A por agua
Español con Juan es un podcast en español para aprender español. Si tienes un nivel intermedio o intermedio alto de español, nuestro podcast te puede ayudar a mejorar tu nivel de comprensión y a aprender gramática y vocabulario en contexto, de una forma natural, escuchando los comentarios y las divertidas historias de Juan. Puedes leer la transcripción de cada episodio en nuestra página web 1001 Reasons To Learn Spanish.
¡Hola, chicos!
¿Qué tal? Bienvenidos, bienvenidos a un nuevo episodio de nuestro podcast. Espero que me, espero que me escuchéis bien.
A ver, estoy saliendo.
Estoy saliendo de mi casa y llevo la mascarilla. Llevo la mascarilla puesta.
A ver... Acabo de... Acabo de cerrar la puerta y, sí, voy a...
Voy a salir a la calle y tengo que, tengo que llevar la mascarilla, ¿no? Porque estos días estamos, bueno, en los días de pandemia. Ya sabéis, ¿no?. En fin, espero que el sonido sea bueno. Tengo que salir a la calle. Estoy esperando el ascensor, ¿eh? No sé si lo podéis escuchar.
Estoy en el...
Digamos, en el pasillo. Fuera de, fuera de mi casa. Fuera de mi... del piso donde vivo. Estoy en el pasillo. Aquí. Esperando el ascensor.
¡Ay! Aquí estoy, en el ascensor. Es muy pequeño, eh?
Es un ascensor muy, muy pequeño, muy antiguo. No sé, como de los años 60 o así más o menos.
Y, nada, es que ¿sabéis qué pasa? Que, bueno, estoy en Italia, ¿no?. Ya sabéis que estoy en Italia estos días. Y entonces, estoy en una ciudad de mar, en una ciudad pequeña, al lado del mar. Y...
Estoy muy bien. Estoy contento. Lo que pasa es que, como ocurre, como ocurre a menudo...
A ver, hemos llegado. Como ocurre a menudo en las ciudades de mar, el agua no es muy buena. Entonces hay, hay agua, claro, hay agua en las casas, pero, a ver... Estoy ahora en la puerta de abajo, en el portal principal, y voy a salir a la calle. A ver, sí...
¡Uy! Hace mucho viento,¿eh? Hace mucho viento. No sé si esto va a ser un problema para, para...
Para que me escucháis bien. Espero que sí, ¿eh? Espero que sí. No sé. Espero que no sea un problema. A ver, tengo que... Un momentito, un momentito. Tengo que abrir otra puerta. Hay muchas puertas para salir.
Ya está.
Estoy fuera.
Bueno, no sé si, a ver, por aquí... No sé si hace, hace demasiado viento. Corre demasiado viento. Si corre demasiado viento, es un problema porque no se... no se escucha bien, ¿no? A ver, estoy, estoy... Estoy muy cerca del mar. Estoy muy cerca de la playa.
Estoy llegando, estoy llegando al paseo marítimo. Paseo marítimo... Ya sabéis lo que es, ¿no? Es una calle peatonal, normalmente, por donde se pasea, ¿no? Y...
Se pasea al lado del mar, ¿no?. Por eso se llama paseo marítimo, porque está al lado del mar ¿no? Total, que... ¡Ah, lo que os estaba diciendo! Hace frío,¿eh? Hace frío, ¿eh? Hace un poco de frío. El cielo está muy azul, muy claro. Hay un... unas pocas nubes, pero no muchas. La luz es muy bonita, la luz es muy bonita. Está... El sol está ocultándose en estos momentos. Es el atardecer. Parece que estoy retransmitiendo, parece que estoy retransmitiendo un partido de fútbol.
No, no, no..
