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El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 11. El Peñón del castillo (6)

11. El Peñón del castillo (6)

Un oficial de marina se hallaba en pie sobre la arena mirando a Ralph con recelo y asombro. En la playa, tras él, había un bote cuyos remos sostenían dos marineros. En el interior del bote otro marinero sostenía una metralleta.

El cántico vaciló y por fin se apagó del todo.

El oficial miró a Ralph dudosamente por unos instantes. Luego retiró la mano de la culata del revólver.

–Hola.

Acobardado y consciente de su descuidado aspecto, Ralph contestó tímidamente:

–Hola.

El oficial hizo un gesto con la cabeza, como si hubiese recibido una respuesta. – ¿Hay algún adulto…, hay gente mayor entre vosotros?

Ralph sacudió la cabeza en silencio y se volvió. Un semicírculo de niños con cuerpos pintarrajeados de barro y palos en las manos se había detenido en la playa sin hacer el menor ruido.

–Conque jugando, ¿eh? – dijo el oficial.

El fuego alcanzó las palmeras junto a la playa y las devoró estrepitosamente. Una llama solitaria giró como un acróbata y roció las copas de las palmeras de la plataforma.

El cielo estaba ennegrecido. El oficial sonrió alegremente a Ralph.

–Vimos vuestro fuego. ¿Qué habéis estado haciendo? ¿Librando una batalla o algo por el estilo?

Ralph asintió con la cabeza.

El oficial contempló al pequeño espantapájaros que tenía delante, al muchacho le hacía falta un buen baño, un corte de pelo, un pañuelo para la nariz y pomada.

–No habrá muerto nadie, espero. No habrá cadáveres.

–Sólo dos. Pero han desaparecido.

El oficial se agachó y miró detenidamente a Ralph. – ¿Dos? ¿Muertos?

Ralph volvió a asentir. Tras él, la isla entera llameaba. El oficial sabía distinguir por experiencia la verdad de la mentira. Silbó suavemente.

Otros niños iban apareciendo, algunos de ellos de muy corta edad, con la dilatada barriga de pequeños salvajes. Uno de ellos se acercó al oficial y alzó los ojos hacia él.

–Soy, soy…

Pero no supo continuar. Percival Wemys Madison se esforzó por recordar aquella fórmula encantada que se había desvanecido por completo.

El oficial se volvió de nuevo a Ralph.

–Os llevaremos con nosotros. ¿Cuántos sois? Ralph sacudió la cabeza. El oficial recorrió con la mirada el grupo de muchachos pintados, – ¿Quién de vosotros es el jefe?

–Yo – dijo Ralph con voz firme.

Un niño que vestía los restos de una gorra negra sobre su pelo rojo y de cuya cintura pendían unas gafas rotas se adelantó unos pasos, pero cambió de parecer y permaneció donde estaba.

–Vimos vuestro fuego. ¿Así que no sabéis cuántos sois?

–No, señor.

–Me parece – dijo el oficial, pensando en el trabajo que le esperaba para contar a todos -. Me parece a mí que para ser ingleses…, sois todos ingleses, ¿no es así?…, no ofrecéis un espectáculo demasiado brillante que digamos.

–Lo hicimos bien al principio – dijo Ralph -, antes de que las cosas… Se detuvo.

–Estábamos todos juntos entonces… El oficial asintió amablemente.

–Ya sé. Como buenos ingleses. Como en la Isla de Coral.

Ralph le miró sin decir nada. Por un momento volvió a sentir el extraño encanto de las playas. Pero ahora la isla estaba chamuscada como leños apagados. Simón había muerto y Jack había… Las lágrimas corrieron de sus ojos y los sollozos sacudieron su cuerpo. Por vez primera en la isla se abandonó a ellos; eran espasmos violentos de pena que se apoderaban de todo su cuerpo. Su voz se alzó bajo el negro humo, ante las ruinas de la isla, y los otros muchachos, contagiados por los mismos sentimientos, comenzaron a sollozar también. Y en medio de ellos, con el cuerpo sucio, el pelo enmarañado y la nariz goteando, Ralph lloró por la pérdida de la inocencia, las tinieblas del corazón del hombre y la caída al vacío de aquel verdadero y sabio amigo llamado Piggy.

