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Esp - VisualPolitik, ¿Puede BIDEN renegociar con IRÁN el ACUERDO NUCLEAR? - VisualPolitik

¿Puede BIDEN renegociar con IRÁN el ACUERDO NUCLEAR? - VisualPolitik

Puede que os suene raro, pero ahora mismo hay algo incluso más importante y más prioritario

en la política internacional que la pandemia del coronavirus. Hablamos de las negociaciones

por el nuevo acuerdo nuclear con Irán. Y ¿por qué decimos que es más importante

que la pandemia? Pues porque las negociaciones se están celebrando en Viena, la capital

de Austria. Y Austria ha sido el primer país de la Unión Europea en decretar un nuevo

confinamiento antes de estas Navidades. La gente confinada. Negocios cerrados. Y, en

medio de todo esto, ¿creéis que las negociaciones también se han cancelado? Pues no, precisamente

lo contrario. Porque, como vamos a ver en este vídeo, en este caso hay mucho en juego.

Por eso, a pesar del confinamiento y las mil y una variantes nuevas del coronavirus, Viena

está dispuesta a darlo todo para que las partes lleguen a un acuerdo. Se trata de Irán,

por un lado, y por el otro, de todo un grupo de países que ya os podéis imaginar cuáles

son. Hablamos de la Unión Europea representada en su conjunto, Alemania y los cinco miembros

permanentes del Consejo de Seguridad. Si sois seguidores de VisualPolitik, seguro

que ya conocéis a estos cinco. Y si no, repetid conmigo: [va contando con los dedos] Rusia,

China, Francia, Reino Unido y los Estados Unidos.

Ahora bien, aquí hay un problema. Porque uno de estos países la ha liado muy gorda

precisamente con el anterior acuerdo nuclear con Irán. Sabéis de quién estoy hablando,

¿verdad? ¡Exacto! (Donald Trump pulls US out of Iran nuclear

deal. FT) (Donald Trump retira a los Estados Unidos

del acuerdo nuclear con Irán.) Y, por eso, estamos viviendo ahora una especie

del día de la marmota. Juzgad por vosotros mismos. Año 2015: Estados Unidos está negociando

un acuerdo nuclear con Irán. Año 2021: Estados Unidos está negociando un acuerdo nuclear

con Irán. Y vale, hay cosas que no cambian, pero hay muchas otras que sí. Porque la situación

en la que estamos hoy es muy diferente a la del 2015. Y no me estoy refiriendo a la pandemia.

Hablamos del tiempo, o, mejor dicho, de la falta del tiempo. Atentos:

(In its quarterly report on September 7, the International Atomic Energy Agency (IAEA)

reported that Iran was enriching uranium at levels significantly higher than allowed under

the 2015 nuclear deal. USIP (En su informe trimestral del 7 de septiembre,

la Agencia Internacional de Energía Atómica informó que Irán estaba enriqueciendo uranio

a niveles significativamente más altos de lo permitido por el acuerdo nuclear de 2015.

USIP) Habéis oído bien: entre uno y dos meses.

Como ya sabéis, cuando hablamos del enriquecimiento de uranio, los niveles importan. Os lo explicamos

ya en un antiguo vídeo de VisualPolitik que os dejo en la descripción. Pues bien, Irán

ha estado enriqueciendo uranio por encima del 60%. Eso es mucho. En el momento en el

que grabamos este vídeo, Irán no tiene bomba nuclear… pero cada vez está más cerca.

Pero, ¿por qué es tan malo que Irán se haga con una bomba nuclear? ¿Cuales son los

problemas a la hora de negociar este acuerdo? Y, ¿por qué es tan importante el nuevo acuerdo

nuclear? ¿De verdad hay razones para pensar que esta vez va a funcionar? Hoy vamos a responder

a estas preguntas, pero antes, vamos a ver un poco

de historia. En otros vídeos de VisualPolitik ya os hemos

contado muchas veces cómo se ha desarrollado el programa nuclear de Irán. Y también os

hemos hablado sobre el acuerdo nuclear de 2015. Si queréis profundizar en estos temas,

solo tenéis que echar un vistazo a nuestro canal. Y si no tenéis tiempo, no os preocupéis,

porque os vamos a hacer un resumen ahora mismo. • Año 1957. Bajo el Gobierno del Sah, Irán

inaugura su programa nuclear. ¿Quién le está ayudando? Exacto, su mejor amigo del

momento, los Estados Unidos. • Año 1979. La revolución: cae el Sah

e Irán se convierte en una república islámica. • Así que ya tenemos al Irán que todos

conocemos hoy: un régimen muy conservador con una idea fija: crear una bomba atómica.

