×

Nós usamos os cookies para ajudar a melhorar o LingQ. Ao visitar o site, você concorda com a nossa política de cookies.


image

Esp - VisualPolitik, ¿Por qué las UNIVERSIDADES AMERICANAS son tan CARAS? - VisualPolitik

¿Por qué las UNIVERSIDADES AMERICANAS son tan CARAS? - VisualPolitik

Hay un campo en el China todavía es incapaz de competir con Estados Unidos.

Un campo donde Estados Unidos sigue siendo el líder mundial indiscutible: ni China,

ni Japón ni ningún país europeo se le acercan.

Me refiero a la universidad.

Da igual el ranking que miréis... en todos ellos, las universidades estadounidenses ocupan

casi todos los primeros puestos.

Tener un título de YALE, STANDFORD o el MIT parece una pasarela segura para los mejores

trabajos.

Muchos pensaréis que en Estados Unidos están orgullosísimos de sus universidades.

Que todos los estudiantes van felices al campus sabiendo que les espera un futuro brillante.

SIn embargo, atentos a esta noticia.

Los estudiantes protestan por las subidas del precio de las matrículas mientras las

universidades continúan dando clases online Y diréis ¿Pero por qué protestan los estudiantes?

¿Tiene algo que ver con el coronavirus?

¿Tantas ganas tienen de volver a las clases presenciales?

Pues nada de eso.

Las universidades estadounidenses pueden ser fantásticas pero tienen un problema: el precio

de la matrícula.

En las últimas décadas, el precio de la Universidad en Estados Unidos se ha disparado.

La matrícula cuesta hoy día el triple que hace 30 años.

Para que os hagáis una idea, estudiar en HARVARD o en YALE puede costar más de 50.000

dólares de matrícula.

Y diréis ¿Cómo se paga todo eso?

Seguro que muchos ya sabéis la respuesta.

Sobretodo los que veáis este vídeo desde Estados Unidos: con deuda.

En este país, 2 de cada 3 estudiantes está en deuda para pagar su matrícula.

Cuando acaban sus estudios, la media de lo que deben es de 29.000 dólares.

Repito, la media de lo que deben.

Gastarse se han gastado mucho más.

La deuda estudiantil acumulada por 45 millones de estadounidenses se ha disparado al billón

y medio de dólares.

Y sí, decimos billones en castellano: en inglés sería trillions.

Y más de uno os preguntaréis, ¿es mucho?

¿Es poco?

Bueno, la verdad es que es una pasta.

Es más que el PIB de un país como España.

O en otras palabras: solo hay 12 países que conseguirían producir en un año “sin coronavirus”

lo suficiente para saldar la deuda acumulada por los universitarios de Estados Unidos.

Todo esto es especialmente doloroso cuando lo comparamos con Europa, donde estudiar en

la universidad sale casi gratis para el estudiante.

De hecho, el problema con el precio de la universidad es toda una prioridad política.

Si no hubiera sido por el coronavirus, se habría hablado largo y tendido de esto durante

las elecciones presidenciales de 2020.

De hecho, algunos candidatos demócratas como Bernie Sanders presentaban propuestas como

esta.

El senador estadounidense Bernie Sanders propone un proyecto de ley para una matrícula universitaria

gratis y el fin de la deuda estudiantil Así que la pregunta es ¿Por qué la universidad

es tan cara en Estados Unidos?

¿Cuáles son las diferencias entre el modelo universitario de Estados Unidos y el europeo?

Hoy vamos a responder a estas preguntas, pero antes, vamos a ver un poco de historia.

EL CAMINO HACIA LA CLASE MEDIA Hasta la segunda guerra mundial, la universidad

estaba reservada únicamente a las élites.

Pero todo cambió durante la guerra.

El presidente Roosevelt quería que sus soldados tuvieran un futuro mejor tras arriesgar su

vida en Europa o en el Pacífico.

Así que dos semanas después del Desembarco de Normandía aprobó la “Ley de reincorporación

de soldados”.

(((EN INGLÉS Servicemen's Readjustment Act))) Si a lo que supuso esta ley le sumamos la

prosperidad que hubo tras la guerra, nos encontramos con que Estados Unidos se convirtió en el

primer país del mundo en el que las clases medias fueron a la universidad.

