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Dickens - Canción de Navidad, El último de los espíritus 2

El último de los espíritus 2

Scrooge y el fantasma llegaron junto al hombre en el momento en que se introducía subrepticiamente en la tienda una mujer con un pesado fardo. Apenas acababa de entrar cuando otra mujer, igualmente cargada, también se metió. Un hombre, vestido de negro descolorido, las siguió muy pronto y, al verlas; se sobresaltó tanto como ellas se habían sobresaltado al reconocerse. Tras una corta pausa de turbada consternación, en la cual se había acercado a ellos el viejo de la pipa, los tres estallaron en una carcajada.

«¡Qué sea la asistenta la primera!» exclamó la que había entrado en primer lugar. «La segunda, la lavandera, y el empleado de la funeraria el tercero. ¡Viejo Joe, mira que es casualidad encontrarnos aquí los tres sin querer!»

«No hay mejor sitio para que os reunáis», dijo el viejo Joe sacando la pipa de la boca. «Vamos al salón. Tú hace ya mucho tiempo que entras, ya lo sabes; y las otras dos no son extrañas. Esperad a que cierre la puerta de la tienda. ¡Ah, cómo rechina! Creo que en este sitio no hay un metal más herrumbroso que esas bisagras; y estoy seguro de que no hay aquí huesos más viejos que los mios. ¿Ja, ja! Todos llevamos muy bien el oficio, nos entendemos bien. Vamos a la sala. Pasad a la sala.»

La sala consistía en el espacio que quedaba tras la cortina de trapos. El viejo atizó el fuego con una vieja varilla de alfombra de escalera, despabiló la humeante lámpara (ya era de noche) con la boquilla de su pipa y la volvió a meter en la boca. Mientras lo hacía, la mujer que había hablado antes arrojó su fardo al suelo y se sentó en un taburete con ostensible complacencia cruzando los codos en sus rodillas y mirando con abierto desafio a los otros dos.

«¿Qué pasa, a ver? ¿qué pasa señora Dilber», dijo la mujer. «Todo el mundo tiene derecho a cuidar de lo suyo. ¡El siempre lo hizo!»

«¡Esa es una gran verdad!» dijo la lavandera. «El más que nadie.»

«Bueno, pues entonces no se quede ahí mirando como si tuviera miedo, mujer; ¿quién es el más precavido? Supongo que no vamos a andamos con miramientos.»

«¡Claro que no!», dijeron a la vez la señora Dilber y el hombre. «Esperemos que no.»

«Entonces, ¡muy bien!», exclamó la mujer. «Ya bastó. ¿A quién se perjudica con estas cuatro cosas? Supongo que al muerto no.»

«Claro que no», dijo la señora Dilber riendo.

«Si quería quedarse con las cosas después de muerto, el viejo malvado y tacaño», prosiguió la mujer, «por qué no fue una persona normal y corriente en vida? Si lo hubiera sido, alguien se habría ocupado de él cuando estaba tocado de muerte en vez de estar ahí tirado, solo, dando las últimas boqueadas. »

«Esa es la mayor verdad que se haya dicho nunca», dijo la señora Dilber. «Fue un castigo de Dios.»

«Lástima qué no haya sido un castigo un poco más abundante», replicó la mujer, «y os aseguro que lo hubiera sido si yo hubiera podido echar el guante a otras cosas. Abra el fardo, viejo Joe, y dígame cuánto vale. Hable claro. No me importa ser la primera ni que éstos lo vean. Antes de encontrarnos aquí ya sabíamos de sobra que nos estábamos socorriendo a nosotros mismos, creo yo. No es ningún pecado. Abra el fardo, Joe».

Pero la cortesía de sus amigos no lo iba a permitir y el hombre de negro desteñido abrió la brecha el primero y exhibió su botín. No era muy copioso. Un par de sellos, una caja de lapiceros, unos gemelos de camisa y un alfiler de corbata sin gran valor. Eso era todo. El viejo Joe examinó y valoró los objetos cuidadosamente y fue anotando con tiza en la pared las cantidades que estaba dispuesto a dar por cada uno; cuando vio que no había más, hizo la suma total.

«Esta es la cuenta», dijo Joe, «y no doy un céntimo más aunque me aspen. ¿Quién es el siguiente?»

