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Radio Ambulante, Contra la gastronomía peruana (2)

Contra la gastronomía peruana (2)

Le pregunté a Gustavo en qué momento sintió que este escándalo había tocado fondo…

Gustavo: ¿Sabes cuándo? Cuando un cocinero acá, peruano… enarboló su cuchillo y dijo: “Ese hijo de puta, si lo veo, lo mato”.

Daniel: Entonces, terminó así: un mes de bulla, de bullying mediático; muchas entrevistas rechazadas por Iván, un par aceptadas por Gustavo, tratando de defender a Iván; teorías de conspiración soltadas por muchos, alegando que todo era un montaje, algo preparado entre los dos escritores para vender más libros. Un escandalete más.

Pero como veremos ahorita, esto no era el final de la historia. Una pausa y volvemos…

—CORTE INTERMEDIO—

Daniel: Gracias por escuchar Radio Ambulante. Antes de volver a nuestra historia les quiero contar de otro podcast de NPR, de música, que se llama Alt.Latino. Lo presenta Felix Contreras. Y Felix sirve de guía en el mundo de la cultura y las artes latinas. Se trata de una forma alternativa de abordar a la música tradicional. Entrevistas con íconos culturales como Rita Moreno y Carlos Santana, pero también con artistas más del momento como Calle 13 o el autor Junot Díaz. Encuentra Alt.Latino en la app de NPR One o también en la página web: npr.org/podcasts

Están escuchando Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón. Antes de la pausa conocimos la historia de Iván Thays y el escándalo mediático que se armó cuando confesó que no le gustaba la comida peruana. Pero él no fue la última figura pública que se atrevió a decirlo.

Pasaron un par de años, y apareció este señor, mi tocayo, mi amigo, Daniel Titinger. O Titinjer.

Daniel Titinger: Oye, a veces digo Titinger y a veces digo Titinjer, dependiendo mi estado de ánimo… No sé… No sé, realmente, te lo juro, que no sé cómo se pronuncia.

Daniel Alarcón: Bueno, yo lo conozco como Titinger. Somos amigos desde que trabajabamos juntos en la revista peruana “Etiqueta Negra”. Es cronista, editor, y ahora dirige un diario deportivo y algunas revistas en Lima.

En agosto 2014 estaba terminando un libro, algo que me consta que no es nada fácil. Y como para romper la monotonía del trabajo…

Daniel Titinger: Y nada, uno a veces, este, se para y hace flexiones, o prende la televisión, o entra al Facebook. Bueno, a mí se me ocurrió hacer una portada de un libro inventado.

Daniel Alarcón: Buscó una imagen chistosa…

Daniel Titinger: Y encontré la de dos cuyes follando… [Risas]

Daniel Alarcón: Un cuy es… pues, se dice “guinea pig” en inglés. Cobaya, conejillo de indias se dice en otros países. Como un hámster grande.

Daniel Titinger: Este… Es una mascota.

Daniel Alarcón: Pero en Perú y en varios países andinos se come. Delicioso, dicho sea de paso. Bueno, y estos dos cuyes, no solo estaban posicionados como en un acto sexual, sino que estaban…

Daniel Titinger: En una sartén.

Daniel Alarcón: Fritos. Cocinadísimos. Una imagen que le pareció perfecta para un libro que decidió titular: “Contra la gastronomía peruana”. Y nada. Titinger lo lanzó a las redes —a Twitter, específicamente— y no pensó mucho más sobre el asunto. Pero…

Daniel Titinger: Al rato, entro al Twitter y veo que ¡la cosa había explotado!

Daniel Alarcón: Bueno, tampoco hay que exagerar. No estamos hablando de que fue tendencia mundial, ni nada por el estilo. Pero sí se estaba compartiendo bastante.

Y dos cosas para notar: nadie parecía dudar de que el libro fuera verdadero. Y, a diferencia de lo que le pasó a Iván dos años antes, a Titinger, todos se lo celebraron.

Daniel Titinger: Y recibía pues, este… como… como elogios por… ese acto tan suicida en un país como este…

Este… la política, la economía, el vecino, cómo se viste tu hermana, eh, cómo maneja tu esposa… Eh… Todo. En verdad. Está permitido criticar todo. Menos la comida.

Daniel Alarcón: Todo esto a Titinger le pareció divertidísimo.

Daniel Titinger: Y ahí viene lo raro, Daniel. Porque como vi que tuve apoyo de mucha gente, como vi que la gente me decía: “¡Bien! ¡Bien que critiques la comida peruana! Sentí que había peruanos que estaban hartos.

Daniel Alarcón: Hartos, según Titinger, de la propaganda, de esa imagen falsa de un país donde todos comen rico, donde cada almuerzo es un espectáculo. Hartos de nuevos restaurantes, de chefs que te venden el mismo plato que hacía tu abuela cada domingo, pero en una porción chiquita… y a 50 dólares.

