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Esp - VisualPolitik, ¿Pueden las energías RENOVABLES ser RENTABLES? 5 años del ACUERDO de PARÍS

¿Pueden las energías RENOVABLES ser RENTABLES? 5 años del ACUERDO de PARÍS

A media noche del día 4 de noviembre del 2020, apenas unas horas después de las elecciones

que le costarían el Despacho Oval, el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump lograba

ver cumplido uno de sus grandes compromisos:

Retirar a los Estados Unidos del conocido como Acuerdo de París. La potencia norteamericana

se desmarcaba así de uno de los acuerdos globales más importantes jamás alcanzados.

Para que os hagáis una idea en el momento de preparar este vídeo son 196 los países

que lo han firmado y 188 los que lo han ratificado a lo largo y ancho de todo el mundo.

Amigos, El Acuerdo de París fue adoptado en la Conferencia sobre el Clima de París,

la COP21, el día 12 de diciembre del año 2015. Es decir, en el momento de publicar

este vídeo se cumple su 5º aniversario.

En este acuerdo, los países firmantes, se comprometieron fundamentalmente a reducir

sus emisiones de gases de efecto invernadero. Pero, ojo, que esta fue la gran novedad, lo

hicieron asumiendo la obligación de tener que presentar planes concretos sobre cómo

tienen la intención de cumplir con los objetivos negociados.

Y no solo eso, también se incorporó al acuerdo la obligación de que todos los países miembros

informen periódicamente sobre sus emisiones y sobre los esfuerzos realizados para llevar

a cabo sus planes.

Es decir, el Acuerdo de París buscó ir mucho más allá de una mera declaración de intenciones.

Pero, ahora, ahora los Estados Unidos, el segundo país más contaminante tras China

ha decidido abandonar el acuerdo - aunque será algo temporal, porque Joe Biden, ya

ha manifestado su intención de volver a adherirse al mismo.

El caso es que esto nos ha hecho aquí en VisualPolitik hacernos unas cuantas preguntas.

¿Qué supone este acuerdo? O más bien ¿Qué esperanzas hay de que sus metas se cumplan?

Para ello hemos decidido echar un vistazo a cómo están las cosas en la actividad que

supone en torno a las tres cuartas partes, casi el 75% de todas las emisiones de Co2.

Me estoy refiriendo a la generación de energía.

Ahora bien, ¿Cuáles son las fuentes de energía,de electricidad, de calor y de combustión sobre

las que se asienta toda la economía mundial? ¿Cómo ha cambiado durante los últimos años?

¿Cómo está cambiando y por qué? ¿Qué podría suponer la salida de los Estados Unidos

del Acuerdo de París?

Queridos amigos, en este vídeo que hemos podido preparar gracias a la colaboración

y al apoyo de Iberdrola vamos a ver cómo muchas de las ideas preconcebidas que de una

forma u otra todos tenemos son equivocadas. Creo que a muchos de vosotros muchas de las

cosas que os vamos a contar os van a sorprender bastante.

[Y sí, responder a esas preguntas es también la razón por las que nos hemos desplazado

hasta este parque eólico de Maranchón, Guadalajara. Y, ojo, porque esto de la energía eólica

es más importante de lo que te puedas imaginar.]

¿Estáis preparados para para diseccionar cómo es y cómo está cambiando el gran motor

del mundo? Pues… Arranquemos.

(EL MOTOR QUE MUEVE LA ECONOMÍA MUNDIAL)

Amigos, el consumo energético tiene 3 grandes usos: la electricidad , el transporte y la

generación de calor. Suponen casi las tres cuartas partes de todas las emisiones de dióxido

de carbono.

Porque, lo cierto, lo cierto es que a día de hoy el motor que genera la sangre que mueve

el mundo, la energía, tiene un origen sucio. Los combustibles fósiles, el carbón, el

petróleo y el gas, suponen el 79% de la producción energética.

Seguro que esto no es algo que sorprenda. Sin embargo, esperad un momento, porque durante

los últimos años se han registrado dos tendencias muy acusadas:

Por un lado, aunque su consumo se incrementó ligeramente en términos absolutos, el peso

del carbón en el suministro mundial de energía se ha reducido durante la última década.