Por eso, reinicia su programa nuclear en 1982. • 2002. La IAEA descubre estas aspiraciones

megalómano-nucleares. Llegan las sanciones internacionales.

• 2003. Irán se muestra dispuesto a negociar, e incluso llega a paralizar temporalmente

su programa nuclear. • Hasta que llega el 2006, y los niveles

de enriquecimiento de uranio vuelven a subir. Además, Irán impide el acceso de observadores

externos a sus centrales nucleares. • Año 2013: los Estados Unidos e Irán

empiezan unas negociaciones formales sobre un posible acuerdo nuclear.

• Dos años más tarde, fumata blanca: tenemos el acuerdo. Se establece el nivel máximo

permitido de enriquecimiento—por debajo del 4%—, y la cantidad de uranio que Irán

puede acumular. Todo apunta a que el mundo está a salvo: Irán no va a crear una bomba

atómica. • Pero llega el 2018, y un buen día, el

protagonista de la temporada Donald Trump dice: voy a retirar a los Estados Unidos del

acuerdo nuclear. Y ¿por qué lo hace? Porque Israel le ha estado susurrado al oído que

Irán está infringiendo el acuerdo. • Estados Unidos se sale del acuerdo y reimpone

las sanciones a Irán, hundiendo la economía del país. Irán vuelve a enriquecer uranio

más allá del límite permitido. • Año 2021, el nuevo presidente de los

Estados Unidos Joe Biden se marca como objetivo arreglar todo el lío que había montado Donald

Trump. Decide volver a negociar con Irán. Y aquí es cuándo llegamos a Viena. Pero,

¿por qué querría Irán volver a negociar con los Estados Unidos? ¿Hasta qué punto

es posible llegar a un nuevo acuerdo ahora? Y ¿cómo de real es la amenaza de que Irán

desarrolle una bomba nuclear? ¡Ahora mismo, lo vamos a ver!

(¿QUÉ QUEREMOS? ¡ACUERDO!) Bueno, después de este breve recorrido por

la historia, volvamos a Viena. Recordad quiénes son nuestros protagonistas:

China, Rusia, el Reino Unido, los Estados Unidos, la Unión Europea e Irán.

Vale que estamos hablando de países muy diferentes, que muchas veces incluso se llevan mal. Pero

en este caso, todos quieren lo mismo: un acuerdo nuclear. Y ¿por qué decimos esto? Vamos

por partes. Si recordáis, Irán no es el país más feliz

del mundo. Sí, tiene casi tantas reservas de petróleo como Arabia Saudita. Además,

es el segundo país con más gas natural del mundo, solo por detrás de Rusia. Toda una

superpotencia energética. Pero, estos recursos le sirven de poco porque apenas los puede

vender. Aquí tenéis la razón principal: (U.S. will sanction whoever purchases Iran's

oil: oficial. Reuters) (Es oficial: los Estados Unidos pondrán sanciones

a cualquiera que compre el petróleo de Irán) Es decir, no solo es que Estados Unidos no

compre petróleo a Irán. Es que además hace muy difícil que otros países lo hagan. Por

eso, las exportaciones iraníes se regulan a golpe de sanciones. Y, a su vez, estas sanciones

están muy relacionadas con el programa nuclear de Irán.

Y estas sanciones han dejado la economía de Irán para el arrastre ¿Sabéis qué tampoco

ayuda a la economía de Irán? Exacto, la pandemia del coronavirus. Y, por supuesto,

el régimen está haciendo todo lo posible para hacer frente a estos problemas. ¿Cómo?

A través de un método tan antiguo como infalible. Atentos:

(Iran bans newspaper that linked supreme leader to poverty. CTV News)

(Irán prohíbe el periódico que vincula al líder supremo con la pobreza)