Es la cristalización del sueño americano: poder mandar a tus hijos a la universidad.

“El camino más seguro hacia la clase media: alguna forma de educación superior”

Hasta ahora cada generación ha vivido mejor que la de sus padres.

Hay cosas que se han vuelto muy asequibles: la tecnología, viajar, ver VisualPolitik...

Pero también es verdad que hay dos cosas importantes que se están encareciendo: la

vivienda y la universidad.

¿Por qué la matrícula se ha disparado a precios prohibitivos?

La ley de la oferta y la demanda da una buena explicación: el número de estudiantes universitarios

en Estados Unidos se ha duplicado en 50 años.

No sólo hablamos de ciudadanos estadounidenses sino también de extranjeros.

Más de un millón de personas de todo el mundo viajan cada a año a estudiar en Estados

Unidos.

Y ahora estaréis pensando: ¿pero hay tantos jóvenes de todo el mundo dispuestos a gastarse

una pasta con tal de no perderse las míticas fiestas universitarias?

Pues aunque no descarto el factor American Pie, creo que hay otros motivos para explicar

el atractivo de la universidad americana.

Escuelas de Estados Unidos ocupan 8 de los 10 puestos principales en la lista de US News

de las mejores universidades del mundo en 2020

Sí, ya sé lo que me vais a decir: guau Fonseca, un ranking hecho en Estados Unidos que dice:

“hey tíos, somos los mejores”… vaale, aquí tenéis el ranking de la Universidad

de Shanghái.

Como podéis ver con las banderitas, la conclusión es obvia: da igual el ranking que cojas: las

universidades estadounidenses son las más prestigiosas del mundo.

Y ya sé lo que os estaréis preguntando ¿Cómo se hacen estos rankings?

¿De verdad se puede medir lo bien que enseña un profesor?

¿Miden el número de aprobados?

Pues atentos, porque aquí llega el auténtico “quid” de la cuestión.

Medir la calidad de un profesor dando clase es difícil.

Lo que sí podemos medir es su calidad como investigador: sus publicaciones en revistas,

la cantidad de veces que le han citado, etc...

Así que ¿Qué tienes que hacer si quieres que tu universidad esté arriba en el ranking?

Dinero: dinero para tener los mejores laboratorios pero, sobretodo, para tener los mejores investigadores.

Para que os hagáis una idea, la mitad de los gastos de una universidad como Harvard

se van pagar al personal.

Por hacer una comparación: un profesor de universidad en España, en el mejor de los

casos, puede ganar unos 80,000 dólares al año.

En Harvard, la media ronda los 200,000 dólares.

Y diréis ¿Pero cómo se paga todo esto?

¿De dónde viene el dinero?

Pues atentos a esta gráfica.

“¿Quién paga la universidad en EEUU?

Ingresos de la Universidad de Harvard, 2019 “Matrícula: 22%

Ayudas a la investigación: 17% Donaciones privadas: 43%

Otros: 18%” Como podéis ver se paga con donaciones millonarias

de antiguos alumnos, fondos públicos que fundamentalmente premian la investigación,

y las matrículas de los estudiantes.

Al final los estadounidenses gastan un 2,7% de su PIB a la educación universitaria.

Muy por encima de la media de la OCDE, que es del 1,6%.

¿Qué significa todo esto?

Pues que buena parte de esta carrera tecnológica la están financiando los estudiantes.

Y esa no es la única mala noticia para los alumnos.

ESTUDIO: La mitad de los empleadores no creen que la universidad prepare a los estudiantes

para el trabajo Lo que está claro es que, en el modelo universitario

de Estados Unidos, todos los profesores están más preocupados en investigar que en dar

clase porque la investigación es lo que les da prestigio y no la docencia.

Mientras tanto, ¿En Europa qué es lo que pasa?

Ahora lo vemos.

EL MODELO EUROPEO La principal diferencia entre el modelo universitario

de Estados Unidos y el europeo es que las mejores universidades de Europa son públicas.

