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La Ciudad de las Bestias, Capítulo 04 El río Amazonas (2)

Capítulo 04 El río Amazonas (2)

El tiempo transcurría lento, las horas se arrastraban eternas, sin embargo Alex no se aburría. Se sentaba en la proa del bote a observar la naturaleza, leer y tocar la flauta de su abuelo. La selva parecía animarse y responder al sonido del instrumento, hasta los ruidosos tripulantes y pasajeros del barco se callaban para escucharlo; ésas eran las únicas ocasiones en que Kate Cold le prestaba atención. La escritora era de pocas palabras, pasaba el día leyendo o escribiendo en sus cuadernos y en general lo ignoraba o lo trataba como a cualquier otro miembro de la expedición. Era inútil acudir a ella para plantearle un problema de mera supervivencia, como la comida, la salud o la seguridad, por ejemplo. Lo miraba de arriba abajo con evidente desdén y le contestaba que hay dos clases de problemas, los que se arreglan solos y los que no tienen solución, así es que no la molestara con tonterías. Menos mal que su mano había sanado rápidamente, si no ella sería capaz de resolver el asunto sugiriendo que se la amputara. Era mujer de medidas extremas. Le había prestado mapas y libros sobre el Amazonas, para que él mismo buscara la información que le interesaba. Si Alex le comentaba sus lecturas sobre los indios o le planteaba sus teorías sobre la Bestia, ella replicaba sin levantar la vista de la página que tenía por delante: «Nunca pierdas una buena ocasión de callarte la boca, Alexander».

Todo en ese viaje resultaba tan diferente al mundo en que el muchacho se había criado, que se sentía como un visitante de otra galaxia. Ya no contaba con las comodidades que antes usaba sin pensar, como una cama, baño, agua corriente, electricidad. Se dedicó a tomar fotografías con la cámara de su abuela para llevar pruebas de vuelta a California. ¡Sus amigos jamás le creerían que había tenido en las manos un caimán de casi un metro de largo!

Su problema más grave era alimentarse. Siempre había sido quisquilloso para comer y ahora le servían cosas que ni siquiera sabia nombrar. Lo único que podía identificar a bordo eran frijoles en lata, carne seca salada y café, nada de lo cual le apetecía. Los tripulantes cazaron a tiros un par de monos y esa noche, cuando el bote atracó en la orilla, los asaron. Tenían un aspecto tan humano, que se sintió enfermo al verlos: parecían dos niños quemados. A la mañana siguiente pescaron una pirarucú, un enorme pez cuya carne resultó deliciosa para todos menos para él, porque se negó a probarla. Había decidido a los tres años que no le gustaba el pescado. Su madre, cansada de batallar para obligarlo a comer, se había resignado desde entonces a servirle los alimentos que le gustaban. No eran muchos. Esa limitación lo mantenía hambriento durante el viaje; sólo disponía de bananas, un tarro de leche condensada y varios paquetes de galletas. A su abuela no pareció importarle que él tuviera hambre, tampoco a los demás. Nadie le hizo caso.

Varias veces al día caía una breve y torrencial lluvia; debió acostumbrarse a la permanente humedad, al hecho de que la ropa nunca se secaba del todo. Al ponerse el sol atacaban nubes de mosquitos. Los extranjeros se defendían empapándose en insecticida, sobre todo Ludovic Leblanc, quien no perdía ocasión de recitar la lista de enfermedades transmitidas por insectos, desde el tifus hasta la malaria. Había amarrado un tupido velo en tomo a su sombrero australiano para protegerse la cara y pasaba buena parte del día refugiado bajo un mosquitero, que hizo colgar en la popa del barco. Los caboclos, en cambio, parecían inmunes a las picaduras. Al tercer día, durante una mañana radiante, la embarcación se detuvo porque había un problema con el motor. Mientras el capitán procuraba arreglar el desperfecto, el resto de la gente se echó bajo techo a descansar. Hacía demasiado calor para moverse, pero Alex decidió que era el lugar perfecto para refrescarse. Saltó al agua, que parecía baja y calma como un plato de sopa, y se hundió como una piedra.

—Sólo un tonto prueba la profundidad con los dos pies —comentó su abuela cuando él asomó la cabeza en la superficie, echando agua & hasta por las orejas.

El muchacho se alejó nadando del bote —le habían dicho que los caimanes prefieren las orillas— y flotó de espaldas en el agua tibia por largo rato, abierto de brazos y piernas, mirando el cielo y pensando en los astronautas, que conocían su inmensidad. Se sintió tan seguro, que cuando algo pasó veloz rozando su mano tardó un instante en reaccionar. Sin tener idea de qué clase de peligro acechaba —tal vez los caimanes no se quedaban sólo en las orillas, después de todo —empezó a bracear con todas sus fuerzas de vuelta a la embarcación, pero lo detuvo en seco la voz de su abuela gritándole que no se moviera. Le obedeció por hábito, a pesar de que su instinto le advertía lo contrario. Se mantuvo a flote lo más quieto posible y entonces vio a su lado un pez enorme. Creyó que era un tiburón y el corazón se le detuvo, pero el pez dio una corta vuelta y regresó curioso, colocándose tan cerca, que pudo ver su sonrisa. Esta vez su corazón dio un salto y debió contenerse para no gritar de alegría. ¡Estaba nadando con un delfín!

