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La Ciudad de las Bestias, Capítulo 02 La excéntrica abuela (1)

Capítulo 02 La excéntrica abuela (1)

Capítulo 2

La excéntrica abuela

Alexander Cold se encontraba en el aeropuerto de Nueva York en medio de una muchedumbre apurada que pasaba por su lado arrastrando maletas y bultos, empujando, atropellando. Parecían autómatas, la mitad de ellos con un teléfono celular pegado en la oreja y hablando al aire, como dementes. Estaba solo, con su mochila en la espalda y un billete arrugado en la mano. Llevaba otros tres doblados y metidos en sus botas. Su padre le había aconsejado cautela, porque en esa enorme ciudad las cosas no eran como en el pueblito de la costa californiana donde ellos vivían, donde nunca pasaba nada. Los tres chicos Cold se habían criado jugando en la calle con otros niños, conocían a todo el mundo y entraban a las casas de sus vecinos como a la propia.

El muchacho había viajado seis horas, cruzando el continente de un extremo a otro, sentado junto a un gordo sudoroso, cuya grasa desbordaba el asiento, reduciendo su espacio a la mitad. A cada rato el hombre se agachaba con dificultad, echaba mano a una bolsa de provisiones y procedía a masticar alguna golosina, sin permitirle dormir o ver la película en paz. Alex iba muy cansado, contando las horas que faltaban para terminar aquel suplicio, hasta que por fin aterrizaron y pudo estirar las piernas. Descendió del avión aliviado, buscando a su abuela con la vista, pero no la vio en la puerta, como esperaba.

Una hora más tarde Kate Cold todavía no llegaba y Alex comenzaba a angustiarse en serio. La había hecho llamar por el altoparlante dos veces, sin obtener respuesta, y ahora tendría que cambiar su billete por monedas para usar el teléfono. Se felicitó por su buena memoria: podía recordar el número sin vacilar, tal como recordaba su dirección sin haber estado nunca allí, sólo por las tarjetas que le escribía de vez en cuando. El teléfono de su abuela repicó en vano, mientras él hacia fuerza mental para que alguien lo levantara. ¿Qué hago ahora?, musitó, desconcertado. Se le ocurrió llamar a larga distancia a su padre para pedirle instrucciones, pero eso podía costarle todas sus monedas. Por otra parte, no quiso portarse como un mocoso. ¿Qué podía hacer su padre desde tan lejos? No, decidió, no podía perder la cabeza sólo porque su abuela se atrasara un poco; tal vez estaba atrapada en el tráfico, o andaba dando vueltas en el aeropuerto buscándolo y se habían cruzado sin verse.

Pasó otra media hora y para entonces sentía tanta rabia contra Kate Cold, que si la hubiera tenido por delante seguro la habría insultado. Recordó las bromas pesadas que ella le había hecho durante años, como la caja de chocolates rellenos con salsa picante que le mandó para un cumpleaños. Ninguna abuela normal se daría el trabajo de quitar el contenido de cada bombón con una jeringa, reemplazarlo con tabasco, envolver los chocolates en papel plateado y colocarlos de vuelta en la caja, sólo para burlarse de sus nietos.

También recordó los cuentos terroríficos con que los atemorizaba cuando iba a visitarlos y cómo insistía en hacerlo con la luz apagada. Ahora esas historias ya no eran tan efectivas, pero en la infancia casi lo habían matado de miedo. Sus hermanas todavía sufrían pesadillas con los vampiros y zombies escapados de sus tumbas que aquella abuela malvada invocaba en la oscuridad. Sin embargo, no podía negar que eran adictos a esas truculentas historias. Tampoco se cansaban de escucharla contar los peligros, reales o imaginarios, que ella había enfrentado en sus viajes por el mundo. El favorito era de una pitón de ocho metros de largo en Malasia, que se tragó su cámara fotográfica. «Lástima que no te tragó a ti, abuela», comentó Alex la primera vez que oyó la anécdota, pero ella no se ofendió. Esa misma mujer le enseñó a nadar en menos de cinco minutos, empujándolo a una piscina cuando tenía cuatro años. Salió nadando por el otro lado de pura desesperación, pero podría haberse ahogado. Con razón Lisa Cold se ponía muy nerviosa cuando su suegra llegaba de visita: debía doblar la vigilancia para preservar la salud de sus niños.

A la hora y media de espera en el aeropuerto, Alex no sabia ya qué hacer. Imaginó cuánto gozaría Kate Cold al verlo tan angustiado y decidió no darle esa satisfacción; debía actuar como un hombre. Se colocó el chaquetón, se acomodó la mochila en los hombros y salió a la calle. El contraste entre la calefacción, el bullicio y la luz blanca dentro del edificio con el frío, el silencio y la oscuridad de la noche afuera, casi lo voltea. No tenía idea que el invierno en Nueva York fuera tan desagradable. Había olor a gasolina, nieve sucia sobre la acera y una ventisca helada que golpeaba la cara como agujas. Se dio cuenta que con la emoción de despedirse de su familia, había olvidado los guantes y el gorro, que nunca tenía ocasión de usar en California y guardaba en un baúl en el garaje, con el resto de su equipo de esquí. Sintió latir la herida en su mano izquierda, que hasta entonces no le había molestado, y calculó que debería cambiar el vendaje apenas llegara donde su abuela. No sospechaba a qué distancia estaba su apartamento ni cuánto costaría la carrera en taxi. Necesitaba un mapa, pero no supo dónde conseguirlo. Con las orejas heladas y las manos metidas en los bolsillos caminó hacia la parada de los buses.

