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Niebla - Unamuno, III

III

—Hoy te retrasaste un poco, chico —dijo Víctor a Augusto—, ¡tú, tan puntual siempre!

—Qué quieres... quehaceres...

—¿Quehaceres, tú?

—Pero ¿es que crees que solo tienen quehaceres los agentes de bolsa? La vida es mucho más compleja de lo que tú te figuras.

—O yo más simple de lo que tú crees...

—Todo pudiera ser.

—¡Bien, sal!

Augusto avanzó dos casillas el peon del rey, y en vez de tararear como otras veces trozos de opera, se quedó diciéndose: «¡Eugenia, Eugenia, Eugenia, mi Eugenia, finalidad de mi vida, dulce resplandor de estrellas mellizas en la niebla, lucharemos! Aquí sí que hay lógica, en esto del ajedrez y, sin embargo, ¡qué nebuloso, qué fortuito después de todo! ¿No será la lógica también algo fortuito, algo azaroso? Y esa aparición de mi Eugenia, ¿no será algo lógico? ¿No obedecerá a un ajedrez divino?»

—Pero, hombre —le interrumpió Víctor—, ¿no quedamos en que no sirve volver atrás la jugada? ¡Pieza tocada, pieza jugada!

—En eso quedamos, sí.

—Pues si haces eso te como gratis ese alfil.

—Es verdad, es verdad; me había distraído.

—Pues no distraerse; que el que juega no asa castañas. Y ya lo sabes; pieza tocada, pieza jugada.

—¡Vamos, sí, lo irreparable!

—Así debe ser. Y en ello consiste lo educativo de este juego.

«¿Y por qué no ha de distraerse uno en el juego? —se decía Augusto—. ¿Es o no es un juego la vida? ¿Y por qué no ha de servir volver atrás las jugadas? ¡Esto es la lógica! Acaso esté ya la carta en manos de Eugenia. Alea jacta est! A lo hecho, pecho. ¿Y mañana? ¡Mañana es de Dios! ¿Y ayer, de quién es? ¿De quién es ayer? ¡Oh, ayer, tesoro de los fuertes! ¡Santo ayer, sustancia de la niebla cotidiana!»

—¡Jaque! —volvió a interrumpirle Víctor.

—Es verdad, es verdad... veamos... Pero ¿cómo he dejado que las cosas lleguen a este punto?

—Distrayéndote, hombre, como de costumbre. Si no fueses tan distraído serías uno de nuestros primeros jugadores.

—Pero, dime, Víctor, ¿la vida es juego o es distracción?

—Es que el juego no es sino distracción.

—Entonces, ¿qué más da distraerse de un modo o de otro?

—Hombre, de jugar, jugar bien.

—¿Y por qué no jugar mal? ¿Y qué es jugar bien y qué jugar mal? ¿Por qué no hemos de mover estas piezas de otro modo que como las movemos?

—Esto es la tesis, Augusto amigo, según tú, filósofo conspicuo, me has enseñado.

—Bueno, pues voy a darte una gran noticia.

—¡Venga!

—Pero, asómbrate, chico.

—Yo no soy de los que se asombran a priori o de antemano.

—Pues allá va: ¿sabes lo que me pasa?

—Que cada vez estás más distraído.

—Pues me pasa que me he enamorado.

—Bah, eso ya lo sabía yo.

—¿Cómo que lo sabías...?

—Naturalmente, tú estás enamorado ab origine, desde que naciste; tienes un amorío innato.

—Sí, el amor nace con nosotros cuando nacemos.

—No he dicho amor, sino amorío. Y ya sabía yo, sin que tuvieras que decírmelo, que estabas enamorado o más bien enamoriscado. Lo sabía mejor que tú mismo.

—Pero ¿de quién? Dime, ¿de quién?

—Eso no lo sabes tú más que yo.

—Pues, calla, mira, acaso tengas razón...

—¿No te lo dije? Y si no, dime, ¿es rubia o morena?

—Pues, la verdad, no lo sé. Aunque me figuro que debe de ser ni lo uno ni lo otro; vamos, así, pelicastaña.

—¿Es alta o baja?

—Tampoco me acuerdo bien. Pero debe de ser una cosa regular. Pero ¡qué ojos, chico, qué ojos tiene mi Eugenia!

—¿Eugenia?

—Sí, Eugenia Domingo del Arco, avenida de la Alameda, 58.

—¿La profesora de piano?

—La misma. Pero...

—Sí, la conozco. Y ahora... ¡jaque otra vez!

—Pero...

—¡Jaque he dicho!

—Bueno...

Y Augusto cubrió el rey con un caballo. Y acabó perdiendo el juego.

Al despedirse, Víctor, poniéndose la diestra, a guisa de yugo, sobre el cerviguillo, le susurró al oído:

—Conque Eugenita la pianista, ¿eh? Bien, Augustito, bien; tú poseerás la tierra.