Daniel Titinger: Hemos hecho de los chefs nuestros ídolos. La gente se toma selfies con sus platos de comida. Llegan los turistas sólo a comer al Perú.

Daniel Alarcón: Y según Titinger…

Daniel Titinger: Yo creo que la gente se empachó. Ya. Ya mucho. Ya. Mucho de comida en un país que se muere de hambre.

Daniel Alarcón: Entonces, con ese espíritu crítico, Titinger decidió seguir con su broma…

Daniel Titinger: Lo siguiente que hice fue, este, dejar mi libro de verdad a un costado, y empezar a crear este libro de mentira en pequeños capítulos en mi Facebook.

Daniel Alarcón: Los posteaba como si fueran adelantos de su libro. Los escribía en su auto, rumbo al trabajo, mientras estaba estancado en el tráfico horroroso de Lima.

Daniel Titinger: Los escribía en mi celular, Daniel. O sea, ¡nadie puede escribir nada serio en su celular!

Daniel Alarcón: En el primer capítulo de este supuesto libro criticaba abiertamente a un chef peruano —inventado, claro— que para estar más de moda…

Daniel Titinger: Había… En vez de aderezar el cuy, lo que había creado era el anticucho de hámster… para empequeñecer y para afrancesar el cuy. ¿Te das cuenta?

Y la gente me creyó… Es impresionante. Este, la gente me decía: “Oye te felicito por el libro, qué increíble, qué asco, yo no podía comer hamster, pero bueno…”.

Daniel Alarcón: Ponía cosas cada vez más absurdas en el muro de su Facebook. Con cada post, asumía que la gente se iba dar cuenta que todo era un chiste. Pero nada.

Daniel Titinger: Y comenzaron a llegarme inbox… ¿No? De diarios, de Chile —un país con el que tenemos ciertos conflictos idiotas—, de España, de México y del mismo Perú, que querían publicar adelantos de mi libro.

Daniel Alarcón: Y Titinger rechazaba todas las entrevistas, todas las peticiones. En el siguiente post revelaba que uno de los platos emblemáticos de la comida criolla…

Daniel Titinger: La papa a la huancaína la había creado un chileno. Esto era como para… para hacerlo más polémico aún. Y sin embargo la gente lo creía.

Daniel Alarcón: Y seguía…

Daniel Titinger: De ahí hice un elogio de la panza peruana…

Daniel Alarcón: La barriga nacional que crece en estos tiempos de boom…

Daniel Titinger: Este, me seguían llegando consultas a mi inbox, a mi correo para pedirme adelantos.

Daniel Alarcón: Hasta que soltó una bomba…

Daniel Titinger: Que el libro no podía salir —el libro de mentiras, el libro “Contra la gastronomía peruana”— porque había sido vetado por el lobby gastronómico que controla el país.

¡Y la gente se indignó! La gente dijo: “¡¿Cómo es posible que los chefs puedan censurar un libro? !”.

Daniel Alarcón: Pero había una salida: publicar en el extranjero.

Daniel Titinger: Después dije que mi libro, como había sido censurado en el Perú por el lobby gastronómico, controlado por Gastón Acurio y sus huestes, lo iba publicar la prestigiosa editorial Gallimard en Francia, traducido al francés.

Daniel Alarcón: A ver. Gallimard —la misma editorial francesa que publica a Borges, Cortázar y Vargas Llosa— iba publicar un libro cuya portada era dos cuyes fritos en un acto sexual…

Daniel Tintinger: Ya. Eso lo dije…, eso lo puse para que por fin se dieran cuenta que era ridículo, era una mentira, y me dejaran vivir en paz y terminar mi libro de verdad… ¿Ya?…

Y sin embargo me felicitaron por publicarlo en Francia, y por tener el valor y el coraje de decirlo fuera de nuestras fronteras.

Daniel Alarcón: Lo cual sorprende, ¿no? Iván dijo lo mismo, más o menos, en las páginas de un periódico español, y casi le quitan la nacionalidad peruana. Ahora, Titinger publicaba su libro falso en Europa, y lo apoyan.

Era momento de pedir la ayuda de los amigos. Este es, otra vez, Diego Salazar.

Diego: Para mí era obvio que era una parodia. Luego me he dado cuenta que para mucha gente no lo era.

Gustavo: Y yo me enteré en Facebook.

Daniel Alarcón: Y de nuevo, Gustavo Rodríguez…

Gustavo: Y de frente le espeté, ¿no? “Oye, nos estás hueviando, ¿no?”. Y me dijo: “¡Sí, cuñado! ¡Sí, pero no sabes! Me acaba de llamar un periodista de España y otro de Chile. No sabes toda la bola que se ha formado”.

Daniel Alarcón: Gustavo y Diego se convertirían en cómplices de esta broma.