—Hola, ¿andas solo? —se le acercó una muchacha.

La chica llevaba una bolsa de lona al hombro, un sombrero metido hasta las cejas, las uñas pintadas de azul y una argolla de plata atravesada en la nariz. Alex se quedó mirándola maravillado, era casi tan bonita como su amor secreto, Cecilia Burns, a pesar de sus pantalones rotosos, sus botas de soldado y su aspecto más bien sucio y famélico. Como único abrigo usaba un chaquetón corto de piel artificial color naranja, que apenas le cubría la cintura. No llevaba guantes. Alex farfulló una respuesta vaga. Su padre le había advertido que no hablara con extraños, pero esa chica no podía representar peligro alguno, era apenas un par de años mayor, casi tan delgada y baja como su madre. En realidad, a su lado Alex se sintió fuerte.

—¿Dónde vas? —insistió la desconocida encendiendo un cigarrillo.

—A casa de mi abuela, vive en la calle Catorce con la Segunda Avenida. ¿Sabes cómo puedo llegar allá? —inquirió Alex.

—Claro, yo voy para el mismo lado. Podemos tomar el bus. Soy Morgana —se presentó la joven.

—Nunca había oído ese nombre —comentó Alex.

—Yo misma lo escogí. La tonta de mi madre me puso un nombre tan vulgar como ella. Y tú, ¿cómo te llamas? —preguntó echando humo por las narices.

—Alexander Cold. Me dicen Alex —replicó, algo escandalizado al oírla hablar de su familia en tales términos.

Aguardaron en la calle, pataleando en la nieve para calentarse los pies, durante unos diez minutos, que Morgana aprovechó para ofrecer un apretado resumen de su vida: hacía años que no iba a la escuela —eso era para estúpidos— y se había escapado de su casa porque no aguantaba a su padrastro, que era un cerdo repugnante. —Voy a pertenecer a una banda de rock, ése es mi sueño —agregó—. Lo único que necesito es una guitarra eléctrica. ¿Qué es esa caja que llevas atada a la mochila?

—Una flauta.

—¿Eléctrica?

—No, de pilas —se burló Alex. Justo cuando sus orejas se estaban transformando en cubitos de hielo, apareció el bus y ambos subieron. El chico pagó su pasaje y recibió el vuelto, mientras Morgana buscaba en un bolsillo de su chaqueta naranja, luego en otro.

—¡Mi cartera! Creo que me la robaron... —tartamudeó.

—Lo siento, niña. Tendrás que bajarte —le ordenó el chofer.

—¡No es mi culpa si me robaron! —exclamó ella casi a gritos, ante el desconcierto de Alex, quien sentía horror de llamar la atención.

—Tampoco es culpa mía. Acude a la policía —replicó secamente el chofer.

La joven abrió su bolsa de lona y yació todo el contenido en el pasillo del vehículo: ropa, cosméticos, papas fritas, varias cajas y paquetes de diferentes tamaños y unos zapatos de taco alto que parecían pertenecer a otra persona, porque era difícil imaginarla en ellos. Revisó cada prenda de ropa con pasmosa lentitud, dando vueltas a la ropa, abriendo cada caja y cada envoltorio, sacudiendo la ropa interior a la vista de todo el mundo. Alex desvió la mirada, cada vez más turbado. No quería que la gente pensara que esa chica y él andaban juntos.

—No puedo esperar toda la noche, niña. Tienes que bajarte —repitió el chofer, esta vez con un tono amenazante. Morgana lo ignoro. Para entonces se había quitado el chaquetón naranja y estaba revisando el forro, mientras los otros pasajeros del bus empezaban a reclamar por el atraso en partir.

—¡Préstame algo! —exigió finalmente, dirigiéndose a Alex.

El muchacho sintió derretirse el hielo de sus orejas y supuso que se le estaban poniendo coloradas, como le ocurría en los momentos culminantes. Eran su cruz: esas orejas lo traicionaban siempre, sobre todo cuando estaba frente a Cecilia Burns, la chica de la cual estaba enamorado desde el jardín de infancia sin la menor esperanza de ser correspondido. Alex había concluido que no existía razón alguna para que Cecilia se fijara en él, pudiendo elegir entre los mejores atletas del colegio.

En nada se distinguía él, sus únicos talentos eran escalar montañas y tocar la flauta, pero ninguna chica con dos dedos de frente se interesaba en cerros o flautas. Estaba condenado a amarla en silencio por el resto de su vida, a menos que ocurriera un milagro.

—Préstame para el pasaje —repitió Morgana.

En circunstancias normales a Alex no le importaba perder su plata, pero en ese momento no estaba en condición de portarse generoso. Por otra parte, decidió, ningún hombre podía abandonar a una mujer en esa situación. Le alcanzaba justo para ayudarla sin recurrir a los billetes doblados en sus botas. Pagó el segundo pasaje. Morgana le lanzó un beso burlón con la punta de los dedos, le sacó la lengua al chofer, que la miraba indignado, recogió sus cosas rápidamente y siguió a Alex a la última fila del vehículo, donde se sentaron juntos.

—Me salvaste el pellejo. Apenas pueda, te pago —le aseguró.