Pero cuando decimos públicas es una forma de decir que la matrícula es… como decirlo,

no gratis, pero sí un regalo comparado con las públicas de Estados Unidos.

Porque hay universidades públicas en Estados Unidos, sí.

Son las llamadas universidades estatales.

Pero la diferencia de precios es enorme: el precio medio más bajo de una universidad

estatal es de más de 8.000 dólares.

Sin embargo, en España, la matrícula más cara en universidad pública de Cataluña

se sitúa en 2.800 dólares.

Y quiero recalcar que he comparado lo más barato con lo más caro.

Estas diferencias obedecen fundamentalmente a dos cuestiones.

La primera es que en Europa el Estado cubre aproximadamente un 80% de lo que cuesta cada

año en la universidad pública.

Y lo hace para todos sus alumnos, con independencia de que vengan de familias ricas o pobres.

La segunda cuestión es que no hay tanto afán por investigar.

Se da mucha más importancia a la docencia.

Pero incluso las universidades privadas europeas son mucho más baratas que las estadounidenses.

El precio medio de la matrícula en Harvard, Yale o el MIT es de 50.000 dólares.

Mientras que la matrícula más cara en la Universidad de Navarra, en España, ronda

los 18.000 dólares.

¿Cuál es la ventaja del modelo europeo?

Pues que no es habitual ver a gente endeuda para pagar la universidad.

(Y alguno me dirá “pues yo estoy endeudado!!”

Por supuesto que hay casos, pero no es lo normal) Ahora bien ¿Qué sacrifica Europa

al tener universidades tan baratas?

Pues que la universidad no investiga.

Y como no investiga, es poco atractiva.

Para ver universidades de la Unión Europea en los rankings globales tienes que bajar

al puesto 26 para encontrar la primera universidad danesa, al 37 para ver una francesa, al 47

para ver una alemana… Para ver una española o una italiana tenemos que irnos a más allá

del 150.

Claro, cuando uno ve donde están las universidades de Europa en estos rankings globales, entiendes

por qué la Comisión Europea tiene este tipo de preocupaciones:

La Unión Europea prepara un competidor europeo para Google con nuevos datos y propuestas

de inteligencia artificial Los proyectos de investigación son muy pobres,

con pocos fondos.

Europa tiene un modelo de universidad muy social, asequible, pero con estos mimbres

no se hace un gigante tecnológico tipo Facebook.

Lo ideal sería tener una universidad que investigue más pero que siga estando al alcance

de cualquier bolsillo.

¿Qué modelo se está imponiendo en el mundo?

Y lo que es más importante ¿Es posible tener lo mejor de ambos modelos?

Pues ahora mismo lo vamos a ver.

DOS MODELOS EN LUCHA Ya sé lo que muchos os estaréis preguntando

en este momento ¿De verdad merece la pena gastarse tanto dinero en una universidad?

¿De verdad estudiar en la universidad es garantía de tener un buen trabajo el día

de mañana?

Si miramos los datos, la respuesta que encontramos es que... depende.

De entrada, el 30% de los estudiantes abandonan la universidad antes de terminarla.

Eso significa que han pagado los primeros años de matrícula para nada.

Claramente, en este caso, gastar tanto dinero ha sido una mala inversión.

Pero ¿Qué pasa con los que las terminan?

Pues depende del título y de la universidad.

No gana lo mismo un ingeniero en telecomunicaciones que un licenciado en historia del arte.

Y no gana lo mismo un graduado de Yale que uno de la Universidad de Nevada.

El sueldo medio 10 años después de conseguir un título en Harvard se sitúa entre los

80.000/90.000 dólares.

Sin embargo, en otras universidades privadas, el sueldo medio está alrededor de los 40.000

dólares.

Es decir, que es más o menos lo mismo que ganarías si estudiaras en una universidad

estatal, que es más barata.

En otras palabras: elegir universidad no sólo implica que muchos estudiantes se endeudan.

También implica un riesgo enorme.

Dependiendo de la universidad que elijas, tendrás un trabajo u otro.

Así que ¿Qué proponen los políticos como Bernie Sanders para solucionar este problema?

Pues muy sencillo: gasto público.