Diego: Y fue en ese momento en que le dije: “Pucha, ¡Sigamos!, ¿no?”. O sea: “Sigue”. Y ahí él me pide que haga un prólogo… Falso.

Daniel Alarcón: Mejor dicho: un prólogo real… para un libro falso.

Daniel Titinger: Y lo hizo. Y es lo mejor que ha escrito Diego en su vida. [Risas]

Daniel Alarcón: En el texto, Diego se imagina qué llevaría a un periodista como Titinger a cometer este acto suicida y atentar contra la maquinaria del boom gastronómico peruano. Su conclusión: odio. Así de simple. Odio.

Diego: Con ese odio, con esa bilis escupe en estas páginas…

Daniel Titinger: Me psicoanalizó Diego en este prólogo. Pero así: un psicoanálisis freudiano.

Diego: El cronista devenido en ensayista no está sino sacando a relucir una poco saludable envidia al pene.

Daniel Titinger: Y así acababa el prólogo. Entonces le dije: “Bueno, ya. Diciendo que es envidia del pene, ya nadie lo va creer”.

Diego: Claro, en estas bromas… siempre va “in crescendo” el nivel de ridículo, ¿no?, y de absurdo…

Daniel Titinger: Y sin embargo, la gente lo creyó… [Risas]

Daniel Alarcón: No solo le creyeron…

Diego: Y de hecho había quien me insultaba en el muro de Daniel, diciendo que yo no había entendido el libro. Libro que ellos no habían leído, porque no existe.

Entonces, yo era como: puta, no puedo creer que la gente siga creyéndoselo cuando es cada vez más absurdo y más evidente que es una broma…

Daniel Titinger: Yo creo que una característica nacional es que tenemos muy poco desarrollado el sentido de la ironía.

Daniel Alarcón: Es posible. Mejor dicho, se me hace difícil negarlo. Mi esposa colombiana seguro que está de acuerdo.

Pero, bueno, ¿cómo terminar con una broma que se les iba a salir de las manos? Recordemos que Titinger estaba a punto de acabar un libro de verdad, un libro que venía trabajando años, y su preocupación era la de cualquier escritor: que nadie lo leería… ¿Qué pasaría si el mundo se enteraba de que este libro de la gastronomía era falso? ¿Qué impacto tendría rechazar tantas entrevistas ahora, si en menos de un año estaría con un libro real bajo el brazo, buscando que los medios le presten atención?

Daniel Titinger: Gustavo Rodríguez, que es una de las personas que escribió uno de estos textos para la contratapa de mi libro en Gallimard —o sea: a Gustavo iban a tener que traducirlo al francés también—, este… tuvo la magnífica idea de hacer una presentación del libro. Y que toda esta broma terminara presentándose en un restaurante.

Daniel Alarcón: Se anunciaría como una presentación de libro, y hasta se mandaría a imprimir ejemplares con las páginas en blanco. Buscarían a un chef que lo presentara. Se armaría un show…

Pero Titinger pensó en su libro de verdad, y dijo no. Ya era demasiado. Se retiró.

Daniel Titinger: Hice un post final, un capítulo final, en mi Facebook, que lo titulé “A la opinión pública.”

Daniel Alarcón: Y confesó todo. De principio a fin.

Daniel Titinger: O sea, yo no era ni un kamikaze, ni era un tipo valiente. Yo seguía siendo el tipo con el colesterol altísimo que come pescado al vapor y papa sancochada, ¿te das cuenta?

Daniel Alarcón: Ya le daba pena abusar de la ingenuidad de la gente que se creía algo tan inverosímil. El libro no existía. Nunca existió. Pero si mucha gente creía, sería por algo, ¿no? Querían creer. Querían creer que alguien se atrevía a decir lo que ellos pensaban…

Daniel Titinger: Y creo que es eso, finalmente, digamos, mi mensaje a la nación. [Risas] Si se puede llamar de alguna manera. O sea, este… me encanta ser peruano. Pero, yo creo que es insensato haber armado la identidad nacional en base a un plato de comida, ¿no? Eso no se puede. Eso está… Yo creo que eso está mal.

Daniel Alarcón: El evento, esa presentación del libro que nunca se hizo, iba a ser algo especial. Recordemos que Gustavo, el novelista que estuvo al centro de la controversia de Iván, es además consultor de comunicaciones. Se imaginaba algo grande. Un chiste cuyo eco nos obligaría a pensar sobre esta obsesión nacional.

Le pregunté si le daba tristeza que nunca se hubiera hecho, que el chiste haya quedado trunco. Me dijo que no. Pero hubiera sido…

Gustavo: El “making of” de lo que fue una broma que muestra cómo estamos como país respecto a este tema, ¿no?… Pero finalmente quien está haciendo eso eres tú, pues. [Risas]

Daniel Alarcón: Supongo que sí. Y quizá Titinger se salvó. Quizá si la misma gente que amenazó a Iván se hubiera enterado, hubieran afilado sus cuchillos contra él. Quizás. Pero de pronto no, de pronto en dos años, algo ha cambiado…

Daniel Titinger: Sí, yo creo que la gente está dispuesta a que en una mesa alguien diga “no me gusta”. Y es muy probable que nadie agarre un cuchillo y lo asesine, ¿no? O sea, hay altas probabilidades de que eso no pase. Hace cinco años, eso hubiera pasado.