Alex no respondió. Tenía un principio: si le prestas dinero a una persona y no vuelves a verla, es dinero bien gastado. Morgana le producía una mezcla de fascinación y rechazo, era totalmente diferente a cualquiera de las chicas de su pueblo, incluso las más atrevidas. Para evitar mirarla con la boca abierta, como un bobo, hizo la mayor parte del largo viaje en silencio, con la vista fija en el vidrio oscuro de la ventana, donde se reflejaban Morgana y también su propio rostro delgado, con lentes redondos y el cabello oscuro, como el de su madre. ¿Cuándo podría afeitarse? No se había desarrollado como varios de sus amigos; todavía era un chiquillo imberbe, uno de los más bajos de su clase. Hasta Cecilia Burns era más alta que él. Su única ventaja era que, a diferencia de otros adolescentes de su colegio, tenía la piel sana, porque apenas le aparecía un grano su padre se lo inyectaba con cortisona. Su madre le aseguraba que no debía preocuparse, unos estiran antes y otros después, en la familia Cold todos los hombres eran altos; pero él sabía que la herencia genética es caprichosa y bien podía salir a la familia de su madre. Lisa Cold era baja incluso para una mujer; vista por detrás parecía una chiquilla de catorce años, sobre todo desde que la enfermedad la había reducido a un esqueleto. Al pensar en ella sintió que se le cerraba el pecho y se le cortaba el aire, como si un puño gigantesco lo tuviera cogido por el cuello.

Morgana se había quitado la chaqueta de piel naranja. Debajo llevaba una blusa corta de encaje negro que le dejaba la barriga al aire y un collar de cuero con puntas metálicas, como de perro bravo.

Capítulo 02 La excéntrica abuela (1) Kapitel 02 Die exzentrische Großmutter (1) Chapter 02 The eccentric grandmother (1) فصل 02 مادربزرگ عجیب و غریب (1) Chapitre 02 La grand-mère excentrique (1) Capitolo 02 La nonna eccentrica (1) Chapter 02 エキセントリックなおばあちゃん (1) Rozdział 02 Ekscentryczna babcia (1) Capítulo 02 A avó excêntrica (1) 第02章 古怪的奶奶(1)

Capítulo 2

La excéntrica abuela

Alexander Cold se encontraba en el aeropuerto de Nueva York en medio de una muchedumbre apurada que pasaba por su lado arrastrando maletas y bultos, empujando, atropellando. Alexander Cold stood in the New York airport in the middle of a rushing crowd that passed him dragging suitcases and bundles, pushing, shoving, running over. Alexander Cold se retrouve à l'aéroport de New York, au milieu d'une foule pressée de gens qui poussent, bousculent, poussent, poussent, poussent. Alexander Cold si è trovato all'aeroporto di New York in mezzo a una folla di persone che spingevano, spingevano, spingevano, spingevano, spingevano. Parecían autómatas, la mitad de ellos con un teléfono celular pegado en la oreja y hablando al aire, como dementes. They looked like automatons, half of them with a cell phone glued to their ear and talking into the air, like madmen. Estaba solo, con su mochila en la espalda y un billete arrugado en la mano. He was alone, with his backpack on his back and a crumpled bill in his hand. Il était seul, avec son sac à dos sur le dos et un billet de banque froissé dans la main. Era solo, con lo zaino sulle spalle e una banconota stropicciata in mano. Llevaba otros tres doblados y metidos en sus botas. He had three others folded and tucked into his boots. Il en avait trois autres pliées et rangées dans ses bottes. Su padre le había aconsejado cautela, porque en esa enorme ciudad las cosas no eran como en el pueblito de la costa californiana donde ellos vivían, donde nunca pasaba nada. His father had advised him to be cautious, because in that huge city things were not like in the small town on the Californian coast where they lived, where nothing ever happened. Los tres chicos Cold se habían criado jugando en la calle con otros niños, conocían a todo el mundo y entraban a las casas de sus vecinos como a la propia. The three Cold boys had grown up playing in the street with other children, knew everyone and entered their neighbors' homes as their own. I tre ragazzi di Cold erano cresciuti giocando in strada con altri bambini, conoscevano tutti ed entravano nelle case dei vicini come se fossero le loro.

El muchacho había viajado seis horas, cruzando el continente de un extremo a otro, sentado junto a un gordo sudoroso, cuya grasa desbordaba el asiento, reduciendo su espacio a la mitad. The boy had traveled six hours, crossing the continent from one end to the other, sitting next to a sweaty fat man, whose fat overflowed the seat, reducing his space by half. A cada rato el hombre se agachaba con dificultad, echaba mano a una bolsa de provisiones y procedía a masticar alguna golosina, sin permitirle dormir o ver la película en paz. Every now and then the man would bend over with difficulty, reach into a bag of groceries and proceed to munch on some treat, not allowing him to sleep or watch the movie in peace. De temps en temps, l'homme se penche difficilement, plonge la main dans un sac de provisions et commence à mâcher une friandise, ce qui l'empêche de dormir ou de regarder le film en paix. Di tanto in tanto l'uomo si chinava a fatica, infilava la mano in un sacchetto della spesa e procedeva a masticare un bocconcino, non permettendogli di dormire o di guardare il film in pace. Alex iba muy cansado, contando las horas que faltaban para terminar aquel suplicio, hasta que por fin aterrizaron y pudo estirar las piernas. Alex was very tired, counting the hours left to finish that ordeal, until they finally landed and he could stretch his legs. Descendió del avión aliviado, buscando a su abuela con la vista, pero no la vio en la puerta, como esperaba. He descended from the plane relieved, looking for his grandmother with his eyes, but did not see her at the door, as he expected. Scese dall'aereo sollevato, cercando la nonna con gli occhi, ma non la vide alla porta, come si aspettava.

