¿Monarquía o República? (2)
Cómo decir era un período donde había mucha esperanza porque se ponían a dialogar gente que se había gente que se había matado en la guerra civil, gente de derechas que se había matado con gente de izquierdas.
No vale, pero no todos, no todos. Obviamente había gente a la derecha, muy extrema derecha, que quería continuar la dictadura de Franco, que pensaba que el rey era un traidor.
Lo llamaban traidor al rey, porque el rey y efectivamente, desdes desde su punto de vista, era un traidor, porque digamos que había había sido educado por Franco para continuar su régimen y lo que había hecho es que desde dentro, desde dentro, lo estaba. Lo estaba desmantelando. Vale, porque para para terminar la obra de Franco, para terminar con la dictadura desde fuera. Eso habría supuesto una guerra. La gente tenía miedo de que al morir Franco hubiera otra guerra, porque si el rey continuaba con el régimen de Franco, los comunistas o los socialistas, los demócratas en general, la única alternativa que tenían para derribar al dictador era la violencia.
No quedaba otra alternativa. Vale, entonces lo que él hizo fue destruir el régimen desde dentro, hizo que el régimen se auto destruyera Malen. Entonces él usó las leyes del franquismo, las leyes de Franco, para destruir el franquismo desde dentro. Bueno, eso es una historia muy larga. Ahora no tengo tiempo de explicarlo, pero el caso es que vosotros entendéis que la gente de extrema derecha, la gente que defendía a Franco, no estaba muy contenta con el rey hombre, pues pensaban que era un traidor, claro.
Y la gente de extrema izquierda, la gente de extrema izquierda, les parecía que simplemente lo que estaba haciendo era muy poco, le parecía que estaba haciendo muy poco, le parecía. Les parecía que el rey era el heredero de Franco y que lo que estaba haciendo era hacer una serie de cambios muy pequeñitos, muy pequeñitos, para que todo continuara igual. Era la gente de extrema izquierda. Pensaban que el rey quería cambiar algunas cositas, algunas digamos la decoración quería, quería cambiar la decoración, quería adaptar el régimen de Franco a los nuevos tiempos.
Habían pasado 40 años y entonces sí quería 40 años desde la Guerra Civil. Entonces Juan Carlos sí quería cambiar algunas cositas, pero lo fundamental era lo mismo la influencia de la Iglesia Católica, del Ejército, de las oligarquías económicas. Todo esto, según la extrema izquierda, era prácticamente igual, no cambiaba nada.
Entonces entonces Juan Carlos tuvo que tuvo que reunirse y convencer para que dialogaban los moderados, los moderados de izquierda y los moderados de derecha. Pero eso ya era mucho, ya era mucho. Los moderados de izquierda era el Partido Comunista, no? Entonces los moderados de derecha pues igual no eran los digámoslo, fascistas fascistas, pero eran gente muy, muy radical, de derechas.
Hubo gente enemigos, enemigos acérrimos, enemigos muy fuertes de toda la vida, que es que que se se saludaban, que se sentaban en la misma habitación y que hubo unos años antes decían que el otro era un asesino, un criminal y ahora estaban hablando y ahora estamos hablando por el bien de España, porque pensaron que ellos tenían sus ideas, pero que España al fin y al cabo era de todos y tenían que convivir todos. Y bueno, entonces Juan Carlos hizo eso, convenció a los moderados de izquierda o digamos a la mayoría, excepto a los extremos.
Los extremos siempre están ahí.
No convenció, claro, a los extremos de la extrema izquierda en la extrema derecha. Pero digamos que a la mayoría del país la convenció, no? La gente, la gente, los comunistas, los socialistas también tuvieron que también tuvieron que moderarse en el sentido de que los comunistas eran republicanos. Por ejemplo. Y Juan Carlos les pidió aceptar la monarquía. Y aceptar la bandera de España y los comunistas tan republicanos tuvieron, tuvieron un dieron. Dieron. Dieron un ejemplo muy bueno, dieron un ejemplo muy bueno porque ellos los comunistas dijeron es verdad.