Los veinte minutos siguientes, jugando con él como lo hacia con su perro Poncho, fueron los más felices de su vida. El magnífico animal circulaba a su alrededor a gran velocidad, saltaba por encima de él, se detenía a pocos centímetros de su cara, observándolo con una expresión simpática. A veces pasaba muy cerca y podía tocar su piel, que no era suave como había imaginado, sino áspera. Alex deseaba que ese momento no terminara nunca, estaba dispuesto a quedarse para siempre en el río, pero de pronto el delfín dio un coletazo de despedida y desapareció.

—¿Viste, abuela? ¡Nadie me va a creer esto! —gritó de vuelta en el bote, tan excitado que apenas podía hablar.

—Aquí están las pruebas —sonrió ella, señalándole la cámara. También los fotógrafos de la expedición, Bruce y González, habían captado la escena. A medida que se internaban por el río Negro, la vegetación se volvía más voluptuosa, el aire más espeso y fragante, el tiempo más lento y las distancias más incalculables. Avanzaban como en sueños por un territorio alucinante. De trecho en trecho la embarcación se iba desocupando, los pasajeros descendían con sus bultos y sus animales en las chozas o pequeños villorrios de la orilla. Las radios a bordo ya no recibían los mensajes personales de Manaos ni atronaban con los ritmos populares, los hombres se callaban mientras la naturaleza vibraba con una orquesta de pájaros y monos. Sólo el ruido del motor delataba la presencia humana en la inmensa soledad de la selva. Por último, cuando llegaron a Santa María de la Lluvia, sólo quedaban a bordo la tripulación, el grupo del International Geographic, la doctora Omayra Torres y dos soldados. También estaban los dos jóvenes mormones, atacados por alguna bacteria intestinal. A pesar de los antibióticos administrados por la doctora iban tan enfermos, que apenas podían abrir los ojos y a ratos confundían la selva ardiente con sus nevadas montañas de Utah.

—Santa María de la Lluvia es el último enclave de la civilización —dijo el capitán de bote, cuando en un recodo del río apareció el villorrio

—De aquí para adelante es territorio mágico, Alexander —advirtió Kate Cold a su nieto.

—¿Quedan indios que no han tenido contacto alguno con la civilización? —preguntó él.

—Se calcula que existen unos dos o tres mil, pero en realidad nadie lo sabe con certeza —contestó la doctora Omayra Torres.

Santa María de la Lluvia se levantaba como un error humano en medio de una naturaleza abrumadora, que amenazaba con tragársela en cualquier momento. Consistía en una veintena de casas, un galpón que hacia las veces de hotel, otro más pequeño donde funcionaba un hospital atendido por dos monjas, un par de pequeños almacenes, una iglesia católica y un cuartel del ejército. Los soldados controlaban la frontera y el tráfico entre Venezuela y Brasil. De acuerdo a la ley, también debían proteger a los indígenas de los abusos de colonos y aventureros, pero en la práctica no lo hacían. Los forasteros iban ocupando la región sin que nadie se los impidiera, empujando a los indios más y más hacia las zonas inexpugnables o matándolos con impunidad. En el embarcadero de Santa María de la Lluvia los esperaba un hombre alto, con un perfil afilado de pájaro, facciones viriles y expresión abierta, la piel curtida por la intemperie y una melena oscura amarrada en una cola en la nuca.

—Bienvenidos. Soy César Santos y ésta es mi hija Nadia —se presentó.

Alex calculó que la chica tenía la edad de su hermana Andrea, unos doce o trece años. Tenía el cabello crespo y alborotado, desteñido por el sol, los ojos y la piel color miel; vestía shorts, camiseta y unas chancletas de plástico. Llevaba varias tiras de colores atadas en las muñecas, una flor amarilla sobre una oreja y una larga pluma verde atravesada en el lóbulo de la otra. Alex pensó que, si Andrea viera esos adornos, los copiaría de inmediato, y que si Nicole, su hermana menor, viera el monito negro que la chica llevaba sentado sobre un hombro, se moriría de envidia. Mientras la doctora Torres, ayudada por dos monjas que fueron a recibirla, se llevaba a los misioneros mormones al diminuto hospital, César Santos dirigió el desembarco de los numerosos bultos de la expedición. Se disculpó por no haberlos esperado en Manaos, como habían acordado. Explicó que su avioneta había sobrevolado todo el Amazonas, pero era muy antigua y en las últimas semanas se le caían piezas del motor. En vista de que había estado a punto de estrellarse, decidió encargar otro motor, que debía llegar en esos días, y agregó con una sonrisa que no podía dejar huérfana a su hija Nadia. Luego los llevó al hotel, que resultó ser una construcción de madera sobre pilotes a orillas del río, similar a las otras destartaladas casuchas de la aldea. Cajas de cerveza se amontonaban por todos lados y sobre el mesón se alineaban botellas de licor. Alex había notado durante el viaje que, a pesar del calor, los hombres bebían litros y litros de alcohol a toda hora. Ese primitivo edificio serviría de base de operaciones, alojamiento, restaurante y bar para los visitantes. A Kate Cold y al profesor Ludovic Leblanc les asignaron unos cubículos separados del resto por sábanas colgadas de cuerdas. Los demás dormirían en hamacas protegidas por mosquiteros.