La siguiente fue la señora Dilber. Sábanas y toallas, unas pocas prendas de vestir, dos viejas cucharillas de plata, un par de pinzas para el azúcar y unas cuantas botas. Su cuenta quedó expresada en la pared igual que la anterior.

«Siempre pago demasiado a las señoras. Es una debilidad que tengo y así es como me arruino», dijo el viejo Joe. «Esta es la cuenta, y si me discute por un penique más, me arrepentiré de ser tan generoso y rebajo media corona.»

«Y ahora abra mí fardo, Joe, dijo la primera mujer.

Joe se puso de rodillas para abrirlo con más comodidad, y tras deshacer muchísimos nudos, arrastró un rollo grande y pesado de una cosa oscura.

«¿Qué diréis que es ésto? », dijoJoe. «¡Cortinas de cama!»

¡«Ay!», exclamó la mujer riendo y echándose hacia delante sobre sus brazos cruzados. «¡Cortinajes de cama!»

«No me irá a decir que las descolgó con anillas y todo mientras él estaba allí acostado» dijo Joe.

«Sí, lo hice», replicó la mujer. «¿Por qué no iba a hacerlo?»

«Usted ha nacido para hacer fortuna», dijo Joe, «y seguro que la hará. »

«Lo que sí es seguro, Joe, es que cuando alargo la mano a algo no lo voy a soltar por un hombre como era él, le doy mi palabrax, respondió la mujer fríamente. «¡Cuidado!, que no se caiga el aceite en las mantas.»

«¿Eran de él?» preguntó Joe.

«¿De quién piensa usted, si no?» replicó la mujer. «Me atrevo a decir que no va a coger frío sin ellas.»

«Supongo que no habrá muerto de algo contagioso, ¿verdad?», dijo el viejo Joe interrumpiendo el trabajo y mirando interrogativamente.

«No tema», respondió la mujer. «Yo no le tenía tanto apego como pata andar merodeando a su alrededor para quedarme con esas cosas si lo de él hubiera sido contagioso. ¡Ah! , puede sacarse los ojos mirando la camisa que no encontra.rá ni un agujero ni un hilo gastado. Es la mejor que él tenía y además es muy buena. De no ser por mi, la habrían desperdiciado».

«¿A qué llama desperdiciar?» preguntó el viejo Joe.

«A ponérsela para enterrarlo, claro está», replicó la mujer con una risotada. «Alguien fue tonto como para hacerlo, pero yo se la volví a quitar. Si el percal no sirve para éso, no sirve para nada y al cadaver le sienta igual de bien; no podía estar más feo que con la otra».

Scrooge escuchaba este diálogo horrorizado. Se habían sentado agrupados en torno al botín a la escasa luz de la lámpara del viejo, y Scrooge les contemplaba con un aborrecimiento y una repugnancia tales que no habrían sido mayores aunque hubiera tratado de demonios obscenos comerciando con el mismísimo cadaver.

«Ja, ja», rió la misma mujer cuando el viejo Joe sacó una bolsa de franela con dinero y distribuyó en el suelo las diversas ganancias de cada uno. «¡Así se acaba, ya ven! El espantaba a todos cuando estaba vivo para que nos aprovechásemos nosotros cuando estuviera muerto. ¡Ja, ja, ja!»

«¡Espíritu!», dijo Scrooge temblando de pies a cabeza. «Ya lo veo, ya me doy cuenta. El caso de este desgraciado podría haber sido mi caso. Mi vida lleva ese camino hasta ahora. ¡Cielo santo! ¡¿Qué es eso?

Retrocedió aterrado pues la escena había cambiado y ahora casi tocaba una cama, una cama desnuda, sin cortinas, y en ella, bajo una sábana andrajosa yacía algo tapado que, aunque mudo, se anunciaba con espantoso lenguaje.

La habitación estaba muy oscura, demasiado oscura para ver con detalle aunque Scrooge, obediciendo a un impulso secreto, miraba ansioso de saber qué clase de habitación era. Del exterior venía una pálida luz que caía directamente sobre el lecho, y en éste yacía el cadaver de aquel hombre, despojado, desposeído, sin que le velaran, sin que le lloraran, sin que le atendieran.