Daniel Alarcón: Y quizá esto se puede llamar progreso…

Gracias a Iván Thays, Gustavo Rodríguez, Diego Salazar y Daniel Titinger.

Esta historia fue escrita por mí y editada por Camila Segura y Silvia Viñas. La mezcla es de Andrés Azpiri. Gracias a Eduardo García Peña por ayudar con las grabaciones en Lima.

El equipo de Radio Ambulante incluye a Fe Martínez, Luis Trelles, Elsa Liliana Ulloa, Barbara Sawhill, y Caro Rolando. Nuestros pasantes son Emiliano Rodríguez y Luis Fernando Vargas. Carolina Guerrero es la CEO.

Conoce más sobre Radio Ambulante y sobre esta historia en nuestra página web: radioambulante.org. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

Contra la gastronomía peruana (2) Gegen die peruanische Gastronomie (2) Against Peruvian gastronomy (2) Contre la gastronomie péruvienne (2) ペルーの美食に対して (2) Przeciwko peruwiańskiej gastronomii (2) Contra a gastronomia peruana (2)

Le pregunté a Gustavo en qué momento sintió que este escándalo había tocado fondo… I asked Gustavo when he felt that this scandal had bottomed out...

Gustavo: ¿Sabes cuándo? Cuando un cocinero acá, peruano… enarboló su cuchillo y dijo: “Ese hijo de puta, si lo veo, lo mato”.

Daniel: Entonces, terminó así: un mes de bulla, de bullying mediático; muchas entrevistas rechazadas por Iván, un par aceptadas por Gustavo, tratando de defender a Iván; teorías de conspiración soltadas por muchos, alegando que todo era un montaje, algo preparado entre los dos escritores para vender más libros. Daniel: So, it ended like this: a month of noise, of media bullying; many interviews rejected by Iván, a couple accepted by Gustavo, trying to defend Iván; conspiracy theories spouted by many, claiming it was all a set up, something set up between the two writers to sell more books. Un escandalete más. One more scandal.

Pero como veremos ahorita, esto no era el final de la historia. Una pausa y volvemos…

—CORTE INTERMEDIO—

Daniel: Gracias por escuchar Radio Ambulante. Antes de volver a nuestra historia les quiero contar de otro podcast de NPR, de música, que se llama Alt.Latino. Lo presenta Felix Contreras. Y Felix sirve de guía en el mundo de la cultura y las artes latinas. Se trata de una forma alternativa de abordar a la música tradicional. Entrevistas con íconos culturales como Rita Moreno y Carlos Santana, pero también con artistas más del momento como Calle 13 o el autor Junot Díaz. Encuentra Alt.Latino en la app de NPR One o también en la página web: npr.org/podcasts

Están escuchando Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón. Antes de la pausa conocimos la historia de Iván Thays y el escándalo mediático que se armó cuando confesó que no le gustaba la comida peruana. Pero él no fue la última figura pública que se atrevió a decirlo.

Pasaron un par de años, y apareció este señor, mi tocayo, mi amigo, Daniel Titinger. O Titinjer.

Daniel Titinger: Oye, a veces digo Titinger y a veces digo Titinjer, dependiendo mi estado de ánimo… No sé… No sé, realmente, te lo juro, que no sé cómo se pronuncia.

Daniel Alarcón: Bueno, yo lo conozco como Titinger. Somos amigos desde que trabajabamos juntos en la revista peruana “Etiqueta Negra”. Es cronista, editor, y ahora dirige un diario deportivo y algunas revistas en Lima. He is a chronicler, an editor, and now he runs a sports newspaper and some magazines in Lima.

En agosto 2014 estaba terminando un libro, algo que me consta que no es nada fácil. Y como para romper la monotonía del trabajo…

Daniel Titinger: Y nada, uno a veces, este, se para y hace flexiones, o prende la televisión, o entra al Facebook. Daniel Titinger: And nothing, sometimes you stop and do push-ups, or turn on the TV, or go on Facebook. Bueno, a mí se me ocurrió hacer una portada de un libro inventado. Well, it occurred to me to make a cover for an invented book.

Daniel Alarcón: Buscó una imagen chistosa… Daniel Alarcón: He was looking for a funny image…

Daniel Titinger: Y encontré la de dos cuyes follando… [Risas] Daniel Titinger: And I found the one of two guinea pigs fucking... [Laughter].

Daniel Alarcón: Un cuy es… pues, se dice “guinea pig” en inglés. Cobaya, conejillo de indias se dice en otros países. Como un hámster grande.

