pipa de marinero. Invierno y verano se vestía con los mismos pantalones bolsudos y un chaleco sin mangas, con bolsillos por todos lados, donde llevaba lo indispensable para sobrevivir en caso de cataclismo. En algunas ocasiones, cuando era necesario vestirse elegante, se quitaba el chaleco y se ponía un collar de colmillos de oso, regalo de un jefe apache.

Lisa, la madre de Alex, tenía terror de Kate, pero los niños esperaban sus visitas con ansias. Esa abuela estrafalaria, protagonista de increíbles aventuras, les traía noticias de lugares tan exóticos que costaba imaginarlos. Los tres nietos coleccionaban sus relatos de viajes, que aparecían en diversas revistas y periódicos, y las tarjetas postales y fotografías que ella les enviaba desde los cuatro puntos cardinales. Aunque a veces les daba vergüenza presentarla a sus amigos, en el fondo se sentían orgullosos de que un miembro de su familia fuera casi una celebridad.

Media hora más tarde Alex había entrado en calor con el baño y estaba envuelto en una bata, con calcetines de lana, devorando albóndigas de carne con puré de patatas, una de las pocas cosas que él comía con agrado y lo único que Kate sabía cocinar.

—Son las sobras de ayer —dijo ella, pero Alex calculó que lo había preparado especialmente para él. No quiso contarle su aventura con Morgana, para no quedar como una babieca, pero debió admitir que le habían robado todo lo que traía.

—Supongo que me vas a decir que aprenda a no confiar en nadie —masculló el muchacho sonrojándose.

—Al contrario, iba a decirte que aprendas a confiar en ti. Ya ves, Alexander, a pesar de todo pudiste llegar hasta mi apartamento sin problemas.

—¿Sin problemas? Casi muero congelado por el camino. Habrían descubierto mi cadáver en el deshielo de la primavera —replicó él.

—Un viaje de miles de millas siempre comienza a tropezones. ¿Y el pasaporte? —inquirió Kate.

—Se salvó porque lo llevaba en el bolsillo.

—Pégatelo con cinta adhesiva al pecho, porque si lo pierdes estás frito.

—Lo que más lamento es mi flauta —comentó Alex.

—Tendré que darte la flauta de tu abuelo. Pensaba guardarla hasta que demostraras algún talento, pero supongo que está mejor en tus manos que tirada por allí —ofreció Kate.

Buscó en las estanterías que cubrían las paredes de su apartamento desde el suelo hasta el techo y le entregó un estuche empolvado de cuero negro.

—Toma, Alexander. La usó tu abuelo durante cuarenta años, cuídala.

El estuche contenía la flauta de Joseph Cold, el más célebre flautista del siglo, como habían dicho los críticos cuando murió. «Habría sido mejor que lo dijeran cuando el pobre Joseph estaba vivo», fue el comentario de Kate cuando lo leyó en la prensa. Habían estado divorciados por treinta años, pero en su testamento Joseph Cold dejó la mitad de sus bienes a su ex esposa, incluyendo su mejor flauta, que ahora su nieto tenía en las manos. Alex abrió con reverencia la gastada caja de cuero y acarició la flauta: era preciosa. La tomó delicadamente y se la llevó a los labios. Al soplar, las notas escaparon del instrumento con tal belleza, que él mismo se sorprendió. Sonaba muy distinta a la flauta que Morgana le había robado. Kate Cold dio tiempo a su nieto de inspeccionar el instrumento y de agradecerle profusamente, como ella esperaba; enseguida le pasó un libraco amarillento con las tapas sueltas: Guía de salud del viajero audaz. El muchacho lo abrió al azar y leyó los síntomas de una enfermedad mortal que se adquiere por comer el cerebro de los antepasados.

—No como órganos —dijo.

—Nunca se sabe lo que le ponen a las albóndigas —replicó su abuela.

Sobresaltado, Alex observó con desconfianza los restos de su plato. Con Kate Cold era necesario ejercer mucha cautela. Era peligroso tener un antepasado como ella.

—Mañana tendrás que vacunarte contra medía docena de enfermedades tropicales. Déjame ver esa mano, no puedes viajar con una infección —le ordenó Kate.

Lo examinó con brusquedad, decidió que su hijo John había hecho un buen trabajo, le vació medio frasco de desinfectante en la herida, por si acaso, y le anunció que al día siguiente ella misma le quitaría los puntos. Era muy fácil, dijo, cualquiera podía hacerlo. Alex se estremeció. Su abuela tenía mala vista y usaba unos lentes rayados que había comprado de segunda mano en un mercado de Guatemala. Mientras le ponía un nuevo vendaje, Kate le explicó que la revista International Geographic había financiado una expedición al corazón de la selva amazónica, entre Brasil y Venezuela, en busca de una criatura gigantesca, posiblemente humanoide, que había sido vista en varias ocasiones. Se habían encontrado huellas enormes. Quienes habían estado en su proximidad decían que ese animal —o ese primitivo ser humano— era más alto que un oso, tenía brazos muy largos y estaba todo cubierto de pelos negros. Era el equivalente del yeti del Himalaya, en plena selva.

—Puede ser un mono... —sugirió Alex.

—¿No crees que más de alguien habrá pensado en esa posibilidad? —lo cortó su abuela.

