34 - La Gran Recesión
Este episodio se titula – La Gran Recesión
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Bueno, suficiente autopromoción sigamos . . . El Cristianismo demostró su vitalidad al soportar oleadas de persecución antes de Constantino el Grande. Cuando la persecución fue retirada y la Fe salió de las catacumbas para convertirse en la amiga del Estado, la pregunta era si sobreviviría a la corrupción del poder político que inevitablemente vendría. Mientras que muchos miles de paganos profesaron a la fe porque era políticamente conveniente, algunos creyentes sinceros marcaron la corrupción moral que estaba tomando lugar en la iglesia y dejaron a la sociedad a un lado para practicar una fe más pura en los monasterios, como vimos en nuestro último episodio.
La Iglesia institucional, por otra parte, se organizó de una manera que se parecía al antiguo sistema Imperial Romano. Cuando el Imperio se derrumbó bajo el peso de su propia corrupción, esa caída acelerada por las invasiones bárbaras, la pregunta era, ¿caería el cristianismo con ella?
La historia del Cristianismo en el Occidente es una historia notable de supervivencia. Tan a menudo en la historia, cuando una cultura es destruida, también lo es su religión. El Cristianismo ha demostrado ser una excepción. Muy a menudo perduró cuando la cultura cambió. Tal fue el caso en Europa y los acontecimientos que siguieron a la caída de Roma a finales del 5º siglo.
Cuando el Evangelio llegó por primera vez a aquellos centros urbanos que estaban en el corazón cultural del Imperio Romano a finales del 1º siglo y principios del 2º, era considerado como un movimiento reformista Judío. Sus primeros conversos fueron judíos esparcidos por el Imperio y aquellos gentiles que se habían unido a las sinagogas judías. Pero una vez que estos gentiles temerosos de Dios llegaron a la fe, evangelizaron a sus amigos gentiles. Siguiendo el ejemplo de Pablo de hablar a los filósofos en la colina de Marte, estos cristianos gentiles recrearon al Evangelio en términos Greco-Romanos, utilizando ideas y valores familiares a la mente pagana.
Cuando digo “pagano” no pienses en ello como el insulto que encontramos en nuestro lenguaje moderno; alguien sin una virtud moral. Por pagano me refiero a aquellos que practicaban la religión de los Griegos y Romanos con su panteón de dioses. En ese sentido, Platón y Aristóteles eran paganos. Zenón, el filósofo que desarrolló Estoicismo, era un pagano. Todos ellos fueron hombres que desarrollaron el marco filosófico que dio forma a la cosmovisión de la cultura y la sociedad Greco-Romana. Hacían algunas preguntas penetrantes que proporcionaron el trasfondo intelectual del 1º y 2º siglo. Los cristianos gentiles usaron estas preguntas y las usaron para decir que habían encontrado sus respuestas en Cristo. Muchos otros paganos encontraron estos argumentos convincentes y fueron conquistados a la fe. Algunos de los primeros Padres de la Iglesia incluso apelaron a los antiguos filósofos en las cartas formales que escribieron a los Emperadores sobre por qué la persecución de los cristianos era mala políticamente. Abogaron por una promoción de la Fe como una bendición para la salud de la cultura, no como un daño a ella. Su defensa de la Fe fue redactada en términos con los que los Emperadores estaban familiarizados porque compartían el mismo lenguaje filosófico.
Mi punto aquí es que el Cristianismo apelo a la cosmovisión Greco-Romana en medio de la cual estaba creciendo. Entonces, ¿qué pasaría cuando esa sociedad cayera?
Además, la organización estructural de la Iglesia llegó a parecerse cada vez más a la estructura Imperial. ¿Qué pasaría cuando este fuera desmantelado? ¿Sobreviviría la Fe? ¿Había crecido el cristianismo demasiado cerca de la cultura?
La respuesta es à Sí y No. La muerte del Imperio representó un retroceso a la Iglesia. Pero nos podríamos preguntar que si tal vez eso fue algo bueno. La Iglesia institucional se había desviado de muchos aspectos de su propósito y llamamiento. Muchos obispos estaban mucho más preocupados por su poder político que por su papel como pastores espirituales. En muchas mentes, el poder espiritual y terrenal se había fusionado para ser la misma cosa.