Scrooge echó una ojeada al fantasma. Su mano invariable apuntaba a la cabeza. La cobertura estaba colocada con tal descuido que la más ligera elevación, el movimiento de un dedo de Scrooge, habría bastado para dejar el rostro al descubierto. El lo pensó, sabía cuán fácil sería y estaba deseando hacerlo, pero para retirar el velo no tenía más capacidad que para alejar al espectro de su lado.


El último de los espíritus 2 The Last of the Spirits 2 O Último dos Espíritos 2

Scrooge y el fantasma llegaron junto al hombre en el momento en que se introducía subrepticiamente en la tienda una mujer con un pesado fardo. Scrooge and the ghost arrived alongside the man just as a woman with a heavy bundle was surreptitiously entering the tent. Apenas acababa de entrar cuando otra mujer, igualmente cargada, también se metió. She had barely just entered when another woman, equally loaded, also stepped in. Un hombre, vestido de negro descolorido, las siguió muy pronto y, al verlas; se sobresaltó tanto como ellas se habían sobresaltado al reconocerse. A man, dressed in faded black, soon followed them and, upon seeing them, was as startled as they had been when they recognized each other. Tras una corta pausa de turbada consternación, en la cual se había acercado a ellos el viejo de la pipa, los tres estallaron en una carcajada. After a short pause of troubled consternation, during which the old man with the pipe had approached them, the three burst out laughing.

«¡Qué sea la asistenta la primera!» exclamó la que había entrado en primer lugar. "Let it be the maid first!" exclaimed the one who had entered first. «La segunda, la lavandera, y el empleado de la funeraria el tercero. "The second, the washerwoman, and the funeral home employee the third. ¡Viejo Joe, mira que es casualidad encontrarnos aquí los tres sin querer!» Old Joe, look how serendipitous it is to find the three of us here unintentionally!"

«No hay mejor sitio para que os reunáis», dijo el viejo Joe sacando la pipa de la boca. "There's no better place for you to meet," said old Joe, taking his pipe out of his mouth. «Vamos al salón. Tú hace ya mucho tiempo que entras, ya lo sabes; y las otras dos no son extrañas. You've been coming in for a long time, you know that; and the other two are no strangers. Esperad a que cierre la puerta de la tienda. Wait for the store door to close. ¡Ah, cómo rechina! Ah, how it squeaks! Creo que en este sitio no hay un metal más herrumbroso que esas bisagras; y estoy seguro de que no hay aquí huesos más viejos que los mios. I think there is no rustier metal in this place than those hinges; and I'm sure there are no bones here older than mine. ¿Ja, ja! Todos llevamos muy bien el oficio, nos entendemos bien. We are all very good at our jobs, we understand each other very well. Vamos a la sala. Pasad a la sala.» Step into the room."

La sala consistía en el espacio que quedaba tras la cortina de trapos. The room consisted of the space behind the curtain of rags. El viejo atizó el fuego con una vieja varilla de alfombra de escalera, despabiló la humeante lámpara (ya era de noche) con la boquilla de su pipa y la volvió a meter en la boca. The old man stoked the fire with an old ladder carpet rod, waked the smoking lamp (it was already dark) with the mouthpiece of his pipe and put it back in his mouth. Mientras lo hacía, la mujer que había hablado antes arrojó su fardo al suelo y se sentó en un taburete con ostensible complacencia cruzando los codos en sus rodillas y mirando con abierto desafio a los otros dos. As she did so, the woman who had spoken earlier threw her bundle on the floor and sat on a stool with ostensible complacency, crossing her elbows on her knees and looking with open defiance at the other two.

«¿Qué pasa, a ver? ¿qué pasa señora Dilber», dijo la mujer. What is it, Mrs. Dilber," said the woman. «Todo el mundo tiene derecho a cuidar de lo suyo. "Everyone has the right to take care of their own. ¡El siempre lo hizo!»

«¡Esa es una gran verdad!» dijo la lavandera. «El más que nadie.» "He more than anyone else."

«Bueno, pues entonces no se quede ahí mirando como si tuviera miedo, mujer; ¿quién es el más precavido? Supongo que no vamos a andamos con miramientos.» I guess we're not going to mess around." Je suppose que nous n'allons pas y aller doucement."

«¡Claro que no!», dijeron a la vez la señora Dilber y el hombre. "Of course not!" said Mrs. Dilber and the man at the same time. «Esperemos que no.»

