¿Puede BIDEN renegociar con IRÁN el ACUERDO NUCLEAR? - VisualPolitik
Puede que os suene raro, pero ahora mismo hay algo incluso más importante y más prioritario
en la política internacional que la pandemia del coronavirus. Hablamos de las negociaciones
por el nuevo acuerdo nuclear con Irán. Y ¿por qué decimos que es más importante
que la pandemia? Pues porque las negociaciones se están celebrando en Viena, la capital
de Austria. Y Austria ha sido el primer país de la Unión Europea en decretar un nuevo
confinamiento antes de estas Navidades. La gente confinada. Negocios cerrados. Y, en
medio de todo esto, ¿creéis que las negociaciones también se han cancelado? Pues no, precisamente
lo contrario. Porque, como vamos a ver en este vídeo, en este caso hay mucho en juego.
Por eso, a pesar del confinamiento y las mil y una variantes nuevas del coronavirus, Viena
está dispuesta a darlo todo para que las partes lleguen a un acuerdo. Se trata de Irán,
por un lado, y por el otro, de todo un grupo de países que ya os podéis imaginar cuáles
son. Hablamos de la Unión Europea representada en su conjunto, Alemania y los cinco miembros
permanentes del Consejo de Seguridad. Si sois seguidores de VisualPolitik, seguro
que ya conocéis a estos cinco. Y si no, repetid conmigo: [va contando con los dedos] Rusia,
China, Francia, Reino Unido y los Estados Unidos.
Ahora bien, aquí hay un problema. Porque uno de estos países la ha liado muy gorda
precisamente con el anterior acuerdo nuclear con Irán. Sabéis de quién estoy hablando,
¿verdad? ¡Exacto! (Donald Trump pulls US out of Iran nuclear
deal. FT) (Donald Trump retira a los Estados Unidos
del acuerdo nuclear con Irán.) Y, por eso, estamos viviendo ahora una especie
del día de la marmota. Juzgad por vosotros mismos. Año 2015: Estados Unidos está negociando
un acuerdo nuclear con Irán. Año 2021: Estados Unidos está negociando un acuerdo nuclear
con Irán. Y vale, hay cosas que no cambian, pero hay muchas otras que sí. Porque la situación
en la que estamos hoy es muy diferente a la del 2015. Y no me estoy refiriendo a la pandemia.
Hablamos del tiempo, o, mejor dicho, de la falta del tiempo. Atentos:
(In its quarterly report on September 7, the International Atomic Energy Agency (IAEA)
reported that Iran was enriching uranium at levels significantly higher than allowed under
the 2015 nuclear deal. USIP (En su informe trimestral del 7 de septiembre,
la Agencia Internacional de Energía Atómica informó que Irán estaba enriqueciendo uranio
a niveles significativamente más altos de lo permitido por el acuerdo nuclear de 2015.
USIP) Habéis oído bien: entre uno y dos meses.
Como ya sabéis, cuando hablamos del enriquecimiento de uranio, los niveles importan. Os lo explicamos
ya en un antiguo vídeo de VisualPolitik que os dejo en la descripción. Pues bien, Irán
ha estado enriqueciendo uranio por encima del 60%. Eso es mucho. En el momento en el
que grabamos este vídeo, Irán no tiene bomba nuclear… pero cada vez está más cerca.
Pero, ¿por qué es tan malo que Irán se haga con una bomba nuclear? ¿Cuales son los
problemas a la hora de negociar este acuerdo? Y, ¿por qué es tan importante el nuevo acuerdo
nuclear? ¿De verdad hay razones para pensar que esta vez va a funcionar? Hoy vamos a responder
a estas preguntas, pero antes, vamos a ver un poco
de historia. En otros vídeos de VisualPolitik ya os hemos
contado muchas veces cómo se ha desarrollado el programa nuclear de Irán. Y también os
hemos hablado sobre el acuerdo nuclear de 2015. Si queréis profundizar en estos temas,
solo tenéis que echar un vistazo a nuestro canal. Y si no tenéis tiempo, no os preocupéis,
porque os vamos a hacer un resumen ahora mismo. • Año 1957. Bajo el Gobierno del Sah, Irán
inaugura su programa nuclear. ¿Quién le está ayudando? Exacto, su mejor amigo del
momento, los Estados Unidos. • Año 1979. La revolución: cae el Sah
e Irán se convierte en una república islámica. • Así que ya tenemos al Irán que todos
conocemos hoy: un régimen muy conservador con una idea fija: crear una bomba atómica.