Nuestra propuesta, que cuesta 2,2 billones en 10 años, será pagada en su totalidad

por un impuesto sobre la especulación de Wall Street

En otras palabras, Bernie Sanders quiere que el estado pague todas las matrículas nuevas

y todas las deudas de estudiantes.

Hablamos de esos 2,2 billones de dólares en 10 años.

Y, a partir de ahí, la Casa Blanca tendría que pagar otros 48.000 millones de dólares

anuales para pagar las nuevas matrículas.

Para que os hagáis una idea, hablaríamos del coste de organizar tres juegos olímpicos...

¡Año tras año!

Como os podéis imaginar, en un momento donde Estados Unidos ya está gastando a manos llenas

por las ayudas del coronavirus, no parece que vayan a poder gastar aún más en las

universidades.

Y diréis ¿Entonces, no hay ninguna ayuda pública para las universidades?

Pues sí, sí que las hay.

Lo que pasa es que no son ayudas directas sino préstamos del Estado a intereses muy

bajos.

Para que os hagáis una idea, el 92% de toda esa deuda estudiantil de la que os hemos hablado

son préstamos de Washington.

Por ejemplo, una de las fórmulas más usadas es lo que llaman el PAYE (pay as you earn).

Cuando terminas la universidad, devuelves el préstamo al Washington dándole el 10%

de lo que ganas en tu salario.

Si terminas de pagar tu deuda, genial para todos.

Ahora, si no te va bien en la vida y no has podido devolver la deuda en 20 años, el Estado

te perdona el resto.

A este tipo de programas están acogidos 8 millones de estadounidenses.

Y diréis ¡Problema resuelto!

¿De qué se quejan entonces?

Pues porque precisamente, este tipo de ayudas han contribuido a disparar aún más los costes

de matrícula.

Como los estudiantes pueden pedir créditos para pagarlos, las universidades no dudan

en pedir cantidades astronómicas por la matrícula.

En otras palabras: que parece que no hay una solución perfecta a este problema.

Sin embargo, sí hay algo que podemos decir: si hay un modelo que se está imponiendo en

el mundo... ese es el de Estadus Unidos.

Por ejemplo, Arabia Saudita ha invertido unos 10.000 millones de dólares en crear una universidad

siguiendo el modelo estadounidense.

Cuando Qatar quiere impulsar su sistema universitario, no es que copien el modelo estadounidense,

es que hacen directamente esto: Las universidades estadounidenses están construyendo

un oasis académico en la Ciudad de la Educación de Qatar

Georgetown y Northwestern son algunas de estas universidades que tienen su propia sede en

Qatar.

Yale sede en Singapur.

La Universidad de Nueva York en Shanghai y Abu Dhabi.

En otras palabras, parece que el mundo prefiere matrículas caras a cambio de liderar en investigación.

Seamos claros: Silicon Valley no existiría si no fuera por la universidad de Standford.

Y lo mismo ocurre en muchas otras áreas: si Estados Unidos es líder en tantas tecnologías

se debe, en buena medida, a que han sido capaces de financiar investigación científica.

Y esto es gracias a las universidades.

En otras palabras: la universidad ha demostrado que es el mejor lugar para investigar.

La pregunta ahora es ¿De verdad es el mejor lugar para aprender?

Es decir ¿Seguirá siendo tan importante tener un título universitario para conseguir

un buen trabajo en el futuro?

Esto es tema para otro vídeo.

Pero este va a ser un debate que dará mucho de que hablar en los propios años.

Atentos a esta noticia.

Google, Apple y otras 12 empresas que ya no piden a sus empleados un título universitario

Así que ahora es turno para ti ¿Crees que el modelo universitario va a cambiar?

¿Crees que nuestros hijos tendrán que endeudarse para pagar su universidad... o tal vez terminen

sacándose un título de Google?

Podéis dejarme vuestra respuesta en los comentarios.

Como siempre, no olvidéis que sacamos vídeos nuevos todas las semanas así que suscribíos

a VisualPolitik y dadle a la campanita para no perderos ninguna de nuestras actualizaciones.

Si os ha gustado este vídeo, dadle a LIKE y nos vemos en el próximo.

Un abrazo y hasta pronto.