Una década que comenzó con unas expectativas muy altas para este combustible.

(La década que dió comienzo en el año 2000 vio el mayor crecimiento de la demanda de

carbón de toda la historia. El despegue económico de China cuyo tejido energético se alimenta

fundamentalmente de carbón - el gigante asiático es responsable de casi la mitad de toda la

producción mundial de carbón - hizo que durante esos 10 años la demanda de este combustible

creciera más que durante las 4 décadas anteriores juntas.

En ese momento todo apuntaba a que el imparable crecimiento económico de China junto al incipiente

despegue de la India, otro país adicto al carbón, dispararía también su consumo durante

la siguiente década. Sin embargo eso no ocurrió. Entre los años 2010 y 2019 la tendencia para

la demanda de carbón no fue positiva. Y de hecho en el año 2019 la demanda de carbón

fue menor que en el 2013.

Las crecientes preocupaciones ambientales, materializadas en el propio Acuerdo de París

junto a la revolución del gas natural en los Estados Unidos, cómo consecuencia del

fracking, que liberó enormes cantidades de gas natural e hizo desplomarse sus precios,

hundió el consumo de carbón del gigante norteamericano en casi un 40%.)

[Lo que, por cierto, supuso una excelente noticia. La disminución del uso del carbón

explica el 75% de la reducción en las emisiones de CO2 que los Estados Unidos registraron

entre los años 2005 y 2017.

Y luego en Europa, ocurrió algo similar. La cada vez mayor conciencia ambiental, los

precios más bajos del gas, las nuevas capacidades del gas natural licuado y el nuevo mercado

de derechos de emisiones propiciaron que el peso del carbón en la generación de energía

se hundiera un 50%.

Pero, un momento, amigos, porque la emergencia del gas no fue ni mucho menos la única razón

que explican la caída en el uso del carbón. Lo cierto es que durante la última década

hemos presenciado el comienzo de toda una revolución: la de las energías renovables,

especialmente de la energía eólica y la energía solar.

¿Un dato? La capacidad global de energía solar fotovoltaica se ha multiplicado por

casi 20 durante la última década.

Hablamos de una inercia que ni siquiera el coronavirus ha logrado frenar.

(La Agencia Internacional de la Energía calcula que durante el 2020 la demanda mundial de

energía se habrá reducido un 5% y la inversión en casi un 20. Sin embargo, a pesar de ello,

la inversión en renovables ha crecido. Se estima que tan sólo durante el 2020 se habrán

instalado 198 GW de capacidad renovable, casi el 90% de todo el aumento de la capacidad

energética mundial. Un 90%.

Para que os hagáis, por ejemplo, si hablamos de electricidad, las fuentes renovables suponen

ya el 27% de toda la producción a nivel global. Y no solo eso.

La Agencia Internacional de la Energía espera que tan solo durante los próximos 5 años

la producción de electricidad mediante energías renovables crezca otro 50% hasta los 9745

TWh, el equivalente a la demanda combinada de China y toda la Unión Europea.

Una expectativa que es consistente con la evolución de los últimos años.)

Amigos, hablamos de unos números sencillamente alucinantes. La previsión de la Agencia Internacional

de la Energía es que las renovables cubran el 99% - sí, sí, lo habéis escuchado bien,

el 99% - todo el aumento de la demanda mundial de electricidad durante el periodo 2020-2025.

Y, ojo que no hablamos de un canto al aire. La mayoría de proyectos ya están planificados

o en estudio. Sin ir más lejos, muchas multinacionales de la energía han anunciado inversiones de

decenas y decenas de miles de millones en renovables.

(Iberdrola duplicará su potencia renovable en seis años con 75.000 millones en inversiones.)

Estamos simple y llanamente ante un cambio histórico.