La caída de Roma permitió que la Fe se separara de los apegos políticos que la habían corrompido durante un siglo y medio. Pero no hay duda de que desde el siglo 6º hasta el 9º, el cristianismo sufrió una especie de declinación espiritual. Durante esos 400 años, el número total de personas que afirmaban ser cristianos disminuyó, los nuevos movimientos de renovación disminuyeron, y fue marcado el cambio del vigor moral y espiritual. Claro que hubo excepciones, pero en general, el Cristianismo perdió territorio, dandole a este período de tiempo en la historia de la Iglesia el título, como lo llama Kenneth Scott Latourette, la Gran Recesión.
Siguiendo la cronología de la historia de la Iglesia en este punto se vuelve difícil porque estaban pasando muchas cosas en varios lugares. Así que, para el equilibrio de este episodio, quiero dar un bosquejo rápido de las muchas marchas hacia atrás y pocos avances que el cristianismo vio desde el 6º hasta el siglo 9º.
Cuando los Godos, Visigodos y Ostrogodos entraron para limpiar los huesos del Imperio Romano Occidental en el 5º siglo, sucedió algo notable. Aunque tomaron para sí mismos las riquezas del Imperio, también adoptaron algunas de las costumbres Romanas que admiraban. Pero nada fue tan sorprendente de cómo ellos abrazaron al Cristianismo. En verdad, estos bárbaros ya eran lo que tendríamos que describir como nominalmente cristianos. Su invasión y el establecerse en tierras Romanas impulsaron en gran medida su identificación con la Fe.
Recuerde que, en el mundo antiguo, la guerra era más que un simple intento de tomar tierra y saquear; era un concurso de Fe. Los antiguos creían que el conflicto armado era una especie de tira y afloja espiritual. El dios más poderoso le daba la victoria a su pueblo. Esta es la razón por la que cuando un pueblo derrotaba a otro, la religión del perdedor fue a menudo aniquilada.
Pero los bárbaros Germánicos tendían a abrazar el cristianismo en lugar de destruirlo. Había algo diferente en el mensaje de Cristo de sus antiguas religiones populares que los llamo y convirtió. Así que cuando derribaron la estructura Imperial romana, dejaron las iglesias intactas. Los obispos continuaron ejerciendo la supervisión de sus rebaños.
A diferencia de otras religiones, el cristianismo era súper-cultural. No era sólo la fe de un grupo; potencialmente abrazaba a todos. Incluso aquellos que rechazaron el Evangelio reconocieron que no era simplemente la espiritualidad de un grupo étnico específico. Su mensaje trascendía la cultura para abarcar a toda la humanidad.
Esa era la situación en las fronteras norte y noreste del Imperio. La situación en el sur era muy diferente. En el siglo 7º el Islam salió de Arabia para conquistar el Medio Oriente y el Norte de África. Los musulmanes lograron tomar territorio en España antes de que el ejército de Charles Martel les impidiera empujar más al norte en año 732. Donde el Islam conquistaba, reemplazaba a las religiones nativas. Grupos de judíos y cristianos determinados desposeídos pudieron ver como existir, pero en general, la Media Luna reemplazó a la Cruz en todo el Medio Oriente y el Norte de África.
Aunque no hay una fecha o evento específico que marque el inicio de la Gran Recesión, estableceremos el año 500 como el punto de partida. Aquí esta la razón por qué …
En 476 el último Emperador Romano fue depuesto por el líder de los Godos Odoacer. Esto marca el fin del Imperio Romano Occidental. La capital se trasladó indiscutiblemente a Constantinopla en el Este.
20 años más tarde, en el año 496, el rey Franco Clodoveo fue bautizado. Esto marcó una nueva era en la que los gobernantes Germánicos se convirtieron en los abanderados de la Fe, en lugar de los Romanos.
Luego, en 529, el emperador Oriental Justiniano cerró las Escuelas de Atenas. Estas academias fueron los últimos símbolos oficiales del paganismo Greco-Romano. Justiniano les ordenó cerrar para señalar el triunfo final del Cristianismo sobre el paganismo.
En ese mismo año, 529, Benedicto construyó su monasterio en Monte Casino como vimos en nuestro último episodio. La Regla Benedictina iba a tener un gran impacto del curso de la Fe en Occidente.