—Pero no hay pruebas de que en verdad exista... —aventuró Alex.

—No tenemos un certificado de nacimiento de la Bestia, Alexander. ¡Ah! Un detalle importante: dicen que despide un olor tan penetrante, que los animales y las personas se desmayan o se paralizan en su proximidad.

—Si la gente se desmaya, entonces nadie lo ha visto.

—Exactamente, pero por las huellas se sabe que camina en dos patas. Y no usa zapatos, en caso que ésa sea tu próxima pregunta.

—¡No, Kate, mi próxima pregunta es si usa sombrero! —explotó su nieto.

—No creo.

—¿Es peligroso?

—No, Alexander. Es de lo más amable. No roba, no rapta niños y no destruye la propiedad privada. Sólo mata. Lo hace con limpieza, sin ruido, quebrando los huesos y destripando a sus víctimas con verdadera elegancia, como un profesional —se burló su abuela.

—¿Cuánta gente ha matado? —inquirió Alex cada vez más inquieto.

—No mucha, si consideramos el exceso de población en el mundo.

—¡Cuánta, Kate!

—Varios buscadores de oro, un par de soldados, unos comerciantes... En fin, no se conoce el número exacto.

—¿Ha matado indios? ¿Cuántos? —preguntó Alex.

—No se sabe, en realidad. Los indios sólo saben contar hasta dos. Además, para ellos la muerte es relativa. Si creen que alguien les ha robado el alma, o ha caminado sobre sus huellas, o se ha apoderado de sus sueños, por ejemplo, eso es peor que estar muerto. En cambio, alguien que ha muerto puede seguir vivo en espíritu.

—Es complicado —dijo Alex, que no creía en espíritus.

—¿Quién te dijo que la vida es simple?

Kate Cold le explicó que la expedición iba al mando de un famoso antropólogo, el profesor Ludovic Leblanc, quien había pasado años investigando las huellas del llamado yeti, o abominable hombre de las nieves en las fronteras entre China y Tíbet, sin encontrarlo. También había estado con cierta tribu de indios del Amazonas y sostenía que eran los más salvajes del planeta: al primer descuido se comían a sus prisioneros. Esta información no era tranquilizadora, admitió Kate. Serviría de guía un brasileño de nombre César Santos, quien había pasado la vida en esa región y tenía buenos contactos con los indios. El hombre poseía una avioneta algo destartalada, pero todavía en buen estado, con la cual podrían internarse hasta el territorio de las tribus indígenas.

Capítulo 03 El abominable hombre de la selva (1) Kapitel 03 Der abscheuliche Dschungelmann (1) Chapter 03 The Abominable Jungle Man (1) Chapitre 03 L'abominable homme de la jungle (1) Capitolo 03 L'abominevole uomo della giungla (1) Capítulo 03 O Abominável Homem da Selva (1)

Capítulo 3

El abominable hombre de la selva

"Quien boca tiene, a Roma llega", era uno de los axiomas de Kate Cold. "He who has a mouth, gets to Rome," was one of Kate Cold's axioms. L'un des axiomes de Kate Cold était : "Celui qui a une bouche va à Rome". "Chi ha bocca, arriva a Roma", era uno degli assiomi di Kate Cold. Su trabajo la obligaba a viajar por lugares remotos, donde seguramente había puesto en práctica ese dicho muchas veces. Her job required her to travel to remote places, where she had probably put that saying into practice many times. Son travail l'a amenée à voyager dans des endroits reculés, où elle a probablement mis ce dicton en pratique à de nombreuses reprises. Alex era más bien tímido, le costaba abordar a un desconocido para averiguar algo, pero no había otra solución. Alex was rather shy, it was hard for him to approach a stranger to find out anything, but there was no other solution. Alex era piuttosto timido, era difficile per lui avvicinarsi a un estraneo per scoprire qualcosa, ma non c'era altra soluzione. Apenas logró tranquilizarse y recuperar el habla, se acercó a un hombre que masticaba una hamburguesa y le preguntó cómo podía llegar a la calle Catorce con la Segunda Avenida. As soon as he managed to calm down and regain his speech, he approached a man munching on a hamburger and asked him how he could get to Fourteenth Street and Second Avenue. Dès qu'il a réussi à se calmer et à retrouver la parole, il s'est approché d'un homme qui mangeait un hamburger et lui a demandé comment il pouvait se rendre à l'angle de la 14e rue et de la 2e avenue. El tipo se encogió de hombros y no le contestó. The guy shrugged and didn't answer him. Sintiéndose insultado, el muchacho se puso rojo. Feeling insulted, the boy turned red. Sentendosi insultato, il ragazzo divenne rosso. Vaciló durante unos minutos y por último abordó a uno de los empleados detrás del mostrador. He hesitated for a few minutes and finally approached one of the employees behind the counter. El hombre señaló con el cuchillo que tenía en la mano una dirección vaga y le dio unas instrucciones a gritos por encima del bullicio del restaurante, con un acento tan cerrado, que no entendió ni una palabra. The man pointed the knife in his hand in a vague direction and shouted instructions to her over the din of the restaurant, in such a thick accent that she didn't understand a word. L'homme pointe le couteau qu'il tient à la main dans une direction vague et lui crie des instructions par-dessus le vacarme du restaurant, avec un accent si épais qu'elle n'en comprend pas un mot. Decidió que era cosa de lógica: debía averiguar para qué lado quedaba la Segunda Avenida y contar las calles, muy sencillo; pero no le pareció tan sencillo cuando averiguó que se encontraba en la calle Cuarenta y dos con la Octava Avenida y calculó cuánto debía recorrer en ese frío glacial. He decided it was a matter of logic: he had to find out which way was Second Avenue and count the streets, very simple; but it didn't seem so simple when he found out that he was on Forty-second Street and Eighth Avenue and calculated how far he had to go in that freezing cold. Il a décidé qu'il s'agissait d'une question de logique : il devait trouver dans quelle direction se trouvait la deuxième avenue et compter les rues, ce qui était très simple ; mais cela n'a pas semblé si simple lorsqu'il a découvert qu'il se trouvait à l'angle de la quarante-deuxième rue et de la huitième avenue et qu'il a calculé la distance qu'il lui restait à parcourir dans le froid glacial. Agradeció su entrenamiento en escalar montañas: si podía pasar seis horas trepando como una mosca por las rocas, bien podía caminar unas pocas cuadras por terreno plano. He was grateful for his training in mountain climbing: if he could spend six hours climbing like a fly up rocks, he might as well walk a few blocks on flat ground. Era grato per il suo addestramento all'alpinismo: se poteva passare sei ore ad arrampicarsi come una mosca sulle rocce, tanto valeva camminare per qualche isolato su un terreno pianeggiante. Subió el cierre de su chaquetón, metió la cabeza entre los hombros, puso las manos en los bolsillos y echó a andar. He zipped up his coat, put his head between his shoulders, put his hands in his pockets and started walking. Il a refermé son manteau, s'est mis la tête entre les épaules, a mis les mains dans les poches et a marché.