Por eso, reinicia su programa nuclear en 1982. • 2002. La IAEA descubre estas aspiraciones
megalómano-nucleares. Llegan las sanciones internacionales.
• 2003. Irán se muestra dispuesto a negociar, e incluso llega a paralizar temporalmente
su programa nuclear. • Hasta que llega el 2006, y los niveles
de enriquecimiento de uranio vuelven a subir. Además, Irán impide el acceso de observadores
externos a sus centrales nucleares. • Año 2013: los Estados Unidos e Irán
empiezan unas negociaciones formales sobre un posible acuerdo nuclear.
• Dos años más tarde, fumata blanca: tenemos el acuerdo. Se establece el nivel máximo
permitido de enriquecimiento—por debajo del 4%—, y la cantidad de uranio que Irán
puede acumular. Todo apunta a que el mundo está a salvo: Irán no va a crear una bomba
atómica. • Pero llega el 2018, y un buen día, el
protagonista de la temporada Donald Trump dice: voy a retirar a los Estados Unidos del
acuerdo nuclear. Y ¿por qué lo hace? Porque Israel le ha estado susurrado al oído que
Irán está infringiendo el acuerdo. • Estados Unidos se sale del acuerdo y reimpone
las sanciones a Irán, hundiendo la economía del país. Irán vuelve a enriquecer uranio
más allá del límite permitido. • Año 2021, el nuevo presidente de los
Estados Unidos Joe Biden se marca como objetivo arreglar todo el lío que había montado Donald
Trump. Decide volver a negociar con Irán. Y aquí es cuándo llegamos a Viena. Pero,
¿por qué querría Irán volver a negociar con los Estados Unidos? ¿Hasta qué punto
es posible llegar a un nuevo acuerdo ahora? Y ¿cómo de real es la amenaza de que Irán
desarrolle una bomba nuclear? ¡Ahora mismo, lo vamos a ver!
(¿QUÉ QUEREMOS? ¡ACUERDO!) Bueno, después de este breve recorrido por
la historia, volvamos a Viena. Recordad quiénes son nuestros protagonistas:
China, Rusia, el Reino Unido, los Estados Unidos, la Unión Europea e Irán.
Vale que estamos hablando de países muy diferentes, que muchas veces incluso se llevan mal. Pero
en este caso, todos quieren lo mismo: un acuerdo nuclear. Y ¿por qué decimos esto? Vamos
por partes. Si recordáis, Irán no es el país más feliz
del mundo. Sí, tiene casi tantas reservas de petróleo como Arabia Saudita. Además,
es el segundo país con más gas natural del mundo, solo por detrás de Rusia. Toda una
superpotencia energética. Pero, estos recursos le sirven de poco porque apenas los puede
vender. Aquí tenéis la razón principal: (U.S. will sanction whoever purchases Iran's
oil: oficial. Reuters) (Es oficial: los Estados Unidos pondrán sanciones
a cualquiera que compre el petróleo de Irán) Es decir, no solo es que Estados Unidos no
compre petróleo a Irán. Es que además hace muy difícil que otros países lo hagan. Por
eso, las exportaciones iraníes se regulan a golpe de sanciones. Y, a su vez, estas sanciones
están muy relacionadas con el programa nuclear de Irán.
Y estas sanciones han dejado la economía de Irán para el arrastre ¿Sabéis qué tampoco
ayuda a la economía de Irán? Exacto, la pandemia del coronavirus. Y, por supuesto,
el régimen está haciendo todo lo posible para hacer frente a estos problemas. ¿Cómo?