El oficial, rodeado de tal expresión de dolor, se conmovió algo incómodo. Se dio la vuelta para darles tiempo de recobrarse y esperó, dirigiendo la mirada hacia el espléndido crucero, a lo lejos.

11. El Peñón del castillo (6) 11. Burgfelsen (6) 11. The Rock of the Castle (6) 11. Castle Rock (6) 11. Castle Rock (6) 11. Castle Rock (6)

Un oficial de marina se hallaba en pie sobre la arena mirando a Ralph con recelo y asombro. A naval officer was standing on the sand looking at Ralph with suspicion and awe. En la playa, tras él, había un bote cuyos remos sostenían dos marineros. On the beach behind him was a boat whose oars were held by two sailors. En el interior del bote otro marinero sostenía una metralleta. Im Inneren des Bootes hielt ein anderer Matrose ein Maschinengewehr in der Hand. Inside the boat another sailor was holding a submachine gun.

El cántico vaciló y por fin se apagó del todo. Die Gesänge schwankten und verstummten schließlich ganz. The chant faltered and finally died away altogether.

El oficial miró a Ralph dudosamente por unos instantes. The officer looked at Ralph dubiously for a few moments. Luego retiró la mano de la culata del revólver.

–Hola.

Acobardado y consciente de su descuidado aspecto, Ralph contestó tímidamente: Cowed and conscious of his unkempt appearance, Ralph replied timidly:

–Hola.

El oficial hizo un gesto con la cabeza, como si hubiese recibido una respuesta. The officer nodded his head, as if he had received an answer. – ¿Hay algún adulto…, hay gente mayor entre vosotros? - Gibt es Erwachsene..., gibt es ältere Menschen unter Ihnen? - Are there any adults..., are there any older people among you?

Ralph sacudió la cabeza en silencio y se volvió. Ralph shook his head silently and turned away. Un semicírculo de niños con cuerpos pintarrajeados de barro y palos en las manos se había detenido en la playa sin hacer el menor ruido. A semicircle of children with bodies smeared with mud and sticks in their hands had stopped on the beach without making the slightest sound.

–Conque jugando, ¿eh? So playing, huh? – dijo el oficial.

El fuego alcanzó las palmeras junto a la playa y las devoró estrepitosamente. The fire reached the palm trees next to the beach and devoured them in a tremendous way. Una llama solitaria giró como un acróbata y roció las copas de las palmeras de la plataforma. A solitary flame spun like an acrobat and sprayed the tops of the palm trees on the platform.

El cielo estaba ennegrecido. The sky was blackened. El oficial sonrió alegremente a Ralph. The officer smiled brightly at Ralph.

–Vimos vuestro fuego. We saw your fire. ¿Qué habéis estado haciendo? What have you been doing? ¿Librando una batalla o algo por el estilo? Kämpfen Sie eine Schlacht oder so etwas? Fighting a battle or something?

Ralph asintió con la cabeza.

El oficial contempló al pequeño espantapájaros que tenía delante, al muchacho le hacía falta un buen baño, un corte de pelo, un pañuelo para la nariz y pomada. The officer looked at the little scarecrow in front of him, the boy needed a good bath, a haircut, a handkerchief for his nose and ointment.

–No habrá muerto nadie, espero. -Ich hoffe, es wird niemand gestorben sein. -No one will have died, I hope. No habrá cadáveres. There will be no dead bodies.

–Sólo dos. Pero han desaparecido. But they have disappeared.

El oficial se agachó y miró detenidamente a Ralph. The officer bent down and looked closely at Ralph. – ¿Dos? ¿Muertos?

Ralph volvió a asentir. Ralph nodded again. Tras él, la isla entera llameaba. Behind him, the entire island was in flames. El oficial sabía distinguir por experiencia la verdad de la mentira. The officer knew from experience how to distinguish the truth from lies. Silbó suavemente.

Otros niños iban apareciendo, algunos de ellos de muy corta edad, con la dilatada barriga de pequeños salvajes. Other children were appearing, some of them very young, with the distended bellies of little savages. Uno de ellos se acercó al oficial y alzó los ojos hacia él. One of them approached the officer and raised his eyes to him.