Y no se trata sólo de la generación de electricidad hoy. El peso de las energías renovables también

va a crecer con fuerza en los otros dos usos energéticos, la generación de calor y, por

supuesto, el transporte. Seguro que todos habéis visto noticias como esta:

(Hyundai aumenta la autonomía del vehículo eléctrico a 500 km con una nueva plataforma

El sistema compartido impulsa el plan del fabricante de automóviles de Corea del Sur

de lanzar 23 nuevos modelos de vehículos eléctricos de aquí al 2025)

Ahora bien, llegados hasta aquí, estoy seguro, pero seguro, seguro, de que hay una pregunta

que muchos de vosotros os estáis haciendo. Yo desde luego me la estoy haciendo: ¿Qué

demonios explica este cambio casi disruptivo que se ha comenzado a producir durante los

últimos años? ¿Por qué las renovables están creciendo con tanta fuerza?

¿Alguna idea? Pues…. Atentos, porque la respuesta puede que os sorprenda a muchos.

(ES LA ECONOMÍA, DEMONIOS)

¿Por qué apostar por las energías renovables? ¿Por qué tantas multinacionales están concentrando

sus inversiones en este sector? ¿Se trata acaso únicamente de seguir las directrices

marcadas por los políticos o por acuerdos cómo el de París? ¿O hay algo más? ¿No

es extraño que incluso países cómo China se hayan sumado a este especie de nueva moda?

Conciencia ambiental, preocupación social, responsabilidad… Todo eso, amigos, está

muy bien, pero no nos engañemos; para poder llevar a cabo, una cambió, una transición,

una revolución como supone transformar todo el modelo de producción energética mundial

hace falta algo más:

Que esa energía sea competitiva. Que los costes y la cuenta de pérdidas y ganancias

avale toda esa disrupción.

¿Y sabéis qué? Puede que te sorprenda pero eso es exactamente lo que está ocurriendo.

Lo que te vamos a mostrar a continuación no es ningún alegato ecologista ni nada por

el estilo, esto es VisualPolitik, lo que te vamos a mostrar no son sino los números,

la cruda realidad de los datos.

Amigos, durante la última década si tenemos en cuenta tanto la construcción de las plantas

de producción - por ejemplo una central de ciclo combinado de gas natural o un parque

eólico - como la propia explotación, el combustible y las operaciones, lo que nos

encontramos es con que los coste de las energías renovables se han desplomado.

Quedaros con estos datos: El coste de la energía eólica terrestre ha caído 70% y el de la

energía solar casi un 90. Tan sólo durante la última década. Y eso, ojo, sin contar

subsidios de ningún tipo.

Hoy, esto ya es un hecho, para nuevos proyectos, la energía eólica terrestre y la energía

solar son de media mucho más baratas que la energía procedente del carbón o el gas

natural. Y eso es precisamente lo que explica que la inmensa mayor parte de la nueva capacidad

de producción eléctrica sea precisamente renovable.

Cómo veis hace apenas una década, sólo una década, cada MWh producido en una planta

solar fotovoltaica, costaba el triple que uno producido en una central de carbón. Hoy

el coste del MWh solar es menos de la mitad que el del carbón. [Siempre y cuando hablemos

de nuevas centrales, claro. Si ya tienes una construida pues durante su tiempo de vida

útil evidentemente sus costes de producción serán casi seguro inferiores]. Pero si partimos

de cero, entonces la cosa cambia.

De hecho, las nuevas instalaciones de energía solar fotovoltaica empiezan a tener costes

que las sitúa entre las fuentes de energía más baratas de toda la historia. Y lo mismo

podríamos decir de la energía eólica. Y no solo eso. La estimación es que durante

los próximos años el coste de esta energía siga cayendo con fuerza.

Y la pregunta, la gran pregunta que podemos hacernos es: ¿Cómo diantres ha sido esto

posible?

Pues, queridos amigos y amigas de VisualPolitik, esto tiene que ver con las características

propias de cada sistema de producción. Veréis, me explico. Mientras que el coste de la electricidad

generada por los combustibles fósiles depende en gran medida del precio del propio combustible:

el gas, el petróleo o el carbón, por ejemplo, eso mismo no ocurre con la energía renovable.

No.

(En el caso de la energía eólica o la energía solar su coste está vinculado casi totalmente

al coste de la tecnología. ¿Y qué ocurre con el precio de la tecnología? Pues exactamente

lo mismo que ha ocurrido con los microchips, los teléfonos móviles o los datos: que su

coste de producción se desploma a medida que la tecnología se desarrolla.