«Entonces, ¡muy bien!», exclamó la mujer. «Ya bastó. "Enough is enough. ¿A quién se perjudica con estas cuatro cosas? Who is harmed by these four things? Supongo que al muerto no.» I guess not to the dead guy."

«Claro que no», dijo la señora Dilber riendo. "Of course not," Mrs. Dilber said with a laugh.

«Si quería quedarse con las cosas después de muerto, el viejo malvado y tacaño», prosiguió la mujer, «por qué no fue una persona normal y corriente en vida? "If he wanted to keep things after he was dead, the mean, stingy old man," the woman continued, "why wasn't he just an ordinary person in life? Si lo hubiera sido, alguien se habría ocupado de él cuando estaba tocado de muerte en vez de estar ahí tirado, solo, dando las últimas boqueadas. If he had been, someone would have taken care of him when he was dying instead of lying there, alone, gasping his last breaths. »

«Esa es la mayor verdad que se haya dicho nunca», dijo la señora Dilber. "That's the greatest truth ever told," said Mrs. Dilber. «Fue un castigo de Dios.» "It was a punishment from God."

«Lástima qué no haya sido un castigo un poco más abundante», replicó la mujer, «y os aseguro que lo hubiera sido si yo hubiera podido echar el guante a otras cosas. "Too bad it wasn't a little more abundant punishment," replied the woman, "and I assure you it would have been if I had been able to get my hands on other things. « Dommage que ce n'était pas une punition un peu plus lourde », répondit la femme, « et je vous assure qu'elle l'aurait été si j'avais pu mettre la main sur d'autres choses. Abra el fardo, viejo Joe, y dígame cuánto vale. Open the bundle, old Joe, and tell me how much it's worth. Ouvre le paquet, vieux Joe, et dis-moi combien ça vaut. Hable claro. Speak up. No me importa ser la primera ni que éstos lo vean. I don't mind being the first and I don't mind them seeing it. Antes de encontrarnos aquí ya sabíamos de sobra que nos estábamos socorriendo a nosotros mismos, creo yo. Before we met here, we already knew that we were helping ourselves, I think. Avant de nous rencontrer ici, nous savions déjà très bien que nous nous aidions, je pense. No es ningún pecado. It is not a sin. Abra el fardo, Joe». Open the bundle, Joe.

Pero la cortesía de sus amigos no lo iba a permitir y el hombre de negro desteñido abrió la brecha el primero y exhibió su botín. But the courtesy of his friends was not to be allowed and the man in faded black broke through first and displayed his booty. Mais la courtoisie de ses amis ne le permettait pas et l'homme au noir délavé ouvrit la brèche le premier et montra son butin. No era muy copioso. It was not very copious. Un par de sellos, una caja de lapiceros, unos gemelos de camisa y un alfiler de corbata sin gran valor. A couple of stamps, a box of pens, some shirt cufflinks and a tie pin of no great value. Quelques timbres, une boîte de stylos, des boutons de manchette et une pince à cravate sans valeur. Eso era todo. El viejo Joe examinó y valoró los objetos cuidadosamente y fue anotando con tiza en la pared las cantidades que estaba dispuesto a dar por cada uno; cuando vio que no había más, hizo la suma total. Old Joe examined and valued the objects carefully and wrote down with chalk on the wall the amounts he was willing to give for each one; when he saw that there were no more, he made the total sum. Le vieux Joe examina et évalua soigneusement les objets, et écrivit à la craie sur le mur les sommes qu'il était prêt à donner pour chacun d'eux ; quand il a vu qu'il n'y en avait plus, il a fait la somme totale.

«Esta es la cuenta», dijo Joe, «y no doy un céntimo más aunque me aspen. "Here's the bill," Joe said, "and I wouldn't give a penny more if I got sucked. "C'est la facture", a déclaré Joe, "et je ne donnerai pas un sou de plus même si je reçois une amende. ¿Quién es el siguiente?» Who's next?"

La siguiente fue la señora Dilber. Mrs. Dilber was next. Sábanas y toallas, unas pocas prendas de vestir, dos viejas cucharillas de plata, un par de pinzas para el azúcar y unas cuantas botas. Sheets and towels, a few articles of clothing, two old silver spoons, a pair of sugar tongs and a few boots. Su cuenta quedó expresada en la pared igual que la anterior. His account was expressed on the wall just like the previous one.