Una hora más tarde Kate Cold todavía no llegaba y Alex comenzaba a angustiarse en serio. An hour later Kate Cold still hadn't arrived and Alex was beginning to get seriously distressed. La había hecho llamar por el altoparlante dos veces, sin obtener respuesta, y ahora tendría que cambiar su billete por monedas para usar el teléfono. He had made her call on the loudspeaker twice, without getting an answer, and now he would have to exchange his bill for coins to use the phone. Il l'a mise deux fois sur le haut-parleur, sans obtenir de réponse, et maintenant il doit échanger son billet contre des pièces pour utiliser le téléphone. Se felicitó por su buena memoria: podía recordar el número sin vacilar, tal como recordaba su dirección sin haber estado nunca allí, sólo por las tarjetas que le escribía de vez en cuando. He congratulated himself on his good memory: he could remember the number without hesitation, just as he remembered his address without ever having been there, only from the cards he wrote her from time to time. Il se félicite de sa bonne mémoire : il se souvient du numéro sans hésiter, tout comme il se souvient de son adresse sans y être jamais allé, uniquement grâce aux cartes qu'il lui écrit de temps en temps. Si congratulò con se stesso per la sua buona memoria: ricordava il numero senza esitazione, così come ricordava il suo indirizzo senza esserci mai stato, solo dai biglietti che le scriveva di tanto in tanto. El teléfono de su abuela repicó en vano, mientras él hacia fuerza mental para que alguien lo levantara. His grandmother's phone rang in vain as he mentally strained to get someone to pick him up. Le téléphone de sa grand-mère sonne en vain, tandis qu'il s'efforce mentalement d'obtenir que quelqu'un vienne le chercher. ¿Qué hago ahora?, musitó, desconcertado. What do I do now, he mused, puzzled. Se le ocurrió llamar a larga distancia a su padre para pedirle instrucciones, pero eso podía costarle todas sus monedas. It occurred to him to call his father long distance for instructions, but that could cost him all his coins. Pensò di chiamare il padre a distanza per avere istruzioni, ma questo poteva costargli tutte le monete. Por otra parte, no quiso portarse como un mocoso. On the other hand, he didn't want to act like a brat. D'un autre côté, il ne voulait pas se comporter comme un gamin. ¿Qué podía hacer su padre desde tan lejos? What could his father do from so far away? No, decidió, no podía perder la cabeza sólo porque su abuela se atrasara un poco; tal vez estaba atrapada en el tráfico, o andaba dando vueltas en el aeropuerto buscándolo y se habían cruzado sin verse. No, he decided, he couldn't lose his head just because his grandmother was running a little late; maybe she was stuck in traffic, or she was wandering around the airport looking for him and they had crossed paths without seeing each other. No, decise, non poteva perdere la testa solo perché la nonna era un po' in ritardo; forse era rimasta bloccata nel traffico, oppure stava vagando per l'aeroporto alla sua ricerca e si erano incrociati senza vedersi.

Pasó otra media hora y para entonces sentía tanta rabia contra Kate Cold, que si la hubiera tenido por delante seguro la habría insultado. Another half hour passed and by then I felt so much rage against Kate Cold, that if I had had her in front of me I would have insulted her for sure. Passò un'altra mezz'ora e ormai ero così arrabbiata con Kate Cold che se fossi stata di fronte a lei l'avrei insultata. Recordó las bromas pesadas que ella le había hecho durante años, como la caja de chocolates rellenos con salsa picante que le mandó para un cumpleaños. He remembered the practical jokes she had played on him over the years, like the box of chocolates filled with hot sauce she sent him for a birthday. Il se souvient des blagues qu'elle lui a faites au fil des ans, comme la boîte de chocolats remplie de sauce piquante qu'elle lui a envoyée pour son anniversaire. Ninguna abuela normal se daría el trabajo de quitar el contenido de cada bombón con una jeringa, reemplazarlo con tabasco, envolver los chocolates en papel plateado y colocarlos de vuelta en la caja, sólo para burlarse de sus nietos. No normal grandmother would go to the trouble of removing the contents of each bonbon with a syringe, replacing it with tabasco, wrapping the chocolates in silver paper and placing them back in the box, just to tease her grandchildren. Nessuna nonna normale si prenderebbe la briga di togliere il contenuto di ogni bonbon con una siringa, sostituirlo con del tabasco, avvolgere i cioccolatini in carta argentata e rimetterli nella scatola, solo per prendere in giro i nipoti.

