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NPR Radio Ambulante, Laurinha quiere jugar (3)

Laurinha quiere jugar (3)

ALARCÓN: Lo que le pasó a Laura no es un incidente aislado. El fútbol femenino en Brasil es el espejo de un problema mucho más grande: el machismo. Tradicionalmente, las canchas han sido espacios reservados para hombres. Tanto, que en el pasado hubo mujeres que fueron arrestadas solo por jugar fútbol en la calle.

Luego de la pausa, la prohibición en Brasil que mantuvo a las mujeres fuera de las canchas, y qué pasó con Laura. Ya volvemos.

CODE SWITCH: Ya sea que hablemos de las protestas de atletas, la prohibición de que los musulmanes ingresen al país, la violencia con armas de fuego, la reforma educativa o la música que te está dando vida en este momento, la raza es el subtexto de gran parte de la historia estadounidense. Y en Code Switch, de NPR, ese subtexto se vuelve texto. Suscríbete y escucha todos los miércoles.

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ALARCÓN: Bienvenidos de vuelta a Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón.

Antes de la pausa, la co-reportera de esta historia, Cláudia Jardim, nos estaba contando la historia de Laura Pigatin, una chica que sueña con ser la próxima estrella del fútbol brasileño, a pesar de los prejuicios que enfrentan las niñas y mujeres futbolistas. Unos prejuicios que tienen raíces claras, que vienen, en parte, de las leyes que tuvo el país.

Irene Caselli, la co-reportera de esta historia, nos sigue contando.

IRENE CASELLI: Al igual que en otros lugares del mundo, el fútbol femenino estuvo prohibido durante mucho tiempo en Brasil: casi 40 años.

Un decreto de 1941 estableció que: “A las mujeres no se les permitirá practicar deportes incompatibles con la condición de su naturaleza”. Eso, claro, incluía el fútbol. A la lista prohibida se incluía el levantamiento de pesas, el béisbol y las artes marciales.

Durante ese periodo de gobiernos autoritarios en Brasil, se consideraba que las mujeres tenían que quedarse en el ámbito privado, estar protegidas y controladas, es decir, en el hogar, donde podían ser buenas esposas y madres.

Había incluso argumentos supuestamente médicos. Se recomendaba que las mujeres no jugaran porque estaban expuestas a sufrir golpes en el útero o en los senos, lo que podría comprometer tanto la fertilidad como la lactancia.

Una nota periodística publicada en uno de los mayores diarios de Brasil en 1961 decía esto: “Las mujeres tienen huesos más frágiles, menor masa muscular, cadera oblicua, tronco más largo y por eso menos resistente, centro de gravedad inferior, corazón más pequeño, menor número de glóbulos rojos, respiración menos apropiada para practicar deportes pesados, menor resistencia nerviosa y de adaptación orgánica”.

Para Andrea la prohibición es la raíz de los prejuicios y las dificultades que todavía enfrentan las mujeres que sí quieren jugar.

A. PIGATIN: Às vezes eu acho que os próprios pais não deixam as meninas jogarem por terem esse preconceito.

CASELLI: Ella cree que muchos padres no se lo permiten a sus hijas debido a ese prejuicio construido hace décadas.

Esa visión autoritaria de los derechos civiles de las mujeres prevaleció durante los 21 años de dictadura militar que hubo en el país, entre 1964 y 1985.

LÉA CAMPOS: A donde hubiera chance de jugar, jugábamos, en la calle, en los campos baldíos. Pero como era prohibido jugar, la policía siempre estaba ahí para cogernos.

CASELLI: Ella es Léa Campos, la primera mujer en ser invitada a ser árbitro en un partido de FIFA, en 1971. Mi colega Cláudia Jardim la llamó por teléfono para saber qué hacían las mujeres que querían jugar en esa época.

Léa le contó que se juntaba con un grupo de niñas, hacían partidos informales, y durante esos partidos...

CAMPOS: Yo sabía que la policía estaba viniendo porque yo oía la sirena del carro de la policía militar.

