11. The robot of Philip II
Hola, en un vídeo reciente sobre la historia de España, hablamos de los Austria, de la
dinastía de los Austria, de una dinastía de reyes y reinas, ¿no? Y dentro de esta
dinastía estaba a Felipe, Felipe II. Y hoy vamos a volver atrás un poco para explicar
una historia de la vida, de la vida de Felipe II. Como dijimos, Felipe II fue hijo de Carlos
I, ¿no? Hubo un rey, Carlos I, y Felipe II fue su hijo. Y después de Felipe II, el
siguiente rey fue Felipe III. A ver, Felipe III. Pero Felipe III no fue el primer hijo
de Felipe II, no fue su primer hijo varón, su primer hijo varón, ¿no? No, Felipe II
antes había tenido un hijo. Y hoy os voy a contar una historia interesante de la vida
de este hijo. Entonces, como ya os expliqué, Felipe II siguió luchando, luchando por
las posesiones de España en Europa, las posesiones en Europa, en Holanda, ¿no? El Sacro Imperio
por el catolicismo, por el catolicismo, luchando contra los luteranos, ¿no? Y siguió conquistando
en las Américas, en el Nuevo Mundo. Entonces, el primer hijo de Felipe II se llamaba Carlos.
Sí, sí, tuvo otro hijo que se llamaba Carlos. No llegó a ser rey, era príncipe, era el
príncipe, ¿no? Nació en 1545, sí. Normalmente se le llama Príncipe Carlos de Austria, sí,
porque era de la familia de los Austria. Carlos ya de pequeño tenía muchos problemas de
salud, tenía problemas, no sé, tenía fiebre, bastante a menudo tenía fiebre. Parece ser
que tenía problemas genéticos, problemas en los genes, problemas en el ADN, ¿no? Que,
bueno, bastantes personas en su familia tenían. Porque sus antecesores, sus padres, abuelos
y tal, se habían casado mucho entre primos, siendo familiares, siendo de la misma familia,
teniendo los mismos abuelos, por ejemplo. De hecho, Carlos de pequeño tuvo malaria,
estuvo enfermo de malaria y eso hacía que cojeara, que fuera cojeando, que caminara,
no caminara bien, no pudiese caminar bien, ¿no? Y parece que también tenía algunos
problemas de salud mental, tenía problemas de la cabeza, ¿no? De hecho, de más mayor,
con veintipocos años, Carlos sentía que su padre no confiaba en él, no le daba responsabilidades,
no le daba poder y Carlos intentó unirse, unirse con los rebeldes de Holanda, con los
holandeses que estaban luchando contra su padre, pero lo pillaron, lo pillaron, su padre
lo encerró, lo encerró y Carlos se negó a comer, dijo que no iba a comer y por no
comer se murió, sí, se murió con veintitrés años, a los veintitrés años se murió. Y claro,
Felipe II se puso muy triste, se puso muy triste y estaba preocupado, estaba preocupado porque no
tenía ningún hijo varón, ningún hijo, tenía solamente hijas y durante muchos años no tuvo
ningún hijo varón hasta muchos años más tarde que tendría Felipe III, ¿no? Pero hoy os quiero
explicar una historia de cuando Carlos era pequeño, cuando era niño y os lo creáis o no,
esta historia yo la oí en un podcast, un podcast de Estados Unidos, un podcast estadounidense,
sí, que se llama Radiolab, Radiolab, ¿no? Que es un podcast muy interesante, es en inglés,
está en inglés por eso, así que no os recomiendo que lo oigáis, os recomiendo que escuchéis español,
pero es muy interesante y oí esta historia y he empezado a investigar, a investigar un poco más
para saber qué pasó, qué había pasado, ¿no? Y es la historia de cuando Carlos tenía diecisiete años,
tenía diecisiete años, tenía diecisiete años de edad. Con diecisiete años, Carlos estaba en su casa,
estaba persiguiendo una criada, una de las criadas de su casa, la estaba persiguiendo y se cayó por
las escaleras, se cayó, se dio un golpe en la cabeza y, bueno, se hizo, se hizo daño en la cabeza,
y al principio parece que no pasaba nada, pero le empezó a doler la cabeza más y más,
se empezó a encontrar mal y se puso malo, realmente se puso malo, la cabeza se le inflamó,
se le inflamó, el ojo no lo podía abrir, no lo podía abrir porque estaba hinchado,
todo inflamado, y empezó a delirar, a tener delirios, no sabía lo que estaba diciendo,
nadie entendía lo que estaba diciendo, ¿no? Entonces su padre, su padre preocupado, lo vino a ver,
vino a ver a su hijo y llamaron a los mejores doctores, a los mejores doctores de España y de
Europa, los llamaron y los doctores empezaron a probar muchas cosas, probaron muchas maneras de
curarlo, ¿no? Bueno, espera, lo voy a sacar de la cárcel porque aquí Carlos todavía no estaba en la
cárcel, no estaba encerrado, estaba en la cama, ¿no? Entonces los doctores le hicieron un agujero,
le hicieron un agujero en el cráneo, en la cabeza, sí, sí, pero aún así no se mejoró,
no se puso mejor y los doctores pensaban que Carlos se iba a morir, que sí, que se iba a morir.