¿Qué estaba diciendo? Sí, que no hay agua buena en las casas, que se puede, se puede cocinar y te puedes lavar, te puedes duchar, puedes lavar los platos y todo eso con el agua del grifo. Pero para beber... Está bien. No, no es mala. Se puede beber, pero no tiene un buen sabor, ¿no? No sé. Entonces hay que ir, bueno, no hay que ir, pero mucha gente va a unas fuentes públicas que hay en la ciudad, en diversos puntos de la ciudad, ¿no? Y llevo, llevo una botella. Una botella muy grande de cinco litros, creo... No, más de cinco litros... Sí, no, cinco litros, sí, cinco litros. Una garrafa. Esto se llama garrafa. Una garrafa, una damajuana también. También se llama damajuana. Muy grande, ¿no? de cinco litros
Y... Vacía. Vacía en este momento. Y estoy paseando por aquí, por el paseo marítimo, y voy hacia hacia esa fuente, esa fuente que os digo de agua que tiene agua buena, ¿no? Y allí va mucha gente. Espero, espero, espero no tener que hacer la cola, porque a veces hay mucha gente y tengo que esperar un rato... Espero que no, espero que, espero que no haya nadie. No me gusta esperar,¿eh? No me gusta, no me gusta esperar. Bueno, a nadie, a nadie le gusta esperar, me imagino, ¿no?
Y nada, a ver...
Hace un poco, hace un poco de frío,
Quería, quería hacer este podcast así, paseando un poco por la calle porque hace... Creo que hace mucho que no hacía un podcast de este tipo. Y me gustan, me gustan estos, estos episodios en los que hablo un poco así tranquilamente, de cosas que veo, de cosas que me pasan por la cabeza.
Estoy pasando por unos chiringuitos. ¿Sabéis lo que son chiringuitos? Estos bares que hay en las playas, estos restaurantes que hay en las playas. Esta es una zona muy turística y hay muchos chiringuitos, hay muchos, hay muchos locales para los turistas. Ahora estamos en invierno
Y...
Están todos cerrados, no hay turistas, no hay nadie, pero aquí en verano... Bueno, esto se llena, se llena hasta los topes, se llena hasta los topes. Es una... Es una ciudad muy, muy turística. Aquí vienen muchos turistas italianos y también suizos, suizos y alemanes. Algunos ingleses también, pero sobre todo suizos y alemanes, ¿no? Y se llena todo, se llena todo, es una ciudad que vive, vive del turismo. Durante el invierno es una ciudad un poco muerta. Si os digo la verdad, no, no hay muchas cosas que hacer, ¿no? Está todo un poco muerto y lo que pasa es que durante durante el invierno, durante los meses que está todo un poco muerto, que está todo un poco cerrado, pues la gente, la gente aprovecha para para hacer reformas, ¿no? Para hacer obras, para hacer obras, para reformar las casas, los restaurantes, los chiringuitos y todo eso, ¿no?
A ver.
Bueno, yo sigo, sigo paseando aquí. Estoy paseando al lado del mar. No sé, no creo que se oiga, no creo que se oiga el sonido del agua porque está muy tranquila. No hay olas. Está todo muy tranquilo. El color es maravilloso, de verdad. A mí... La ciudad esta donde estoy no es muy bonita, sinceramente, no es muy bonita. Pero el mar, el mar es fantástico. El mar es espectacular. Hay una luz... Hay una luz... Sobre todo al atardecer, sobre todo al atardecer. Hay una luz muy, muy bonita. Viene mucha gente por las tardes. A estas horas viene mucha gente a hacer fotografías, a pasear. Algunos vienen con el perro o simplemente a sentarse y a ver atardecer, ¿no? Simplemente eso. Ver atardecer. Y...
Vivir aquí es como, es como viajar un poco atrás en el tiempo, ¿no? No sé, es una impresión que tengo siempre que salgo de Londres.
Aquí hay una chica que está haciendo una fotografía del atardecer. Es que es espectacular, de verdad. Hay unos colores, hay unas vistas... En algunos vídeos, en algunos vídeos... Los he puesto, he hecho vídeos al atardecer, a esta hora, porque hay unos colores... Rosa, colores amarillentos, rojizos. Y cambia, cambia... Cada cada, cada minuto es diferente.