También recordó los cuentos terroríficos con que los atemorizaba cuando iba a visitarlos y cómo insistía en hacerlo con la luz apagada. He also recalled the terrifying stories he used to scare them with when he went to visit them and how he insisted on visiting them with the lights off. Ahora esas historias ya no eran tan efectivas, pero en la infancia casi lo habían matado de miedo. Now those stories were no longer as effective, but in childhood they had nearly scared him to death. Ora quelle storie non erano più così efficaci, ma nell'infanzia lo avevano spaventato a morte. Sus hermanas todavía sufrían pesadillas con los vampiros y zombies escapados de sus tumbas que aquella abuela malvada invocaba en la oscuridad. Her sisters still suffered nightmares of the vampires and zombies escaped from their graves that evil grandmother summoned in the dark. Ses sœurs font encore des cauchemars à propos des vampires et des zombies échappés de leurs tombes que la grand-mère maléfique invoque dans l'obscurité. Le sue sorelle avevano ancora gli incubi dei vampiri e degli zombie fuggiti dalle loro tombe che la nonna malvagia aveva evocato nel buio. Sin embargo, no podía negar que eran adictos a esas truculentas historias. However, I could not deny that they were addicted to those gruesome stories. Tuttavia, non potevo negare che fossero assuefatti a storie così raccapriccianti. Tampoco se cansaban de escucharla contar los peligros, reales o imaginarios, que ella había enfrentado en sus viajes por el mundo. Nor did they tire of hearing her tell of the dangers, real or imagined, that she had faced in her travels around the world. Né si stancarono di ascoltarla raccontare i pericoli, reali o immaginari, che aveva affrontato nei suoi viaggi intorno al mondo. El favorito era de una pitón de ocho metros de largo en Malasia, que se tragó su cámara fotográfica. The favorite was from an eight-meter-long python in Malaysia, which swallowed his camera. Il preferito è stato un pitone di otto metri in Malesia, che ha inghiottito la sua macchina fotografica. «Lástima que no te tragó a ti, abuela», comentó Alex la primera vez que oyó la anécdota, pero ella no se ofendió. "Too bad he didn't swallow you, Grandma," Alex commented the first time he heard the anecdote, but she was not offended. "Dommage qu'il ne t'ait pas avalée, grand-mère", a fait remarquer Alex lorsqu'il a entendu l'anecdote pour la première fois, mais elle ne s'est pas offusquée. "Peccato che non ti abbia ingoiato, nonna", commentò Alex la prima volta che sentì l'aneddoto, ma lei non si offese. Esa misma mujer le enseñó a nadar en menos de cinco minutos, empujándolo a una piscina cuando tenía cuatro años. That same woman taught him to swim in less than five minutes, pushing him into a pool when he was four years old. Salió nadando por el otro lado de pura desesperación, pero podría haberse ahogado. He swam out the other side out of sheer desperation, but he could have drowned. Ha nuotato dall'altra parte per pura disperazione, ma avrebbe potuto annegare. Con razón Lisa Cold se ponía muy nerviosa cuando su suegra llegaba de visita: debía doblar la vigilancia para preservar la salud de sus niños. No wonder Lisa Cold was so nervous when her mother-in-law came to visit: she had to double her vigilance to preserve her children's health.

A la hora y media de espera en el aeropuerto, Alex no sabia ya qué hacer. After an hour and a half of waiting at the airport, Alex didn't know what to do. Imaginó cuánto gozaría Kate Cold al verlo tan angustiado y decidió no darle esa satisfacción; debía actuar como un hombre. He imagined how much Kate Cold would enjoy seeing him so distressed and decided not to give her that satisfaction; he had to act like a man. Immaginò quanto Kate Cold avrebbe goduto nel vederlo così afflitto e decise di non dargli questa soddisfazione; doveva comportarsi da uomo. Se colocó el chaquetón, se acomodó la mochila en los hombros y salió a la calle. He put on his jacket, put his backpack on his shoulders and went out into the street. Il enfile sa veste, porte son sac à dos en bandoulière et sort dans la rue. Si mise la giacca, si caricò lo zaino sulle spalle e uscì in strada. El contraste entre la calefacción, el bullicio y la luz blanca dentro del edificio con el frío, el silencio y la oscuridad de la noche afuera, casi lo voltea. The contrast between the heating, bustle and white light inside the building with the cold, silence and darkness of the night outside almost turned it upside down. Le contraste entre la chaleur, l'agitation et la lumière blanche à l'intérieur du bâtiment et le froid, le silence et l'obscurité de la nuit à l'extérieur l'a presque retourné. Il contrasto tra il calore, il trambusto e la luce bianca all'interno dell'edificio e il freddo, il silenzio e l'oscurità della notte all'esterno lo fece quasi scomparire. No tenía idea que el invierno en Nueva York fuera tan desagradable. I had no idea that winter in New York was so unpleasant. Había olor a gasolina, nieve sucia sobre la acera y una ventisca helada que golpeaba la cara como agujas. There was the smell of gasoline, dirty snow on the sidewalk and an icy blizzard that hit the face like needles. Il y avait l'odeur de l'essence, la neige sale sur la chaussée et un blizzard glacial qui frappait le visage comme des aiguilles. C'era l'odore della benzina, la neve sporca sul marciapiede e una bufera gelida che colpiva il viso come aghi. Se dio cuenta que con la emoción de despedirse de su familia, había olvidado los guantes y el gorro, que nunca tenía ocasión de usar en California y guardaba en un baúl en el garaje, con el resto de su equipo de esquí. He realized that in the excitement of saying goodbye to his family, he had forgotten his gloves and hat, which he never had occasion to wear in California and kept in a trunk in the garage with the rest of his ski gear. Sintió latir la herida en su mano izquierda, que hasta entonces no le había molestado, y calculó que debería cambiar el vendaje apenas llegara donde su abuela. He felt the wound on his left hand, which until then had not bothered him, throbbing, and calculated that he should change the bandage as soon as he reached his grandmother. Sentì pulsare la ferita alla mano sinistra, che fino a quel momento non gli aveva dato fastidio, e calcolò che avrebbe dovuto cambiare la fasciatura non appena avesse raggiunto la nonna. No sospechaba a qué distancia estaba su apartamento ni cuánto costaría la carrera en taxi. He had no idea how far away his apartment was or how much the cab ride would cost. Necesitaba un mapa, pero no supo dónde conseguirlo. He needed a map, but did not know where to get one. Con las orejas heladas y las manos metidas en los bolsillos caminó hacia la parada de los buses. With his ears frozen and his hands stuffed in his pockets, he walked to the bus stop.

—Hola, ¿andas solo? -Hello, are you alone? —se le acercó una muchacha. -a girl approached him.