Había pasado la medianoche y empezaba a nevar cuando el muchacho llegó a la calle de su abuela. El barrio le pareció decrépito, sucio y feo, no había un árbol por ninguna parte y desde hacía un buen rato no se veía gente. The neighborhood looked decrepit, dirty and ugly, there wasn't a tree anywhere and no people had been seen for quite some time. Le quartier était décrépit, sale et laid, il n'y avait pas un seul arbre et personne n'avait été vu depuis longtemps. Il quartiere sembrava decrepito, sporco e brutto, non c'era un albero da nessuna parte e non si vedevano persone da molto tempo. Pensó que sólo un desesperado como él podía andar a esa hora por las peligrosas calles de Nueva York, sólo se había librado de ser víctima de un atraco porque ningún bandido tenía ánimo para salir en ese frío. He thought that only a desperate man like him could walk the dangerous streets of New York at that hour, he had only escaped being the victim of a robbery because no bandit was in the mood to go out in that cold. Il pensait que seul un homme désespéré comme lui pouvait marcher dans les rues dangereuses de New York à cette heure-là, et qu'il avait échappé à un vol, car aucun bandit n'était d'humeur à sortir par ce froid. El edificio era una torre gris en medio de muchas otras torres idénticas, rodeada de rejas de seguridad. The building was a gray tower in the middle of many other identical towers, surrounded by security bars. Le bâtiment était une tour grise au milieu de nombreuses autres tours identiques, entourée de barres de sécurité. Tocó el timbre y de inmediato la voz ronca y áspera de Kate Cold preguntó quién se atrevía a molestar a esa hora de la noche. She rang the doorbell and immediately Kate Cold's raspy, gruff voice asked who dared to disturb at that time of night. Suonò il campanello e subito la voce burbera e rauca di Kate Cold chiese chi osasse disturbarla a quest'ora della notte. Alex adivinó que ella lo estaba esperando, aunque por supuesto jamás lo admitiría. Alex guessed that she was waiting for him, though of course she would never admit it. Estaba helado hasta los huesos y nunca en su vida había necesitado tanto echarse en los brazos de alguien, pero cuando por fin se abrió la puerta del ascensor en el piso once y se encontró ante su abuela, estaba determinado a no permitir que ella lo viera flaquear. He was chilled to the bone and had never in his life needed to throw himself into someone's arms so badly, but when the elevator door finally opened on the eleventh floor and he found himself in front of his grandmother, he was determined not to let her see him falter. Il était glacé jusqu'à l'os et n'avait jamais eu autant besoin de se jeter dans les bras de quelqu'un, mais lorsque la porte de l'ascenseur s'ouvrit enfin au onzième étage et qu'il se retrouva devant sa grand-mère, il était bien décidé à ne pas la laisser le voir faiblir.

—Hola, abuela —saludó lo más claramente que pudo, dado lo mucho que le castañeaban los dientes. -Hello, Grandma," he greeted as clearly as he could, given how much his teeth were chattering. Bonjour, grand-mère", salue-t-il aussi clairement qu'il le peut, compte tenu du claquement de ses dents. -Ciao, nonna", salutò nel modo più chiaro possibile, visto che i denti gli battevano.

—¡Te he dicho que no me llames abuela! -I told you not to call me grandmother! Je t'ai dit de ne pas m'appeler grand-mère ! —lo increpó ella. -she rebuked him.

—Hola, Kate.

—Llegas bastante tarde, Alexander. -You are quite late, Alexander.

