Lo dejo
Álvaro, ¡qué alegría verte de nuevo!
Tenemos tanto trabajo… qué pesadilla, ¡te necesitamos más que nunca!
Jefe, ¡cálmate, intenta concentrarte en tus pensamientos positivos!
Presta atención a tu respiración y verás como el estrés desaparece poco a poco…
Me alegra que pudieras descansar... ¡pero necesito a alguien que prepare el solomillo!
Siento decirte que dejo el trabajo. Estoy harto de estar preocupado y agotado…
¿Me tomas el pelo? ¡No pensaba que pudieras dejarme en la estacada!
Lo siento, pero necesito un reto nuevo..… ¡voy a trabajar como cocinero en el retiro al que fui!
Pero, ¡¿qué voy a hacer yo ahora? ! Repite conmigo: Ommmmmmm…