Pues sí, hablamos de la censura. Lo siento por si os esperabais otra cosa. Y me diréis,

vale, puede que a Irán no le importe mucho su población. Pero, ¿de verdad puede seguir

desarrollándose en medio de este caos económico y bloqueos comerciales? Obviamente, no. De

hecho, según un informe oficial iraní, si las sanciones se mantienen, la inflación

alcanzará el 65% en los próximos cinco años. Es un nivel catastrófico. Y la solución

parece fácil: que se levanten las sanciones, ¿no? De hecho, cuando se levantaron con el

acuerdo nuclear anterior, el PIB de Irán subió de golpe 14 puntos. Pero, para que

esto vuelva a pasar, Irán tendría que dejar de jugar con los átomos y ponerse a negociar,

como ya lo hizo en 2015. Y ¿por qué querría el resto de los países

negociar con Irán? Hay, por lo menos, tres razones. Uno: nadie quiere que Irán tenga

bomba atómica. Dos, a Biden le interesa apuntarse un tanto, porque lleva una temporadita que

vamos, monta un circo y le crecen los enanitos. No le vendría nada mal ser recordado por

algo bueno. Y tres, si esto pasa, muchos otros países también saldrían beneficiados. Porque

recordad que las sanciones repercuten más allá de las fronteras de Irán. Me refiero

a esto: (Oil Rises as Trump Issues ‘Biting' Sanctions

on Iran. WSJ) (Los precios del petróleo suben cuando Trump

aprueba sanciones dolorosas sobre Irán) Es de primero de VisualPolitik: a menor oferta

de petróleo, más altos los precios. Así que, si pensabais que esto de las negociaciones

no tiene nada que ver con vosotros, acordaos de Irán la próxima vez que paséis por una

gasolinera. Por cierto, que hablando de VisualPolitik…

este es un momento fantástico para recordaros que podéis formar parte de nuestro proyecto

¿Cómo? Entrando en nuestro patreon. No sólo podréis acceder a merchandising exclusivo.

Además, podréis leer nuestra newsletter semanal donde contamos un montón de cosas

que no salen en los vídeos. Análisis políticos semanales que no encontraréis en ningún

otro lugar. Y además, estaréis ayudando a que este proyecto sea posible. Pero volvamos

con nuestra historia porque no solo hablamos de petróleo.

También hablamos de todo tipo de empresas que a lo mejor querrían hacer negocios con

Irán, pero no están dispuestas a desaparecer del resto del mercado internacional. Porque

recordad que, si eres una empresa, bajo las sanciones actuales o puedes operar en los

Estados Unidos, o haces negocios en Irán. Dicho de otra forma: todos quieren un acuerdo

nuclear ¿Puede salir adelante? Ahora mismo lo vamos a ver.

(LA LETRA PEQUEÑA) Como hemos visto, todos los países que están

ahora mismo reunidos en Viena están interesados, al menos, en un principio, en llegar a un

nuevo acuerdo nuclear. Pero, ¿creéis que esto es una garantía de que habrá acuerdo

sí o sí? Bueno, dejadme que os cuente una fábula. Había una vez un cangrejo, un cisne

y un pez, y los tres decidieron tirar de un carro. ¿Qué pasó? Que el cisne volaba,

así que tiraba hacia el cielo. El pez arrastraba el carro hacia el mar y el cangrejo, hacia

un lado. Y con todo eso, el carro se quedó donde estaba. En otras palabras, lo que puede

pasar ahora con el acuerdo nuclear de Irán es tan viejo como la humanidad. Si cada país

va tirando de la manta para su lado, a ver cuánto tarda la manta en romperse.

Sumadle a esto que las negociaciones se están celebrando a un ritmo muy, pero que muy lento.

Estados Unidos y sus aliados quieren regresar al acuerdo nuclear de 2015 sin cambiar ni

una coma. El típico “Oye, mira, lo siento, hacemos

como que Trump no fue presidente de Estados Unidos y… volvemos a lo de antes”. Pero

para Irán, esta opción es impensable. O se hace un acuerdo nuevo, o se acaba la conversación.

Y lo que pide Irán, de entrada, tampoco parece tan descabellado. Básicamente, quiere garantías

de que Estados Unidos no volverá a salirse del acuerdo.

Pero claro, es muy difícil que Estados Unidos se comprometa a algo de por vida porque…

la democracia es así. Y más, en una cuestión tan delicada como un acuerdo nuclear. Obviamente,

también quedan muchos detalles técnicos por resolver. Pero si creéis que Irán es

el único que no está contento con sus socios, estáis muy equivocados.