—¿No quedamos en que me ibas a recoger en el aeropuerto? -Didn't we agree that you were going to pick me up at the airport? N'étions-nous pas d'accord pour que tu viennes me chercher à l'aéroport ? —replicó él procurando que no le saltaran las lágrimas. -he replied, trying to keep the tears from flowing. -Il a répondu en essayant d'empêcher les larmes de couler.

—No quedamos en nada. -We did not agree on anything. -Nous n'étions d'accord sur rien. Si no eres capaz de llegar del aeropuerto a mi casa, menos serás capaz de ir conmigo a la selva —dijo Kate Cold—. If you can't get from the airport to my house, you won't be able to go with me to the jungle," said Kate Cold. Quítate la chaqueta y las botas, voy a darte una taza de chocolate y prepararte un baño caliente, pero conste que lo hago sólo para evitarte una pulmonía. Take off your jacket and boots, I'm going to give you a cup of chocolate and run you a hot bath, but I'm only doing it to keep you from getting pneumonia. Enlève ta veste et tes bottes, je vais te donner une tasse de chocolat et te faire couler un bain chaud, mais je le fais uniquement pour t'éviter une pneumonie. Togliti la giacca e gli stivali, ti darò una tazza di cioccolata e ti farò un bagno caldo, ma lo faccio solo per evitare che tu prenda la polmonite. Tienes que estar sano para el viaje. You have to be healthy for the trip. Vous devez être en bonne santé pour le voyage. No esperes que te mime en el futuro, ¿entendido? Don't expect me to spoil you in the future, got it? Ne t'attends pas à ce que je te gâte à l'avenir, compris ? Non aspettatevi che vi vizi in futuro, capito?

—Nunca he esperado que me mimaras —replicó Alex. -I never expected you to spoil me," Alex replied. -Non mi sarei mai aspettato che tu mi viziassi", rispose Alex.

—¿Qué te pasó en la mano? -What happened to your hand? —preguntó ella al ver el vendaje, empapado. demanda-t-elle en voyant le bandage trempé.

—Muy largo de contar. -Too long to count. -Trop long pour être compté.

El pequeño apartamento de Kate Cold era oscuro, atiborrado y caótico. Kate Cold's small apartment was dark, cramped and chaotic. Le petit appartement de Kate Cold est sombre, exigu et chaotique. Il piccolo appartamento di Kate Cold era buio, angusto e caotico. Dos de las ventanas —con los vidrios inmundos— daban a un patio de luz y la tercera a un muro de ladrillo con una escalera de incendio. Two of the windows - with filthy panes of glass - looked out onto a light yard and the third onto a brick wall with a fire escape. Deux des fenêtres - dont les vitres sont sales - donnent sur une cour éclairée et la troisième sur un mur de briques avec un escalier de secours. Vio maletas, mochilas, bultos y cajas tirados por los rincones, libros, periódicos y revistas amontonados sobre las mesas. He saw suitcases, backpacks, bundles and boxes lying in the corners, books, newspapers and magazines piled on the tables. Il voit des valises, des sacs à dos, des ballots et des boîtes éparpillés dans les coins, des livres, des journaux et des magazines empilés sur les tables. Había un par de cráneos humanos traídos del Tíbet, arcos y flechas de los pigmeos del África, cántaros funerarios del desierto de Atacama, escarabajos petrificados de Egipto y mil objetos más. Il y avait quelques crânes humains du Tibet, des arcs et des flèches pygmées d'Afrique, des jarres funéraires du désert d'Atacama, des scarabées pétrifiés d'Égypte et un millier d'autres objets. Una larga piel de culebra se extendía a lo largo de toda una pared. Une longue peau de serpent s'étendait le long d'un mur. Había pertenecido a la famosa pitón que se tragó la cámara fotográfica en Malasia. It had belonged to the famous python that swallowed the camera in Malaysia. Il avait appartenu au célèbre python qui avait avalé l'appareil photo en Malaisie. Era appartenuto al famoso pitone che aveva inghiottito la macchina fotografica in Malesia. Hasta entonces Alex no había visto a su abuela en su ambiente y debió admitir que ahora, al verla rodeada de sus cosas, resultaba mucho más interesante. Jusqu'à présent, Alex n'avait pas vu sa grand-mère dans son environnement et il devait admettre que maintenant, la voir entourée de ses affaires, c'était beaucoup plus intéressant. Fino ad allora Alex non aveva mai visto la nonna nel suo ambiente e doveva ammettere che ora, vederla circondata dalle sue cose, era molto più interessante. Kate Cold tenía sesenta y cuatro años, era flaca y musculosa, pura fibra y piel curtida por la intemperie; sus ojos azules, que habían visto mucho mundo, eran agudos como puñales. Kate Cold was sixty-four years old, lean and muscular, pure fiber and weather-beaten skin; her blue eyes, which had seen much of the world, were sharp as daggers. Kate Cold avait soixante-quatre ans, elle était maigre et musclée, sa fibre était pure et sa peau usée par les intempéries ; ses yeux bleus, qui avaient vu beaucoup de choses dans le monde, étaient aiguisés comme des poignards. Kate Cold aveva sessantaquattro anni, era magra e muscolosa, con fibre pure e la pelle segnata dalle intemperie; i suoi occhi azzurri, che avevano visto molto del mondo, erano affilati come pugnali. El cabello gris, que ella misma se cortaba a tijeretazos sin mirarse al espejo, se paraba en todas direcciones, como si jamás se lo hubiera peinado. Her gray hair, which she scissored herself without looking in the mirror, stood up in all directions, as if she had never combed it before. Les cheveux gris, qu'elle a ciselés elle-même sans se regarder dans le miroir, se dressent dans tous les sens, comme si elle ne les avait jamais peignés auparavant. I capelli grigi, che si era pettinata da sola senza guardarsi allo specchio, si alzavano in tutte le direzioni, come se non li avesse mai pettinati prima. Se jactaba de sus dientes, grandes y fuertes, capaces de partir nueces y destapar botellas; también estaba orgullosa de no haberse quebrado nunca un hueso, no haber consultado jamás a un médico y haber sobrevivido desde a ataques de malaria hasta picaduras de escorpión. She boasted of her big, strong teeth, capable of cracking walnuts and uncorking bottles; she was also proud of never having broken a bone, never having consulted a doctor, and having survived everything from malaria attacks to scorpion stings. Il se vantait de ses dents, grandes et fortes, capables de casser des noix et d'ouvrir des bouteilles ; Elle était également fière de ne s'être jamais cassé un os, de n'avoir jamais vu de médecin et d'avoir survécu à tout, des épisodes de paludisme aux piqûres de scorpion. Bebía vodka al seco y fumaba tabaco negro en una pipa de marinero. He drank dry vodka and smoked dark tobacco in a sailor's pipe. Il buvait de la vodka cul sec et fumait du tabac brun dans une pipe de marin. Beveva vodka secca e fumava tabacco scuro in una pipa da marinaio. Invierno y verano se vestía con los mismos pantalones bolsudos y un chaleco sin mangas, con bolsillos por todos lados, donde llevaba lo indispensable para sobrevivir en caso de cataclismo. Winter and summer he wore the same baggy pants and a sleeveless vest with pockets all over, where he carried the essentials to survive in case of a cataclysm. Hiver comme été, il portait le même pantalon ample et un gilet sans manches avec des poches partout, où il transportait l'essentiel pour survivre en cas de cataclysme. D'inverno e d'estate indossava gli stessi pantaloni larghi e un gilet senza maniche con tasche dappertutto, dove portava l'essenziale per sopravvivere in caso di cataclisma. En algunas ocasiones, cuando era necesario vestirse elegante, se quitaba el chaleco y se ponía un collar de colmillos de oso, regalo de un jefe apache. On some occasions, when it was necessary to dress up, he would take off his vest and put on a bear tusk necklace, a gift from an Apache chief. Parfois, lorsqu'il faut s'habiller, il enlève son gilet et met un collier en défense d'ours, cadeau d'un chef apache. A volte, quando era necessario vestirsi, si toglieva il gilet e indossava una collana di zanne d'orso, regalo di un capo Apache.