La experiencia, la acumulación de avances tecnológicos, los pequeños cambios que incrementan

la eficiencia. Es una suma de elementos que al final hace que la tecnología sea más

y más accesible.)

Por ejemplo, los datos y los estudios existentes muestran que cada vez que se ha duplicado

la capacidad solar instalada se ha producido una caída en los costes del 36%. En el caso

de la energía eólica terrestre el dato ha sido del 20% y en el de la energía eólica

marina del 10%. Fijaos.

De esta forma, aunque la electricidad producida con carbón ha sido históricamente barata,

en comparación con la energía solar fotovoltaica, es cada vez relativamente más cara. ¿Por

qué? Pues porque además de que la tecnología ya está muy afinada, el coste del carbón

pesa. De hecho, este mineral supone de medida cerca del 40% del coste total de una planta

eléctrica de carbón.

Y esto, esto amigos es lo que explica que las renovables se hayan convertido en las

estrellas del mundo energético. Y eso, eso es un cambio que ni siquiera el Presidente

de los Estados Unidos puede frenar.

Y, qué queréis que os diga: es una noticia fantástica. Por un lado hablamos de energía

mucho más barata, y eso, eso por sí mismo supone más prosperidad y calidad de vida

para todos.

(Pero ese no es el único beneficio. La sustitución progresiva de plantas, especialmente de carbón

por energías renovables además va a reducir las emisiones de dióxido de carbono y la

contaminación de todo tipo y eso, eso puede evitar la pérdida de cientos y cientos de

miles de vida, millones incluso, cada año.

Sí, lo habéis escuchado bien, los organismos internacionales calculan entre 5 y 8 millones

las personas que cada año perecen por culpa de la contaminación.)

Así que, ya lo véis, parecen buenas noticias que nos abren la puerta a un futuro muy esperanzador.

Energía más limpia y más barata, ¿Qué más se puede pedir? Sí, evidentemente aún

hay asuntos que resolver, cómo por ejemplo la intermitencia de estas tecnologías: ¿Qué

ocurre si no hace sol o no sopla el viento?

Quizás eso se pueda resolver con el futuro desarrollo de los sistemas de macro almacenamiento

de energía o puede que esta tecnología conviva con otras, pero en cualquier caso sustituir

por ejemplo carbón por solar, pues parece una noticia fantástica.

De hecho, ¿sabéis quienes están apostando fuerte, muy fuerte por la energía solar fotovoltaica?

Os vais a quedar con la boca abierta: las propias petromonarquías del golfo pérsico.

(26/07/2020: La planta de energía solar más grande del mundo avanza en Abu Dhabi con la

adjudicación del contrato. Forbes)

En fin, amigos, estas son las claves del sistema energético mundial. Creo que ahora podéis

comprender mucho mejor la revolución de las energías renovables que se ha puesto en marcha

durante los últimos años.

La pregunta es: ¿Alcanzaremos próximamente una nueva de energía mucho más barata o

nuestros políticos la gravarán salvajemente con nuevos impuestos para que nada cambie?

Dejanos vuestra respuesta en los comentarios y si este vídeo os ha resultado interesante

no olvidéis darle al botón de like y suscribiros a VisualPolitik. Desde aquí muchísimas gracias

una vez más a Iberdrola por su apoyo y confianza.

Un abrazo y hasta la próxima.

¿Pueden las energías RENOVABLES ser RENTABLES? 5 años del ACUERDO de PARÍS Können ERNEUERBARE Energien PROFITabel sein? 5 Jahre des PARIS-ABKOMMENS Can RENEWABLE energies be PROFITABLE? 5 years after the PARIS AGREEMENT Les énergies renouvelables peuvent-elles être rentables ? Les 5 ans de l'ACCORD DE PARIS Czy energia odnawialna może być opłacalna? 5 lat POROZUMIENIA PARYSKIEGO As energias RENOVÁVEIS podem ser RENTÁVEIS? 5 anos do ACORDO DE PARIS Могут ли возобновляемые источники энергии быть рентабельными? 5 лет Парижскому соглашению Чи може відновлювана енергетика бути прибутковою? 5 років ПАРИЖСЬКОЇ УГОДИ 可再生能源能否盈利?巴黎协定 5 周年

A media noche del día 4 de noviembre del 2020, apenas unas horas después de las elecciones

que le costarían el Despacho Oval, el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump lograba

ver cumplido uno de sus grandes compromisos:

Retirar a los Estados Unidos del conocido como Acuerdo de París. La potencia norteamericana

se desmarcaba así de uno de los acuerdos globales más importantes jamás alcanzados.