(Iran nuclear draft proposals ‘not a reasonable basis' for deal: France. Al Arabiya)

(Para Francia, las propuestas del borrador nuclear de Irán "no son una base razonable"

para un acuerdo) Y no es solo eso. A lo mejor estabais pensando

que los delegados de Irán están negociando todas estas condiciones directamente con los

Estados Unidos. Pero no, porque estos dos tienen una relación

tan chunga que con suerte se miran a los ojos. Así que, las negociaciones son indirectas,

y al resto de países les ha tocado hacer de mediador. Irán se reúne con Francia,

luego Francia le traslada la información a los Estados Unidos, pero mientras tanto

Irán ya se está reuniendo con Rusia y con China y a lo mejor ha cambiado por completo

de idea. Vamos, pocas veces ha estado la alta política tan cerca de parecer el teléfono

escacharrado. Y ya os podéis imaginar el resto. Más intrigas

que en Juego de Tronos, campañas de desinformación y, sobre todo, muchas caras de póker. Porque

en este pulso a varias manos, a cada parte le interesa mostrarse más fuerte de lo que

es. Por ejemplo, para Irán, la estrategia pasa

por alargar las negociaciones. De esta forma, el gobierno actual, dirigido por Ebrahim Raisi,

marca distancias con el presidente anterior Rouhani. Rouhani fue quien negoció el acuerdo

anterior, y ya sabéis que todo empezó muy bien, pero terminó bastante mal cuando Trump

se retiró del acuerdo. Por eso, muchos acusaron a Rouhani de haber sido demasiado rápido

y crédulo. Son dos cosas de las que ahora Irán no puede pecar. Es más, antes de llegar

al poder, el presidente actual Raisi era uno de los principales detractores del acuerdo

nuclear de 2015. Entonces, ¿qué hace ahora en Viena? Básicamente,

aceptar que es el dinero, y no las aspiraciones nucleares, lo que mueve el mundo. Y si, para

que se levanten las sanciones, Irán tiene que dejar de soñar con las bombas, lo mínimo

que puede hacer es considerar esta opción.

Por eso, no os dejéis engañar por el ritmo lento de las negociaciones. Y no tengáis

la menor duda de que el régimen iraní se las está tomando muy en serio. He aquí la

prueba. Decidme, ¿os suena el nombre de Ali Bagheri? Probablemente, no. Pero os voy a

decir una cosa: si las negociaciones de Viena salen bien para Irán, lo vais a ver más

a menudo. Bagheri es el nuevo jefe de la delegación

negociadora iraní. Es un político experimentado, viene de una familia importante y cuenta con

la confianza del presidente Raisi. Pero es que, además —y muchos analistas lo olvidan—

es familia del propio líder supremo de Irán. Sí, ese cargo que es tan importante para

el país que por si acaso no lo eligen democráticamente. Para que os hagáis una idea: en los últimos

40 años, Irán ha tenido ocho presidentes y solo dos líderes supremos. Bueno, pues

Ali Bagheri es el hermano del yerno del líder supremo Alí Jamenei. Y vale que son familia

lejana. Pero incluso este parentesco es suficiente para deducir que todo lo que se negocia en

Viena está consensuado al milímetro con la máxima autoridad de Irán. Así que, si

Bagheri consigue un acuerdo beneficioso, seguramente escale una decena de posiciones en el ascensor

político iraní. Sin embargo, a estas alturas, ya sabéis que

llegar a un nuevo acuerdo nuclear no es tan fácil como parece. No os olvidéis de que

mientras que los delegados están reunidos en Austria, Estados Unidos sigue imponiendo

sus sanciones, e Irán continúa enriqueciendo uranio a niveles inequívocos. Por cierto,

sí, esto es grave, pero tampoco os quiero asustar.

Aunque es cierto que Irán podría tener mucho uranio enriquecido en muy poco tiempo, tardaría

de uno a dos años en construir su bomba nuclear. Así que espero que después de ver este vídeo,

nadie se ponga a excavar un búnker en el patio trasero. Primero, Irán no tiene todavía

la bomba. Y segundo, que ya os lo hemos dicho: Irán quiere disuasión, no destrucción.

Que no cunda el pánico. Llegados a este punto, solo me queda por contaros

una cosa. Porque hay un actor más, del que todavía no os hemos hablado, pero que está

muy en contra de las negociaciones de Viena. Hablamos de Israel. Pero esto, lo veremos

en el siguiente vídeo de esta serie. - Así que no os olvidéis de suscribiros a VisualPolitik,

porque sacamos vídeos nuevos cada semana. Y, mientras tanto, la pregunta es para vosotros.

¿Creéis que se puede llegar a un acuerdo que será bueno para todos? ¿Qué pasará

si las negociaciones acaban en nada? ¿Os preocupa el programa nuclear de Irán? Podéis

dejar vuestras respuestas en los comentarios.