¿Por qué las UNIVERSIDADES AMERICANAS son tan CARAS? - VisualPolitik Warum sind AMERIKANISCHE UNIVERSITÄTEN so EXPENSIV? - VisuellePolitik Why are AMERICAN UNIVERSITIES so EXPENSIVE? - VisualPolitik Porque é que as universidades americanas são tão caras? - VisualPolitik

Hay un campo en el China todavía es incapaz de competir con Estados Unidos.

Un campo donde Estados Unidos sigue siendo el líder mundial indiscutible: ni China,

ni Japón ni ningún país europeo se le acercan.

Me refiero a la universidad.

Da igual el ranking que miréis... en todos ellos, las universidades estadounidenses ocupan

casi todos los primeros puestos.

Tener un título de YALE, STANDFORD o el MIT parece una pasarela segura para los mejores

trabajos.

Muchos pensaréis que en Estados Unidos están orgullosísimos de sus universidades.

Que todos los estudiantes van felices al campus sabiendo que les espera un futuro brillante.

SIn embargo, atentos a esta noticia.

Los estudiantes protestan por las subidas del precio de las matrículas mientras las

universidades continúan dando clases online Y diréis ¿Pero por qué protestan los estudiantes?

¿Tiene algo que ver con el coronavirus?

¿Tantas ganas tienen de volver a las clases presenciales?

Pues nada de eso.

Las universidades estadounidenses pueden ser fantásticas pero tienen un problema: el precio

de la matrícula.

En las últimas décadas, el precio de la Universidad en Estados Unidos se ha disparado.

La matrícula cuesta hoy día el triple que hace 30 años.

Para que os hagáis una idea, estudiar en HARVARD o en YALE puede costar más de 50.000

dólares de matrícula.

Y diréis ¿Cómo se paga todo eso?

Seguro que muchos ya sabéis la respuesta.

Sobretodo los que veáis este vídeo desde Estados Unidos: con deuda.

En este país, 2 de cada 3 estudiantes está en deuda para pagar su matrícula.

Cuando acaban sus estudios, la media de lo que deben es de 29.000 dólares.

Repito, la media de lo que deben.

Gastarse se han gastado mucho más.

La deuda estudiantil acumulada por 45 millones de estadounidenses se ha disparado al billón

y medio de dólares.

Y sí, decimos billones en castellano: en inglés sería trillions.

Y más de uno os preguntaréis, ¿es mucho?

¿Es poco?

Bueno, la verdad es que es una pasta.

Es más que el PIB de un país como España.

O en otras palabras: solo hay 12 países que conseguirían producir en un año “sin coronavirus”

lo suficiente para saldar la deuda acumulada por los universitarios de Estados Unidos.

Todo esto es especialmente doloroso cuando lo comparamos con Europa, donde estudiar en

la universidad sale casi gratis para el estudiante.

De hecho, el problema con el precio de la universidad es toda una prioridad política.

Si no hubiera sido por el coronavirus, se habría hablado largo y tendido de esto durante

las elecciones presidenciales de 2020.

De hecho, algunos candidatos demócratas como Bernie Sanders presentaban propuestas como

esta.

El senador estadounidense Bernie Sanders propone un proyecto de ley para una matrícula universitaria

gratis y el fin de la deuda estudiantil Así que la pregunta es ¿Por qué la universidad

es tan cara en Estados Unidos?

¿Cuáles son las diferencias entre el modelo universitario de Estados Unidos y el europeo?

Hoy vamos a responder a estas preguntas, pero antes, vamos a ver un poco de historia.

EL CAMINO HACIA LA CLASE MEDIA Hasta la segunda guerra mundial, la universidad

estaba reservada únicamente a las élites.

Pero todo cambió durante la guerra.

El presidente Roosevelt quería que sus soldados tuvieran un futuro mejor tras arriesgar su

vida en Europa o en el Pacífico.

Así que dos semanas después del Desembarco de Normandía aprobó la “Ley de reincorporación

de soldados”.

(((EN INGLÉS Servicemen's Readjustment Act))) Si a lo que supuso esta ley le sumamos la

prosperidad que hubo tras la guerra, nos encontramos con que Estados Unidos se convirtió en el

primer país del mundo en el que las clases medias fueron a la universidad.

