¿Moverías tu Mente a otro Cuerpo para ser Inmortal? | La Ciencia de Altered Carbon (sin spoilers)
Imagina que tuvieras esta capacidad: transferir tu mente a otro cuerpo.
Podrías moverte a un cuerpo que tienes muy lejos y hacer viajes en cuestión de minutos.
Podrías ocupar un cuerpo completamente distinto al tuyo y engañar a la gente.
Incluso podrías salvarte de una muerte segura trasladando tu mente a un cuerpo que estuviera
sano.
Guay, ¿eh?
Son estas cosas las que se plantea Altered Carbon, una serie nueva de Netflix con la
que me vicié impresionantemente hace unas semanas.
Sucede en un mundo futurista rollo Blade Runner, con inteligencias artificiales, realidad aumentada,
otros planetas… Pero el punto fuerte de la serie, y el motivo de este vídeo, son
las fundas.
Los personajes de Altered Carbon no tienen un cuerpo, tienen una funda y si lo necesitan
pueden transferir su consciencia a otra, cambiándose así de cuerpo.
Si dañan a su funda o incluso si la palma, pueden extraer su consciencia e introducirla
en una nueva funda.
Sin embargo, tener una segunda funda es algo terriblemente caro.
Solo las personas más poderosas pueden permitirselo.
Estos aristócratas crean fundas clon de sí mismos para que, cuando llegue el momento
de morir, puedan transferirse a un nuevo cuerpo, evitando así a la muerte para siempre.
Se creen dioses inmortales… Pero, ¿realmente lo son?
¿O es todo una inmortalidad de postureo?
Me explico.
Durante toda nuestra historia nos ha gustado discutir qué somos nosotros, esa entidad
que controla nuestro cuerpo, toma decisiones, experimenta el mundo y que es consciente de
que está haciendo todo eso: llamémosla el fantasma.
Y no es un nombre que he escogido al azar, durante mucho tiempo la gente pensó que la
sensación de “yo” era algo totalmente distinto al cuerpo humano, casi algo inmaterial,
que no es físico.
Un pequeño fantasma que mueve los hilos dentro de nuestra cabeza.
¿Qué ocurre?
Que cuando los neurocientíficos se ponen a hacer ciencia con el cerebro se dan cuenta
de que la idea del fantasma dentro de la máquina no es necesaria.
Se ha demostrado en estudios clínicos que ciertos daños en el cerebro de una persona
pueden llevar a cambios en su personalidad, en su memoria… En definitiva, cambios en
su fantasma.
Incluso hay pruebas de que ciertas decisiones que tomamos ya están determinadas por nuestro
encéfalo antes de que el fantasma lo haga.
Esto apunta a que el fantasma y el cuerpo no son dos cosas separadas.
No es que el fantasma controle el cuerpo, es que el fantasma es producto del cuerpo.
En concreto, nuestro fantasma es nuestro encéfalo.
Es gracias a los procesos biológicos y físicos que ocurren dentro de él que el fantasma
cobra vida.
Ahora, ¿cómo surge exactamente este fantasma de nuestro cuerpo?
¿es debido a procesos muy concretos del cerebro o es un fenómeno que emerge de todo el conjunto?
¿es fruto de las interacciones de la red neuronal o hay otros procesos biológicos
involucrados?
Esta es una parte de las muchísimas preguntas que los neurocientíficos tratan de resolver
para comprender cómo aparece “el yo”.
Preguntas que tendremos que resolver si algún dia queremos simular nuestro encéfalo dentro
de un ordenador y generar fantasmas dentro de él.
Es justo esto lo que la gente Altered Carbon ha conseguido con las pilas corticales, un
dispositivo capaz de almacenar una copia digital de nuestro encéfalo.
Todos nuestros recuerdos, nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestras decisiones
son simulados a partir de ella.
Sus fantasmas no surgen de su cerebro, surgen de su pila.
Y lo bueno de pensar con la pila en vez de con la cabeza es que está desligada de lo
que le ocurra al cuerpo.
Si la funda muere la pila se salva, y con ella el fantasma.
Si, por ejemplo, sufrieras un desafortunado accidente y tu cuerpo muriera podrían extraerte
la pila con tu fantasma, introducirla en otra funda y todos podemos estar de acuerdo que
seguirías siendo tú sin problemas.
Sin embargo, los ricos de la serie no suelen hacer las cosas así.
El cambio de una funda a otra no la hacen moviendo físicamente la pila de un cuerpo
a otro, sino que se hace con una transferencia digital.
Se manda el encéfalo digitalizado de una persona de una pila a la otra para que la
segunda pueda generar el fantasma.
¡Hay veces que lo hacen incluso desde una copia de seguridad cargada desde la nube!
Problema: que en el mundo digital no existe la acción de “mover”.
Existe la acción copiar y borrar el original.
Es decir, que estrictamente, no se está trasladando el fantasma, lo se está haciendo es clonandolo
a la perfección en otro sitio y matando al primero.
Cuando los ricachones juegan a que son inmortales y cargan sus fantasmas en otros cuerpos...
¿En realidad se están suicidando?
Cuando cierran los ojos esperando abrirlos en otro cuerpo distinto, y su fantasma orginal
s.ea borrado ¿van a seguir siendo ellos mismos?
¿o al otro lado se va a despertar otra persona pero con todos los pensamientos, opiniones
y recuerdos que su predecesor... incluido el recuerdo de haber cerrado los ojos para
despertar en otro cuerpo?
El resto de las persona nunca notarían la diferencia, de hecho no habría ninguna manera
de distinguirlo del original.
Piensa, siente y recuerda exactamente lo mismo.
Pero desde luego a mi no me haría ninguna gracia cerrar los ojos, palmarla y que una
copia mía esté por ahí danzando, así que la pregunta que os hago es ¿la persona que
se despierta sigue siendo tú y esto es inmortalidad de verdad o lo que realmente estás haciendo
es ser sustituido por un clon mental tuyo?
¿Y qué pasa en el caso de que haya otra copia de ti?
¿Hay dos tú?
¿O hay un tú pero tienes dos cuerpos?
Y todo esto lo hemos dicho ignorando el incómodo tema de los genes y su expresión, los cimientos
bioquímicos del cerebro y, por tanto, de nuestro fantasma.
Si la nueva funda no comparte el mismo genoma individual y otras movidas relacionadas ¿sigues
teniendo el mismo fantasma?
¿puedes seguir siendo tú sin tu información genética y epigenética?
¡Montad una buena en los comentarios!
Muchas gracias a Patri de Antroporama por asesorarme en este vídeo… Puede que la
veáis pronto por el canal.
Y, por supuesto, muchas gracias a Netflix por patrocinar este vídeo.
¡Altered Carbon!
Tenéis todos los capitulos disponibles en su plataforma.
Y ya sabes si quieres más ciencia solo tienes que suscribirte.
Y gracias por verme.