¿Puede BIDEN renegociar con IRÁN el ACUERDO NUCLEAR? - VisualPolitik

Puede que os suene raro, pero ahora mismo hay algo incluso más importante y más prioritario

en la política internacional que la pandemia del coronavirus. Hablamos de las negociaciones

por el nuevo acuerdo nuclear con Irán. Y ¿por qué decimos que es más importante

que la pandemia? Pues porque las negociaciones se están celebrando en Viena, la capital

de Austria. Y Austria ha sido el primer país de la Unión Europea en decretar un nuevo

confinamiento antes de estas Navidades. La gente confinada. Negocios cerrados. Y, en

medio de todo esto, ¿creéis que las negociaciones también se han cancelado? Pues no, precisamente

lo contrario. Porque, como vamos a ver en este vídeo, en este caso hay mucho en juego.

Por eso, a pesar del confinamiento y las mil y una variantes nuevas del coronavirus, Viena

está dispuesta a darlo todo para que las partes lleguen a un acuerdo. Se trata de Irán,

por un lado, y por el otro, de todo un grupo de países que ya os podéis imaginar cuáles

son. Hablamos de la Unión Europea representada en su conjunto, Alemania y los cinco miembros

permanentes del Consejo de Seguridad. Si sois seguidores de VisualPolitik, seguro

que ya conocéis a estos cinco. Y si no, repetid conmigo: [va contando con los dedos] Rusia,

China, Francia, Reino Unido y los Estados Unidos.

Ahora bien, aquí hay un problema. Porque uno de estos países la ha liado muy gorda

precisamente con el anterior acuerdo nuclear con Irán. Sabéis de quién estoy hablando,

¿verdad? ¡Exacto! (Donald Trump pulls US out of Iran nuclear

deal. FT) (Donald Trump retira a los Estados Unidos

del acuerdo nuclear con Irán.) Y, por eso, estamos viviendo ahora una especie

del día de la marmota. Juzgad por vosotros mismos. Año 2015: Estados Unidos está negociando

un acuerdo nuclear con Irán. Año 2021: Estados Unidos está negociando un acuerdo nuclear

con Irán. Y vale, hay cosas que no cambian, pero hay muchas otras que sí. Porque la situación

en la que estamos hoy es muy diferente a la del 2015. Y no me estoy refiriendo a la pandemia.

Hablamos del tiempo, o, mejor dicho, de la falta del tiempo. Atentos:

(In its quarterly report on September 7, the International Atomic Energy Agency (IAEA)

reported that Iran was enriching uranium at levels significantly higher than allowed under

the 2015 nuclear deal. USIP (En su informe trimestral del 7 de septiembre,

la Agencia Internacional de Energía Atómica informó que Irán estaba enriqueciendo uranio

a niveles significativamente más altos de lo permitido por el acuerdo nuclear de 2015.

USIP) Habéis oído bien: entre uno y dos meses.

Como ya sabéis, cuando hablamos del enriquecimiento de uranio, los niveles importan. Os lo explicamos

ya en un antiguo vídeo de VisualPolitik que os dejo en la descripción. Pues bien, Irán

ha estado enriqueciendo uranio por encima del 60%. Eso es mucho. En el momento en el

que grabamos este vídeo, Irán no tiene bomba nuclear… pero cada vez está más cerca.

Pero, ¿por qué es tan malo que Irán se haga con una bomba nuclear? ¿Cuales son los

problemas a la hora de negociar este acuerdo? Y, ¿por qué es tan importante el nuevo acuerdo

nuclear? ¿De verdad hay razones para pensar que esta vez va a funcionar? Hoy vamos a responder

a estas preguntas, pero antes, vamos a ver un poco

de historia. En otros vídeos de VisualPolitik ya os hemos

contado muchas veces cómo se ha desarrollado el programa nuclear de Irán. Y también os

hemos hablado sobre el acuerdo nuclear de 2015. Si queréis profundizar en estos temas,

solo tenéis que echar un vistazo a nuestro canal. Y si no tenéis tiempo, no os preocupéis,

porque os vamos a hacer un resumen ahora mismo. • Año 1957. Bajo el Gobierno del Sah, Irán

inaugura su programa nuclear. ¿Quién le está ayudando? Exacto, su mejor amigo del

momento, los Estados Unidos. • Año 1979. La revolución: cae el Sah

e Irán se convierte en una república islámica. • Así que ya tenemos al Irán que todos

conocemos hoy: un régimen muy conservador con una idea fija: crear una bomba atómica.