Aquí, aquí hay que convivir todos, tenemos que convivir todos. Vale, entonces nosotros somos republicanos. Pero ahora hay que hay que hay, que hay que llegar a acuerdos, hay que llegar a acuerdos, hay que crear un país que sea para todos. Por el momento tenemos un rey. Entonces los comunistas aceptaron a Juan Carlos, hicieron ese gesto, o sea, para que España volviera a la democracia, para que hubiera democracia en España. Tanto los de izquierdas como los de derechas tuvieron que hacer concesiones, tuvieron que hacer cosas que no les gustaba.
Por ejemplo, los comunistas tuvieron que aceptar a Juan Carlos. Los comunistas en su en su ideología, seguían siendo republicanos y siempre han dicho que quieren una república.
Pero digamos que en aquellos años aceptaron a Juan Carlos. Dijeron Por el bien de España, aceptamos a Juan Carlos por el bien de la convivencia de España. Los G, la gente de derechas, la gente de derechas que odiaban a los comunistas, aceptaron la legalización del Partido Comunista. En fin, estos son algunos, algunos ejemplos de lo que estaba pasando en España en aquellos años.
Había gente que estaba dispuesta a que en España hubiera democracia y había gente que estaba dispuesta a que no hubiera democracia. Los terroristas, la gente extrema izquierda y la gente de extrema derecha.
Vale, entonces al final qué pasó? Bueno, pues que bueno, poco a poco, poco a poco Juan Carlos fue cayendo. Mejor no entender a la gente ya le caía un poco mejor Juan Carlos, porque estaba poniendo de acuerdo a gente de a todos los españoles. Prácticamente legalizó los partidos políticos, la libertad religiosa, había elecciones, había referéndum, en fin, se respiraba otro aire. Juan Carlos abrió las ventanas. Vale, durante la dictadura las ventanas estaban cerradas, como en una casa donde tienes las ventanas cerradas no entra aire.
Juan Carlos abrió las ventanas por primera vez, la gente empezó a respirar. Y qué pasó? Pues que en el año 81, en el año 81, hubo un golpe de Estado. Hubo un golpe de Estado. No sé. Muchos habréis visto estas imágenes de unos militares de la Guardia Civil que entraron en el Parlamento, en el Congreso de los Diputados, entraron pegando tiros. Seguro, seguro que habéis visto esas imágenes. Bueno, pues qué pasó?
Ese era un grupo de militares que querían volver a la dictadura de Franco, al régimen de Franco.
Y en aquellos años, hoy en día eso es impensable.
Hoy en día los militares están integrados absolutamente en la democracia en España, pero en aquellos años no era así, porque esos militares son los que habían ayudado a Franco a ganar la guerra y son los que habían ayudado a Franco. Están en el poder, eran los militares franquistas. Estamos hablando del año 80, el año 81, vale. Franco llevaba muerto sólo cinco años, muy poco tiempo. Esos militares, los jueces, todo el país estaba controlado por gente del franquismo, gente de Franco.
Entonces había mucha gente que no quería que continuara la democracia. Dieron ese golpe de Estado el 23 de febrero de 1981. Todavía me acuerdo. Yo era un niño, pero todavía me acuerdo porque fueron unos días muy, muy peligrosos, donde la democracia podía romperse y de hecho mucha gente se fue del país o prepararon las maletas. Os imagináis si ese golpe de Estado llega a triunfar? Hubieran matado a mucha gente? Hubieran, hubieran. Aparte de que hubiéramos vuelto a la dictadura, es que habrían asesinado.
Habrían fusilado a mucha gente de los partidos políticos de izquierdas o demócratas en general.
Qué pasó? Los militares entraron en el Congreso de los Diputados y unas horas después hubo en Valencia y en otras ciudades hubo militares que se unieron al golpe, sacaron los tanques a la calle. No hubo, hubo. Sí, no sólo en Madrid hubo problemas, también en algunas otras ciudades.
Y esa noche los militares se encerraron con todos los diputados, con todos los diputados en el Congreso, los secuestraron y se quedaron con ellos toda la noche. Tenían el gobierno en sus manos. Vale, y además fue espectacular porque se vio en la televisión y lo vio todo el mundo en directo. Fue algo espeluznante que algo que puso la carne de gallina a todos los españoles. Vale. Y entonces de verdad, de verdad la gente vió de verdad? La gente vio la posibilidad de volver a la dictadura?