Para que os hagáis una idea en el momento de preparar este vídeo son 196 los países

que lo han firmado y 188 los que lo han ratificado a lo largo y ancho de todo el mundo. que o assinaram e 188 que o ratificaram em todo o mundo.

Amigos, El Acuerdo de París fue adoptado en la Conferencia sobre el Clima de París,

la COP21, el día 12 de diciembre del año 2015. Es decir, en el momento de publicar

este vídeo se cumple su 5º aniversario.

En este acuerdo, los países firmantes, se comprometieron fundamentalmente a reducir

sus emisiones de gases de efecto invernadero. Pero, ojo, que esta fue la gran novedad, lo

hicieron asumiendo la obligación de tener que presentar planes concretos sobre cómo

tienen la intención de cumplir con los objetivos negociados.

Y no solo eso, también se incorporó al acuerdo la obligación de que todos los países miembros

informen periódicamente sobre sus emisiones y sobre los esfuerzos realizados para llevar

a cabo sus planes.

Es decir, el Acuerdo de París buscó ir mucho más allá de una mera declaración de intenciones.

Pero, ahora, ahora los Estados Unidos, el segundo país más contaminante tras China

ha decidido abandonar el acuerdo - aunque será algo temporal, porque Joe Biden, ya

ha manifestado su intención de volver a adherirse al mismo.

El caso es que esto nos ha hecho aquí en VisualPolitik hacernos unas cuantas preguntas.

¿Qué supone este acuerdo? O más bien ¿Qué esperanzas hay de que sus metas se cumplan?

Para ello hemos decidido echar un vistazo a cómo están las cosas en la actividad que

supone en torno a las tres cuartas partes, casi el 75% de todas las emisiones de Co2.

Me estoy refiriendo a la generación de energía.

Ahora bien, ¿Cuáles son las fuentes de energía,de electricidad, de calor y de combustión sobre

las que se asienta toda la economía mundial? ¿Cómo ha cambiado durante los últimos años?

¿Cómo está cambiando y por qué? ¿Qué podría suponer la salida de los Estados Unidos

del Acuerdo de París?

Queridos amigos, en este vídeo que hemos podido preparar gracias a la colaboración

y al apoyo de Iberdrola vamos a ver cómo muchas de las ideas preconcebidas que de una

forma u otra todos tenemos son equivocadas. Creo que a muchos de vosotros muchas de las

cosas que os vamos a contar os van a sorprender bastante.

[Y sí, responder a esas preguntas es también la razón por las que nos hemos desplazado

hasta este parque eólico de Maranchón, Guadalajara. Y, ojo, porque esto de la energía eólica

es más importante de lo que te puedas imaginar.]

¿Estáis preparados para para diseccionar cómo es y cómo está cambiando el gran motor

del mundo? Pues… Arranquemos.

(EL MOTOR QUE MUEVE LA ECONOMÍA MUNDIAL)

Amigos, el consumo energético tiene 3 grandes usos: la electricidad , el transporte y la

generación de calor. Suponen casi las tres cuartas partes de todas las emisiones de dióxido

de carbono.

Porque, lo cierto, lo cierto es que a día de hoy el motor que genera la sangre que mueve Porque, a verdade, a verdade é que hoje o motor que gera o sangue que circula

el mundo, la energía, tiene un origen sucio. Los combustibles fósiles, el carbón, el o mundo, a energia, tem uma origem suja. Combustíveis fósseis, carvão,

petróleo y el gas, suponen el 79% de la producción energética.

