¿Por qué HAITÍ es el país MÁS POBRE de AMÉRICA? - VisualPolitik - YouTube (1)
La nación del vudú, la cuna de los zombis, la tierra maldita vigilada por el Barón Samedi,
la loa de la muerte. Según la tradición, todo esto y más es Haití.
Una tierra caribeña poblada por demonios capaces de arrebatarle
su voluntad a muchos haitianos. / Queridos amigos de VisualPolitik,
esto al menos es lo que pensaban muchos franceses cuando esta todavía era su colonia de Santo
Domingo. O también los propios estadounidenses cuando invadieron el país en el año 1916
De hecho, ¿Sabíais que los zombis se popularizaron en Estados Unidos justo durante la invasión
estadounidense de principios del siglo XX? Pues sí, esa ha sido la influencia de este país.
Claro que, seamos honestos. Esta percepción tan macabra de Haití y de su población servía a un
propósito muy concreto: poder dominar un territorio que había llegado a ser
la colonia más rica del mundo y que ocupaba una posición absolutamente estratégica en el Caribe.
Y es que Haití podría haberse llegado a convertir en uno de los países más ricos de América Latina.
Sin embargo, el destino le tenía preparado otro camino muy diferente, uno que le llevaría a
convertirse ni más ni menos que en el país más pobre de América Latina, del hemisferio norte
y uno de los más pobres de todo el planeta. Más allá del vudú, los zombis y los espíritus,
hoy por hoy Haití es prácticamente lo que podríamos denominar como un Estado fallido.
Haití lleva en una espiral de inestabilidad política desde su independencia en 1804. En
estos casi 200 años han sido muy pocos los gobiernos que se han mantenido estables.
De hecho, seguramente la época más estable del país fue también la época más cruel. Hablamos
de la dictadura familiar de Francois Duvalier, alias Papa Doc, y, tras su muerte, la de su hijo
Jean-Claude. Entre ambos estuvieron casi 30 años en el poder y establecieron uno de los regímenes
de terror más extremos de toda la historia. Pero eso será tema para otro vídeo. No olvides
Suscribirte a VisualPolitik para no perdértelo. El caso es que, por supuesto, toda esta
inestabilidad no fue algo fortuito. Tras su independencia, Haití heredó una enorme
tensión social basada en la raza… Que hizo que la violencia se convirtiera
en toda una seña de identidad nacional. Sin embargo, ahora las cosas son incluso peor.
La violencia ha estallado de forma descontrolada y campa a sus anchas. Grandes partes del país
están en manos de bandas y la hambruna acecha. Por eso el presidente interino, Ariel Henry,
está buscando una manera de frenar la violencia de las bandas. Para lograrlo está mirando a dos
de sus vecinos: Estados Unidos y El Salvador. La pregunta es, ¿Qué ha causado exactamente la
desolación de Haití? ¿Qué ha hecho que el país esté en manos de bandas y grupos criminales?
¿Cómo espera el gobierno haitiano mitigar la violencia? ¿Qué capacidad tiene para lograrlo?
Hoy vamos a responder a estas preguntas, pero antes, antes vamos a ver un poco de historia.
(LA ETERNA CASTIGADA DE LA HISTORIA)
No creo que sea una sorpresa para nadie si digo que entre los países más pobres
del mundo encontramos lugares como Burundi, Somalia o Sierra Leona.
Pero, ¿qué ocurre si nos centramos exclusivamente en América? Pues ocurre exactamente esto.
Sí, muchos podríais pensar que Venezuela y su revolución bolivariana forman el país
más pobre de América… Sin embargo, ya lo veis, Haití sigue sacando “ventaja”.
Y es que veréis, las cosas empezaron mal desde muy pronto. Tras su independencia de Francia,
la potencia europea inició un duro bloqueo contra su excolonia y la exigió el pago de
150 millones francos. Lo que convertido en dólares y ajustado a la inflación vendría
a suponer más de 700 millones de dólares. Claro que eso no fue la peor. Ni tampoco la
ocupación meramente extractiva de recursos que Estados Unidos protagonizó entre 1916 y 1934.