Daniel Titinger: Este… Es una mascota.

Daniel Alarcón: Pero en Perú y en varios países andinos se come. Delicioso, dicho sea de paso. Delicious, by the way. Bueno, y estos dos cuyes, no solo estaban posicionados como en un acto sexual, sino que estaban… Well, and these two guinea pigs, not only were they positioned as if in a sexual act, but they were....

Daniel Titinger: En una sartén.

Daniel Alarcón: Fritos. Cocinadísimos. Una imagen que le pareció perfecta para un libro que decidió titular: “Contra la gastronomía peruana”. Y nada. Titinger lo lanzó a las redes —a Twitter, específicamente— y no pensó mucho más sobre el asunto. Titinger threw it online—Twitter, specifically—and didn't think much more about it. Pero…

Daniel Titinger: Al rato, entro al Twitter y veo que ¡la cosa había explotado! Daniel Titinger: After a while, I go to Twitter and see that the thing had exploded!

Daniel Alarcón: Bueno, tampoco hay que exagerar. Daniel Alarcón: Well, we shouldn't exaggerate either. No estamos hablando de que fue tendencia mundial, ni nada por el estilo. We are not talking about a global trend, or anything like that. Pero sí se estaba compartiendo bastante. But there was enough sharing.

Y dos cosas para notar: nadie parecía dudar de que el libro fuera verdadero. And two things to note: no one seemed to doubt that the book was true. Y, a diferencia de lo que le pasó a Iván dos años antes, a Titinger, todos se lo celebraron. And, unlike what happened to Iván two years before, to Titinger, everyone celebrated.

Daniel Titinger: Y recibía pues, este… como… como elogios por… ese acto tan suicida en un país como este… Daniel Titinger: And I received well, this… like… like praise for… such a suicidal act in a country like this…

Este… la política, la economía, el vecino, cómo se viste tu hermana, eh, cómo maneja tu esposa… Eh… Todo. Uh… politics, the economy, the neighbor, how your sister dresses, uh, how your wife manages… uh… everything. En verdad. Está permitido criticar todo. It is allowed to criticize everything. Menos la comida.

Daniel Alarcón: Todo esto a Titinger le pareció divertidísimo.

Daniel Titinger: Y ahí viene lo raro, Daniel. Porque como vi que tuve apoyo de mucha gente, como vi que la gente me decía: “¡Bien! ¡Bien que critiques la comida peruana! Good that you criticize Peruvian food! Sentí que había peruanos que estaban hartos. I felt that there were Peruvians who were fed up.

Daniel Alarcón: Hartos, según Titinger, de la propaganda, de esa imagen falsa de un país donde todos comen rico, donde cada almuerzo es un espectáculo. Hartos de nuevos restaurantes, de chefs que te venden el mismo plato que hacía tu abuela cada domingo, pero en una porción chiquita… y a 50 dólares. Tired of new restaurants, of chefs who sell you the same dish that your grandmother made every Sunday, but in a small portion... and at 50 dollars.

Daniel Titinger: Hemos hecho de los chefs nuestros ídolos. Daniel Titinger: We have made chefs our idols. La gente se toma selfies con sus platos de comida. Llegan los turistas sólo a comer al Perú.

Daniel Alarcón: Y según Titinger…

Daniel Titinger: Yo creo que la gente se empachó. Daniel Titinger: I think people got fed up. Ya. Ya mucho. Ya. Mucho de comida en un país que se muere de hambre. A lot of food in a country that is starving.

Daniel Alarcón: Entonces, con ese espíritu crítico, Titinger decidió seguir con su broma… Daniel Alarcón: So, with that critical spirit, Titinger decided to continue with his joke...

Daniel Titinger: Lo siguiente que hice fue, este, dejar mi libro de verdad a un costado, y empezar a crear este libro de mentira en pequeños capítulos en mi Facebook. Daniel Titinger: The next thing I did was, um, put my real book aside, and start creating this fake book in little chapters on my Facebook.

Daniel Alarcón: Los posteaba como si fueran adelantos de su libro. Daniel Alarcón: He posted them as if they were previews of his book. Los escribía en su auto, rumbo al trabajo, mientras estaba estancado en el tráfico horroroso de Lima.

Daniel Titinger: Los escribía en mi celular, Daniel. Daniel Titinger: I wrote them on my cell phone, Daniel. O sea, ¡nadie puede escribir nada serio en su celular!

Daniel Alarcón:  En el primer capítulo de este supuesto libro criticaba abiertamente a un chef peruano —inventado, claro— que para estar más de moda… Daniel Alarcón: In the first chapter of this supposed book, he openly criticized a Peruvian chef —invented, of course— who, in order to be more fashionable…

Daniel Titinger: Había… En vez de aderezar el cuy, lo que había creado era el anticucho de hámster… para empequeñecer y para afrancesar el cuy. Daniel Titinger: There was… Instead of dressing the guinea pig, what he had created was the hamster anticucho… to make the guinea pig smaller and Frenchified. ¿Te das cuenta? You realize?