Es increíble.
La naturaleza tiene unas cosas que, bueno, yo cada vez, cada vez echo más de menos la... Vivir cerca de la naturaleza, ¿no? Llevo muchos años viviendo en una gran ciudad
Y...
Y ahora, ahora echo un poco, un poco de menos... Mucho, echo mucho de menos la naturaleza, el mar, las montañas, la luz, la luz del sol, el viento. Todo esto es fantástico, de verdad. Es una cosa que...
Me gusta mucho Londres,¿no? pero ya, ya lo he dicho otras veces, Londres es una ciudad grande para... Está muy bien, está muy bien cuando eres joven, ¿no? Te da mucha energía, mucha vitalidad. Puedes trabajar, mejorar tu tu carrera profesional, yo qué sé, estudiar, conocer gente, aprender idiomas. O sea, Londres es... A mí Londres me ha cambiado la vida. Me ha cambiado por completo la vida. Yo estoy muy contento de haberme ido a Londres, pero ahora que ya soy más mayor pues, no sé, sinceramente...
Me gustaría, me gustaría vivir más cerca de la naturaleza. Cada vez que voy al campo, al mar, a la montaña, me doy cuenta, me doy cuenta que, bueno, es algo que me encanta, me encanta. No quiero vivir completamente en un lugar perdido, ¿no? Digamos que cerca de una ciudad, pero pero en las montañas, en el campo, el mar, sobre todo el mar, ¿no? Es algo, es algo que es espectacular.
Bueno, ya estoy llegando, ya estoy llegando a donde está la fuente. A ver, tengo que, tengo que cruzar una calle que... Pasan coches un poco deprisa. A ver, aquí no es como en Inglaterra, que en Inglaterra los coches se paran siempre en los pasos de cebra, ¿no? aquí, aquí en Italia no tanto. Depende. Depende. Depende. Depende de la ciudad y depende del conductor. Antes era peor ¿eh? Antes era peor. Está cambiando. En España también.
Cuando yo era niño, cuando yo era joven, en España, nadie, nadie se detenía en los pasos de cebra. Era algo muy raro que alguien se parase, ¿no? que alguien se parase en los pasos de cebra. Había que, había que lanzarse,¿no? había que lanzarse y cruzar. Y si no, podías estar esperando, podías estar esperando una hora para cruzar una calle. Porque nadie se paraba, ¿no? Aquí es un poco, un poco así, un poco más o menos así. Está cambiando, ¿eh? La gente se está volviendo más educada, obviamente, más civilizada. O quizás, o quizás la Policía Municipal pone más multas. No lo sé. No sé qué pasa. Pero en Londres, en Inglaterra en general, eso es un placer, de verdad. Puedes cruzar las calles con los ojos cerrados. Siempre, siempre y cuando pases, siempre y cuando cruces por un paso de cebra. Puedes cruzar con los ojos cerrados, que nadie, nadie, nadie te va a atropellar.
A ver, estoy llegando aquí, a la fuente. La fuente esta del agua. A ver...
Muchos diréis, bueno, esto es un poco, es un poco antiguo, ¿no? Esto de tener que salir a buscar el agua a la fuente. Sí, sí, pero bueno, no importa.
Es como, lo que decía, ¿no? Estoy viviendo un poco... ¿Cómo lo puedo explicar? Estoy viviendo, estoy viviendo un poco como en los años 80 o en los años 90 quizás. Yo tengo esa sensación cuando cuando salgo de Londres, cuando cuando voy a otro país, a España, por ejemplo, o aquí en Italia y a otros países también, tengo la sensación de ir, de hacer un viaje en el tiempo a los años 80 o a los años a los años 90, ¿no? No sé, quizás porque Londres es una ciudad tan, tan moderna, donde todo va tan deprisa. En fin...
Sí, cuando voy a Francia también, cuando, cuando he ido a Francia, he tenido la sensación de que París... A ver, un momento, un momentito, un momentito, que tengo que cerrar el grifo, tengo que cerrar el grifo un momento... Ya está.