Santa María de la Lluvia era un villorrio somnoliento y tan remoto, que apenas figuraba en los mapas. Unos cuantos colonos criaban vacas de cuernos muy largos; otros explotaban el oro del fondo del río o la madera y el caucho de los bosques; unos pocos atrevidos partían solos a la selva en busca de diamantes; pero la mayoría vegetaba a la espera de que alguna oportunidad cayera milagrosamente del cielo. Ésas eran las actividades visibles. Las secretas consistían en tráfico de pájaros exóticos, drogas y armas. Grupos de soldados, con sus rifles al hombro y las camisas empapadas de sudor, jugaban a los naipes o fumaban sentados a la sombra. La escasa población languidecía, medio atontada por el calor y el aburrimiento. Alex vio varios individuos sin pelo ni dientes, medio ciegos, con erupciones en la piel, gesticulando y hablando solos; eran mineros a quienes el mercurio había trastornado y estaban muriendo de a poco. Buceaban en el fondo del río para aspirar con poderosos tubos la arena saturada de oro en polvo. Algunos morían ahogados; otros morían porque sus competidores les cortaban las mangueras de oxigeno; los mas morían lentamente envenenados por el mercurio que usaban para separar la arena del oro.

Los niños de la aldea, en cambio, jugaban felices en el lodo, acompañados por unos cuantos monos domésticos y perros flacos. Había algunos indios, varios cubiertos con una camiseta o un pantalón corto, otros tan desnudos como los niños. Al comienzo Alex, turbado, no se atrevía a mirar los senos de las mujeres, pero rápidamente se le acostumbró la vista y a los cinco minutos dejaron de llamarle la atención. Esos indios llevaban varios años en contacto con la civilización y habían perdido muchas de sus tradiciones y costumbres, como explicó César Santos. La hija del guía, Nadia, les hablaba en su lengua y en respuesta ellos la trataban como si fuera de la misma tribu.

Capítulo 04 El río Amazonas (2) Kapitel 04 Der Amazonas (2) Chapter 04 The Amazon River (2) Chapitre 04 Le fleuve Amazone (2) Capitolo 04 Il Rio delle Amazzoni (2) 제04장 아마존강(2) Rozdział 04 Rzeka Amazonka (2) Capítulo 04 O Rio Amazonas (2) Глава 04 Река Амазонка (2)

El tiempo transcurría lento, las horas se arrastraban eternas, sin embargo Alex no se aburría. Time passed slowly, the hours dragged on forever, but Alex wasn't bored. Se sentaba en la proa del bote a observar la naturaleza, leer y tocar la flauta de su abuelo. La selva parecía animarse y responder al sonido del instrumento, hasta los ruidosos tripulantes y pasajeros del barco se callaban para escucharlo; ésas eran las únicas ocasiones en que Kate Cold le prestaba atención. The jungle seemed to perk up and respond to the sound of the instrument, even the noisy crew and passengers on the ship quieted down to listen to it; those were the only times Kate Cold paid attention to it. La jungle semblait se réveiller et réagir au son de l'instrument, même l'équipage bruyant et les passagers du navire se taisaient pour écouter ; ce furent les seules fois où Kate Cold y prêta attention. La escritora era de pocas palabras, pasaba el día leyendo o escribiendo en sus cuadernos y en general lo ignoraba o lo trataba como a cualquier otro miembro de la expedición. The writer was of few words, spent the day reading or writing in her notebooks and generally ignored or treated him like any other member of the expedition. Era inútil acudir a ella para plantearle un problema de mera supervivencia, como la comida, la salud o la seguridad, por ejemplo. It was useless to go to her to raise a problem of mere survival, such as food, health or safety, for example. Il est inutile de s'adresser à elle pour un problème de simple survie, comme la nourriture, la santé ou la sécurité, par exemple. Lo miraba de arriba abajo con evidente desdén y le contestaba que hay dos clases de problemas, los que se arreglan solos y los que no tienen solución, así es que no la molestara con tonterías. He looked him up and down with evident disdain and replied that there are two kinds of problems, those that fix themselves and those that have no solution, so he should not bother her with nonsense. Lo guardò con evidente disprezzo e rispose che ci sono due tipi di problemi, quelli che si risolvono da soli e quelli che non hanno soluzione, quindi non doveva disturbarla con sciocchezze. Menos mal que su mano había sanado rápidamente, si no ella sería capaz de resolver el asunto sugiriendo que se la amputara. Good thing her hand had healed quickly, otherwise she would be able to resolve the matter by suggesting that it be amputated. Era mujer de medidas extremas. She was a woman of extreme measures. Le había prestado mapas y libros sobre el Amazonas, para que él mismo buscara la información que le interesaba. He had lent him maps and books about the Amazon, so that he could look for the information he was interested in. Il lui avait prêté des cartes et des livres sur l'Amazonie, afin qu'il puisse rechercher lui-même les informations qui l'intéressaient. Si Alex le comentaba sus lecturas sobre los indios o le planteaba sus teorías sobre la Bestia, ella replicaba sin levantar la vista de la página que tenía por delante: «Nunca pierdas una buena ocasión de callarte la boca, Alexander». If Alex commented on her reading about the Indians or brought up her theories about the Beast, she would reply without looking up from the page in front of her, "Never miss a good opportunity to shut your mouth, Alexander." Si Alex lui parlait de ses lectures sur les Indiens ou lui exposait ses théories sur la Bête, elle répondait sans lever les yeux de la page devant elle : "Ne manque jamais une bonne occasion de te taire, Alexandre.