Es la cristalización del sueño americano: poder mandar a tus hijos a la universidad.

“El camino más seguro hacia la clase media: alguna forma de educación superior”

Hasta ahora cada generación ha vivido mejor que la de sus padres.

Hay cosas que se han vuelto muy asequibles: la tecnología, viajar, ver VisualPolitik...

Pero también es verdad que hay dos cosas importantes que se están encareciendo: la

vivienda y la universidad.

¿Por qué la matrícula se ha disparado a precios prohibitivos?

La ley de la oferta y la demanda da una buena explicación: el número de estudiantes universitarios

en Estados Unidos se ha duplicado en 50 años.

No sólo hablamos de ciudadanos estadounidenses sino también de extranjeros.

Más de un millón de personas de todo el mundo viajan cada a año a estudiar en Estados

Unidos.

Y ahora estaréis pensando: ¿pero hay tantos jóvenes de todo el mundo dispuestos a gastarse

una pasta con tal de no perderse las míticas fiestas universitarias?

Pues aunque no descarto el factor American Pie, creo que hay otros motivos para explicar

el atractivo de la universidad americana.

Escuelas de Estados Unidos ocupan 8 de los 10 puestos principales en la lista de US News

de las mejores universidades del mundo en 2020

Sí, ya sé lo que me vais a decir: guau Fonseca, un ranking hecho en Estados Unidos que dice:

“hey tíos, somos los mejores”… vaale, aquí tenéis el ranking de la Universidad

de Shanghái.

Como podéis ver con las banderitas, la conclusión es obvia: da igual el ranking que cojas: las

universidades estadounidenses son las más prestigiosas del mundo.

Y ya sé lo que os estaréis preguntando ¿Cómo se hacen estos rankings?

¿De verdad se puede medir lo bien que enseña un profesor?

¿Miden el número de aprobados?

Pues atentos, porque aquí llega el auténtico “quid” de la cuestión.

Medir la calidad de un profesor dando clase es difícil.

Lo que sí podemos medir es su calidad como investigador: sus publicaciones en revistas,

la cantidad de veces que le han citado, etc...

Así que ¿Qué tienes que hacer si quieres que tu universidad esté arriba en el ranking?

Dinero: dinero para tener los mejores laboratorios pero, sobretodo, para tener los mejores investigadores.

Para que os hagáis una idea, la mitad de los gastos de una universidad como Harvard

se van pagar al personal.

Por hacer una comparación: un profesor de universidad en España, en el mejor de los

casos, puede ganar unos 80,000 dólares al año.

En Harvard, la media ronda los 200,000 dólares.

Y diréis ¿Pero cómo se paga todo esto?

¿De dónde viene el dinero?

Pues atentos a esta gráfica.

“¿Quién paga la universidad en EEUU?

Ingresos de la Universidad de Harvard, 2019 “Matrícula: 22%

Ayudas a la investigación: 17% Donaciones privadas: 43%

Otros: 18%” Como podéis ver se paga con donaciones millonarias

de antiguos alumnos, fondos públicos que fundamentalmente premian la investigación,

y las matrículas de los estudiantes.

Al final los estadounidenses gastan un 2,7% de su PIB a la educación universitaria.

Muy por encima de la media de la OCDE, que es del 1,6%.

¿Qué significa todo esto?

Pues que buena parte de esta carrera tecnológica la están financiando los estudiantes.

Y esa no es la única mala noticia para los alumnos.

ESTUDIO: La mitad de los empleadores no creen que la universidad prepare a los estudiantes

para el trabajo Lo que está claro es que, en el modelo universitario

de Estados Unidos, todos los profesores están más preocupados en investigar que en dar

clase porque la investigación es lo que les da prestigio y no la docencia.

Mientras tanto, ¿En Europa qué es lo que pasa?

Ahora lo vemos.

EL MODELO EUROPEO La principal diferencia entre el modelo universitario

de Estados Unidos y el europeo es que las mejores universidades de Europa son públicas.