Podía ser algo terrible. Y aquella noche, la del 23 de febrero, el rey Juan Carlos hizo un discurso en la televisión para todos los españoles, dirigido a los militares, en el que les recordó que él era el jefe de Estado y que él era el único que podía dar las órdenes y les daba las órdenes de volver, volver a los cuarteles y dejar libre al gobierno. Los militares, claro, los militares, que tienen un sentido de, digamos, del deber que obedecen a sus mandos.
Vale, pues no tenían, no tenían más remedio que obedecer al rey. El rey había dicho claramente lo que tenían que hacer, porque si en aquel momento, si en aquel momento el rey duda. O dice algo que no está claro? Sobre la situación, sobre lo que él piensa, otros militares en otras ciudades podrían haber hecho lo mismo, podrían haber salido a la calle, podrían haber dado un golpe de Estado. Podría. Qué es lo que querían los militares que entraron en Madrid, en el Congreso de los Diputados?
Querían que otros militares de España salieran a la calle y se unieran al golpe. El rey salió y dijo No, no hay que unirse al golpe. Y entonces su orden fue muy clara. Y nadie, ningún otro, ningún. Ningún otro militar se unió. Y así terminó todo. Por la mañana, los militares que habían entrado en el Congreso de los Diputados se rindieron, se rindieron y fueron juzgados.
Unos años más tarde y acabaron en la cárcel los responsables. Y desde ese día Juan Carlos se convirtió en, digamos, en un héroe, digamos. Por algunos años fue visto como un salvador, digamos, como alguien que gracias a él, gracias a él, no, no había triunfado el golpe de Estado.
Entonces, durante esos años se se reconoció, se reconoció su labor, se reconoció su trabajo para haber terminado con la dictadura de Franco y también para haber impedido el golpe militar.
Entonces la gente empezó a darse cuenta de que, de que el tío, de que el tío valía la pena, de que era un buen tío, de que tenía mucho prestigio con los españoles.
En aquellos años, en aquellos años, si tú preguntabas a los españoles si eran republicanos o demócratas, muchos decían que eran Juan carlistas, Juan carlista. Es decir, D. Juan Carlos.
Lo que querían decir es que en teoría, en teoría, eran republicanos. En teoría querían la República. Pero Juan Carlos, Juan Carlos, Juan Carlos era Juan Carlos era un, un buen, un buen rey.
Y entonces lo aceptaban, lo aceptaban. Y esa fue la mentalidad de muchos españoles de izquierdas durante muchos años y de muchos españoles en general.
Mucha gente se planteaba monarquía, república. No valía la pena plantearse eso. Dictadura o república? Perdón, monarquía o república? No valía la pena porque el rey era un buen rey. Había traído la democracia. Había democracia en España? No había. Si venía una república, no, no habría o no habría una gran diferencia. La libertad en la vida de cada día. Teníamos un rey abierto, un rey demócrata, teníamos democracia, teníamos libertad de expresión, libertad de reunión, libertad de partido, de participar en las elecciones, partidos políticos legalizados.
Qué podría cambiar en la práctica? Qué podría cambiar realmente en la práctica? Muy poco, muy poco. Entonces la gente se dio cuenta de que no valía la pena pelear, no valía la pena, no valía la pena discutir monarquía o república. Qué era mejor? La monarquía? La República no valía la pena, no valía la pena. Entonces, durante muchos años, esa fue una discusión que no se planteaba en España, lo que lo que pasó después, lo que pasó después qué?