Por eso, reinicia su programa nuclear en 1982. • 2002. La IAEA descubre estas aspiraciones

megalómano-nucleares. Llegan las sanciones internacionales.

• 2003. Irán se muestra dispuesto a negociar, e incluso llega a paralizar temporalmente

su programa nuclear. • Hasta que llega el 2006, y los niveles

de enriquecimiento de uranio vuelven a subir. Además, Irán impide el acceso de observadores

externos a sus centrales nucleares. • Año 2013: los Estados Unidos e Irán

empiezan unas negociaciones formales sobre un posible acuerdo nuclear.

• Dos años más tarde, fumata blanca: tenemos el acuerdo. Se establece el nivel máximo

permitido de enriquecimiento—por debajo del 4%—, y la cantidad de uranio que Irán

puede acumular. Todo apunta a que el mundo está a salvo: Irán no va a crear una bomba

atómica. • Pero llega el 2018, y un buen día, el

protagonista de la temporada Donald Trump dice: voy a retirar a los Estados Unidos del

acuerdo nuclear. Y ¿por qué lo hace? Porque Israel le ha estado susurrado al oído que

Irán está infringiendo el acuerdo. • Estados Unidos se sale del acuerdo y reimpone

las sanciones a Irán, hundiendo la economía del país. Irán vuelve a enriquecer uranio

más allá del límite permitido. • Año 2021, el nuevo presidente de los

Estados Unidos Joe Biden se marca como objetivo arreglar todo el lío que había montado Donald

Trump. Decide volver a negociar con Irán. Y aquí es cuándo llegamos a Viena. Pero,

¿por qué querría Irán volver a negociar con los Estados Unidos? ¿Hasta qué punto

es posible llegar a un nuevo acuerdo ahora? Y ¿cómo de real es la amenaza de que Irán

desarrolle una bomba nuclear? ¡Ahora mismo, lo vamos a ver!

(¿QUÉ QUEREMOS? ¡ACUERDO!) Bueno, después de este breve recorrido por

la historia, volvamos a Viena. Recordad quiénes son nuestros protagonistas:

China, Rusia, el Reino Unido, los Estados Unidos, la Unión Europea e Irán.

Vale que estamos hablando de países muy diferentes, que muchas veces incluso se llevan mal. Pero

en este caso, todos quieren lo mismo: un acuerdo nuclear. Y ¿por qué decimos esto? Vamos

por partes. Si recordáis, Irán no es el país más feliz

del mundo. Sí, tiene casi tantas reservas de petróleo como Arabia Saudita. Además,

es el segundo país con más gas natural del mundo, solo por detrás de Rusia. Toda una

superpotencia energética. Pero, estos recursos le sirven de poco porque apenas los puede

vender. Aquí tenéis la razón principal: (U.S. will sanction whoever purchases Iran's

oil: oficial. Reuters) (Es oficial: los Estados Unidos pondrán sanciones

a cualquiera que compre el petróleo de Irán) Es decir, no solo es que Estados Unidos no

compre petróleo a Irán. Es que además hace muy difícil que otros países lo hagan. Por

eso, las exportaciones iraníes se regulan a golpe de sanciones. Y, a su vez, estas sanciones

están muy relacionadas con el programa nuclear de Irán.

Y estas sanciones han dejado la economía de Irán para el arrastre ¿Sabéis qué tampoco

ayuda a la economía de Irán? Exacto, la pandemia del coronavirus. Y, por supuesto,

el régimen está haciendo todo lo posible para hacer frente a estos problemas. ¿Cómo?

A través de un método tan antiguo como infalible. Atentos:

(Iran bans newspaper that linked supreme leader to poverty. CTV News)

(Irán prohíbe el periódico que vincula al líder supremo con la pobreza)