Decía que cuando, cuando he ido a París varias veces, pues cuando he ido a París he tenido la impresión, he tenido la impresión de que París era un pueblo.
Es verdad, es verdad.
Y Madrid... Madrid no os digo. Siempre que, siempre que voy a Madrid... Madrid me parece un pueblo, me parece, me parece un pueblo. O sea, lo que quiero decir... Aparte de que Madrid es más pequeña que Londres. Y París, no lo sé, no lo sé, pero París es muy grande de todas formas, ¿no? Es una ciudad multicultural enorme, ¿no? Y sin embargo, a mí me parece un pueblo. ¿Por qué? Pues porque porque la gente tiene una actitud más tradicional, quizás, ¿no?
Yo recuerdo, recuerdo una vez que estaba en París y... Quizás la primera o la segunda vez que que, que iba a París, ¿no? Porque París es una ciudad que a mí me gusta mucho y he ido varias veces.
Además, desde Londres es fácil ir a París. A ver, estoy ahora, estoy entrando en un pequeño parque. Aquí hay un banco y me voy a sentar aquí, en este pequeño banco, ya para terminar el episodio de hoy.
No mucho, ¿eh? No voy a estar aquí mucho tiempo porque... porque, porque hace un poco de frío. Ya se está poniendo el sol y hace un poco de frío.
Pues ahora me quito la mascarilla, me quito la mascarilla. Aquí no hay nadie. Entonces puedo, puedo hablar sin la mascarilla y me podéis escuchar mejor.
Lo que estaba diciendo, sí, que recuerdo que fui, estaba en París, estaba en París y de repente por la calle vi a un niño, a un niño de unos, no sé, quizás 12 años o 13 años, que iba corriendo, iba corriendo por la calle y de repente se paró y vio a un hombre que, me imagino, que era su padre y entonces fue hacia él y lo besó, lo besó, lo saludó y habló con él dos segundos y después continuó corriendo.
Y entonces aquello me llamó mucho la atención, me llamó muchísimo la atención y estuve, estuve mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza. ¿Por qué me había llamado tanto la atención aquello? Y después de un tiempo, después de un tiempo, caí en la cuenta de que lo que pasa es que en Londres no hay niños...
En Londres no hay niños. Hay niños, claro que hay niños, hay niños, pero no tienen esa actitud. No ves, no ves niños con sus padres, niños de esa edad, con sus padres. Las familias en Inglaterra, por lo menos es mi impresión, ¿no? sobre todo en Londres, no tienen esa importancia que tienen en Europa, en Francia, en Italia, en España.
Y hacía mucho tiempo, hacía mucho tiempo que yo no veía ese gesto tan sencillo de un niño de esa edad darle un beso a su padre por la calle. Algo, algo muy natural, algo muy sencillo, pero me sorprendió mucho. Y entonces me di cuenta de que el problema era que en Londres eso no se ve. Eso no se ve en Londres. Y recuerdo también que fui a Madrid, por ejemplo. Estuve en Madrid una vez y ya digo que a mi Madrid, cuando yo era joven, yo estuve en Madrid con 18 años y me parecía una ciudad enorme, grande. Claro, yo iba de Granada, ¿no? una ciudad pequeña de provincias y Madrid... Madrid era un sueño. Madrid era como ir a New York, más o menos. Era una ciudad con muchísimos coches, con mucho ruido, con mucha contaminación. Fantástica, fantástica. Para un chico de 18 años, lo mejor, lo mejor del mundo.
Y ahora, cuando voy a Madrid desde Londres, pues Madrid me parece un pueblo, me parece un pueblo. No porque, no porque sea pequeña, no... Porque la actitud de la gente es muy, es muy cercana, es muy similar a la actitud de la gente en Granada. La gente es muy familiar, habla por la calle. A mí me parece un pueblo. ¿Entendéis? O si no un pueblo, una ciudad de provincias, ¿vale? donde la gente es muy cercana, están todo el tiempo en la calle.