Y la gente me creyó… Es impresionante. And people believed me… It's impressive. Este, la gente me decía: “Oye te felicito por el libro, qué increíble, qué asco, yo no podía comer hamster, pero bueno…”. This one, people told me: "Hey, congratulations for the book, how incredible, how disgusting, I couldn't eat hamster, but well...".

Daniel Alarcón: Ponía cosas cada vez más absurdas en el muro de su Facebook. Daniel Alarcón: He put increasingly absurd things on his Facebook wall. Con cada post, asumía que la gente se iba dar cuenta que todo era un chiste. With each post, I assumed that people would realize that it was all a joke. Pero nada. But nothing.

Daniel Titinger: Y comenzaron a llegarme inbox… ¿No? Daniel Titinger: And they started to receive my inbox... Right? De diarios, de Chile —un país con el que tenemos ciertos conflictos idiotas—, de España, de México y del mismo Perú, que querían publicar adelantos de mi libro. From newspapers, from Chile —a country with which we have certain idiotic conflicts—, from Spain, from Mexico and from Peru itself, who wanted to publish previews of my book.

Daniel Alarcón: Y Titinger rechazaba todas las entrevistas, todas las peticiones. Daniel Alarcón: And Titinger rejected all the interviews, all the requests. En el siguiente post revelaba que uno de los platos emblemáticos de la comida criolla… In the following post I revealed that one of the emblematic dishes of Creole food…

Daniel Titinger: La papa a la huancaína la había creado un chileno. Daniel Titinger: The huancaína potato was created by a Chilean. Esto era como para… para hacerlo más polémico aún. This was like... to make it even more controversial. Y sin embargo la gente lo creía. And yet people believed it.

Daniel Alarcón: Y seguía… Daniel Alarcón: And it continued…

Daniel Titinger: De ahí hice un elogio de la panza peruana… Daniel Titinger: From there I praised the Peruvian belly...

Daniel Alarcón: La barriga nacional que crece en estos tiempos de boom… Daniel Alarcón: The national belly that grows in these times of boom…

Daniel Titinger: Este, me seguían llegando consultas a mi inbox, a mi correo para pedirme adelantos. Daniel Titinger: Well, questions kept coming to my inbox, to my email asking me for advances.

Daniel Alarcón: Hasta que soltó una bomba… Daniel Alarcón: Until he dropped a bomb...

Daniel Titinger: Que el libro no podía salir —el libro de mentiras, el libro “Contra la gastronomía peruana”— porque había sido vetado por el lobby gastronómico que controla el país. Daniel Titinger: That the book could not come out —the book of lies, the book “Against Peruvian gastronomy”— because it had been vetoed by the gastronomic lobby that controls the country.

¡Y la gente se indignó! La gente dijo: “¡¿Cómo es posible que los chefs puedan censurar un libro? !”.

Daniel Alarcón: Pero había una salida: publicar en el extranjero. Daniel Alarcón: But there was a way out: publishing abroad.

Daniel Titinger: Después dije que mi libro, como había sido censurado en el Perú por el lobby gastronómico, controlado por Gastón Acurio y sus huestes, lo iba publicar la prestigiosa editorial Gallimard en Francia, traducido al francés. Daniel Titinger: Later I said that my book, as it had been censored in Peru by the gastronomic lobby, controlled by Gastón Acurio and his hosts, was going to be published by the prestigious Gallimard publishing house in France, translated into French.

Daniel Alarcón: A ver. Daniel Alarcón: Let's see. Gallimard —la misma editorial francesa que publica a Borges, Cortázar y Vargas Llosa— iba publicar un libro cuya portada era dos cuyes fritos en un acto sexual…

Daniel Tintinger: Ya. Eso lo dije…, eso lo puse para que por fin se dieran cuenta que era ridículo, era una mentira, y me dejaran vivir en paz y terminar mi libro de verdad… ¿Ya?… That's what I said..., that's what I said so that they would finally realize it was ridiculous, it was a lie, and let me live in peace and finish my real book... Already?

Y sin embargo me felicitaron por publicarlo en Francia, y por tener el valor y el coraje de decirlo fuera de nuestras fronteras. And yet I was congratulated for publishing it in France, and for having the courage to say it outside our borders.

Daniel Alarcón: Lo cual sorprende, ¿no? Daniel Alarcón: Which is surprising, isn't it? Iván dijo lo mismo, más o menos, en las páginas de un periódico español, y casi le quitan la nacionalidad peruana. Iván said the same thing, more or less, in the pages of a Spanish newspaper, and they almost took away his Peruvian nationality. Ahora, Titinger publicaba su libro falso en Europa, y lo apoyan.

Era momento de pedir la ayuda de los amigos. Este es, otra vez, Diego Salazar.