Todo en ese viaje resultaba tan diferente al mundo en que el muchacho se había criado, que se sentía como un visitante de otra galaxia. Ya no contaba con las comodidades que antes usaba sin pensar, como una cama, baño, agua corriente, electricidad. I no longer had the comforts that I used to use without thinking, such as a bed, bathroom, running water, electricity. Je n'avais plus le confort que j'utilisais sans réfléchir, comme un lit, une salle de bain, l'eau courante, l'électricité. Se dedicó a tomar fotografías con la cámara de su abuela para llevar pruebas de vuelta a California. ¡Sus amigos jamás le creerían que había tenido en las manos un caimán de casi un metro de largo! His friends would never believe that he had held a three-foot-long alligator in his hands!

Su problema más grave era alimentarse. His biggest problem was feeding himself. Siempre había sido quisquilloso para comer y ahora le servían cosas que ni siquiera sabia nombrar. Il avait toujours été difficile et on lui servait maintenant des choses qu'il ne pouvait même pas nommer. Lo único que podía identificar a bordo eran frijoles en lata, carne seca salada y café, nada de lo cual le apetecía. All he could identify on board were canned beans, salted beef jerky and coffee, none of which he fancied. Tout ce qu'il a pu identifier à bord, ce sont des haricots en conserve, du bœuf séché salé et du café, rien de tout cela ne lui plaisant. Tutto ciò che riuscì a individuare a bordo furono fagioli in scatola, carne secca salata e caffè, nessuno dei quali gli piacque. Los tripulantes cazaron a tiros un par de monos y esa noche, cuando el bote atracó en la orilla, los asaron. The crewmen shot a couple of monkeys and that night, when the boat docked on shore, they roasted them. L'équipage a abattu quelques singes et, cette nuit-là, lorsque le bateau a accosté sur le rivage, ils les ont fait rôtir. Tenían un aspecto tan humano, que se sintió enfermo al verlos: parecían dos niños quemados. A la mañana siguiente pescaron una pirarucú, un enorme pez cuya carne resultó deliciosa para todos menos para él, porque se negó a probarla. The next morning they caught a pirarucu, a huge fish whose meat was delicious to everyone but him, because he refused to try it. Le lendemain matin, ils attrapent un pirarucu, un énorme poisson dont la chair est délicieuse pour tout le monde, sauf pour lui, car il refuse d'y goûter. Había decidido a los tres años que no le gustaba el pescado. Su madre, cansada de batallar para obligarlo a comer, se había resignado desde entonces a servirle los alimentos que le gustaban. No eran muchos. Esa limitación lo mantenía hambriento durante el viaje; sólo disponía de bananas, un tarro de leche condensada y varios paquetes de galletas. Cette limitation l'a empêché de manger à sa faim pendant le voyage ; il n'avait que des bananes, un pot de lait concentré et plusieurs paquets de biscuits. A su abuela no pareció importarle que él tuviera hambre, tampoco a los demás. His grandmother didn't seem to mind that he was hungry, nor did the others. Nadie le hizo caso. No one listened to him.

Varias veces al día caía una breve y torrencial lluvia; debió acostumbrarse a la permanente humedad, al hecho de que la ropa nunca se secaba del todo. Al ponerse el sol atacaban nubes de mosquitos. At sunset, clouds of mosquitoes attacked. Los extranjeros se defendían empapándose en insecticida, sobre todo Ludovic Leblanc, quien no perdía ocasión de recitar la lista de enfermedades transmitidas por insectos, desde el tifus hasta la malaria. Les étrangers se défendent en s'aspergeant d'insecticide, notamment Ludovic Leblanc, qui ne manque pas une occasion de réciter la liste des maladies transmises par les insectes, du typhus à la malaria. Había amarrado un tupido velo en tomo a su sombrero australiano para protegerse la cara y pasaba buena parte del día refugiado bajo un mosquitero, que hizo colgar en la popa del barco. He had tied a thick veil around his Australian hat to protect his face and spent a good part of the day under a mosquito net, which he had hung over the stern of the ship. Il avait noué un voile épais autour de son chapeau australien pour protéger son visage et avait passé une grande partie de la journée sous une moustiquaire qu'il avait suspendue à la poupe du navire. Aveva legato uno spesso velo intorno al suo cappello australiano per proteggersi il viso e trascorse gran parte della giornata sotto una zanzariera, che aveva appeso sulla poppa della nave. Los caboclos, en cambio, parecían inmunes a las picaduras. Al tercer día, durante una mañana radiante, la embarcación se detuvo porque había un problema con el motor. Mientras el capitán procuraba arreglar el desperfecto, el resto de la gente se echó bajo techo a descansar. While the captain was trying to fix the damage, the rest of the crew went indoors to rest. Hacía demasiado calor para moverse, pero Alex decidió que era el lugar perfecto para refrescarse. Saltó al agua, que parecía baja y calma como un plato de sopa, y se hundió como una piedra. He jumped into the water, which seemed low and calm as a bowl of soup, and sank like a stone.