Entonces su padre, Felipe II, hizo un pacto con Dios, le pidió una cosa a Dios y trajo las reliquias
de un monje, las reliquias de Diego, Diego de Alcalá. Diego de Alcalá era un monje, ¿no? Una
persona religiosa. Las reliquias es el cadáver, cuando la persona se muere, ¿no? Pues queda el
cadáver, quedan los huesos, los huesos de la persona y si era una persona importante para la
religión, pues en esta época las personas rezaban, le pedían cosas a los huesos de esta persona,
de este monje o de este cura, ¿no? Y este era Diego de Alcalá. Alcalá es una ciudad cerca de
Madrid, Alcalá de Henares, por, no sé, por el centro de España, Alcalá de Henares. Y se llama
Diego de Alcalá porque Diego murió en Alcalá de Henares, vivió los últimos años de su vida en
Alcalá. Pero este Diego más adelante lo nombrarían Santo. El papa del Vaticano lo nombraría Santo y
se convirtió en San Diego, sí, el mismo San Diego de la ciudad San Diego en California, en Estados
Unidos. Entonces Felipe II trajo los huesos, trajo el esqueleto de Diego, trajo el esqueleto y no está
muy claro, no está muy claro si el esqueleto lo puso al lado de la cama o a los pies o lo puso
al lado de Carlos, lo puso aquí en la cama junto con Carlos, no está muy claro. Pero bueno, trajo al
esqueleto a la habitación y le pidió un milagro, le pidió pues que salvara a su hijo, ¿no? Y parece
que Carlos, Carlos tocó, tocó el esqueleto, tocó las reliquias de Diego de Alcalá y con la mano, con la
misma mano se la pasó por la cara, así. Y Felipe II le pidió un milagro a Dios y dijo que se lo
devolvería, que si hacía un milagro por él, él haría una cosa muy grande, haría también un milagro por Dios.
Entonces, tened en cuenta una cosa, esta época era una época en la que en la iglesia católica, en la iglesia del Vaticano
podías pagar por salvación, podías pagar dinero por quitarte los pecados, ¿no? Y podías pagar dinero para que otras
personas rezaran por ti, rezaran para pedir tu salvación, para que fueras al cielo y no fueras al infierno.
Y de hecho, era una de las razones por las que Martín Lutero, Martín Lutero había empezado el luteranismo o el
protestanismo, ¿no? Y bueno, y de hecho Felipe II estaba luchando contra, contra esto, contra estas ideas para seguir con la religión
católica igual, igual que hasta ahora. Entonces, Felipe II le pidió un milagro a Dios y después se fue. Salió de la habitación,
la habitación donde estaba Carlos, Felipe II salió porque no quería ver morir a su hijo, claro. Pero aquella noche,
Carlos durmió bien, durmió bien por primera vez después de muchos días. Se fue poniendo mejor, cada día se ponía mejor.
Después de una semana ya la inflamación le había bajado, ya veía, ya podía ver. Y al cabo de un mes ya se había recuperado,
ya estaba perfecto como si nunca hubiese pasado nada. Y bueno, todos pensaron que fue un milagro de Diego, ¿no? De San Diego.