CASELLI: Y cuando escuchaba la sirena, mandaba a las otras niñas a correr y la policía arrestaba a Léa.

CAMPOS: Me arrestaron 15 veces. Y todas las veces decía lo mismo: “Podem me prender um milhão de vezes, e eu vou continuar fazendo lo mismo”.

CASELLI: Y fue durante esas detenciones que Léa se dio cuenta de un tecnicismo muy importante. La prohibición era clara: las mujeres no podían jugar fútbol...

CAMPOS: Pero no hablaba absolutamente nada al respecto de arbitraje. Y era eso que a mí me interesaba. Yo quería ser el maestro de la orquesta. No me interesaba ser músico de la orquesta.

CASELLI: Y lo logró. Léa Campos fue nombrada como árbitro a principios de los años setenta.

Un accidente de autobús que la dejó en silla de ruedas acabó con su carrera en 1974. Y su lucha quedó algo aislada. La prohibición finalmente terminó en 1979, cuando se firmó la ley de amnistía con el gobierno militar.

Pongamos esta prohibición en contexto. Mientras el fútbol brasileño masculino ganaba tres copas del mundo —en el 58, el 62 y el 70— y los futbolistas brasileños se convertían en estrellas a nivel mundial, más de la mitad de la población tenía prohibido jugar el deporte nacional.

Aunque la prohibición se terminó oficialmente hace 40 años, los obstáculos continuaron.

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

LOCUTOR: Agora, agora, agora, agora, agora, agora, agora, gooool! Marta, um fenômeno mundial! Um fenômeno mundial!

CASELLI: Hoy en día Marta Viera da Silva es la jugadora de fútbol más popular de Brasil y está entre las más conocidas del mundo.

Pero mucho antes de convertirse en un fenómeno mundial, Marta era simplemente una chica con un talento excepcional, como Laura Pigatin.

En el 1999, cuando tenía 13 años, Marta jugaba en un equipo en la ciudad de Dois Riachos, en el noreste de Brasil. Como Laura, Marta era la única chica que jugaba en un equipo de niños porque no había equipo femenino. Además de talento, tenía fortaleza para ignorar los comentarios prejuiciosos de que era “marimacha”, de que el fútbol no era cosa de niñas.

VIEIRA DA SILVA: As pessoas falavam mal, chegavam para minha mãe e para meus irmãos e davam conselhos: “ah, não deixe ela no meio de um monte de meninos”.

CASELLI: Marta dice que la gente hablaba mal de ella y que le decían a su madre que no podía dejarla con un grupo de niños que le iban a faltar el respeto.

Marta nos contó que cuando jugó en su primer campeonato, fue la jugadora que más goles había marcado y era fundamental para su equipo. Marta también recuerda que su talento molestaba a los adversarios. Tanto que el dueño de un equipo contrario amenazó con retirarse del torneo local si Marta seguía jugando.

VIEIRA DA SILVA: Eu fiquei super-frustrada naquele momento.

CASELLI: Se sintió muy frustrada y tuvo que abandonar el campeonato.

VIEIRA DA SILVA: Não achava uma resposta do porquê disso tudo, né? Será que é tão complicado aceitar que um ser humano nasceu com talento, e sabe jogar e sabe fazer isso e é isso que te faz feliz?

CASELLI: Y no podía entender por qué era tan complicado aceptar que un ser humano que nació con talento no pudiera jugar y ser feliz. Pero siguió. Su meta era jugar en un equipo importante.

Vasco da Gama, uno de los grandes clubes de Rio de Janeiro, hacía pruebas, para descubrir nuevas jugadoras. Era el año 2000, cuando Marta le dijo a su mamá que quería irse a Rio de Janeiro.

VIEIRA DA SILVA: Falei com a minha mãe e ela falou: “Ela não vai”. Tipo assim, ela não levou muito a sério...

CASELLI: Marta dice que su madre le contestó: “Tú no vas a ir”. No se tomó muy en serio lo que decía Marta.