Pues sí, hablamos de la censura. Lo siento por si os esperabais otra cosa. Y me diréis,

vale, puede que a Irán no le importe mucho su población. Pero, ¿de verdad puede seguir

desarrollándose en medio de este caos económico y bloqueos comerciales? Obviamente, no. De

hecho, según un informe oficial iraní, si las sanciones se mantienen, la inflación

alcanzará el 65% en los próximos cinco años. Es un nivel catastrófico. Y la solución

parece fácil: que se levanten las sanciones, ¿no? De hecho, cuando se levantaron con el

acuerdo nuclear anterior, el PIB de Irán subió de golpe 14 puntos. Pero, para que

esto vuelva a pasar, Irán tendría que dejar de jugar con los átomos y ponerse a negociar,

como ya lo hizo en 2015. Y ¿por qué querría el resto de los países

negociar con Irán? Hay, por lo menos, tres razones. Uno: nadie quiere que Irán tenga

bomba atómica. Dos, a Biden le interesa apuntarse un tanto, porque lleva una temporadita que

vamos, monta un circo y le crecen los enanitos. No le vendría nada mal ser recordado por

algo bueno. Y tres, si esto pasa, muchos otros países también saldrían beneficiados. Porque

recordad que las sanciones repercuten más allá de las fronteras de Irán. Me refiero

a esto: (Oil Rises as Trump Issues ‘Biting' Sanctions

on Iran. WSJ) (Los precios del petróleo suben cuando Trump

aprueba sanciones dolorosas sobre Irán) Es de primero de VisualPolitik: a menor oferta

de petróleo, más altos los precios. Así que, si pensabais que esto de las negociaciones

no tiene nada que ver con vosotros, acordaos de Irán la próxima vez que paséis por una

gasolinera. Por cierto, que hablando de VisualPolitik…

este es un momento fantástico para recordaros que podéis formar parte de nuestro proyecto

¿Cómo? Entrando en nuestro patreon. No sólo podréis acceder a merchandising exclusivo.

Además, podréis leer nuestra newsletter semanal donde contamos un montón de cosas

que no salen en los vídeos. Análisis políticos semanales que no encontraréis en ningún

otro lugar. Y además, estaréis ayudando a que este proyecto sea posible. Pero volvamos

con nuestra historia porque no solo hablamos de petróleo.

También hablamos de todo tipo de empresas que a lo mejor querrían hacer negocios con

Irán, pero no están dispuestas a desaparecer del resto del mercado internacional. Porque

recordad que, si eres una empresa, bajo las sanciones actuales o puedes operar en los

Estados Unidos, o haces negocios en Irán. Dicho de otra forma: todos quieren un acuerdo

nuclear ¿Puede salir adelante? Ahora mismo lo vamos a ver.

(LA LETRA PEQUEÑA) Como hemos visto, todos los países que están

ahora mismo reunidos en Viena están interesados, al menos, en un principio, en llegar a un

nuevo acuerdo nuclear. Pero, ¿creéis que esto es una garantía de que habrá acuerdo

sí o sí? Bueno, dejadme que os cuente una fábula. Había una vez un cangrejo, un cisne

y un pez, y los tres decidieron tirar de un carro. ¿Qué pasó? Que el cisne volaba,

así que tiraba hacia el cielo. El pez arrastraba el carro hacia el mar y el cangrejo, hacia

un lado. Y con todo eso, el carro se quedó donde estaba. En otras palabras, lo que puede

pasar ahora con el acuerdo nuclear de Irán es tan viejo como la humanidad. Si cada país

va tirando de la manta para su lado, a ver cuánto tarda la manta en romperse.

Sumadle a esto que las negociaciones se están celebrando a un ritmo muy, pero que muy lento.

Estados Unidos y sus aliados quieren regresar al acuerdo nuclear de 2015 sin cambiar ni

una coma. El típico “Oye, mira, lo siento, hacemos

como que Trump no fue presidente de Estados Unidos y… volvemos a lo de antes”. Pero

para Irán, esta opción es impensable. O se hace un acuerdo nuevo, o se acaba la conversación.

Y lo que pide Irán, de entrada, tampoco parece tan descabellado. Básicamente, quiere garantías

de que Estados Unidos no volverá a salirse del acuerdo.

Pero claro, es muy difícil que Estados Unidos se comprometa a algo de por vida porque…

la democracia es así. Y más, en una cuestión tan delicada como un acuerdo nuclear. Obviamente,

también quedan muchos detalles técnicos por resolver. Pero si creéis que Irán es

el único que no está contento con sus socios, estáis muy equivocados.