Ahora se piensa que seguramente fuera porque le hicieron un agujero en el cráneo que alivió la presión, la presión del cráneo.
Pero en esta época, pues claro, pensaron que era por San Diego. Además, a Carlos dijo que por la noche había tenido un sueño,
había soñado en un monje, un monje sin pelo que venía, que le hablaba y el monje le había dicho que se pondría bien, que se pondría mejor.
Entonces claro, todo el mundo pensó que ese monje habría sido Diego de Alcalá. Entonces Felipe II sintió que le debía algo a Dios,
que le tenía que devolver el favor a Dios, que se lo tenía que pagar a Dios, ¿no? Imaginaros si vosotros fuerais Felipe II,
pensabais que vuestro hijo se iba a morir, pero de golpe vuestro hijo está normal, está perfecto.
Entonces, una de las cosas que Felipe II hizo fue pedir al papa, al papa en el Vaticano, en Roma, pedirle que nombraran a Diego de Alcalá como santo.
Ya lo habían pedido algunas veces, pero Felipe II pues insistió más y al final consiguió que nombraran a Diego de Alcalá como santo, como San Diego, ¿no?
Y otra cosa que parece ser que hizo, aunque no está muy claro exactamente, no está escrito en ningún sitio que realmente fuese él el que lo pidiese,
pero parece que también pidió que se construyera una versión mecánica de San Diego, un robot, ¿no? En aquella época los llamaban autómatas.
Un autómata es como un robot hecho con piezas de reloj, como los relojes, ¿no? Y pidió que construyeran este robot.
Aquí podéis ver el robot. Es un robot de 40 centímetros, de 40 centímetros de alto y lo hizo un relojero, una persona, un hombre que se encargaba de construir y de arreglar relojes.
El relojero Juanelo Turriano. Juanelo Turriano. Un gran relojero y esta persona era el ingeniero del rey, trabajaba para el rey.
Y esta parte de la historia no está clara. Sí que esta persona se sabe que trabajaba para el rey. No estamos 100% seguros que este autómata lo construyera Turriano, pero parece que es lo más probable.
Y además este robot, el autómata, su cara se parece a las imágenes de San Diego, a las imágenes de San Diego que quedan de esa época.
Pero no solo eso, el robot todavía ahora existe, todavía funciona, todavía le puedes dar cuerda y el robot se mueve. Sí, sí.
Ya prácticamente 100 años después de haberlo construido.
400 años más tarde, después de 400 años de haberlo construido y ahora está en Washington.
Está en Washington DC en el Smithsonian, en el Museo Smithsonian de Washington.
Sí, todavía se puede ver ahora.
Pues cuando le das cuerda, le das cuerda al robot, el robot camina, camina, la cabeza
gira, los ojos se mueven, mueve la boca, la boca la mueve, mueve los brazos y en la mano
tiene una cruz, ¿no?
Una cruz cristiana.
Y la besa.
Se la trae a los labios, se la acerca a los labios, la besa, la cruz, y luego cambia de
dirección y otra vez repite lo mismo, va haciendo cuadrados, ¿no?
Sí.
Es una máquina de rezar, una máquina de rezar a Dios, una máquina para pedirle cosas
a Dios.
Es como el perfecto cristiano, ¿no?
Siempre exactamente igual la manera ideal de rezar.
Y el mecanismo, todas las partes están dentro, no se veían porque iba vestido con una túnica,
con las ropas de un monje, ¿no?
Y bueno, no está muy claro, pero se dice que Felipe II hizo esto para ayudar al catolicismo,
para distribuir por el mundo la manera perfecta de rezar para salvar, pues, a sí mismo, a
su propia familia y a los demás, pues enseñándole a todo el mundo la manera perfecta de rezar,
de ser un católico perfecto, ¿no?
Y ya está.
Esto es la historia de Carlos I, del robot de Carlos I.
Y bueno, decidme si os ha gustado, si os ha gustado esta historia, escribidlo en los
comentarios.
Y en el siguiente vídeo, el siguiente vídeo de historia será también más o menos de
esta época, pero es un tema que no os esperáis.
Y bueno, si creéis que lo sabéis, pues escribidlo abajo, ¿vale?
Adiós.
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