—Sólo un tonto prueba la profundidad con los dos pies —comentó su abuela cuando él asomó la cabeza en la superficie, echando agua & hasta por las orejas. -Only a fool tests the depth with both feet," his grandmother remarked when he poked his head above the surface, spouting water & even out his ears. Seul un imbécile teste la profondeur avec ses deux pieds", remarque sa grand-mère lorsqu'il sort la tête de la surface, faisant jaillir de l'eau & même par les oreilles. -Solo uno sciocco prova la profondità con tutti e due i piedi", osservò la nonna, quando il ragazzo sporse la testa sopra la superficie, sputando acqua e persino dalle orecchie.

El muchacho se alejó nadando del bote —le habían dicho que los caimanes prefieren las orillas— y flotó de espaldas en el agua tibia por largo rato, abierto de brazos y piernas, mirando el cielo y pensando en los astronautas, que conocían su inmensidad. The boy swam away from the boat - he had been told that alligators prefer the shores - and floated on his back in the warm water for a long time, arms and legs open, looking at the sky and thinking about the astronauts, who knew its immensity. Le garçon s'éloigna du bateau à la nage - on lui avait dit que les alligators préféraient les rivages - et flotta longtemps sur le dos dans l'eau chaude, les bras et les jambes ouverts, en regardant le ciel et en pensant aux astronautes qui en connaissaient l'immensité. Se sintió tan seguro, que cuando algo pasó veloz rozando su mano tardó un instante en reaccionar. Sin tener idea de qué clase de peligro acechaba —tal vez los caimanes no se quedaban sólo en las orillas, después de todo —empezó a bracear con todas sus fuerzas de vuelta a la embarcación, pero lo detuvo en seco la voz de su abuela gritándole que no se moviera. With no idea what kind of danger lurked - maybe alligators didn't just stay on the shores after all - he began to paddle with all his might back to the boat, but was stopped in his tracks by his grandmother's voice shouting at him not to move. Senza sapere che tipo di pericolo si nascondesse - forse gli alligatori non stavano solo sulle coste - iniziò a remare con tutte le sue forze verso la barca, ma fu fermato dalla voce della nonna che gli urlava di non muoversi. Le obedeció por hábito, a pesar de que su instinto le advertía lo contrario. Lei gli obbediva per abitudine, nonostante l'istinto del contrario. Se mantuvo a flote lo más quieto posible y entonces vio a su lado un pez enorme. He stayed afloat as still as possible and then he saw a huge fish next to him. Creyó que era un tiburón y el corazón se le detuvo, pero el pez dio una corta vuelta y regresó curioso, colocándose tan cerca, que pudo ver su sonrisa. Il pensa qu'il s'agissait d'un requin et son cœur s'arrêta, mais le poisson tourna brièvement autour de lui et revint curieusement, se tenant si près qu'il pouvait voir son sourire. Pensò che si trattasse di uno squalo e il suo cuore si fermò, ma il pesce girò brevemente intorno e tornò curioso, stando così vicino che poté vedere il suo sorriso. Esta vez su corazón dio un salto y debió contenerse para no gritar de alegría. ¡Estaba nadando con un delfín!

Los veinte minutos siguientes, jugando con él como lo hacia con su perro Poncho, fueron los más felices de su vida. El magnífico animal circulaba a su alrededor a gran velocidad, saltaba por encima de él, se detenía a pocos centímetros de su cara, observándolo con una expresión simpática. The magnificent animal circled around him at high speed, jumped over him, stopped a few inches from his face, watching him with a sympathetic expression. A veces pasaba muy cerca y podía tocar su piel, que no era suave como había imaginado, sino áspera. Alex deseaba que ese momento no terminara nunca, estaba dispuesto a quedarse para siempre en el río, pero de pronto el delfín dio un coletazo de despedida y desapareció. Alex wished that this moment would never end, he was willing to stay forever in the river, but suddenly the dolphin gave a goodbye tail and disappeared. Alex souhaitait que ce moment ne se termine jamais, il était prêt à rester dans la rivière pour toujours, mais soudain le dauphin a donné un coup de queue d'adieu et a disparu. Alex desiderava che questo momento non finisse mai, era pronto a rimanere nel fiume per sempre, ma all'improvviso il delfino diede un colpo di coda e scomparve.

—¿Viste, abuela? ¡Nadie me va a creer esto! —gritó de vuelta en el bote, tan excitado que apenas podía hablar.