Lisa, la madre de Alex, tenía terror de Kate, pero los niños esperaban sus visitas con ansias. Lisa, Alex's mother, was terrified of Kate, but the children looked forward to her visits. Lisa, la mère d'Alex, est terrifiée par Kate, mais les enfants attendent avec impatience ses visites. Esa abuela estrafalaria, protagonista de increíbles aventuras, les traía noticias de lugares tan exóticos que costaba imaginarlos. That quirky grandmother, the protagonist of incredible adventures, brought them news of places so exotic that it was hard to imagine them. Cette grand-mère excentrique, protagoniste d'aventures incroyables, leur apportait des nouvelles de lieux si exotiques qu'il était difficile de les imaginer. Quella nonna stravagante, protagonista di incredibili avventure, portava loro notizie di luoghi così esotici che era difficile immaginarli. Los tres nietos coleccionaban sus relatos de viajes, que aparecían en diversas revistas y periódicos, y las tarjetas postales y fotografías que ella les enviaba desde los cuatro puntos cardinales. Les trois petits-enfants ont recueilli ses récits de voyage, parus dans divers magazines et journaux, ainsi que les cartes postales et les photographies qu'elle leur a envoyées des quatre coins du monde. Aunque a veces les daba vergüenza presentarla a sus amigos, en el fondo se sentían orgullosos de que un miembro de su familia fuera casi una celebridad. Although they were sometimes embarrassed to introduce her to their friends, deep down they were proud that a member of their family was almost a celebrity. Bien qu'ils soient parfois gênés de la présenter à leurs amis, au fond d'eux-mêmes, ils sont fiers qu'un membre de leur famille soit presque une célébrité. Anche se a volte si vergognavano di presentarla agli amici, nel profondo erano orgogliosi che un membro della loro famiglia fosse quasi una celebrità.

Media hora más tarde Alex había entrado en calor con el baño y estaba envuelto en una bata, con calcetines de lana, devorando albóndigas de carne con puré de patatas, una de las pocas cosas que él comía con agrado y lo único que Kate sabía cocinar. Half an hour later Alex had warmed up with the bath and was wrapped in a robe, wearing wool socks, devouring meatballs with mashed potatoes, one of the few things he ate with gusto and the only thing Kate knew how to cook. Une demi-heure plus tard, Alex s'était réchauffé dans le bain et était enveloppé dans une robe de chambre, portant des chaussettes en laine, dévorant des boulettes de viande avec de la purée de pommes de terre, l'une des rares choses qu'il aimait manger et la seule chose que Kate savait cuisiner.

