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Píldoras de Psicología, Alimentación complementaria: ¿cómo introducir nuevos alimentos?

Alimentación complementaria: ¿cómo introducir nuevos alimentos?

A partir de los 4, 5 o con suerte los 6 meses nos empiezan a decir que tenemos que “introducir”

alimentos diferentes a la leche en la dieta de los bebés.

Es lo que se conoce como alimentación complementaria.

En esta píldora vamos a hablar de cómo introducir nuevos alimentos y reflexionaremos un poco

acerca de este concepto de alimentación complementaria…

Y bien; hasta este momento hemos funcionado con teta, con bibe, con teta y bibe… como sea, el

caso es que ya le teníamos más o menos pillado el tranquillo al asunto de la alimentación,

cuando nos tenemos que adaptar a otro cambio, el de la alimentación complementaria (con

los niños todo son cambios).

¿Cómo lo hacemos?

¿Por dónde empezar?, ¿cómo podemos hacerlo para introducir nuevos alimentos?...

Os lo voy a explicar:

introducir un nuevo alimento en el cuerpo de nuestro hijo es fácil.

Le abrimos la boca, le metemos la cuchara hasta el fondo y si hace falta nosotros mismos

podemos cerrarle la boca y obligarle a tragar.

Técnicamente no tiene mucha dificultad.

Pero en realidad no es eso lo que queremos.

Lo que queremos no es introducir alimentos dentro de su cuerpo, lo que queremos es que

los pruebe, que disfrute, que pasemos todos un buen rato, ver las caras que pone, si le

gusta, si no le gusta… Más que introducir, nos gusta el concepto de ofrecer.

Los mayores elegimos la comida que le ponemos delante al bebé, pero no se la introducimos,

solo se la ofrecemos.

Si el bebé quiere comerá, si no, no lo comerá.

No pasa nada, nosotros se la hemos ofrecido.

Quizá hoy no es el día que él decide probarla.

No pasa nada, si ha sobrevivido 4, 5 o 6 meses solo a base de leche, probablemente no le

vaya a pasar nada por seguir algunos días más así.

Es preferible tomárselo con calma y disfrutar todos del proceso, que apretar y apretar para

que se coma lo que le hemos puesto delante, y que acabemos pasando todos un mal rato…

La OMS, Unicef, la AAP, la AEP y demás sociedades médicas recomiendan introducir (aunque como

hemos dicho, preferimos el término ofrecer) alimentos distintos del pecho a partir de

los 6 meses, y nunca antes de los 4.

Esto quiere decir que hasta ese momento nada de cacitos de cereales para que duerma mejor,

ni infusiones, ni zumos para que haga caca, ni agua, ni nada.

Solo teta (o leche adaptada si no puede ser teta por lo que sea).

Sin embargo, lo más habitual es que antes de los 6 meses, o incluso a veces antes de

los 4, la mayoría de los bebés hayan probado alimentos diferentes a la leche materna o

fórmula adaptada.

Hay que saber que antes de los 4, esta introducción de alimentos diferentes a la leche puede suponer

problemas a nivel inmunitario, gastrointestinal, renal o respiratorio.

Así que no, aunque sea navidad, fallas, cumple del abuelo o del tío, no hay que darle a

probar el pastel, chocolate, polvorón o turrón para hacer la gracia o “porque le gusta

mucho”.

Llegados a este punto en el que se van incorporando nuevos alimentos a la dieta del bebé es cuando

muchas veces comienzan a surgir problemas y tensiones con la comida (aunque algunos

niños ya tenían la etiqueta de “mal comedores” desde mucho antes, y en otros casos los problemas

pueden aparecer más tarde).

Una primera confusión viene del propio concepto de AC.

Por alimentación complementaria entendemos la alimentación complementaria a la lactancia materna, pero que no es la

fuente principal a nivel energético o nutritivo, ya que ese papel está reservado a la leche

materna durante el resto del primer año de vida.

Para entender mejor este concepto, el estupendo nutricionista Julio Basulto nos propone la

comparación con la ropa y los complementos.

Por un lado, tenemos los complementos: un collar, un pañuelo, un bolso, unos pendientes,

etc. nos pueden ayudar a personalizar nuestra imagen, darle un toque diferente, pero no

nos visten, no son fundamentales.