—Aquí están las pruebas —sonrió ella, señalándole la cámara. -Here's the evidence," she smiled, pointing to the camera. También los fotógrafos de la expedición, Bruce y González, habían captado la escena. Anche i fotografi della spedizione, Bruce e Gonzalez, avevano immortalato la scena. A medida que se internaban por el río Negro, la vegetación se volvía más voluptuosa, el aire más espeso y fragante, el tiempo más lento y las distancias más incalculables. As they went deeper into the Black River, the vegetation became more voluptuous, the air thicker and more fragrant, the time slower and the distances more incalculable. Au fur et à mesure qu'ils descendaient la Rivière Noire, la végétation devenait plus voluptueuse, l'air plus épais et plus parfumé, le temps plus lent et les distances plus incalculables. Avanzaban como en sueños por un territorio alucinante. They advanced as if in a dream through mind-boggling territory. De trecho en trecho la embarcación se iba desocupando, los pasajeros descendían con sus bultos y sus animales en las chozas o pequeños villorrios de la orilla. From stretch to stretch the boat was emptying, passengers descended with their luggage and their animals in the huts or small villages on the shore. De tronçon en tronçon, le bateau était déchargé, les passagers débarquaient avec leurs bagages et leurs animaux dans les huttes ou les petits villages de la rive. Di tratto in tratto, la barca veniva scaricata, i passeggeri sbarcavano con i loro bagagli e i loro animali nelle capanne o nei piccoli villaggi sulla riva. Las radios a bordo ya no recibían los mensajes personales de Manaos ni atronaban con los ritmos populares, los hombres se callaban mientras la naturaleza vibraba con una orquesta de pájaros y monos. The radios on board no longer received the personal messages from Manaus or thundered with popular rhythms, the men fell silent while nature vibrated with an orchestra of birds and monkeys. Les radios du bord ne reçoivent plus les messages personnels de Manaus et ne tonnent plus des rythmes populaires, les hommes se taisent tandis que la nature vibre d'un orchestre d'oiseaux et de singes. Sólo el ruido del motor delataba la presencia humana en la inmensa soledad de la selva. Only the noise of the engine betrayed the human presence in the immense solitude of the jungle. Seul le bruit du moteur trahit la présence humaine dans l'immense solitude de la jungle. Solo il rumore del motore tradiva la presenza umana nell'immensa solitudine della giungla. Por último, cuando llegaron a Santa María de la Lluvia, sólo quedaban a bordo la tripulación, el grupo del International Geographic, la doctora Omayra Torres y dos soldados. También estaban los dos jóvenes mormones, atacados por alguna bacteria intestinal. There were also the two young Mormons, attacked by some intestinal bacteria. A pesar de los antibióticos administrados por la doctora iban tan enfermos, que apenas podían abrir los ojos y a ratos confundían la selva ardiente con sus nevadas montañas de Utah. Despite the antibiotics administered by the doctor, they were so sick, they could barely open their eyes and at times mistook the burning jungle for their snow-capped Utah mountains.

—Santa María de la Lluvia es el último enclave de la civilización —dijo el capitán de bote, cuando en un recodo del río apareció el villorrio -Santa María de la Lluvia is the last enclave of civilization," said the boat captain, when the village appeared at a bend in the river. -Santa Maria de la Lluvia est la dernière enclave de la civilisation", a déclaré le capitaine du bateau, alors que le village apparaissait au détour d'un coude de la rivière. -Santa Maria de la Lluvia è l'ultima enclave della civiltà", disse il capitano del battello, mentre il villaggio si intravedeva dietro un'ansa del fiume.

—De aquí para adelante es territorio mágico, Alexander —advirtió Kate Cold a su nieto.

—¿Quedan indios que no han tenido contacto alguno con la civilización? -Are there any Indians left who have had no contact with civilization? —preguntó él.

—Se calcula que existen unos dos o tres mil, pero en realidad nadie lo sabe con certeza —contestó la doctora Omayra Torres. -It is estimated that there are about two or three thousand, but no one really knows for sure," said Dr. Omayra Torres.

Santa María de la Lluvia se levantaba como un error humano en medio de una naturaleza abrumadora, que amenazaba con tragársela en cualquier momento. Santa María de la Lluvia stood like a human error in the midst of an overwhelming nature that threatened to swallow it up at any moment. Santa María de la Lluvia s'est dressée comme une erreur humaine au milieu d'une nature écrasante qui menaçait de l'engloutir à tout moment. Santa María de la Lluvia si ergeva come un errore umano in mezzo a una natura travolgente che minacciava di inghiottirla da un momento all'altro. Consistía en una veintena de casas, un galpón que hacia las veces de hotel, otro más pequeño donde funcionaba un hospital atendido por dos monjas, un par de pequeños almacenes, una iglesia católica y un cuartel del ejército. It consisted of about twenty houses, a shed that served as a hotel, a smaller one that housed a hospital run by two nuns, a couple of small warehouses, a Catholic church and an army barracks. Il se composait d'une vingtaine de maisons, d'un hangar qui servait d'hôtel, d'un autre plus petit abritant un hôpital dirigé par deux religieuses, de quelques petits entrepôts, d'une église catholique et d'une caserne. Si trattava di una ventina di case, un capannone che fungeva da albergo, uno più piccolo che ospitava un ospedale gestito da due suore, un paio di piccoli magazzini, una chiesa cattolica e una caserma. Los soldados controlaban la frontera y el tráfico entre Venezuela y Brasil. De acuerdo a la ley, también debían proteger a los indígenas de los abusos de colonos y aventureros, pero en la práctica no lo hacían. According to the law, they were also supposed to protect the indigenous people from the abuses of settlers and adventurers, but in practice they did not do so. Selon la loi, ils étaient également censés protéger les populations indigènes contre les abus des colons et des aventuriers, mais dans la pratique, ils n'ont pas réussi à le faire. Los forasteros iban ocupando la región sin que nadie se los impidiera, empujando a los indios más y más hacia las zonas inexpugnables o matándolos con impunidad. The outsiders were occupying the region unhindered, pushing the Indians further and further into the impregnable areas or killing them with impunity. Les étrangers occupaient la région sans entrave, repoussant les Indiens de plus en plus loin dans les zones inexpugnables ou les tuant en toute impunité. Gli stranieri occupavano la regione senza ostacoli, spingendo gli indiani sempre più in là nelle zone inespugnabili o uccidendoli impunemente. En el embarcadero de Santa María de la Lluvia los esperaba un hombre alto, con un perfil afilado de pájaro, facciones viriles y expresión abierta, la piel curtida por la intemperie y una melena oscura amarrada en una cola en la nuca. At the Santa María de la Lluvia pier, a tall man was waiting for them, with a sharp bird-like profile, virile features and open expression, weather-beaten skin and dark hair tied in a tail at the nape of his neck. À l'embarcadère de Santa María de la Lluvia, un homme de grande taille les attendait, avec un profil aigu, semblable à celui d'un oiseau, des traits virils et une expression ouverte, une peau burinée par les intempéries et des cheveux sombres noués en queue sur la nuque.