A través de un método tan antiguo como infalible. Atentos:
(Iran bans newspaper that linked supreme leader to poverty. CTV News)
(Irán prohíbe el periódico que vincula al líder supremo con la pobreza)
Pues sí, hablamos de la censura. Lo siento por si os esperabais otra cosa. Y me diréis,
vale, puede que a Irán no le importe mucho su población. Pero, ¿de verdad puede seguir
desarrollándose en medio de este caos económico y bloqueos comerciales? Obviamente, no. De
hecho, según un informe oficial iraní, si las sanciones se mantienen, la inflación
alcanzará el 65% en los próximos cinco años. Es un nivel catastrófico. Y la solución
parece fácil: que se levanten las sanciones, ¿no? De hecho, cuando se levantaron con el
acuerdo nuclear anterior, el PIB de Irán subió de golpe 14 puntos. Pero, para que
esto vuelva a pasar, Irán tendría que dejar de jugar con los átomos y ponerse a negociar,
como ya lo hizo en 2015. Y ¿por qué querría el resto de los países
negociar con Irán? Hay, por lo menos, tres razones. Uno: nadie quiere que Irán tenga
bomba atómica. Dos, a Biden le interesa apuntarse un tanto, porque lleva una temporadita que
vamos, monta un circo y le crecen los enanitos. No le vendría nada mal ser recordado por
algo bueno. Y tres, si esto pasa, muchos otros países también saldrían beneficiados. Porque
recordad que las sanciones repercuten más allá de las fronteras de Irán. Me refiero
a esto: (Oil Rises as Trump Issues ‘Biting' Sanctions
on Iran. WSJ) (Los precios del petróleo suben cuando Trump
aprueba sanciones dolorosas sobre Irán) Es de primero de VisualPolitik: a menor oferta
de petróleo, más altos los precios. Así que, si pensabais que esto de las negociaciones
no tiene nada que ver con vosotros, acordaos de Irán la próxima vez que paséis por una
gasolinera. Por cierto, que hablando de VisualPolitik…
este es un momento fantástico para recordaros que podéis formar parte de nuestro proyecto
¿Cómo? Entrando en nuestro patreon. No sólo podréis acceder a merchandising exclusivo.
Además, podréis leer nuestra newsletter semanal donde contamos un montón de cosas
que no salen en los vídeos. Análisis políticos semanales que no encontraréis en ningún
otro lugar. Y además, estaréis ayudando a que este proyecto sea posible. Pero volvamos
con nuestra historia porque no solo hablamos de petróleo.
También hablamos de todo tipo de empresas que a lo mejor querrían hacer negocios con
Irán, pero no están dispuestas a desaparecer del resto del mercado internacional. Porque
recordad que, si eres una empresa, bajo las sanciones actuales o puedes operar en los
Estados Unidos, o haces negocios en Irán. Dicho de otra forma: todos quieren un acuerdo
nuclear ¿Puede salir adelante? Ahora mismo lo vamos a ver.
(LA LETRA PEQUEÑA) Como hemos visto, todos los países que están
ahora mismo reunidos en Viena están interesados, al menos, en un principio, en llegar a un
nuevo acuerdo nuclear. Pero, ¿creéis que esto es una garantía de que habrá acuerdo
sí o sí? Bueno, dejadme que os cuente una fábula. Había una vez un cangrejo, un cisne
y un pez, y los tres decidieron tirar de un carro. ¿Qué pasó? Que el cisne volaba,
así que tiraba hacia el cielo. El pez arrastraba el carro hacia el mar y el cangrejo, hacia
un lado. Y con todo eso, el carro se quedó donde estaba. En otras palabras, lo que puede
pasar ahora con el acuerdo nuclear de Irán es tan viejo como la humanidad. Si cada país
va tirando de la manta para su lado, a ver cuánto tarda la manta en romperse.
Sumadle a esto que las negociaciones se están celebrando a un ritmo muy, pero que muy lento.
Estados Unidos y sus aliados quieren regresar al acuerdo nuclear de 2015 sin cambiar ni
una coma. El típico “Oye, mira, lo siento, hacemos
como que Trump no fue presidente de Estados Unidos y… volvemos a lo de antes”. Pero
para Irán, esta opción es impensable. O se hace un acuerdo nuevo, o se acaba la conversación.
Y lo que pide Irán, de entrada, tampoco parece tan descabellado. Básicamente, quiere garantías
de que Estados Unidos no volverá a salirse del acuerdo.
Pero claro, es muy difícil que Estados Unidos se comprometa a algo de por vida porque…
la democracia es así. Y más, en una cuestión tan delicada como un acuerdo nuclear. Obviamente,
también quedan muchos detalles técnicos por resolver. Pero si creéis que Irán es
el único que no está contento con sus socios, estáis muy equivocados.