—Son las sobras de ayer —dijo ella, pero Alex calculó que lo había preparado especialmente para él. -It's yesterday's leftovers," she said, but Alex figured she had prepared it especially for him. Ce sont les restes de la veille", dit-elle, mais Alex se dit qu'elle les a préparés spécialement pour lui. -Sono gli avanzi di ieri", disse lei, ma Alex pensò che li avesse preparati apposta per lui. No quiso contarle su aventura con Morgana, para no quedar como una babieca, pero debió admitir que le habían robado todo lo que traía. She didn't want to tell him about her affair with Morgana, so as not to make a fool of herself, but she had to admit that she had been robbed of everything she was carrying. Elle ne veut pas lui parler de sa liaison avec Morgane, pour ne pas se ridiculiser, mais elle doit admettre qu'elle a été dépouillée de tout ce qu'elle avait apporté avec elle. Non voleva dirgli della sua relazione con Morgana, per non rendersi ridicola, ma doveva ammettere che era stata derubata di tutto ciò che aveva portato con sé.

—Supongo que me vas a decir que aprenda a no confiar en nadie —masculló el muchacho sonrojándose. -I suppose you're going to tell me to learn not to trust anyone," the boy mumbled, blushing. -Je suppose que tu vas me dire d'apprendre à ne faire confiance à personne, marmonna le garçon en rougissant. -Immagino che mi dirai di imparare a non fidarmi di nessuno", borbottò il ragazzo, arrossendo.

—Al contrario, iba a decirte que aprendas a confiar en ti. -On the contrary, I was going to tell you to learn to trust yourself. Ya ves, Alexander, a pesar de todo pudiste llegar hasta mi apartamento sin problemas. You see, Alexander, in spite of everything you were able to get to my apartment without any problems.

—¿Sin problemas? Casi muero congelado por el camino. I almost froze to death along the way. J'ai failli mourir de froid en chemin. Habrían descubierto mi cadáver en el deshielo de la primavera —replicó él. They would have discovered my corpse in the spring thaw," he replied. Ils auraient découvert mon cadavre au dégel du printemps", a-t-il répondu.

—Un viaje de miles de millas siempre comienza a tropezones. -A journey of thousands of miles always begins in fits and starts. -Un voyage de plusieurs milliers de kilomètres commence toujours par des hauts et des bas. -Un viaggio di migliaia di chilometri inizia sempre a tentoni. ¿Y el pasaporte? —inquirió Kate. -demande Kate.

—Se salvó porque lo llevaba en el bolsillo. -He was saved because he carried it in his pocket. -Il a été sauvé parce qu'il l'avait dans sa poche.

—Pégatelo con cinta adhesiva al pecho, porque si lo pierdes estás frito. -Tape it to your chest, because if you lose it, you're toast. Attachez-le à votre poitrine, car si vous le perdez, vous êtes grillé.

—Lo que más lamento es mi flauta —comentó Alex. -Ce que je regrette le plus, c'est ma flûte", a déclaré Alex.

—Tendré que darte la flauta de tu abuelo. -I'll have to give you your grandfather's flute. Je vais devoir te donner la flûte de ton grand-père. Pensaba guardarla hasta que demostraras algún talento, pero supongo que está mejor en tus manos que tirada por allí —ofreció Kate. I was thinking of keeping it until you showed some talent, but I guess it's better in your hands than lying around," Kate offered. Je pensais le garder jusqu'à ce que tu fasses preuve de talent, mais je suppose qu'il vaut mieux qu'il soit entre tes mains plutôt qu'il ne traîne", a proposé Kate. Pensavo di tenerlo finché non avessi mostrato un po' di talento, ma suppongo che sia meglio nelle tue mani che in giro", si offrì Kate.

Buscó en las estanterías que cubrían las paredes de su apartamento desde el suelo hasta el techo y le entregó un estuche empolvado de cuero negro. He searched the shelves that lined the walls of his apartment from floor to ceiling and handed her a powdered black leather case. Il fouille les étagères qui tapissent les murs de son appartement du sol au plafond et lui tend un étui en cuir noir poussiéreux. Cercò tra gli scaffali che fiancheggiavano le pareti del suo appartamento dal pavimento al soffitto e le porse una valigetta di pelle nera impolverata.

—Toma, Alexander. -Take it, Alexander. La usó tu abuelo durante cuarenta años, cuídala. Your grandfather used it for forty years, take care of it.