Pero Marta decidió hacerlo de todas maneras. Le pidió dinero prestado a sus amigos y vecinos más cercanos para comprar el pasaje de autobús. Apenas tenía para comer en el camino. Y estamos hablando de un viaje de tres días desde el noreste hasta el sudeste de Brasil.

VIEIRA DA SILVA: E aí tinha uns pontos estratégicos para parar, e tal, tomar café, fazer um lanche...

CASELLI: Marta dice que mientras el bus paraba para que la gente tomara café o hiciera una merienda, ella tenía que cuidar cada centavo. Se aguantaba el hambre, sabiendo que el poco dinero que había traído, le tenía que durar.

Marta hizo la prueba y se quedó en el Vasco da Gama. Dos años después se mudó a Belo Horizonte y jugó en un equipo local. Estaba decidida. Quería hacer del fútbol su vida, pero las posibilidades en Brasil eran muy precarias.

Todavía lo son. La mayor desigualdad en el fútbol profesional femenino es la parte financiera. A nivel internacional, un estudio reciente de Sporting Intelligence —un sitio web dedicado a noticias deportivas— muestra la brecha enorme entre los salarios de los hombres y de las mujeres. Según el estudio, el contrato que Neymar firmó en el 2017 por más de 30 millones de euros por año equivale al sueldo anual de 1,693 mujeres en las principales ligas de fútbol femenino en el mundo.

Y esa desigualdad se hace aún más profunda en Brasil, donde los clubes femeninos no tienen el mismo nivel de apoyo económico que en otras partes del mundo.

Fue precisamente por eso que Marta probó suerte en el extranjero. En el 2004 recibió una llamada desde Europa. Era una invitación para que fuera a jugar en el club Umea IK, en Suecia.

VIEIRA DA SILVA: Eu realmente acredito que eu vim para esse mundo para jogar futebol.

CASELLI: Dice: “Realmente creo que vine a este mundo para jugar al fútbol”. Ya lleva 19 años jugando profesionalmente entre Brasil, Europa y Estados Unidos.

A pesar del éxito que ha tenido Marta, los prejuicios a los que se enfrentó siguen vivos.

Volvamos a la historia de Laura Pigatin.

En el año 2015, cuando Laura tenía 11 años, su equipo, el ADESM, ganó el campeonato municipal y pasó a la siguiente fase: el campeonato regional. Pero en esa etapa, los organizadores del torneo prohibieron que Laura participara.

LAURA PIGATIN: Ela falou que o campeonato era só masculino e que as meninas não podiam jogar e que se eu jogasse ela ia desclassificar o time, e nesse ano eu fiquei de fora.

CASELLI: Porque el reglamento decía que el torneo era sólo masculino y que las niñas no podían jugar. Y que en caso de que Laura insistiera, su equipo sería descalificado.

Lo más extraño es que en la primera fase del campeonato, nadie se había opuesto.

LAURA PIGATIN: Joguei de boa, todos os técnicos dos outros times aceitaram.

CASELLI: Pero al llegar a la final la Directora de la Secretaría de Deportes, Ocio y Juventud del Estado de São Paulo, la encargada del campeonato, prohibió que Laura jugara.

Rogério, el entrenador, dio la batalla. Trató de razonar con la directora.

PEREIRA: Na verdade é um regulamento machista né, que foi criado...

CASELLI: Para hacerle ver que el reglamento era machista y que aún respondía a los tiempos en que las niñas no jugaban fútbol. Pero las cosas van evolucionando, dice Rogério, y ellos, los encargados, no evolucionaron, se quedaron parados en el tiempo.

El papá de Laura también habló con la directora.

LAURO PIGATIN: Ela seguiu o regulamento, mas faltou bom senso por parte dela de entender que era uma condição excepcional.

CASELLI: A pesar de que la directora estaba siguiendo el reglamento, para Lauro, a ella le faltó sentido común. No logró entender que se trataba de un caso especial. La directora hubiese podido cambiar esa regla para dejar que las niñas pudieran jugar.

Pero ni Rogério ni él lograron convencerla.

LAURO PIGATIN: Me senti realmente um Zé Ninguém, um idiota, me senti assim o pior dos homens.