La chica llevaba una bolsa de lona al hombro, un sombrero metido hasta las cejas, las uñas pintadas de azul y una argolla de plata atravesada en la nariz. The girl carried a duffel bag over her shoulder, a hat tucked up to her eyebrows, her nails painted blue and a silver ring pierced through her nose. La jeune fille porte un sac de sport en bandoulière, un chapeau remonté jusqu'aux sourcils, des ongles peints en bleu et un anneau d'argent dans le nez. Alex se quedó mirándola maravillado, era casi tan bonita como su amor secreto, Cecilia Burns, a pesar de sus pantalones rotosos, sus botas de soldado y su aspecto más bien sucio y famélico. Alex stared at her in awe, she was almost as pretty as his secret love, Cecilia Burns, despite her torn pants, her soldier's boots and her rather dirty and famished appearance. Elle était presque aussi jolie que son amour secret, Cecilia Burns, malgré ses pantalons déchirés, ses bottes de soldat et son apparence plutôt sale et affamée. Como único abrigo usaba un chaquetón corto de piel artificial color naranja, que apenas le cubría la cintura. As his only coat he wore a short orange faux fur coat, which barely covered his waist. Son seul manteau est une courte fourrure orange qui lui couvre à peine la taille. Come unico cappotto indossava una corta pelliccia sintetica arancione, che gli copriva a malapena la vita. No llevaba guantes. He was not wearing gloves. Alex farfulló una respuesta vaga. Alex mumbled a vague response. Su padre le había advertido que no hablara con extraños, pero esa chica no podía representar peligro alguno, era apenas un par de años mayor, casi tan delgada y baja como su madre. Her father had warned her not to talk to strangers, but that girl could pose no danger, she was only a couple of years older, almost as thin and short as her mother. En realidad, a su lado Alex se sintió fuerte. In fact, next to him Alex felt strong.

—¿Dónde vas? -Where are you going? —insistió la desconocida encendiendo un cigarrillo.

—A casa de mi abuela, vive en la calle Catorce con la Segunda Avenida. -To my grandmother's house, she lives on Catorce Street and Second Avenue. -A casa di mia nonna, che abita tra Catorce Street e la Seconda Avenue. ¿Sabes cómo puedo llegar allá? Do you know how I can get there? —inquirió Alex.

—Claro, yo voy para el mismo lado. -Of course, I'm going the same way. Podemos tomar el bus. Soy Morgana —se presentó la joven. I am Morgana," the young woman introduced herself.

—Nunca había oído ese nombre —comentó Alex.

—Yo misma lo escogí. -I chose it myself. La tonta de mi madre me puso un nombre tan vulgar como ella. My silly mother gave me a name as vulgar as she did. Y tú, ¿cómo te llamas? —preguntó echando humo por las narices. -he asked, fuming.

—Alexander Cold. Me dicen Alex —replicó, algo escandalizado al oírla hablar de su familia en tales términos. They call me Alex," he replied, somewhat shocked to hear her speak of his family in such terms.

Aguardaron en la calle, pataleando en la nieve para calentarse los pies, durante unos diez minutos, que Morgana aprovechó para ofrecer un apretado resumen de su vida: hacía años que no iba a la escuela —eso era para estúpidos— y se había escapado de su casa porque no aguantaba a su padrastro, que era un cerdo repugnante. They waited in the street, kicking in the snow to warm their feet, for about ten minutes, which Morgana used to give a tight summary of her life: she hadn't been to school for years - that was for stupid people - and she had run away from home because she couldn't stand her stepfather, who was a disgusting pig. Elles attendirent dans la rue, tapant dans la neige pour se réchauffer les pieds, pendant une dizaine de minutes, que Morgane mit à profit pour faire un résumé serré de sa vie : elle n'était pas allée à l'école pendant des années - c'était pour les gens stupides - et elle s'était enfuie de chez elle parce qu'elle ne supportait plus son beau-père, qui était un porc dégoûtant. Aspettarono in strada, scalciando la neve per scaldarsi i piedi, per una decina di minuti, che Morgana utilizzò per fare un riassunto stringato della sua vita: non andava a scuola da anni - quella era per gli stupidi - ed era scappata di casa perché non sopportava il patrigno, che era un porco schifoso. —Voy a pertenecer a una banda de rock, ése es mi sueño —agregó—. -I'm going to be in a rock band, that's my dream," he added. -Voglio far parte di una rock band, è il mio sogno", ha aggiunto. Lo único que necesito es una guitarra eléctrica. ¿Qué es esa caja que llevas atada a la mochila? What is that box you have strapped to your backpack? Cos'è quella scatola che hai legato allo zaino?

—Una flauta. -A flute.

—¿Eléctrica?

—No, de pilas —se burló Alex. -No, batteries," Alex mocked. Justo cuando sus orejas se estaban transformando en cubitos de hielo, apareció el bus y ambos subieron. Just as their ears were turning into ice cubes, the bus appeared and they both got on. El chico pagó su pasaje y recibió el vuelto, mientras Morgana buscaba en un bolsillo de su chaqueta naranja, luego en otro. The boy paid his fare and received his change, while Morgana searched one pocket of his orange jacket, then another. Le garçon paya sa course et reçut sa monnaie, tandis que Morgane fouillait une poche de sa veste orange, puis une autre.

—¡Mi cartera! -My wallet! Creo que me la robaron... —tartamudeó. I think it was stolen... -he stammered. Je pense qu'il a été volé... balbutie-t-il.

—Lo siento, niña. -I'm sorry, child. Tendrás que bajarte —le ordenó el chofer. You'll have to get out," the driver ordered. Dovete scendere", ordinò l'autista.

—¡No es mi culpa si me robaron! -It's not my fault if I was robbed! —exclamó ella casi a gritos, ante el desconcierto de Alex, quien sentía horror de llamar la atención. -she exclaimed almost shouting, to Alex's bewilderment, who was horrified to draw attention to himself.