«¡Pero esos diminutivos —pensó Augusto—, esos terribles diminutivos!» Y salió a la calle.

III III III III III 三、

—Hoy te retrasaste un poco, chico —dijo Víctor a Augusto—, ¡tú, tan puntual siempre! „Du warst heute ein bisschen zu spät, Junge", sagte Victor zu Augusto, „du, immer so pünktlich!" -You were a little late today, boy," said Victor to Augusto, "you, always so punctual!

—Qué quieres... quehaceres... —Was willst du... Aufgaben... -What do you want... chores...

—¿Quehaceres, tú? -What do you do, you?

—Pero ¿es que crees que solo tienen quehaceres los agentes de bolsa? "Aber glauben Sie, dass nur Börsenmakler Aufgaben haben?" -But do you think that only stockbrokers have jobs to do? La vida es mucho más compleja de lo que tú te figuras.

—O yo más simple de lo que tú crees... "Oder ich einfacher als du denkst ..."

—Todo pudiera ser. "Alles könnte sein."

—¡Bien, sal! "Na, raus!"

Augusto avanzó dos casillas el peon del rey, y en vez de tararear como otras veces trozos de opera, se quedó diciéndose: «¡Eugenia, Eugenia, Eugenia, mi Eugenia, finalidad de mi vida, dulce resplandor de estrellas mellizas en la niebla, lucharemos! Aquí sí que hay lógica, en esto del ajedrez y, sin embargo, ¡qué nebuloso, qué fortuito después de todo! Es gibt Logik hier, im Schach, und doch wie nebulös, wie zufällig! ¿No será la lógica también algo fortuito, algo azaroso? Ist Logik nicht auch etwas Zufälliges, etwas Zufälliges? Y esa aparición de mi Eugenia, ¿no será algo lógico? Und diese Erscheinung meiner Eugenia, ist das nicht logisch? ¿No obedecerá a un ajedrez divino?»

—Pero, hombre —le interrumpió Víctor—, ¿no quedamos en que no sirve volver atrás la jugada? "Aber, Mann", unterbrach Victor ihn, "sind wir nicht der Meinung, dass es sinnlos ist, das Stück zurückzudrehen?" -But, man," interrupted Victor, "didn't we agree that there's no point in going back on the move? ¡Pieza tocada, pieza jugada!

—En eso quedamos, sí. -That's what we agreed on, yes.

—Pues si haces eso te como gratis ese alfil. "Nun, wenn du das tust, esse ich diesen Bischof umsonst."

—Es verdad, es verdad; me había distraído.

—Pues no distraerse; que el que juega no asa castañas. —Nun, lassen Sie sich nicht ablenken; dass derjenige, der spielt, keine Kastanien röstet. Y ya lo sabes; pieza tocada, pieza jugada. Und Sie wissen es bereits; Stück gespielt, Stück gespielt.

—¡Vamos, sí, lo irreparable!

—Así debe ser. "Es muss so sein." Y en ello consiste lo educativo de este juego. Und das ist der pädagogische Aspekt dieses Spiels.

«¿Y por qué no ha de distraerse uno en el juego? Und warum sollte man sich im Spiel nicht ablenken lassen? —se decía Augusto—. ¿Es o no es un juego la vida? ¿Y por qué no ha de servir volver atrás las jugadas? Und warum sollte es nicht dazu dienen, die Spiele zurückzudrehen? ¡Esto es la lógica! Acaso esté ya la carta en manos de Eugenia. Vielleicht ist der Brief schon in Eugenias Händen. Alea jacta est! Alea prahlt est! Alea jacta est! A lo hecho, pecho. Zu dem, was getan wird, Brust. ¿Y mañana? ¡Mañana es de Dios! ¿Y ayer, de quién es? ¿De quién es ayer? Wem gehört es gestern? ¡Oh, ayer, tesoro de los fuertes! Oh, yesterday, treasure of the strong! ¡Santo ayer, sustancia de la niebla cotidiana!» Gestern heilig, Substanz des Tagesnebels!"

—¡Jaque! —volvió a interrumpirle Víctor. Victor unterbrach ihn erneut.

—Es verdad, es verdad... veamos... Pero ¿cómo he dejado que las cosas lleguen a este punto? "Es ist wahr, es ist wahr ... mal sehen ... Aber wie habe ich die Dinge so weit kommen lassen?"

—Distrayéndote, hombre, como de costumbre. "Ablenken, Mann, wie immer." Si no fueses tan distraído serías uno de nuestros primeros jugadores. Wenn Sie nicht so abgelenkt wären, wären Sie einer unserer ersten Spieler. If you were not so distracted you would be one of our first players.