CASELLI: Ese rechazo, dice Lauro, lo hizo sentir como un idiota, como el peor de los hombres.

Y al final Laura no pudo acompañar a su equipo. Andrea se acuerda de la tristeza de Laura al ver a su equipo desde las gradas. A. PIGATIN: Ela ficava na arquibancada assistindo o jogo com olho cheio de lágrima. CASELLI: Con los ojos llenos de lágrimas. El equipo perdió el campeonato regional y Laura se quedó pensando en qué hubiera ocurrido si la hubieran dejado jugar. Al año siguiente, 2016, Laura volvió a tener una nueva oportunidad. Su equipo llegó al mismo campeonato y la misma directora volvió a prohibir que jugara. Para el papá de Laura la frustración fue demasiado grande. LAURO PIGATIN: Eu me senti um M... me senti um merda pra falar a verdade. CASELLI: Se sintió como una mierda, dice, y se desahogó en Facebook. La frustración de Lauro inició una movilización en línea para recolectar firmas pidiendo la inclusión de niñas en torneos masculinos. La petición para que Laura jugara empezó a correr en las redes sociales. “Las niñas pueden jugar” era la consigna. Y para sorpresa de todos, la respuesta fue grande. La campaña empezó a recibir atención a nivel nacional. (SOUNDBITE DE ARCHIVO) REPORTERA 1: Uma história que parou o Brasil. Muita gente não se conformou ao ver a desigualdade no mundo da bola. REPORTERA 2: O caso da Laurinha gerou comoção nacional. Ela continuou jogando com os meninos. CASELLI: A pesar de su timidez, Laura apareció en varios programas de televisión, y en todos pedía lo mismo. (SOUNDBITE DE ARCHIVO) LAURA PIGATIN: E agora que ia jogar a fase mais importante do campeonato não ia poder jogar. ANIMADORA: Não seria justo, né. Pô, não seria justo. LAURA PIGATIN: Só porque eu era menina, só. CASELLI: Que se cambiara el reglamento para que las niñas también pudieran jugar. Más de 11 mil personas firmaron la petición que circuló en internet. La presión pública fue tanta, que esta vez la directora cedió y le dio permiso a Laura para que jugara en la fase regional del campeonato. Pero, para Lauro fue una victoria parcial. LAURO PIGATIN: Para a gente a vitória seria se eles tivessem falado assim, nós vamos mexer no regulamento e todas as meninas que quiserem. CASELLI: Una victoria real hubiera sido la modificación del reglamento para permitir que todas las niñas jugaran. Pero la participación de Laura ese año fue una excepción. El reglamento aún sigue igual. Oficialmente, el campeonato sigue prohibiendo que las niñas jueguen en un equipo de niños. LAURA PIGATIN: Não era por minha causa, né, que a gente estava brigando, era por todas as meninas, né? CASELLI: Laura explica que no se trataba de una batalla individual. Su lucha era que por lo menos los torneos masculinos admitieran equipos mixtos. El decreto que hacía del fútbol un deporte ilegal para las mujeres se terminó oficialmente en el 1979. Veinte años después, a Marta le prohibieron jugar cuando todavía era una adolescente. A Laura le pasó lo mismo hace tan solo tres años Entonces, ¿qué hay que hacer para que las niñas puedan jugar? En una carta abierta que publicó en el 2017 en The Player's Tribune, Marta hizo un repaso de su propia trayectoria y de cierta manera contestó esa pregunta. Cláudia y yo visitamos a Marta en el camerino del Orlando Pride, su equipo, en el 2017. Y cuando hablamos con ella, Marta nos leyó la carta. VIEIRA DA SILVA: Querida Marta de 14 anos de idade… CASELLI: Fue una carta que dirigió a sí misma, a la Marta de 14 años de edad, o sea cuando tomó el autobús que la llevó de su pequeño pueblo a Rio de Janeiro. VIEIRA DA SILVA: Entre no ônibus. Eu sei o que você está pensando. Eu sei o que você está sentido. Não pense nisso. CASELLI: En la carta, Marta le dice a la niña que fue que entre al autobús, que ella sabe lo que la Marta de 14 años está pensando, lo que está