Por qué el LHC No Puede Destruir el Mundo
Por si no lo sabías, el LHC es el acelerador de partículas más potente del planeta.
Tanto, que hubo preocupaciones por su seguridad antes de su puesta en marcha.Y no por la de
sus trabajadores, sino por la seguridad del planeta.
¿Tiene el LHC la capacidad de destruir el mundo?
Las inquietudes van por aquí: cuando se cuenta cómo funciona el LHC se suele decir que es
un anillo enorme en el que se inyectan paquetes de protones para ser acelerados a velocidades
descomunales.
Después, los paquetes se hacen chocar en un lugar preciso, rodeado de detectores capaces
de registrar la colisión.
Lo que se suele contar, es que se hacen chocar los protones para que “se rompan” en sus
piezas fundamentales.
Esta es una imagen facilona; creo se aleja demasiado de lo que ocurre: lo que se pretende
en el LHC es excitar el vacío.
La física detrás de esto (sorpresa) es muy compleja, pero la idea es que si concentras
la suficiente energía en una zona del espacio, puedes excitar una partícula del vacío.
Eso es lo que se pretende en un acelerador: colocar dos partículas MUY energéticas a
una distancia mínima para que una partícula distinta emerja.
Cuanto más pesada es esa partícula, más energía cuesta traerla a la vida; este es
uno de los motivos por el cual tenemos que mejorar cada vez más nuestros aceleradores:
al producir colisiones más energéticas, podemos hacer aparecer partículas que antes
no éramos capaces.
Pero, ¿y si en el vacío nos estuviera esperando un dragón durmiendo?
¿y si excitamos algo que fuera peligroso?
Por ejemplo, algunas teorías poco ortodoxas predicen que se podría generar así un agujero
negro ¿Y si, usando el LHC, creamos algo que pueda significar nuestra destrucción?
Ok, tranquilo todo el mundo.
Nada de eso va a ocurrir porque el LHC investiga un rango seguro.
Me explico: estos son los rayos cósmicos.
Nos llegan de fuera del sistema solar y consisten fundamentalmente en hordas de protones a altísima
energía, muy similares a los que movemos en el LHC.
Llevamos estudiándolos mucho tiempo; sabemos cuantos nos llegan respecto a cuán energéticos
son.
Esta es la energía de los protones que se hacen colisionar en el LHC, luego la realidad
es que en nuestra atmósfera ocurren colisiones entre protones muchísimo más energéticas
que las que forzamos nosotros.
Si tenemos en cuenta que los rayos cósmicos nos llegan por todos lados, y que estos choques
llevan ocurriendo desde hace millones años, descubrimos que se han realizado en la atmósfera
cien mil veces más colisiones que las que pretendemos hacer en el LHC en total.
Osea, que la naturaleza ya ha golpeado el vacío muchísimas veces y nada le ha pasado
a la Tierra, ¿no? -¡No!
Pues eso.
Lo mismo puedo decir del resto de astros; bombardeados hasta la saciedad por los rayos
cósmicos y aquí siguen.
Pero, ¡espera!
¿Esto quiere decir que nos estamos dejando una pasta increíble en el LHC cuando los
rayos cósmicos son aún más energéticos?
¿No sería más barato coger los detectores, ponerlos en medio del campo y dejar que estos
rayos nos hagan la ciencia?
¡Buena apreciación, Alex!
Es cierto que nos llegan un huevo de protones de energía apropiada… pero sólo cuando
consideras toda la superficie y edad de la tierra.
Si te limitas al tamaño de los detectores y los tiempos humanos, tendrías que esperar
cientos y cientos de años hasta que un protón de altísima energía cayera sobre ti, lo
que implica que nos tiraríamos una eternidad en obtener estos dulces resultados que, con
el LHC, conseguimos en cuestión de meses.
Y, aun teniendo abundancia, los protones de los rayos cósmicos vienen de cualquier manera,
lo que dificulta tener un choque en el lugar preciso.
Con un acelerador puedes controlar las propiedades de los paquetes de protones para tener una
cantidad de colisiones alta y de calidad.
Pero, ¿por qué se necesitan muchas colisiones para descubrir una partícula?
¿por qué no basta con una?
¡Oh!
pero esa es una pregunta para otro vídeo.
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Y gracias por verme.