—Bienvenidos. Soy César Santos y ésta es mi hija Nadia —se presentó.

Alex calculó que la chica tenía la edad de su hermana Andrea, unos doce o trece años. Tenía el cabello crespo y alborotado, desteñido por el sol, los ojos y la piel color miel; vestía shorts, camiseta y unas chancletas de plástico. He had frizzy, tousled, sun-bleached hair, honey-colored eyes and skin; he was wearing shorts, a T-shirt and plastic flip-flops. Il avait des cheveux crépus, ébouriffés et décolorés par le soleil, des yeux et une peau couleur miel ; il portait un short, un T-shirt et des tongs en plastique. Llevaba varias tiras de colores atadas en las muñecas, una flor amarilla sobre una oreja y una larga pluma verde atravesada en el lóbulo de la otra. She wore several colorful strips tied around her wrists, a yellow flower over one ear and a long green feather through the lobe of the other. Elle porte plusieurs bandes de couleur autour des poignets, une fleur jaune sur une oreille et une longue plume verte dans le lobe de l'autre. Portava diverse strisce colorate legate ai polsi, un fiore giallo su un orecchio e una lunga piuma verde sul lobo dell'altro. Alex pensó que, si Andrea viera esos adornos, los copiaría de inmediato, y que si Nicole, su hermana menor, viera el monito negro que la chica llevaba sentado sobre un hombro, se moriría de envidia. Alex pensait que si Andrea voyait ces ornements, elle les copierait immédiatement, et que si Nicole, sa jeune sœur, voyait le petit singe noir assis sur son épaule, elle mourrait d'envie. Mientras la doctora Torres, ayudada por dos monjas que fueron a recibirla, se llevaba a los misioneros mormones al diminuto hospital, César Santos dirigió el desembarco de los numerosos bultos de la expedición. While Dr. Torres, assisted by two nuns who went to meet her, took the Mormon missionaries to the tiny hospital, César Santos directed the disembarkation of the expedition's numerous bundles. Tandis que le docteur Torres, assisté de deux religieuses venues à sa rencontre, conduit les missionnaires mormons vers le minuscule hôpital, César Santos dirige le débarquement des nombreux ballots de l'expédition. Se disculpó por no haberlos esperado en Manaos, como habían acordado. He apologized for not having waited for them in Manaus, as they had agreed. Explicó que su avioneta había sobrevolado todo el Amazonas, pero era muy antigua y en las últimas semanas se le caían piezas del motor. He explained that his plane had flown all over the Amazon, but it was very old and in recent weeks parts of the engine had fallen off. En vista de que había estado a punto de estrellarse, decidió encargar otro motor, que debía llegar en esos días, y agregó con una sonrisa que no podía dejar huérfana a su hija Nadia. In view of the fact that it had been about to crash, he decided to order another engine, which was due to arrive in those days, and added with a smile that he could not leave his daughter Nadia orphaned. Comme il était presque tombé en panne, il a décidé de commander un autre moteur, qui devait arriver dans les prochains jours, et a ajouté en souriant qu'il ne pouvait pas laisser sa fille Nadia orpheline. Dato che si era quasi schiantato, decise di ordinare un altro motore, che sarebbe arrivato nei prossimi giorni, e aggiunse con un sorriso che non poteva lasciare orfana sua figlia Nadia. Luego los llevó al hotel, que resultó ser una construcción de madera sobre pilotes a orillas del río, similar a las otras destartaladas casuchas de la aldea. He then took them to the hotel, which turned out to be a wooden building on stilts on the riverbank, similar to the other ramshackle shacks in the village. Il les a ensuite conduits à l'hôtel, qui s'est avéré être un bâtiment en bois sur pilotis au bord de la rivière, semblable aux autres cabanes délabrées du village. Li ha poi portati all'hotel, che si è rivelato essere un edificio di legno su palafitte sulla riva del fiume, simile alle altre baracche sgangherate del villaggio. Cajas de cerveza se amontonaban por todos lados y sobre el mesón se alineaban botellas de licor. Cases of beer were piled up everywhere and bottles of liquor were lined up on the counter. Des caisses de bière sont empilées un peu partout et des bouteilles d'alcool sont alignées sur le comptoir. Le casse di birra erano accatastate ovunque e le bottiglie di liquore erano allineate sul bancone. Alex había notado durante el viaje que, a pesar del calor, los hombres bebían litros y litros de alcohol a toda hora. Ese primitivo edificio serviría de base de operaciones, alojamiento, restaurante y bar para los visitantes. A Kate Cold y al profesor Ludovic Leblanc les asignaron unos cubículos separados del resto por sábanas colgadas de cuerdas. Kate Cold et le professeur Ludovic Leblanc se sont vu attribuer des cabines séparées des autres par des draps suspendus à des cordes. A Kate Cold e al professor Ludovic Leblanc sono stati assegnati dei cubicoli separati dal resto da lenzuola appese a corde. Los demás dormirían en hamacas protegidas por mosquiteros. Gli altri dormivano su amache protette da zanzariere.