Lo peor fue la propia dinámica de este país. Las tensiones entre la población
negra y la mulata se intensificaron cada vez más, las luchas por el poder fueron constantes,
los golpes de Estado se sucedieron uno tras otro y los asesinatos presidenciales no fueron
algo extraño. Todo, por supuesto, bañado con un montón de corrupción.
Vamos, que lo que se dice estabilidad… Ha brillado por su ausencia.
Sin ir más lejos, Jovenel Moise el presidente que fue asesinado en 2021,
también estaba implicado en casos de corrupción. Es algo así como la norma predominante.
N1(Miles de personas protestan contra la corrupción en Haití.
Los manifestantes exigen la dimisión del Presidente Jovenel Moise por no atajar la
corrupción. Meses de protestas han envuelto al país más pobre del hemisferio occidental. DW)
Con todo, la característica más llamativa de Haití a lo largo de sus 200 años de independencia,
y sobre todo en las últimas 6 décadas, ha sido la violencia.
En 1958 el dictador haitiano Francois Duvalier creó los “Tonton Macoutes”, una milicia cuyo
objetivo era aumentar el control del tirano sobre el país y reducir el peso y la infl su
ocupación y no que le era particularmente leal. Es decir, el dictador diseñó una especie de
guardia pretoriana a su servicio personal para controlar las calles. Y cuando su hijo
Jean-Calude Duvalier fue finalmente derrocado y se disolvió esta milicia, de repente empezaron a
proliferar todo tipo de bandas, milicias y grupos paramilitares. Digamos que los miembros de los
“Tonton Macoutes” se buscaron nuevos empleos. Amigos, la cosa aún fue a peor cuando en 1995
el presidente Jean-Bertrand Aristide que en 1991 había sido derrocado por el
ejército y que volvió el poder en 1994 gracias a la ayuda de Estados Unidos,
decidió disolver las fuerzas armadas. Y ¿qué fue lo que pasó a continuación?
Pues como ya hicieron los antiguos miembros de los “Tonton Macoutes”, muchos soldados también
se buscaron un nuevo empleo en el sector que mejor conocían. Es decir, se enrolaron en bandas
y grupos guerrilleros o, directamente, las crearon como buenos emprendedores
Bandas que empezaron a colaborar con las diferentes facciones políticas. De hecho,
el propio presidente Aristide - el que disolvió el ejército - tenía sus propias guerrillas,
las “quimeras”, que se encargaban de atacar a la oposición y acallar a la disidencia. Y así
fue hasta 2004 cuando volvió a ser derrocado, esta vez por una banda conocida como “Ejército Caníbal”
junto al grupo paramilitar “Frente Revolucionario para el Avance y el Progreso de Haití”.
Y así, queridos amigos, es como Haití se convirtió en una especie de partida eterna
de Risk para las bandas, los paramilitares y los grupos criminales. Ellos imponen su ley.
Y claro, entre las luchas de poder, los enfrentamientos sociales, la corrupción
y la violencia generalizada, no nos puede extrañar encontrarnos con noticias como esta:
N2(La ONU alerta de niveles “catastróficos” de hambre en zonas de Haití. DW)
En un país de apenas 12 millones de personas, casi 5 están al borde de la hambruna,
y de todas ellas más de la mitad son niños. A esto, además, hay que sumarle la epidemia
de cólera que está atravesando el país y que ha dejado ya, al menos, 15.000 casos
y 450 muertos. Que se sepa. La situación es crítica.
Y ante situaciones críticas llegan medidas desesperadas. Atentos.
T2(UN PRESIDENTE DESESPERADO) Ya os lo hemos dicho, la extrema
violencia de Haití no es algo precisamente nuevo. Sin embargo, lo que todavía no os hemos dicho es
que desde el año 2021 los niveles de violencia y criminalidad han alcanzado niveles no vistos
desde la dictadura de Duvalier. Y la pregunta es, ¿Por qué? Pues,
básicamente, por el asesinato de Jovenel Moise (El presidente Moise se vio implicado en un
escándalo de corrupción relacionado con la malversación de fondos de Petrocaribe,
el proyecto auspiciado por Venezuela para vender su petróleo en la región.