—Tampoco es culpa mía. -It's not my fault either. Acude a la policía —replicó secamente el chofer. Go to the police," the driver replied dryly. Allez voir la police", répond sèchement le chauffeur.

La joven abrió su bolsa de lona y yació todo el contenido en el pasillo del vehículo: ropa, cosméticos, papas fritas, varias cajas y paquetes de diferentes tamaños y unos zapatos de taco alto que parecían pertenecer a otra persona, porque era difícil imaginarla en ellos. The young woman opened her duffel bag and laid out all the contents in the aisle of the vehicle: clothes, cosmetics, potato chips, several boxes and packages of different sizes, and some high-heeled shoes that looked like they belonged to someone else, because it was hard to imagine her in them. La jeune femme ouvre son sac de sport et en déverse tout le contenu dans l'allée du véhicule : des vêtements, des cosmétiques, des chips, plusieurs boîtes et paquets de différentes tailles et une paire de chaussures à talons hauts qui semblent avoir appartenu à quelqu'un d'autre, car on a du mal à l'imaginer avec. La giovane donna aprì il borsone e scaricò l'intero contenuto nel corridoio del veicolo: vestiti, cosmetici, patatine, diverse scatole e pacchetti di varie dimensioni e un paio di scarpe con il tacco alto che sembravano appartenere a qualcun altro, perché era difficile immaginarla con quelle. Revisó cada prenda de ropa con pasmosa lentitud, dando vueltas a la ropa, abriendo cada caja y cada envoltorio, sacudiendo la ropa interior a la vista de todo el mundo. He went through each article of clothing with breathtaking slowness, turning the clothes over, opening each box and each wrapper, shaking out the underwear in full view of everyone. Il passe en revue chaque vêtement avec une lenteur étonnante, retournant les vêtements, ouvrant chaque boîte et chaque emballage, secouant les sous-vêtements à la vue de tous. Passò in rassegna ogni capo di abbigliamento con sorprendente lentezza, rivoltando i vestiti, aprendo ogni scatola e ogni involucro, scuotendo la biancheria intima sotto gli occhi di tutti. Alex desvió la mirada, cada vez más turbado. Alex looked away, increasingly troubled. Alex détourne le regard, de plus en plus troublé. Alex distolse lo sguardo, sempre più preoccupato. No quería que la gente pensara que esa chica y él andaban juntos. He didn't want people to think that he and that girl were together.

—No puedo esperar toda la noche, niña. -I can't wait all night, child. Tienes que bajarte —repitió el chofer, esta vez con un tono amenazante. You have to get out," the driver repeated, this time with a threatening tone. Morgana lo ignoro. Morgana ignored him. Para entonces se había quitado el chaquetón naranja y estaba revisando el forro, mientras los otros pasajeros del bus empezaban a reclamar por el atraso en partir. By then he had taken off his orange jacket and was checking the lining, while the other passengers on the bus began to complain about the delay in leaving. Il avait alors enlevé sa veste orange et vérifiait la doublure, tandis que les autres passagers du bus commençaient à se plaindre du retard du départ.

—¡Préstame algo! -Lend me something! —exigió finalmente, dirigiéndose a Alex. -he finally demanded, turning to Alex.

El muchacho sintió derretirse el hielo de sus orejas y supuso que se le estaban poniendo coloradas, como le ocurría en los momentos culminantes. The boy felt the ice in his ears melt and guessed that they were turning red, as they did at peak moments. Le garçon sentit la glace fondre dans ses oreilles et devina qu'elles devenaient rouges, comme elles le faisaient dans les moments les plus forts. Il ragazzo sentì il ghiaccio sciogliersi nelle orecchie e intuì che stavano diventando rosse, come accadeva nei momenti di massimo splendore. Eran su cruz: esas orejas lo traicionaban siempre, sobre todo cuando estaba frente a Cecilia Burns, la chica de la cual estaba enamorado desde el jardín de infancia sin la menor esperanza de ser correspondido. They were his cross: those ears always betrayed him, especially when he was in front of Cecilia Burns, the girl he had been in love with since kindergarten without the slightest hope of being reciprocated. Ces oreilles le trahissaient toujours, surtout lorsqu'il se trouvait devant Cecilia Burns, la fille dont il était amoureux depuis le jardin d'enfants sans le moindre espoir de réciprocité. Alex había concluido que no existía razón alguna para que Cecilia se fijara en él, pudiendo elegir entre los mejores atletas del colegio. Alex had concluded that there was no reason for Cecilia to notice him, given her choice of the best athletes in the school. Alex avait conclu qu'il n'y avait aucune raison pour que Cecilia le remarque, étant donné qu'elle avait choisi les meilleurs athlètes de l'école. Alex aveva concluso che non c'era motivo che Cecilia lo notasse, vista la sua scelta dei migliori atleti della scuola.

En nada se distinguía él, sus únicos talentos eran escalar montañas y tocar la flauta, pero ninguna chica con dos dedos de frente se interesaba en cerros o flautas. His only talents were climbing mountains and playing the flute, but no girl with two fingers in front of her head was interested in mountains or flutes. Ses seuls talents étaient de gravir des montagnes et de jouer de la flûte, mais aucune fille avec deux doigts devant elle n'était intéressée par les montagnes ou les flûtes. I suoi unici talenti erano scalare le montagne e suonare il flauto, ma nessuna ragazza con due dita davanti a sé era interessata alle montagne o ai flauti. Estaba condenado a amarla en silencio por el resto de su vida, a menos que ocurriera un milagro. He was doomed to love her in silence for the rest of his life, unless a miracle occurred.