Pero cuando decimos públicas es una forma de decir que la matrícula es… como decirlo,

no gratis, pero sí un regalo comparado con las públicas de Estados Unidos.

Porque hay universidades públicas en Estados Unidos, sí.

Son las llamadas universidades estatales.

Pero la diferencia de precios es enorme: el precio medio más bajo de una universidad

estatal es de más de 8.000 dólares.

Sin embargo, en España, la matrícula más cara en universidad pública de Cataluña

se sitúa en 2.800 dólares.

Y quiero recalcar que he comparado lo más barato con lo más caro.

Estas diferencias obedecen fundamentalmente a dos cuestiones.

La primera es que en Europa el Estado cubre aproximadamente un 80% de lo que cuesta cada

año en la universidad pública.

Y lo hace para todos sus alumnos, con independencia de que vengan de familias ricas o pobres.

La segunda cuestión es que no hay tanto afán por investigar.

Se da mucha más importancia a la docencia.

Pero incluso las universidades privadas europeas son mucho más baratas que las estadounidenses.

El precio medio de la matrícula en Harvard, Yale o el MIT es de 50.000 dólares.

Mientras que la matrícula más cara en la Universidad de Navarra, en España, ronda

los 18.000 dólares.

¿Cuál es la ventaja del modelo europeo?

Pues que no es habitual ver a gente endeuda para pagar la universidad.

(Y alguno me dirá “pues yo estoy endeudado!!”

Por supuesto que hay casos, pero no es lo normal) Ahora bien ¿Qué sacrifica Europa

al tener universidades tan baratas?

Pues que la universidad no investiga.

Y como no investiga, es poco atractiva.

Para ver universidades de la Unión Europea en los rankings globales tienes que bajar

al puesto 26 para encontrar la primera universidad danesa, al 37 para ver una francesa, al 47

para ver una alemana… Para ver una española o una italiana tenemos que irnos a más allá

del 150.

Claro, cuando uno ve donde están las universidades de Europa en estos rankings globales, entiendes

por qué la Comisión Europea tiene este tipo de preocupaciones:

La Unión Europea prepara un competidor europeo para Google con nuevos datos y propuestas

de inteligencia artificial Los proyectos de investigación son muy pobres,

con pocos fondos.

Europa tiene un modelo de universidad muy social, asequible, pero con estos mimbres

no se hace un gigante tecnológico tipo Facebook.

Lo ideal sería tener una universidad que investigue más pero que siga estando al alcance

de cualquier bolsillo.

¿Qué modelo se está imponiendo en el mundo?

Y lo que es más importante ¿Es posible tener lo mejor de ambos modelos?

Pues ahora mismo lo vamos a ver.

DOS MODELOS EN LUCHA Ya sé lo que muchos os estaréis preguntando

en este momento ¿De verdad merece la pena gastarse tanto dinero en una universidad?

¿De verdad estudiar en la universidad es garantía de tener un buen trabajo el día

de mañana?

Si miramos los datos, la respuesta que encontramos es que... depende.

De entrada, el 30% de los estudiantes abandonan la universidad antes de terminarla.

Eso significa que han pagado los primeros años de matrícula para nada.

Claramente, en este caso, gastar tanto dinero ha sido una mala inversión.

Pero ¿Qué pasa con los que las terminan?

Pues depende del título y de la universidad.

No gana lo mismo un ingeniero en telecomunicaciones que un licenciado en historia del arte.

Y no gana lo mismo un graduado de Yale que uno de la Universidad de Nevada.

El sueldo medio 10 años después de conseguir un título en Harvard se sitúa entre los

80.000/90.000 dólares.

Sin embargo, en otras universidades privadas, el sueldo medio está alrededor de los 40.000

dólares.

Es decir, que es más o menos lo mismo que ganarías si estudiaras en una universidad

estatal, que es más barata.

En otras palabras: elegir universidad no sólo implica que muchos estudiantes se endeudan.

También implica un riesgo enorme.

Dependiendo de la universidad que elijas, tendrás un trabajo u otro.

Así que ¿Qué proponen los políticos como Bernie Sanders para solucionar este problema?

Pues muy sencillo: gasto público.