El estuche contenía la flauta de Joseph Cold, el más célebre flautista del siglo, como habían dicho los críticos cuando murió. The case contained the flute of Joseph Cold, the most celebrated flutist of the century, as the critics had said when he died. «Habría sido mejor que lo dijeran cuando el pobre Joseph estaba vivo», fue el comentario de Kate cuando lo leyó en la prensa. "It would have been better if they had said it when poor Joseph was alive," was Kate's comment when she read it in the press. Habían estado divorciados por treinta años, pero en su testamento Joseph Cold dejó la mitad de sus bienes a su ex esposa, incluyendo su mejor flauta, que ahora su nieto tenía en las manos. Alex abrió con reverencia la gastada caja de cuero y acarició la flauta: era preciosa. Alex reverently opened the worn leather case and caressed the flute: it was beautiful. Alex ouvre avec révérence l'étui en cuir usé et caresse la flûte : elle est magnifique. La tomó delicadamente y se la llevó a los labios. Al soplar, las notas escaparon del instrumento con tal belleza, que él mismo se sorprendió. Lorsqu'il souffle, les notes s'échappent de l'instrument avec une telle beauté qu'il en est lui-même surpris. Sonaba muy distinta a la flauta que Morgana le había robado. It sounded very different from the flute Morgana had stolen from him. Kate Cold dio tiempo a su nieto de inspeccionar el instrumento y de agradecerle profusamente, como ella esperaba; enseguida le pasó un libraco amarillento con las tapas sueltas: Guía de salud del viajero audaz. Kate Cold gave her grandson time to inspect the instrument and thank her profusely, as she expected; he immediately passed her a yellowed booklet with loose covers: The Bold Traveler's Guide to Health. Kate Cold laisse à son petit-fils le temps d'inspecter l'instrument et de le remercier abondamment, comme elle l'espérait ; il lui tend immédiatement un livret jauni aux couvertures décousues : The Bold Traveller's Guide to Health (Le guide de la santé du voyageur audacieux). Kate Cold diede al nipote il tempo di ispezionare lo strumento e di ringraziarlo abbondantemente, come sperava; lui le passò subito un libretto ingiallito con le copertine allentate: The Bold Traveller's Guide to Health. El muchacho lo abrió al azar y leyó los síntomas de una enfermedad mortal que se adquiere por comer el cerebro de los antepasados. The boy opened it at random and read the symptoms of a deadly disease acquired by eating the brains of ancestors. Le garçon l'ouvre au hasard et lit les symptômes d'une maladie mortelle contractée en mangeant le cerveau de ses ancêtres. Il ragazzo la aprì a caso e lesse i sintomi di una malattia mortale acquisita mangiando il cervello degli antenati.

—No como órganos —dijo. -Not as organs," he said. Pas en tant qu'organes", a-t-il déclaré.

—Nunca se sabe lo que le ponen a las albóndigas —replicó su abuela. -You never know what they put in meatballs," her grandmother replied. On ne sait jamais ce qu'ils mettent dans les boulettes de viande", répond sa grand-mère.

Sobresaltado, Alex observó con desconfianza los restos de su plato. Startled, Alex looked suspiciously at the remains of his plate. Con Kate Cold era necesario ejercer mucha cautela. With Kate Cold it was necessary to exercise great caution. Avec Kate Cold, il fallait faire preuve d'une grande prudence. Era peligroso tener un antepasado como ella. It was dangerous to have an ancestor like her. Il était dangereux d'avoir un ancêtre comme elle.

—Mañana tendrás que vacunarte contra medía docena de enfermedades tropicales. -Tomorrow you will have to be vaccinated against half a dozen tropical diseases. -Domani dovrete essere vaccinati contro una mezza dozzina di malattie tropicali. Déjame ver esa mano, no puedes viajar con una infección —le ordenó Kate. Let me see that hand, you can't travel with an infection," Kate ordered.

Lo examinó con brusquedad, decidió que su hijo John había hecho un buen trabajo, le vació medio frasco de desinfectante en la herida, por si acaso, y le anunció que al día siguiente ella misma le quitaría los puntos. She examined him roughly, decided that her son John had done a good job, poured half a bottle of disinfectant into the wound, just in case, and announced that the next day she would remove the stitches herself. Elle l'examine attentivement, décide que son fils John a fait du bon travail, verse une demi-bouteille de désinfectant dans la plaie, au cas où, et annonce qu'elle enlèvera elle-même les points de suture le lendemain. Era muy fácil, dijo, cualquiera podía hacerlo. It was very easy, he said, anyone could do it. Alex se estremeció. Alex shuddered. Su abuela tenía mala vista y usaba unos lentes rayados que había comprado de segunda mano en un mercado de Guatemala. His grandmother had poor eyesight and wore scratched glasses that she had bought second-hand at a market in Guatemala. Mientras le ponía un nuevo vendaje, Kate le explicó que la revista International Geographic había financiado una expedición al corazón de la selva amazónica, entre Brasil y Venezuela, en busca de una criatura gigantesca, posiblemente humanoide, que había sido vista en varias ocasiones. Se habían encontrado huellas enormes. Huge footprints had been found. D'énormes empreintes de pas ont été trouvées. Quienes habían estado en su proximidad decían que ese animal —o ese primitivo ser humano— era más alto que un oso, tenía brazos muy largos y estaba todo cubierto de pelos negros. Era el equivalente del yeti del Himalaya, en plena selva. It was the equivalent of the Himalayan yeti, in the middle of the jungle.

—Puede ser un mono... —sugirió Alex.

—¿No crees que más de alguien habrá pensado en esa posibilidad? -Don't you think that more than one person has thought of that possibility? Ne pensez-vous pas que plus d'une personne a pensé à cette possibilité ? —lo cortó su abuela. -his grandmother cut him off.

—Pero no hay pruebas de que en verdad exista... —aventuró Alex.