Ahora bien, su presidencia no solo estuvo marcada por la corrupción, también por perpetuarse
en el poder sin convocar elecciones cuando correspondían y seguir en la presidencia una vez
que su mandato terminó el 7 de febrero de 2021. Al final, en julio de ese mismo año fue asesinado
por una milicia compuesta principalmente por colombianos. Claro que el asesinato
a día de hoy sigue siendo todo un misterio: Dos de los sicarios eran informantes de la
DEA y varios habían sido entrenados por el ejército estadounidense. Se barajan varias
hipótesis, pero la más sonada apunta a que ue asesinado justo antes de publicar una
lista de narcotraficantes a perseguir.) Sea como sea, el hecho es que Moisé
fue derribado, y como siempre ocurre, el vacío de poder es rápidamente cubierto por
otros actores. Y aquí es donde aparece uno de los grandes protagonistas de este vídeo:
Ariel Henry, presidente interino, Primer Ministro y Ministro del interior de Haití.
Y si algo es incuestionable es que desde su toma de posesión, Henry ha tenido una enorme oposición.
Neurocirujano y ahora presidente interino, es tremendamente impopular. Gran parte de los
haitianos le ven como un presidente ilegítimo. Y no solo porque haya sucedido una presidencia
cuyo mandato ya había vencido, sino también porque se ha negado a celebrar elecciones,
pese a que prometió que para finales de 2022 ya habría una fecha para los comicios. Sin embargo,
luego argumentó que no se daban las condiciones necesarias.
Así que lejos de producirse la convocatoria electoral, vencidos todos los plazos,
nos encontramos con noticias como esta: N3(Haití se queda sin cargos electos
en una espiral hacia la anarquía. Los 10 últimos senadores dejan sus cargos,
con las bandas controlando gran parte de la capital, una crisis de malnutrición y
un brote de cólera. The Guardian) Es decir, que además de que Henry
se ha negado a abandonar la presidencia, ahora se suma el hecho de que ya no hay diputados ni
senadores porque sus mandatos han terminado. Para que os hagáis una idea, hasta las bandas
están reclamando elecciones. Pero como Henry ha decidido hacer oídos sordos… La violencia se ha
disparado aún más. Por ejemplo, en apenas los 4 años que transcurrieron entre 2018 y 2022 el
número de homicidios prácticamente se triplicó hasta tocar la barrera de los 20 homicidios por
cada cien mil habitantes, lo que lo convierte en uno de los países más peligrosos del mundo.
Las bandas han salido a la calle para lograr lo que sus socios no pueden conseguir en las urnas:
el poder sobre gran parte del país y especialmente sobre buena parte de la capital, Puerto Príncipe.
Nutriéndose del tráfico de narcóticos y de armas, las bandas, sobre todo las afines
a la coalición de bandas denominada G9, han conseguido, tal y como podéis ver en el mapa,
hacerse con el control de buena parte de la costa de la Bahía de Puerto Príncipe,
el punto neurálgico de la economía haitiana. De hecho, para que os hagáis una idea,
el G9 ha llegado incluso a tomar la principal terminal petrolífera del país, la terminal Varreux
lo que hizo que Haití se sumiera en un caos total, ya que el petróleo es la
principal fuente de energía. Es decir, recapitulemos:
Tenemos un país tomado por las bandas, con tasas de violencia altísimas,
mucha corrupción, un brote de cólera, el menor ingreso per cápita de toda América,
ausencia de instituciones y un presidente que no quiere dejar el poder.
En otras palabras, tenemos todos los ingredientes posibles para situar al
país al borde del colapso. Y esa es precisamente en la situación en la que se encuentra Haití.
Y eso ha hecho que el propio presidente Ariel Henry tomara esta decisión:
N4(El gobierno haitiano solicita ayuda militar internacional. CNN)
Exacto, queridos amigos de VisualPolitik, el propio presidente haitiano ha pedido que
otros países intervengan en el país, especialmente Estados Unidos. Pero,
la pregunta es, ¿quién demonios estará dispuesto a llevar a cabo semejante operación? Es decir,
a desplegar tropas para luchar contra las bandas y el narcotráfico en un país completamente roto. ¿De
verdad creéis que esto es siquiera posible? Pues, ¿la verdad? No lo parece.
De hecho, Estados Unidos no quiere bajo ningún concepto tener que volver a enviar tropas, como ya
hizo en 1916 y 1994, sin conseguir prácticamente nada, excepto situar en el poder a gobiernos