Esta es la Foto Más Antigua del Universo
Aquí va una gran verdad: el universo es desagradablemente enorme, tan colosal que no nos permite contemplarlo
en directo.
La luz tarda tanto tiempo en recorrer las vastas distancias y llegar hasta nosotros
que, cuando golpea nuestros ojos, vemos el cosmos con mucho retraso.
¿La luna?
1 segundo de retraso ¿El sol?
8 minutos de retraso ¿la estrella más cercana?
4 años de retraso ¿la galaxia más próxima?
2 millones de años de retraso… No observamos el universo tal y como es ahora… vemos como
fue.
Astros que hoy vemos… puede que ahora ya ni existan.
Mirar al cielo es mirar al pasado.
Pero, en el fondo, esta es una idea divertida, porque si cuanto más lejos observas, más
al pasado te remontas, ¿eso quiere decir que, si miro lo bastante lejos, sería capaz
de ver el cosmos cuando solo era un recién nacido?
¿Puede verse así el universo primitivo?
Bueno, la realidad es algo más compleja: una vez nos hemos adentramos en el espacio
profundo, el cosmos parece rebobinar: las grandes estructuras se desdibujan, la temperatura
sube, la materia se une en una gran nube que, por un tiempo, no brilla mucho, hasta que,
de repente, se ilumina intensamente y después… oscuridad.
La imagen se corta; a partir de una cierta distancia ya no vemos nada más.
Luego, ésta última luz es importante.
Si la capturas y la plasmas en una foto, aparece algo así.
¿Excitante, verdad?
Por aburrida que parezca, esta es la foto más antigua del universo, “del universo
”no solo porque no hay una más vieja, sino porque es así como lucía el universo primitivo:
igual en todos lados.
Esta foto tiene un nombre: el Fondo Cósmico de Microondas.
Sí, “fondo” porque no hay luz “detrás” de él y, sí, “microondas”: esta luz
ha estado viajando hasta nosotros tanto tiempo que la expansión del universo le ha robado
mucha energía… hasta dejarla del color de las microondas.
Una advertencia: si alguien os dice que el fondo de microondas es el “eco del big bang”
o “la luz de big bang”, pegadle una colleja de mi parte… no es la luz del big bang.
Es la luz emitida unos cuatrocientos mil años después del big bang.
Omitir esos años es un verdadero crimen; os aseguro que ocurrieron muchas cosas en
ese tiempo.
Y, al hilo de esto, ¿qué tiene de especial ese momento?
¿por qué no existe una luz más antigua?
La respuesta está en cómo era el universo primitivo: un lugar de pocas libertades.
En esta época el cosmos era tan denso y tan caliente que los átomos no podían existir:
los protones y los electrones tenían tanta energía que danzaban por separado en este
plasma primigenio.
Esto era un fastidio para la luz que vivía allí, pues ella no puede evitar interactuar
con partículas con carga eléctrica.
Tan pronto como la luz intentaba moverse, se encontraba con un protón o un electrón
que la absorbía y la remitía.
Los rayos de luz no eran capaces de avanzar mucha distancia sin que una carga los cazase.
Eran prisioneros de aquel plasma; la luz estaba acoplada.
Pero todo llega a su fin: la expansión del universo redujo la temperatura, y electrones
y protones quedaron lo suficientemente quietos como para que la atracción funcionase y se
formaran los primeros átomos.
Esta pequeña época se llama Recombinación.
Como los electrones apantallan el núcleo, el conjunto parece no tener carga.
La luz, al no tener cargas con las que rebotar, se ve liberada del plasma, y los grandes viajes
nacen para ella… así que, durante el mismísimo nacimiento de los átomos, la luz golpeó
una última vez el plasma y salió disparada.
Algunos de estos rayos acabarían chocando de nuevo, pero otros seguirían su camino
sin interactuar con nada, viajando por el espacio durante miles de millones de años…
hasta acabar en la Tierra.
Este es el fondo de microondas.
Luego, la razón de que no veamos nada anterior es que el “habitat” primitivo impedía
a luz recorrer el suficiente camino como para que llegue hasta aquí.
¡Pero!
Hemos hablado solo de fotos del universo tomadas con luz.
Los físicos piensan que se pueden obtener fotos incluso anteriores captando otras cosas,
como, por ejemplo, neutrinos.
Al igual que la luz, los neutrinos también se desacoplaron del plasma, solo que lo hicieron
terriblemente pronto: un segundo después del Big Bang, lo que implica que podemos tener
una foto aún más antigua que el fondo de microondas.
Y me dejo una cosa en el tintero: aunque el fondo de microondas parece tener un aspecto
bastante liso, si tus aparatos de medida son lo suficientemente precisos notarás que no
es realmente así, que hay pequeñísimas diferencias en el color.
Estas diferencias son el Santo Grial para los cosmólogos… pero de eso hablaremos
en otro vídeo.
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