Diego: Para mí era obvio que era una parodia. Luego me he dado cuenta que para mucha gente no lo era. Then I realized that for many people it was not.

Gustavo: Y yo me enteré en Facebook.

Daniel Alarcón: Y de nuevo, Gustavo Rodríguez…

Gustavo: Y de frente le espeté, ¿no? Gustavo: And I blurted out at him, right? “Oye, nos estás hueviando, ¿no?”. "Hey, you're bugging us, right?" Y me dijo: “¡Sí, cuñado! And he said to me: "Yes, brother-in-law! ¡Sí, pero no sabes! Me acaba de llamar un periodista de España y otro de Chile. A journalist from Spain and another from Chile just called me. No sabes toda la bola que se ha formado”. You don't know all the ball that has formed."

Daniel Alarcón: Gustavo y Diego se convertirían en cómplices de esta broma.

Diego: Y fue en ese momento en que le dije: “Pucha, ¡Sigamos!, ¿no?”. Diego: And it was at that moment that I told him: “Wow, let's continue!, right?” O sea: “Sigue”. Y ahí él me pide que haga un prólogo… Falso. And there he asks me to make a prologue… False.

Daniel Alarcón: Mejor dicho: un prólogo real… para un libro falso. Daniel Alarcón: Better said: a real prologue… for a fake book.

Daniel Titinger: Y lo hizo. Daniel Titinger: And he did. Y es lo mejor que ha escrito Diego en su vida. And it is the best thing that Diego has written in his life. [Risas]

Daniel Alarcón: En el texto, Diego se imagina qué llevaría a un periodista como Titinger a cometer este acto suicida y atentar contra la maquinaria del boom gastronómico peruano. Su conclusión: odio. Así de simple. It's that simple. Odio.

Diego: Con ese odio, con esa bilis escupe en estas páginas… Diego: With that hatred, with that bile he spits on these pages...

Daniel Titinger: Me psicoanalizó Diego en este prólogo. Daniel Titinger: Diego psychoanalyzed me in this prologue. Pero así: un psicoanálisis freudiano. But like this: a Freudian psychoanalysis.

Diego: El cronista devenido en ensayista no está sino sacando a relucir una poco saludable envidia al pene. Diego: The chronicler turned essayist is just bringing out an unhealthy penis envy.

Daniel Titinger: Y así acababa el prólogo. Daniel Titinger: And so the prologue ended. Entonces le dije: “Bueno, ya. Diciendo que es envidia del pene, ya nadie lo va creer”. Saying it is penis envy, no one will believe it anymore ”.

Diego: Claro, en estas bromas…  siempre va “in crescendo” el nivel de ridículo, ¿no?, y de absurdo… Diego: Of course, in these jokes ... the level of ridicule always goes “in crescendo”, right?

Daniel Titinger: Y sin embargo, la gente lo creyó… [Risas] Daniel Titinger: And yet, people believed it… [Laughs]

Daniel Alarcón: No solo le creyeron…

Diego: Y de hecho había quien me insultaba en el muro de Daniel, diciendo que yo no había entendido el libro. Diego: And in fact there were those who insulted me on Daniel's wall, saying that I had not understood the book. Libro que ellos no habían leído, porque no existe. Book that they had not read, because it does not exist.

Entonces, yo era como: puta, no puedo creer que la gente siga creyéndoselo cuando es cada vez más absurdo y más evidente que es una broma…

Daniel Titinger: Yo creo que una característica nacional es que tenemos muy poco desarrollado el sentido de la ironía.

Daniel Alarcón: Es posible. Mejor dicho, se me hace difícil negarlo. Or rather, I find it difficult to deny it. Mi esposa colombiana seguro que está de acuerdo. My Colombian wife surely agrees.

Pero, bueno, ¿cómo terminar con una broma que se les iba a salir de las manos? But, well, how to end a joke that was going to get out of hand? Recordemos que Titinger estaba a punto de acabar un libro de verdad, un libro que venía trabajando años, y su preocupación era la de cualquier escritor: que nadie lo leería… ¿Qué pasaría si el mundo se enteraba de que este libro de la gastronomía era falso? Let us remember that Titinger was about to finish a real book, a book that he had been working on for years, and his concern was that of any writer: that no one would read it... What would happen if the world found out that this book on gastronomy was fake? ¿Qué impacto tendría rechazar tantas entrevistas ahora, si en menos de un año estaría con un libro real bajo el brazo, buscando que los medios le presten atención? What impact would rejecting so many interviews now have, if in less than a year he would be with a real book under his arm, seeking attention from the media?

Daniel Titinger: Gustavo Rodríguez, que es una de las personas que escribió uno de estos textos para la contratapa de mi libro en Gallimard —o sea: a Gustavo iban a tener que traducirlo al francés también—, este… tuvo la magnífica idea de hacer una presentación del libro. Y que toda esta broma terminara presentándose en un restaurante. And that this whole joke ended up showing up at a restaurant.