Seguro que esto no es algo que sorprenda. Sin embargo, esperad un momento, porque durante Certamente isso não é algo que surpreende. No entanto, espere um momento, porque durante

los últimos años se han registrado dos tendencias muy acusadas: Duas tendências muito marcantes foram registradas nos últimos anos:

Por un lado, aunque su consumo se incrementó ligeramente en términos absolutos, el peso

del carbón en el suministro mundial de energía se ha reducido durante la última década.

Una década que comenzó con unas expectativas muy altas para este combustible.

(La década que dió comienzo en el año 2000 vio el mayor crecimiento de la demanda de

carbón de toda la historia. El despegue económico de China cuyo tejido energético se alimenta

fundamentalmente de carbón - el gigante asiático es responsable de casi la mitad de toda la

producción mundial de carbón - hizo que durante esos 10 años la demanda de este combustible

creciera más que durante las 4 décadas anteriores juntas.

En ese momento todo apuntaba a que el imparable crecimiento económico de China junto al incipiente

despegue de la India, otro país adicto al carbón, dispararía también su consumo durante

la siguiente década. Sin embargo eso no ocurrió. Entre los años 2010 y 2019 la tendencia para

la demanda de carbón no fue positiva. Y de hecho en el año 2019 la demanda de carbón

fue menor que en el 2013.

Las crecientes preocupaciones ambientales, materializadas en el propio Acuerdo de París

junto a la revolución del gas natural en los Estados Unidos, cómo consecuencia del

fracking, que liberó enormes cantidades de gas natural e hizo desplomarse sus precios,

hundió el consumo de carbón del gigante norteamericano en casi un 40%.)

[Lo que, por cierto, supuso una excelente noticia. La disminución del uso del carbón

explica el 75% de la reducción en las emisiones de CO2 que los Estados Unidos registraron

entre los años 2005 y 2017.

Y luego en Europa, ocurrió algo similar. La cada vez mayor conciencia ambiental, los

precios más bajos del gas, las nuevas capacidades del gas natural licuado y el nuevo mercado

de derechos de emisiones propiciaron que el peso del carbón en la generación de energía

se hundiera un 50%.

Pero, un momento, amigos, porque la emergencia del gas no fue ni mucho menos la única razón

que explican la caída en el uso del carbón. Lo cierto es que durante la última década

hemos presenciado el comienzo de toda una revolución: la de las energías renovables,

especialmente de la energía eólica y la energía solar.

¿Un dato? La capacidad global de energía solar fotovoltaica se ha multiplicado por

casi 20 durante la última década.

Hablamos de una inercia que ni siquiera el coronavirus ha logrado frenar.

(La Agencia Internacional de la Energía calcula que durante el 2020 la demanda mundial de

energía se habrá reducido un 5% y la inversión en casi un 20. Sin embargo, a pesar de ello, energia terá sido reduzida em 5% e o investimento em quase 20. No entanto, apesar disso,

la inversión en renovables ha crecido. Se estima que tan sólo durante el 2020 se habrán

instalado 198 GW de capacidad renovable, casi el 90% de todo el aumento de la capacidad

energética mundial. Un 90%.

Para que os hagáis, por ejemplo, si hablamos de electricidad, las fuentes renovables suponen

ya el 27% de toda la producción a nivel global. Y no solo eso.

La Agencia Internacional de la Energía espera que tan solo durante los próximos 5 años

la producción de electricidad mediante energías renovables crezca otro 50% hasta los 9745

TWh, el equivalente a la demanda combinada de China y toda la Unión Europea.

Una expectativa que es consistente con la evolución de los últimos años.)

Amigos, hablamos de unos números sencillamente alucinantes. La previsión de la Agencia Internacional

de la Energía es que las renovables cubran el 99% - sí, sí, lo habéis escuchado bien,

el 99% - todo el aumento de la demanda mundial de electricidad durante el periodo 2020-2025.

Y, ojo que no hablamos de un canto al aire. La mayoría de proyectos ya están planificados

o en estudio. Sin ir más lejos, muchas multinacionales de la energía han anunciado inversiones de

decenas y decenas de miles de millones en renovables.

(Iberdrola duplicará su potencia renovable en seis años con 75.000 millones en inversiones.)

Estamos simple y llanamente ante un cambio histórico.