—Pero, dime, Víctor, ¿la vida es juego o es distracción? -But tell me, Victor, is life a game or a distraction?

—Es que el juego no es sino distracción. "Das Spiel ist nur eine Ablenkung." -It is that the game is nothing but distraction.

—Entonces, ¿qué más da distraerse de un modo o de otro? "Was macht es also für einen Unterschied, auf die eine oder andere Weise abgelenkt zu sein?" -So, what difference does it make to be distracted one way or the other?

—Hombre, de jugar, jugar bien. -Man, to play, to play well.

—¿Y por qué no jugar mal? ¿Y qué es jugar bien y qué jugar mal? Und was spielt gut und was spielt schlecht? And what is playing well and what is playing badly? ¿Por qué no hemos de mover estas piezas de otro modo que como las movemos? Warum sollten wir diese Teile nicht anders bewegen, als wir sie bewegen? Why shouldn't we move these pieces any other way than the way we move them?

—Esto es la tesis, Augusto amigo, según tú, filósofo conspicuo, me has enseñado. "Das ist die These, Augustus-Freund, nach Ihrer Meinung, auffälliger Philosoph, haben Sie mich gelehrt." -This is the thesis, my friend Augustus, as you, conspicuous philosopher, have taught me.

—Bueno, pues voy a darte una gran noticia.

—¡Venga!

—Pero, asómbrate, chico. "Aber sei erstaunt, Junge." -But, get scared, kid.

—Yo no soy de los que se asombran a priori o de antemano.

—Pues allá va: ¿sabes lo que me pasa? "Nun, hier ist es: Weißt du was mit mir los ist?" -Well, here it goes: do you know what's wrong with me?

—Que cada vez estás más distraído. - Dass Sie immer mehr abgelenkt werden. -You are becoming more and more distracted.

—Pues me pasa que me he enamorado.

—Bah, eso ya lo sabía yo. "Oh, das wusste ich schon." -Bah, I already knew that.

—¿Cómo que lo sabías...? "Woher wusstest du das ...?"

—Naturalmente, tú estás enamorado ab origine, desde que naciste; tienes un amorío innato. —Natürlich bist du von Geburt an verliebt gewesen; Sie haben eine angeborene Liebesbeziehung.

—Sí, el amor nace con nosotros cuando nacemos.

—No he dicho amor, sino amorío. "Ich habe nicht Liebe gesagt, sondern Liebesaffäre." Y ya sabía yo, sin que tuvieras que decírmelo, que estabas enamorado o más bien enamoriscado. Und ich wusste schon, ohne dass du es mir sagen musstest, dass du verliebt oder besser gesagt verliebt warst. Lo sabía mejor que tú mismo.

—Pero ¿de quién? -Aber von wem? Dime, ¿de quién?

—Eso no lo sabes tú más que yo. "Das weißt du genauso wenig wie ich." -You don't know that any more than I do.

—Pues, calla, mira, acaso tengas razón...

—¿No te lo dije? "Habe ich es dir nicht gesagt?" -Didn't I tell you? Y si no, dime, ¿es rubia o morena? Und wenn nicht, sag mir, ist sie blond oder brünett?

—Pues, la verdad, no lo sé. Aunque me figuro que debe de ser ni lo uno ni lo otro; vamos, así, pelicastaña. Obwohl ich vermute, dass es weder das eine noch das andere sein muss; komm schon, so, pelicataña.

—¿Es alta o baja? "Ist es hoch oder niedrig?"

—Tampoco me acuerdo bien. "Ich erinnere mich auch nicht gut." -I don't remember well either. Pero debe de ser una cosa regular. Aber es muss eine regelmäßige Sache sein. But it must be a regular thing. Pero ¡qué ojos, chico, qué ojos  tiene mi Eugenia!

—¿Eugenia?

—Sí, Eugenia Domingo del Arco, avenida de la Alameda, 58.

—¿La profesora de piano?

—La misma. Pero...

—Sí, la conozco. "Ja, ich kenne sie." Y ahora... ¡jaque otra vez! Und jetzt ... noch einmal überprüfen! And now... check again!

—Pero...

—¡Jaque he dicho!

—Bueno...

Y Augusto cubrió el rey con un caballo. Und Augustus bedeckte den König mit einem Pferd. Y acabó perdiendo el juego. Und am Ende verlor er das Spiel. And he ended up losing the game.

Al despedirse, Víctor, poniéndose la diestra, a guisa de yugo, sobre el cerviguillo, le susurró al oído:

—Conque Eugenita la pianista, ¿eh? -Eugenita the pianist, eh? Bien, Augustito, bien; tú poseerás la tierra. Gut, Augustito, gut; du wirst das Land besitzen.

«¡Pero esos diminutivos —pensó Augusto—, esos terribles diminutivos!» Y salió a la calle.