Mientras que el Cristianismo parecía tropezar en muchos de los lugares donde había sido instalado 300 a 400 años antes, continuó su implacable propagación en un nuevo territorio. Fue a principios del 6º siglo que la Fe subió el Nilo hacia Sudán. Y en la última parte de ese siglo, el Papa Gregorio envió misioneros a Gran Bretaña y a principios del 7º siglo el Evangelio llegó a China.
Pero el 7º siglo fue cuando comenzaron las conquistas Arabes. En menos de 20 años después de la muerte de Mohammed, el Islam había levantado su bandera sobre, Israel, Siria, Mesopotamia, Persia y Egipto. Antes de finales del siglo habían conquistado todo el norte de África, incluida la capital de Cartago y para el año 715 habían tomado España.
Si has estado escuchando desde los primeros episodios, sabes que estas tierras que los Árabes conquistaron tenían una rica historia cristiana, especialmente en el norte de África. Alejandría y Cartago fueron el hogar de algunos de los líderes y teólogos cristianos más prominentes – Atanasio & Arrió, Alejandro, Cirilo, y Agustín, por nombrar algunos. Al mismo tiempo, que los Árabes sestaban extendiendo el Islam a través de las tierras Cristianas, en la península de los Balcanes y Grecia, los Eslavos paganos llegaron y no tenían planes de irse. En el año 680, los asiáticos llamados Búlgaros cruzaron el río Danubio y establecieron un reino en lo que había sido la frontera Oriental del Imperio.
Entre las pérdidas por los Arabes en el sur y los Eslavos y Búlgaros en el Este, se perdió aproximadamente la mitad de la superficie total que había sido territorio Cristiano.
El 8º siglo vio un gran número de tribus Alemanas llegar a la Fe. Pero los 9º y 10º siglos estuvieron marcados por repetidas invasiones de paganos del lejano norte. Estos Escandinavos asaltaron las costas del norte de Europa, Gran Bretaña y todo el camino a Rusia. Se deleitaron con saquear las muchas iglesias y monasterios indefensos que incluyeron en sus conquistas.
Estas incursiones Escandinavas ayudaron a romper la frágil unidad que los Carolingios habían tenido en Europa. La sociedad se dividió en regiones políticas menores y la calidad de la espiritualidad en las iglesias disminuyó. La disciplina en los monasterios se volvió menos rigurosa. Los obispos se centraron más en asuntos seculares que espirituales. El clero se corrompió. Y el Papa Romano se convirtió en un fútbol político.
La iglesia Oriental del 8º y 9º siglo fue quebrantada por una controversia teológica sobre el uso de imágenes. En el 9º siglo, los musulmanes conquistaron Sicilia y Creta, y establecieron una base en el sur de Italia.
En China de mediados del 9º siglo, el cristianismo experimentó una ola de feroz persecución. Esto se debió a que la Fe se identificó demasiado estrechamente con la dinastía anterior.
Al llegar a los principios del siglo 10, había varios signos positivos de que la Fe estaba creciendo de nuevo en las regiones donde había disminuido. Muchas iglesias fueron plantadas entre los Eslavos y Búlgaros. La Fe extendió su alcance a Rusia y hay indicios de que la Iglesia en la India creció durante este tiempo.
Una señal de un giro espiritual positivo tuvo lugar en el este de Francia en un lugar llamado Cluny. En el año 910, el Duque Guillermo de Aquitania fundó un monasterio sobre la Regla de San Benito. Los abades seleccionados para liderarlo eran hombres de tremendo carácter y piedad. Estaban decididos a corregir las actitudes morales laxas que se habían vuelto demasiado comunes en la vida del monasterio.
Las reformas Clunicas no sólo revitalizaron la vida monástica, sino que establecieron una nueva jerarquía para los monasterios. Antes de Cluny, los monasterios estaban conectados y en cierto sentido respondían a los obispos locales y a la nobleza. Cluny y los monasterios que vinieron de él eran directamente responsables ante el Papa. Esto se convirtió en un elemento importante de la vida de la iglesia cuando durante el 11º siglo, los papas trataron de desamarrar a la Iglesia de los poderes seculares.
Mientras que la vida monástica nos puede parecer extraña y al mismo tiempo ser un estereotipo de la visión romántica de la vida medieval que tenemos hoy en día, los monasterios actuaron como repositorios de la sabiduría y el aprendizaje de generaciones anteriores. A medida que oleada tras oleada de invasores arrasaba a Europa, y la sociedad se destrozaba en mil pedazos, los monasterios seguían siendo faros culturales.