(Iran nuclear draft proposals ‘not a reasonable basis' for deal: France. Al Arabiya)

(Para Francia, las propuestas del borrador nuclear de Irán "no son una base razonable"

para un acuerdo) Y no es solo eso. A lo mejor estabais pensando

que los delegados de Irán están negociando todas estas condiciones directamente con los

Estados Unidos. Pero no, porque estos dos tienen una relación

tan chunga que con suerte se miran a los ojos. Así que, las negociaciones son indirectas,

y al resto de países les ha tocado hacer de mediador. Irán se reúne con Francia,

luego Francia le traslada la información a los Estados Unidos, pero mientras tanto

Irán ya se está reuniendo con Rusia y con China y a lo mejor ha cambiado por completo

de idea. Vamos, pocas veces ha estado la alta política tan cerca de parecer el teléfono

escacharrado. Y ya os podéis imaginar el resto. Más intrigas

que en Juego de Tronos, campañas de desinformación y, sobre todo, muchas caras de póker. Porque

en este pulso a varias manos, a cada parte le interesa mostrarse más fuerte de lo que

es. Por ejemplo, para Irán, la estrategia pasa

por alargar las negociaciones. De esta forma, el gobierno actual, dirigido por Ebrahim Raisi,

marca distancias con el presidente anterior Rouhani. Rouhani fue quien negoció el acuerdo

anterior, y ya sabéis que todo empezó muy bien, pero terminó bastante mal cuando Trump

se retiró del acuerdo. Por eso, muchos acusaron a Rouhani de haber sido demasiado rápido

y crédulo. Son dos cosas de las que ahora Irán no puede pecar. Es más, antes de llegar

al poder, el presidente actual Raisi era uno de los principales detractores del acuerdo

nuclear de 2015. Entonces, ¿qué hace ahora en Viena? Básicamente,

aceptar que es el dinero, y no las aspiraciones nucleares, lo que mueve el mundo. Y si, para

que se levanten las sanciones, Irán tiene que dejar de soñar con las bombas, lo mínimo

que puede hacer es considerar esta opción.

Por eso, no os dejéis engañar por el ritmo lento de las negociaciones. Y no tengáis

la menor duda de que el régimen iraní se las está tomando muy en serio. He aquí la

prueba. Decidme, ¿os suena el nombre de Ali Bagheri? Probablemente, no. Pero os voy a

decir una cosa: si las negociaciones de Viena salen bien para Irán, lo vais a ver más

a menudo. Bagheri es el nuevo jefe de la delegación

negociadora iraní. Es un político experimentado, viene de una familia importante y cuenta con

la confianza del presidente Raisi. Pero es que, además —y muchos analistas lo olvidan—

es familia del propio líder supremo de Irán. Sí, ese cargo que es tan importante para

el país que por si acaso no lo eligen democráticamente. Para que os hagáis una idea: en los últimos

40 años, Irán ha tenido ocho presidentes y solo dos líderes supremos. Bueno, pues

Ali Bagheri es el hermano del yerno del líder supremo Alí Jamenei. Y vale que son familia

lejana. Pero incluso este parentesco es suficiente para deducir que todo lo que se negocia en

Viena está consensuado al milímetro con la máxima autoridad de Irán. Así que, si

Bagheri consigue un acuerdo beneficioso, seguramente escale una decena de posiciones en el ascensor

político iraní. Sin embargo, a estas alturas, ya sabéis que

llegar a un nuevo acuerdo nuclear no es tan fácil como parece. No os olvidéis de que

mientras que los delegados están reunidos en Austria, Estados Unidos sigue imponiendo

sus sanciones, e Irán continúa enriqueciendo uranio a niveles inequívocos. Por cierto,

sí, esto es grave, pero tampoco os quiero asustar.

Aunque es cierto que Irán podría tener mucho uranio enriquecido en muy poco tiempo, tardaría

de uno a dos años en construir su bomba nuclear. Así que espero que después de ver este vídeo,

nadie se ponga a excavar un búnker en el patio trasero. Primero, Irán no tiene todavía

la bomba. Y segundo, que ya os lo hemos dicho: Irán quiere disuasión, no destrucción.

Que no cunda el pánico. Llegados a este punto, solo me queda por contaros

una cosa. Porque hay un actor más, del que todavía no os hemos hablado, pero que está

muy en contra de las negociaciones de Viena. Hablamos de Israel. Pero esto, lo veremos

en el siguiente vídeo de esta serie. - Así que no os olvidéis de suscribiros a VisualPolitik,

porque sacamos vídeos nuevos cada semana. Y, mientras tanto, la pregunta es para vosotros.

¿Creéis que se puede llegar a un acuerdo que será bueno para todos? ¿Qué pasará

si las negociaciones acaban en nada? ¿Os preocupa el programa nuclear de Irán? Podéis

dejar vuestras respuestas en los comentarios.