Recuerdo que era... La última, la última vez que estuve en Madrid era octubre, hacía muy buen tiempo y hacia las once o las doce de la noche había niños por la calle jugando, gente sentados (sic) en los bancos, tomando el fresco, simplemente charlando. Y yo pensé bueno, esto, esto en Londres es imposible. O sea, en el año 2020... No, esto era quizás del año 2018, me parece. En el año 2018, a las once o las doce de la noche, en el centro de una ciudad como Madrid, gente sentada en bancos, mucha gente, ¿eh? Sentada en la Plaza Mayor de Madrid, sentada en los bancos, los niños corriendo, jugando hasta tarde, tomando el fresco o tomándose un helado. Eso es imposible en Londres.
Eso en Londres no es posible por tantas razones, ¿no?
Primero, porque hace mucho frío. Segundo, porque las distancias son tan grandes que uno, cuando termina de trabajar, lo que tiene es ganas de irse a su casa, ¿no? corriendo o quizá como mucho al pub, pero vas al pub, te bebes una cerveza con los amigos, o dos o tres o cuatro, lo que sea. Pero no hay niños, no hay familias, ¿no? ... Es algo mucho menos familiar, es más frío. Quizás...
Estoy hablando de Londres, que es una ciudad muy grande. Quizás es diferente en las ciudades pequeñas. Obviamente, será muy diferente en las ciudades pequeñas, pero bueno...
Ahora...
¡Uy! Viene la policía, viene la policía, chicos, viene la policía y me voy a poner la mascarilla. ¡Oh, Dios mío! ¡Los carabinieri! Porque aquí, aquí en Italia ponen unas multas muy grandes. Han pasado muy cerca. Aquí, bueno, aquí no hay nadie. No me podrían... Yo que sé.
Es que aquí las leyes cambian cada dos por tres. Y he oído que a una persona le pusieron una multa porque estaba sentada en un banco, en una plaza y... Pero no sé, yo creo que, creo... es que hay diferentes grados de confinamiento, ¿no? Y ahora estamos aquí en Italia, en el grado... aquí en Italia lo dividen por colores, como un semáforo. Hay rojo, amarillo
Y...
Rojo, amarillo y naranja. Sí, rojo, amarillo y naranja, ¿vale? Entonces ahora estamos en naranja, que es una situación intermedia. Yo creo que yo creo que no es un problema que esté aquí en el banco, aquí no hay nadie.
De todas formas, me he puesto la mascarilla, me he asustado, ¿eh? Me he asustado porque he visto a los Carabinieri... Otro día hablaré de ese tema ¿eh? Los carabinieri... Aquí los policías estos, los Carabinieri, dan miedo, ¿eh? dan miedo. Esa es otra diferencia con... Con Inglaterra. Por lo menos, por lo menos así, a la vista, a la vista, la pinta, digamos, la pinta, es que en Inglaterra los policías no dan miedo, normalmente, no. A mí un policía en Inglaterra no me da miedo. Son simpáticos, sonríen. Hay muchas mujeres que son así, agradables, en fin, hay de todo, obviamente, hay de todo, ¿no? Hay de todo. Hay gente más seria, hay gente menos seria. Pero en general los policías en Inglaterra son, bueno, aparte de que no llevan pistola, ¿no? Tienen una actitud muy relajada, muy tranquila. En fin, les preguntas la hora, les puedes preguntar la hora, les puedes preguntar una dirección y ellos te van a contestar, te van a sonreír.
En general, son muy... Son muy serviciales, ¿no? Por lo menos esa es la impresión que tengo, ¿no? y la impresión que dan ¿no? son muy serviciales.
Te puedes hacer una foto. Los turistas, los turistas se hacen fotos con los, con los, con los policías por la calle. Oiga, por favor, ¿me puede hacer una foto? ¿Me puedo hacer un selfie con usted? La gente se hace...
Los policías, pobres, tienen una paciencia...