—Préstame para el pasaje —repitió Morgana. -Lend me for the passage," Morgana repeated.

En circunstancias normales a Alex no le importaba perder su plata, pero en ese momento no estaba en condición de portarse generoso. Under normal circumstances Alex would not mind losing his money, but at that moment he was in no condition to be generous. Por otra parte, decidió, ningún hombre podía abandonar a una mujer en esa situación. On the other hand, he decided, no man could abandon a woman in such a situation. Le alcanzaba justo para ayudarla sin recurrir a los billetes doblados en sus botas. It was just enough to help her without resorting to folded bills in her boots. Era quanto bastava per aiutarla senza ricorrere a banconote piegate negli stivali. Pagó el segundo pasaje. Morgana le lanzó un beso burlón con la punta de los dedos, le sacó la lengua al chofer, que la miraba indignado, recogió sus cosas rápidamente y siguió a Alex a la última fila del vehículo, donde se sentaron juntos. Morgana blew him a teasing kiss with her fingertips, stuck her tongue out at the chauffeur, who looked at her indignantly, gathered her things quickly and followed Alex to the back row of the vehicle, where they sat together.

—Me salvaste el pellejo. -You saved my ass. -Vous avez sauvé ma peau. Apenas pueda, te pago —le aseguró. As soon as I can, I'll pay you," he assured her.

Alex no respondió. Tenía un principio: si le prestas dinero a una persona y no vuelves a verla, es dinero bien gastado. I had a principle: if you lend money to a person and you never see them again, it's money well spent. Avevo un principio: se presti denaro a qualcuno e non lo rivedi più, sono soldi ben spesi. Morgana le producía una mezcla de fascinación y rechazo, era totalmente diferente a cualquiera de las chicas de su pueblo, incluso las más atrevidas. Morgana gave him a mixture of fascination and rejection, she was totally different from any of the girls in his village, even the most daring ones. Para evitar mirarla con la boca abierta, como un bobo, hizo la mayor parte del largo viaje en silencio, con la vista fija en el vidrio oscuro de la ventana, donde se reflejaban Morgana y también su propio rostro delgado, con lentes redondos y el cabello oscuro, como el de su madre. To avoid looking at her with his mouth open, like a fool, he made most of the long trip in silence, with his eyes fixed on the dark glass of the window, where Morgana and also his own thin face, with round glasses and dark hair, like his mother's, were reflected. ¿Cuándo podría afeitarse? When could you shave? No se había desarrollado como varios de sus amigos; todavía era un chiquillo imberbe, uno de los más bajos de su clase. He had not developed like several of his friends; he was still a beardless lad, one of the lowest in his class. Non si era sviluppato come molti dei suoi amici; era ancora un ragazzo senza barba, uno degli ultimi della classe. Hasta Cecilia Burns era más alta que él. Even Cecilia Burns was taller than he was. Su única ventaja era que, a diferencia de otros adolescentes de su colegio, tenía la piel sana, porque apenas le aparecía un grano su padre se lo inyectaba con cortisona. His only advantage was that, unlike other teenagers in his school, he had healthy skin, because as soon as a pimple appeared, his father injected it with cortisone. Il suo unico vantaggio era che, a differenza degli altri adolescenti della sua scuola, aveva una pelle sana, perché non appena compariva un brufolo, suo padre gli faceva un'iniezione di cortisone. Su madre le aseguraba que no debía preocuparse, unos estiran antes y otros después, en la familia Cold todos los hombres eran altos; pero él sabía que la herencia genética es caprichosa y bien podía salir a la familia de su madre. His mother assured him that he should not worry, some stretch earlier and some later, in the Cold family all the men were tall; but he knew that genetic inheritance is capricious and could well run in his mother's family. Sa mère lui a assuré de ne pas s'inquiéter, certains s'étirent plus tôt et d'autres plus tard, dans la famille Cold, tous les hommes sont grands ; mais il savait que l'héritage génétique est capricieux et qu'il pourrait bien se retrouver dans la famille de sa mère. Sua madre lo rassicurò di non preoccuparsi, alcuni si allungano prima e altri dopo, nella famiglia Cold tutti gli uomini erano alti; ma lui sapeva che l'eredità genetica è volubile e poteva benissimo essere della famiglia di sua madre. Lisa Cold era baja incluso para una mujer; vista por detrás parecía una chiquilla de catorce años, sobre todo desde que la enfermedad la había reducido a un esqueleto. Lisa Cold was short even for a woman; seen from behind she looked like a fourteen-year-old girl, especially since the disease had reduced her to a skeleton. Al pensar en ella sintió que se le cerraba el pecho y se le cortaba el aire, como si un puño gigantesco lo tuviera cogido por el cuello. At the thought of her he felt his chest tighten and his air was cut off, as if a gigantic fist had him by the throat. Al pensiero di lei si sentì stringere il petto e gli venne a mancare l'aria, come se un pugno gigantesco lo avesse afferrato per la gola.

Morgana se había quitado la chaqueta de piel naranja. Morgana had removed her orange leather jacket. Debajo llevaba una blusa corta de encaje negro que le dejaba la barriga al aire y un collar de cuero con puntas metálicas, como de perro bravo. Underneath she wore a short black lace blouse that left her belly in the air and a leather collar with metal spikes, like a wild dog. En dessous, elle porte une courte blouse noire en dentelle qui laisse apparaître son ventre et un collier en cuir avec des pointes en métal, comme un chien sauvage. Sotto, indossava una corta camicetta di pizzo nero che esponeva il ventre e un collare di cuoio con punte di metallo, come un cane selvatico.