«Siempre pago demasiado a las señoras. "I always overpay the ladies. Es una debilidad que tengo y así es como me arruino», dijo el viejo Joe. It's a weakness I have and that's how I go broke," said old Joe. «Esta es la cuenta, y si me discute por un penique más, me arrepentiré de ser tan generoso y rebajo media corona.» "This is the bill, and if you argue with me for a penny more, I shall repent of being so generous and lower half a crown." "C'est la facture, et si vous discutez avec moi pour un sou de plus, je regretterai d'avoir été si généreux et je prendrai une demi-couronne."

«Y ahora abra mí fardo, Joe, dijo la primera mujer. "And now open my bundle, Joe," said the first woman.

Joe se puso de rodillas para abrirlo con más comodidad, y tras deshacer muchísimos nudos, arrastró un rollo grande y pesado de una cosa oscura. Joe got down on his knees to open it more comfortably, and after undoing many, many knots, he dragged in a large, heavy roll of dark stuff. Joe se mit à genoux pour l'ouvrir plus confortablement, et après avoir défait beaucoup de nœuds, il sortit un gros et lourd rouleau de quelque chose de sombre.

«¿Qué diréis que es ésto? "Qu'est-ce que tu diras que c'est ? », dijoJoe. «¡Cortinas de cama!» "Bed curtains!"

¡«Ay!», exclamó la mujer riendo y echándose hacia delante sobre sus brazos cruzados. "Ouch!" exclaimed the woman laughing and leaning forward on her crossed arms. « Aïe ! » s'exclama la femme en riant et en se penchant en avant sur ses bras croisés. «¡Cortinajes de cama!»

«No me irá a decir que las descolgó con anillas y todo mientras él estaba allí acostado» dijo Joe. "You're not going to tell me you unhooked them with rings and all while he was lying there," Joe said. "Vous n'allez pas me dire qu'il les a abattus avec des bagues et tout pendant qu'il était allongé là", a déclaré Joe.

«Sí, lo hice», replicó la mujer. «¿Por qué no iba a hacerlo?»

«Usted ha nacido para hacer fortuna», dijo Joe, «y seguro que la hará. "You were born to make your fortune," Joe said, "and you sure will. »

«Lo que sí es seguro, Joe, es que cuando alargo la mano a algo no lo voy a soltar por un hombre como era él, le doy mi palabrax, respondió la mujer fríamente. "What's for sure, Joe, is that when I reach out for something I'm not going to let go of it for a man like he was, I give you my wordx," the woman replied coldly. «Ce qui est certain, Joe, c'est que quand je tends la main à quelque chose je ne vais pas lâcher prise pour un homme comme lui, je lui donne ma parole, répondit froidement la femme. «¡Cuidado!, que no se caiga el aceite en las mantas.» "Watch out, don't drop the oil on the blankets!" "Soyez prudent! Ne laissez pas l'huile se répandre sur les couvertures."

«¿Eran de él?» preguntó Joe. "Were they his?" asked Joe.

«¿De quién piensa usted, si no?» replicó la mujer. "Who else are you thinking of?" replied the woman. «Me atrevo a decir que no va a coger frío sin ellas.»

«Supongo que no habrá muerto de algo contagioso, ¿verdad?», dijo el viejo Joe interrumpiendo el trabajo y mirando interrogativamente. "I don't suppose he didn't die of something contagious, did he?" said old Joe interrupting the work and looking questioningly.

«No tema», respondió la mujer. "Fear not," the woman replied. «Yo no le tenía tanto apego como pata andar merodeando a su alrededor para quedarme con esas cosas si lo de él hubiera sido contagioso. "I wasn't so attached to him that I'd be hanging around him to keep those things if he had been contagious. ¡Ah! , puede sacarse los ojos mirando la camisa que no encontra.rá ni un agujero ni un hilo gastado. You can take your eyes off your shirt and you won't find a hole or a worn thread. , vous pouvez sortir les yeux en regardant la chemise vous ne trouverez pas de trou ou de fil usé. Es la mejor que él tenía y además es muy buena. C'est le meilleur qu'il ait eu et c'est aussi très bon. De no ser por mi, la habrían desperdiciado». If it weren't for me, they would have wasted it." Si ce n'était pas pour moi, ils l'auraient gaspillé."