Bueno, si hubiera terminado ahí la historia, pues sería mucho mejor. Pero lo que pasó fue que el rey Juan Carlos poco a poco. No sé qué pasó. Cometió, cometió muchos errores, digamos, cometió muchos errores. Ahora no tengo tiempo de hablar de todas esas cosas. Pero después, en los años sucesivos, los años que vinieron después, cometió muchos errores él y también su familia. Los años 80, en los años noventa, cuando yo estaba en España, al Rey lo querían mucho los españoles, que lo queríamos muchos españoles. Pero hubo una serie de errores, no Zepp, su familia cometió errores también y poco a poco las nuevas generaciones también. Lo que ha pasado también es que las generaciones jóvenes, los chicos que tienen ahora 20 o 30 años. Y claro, ellos no tienen la experiencia de la dictadura de Franco, ellos no tienen la experiencia de la transición, ellos no tienen la experiencia de esos años, ellos no han vivido eso. La gente de mi edad sí, la gente de mi edad lo hemos vivido y entonces sabemos lo difícil que fue que viniera la democracia, los riesgos que hubo, los peligros que hubo, el terrorismo, los golpes militares, todo esto. Y entonces. Nosotros hemos vivido este período y no sabemos quién era Juan Carlos. Yo por lo menos yo por lo menos lo tengo, lo tengo. A pesar de todos los errores que ha cometido, después lo tengo en en estima. Me cae bien, me cae bien porque recuerdo todos esos años, pero después del después ha cometido errores. Ahora está metido en un lío. Juan Carlos está metido en un lío de bueno. Creo que han descubierto que tiene dinero en Suiza, en algunos bancos de Suiza. La gente ahora la gente joven ya lo que hizo antes no lo recuerda y no le importa lo que ven. Ahora es un hombre ya viejo que posiblemente ha cometido algunos delitos de corrupción. No se sabe, todavía no se sabe, pero se sospecha que no todo lo que hizo estuvo bien. En fin. Entonces las nuevas generaciones, las nuevas generaciones en España no estoy hablando en general, obviamente entendéis? No estoy hablando en general, pero creo tengo la impresión de que las nuevas generaciones, a la gente joven, el el rey emérito, el rey Juan Carlos primero. Pues no, no, no les cae demasiado bien, digámoslo así, no les cae demasiado bien. Y yo lo entiendo. Yo lo entiendo porque Juan Carlos ha cometido errores, ha cometido muchos errores, algunos de ellos de errores bastante graves, porque ahora no sé si estáis siguiendo las noticias de España, sabréis, supongo que sabréis que puede estar implicado. Se sospecha que estuvo implicado en algunos temas de corrupción, que se quedó con dinero de algunas cosas, en fin, que tiene dinero en Suiza, que se hacen banca en bancos de Suiza. No sé, no hay nada demostrado por el momento, creo, pero hay sospechas de que cometió algunos delitos de corrupción. Vale, entonces. En fin, es una pena. Es una pena porque era un hombre que tenía tanto prestigio. Era un hombre que en los años 80, en los años 90 tenía muchísimo prestigio. Se había ganado el cariño de tanta gente e incluso de los comunistas, de gente que había odiado siempre al rey y a la monarquía. Lo defendía. Se reunían con él y decían yo no soy, no soy, no soy monárquico, soy juancarlista. No, eso demostraba el cariño que le tenían. Y es una pena. Es una pena que este hombre ahora se vea en los últimos años de su vida, se vea metido en todos estos problemas, por tanto, por tantos errores. En fin. Otro día, otro día hablamos, otro día hablamos más de este tema, otro día seguimos hablando de estos temas. Puede ser interesante hablar de vez en cuando aquí en el podcast de las cosas que pasan en España, de la historia de España, de. De. En fin, sí, de temas culturales de este tipo, siempre con un toque personal. Vale, yo lo que os doy aquí es mi visión personal. No soy un profesor de historia, soy un profesor de sociología, ni de política, ni nada. Esto es mi mi visión personal la podéis, la podéis tomar como queráis, pero es sobretodo sobre todo. Es una opinión mía, personal, mi visión, mi. Mi punto de vista. De acuerdo. Bueno, yo creo que yo creo que ese es el objetivo del podcast. Yo ya os he dicho antes que no quiero que este post que hace algo como un documental o algo así de las noticias o algo así, muy frío o no impersonal. No, no, no, no, yo quiero que sea personal, yo quiero que sea bueno como yo soy. Esto decir si vosotros estuvierais conmigo aquí tomando un café. Pues esto es lo que yo os diría. Vale chicos, lo dejamos aquí por hoy, que me enrollo como una persiana. Venga, nos vemos, nos vemos, no nos vemos, no nos escuchamos la próxima semana. Aquí el español con Juan, hasta luego español con Juan Carlos. Hoy ha sido español con Juan Carlos. Venga, hasta luego.