Si salimos a la calle un día de invierno con collar, pendientes y sombrero, pero sin

ropa, probablemente la echemos de menos.

Sin pantalones, camisa, chaqueta, abrigo… lo normal es pasar frío en invierno.

Por lo tanto, lo fundamental es la ropa y lo accesorio los complementos

Nadie nos va a señalar por la calle si un día olvidamos la corbata o los pendientes.

En este sentido, la cantidad de alimentos distintos a la leche materna que tomará un

bebé a esta edad en realidad no es tan importante, es más importante que disfrutéis todos de

la comida, que sea un momento agradable y que el niño tenga la oportunidad de experimentar

con diferentes olores, sabores y texturas.

Es más, podríamos decir que hasta los dos años, es más importante que el niño disfrute

con la comida y que sus preferencias se decanten por alimentos saludables, que el aporte de

nutrientes para su desarrollo que se le proporciona con la alimentación complementaria.

En este periodo se debería estimular la masticación, la deglución, presentar nuevos sabores y

texturas, ayudar a desarrollar habilidades motoras y la preferencia por alimentos saludables,

a expresar sus necesidades, respetar sus señales de hambre y saciedad, enseñar formas adecuadas

de relación, ect.

Si nos limitamos a hacer el avioncito con el puré de verduras, por muchos nutrientes

que introduzcamos en su cuerpo (en este caso sí que es adecuado el verbo introducir)

Al final nos vamos a perder muchas oportunidades de enseñarle todos estos aspectos relacionados con la comida

Y que, de verdad, sí que son importantes.

www.albertosoler.es

Alimentación complementaria: ¿cómo introducir nuevos alimentos? Beikost: Wie führt man neue Lebensmittel ein? Complementary feeding: how to introduce new foods? Alimentação complementar: como introduzir novos alimentos?

A partir de los 4, 5 o con suerte los 6 meses nos empiezan a decir que tenemos que “introducir”

alimentos diferentes a la leche en la dieta de los bebés.

Es lo que se conoce como alimentación complementaria.

En esta píldora vamos a hablar de cómo introducir nuevos alimentos y reflexionaremos un poco

acerca de este concepto de alimentación complementaria…

Y bien; hasta este momento hemos funcionado con teta, con bibe, con teta y bibe… como sea, el Nun, bis zu diesem Punkt haben wir mit der Brust, mit Lätzchen, mit Brust und Lätzchen gearbeitet... wie auch immer, die

caso es que ya le teníamos más o menos pillado el tranquillo al asunto de la alimentación, Tatsache ist, dass wir das Thema Fütterung mehr oder weniger in den Griff bekommen hatten,

cuando nos tenemos que adaptar a otro cambio, el de la alimentación complementaria (con wenn wir uns auf eine weitere Veränderung einstellen müssen, nämlich die der Beikost (mit

los niños todo son cambios).

¿Cómo lo hacemos?

¿Por dónde empezar?, ¿cómo podemos hacerlo para introducir nuevos alimentos?...

Os lo voy a explicar:

introducir un nuevo alimento en el cuerpo de nuestro hijo es fácil.

Le abrimos la boca, le metemos la cuchara hasta el fondo y si hace falta nosotros mismos Wir öffnen seinen Mund, stecken den Löffel bis zum Anschlag hinein und wenn nötig, nehmen wir ihn selbst in die Hand.

podemos cerrarle la boca y obligarle a tragar.

Técnicamente no tiene mucha dificultad.

Pero en realidad no es eso lo que queremos.

Lo que queremos no es introducir alimentos dentro de su cuerpo, lo que queremos es que

los pruebe, que disfrute, que pasemos todos un buen rato, ver las caras que pone, si le Probieren Sie sie aus, genießen Sie sie, lassen Sie uns alle eine gute Zeit haben, sehen Sie die Gesichter, die Sie machen, wenn Sie sie mögen, wenn Sie sie mögen.

gusta, si no le gusta… Más que introducir, nos gusta el concepto de ofrecer.

Los mayores elegimos la comida que le ponemos delante al bebé, pero no se la introducimos, Als Erwachsene wählen wir die Lebensmittel aus, die wir dem Baby vorsetzen, aber wir führen sie nicht ein,

solo se la ofrecemos.