(Iran nuclear draft proposals ‘not a reasonable basis' for deal: France. Al Arabiya)
(Para Francia, las propuestas del borrador nuclear de Irán "no son una base razonable"
para un acuerdo) Y no es solo eso. A lo mejor estabais pensando
que los delegados de Irán están negociando todas estas condiciones directamente con los
Estados Unidos. Pero no, porque estos dos tienen una relación
tan chunga que con suerte se miran a los ojos. Así que, las negociaciones son indirectas,
y al resto de países les ha tocado hacer de mediador. Irán se reúne con Francia,
luego Francia le traslada la información a los Estados Unidos, pero mientras tanto
Irán ya se está reuniendo con Rusia y con China y a lo mejor ha cambiado por completo
de idea. Vamos, pocas veces ha estado la alta política tan cerca de parecer el teléfono
escacharrado. Y ya os podéis imaginar el resto. Más intrigas
que en Juego de Tronos, campañas de desinformación y, sobre todo, muchas caras de póker. Porque
en este pulso a varias manos, a cada parte le interesa mostrarse más fuerte de lo que
es. Por ejemplo, para Irán, la estrategia pasa
por alargar las negociaciones. De esta forma, el gobierno actual, dirigido por Ebrahim Raisi,
marca distancias con el presidente anterior Rouhani. Rouhani fue quien negoció el acuerdo
anterior, y ya sabéis que todo empezó muy bien, pero terminó bastante mal cuando Trump
se retiró del acuerdo. Por eso, muchos acusaron a Rouhani de haber sido demasiado rápido
y crédulo. Son dos cosas de las que ahora Irán no puede pecar. Es más, antes de llegar
al poder, el presidente actual Raisi era uno de los principales detractores del acuerdo
nuclear de 2015. Entonces, ¿qué hace ahora en Viena? Básicamente,
aceptar que es el dinero, y no las aspiraciones nucleares, lo que mueve el mundo. Y si, para
que se levanten las sanciones, Irán tiene que dejar de soñar con las bombas, lo mínimo
que puede hacer es considerar esta opción.
Por eso, no os dejéis engañar por el ritmo lento de las negociaciones. Y no tengáis
la menor duda de que el régimen iraní se las está tomando muy en serio. He aquí la
prueba. Decidme, ¿os suena el nombre de Ali Bagheri? Probablemente, no. Pero os voy a
decir una cosa: si las negociaciones de Viena salen bien para Irán, lo vais a ver más
a menudo. Bagheri es el nuevo jefe de la delegación
negociadora iraní. Es un político experimentado, viene de una familia importante y cuenta con
la confianza del presidente Raisi. Pero es que, además —y muchos analistas lo olvidan—
es familia del propio líder supremo de Irán. Sí, ese cargo que es tan importante para
el país que por si acaso no lo eligen democráticamente. Para que os hagáis una idea: en los últimos
40 años, Irán ha tenido ocho presidentes y solo dos líderes supremos. Bueno, pues
Ali Bagheri es el hermano del yerno del líder supremo Alí Jamenei. Y vale que son familia
lejana. Pero incluso este parentesco es suficiente para deducir que todo lo que se negocia en
Viena está consensuado al milímetro con la máxima autoridad de Irán. Así que, si
Bagheri consigue un acuerdo beneficioso, seguramente escale una decena de posiciones en el ascensor
político iraní. Sin embargo, a estas alturas, ya sabéis que
llegar a un nuevo acuerdo nuclear no es tan fácil como parece. No os olvidéis de que
mientras que los delegados están reunidos en Austria, Estados Unidos sigue imponiendo
sus sanciones, e Irán continúa enriqueciendo uranio a niveles inequívocos. Por cierto,
sí, esto es grave, pero tampoco os quiero asustar.
Aunque es cierto que Irán podría tener mucho uranio enriquecido en muy poco tiempo, tardaría
de uno a dos años en construir su bomba nuclear. Así que espero que después de ver este vídeo,
nadie se ponga a excavar un búnker en el patio trasero. Primero, Irán no tiene todavía
la bomba. Y segundo, que ya os lo hemos dicho: Irán quiere disuasión, no destrucción.
Que no cunda el pánico. Llegados a este punto, solo me queda por contaros
una cosa. Porque hay un actor más, del que todavía no os hemos hablado, pero que está
muy en contra de las negociaciones de Viena. Hablamos de Israel. Pero esto, lo veremos
en el siguiente vídeo de esta serie. - Así que no os olvidéis de suscribiros a VisualPolitik,
porque sacamos vídeos nuevos cada semana. Y, mientras tanto, la pregunta es para vosotros.
¿Creéis que se puede llegar a un acuerdo que será bueno para todos? ¿Qué pasará
si las negociaciones acaban en nada? ¿Os preocupa el programa nuclear de Irán? Podéis
dejar vuestras respuestas en los comentarios.