Nuestra propuesta, que cuesta 2,2 billones en 10 años, será pagada en su totalidad

por un impuesto sobre la especulación de Wall Street

En otras palabras, Bernie Sanders quiere que el estado pague todas las matrículas nuevas

y todas las deudas de estudiantes.

Hablamos de esos 2,2 billones de dólares en 10 años.

Y, a partir de ahí, la Casa Blanca tendría que pagar otros 48.000 millones de dólares

anuales para pagar las nuevas matrículas.

Para que os hagáis una idea, hablaríamos del coste de organizar tres juegos olímpicos...

¡Año tras año!

Como os podéis imaginar, en un momento donde Estados Unidos ya está gastando a manos llenas

por las ayudas del coronavirus, no parece que vayan a poder gastar aún más en las

universidades.

Y diréis ¿Entonces, no hay ninguna ayuda pública para las universidades?

Pues sí, sí que las hay.

Lo que pasa es que no son ayudas directas sino préstamos del Estado a intereses muy

bajos.

Para que os hagáis una idea, el 92% de toda esa deuda estudiantil de la que os hemos hablado

son préstamos de Washington.

Por ejemplo, una de las fórmulas más usadas es lo que llaman el PAYE (pay as you earn).

Cuando terminas la universidad, devuelves el préstamo al Washington dándole el 10%

de lo que ganas en tu salario.

Si terminas de pagar tu deuda, genial para todos.

Ahora, si no te va bien en la vida y no has podido devolver la deuda en 20 años, el Estado

te perdona el resto.

A este tipo de programas están acogidos 8 millones de estadounidenses.

Y diréis ¡Problema resuelto!

¿De qué se quejan entonces?

Pues porque precisamente, este tipo de ayudas han contribuido a disparar aún más los costes

de matrícula.

Como los estudiantes pueden pedir créditos para pagarlos, las universidades no dudan

en pedir cantidades astronómicas por la matrícula.

En otras palabras: que parece que no hay una solución perfecta a este problema.

Sin embargo, sí hay algo que podemos decir: si hay un modelo que se está imponiendo en

el mundo... ese es el de Estadus Unidos.

Por ejemplo, Arabia Saudita ha invertido unos 10.000 millones de dólares en crear una universidad

siguiendo el modelo estadounidense.

Cuando Qatar quiere impulsar su sistema universitario, no es que copien el modelo estadounidense,

es que hacen directamente esto: Las universidades estadounidenses están construyendo

un oasis académico en la Ciudad de la Educación de Qatar

Georgetown y Northwestern son algunas de estas universidades que tienen su propia sede en

Qatar.

Yale sede en Singapur.

La Universidad de Nueva York en Shanghai y Abu Dhabi.

En otras palabras, parece que el mundo prefiere matrículas caras a cambio de liderar en investigación.

Seamos claros: Silicon Valley no existiría si no fuera por la universidad de Standford.

Y lo mismo ocurre en muchas otras áreas: si Estados Unidos es líder en tantas tecnologías

se debe, en buena medida, a que han sido capaces de financiar investigación científica.

Y esto es gracias a las universidades.

En otras palabras: la universidad ha demostrado que es el mejor lugar para investigar.

La pregunta ahora es ¿De verdad es el mejor lugar para aprender?

Es decir ¿Seguirá siendo tan importante tener un título universitario para conseguir

un buen trabajo en el futuro?

Esto es tema para otro vídeo.

Pero este va a ser un debate que dará mucho de que hablar en los propios años.

Atentos a esta noticia.

Google, Apple y otras 12 empresas que ya no piden a sus empleados un título universitario

Así que ahora es turno para ti ¿Crees que el modelo universitario va a cambiar?

¿Crees que nuestros hijos tendrán que endeudarse para pagar su universidad... o tal vez terminen

sacándose un título de Google?

Podéis dejarme vuestra respuesta en los comentarios.

Como siempre, no olvidéis que sacamos vídeos nuevos todas las semanas así que suscribíos

a VisualPolitik y dadle a la campanita para no perderos ninguna de nuestras actualizaciones.

Si os ha gustado este vídeo, dadle a LIKE y nos vemos en el próximo.

Un abrazo y hasta pronto.