Pero aquí en Italia... Oye, yo no, yo no quiero, yo no quiero ofender a nadie. Estas son mis impresiones, ¿no? Aquí en Italia los policías estos parece que son como generales, ¿no? Tienen un uniforme muy chulo, muy bonito, con muchas cosas, yo qué sé. Y tienen una actitud como más, más, más seria, ¿no? En fin, a mí... Yo...
Me da un poco de miedo, ¿eh? Yo soy, yo soy un poco miedoso, ¿eh? soy un poco miedoso, pero sinceramente no quiero que ningún Carabinieri venga y me pregunte que por qué no llevo la mascarilla. Aparte de porque soy español y tendría que explicarle que soy español y que tengo la residencia en Londres. Eso es un rollo de explicar todo eso. Además en italiano... Bueno, el italiano lo hablo bien, pero digamos, que, no sé, prefiero... Prefiero estar aquí, prefiero que... no tener nada que ver con nadie. ¿Vale?
En fin.
Yo me, yo me, yo me, yo me, yo me creo esto.... Eso... Me hago unas películas yo solo. Esto es lo que se llama hacerse películas, ¿no? Comerse el coco, esto es lo que se llama comerse el coco. Yo solo me como el coco.
No me pasa nada, nadie me ha dicho nada y estoy yo aquí comiéndome el coco, ¿no? No me pasa nada, tío.
Es que, es que una vez vi en la televisión aquí en Italia, que habían puesto una multa a un señor de 400 euros porque se había sentado en un banco, se había sentado en un banco, estaba esperando a su novia o a su mujer que había entrado en una tienda a comprar algo. Y el hombre se sentó en un banco a leer el periódico mientras la esperaba y le pusieron... Pasaron los Carabinieri, los policías y le pusieron una multa de, no sé, de 400 euros. Y ahora imagínate que ahora a mí me ponen una multa. Estoy aquí haciendo el podcast...
En fin, bueno, he perdido el hilo completamente. Ya no sé, no sé qué estaba diciendo.
Sí, eso que es interesante, me gusta a mí hacer todas estas comparaciones, estas, todas estas comparaciones entre países, entre culturas, entre modos de ver las cosas, ¿no? la importancia que tiene la familia en un país, en otra cultura. Pero yo no quiero ofender a nadie, es que tengo miedo de hablar, tengo miedo de hablar de estas cosas porque la gente se ofende, oye, a lo mejor estoy defendiendo a los italianos, a lo mejor hay policías italianos aquí, Carabinieri, escuchando este podcast y me ponen una multa en internet. ¡Ay, qué miedo, qué miedo! Mejor me callo, tío, mejor me callo.
Yo no debería decir nada. Yo no debería decir nada. Yo debería hablar del objeto indirecto y del subjuntivo y de pronombres, de pronombres personales. ¿Por qué, por qué me meto yo a hablar aquí ahora de los Carabinieri y de todas estas cosas de Italia y de Inglaterra.
A lo mejor he ofendido a los ingleses... He ofendido a los ingleses o a los franceses. Yo qué sé, yo qué sé...
Chicos, lo voy a dejar aquí. Además que hace un poco de frío, me voy a ir tranquilamente a mi casa. Ahora ya casi, casi el sol ya se ha puesto. Está... Hay unos colores, hay unos colores fantásticos. Hay unos colores fantásticos. Me voy a ir paseando por el mismo sitio, por el paseo marítimo, ¿vale? Y a mi casa, que hace un poco de frío.
Venga, nos vemos. No, no nos vemos. Nos escuchamos la próxima semana. Aquí es Español con Juan.
¡Hasta luego! ¡Adiós!
Hasta aquí el episodio de hoy. Muchísimas gracias por escuchar hasta el final. Si quieres leer la transcripción de este episodio o de los episodios anteriores de nuestro podcast, visita nuestra página web 1001 Reasons To Learn Spanish. Allí encontrarás también ejercicios y muchos recursos para aprender español. Hasta pronto.