—No tenemos un certificado de nacimiento de la Bestia, Alexander. -We do not have a birth certificate for the Beast, Alexander. ¡Ah! Un detalle importante: dicen que despide un olor tan penetrante, que los animales y las personas se desmayan o se paralizan en su proximidad. An important detail: they say that it gives off such a penetrating odor that animals and people faint or become paralyzed in its proximity. Détail important : on dit qu'il dégage une odeur si âcre que les animaux et les personnes s'évanouissent ou sont paralysés à sa proximité. Un dettaglio importante: si dice che emetta un odore così pungente da far svenire o paralizzare animali e persone in sua prossimità.

—Si la gente se desmaya, entonces nadie lo ha visto. -If people faint, then no one has seen it.

—Exactamente, pero por las huellas se sabe que camina en dos patas. -Exactly, but we know from the tracks that it walks on two legs. Y no usa zapatos, en caso que ésa sea tu próxima pregunta. And don't wear shoes, in case that's your next question.

—¡No, Kate, mi próxima pregunta es si usa sombrero! —explotó su nieto. -his grandson exploded.

—No creo. -I don't think so.

—¿Es peligroso?

—No, Alexander. Es de lo más amable. He is most kind. Il est d'une grande gentillesse. No roba, no rapta niños y no destruye la propiedad privada. It does not steal, does not kidnap children and does not destroy private property. Sólo mata. It just kills. Lo hace con limpieza, sin ruido, quebrando los huesos y destripando a sus víctimas con verdadera elegancia, como un profesional —se burló su abuela. He does it cleanly, noiselessly, breaking bones and disemboweling his victims with real elegance, like a pro," his grandmother mocked. Il le fait proprement, tranquillement, en brisant les os et en éventrant ses victimes avec une réelle élégance, comme un pro", se moque sa grand-mère.

—¿Cuánta gente ha matado? —inquirió Alex cada vez más inquieto. -asked Alex, getting more and more anxious.

—No mucha, si consideramos el exceso de población en el mundo.

—¡Cuánta, Kate! -How much, Kate!

—Varios buscadores de oro, un par de soldados, unos comerciantes... En fin, no se conoce el número exacto. -Several gold diggers, a couple of soldiers, some merchants.... In short, the exact number is not known. -Plusieurs chercheurs d'or, quelques soldats, quelques marchands.... Le nombre exact n'est pas connu.

—¿Ha matado indios? ¿Cuántos? —preguntó Alex.

—No se sabe, en realidad. Los indios sólo saben contar hasta dos. Indians can only count to two. Además, para ellos la muerte es relativa. Moreover, for them, death is relative. De plus, pour eux, la mort est relative. Si creen que alguien les ha robado el alma, o ha caminado sobre sus huellas, o se ha apoderado de sus sueños, por ejemplo, eso es peor que estar muerto. If they believe that someone has stolen their soul, or walked in their footsteps, or taken over their dreams, for example, that is worse than being dead. S'ils croient que quelqu'un a volé leur âme, qu'il a marché sur leurs traces ou qu'il s'est emparé de leurs rêves, par exemple, c'est pire que d'être mort. En cambio, alguien que ha muerto puede seguir vivo en espíritu. On the other hand, someone who has died may still be alive in spirit.

—Es complicado —dijo Alex, que no creía en espíritus. -It's complicated," said Alex, who did not believe in spirits. -C'est compliqué", dit Alex, qui ne croit pas aux esprits.

—¿Quién te dijo que la vida es simple?

Kate Cold le explicó que la expedición iba al mando de un famoso antropólogo, el profesor Ludovic Leblanc, quien había pasado años investigando las huellas del llamado yeti, o abominable hombre de las nieves en las fronteras entre China y Tíbet, sin encontrarlo. Kate Cold a expliqué que l'expédition était dirigée par un célèbre anthropologue, le professeur Ludovic Leblanc, qui avait passé des années à rechercher les traces du soi-disant yéti, ou abominable homme des neiges, à la frontière entre la Chine et le Tibet, sans les trouver. También había estado con cierta tribu de indios del Amazonas y sostenía que eran los más salvajes del planeta: al primer descuido se comían a sus prisioneros. He had also been with a certain tribe of Amazonian Indians and claimed that they were the most savage on the planet: at the first carelessness they would eat their prisoners. Il avait également fréquenté une certaine tribu d'Indiens d'Amazonie et affirmait qu'il s'agissait du peuple le plus sauvage de la planète : ils dévoraient leurs prisonniers au premier lapsus. Esta información no era tranquilizadora, admitió Kate. This information was not reassuring, Kate admitted. Serviría de guía un brasileño de nombre César Santos, quien había pasado la vida en esa región y tenía buenos contactos con los indios. A Brazilian named César Santos, who had spent his life in that region and had good contacts with the Indians, served as guide. Un Brésilien nommé César Santos, qui avait passé sa vie dans la région et avait de bons contacts avec les Indiens, lui servit de guide. El hombre poseía una avioneta algo destartalada, pero todavía en buen estado, con la cual podrían internarse hasta el territorio de las tribus indígenas. The man owned a somewhat dilapidated, but still in good condition, light aircraft with which they could fly into the territory of the indigenous tribes. L'homme possédait un avion léger quelque peu délabré, mais encore en bon état, avec lequel ils pouvaient se rendre sur le territoire des tribus indigènes.