Santa María de la Lluvia era un villorrio somnoliento y tan remoto, que apenas figuraba en los mapas. Santa María de la Lluvia was a sleepy little village so remote that it barely appeared on maps. Santa María de la Lluvia era un borgo sonnolento e così remoto da apparire a malapena sulle mappe. Unos cuantos colonos criaban vacas de cuernos muy largos; otros explotaban el oro del fondo del río o la madera y el caucho de los bosques; unos pocos atrevidos partían solos a la selva en busca de diamantes; pero la mayoría vegetaba a la espera de que alguna oportunidad cayera milagrosamente del cielo. A few settlers raised cows with very long horns; others exploited the gold at the bottom of the river or the timber and rubber in the forests; a few daring ones went off alone into the jungle in search of diamonds; but the majority vegetated in the hope that some opportunity would miraculously fall from the sky. Quelques colons élèvent des vaches à longues cornes ; d'autres exploitent l'or au fond de la rivière ou le bois et le caoutchouc dans les forêts ; quelques audacieux partent seuls dans la jungle à la recherche de diamants ; mais la plupart végètent dans l'espoir que l'occasion tombera miraculeusement du ciel. Alcuni coloni allevavano mucche dalle lunghe corna; altri sfruttavano l'oro in fondo al fiume o il legname e il caucciù delle foreste; alcuni audaci si addentravano da soli nella giungla alla ricerca di diamanti; ma la maggior parte vegetava nella speranza che l'opportunità cadesse miracolosamente dal cielo. Ésas eran las actividades visibles. Las secretas consistían en tráfico de pájaros exóticos, drogas y armas. Grupos de soldados, con sus rifles al hombro y las camisas empapadas de sudor, jugaban a los naipes o fumaban sentados a la sombra. Des groupes de soldats, fusils en bandoulière et chemises trempées de sueur, jouent aux cartes ou fument assis à l'ombre. Gruppi di soldati, con i fucili in spalla e le camicie intrise di sudore, giocavano a carte o fumavano seduti all'ombra. La escasa población languidecía, medio atontada por el calor y el aburrimiento. The sparse population languished, half-stunned by the heat and boredom. La population clairsemée dépérit, à moitié assommée par la chaleur et l'ennui. La scarsa popolazione languiva, semistordita dal caldo e dalla noia. Alex vio varios individuos sin pelo ni dientes, medio ciegos, con erupciones en la piel, gesticulando y hablando solos; eran mineros a quienes el mercurio había trastornado y estaban muriendo de a poco. Alex saw several individuals without hair or teeth, half blind, with rashes on their skin, gesticulating and talking to themselves; they were miners who had been disturbed by the mercury and were slowly dying. Alex a vu plusieurs individus sans cheveux ni dents, à moitié aveugles, avec des éruptions cutanées, qui gesticulaient et se parlaient à eux-mêmes ; il s'agissait de mineurs qui avaient été dérangés par le mercure et qui mouraient lentement. Buceaban en el fondo del río para aspirar con poderosos tubos la arena saturada de oro en polvo. They dived to the bottom of the river to suck up the sand saturated with gold dust with powerful tubes. Ils ont plongé au fond de la rivière pour aspirer le sable saturé de poussière d'or à l'aide de puissants tubes. Algunos morían ahogados; otros morían porque sus competidores les cortaban las mangueras de oxigeno; los mas morían lentamente envenenados por el mercurio que usaban para separar la arena del oro. Certains sont morts noyés, d'autres sont morts parce que leurs concurrents ont coupé leurs tuyaux d'oxygène, d'autres encore sont morts lentement, empoisonnés par le mercure qu'ils utilisaient pour séparer le sable de l'or.

Los niños de la aldea, en cambio, jugaban felices en el lodo, acompañados por unos cuantos monos domésticos y perros flacos. Les enfants du village, quant à eux, jouaient joyeusement dans la boue, accompagnés de quelques singes de compagnie et de chiens maigres. Había algunos indios, varios cubiertos con una camiseta o un pantalón corto, otros tan desnudos como los niños. Il y avait des Indiens, plusieurs couverts d'un T-shirt ou d'un short, d'autres nus comme des enfants. Al comienzo Alex, turbado, no se atrevía a mirar los senos de las mujeres, pero rápidamente se le acostumbró la vista y a los cinco minutos dejaron de llamarle la atención. At first Alex, troubled, did not dare to look at the women's breasts, but he quickly got used to the sight and after five minutes they stopped attracting his attention. Au début, Alex, troublé, n'osait pas regarder les seins des femmes, mais ses yeux s'y sont rapidement habitués et, au bout de cinq minutes, ils ont cessé d'attirer son attention. Esos indios llevaban varios años en contacto con la civilización y habían perdido muchas de sus tradiciones y costumbres, como explicó César Santos. La hija del guía, Nadia, les hablaba en su lengua y en respuesta ellos la trataban como si fuera de la misma tribu. La fille du guide, Nadia, leur a parlé dans leur langue et, en réponse, ils l'ont traitée comme si elle était de la même tribu.