Si el bebé quiere comerá, si no, no lo comerá. Wenn das Baby essen will, wird es essen, wenn nicht, wird es nicht essen.

No pasa nada, nosotros se la hemos ofrecido.

Quizá hoy no es el día que él decide probarla.

No pasa nada, si ha sobrevivido 4, 5 o 6 meses solo a base de leche, probablemente no le

vaya a pasar nada por seguir algunos días más así.

Es preferible tomárselo con calma y disfrutar todos del proceso, que apretar y apretar para Es ist besser, es ruhig angehen zu lassen und den Prozess gemeinsam zu genießen, als zu drängeln und zu drängen und zu drängen.

que se coma lo que le hemos puesto delante, y que acabemos pasando todos un mal rato…

La OMS, Unicef, la AAP, la AEP y demás sociedades médicas recomiendan introducir (aunque como

hemos dicho, preferimos el término ofrecer) alimentos distintos del pecho a partir de

los 6 meses, y nunca antes de los 4.

Esto quiere decir que hasta ese momento nada de cacitos de cereales para que duerma mejor,

ni infusiones, ni zumos para que haga caca, ni agua, ni nada.

Solo teta (o leche adaptada si no puede ser teta por lo que sea).

Sin embargo, lo más habitual es que antes de los 6 meses, o incluso a veces antes de

los 4, la mayoría de los bebés hayan probado alimentos diferentes a la leche materna o

fórmula adaptada.

Hay que saber que antes de los 4, esta introducción de alimentos diferentes a la leche puede suponer

problemas a nivel inmunitario, gastrointestinal, renal o respiratorio.

Así que no, aunque sea navidad, fallas, cumple del abuelo o del tío, no hay que darle a

probar el pastel, chocolate, polvorón o turrón para hacer la gracia o “porque le gusta

mucho”.

Llegados a este punto en el que se van incorporando nuevos alimentos a la dieta del bebé es cuando

muchas veces comienzan a surgir problemas y tensiones con la comida (aunque algunos

niños ya tenían la etiqueta de “mal comedores” desde mucho antes, y en otros casos los problemas

pueden aparecer más tarde).

Una primera confusión viene del propio concepto de AC.

Por alimentación complementaria entendemos la alimentación complementaria a la lactancia materna, pero que no es la

fuente principal a nivel energético o nutritivo, ya que ese papel está reservado a la leche

materna durante el resto del primer año de vida.

Para entender mejor este concepto, el estupendo nutricionista Julio Basulto nos propone la

comparación con la ropa y los complementos.

Por un lado, tenemos los complementos: un collar, un pañuelo, un bolso, unos pendientes,

etc. nos pueden ayudar a personalizar nuestra imagen, darle un toque diferente, pero no

nos visten, no son fundamentales.

Si salimos a la calle un día de invierno con collar, pendientes y sombrero, pero sin

ropa, probablemente la echemos de menos. clothes, we probably miss them.

Sin pantalones, camisa, chaqueta, abrigo… lo normal es pasar frío en invierno.

Por lo tanto, lo fundamental es la ropa y lo accesorio los complementos

Nadie nos va a señalar por la calle si un día olvidamos la corbata o los pendientes.

En este sentido, la cantidad de alimentos distintos a la leche materna que tomará un

bebé a esta edad en realidad no es tan importante, es más importante que disfrutéis todos de

la comida, que sea un momento agradable y que el niño tenga la oportunidad de experimentar

con diferentes olores, sabores y texturas.

Es más, podríamos decir que hasta los dos años, es más importante que el niño disfrute

con la comida y que sus preferencias se decanten por alimentos saludables, que el aporte de

nutrientes para su desarrollo que se le proporciona con la alimentación complementaria.

En este periodo se debería estimular la masticación, la deglución, presentar nuevos sabores y

texturas, ayudar a desarrollar habilidades motoras y la preferencia por alimentos saludables,

a expresar sus necesidades, respetar sus señales de hambre y saciedad, enseñar formas adecuadas

de relación, ect.

Si nos limitamos a hacer el avioncito con el puré de verduras, por muchos nutrientes

que introduzcamos en su cuerpo (en este caso sí que es adecuado el verbo introducir)

Al final nos vamos a perder muchas oportunidades de enseñarle todos estos aspectos relacionados con la comida

Y que, de verdad, sí que son importantes.

www.albertosoler.es