Daniel Alarcón: Se anunciaría como una presentación de libro, y hasta se mandaría a imprimir ejemplares con las páginas en blanco. Daniel Alarcón: It would be announced as a book presentation, and copies would even be printed with blank pages. Buscarían a un chef que lo presentara. They would find a chef to introduce it. Se armaría un show… A show would be put on...

Pero Titinger pensó en su libro de verdad, y dijo no. But Titinger thought of his real book, and said no. Ya era demasiado. Se retiró. He retired.

Daniel Titinger: Hice un post final, un capítulo final, en mi Facebook, que lo titulé “A la opinión pública.”

Daniel Alarcón: Y confesó todo. De principio a fin.

Daniel Titinger: O sea, yo no era ni un kamikaze, ni era un tipo valiente. Yo seguía siendo el tipo con el colesterol altísimo que come pescado al vapor y papa sancochada, ¿te das cuenta? I was still the guy with the sky-high cholesterol who eats steamed fish and boiled potatoes, you know?

Daniel Alarcón: Ya le daba pena abusar de la ingenuidad de la gente que se creía algo tan inverosímil. Daniel Alarcón: He was already embarrassed to abuse the naivety of people who believed something so implausible. El libro no existía. Nunca existió. Pero si mucha gente creía, sería por algo, ¿no? But if many people believed, it would be for a reason, right? Querían creer. Querían creer que alguien se atrevía a decir lo que ellos pensaban… They wanted to believe that someone dared to say what they thought...

Daniel Titinger: Y creo que es eso, finalmente, digamos, mi mensaje a la nación. Daniel Titinger: And I think that's that, finally, let's say, my message to the nation. [Risas] Si se puede llamar de alguna manera. [Laughs] If you can call it something. O sea, este… me encanta ser peruano. Pero, yo creo que es insensato haber armado la identidad nacional en base a un plato de comida, ¿no? But, I think it is foolish to have built a national identity based on a plate of food, don't you? Eso no se puede. That's not allowed. Eso está… Yo creo que eso está mal. That's… I think that's wrong.

Daniel Alarcón: El evento, esa presentación del libro que nunca se hizo, iba a ser algo especial. Daniel Alarcón: The event, that book presentation that never happened, was going to be something special. Recordemos que Gustavo, el novelista que estuvo al centro de la controversia de Iván, es además consultor de comunicaciones. Let us remember that Gustavo, the novelist who was at the center of Ivan's controversy, is also a communications consultant. Se imaginaba algo grande. He was imagining something great. Un chiste cuyo eco nos obligaría a pensar sobre esta obsesión nacional. A joke whose echo would force us to think about this national obsession.

Le pregunté si le daba tristeza que nunca se hubiera hecho, que el chiste haya quedado trunco. I asked him if he was sad that it had never been done, that the joke was truncated. Me dijo que no. Pero hubiera sido…

Gustavo: El “making of” de lo que fue una broma que muestra cómo estamos como país respecto a este tema, ¿no?… Pero finalmente quien está haciendo eso eres tú, pues. Gustavo: The "making of" of what was a joke that shows how we are as a country regarding this issue, right?... But finally, the one who is doing that is you, then. [Risas]

Daniel Alarcón: Supongo que sí. Y quizá Titinger se salvó. And maybe Titinger was saved. Quizá si la misma gente que amenazó a Iván se hubiera enterado, hubieran afilado sus cuchillos contra él. Perhaps if the same people who threatened Ivan had found out, they would have sharpened their knives against him. Quizás. Pero de pronto no, de pronto en dos años, algo ha cambiado…

Daniel Titinger: Sí, yo creo que la gente está dispuesta a que en una mesa alguien diga “no me gusta”. Y es muy probable que nadie agarre un cuchillo y lo asesine, ¿no? And no one is likely to grab a knife and murder you, right? O sea, hay altas probabilidades de que eso no pase. In other words, there is a high probability that this will not happen. Hace cinco años, eso hubiera pasado. Five years ago, that would have happened.

Daniel Alarcón: Y quizá esto se puede llamar progreso…

Gracias a Iván Thays, Gustavo Rodríguez, Diego Salazar y Daniel Titinger.

Esta historia fue escrita por mí y editada por Camila Segura y Silvia Viñas. La mezcla es de Andrés Azpiri. Gracias a Eduardo García Peña por ayudar con las grabaciones en Lima.

El equipo de Radio Ambulante incluye a Fe Martínez, Luis Trelles, Elsa Liliana Ulloa, Barbara Sawhill, y Caro Rolando. Nuestros pasantes son Emiliano Rodríguez  y Luis Fernando Vargas. Carolina Guerrero es la CEO.

Conoce más sobre Radio Ambulante y sobre esta historia en nuestra página web: radioambulante.org. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.