–Soy, soy…

Pero no supo continuar. But he did not know how to continue. Percival Wemys Madison se esforzó por recordar aquella fórmula encantada que se había desvanecido por completo. Percival Wemys Madison struggled to remember that enchanted formula that had completely vanished.

El oficial se volvió de nuevo a Ralph. The officer turned back to Ralph.

–Os llevaremos con nosotros. We will take you with us. ¿Cuántos sois? How many are you? Ralph sacudió la cabeza. Ralph shook his head. El oficial recorrió con la mirada el grupo de muchachos pintados, – ¿Quién de vosotros es el jefe? The officer looked around the group of painted boys, "Which of you is the boss?"

–Yo – dijo Ralph con voz firme. "Me," Ralph said firmly.

Un niño que vestía los restos de una gorra negra sobre su pelo rojo y de cuya cintura pendían unas gafas rotas se adelantó unos pasos, pero cambió de parecer y permaneció donde estaba. A boy wearing the remains of a black cap over his red hair and broken glasses dangling from his waist took a few steps forward, then changed his mind and remained where he was.

–Vimos vuestro fuego. We saw your fire. ¿Así que no sabéis cuántos sois? Sie wissen also nicht, wie viele es von Ihnen gibt? So you don't know how many you are?

–No, señor.

–Me parece – dijo el oficial, pensando en el trabajo que le esperaba para contar a todos -. "It seems to me," said the officer, thinking about the work that awaited him to tell everyone -. Me parece a mí que para ser ingleses…, sois todos ingleses, ¿no es así?…, no ofrecéis un espectáculo demasiado brillante que digamos. Ich habe den Eindruck, dass Sie als Engländer - Sie sind doch alle Engländer - keine große Show veranstalten. It seems to me that for being English... you're all English, aren't you?... you don't put on too brilliant a show.

–Lo hicimos bien al principio – dijo Ralph -, antes de que las cosas… Se detuvo. “We did good at first,” Ralph said, “before things…” He stopped.

–Estábamos todos juntos entonces… El oficial asintió amablemente. –We were all together then… The officer nodded kindly.

–Ya sé. -I know. Como buenos ingleses. Like good English. Como en la Isla de Coral. Like on Coral Island.

Ralph le miró sin decir nada. Ralph looked at him without saying anything. Por un momento volvió a sentir el extraño encanto de las playas. For a moment he felt again the strange charm of the beaches. Pero ahora la isla estaba chamuscada como leños apagados. But now the island was scorched like dead logs. Simón había muerto y Jack había… Las lágrimas corrieron de sus ojos y los sollozos sacudieron su cuerpo. Simon had died and Jack had… Tears ran from her eyes and sobs racked her body. Por vez primera en la isla se abandonó a ellos; eran espasmos violentos de pena que se apoderaban de todo su cuerpo. For the first time on the island he abandoned himself to them; they were violent spasms of grief that seized his entire body. Su voz se alzó bajo el negro humo, ante las ruinas de la isla, y los otros muchachos, contagiados por los mismos sentimientos, comenzaron a sollozar también. His voice rose under the black smoke, before the ruins of the island, and the other boys, infected by the same sentiments, began to sob too. Y en medio de ellos, con el cuerpo sucio, el pelo enmarañado y la nariz goteando, Ralph lloró por la pérdida de la inocencia, las tinieblas del corazón del hombre y la caída al vacío de aquel verdadero y sabio amigo llamado Piggy. And in the midst of them, with his body dirty, his hair matted, and his nose running, Ralph wept for the loss of innocence, the darkness of the man's heart, and the fall into the void of that true and wise friend named Piggy.

El oficial, rodeado de tal expresión de dolor, se conmovió algo incómodo. The officer, surrounded by such an expression of pain, was moved somewhat uncomfortably. Se dio la vuelta para darles tiempo de recobrarse y esperó, dirigiendo la mirada hacia el espléndido crucero, a lo lejos. He turned to give them time to recover, and waited, his gaze turning to the splendid transept in the distance.