«¿A qué llama desperdiciar?» preguntó el viejo Joe. "What do you call wasting?" asked old Joe. « Qu'appelles-tu gaspiller ? » demanda le vieux Joe.

«A ponérsela para enterrarlo, claro está», replicó la mujer con una risotada. "To put it on to bury him, of course," the woman replied with a chuckle. "Pour le mettre pour l'enterrer, bien sûr", répondit la femme en riant. «Alguien fue tonto como para hacerlo, pero yo se la volví a quitar. "Someone was foolish enough to do it, but I took it back from them. Si el percal no sirve para éso, no sirve para nada y al cadaver le sienta igual de bien; no podía estar más feo que con la otra». If the percale is not good for that, it is not good for anything and the corpse looks just as good; it couldn't be uglier than with the other one".

Scrooge escuchaba este diálogo horrorizado. Scrooge listened to this dialogue in horror. Se habían sentado agrupados en torno al botín a la escasa luz de la lámpara del viejo, y Scrooge les contemplaba con un aborrecimiento y una repugnancia tales que no habrían sido mayores aunque hubiera tratado de demonios obscenos comerciando con el mismísimo cadaver. They had sat clustered around the loot in the dim light of the old man's lamp, and Scrooge regarded them with such abhorrence and disgust that would not have been greater even if he had been dealing with obscene fiends trading with the very corpse itself. Ils s'étaient assis blottis autour du butin dans la faible lumière de la lampe du vieil homme, et Scrooge les regardait avec une haine et un dégoût qui n'auraient pas été plus grands s'il avait été des démons obscènes commerçant avec le cadavre lui-même.

«Ja, ja», rió la misma mujer cuando el viejo Joe sacó una bolsa de franela con dinero y distribuyó en el suelo las diversas ganancias de cada uno. "Ha, ha," laughed the same woman as old Joe pulled out a flannel bag of money and distributed everyone's various winnings on the floor. «¡Así se acaba, ya ven! El espantaba a todos cuando estaba vivo para que nos aprovechásemos nosotros cuando estuviera muerto. He scared everyone away when he was alive so that we could take advantage of him when he was dead. ¡Ja, ja, ja!»

«¡Espíritu!», dijo Scrooge temblando de pies a cabeza. «Ya lo veo, ya me doy cuenta. "I can see it, I can see it. El caso de este desgraciado podría haber sido mi caso. This unfortunate man's case could have been my case. Mi vida lleva ese camino hasta ahora. ¡Cielo santo! Good heavens! ¡¿Qué es eso?

Retrocedió aterrado pues la escena había cambiado y ahora casi tocaba una cama, una cama desnuda, sin cortinas, y en ella, bajo una sábana andrajosa yacía algo tapado que, aunque mudo, se anunciaba con espantoso lenguaje. He recoiled in terror for the scene had changed and now he was almost touching a bed, a bare bed, without curtains, and in it, under a tattered sheet lay something covered which, though mute, announced itself with frightful language.

La habitación estaba muy oscura, demasiado oscura para ver con detalle aunque Scrooge, obediciendo a un impulso secreto, miraba ansioso de saber qué clase de habitación era. The room was very dark, too dark to see in detail although Scrooge, obeying a secret impulse, looked anxiously to know what kind of room it was. Del exterior venía una pálida luz que caía directamente sobre el lecho, y en éste yacía el cadaver de aquel hombre, despojado, desposeído, sin que le velaran, sin que le lloraran, sin que le atendieran.

Scrooge echó una ojeada al fantasma. Scrooge glanced at the ghost. Su mano invariable apuntaba a la cabeza. His unchanging hand pointed to his head. Sa main immuable pointait la tête. La cobertura estaba colocada con tal descuido que la más ligera elevación, el movimiento de un dedo de Scrooge, habría bastado para dejar el rostro al descubierto. El lo pensó, sabía cuán fácil sería y estaba deseando hacerlo, pero para retirar el velo no tenía más capacidad que para alejar al espectro de su lado. Il y réfléchit, il savait combien ce serait facile et il voulait le faire, mais pour enlever le voile il n'avait pas plus de capacité que d'éloigner le spectre de son côté.