Y no se trata sólo de la generación de electricidad hoy. El peso de las energías renovables también

va a crecer con fuerza en los otros dos usos energéticos, la generación de calor y, por

supuesto, el transporte. Seguro que todos habéis visto noticias como esta:

(Hyundai aumenta la autonomía del vehículo eléctrico a 500 km con una nueva plataforma

El sistema compartido impulsa el plan del fabricante de automóviles de Corea del Sur

de lanzar 23 nuevos modelos de vehículos eléctricos de aquí al 2025)

Ahora bien, llegados hasta aquí, estoy seguro, pero seguro, seguro, de que hay una pregunta

que muchos de vosotros os estáis haciendo. Yo desde luego me la estoy haciendo: ¿Qué

demonios explica este cambio casi disruptivo que se ha comenzado a producir durante los

últimos años? ¿Por qué las renovables están creciendo con tanta fuerza?

¿Alguna idea? Pues…. Atentos, porque la respuesta puede que os sorprenda a muchos.

(ES LA ECONOMÍA, DEMONIOS)

¿Por qué apostar por las energías renovables? ¿Por qué tantas multinacionales están concentrando

sus inversiones en este sector? ¿Se trata acaso únicamente de seguir las directrices

marcadas por los políticos o por acuerdos cómo el de París? ¿O hay algo más? ¿No

es extraño que incluso países cómo China se hayan sumado a este especie de nueva moda?

Conciencia ambiental, preocupación social, responsabilidad… Todo eso, amigos, está

muy bien, pero no nos engañemos; para poder llevar a cabo, una cambió, una transición,

una revolución como supone transformar todo el modelo de producción energética mundial

hace falta algo más:

Que esa energía sea competitiva. Que los costes y la cuenta de pérdidas y ganancias

avale toda esa disrupción.

¿Y sabéis qué? Puede que te sorprenda pero eso es exactamente lo que está ocurriendo.

Lo que te vamos a mostrar a continuación no es ningún alegato ecologista ni nada por

el estilo, esto es VisualPolitik, lo que te vamos a mostrar no son sino los números,

la cruda realidad de los datos.

Amigos, durante la última década si tenemos en cuenta tanto la construcción de las plantas

de producción - por ejemplo una central de ciclo combinado de gas natural o un parque

eólico - como la propia explotación, el combustible y las operaciones, lo que nos

encontramos es con que los coste de las energías renovables se han desplomado.

Quedaros con estos datos: El coste de la energía eólica terrestre ha caído 70% y el de la

energía solar casi un 90. Tan sólo durante la última década. Y eso, ojo, sin contar

subsidios de ningún tipo.

Hoy, esto ya es un hecho, para nuevos proyectos, la energía eólica terrestre y la energía

solar son de media mucho más baratas que la energía procedente del carbón o el gas

natural. Y eso es precisamente lo que explica que la inmensa mayor parte de la nueva capacidad

de producción eléctrica sea precisamente renovable.

Cómo veis hace apenas una década, sólo una década, cada MWh producido en una planta

solar fotovoltaica, costaba el triple que uno producido en una central de carbón. Hoy

el coste del MWh solar es menos de la mitad que el del carbón. [Siempre y cuando hablemos

de nuevas centrales, claro. Si ya tienes una construida pues durante su tiempo de vida

útil evidentemente sus costes de producción serán casi seguro inferiores]. Pero si partimos

de cero, entonces la cosa cambia.

De hecho, las nuevas instalaciones de energía solar fotovoltaica empiezan a tener costes

que las sitúa entre las fuentes de energía más baratas de toda la historia. Y lo mismo

podríamos decir de la energía eólica. Y no solo eso. La estimación es que durante

los próximos años el coste de esta energía siga cayendo con fuerza.

Y la pregunta, la gran pregunta que podemos hacernos es: ¿Cómo diantres ha sido esto And the question, the big question we can ask ourselves is: How the heck has this been

posible?

Pues, queridos amigos y amigas de VisualPolitik, esto tiene que ver con las características

propias de cada sistema de producción. Veréis, me explico. Mientras que el coste de la electricidad

generada por los combustibles fósiles depende en gran medida del precio del propio combustible:

el gas, el petróleo o el carbón, por ejemplo, eso mismo no ocurre con la energía renovable.

No.

(En el caso de la energía eólica o la energía solar su coste está vinculado casi totalmente

al coste de la tecnología. ¿Y qué ocurre con el precio de la tecnología? Pues exactamente

lo mismo que ha ocurrido con los microchips, los teléfonos móviles o los datos: que su

coste de producción se desploma a medida que la tecnología se desarrolla.

La experiencia, la acumulación de avances tecnológicos, los pequeños cambios que incrementan

la eficiencia. Es una suma de elementos que al final hace que la tecnología sea más

y más accesible.)

Por ejemplo, los datos y los estudios existentes muestran que cada vez que se ha duplicado

la capacidad solar instalada se ha producido una caída en los costes del 36%. En el caso

de la energía eólica terrestre el dato ha sido del 20% y en el de la energía eólica

marina del 10%. Fijaos.

De esta forma, aunque la electricidad producida con carbón ha sido históricamente barata,

en comparación con la energía solar fotovoltaica, es cada vez relativamente más cara. ¿Por

qué? Pues porque además de que la tecnología ya está muy afinada, el coste del carbón than? Well because in addition to the fact that the technology is already very fine-tuned, the cost of coal

pesa. De hecho, este mineral supone de medida cerca del 40% del coste total de una planta weight. In fact, this mineral accounts for about 40% of the total cost of a plant.

eléctrica de carbón.

Y esto, esto amigos es lo que explica que las renovables se hayan convertido en las

estrellas del mundo energético. Y eso, eso es un cambio que ni siquiera el Presidente

de los Estados Unidos puede frenar.

Y, qué queréis que os diga: es una noticia fantástica. Por un lado hablamos de energía

mucho más barata, y eso, eso por sí mismo supone más prosperidad y calidad de vida

para todos.

(Pero ese no es el único beneficio. La sustitución progresiva de plantas, especialmente de carbón

por energías renovables además va a reducir las emisiones de dióxido de carbono y la

contaminación de todo tipo y eso, eso puede evitar la pérdida de cientos y cientos de

miles de vida, millones incluso, cada año.

Sí, lo habéis escuchado bien, los organismos internacionales calculan entre 5 y 8 millones Yes, you have heard it correctly, international organizations estimate between 5 and 8 million

las personas que cada año perecen por culpa de la contaminación.) people who perish every year from pollution.)

Así que, ya lo véis, parecen buenas noticias que nos abren la puerta a un futuro muy esperanzador.

Energía más limpia y más barata, ¿Qué más se puede pedir? Sí, evidentemente aún

hay asuntos que resolver, cómo por ejemplo la intermitencia de estas tecnologías: ¿Qué

ocurre si no hace sol o no sopla el viento?

Quizás eso se pueda resolver con el futuro desarrollo de los sistemas de macro almacenamiento

de energía o puede que esta tecnología conviva con otras, pero en cualquier caso sustituir

por ejemplo carbón por solar, pues parece una noticia fantástica.

De hecho, ¿sabéis quienes están apostando fuerte, muy fuerte por la energía solar fotovoltaica?

Os vais a quedar con la boca abierta: las propias petromonarquías del golfo pérsico.

(26/07/2020: La planta de energía solar más grande del mundo avanza en Abu Dhabi con la

adjudicación del contrato. Forbes)

En fin, amigos, estas son las claves del sistema energético mundial. Creo que ahora podéis

comprender mucho mejor la revolución de las energías renovables que se ha puesto en marcha

durante los últimos años.

La pregunta es: ¿Alcanzaremos próximamente una nueva de energía mucho más barata o

nuestros políticos la gravarán salvajemente con nuevos impuestos para que nada cambie? Will our politicians tax it savagely with new taxes so that nothing changes?

Dejanos vuestra respuesta en los comentarios y si este vídeo os ha resultado interesante

no olvidéis darle al botón de like y suscribiros a VisualPolitik. Desde aquí muchísimas gracias

una vez más a Iberdrola por su apoyo y confianza.

Un abrazo y hasta la próxima.