sintiendo y le pide que no le haga caso a eso. Y poco después de empezar a leer, se detiene. VIEIRA DA SILVA: É difícil ler essa carta porque... é difícil porque todas as vezes que eu li ela, me emociono, porque parece que foi muito mais difícil do que foi naquela época. CASELLI: Y nos explica que se le hace difícil volver a leer esa carta porque recuerda que su camino fue mucho más duro de lo que parecía en aquella época. Luego de tomarse un momento continúa: VIEIRA DA SILVA: No quanto todo mundo disse que você não podia fazer isso, que você não deveria fazer isso. CASELLI: Y recuerda que muchas personas le decían que ella no lo iba a lograr. Que ni siquiera debería estar intentándolo. VIEIRA DA SILVA: Este ônibus te levará para realizar o seu sonho, o sonho de se tornar uma jogadora de futebol profissional. CASELLI: Por eso le pide a la Marta de 14 años que no se rinda. Aunque la escribió para sí misma, la carta de Marta también va dirigida a Laura, y a todas las niñas que quieren jugar al fútbol. Es una manera de pedirles que no se den por vencidas, a pesar de todos los obstáculos que permanecen en el camino. ALARCÓN: Laura ahora tiene 16 años y juega en un equipo de niñas de su edad. Es un equipo del interior del estado de São Paulo: el Ferroviária de Araraquara, uno de los pocos que toma en serio el fútbol femenino. Para entrenar con ellos, Laura tiene que viajar dos horas, tres veces a la semana. A pesar de ser una de las más jóvenes del grupo, Laura pasó a estar en la lista de las jugadoras titulares del Ferroviária y participó en el primer Campeonato Brasileiro Femenino Sub-18, un torneo lanzado apenas ahora en 2019 por la Confederación Brasileña de Fútbol. La FIFA también ha implantado nuevas iniciativas para la creación de más equipos femeninos profesionales, hasta en Brasil, para que niñas como Laura tengan donde jugar de adultas. Irene Caselli y Cláudia Jardim son reporteras. Irene es reportera de The Correspondent y vive entre Italia y Argentina. Cláudia vive en Bangkok. Mariangela Maturi también contribuyó a este reportaje, que es parte de A Girls' Game, Un Juego de Chicas, un proyecto periodístico realizado con el apoyo del European Journalism Centre. A Girls' Game salió en varios idiomas, inclusive en español, y también en distintos formatos, con un documental de casi media hora. Para más información, pueden visitar www.agirlsgame.net. Agradecemos la ayuda del Orlando Pride, Aguinaldo Suarez, Fabiano Farah, la familia Pigatín, Dibradoras y Sandovaldo Euclides. Esta historia fue editada por Luis Trelles, Camila Segura y por mí. La mezcla y el diseño de sonido son de Andrés Azpiri y Rémy Lozano. Andrea López Cruzado hizo el fact-checking. Muchas gracias a Sabrina Duque por su ayuda, y por la revisión y traducción de los audios en portugués. El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Lisette Arévalo, Gabriela Brenes, Jorge Caraballo, Victoria Estrada, Miranda Mazariegos, Patrick Moseley, Laura Rojas Aponte, Barbara Sawhill, David Trujillo, Elsa Liliana Ulloa y Luis Fernando Vargas. Carolina Guerrero es la CEO. Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, y se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO. Ambulantes, todos los viernes en la mañana mandamos un correo con recomendaciones para el fin de semana. El formato es sencillo: cinco personas de nuestro equipo recomiendan algo que los inspira —series, podcasts, libros, música—. Nos divertimos mucho haciéndolo y creemos que les va a gustar. Si quieren suscribirse vayan a radioambulante.org/correo. Repito: radioambulante.org/correo. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar. En el siguiente episodio de Radio Ambulante: se necesita mucha valentía para revelar quién eres realmente. ANDRÉS: Ella fue la que me dijo: “Yo sé que algo tú no quieres contarme, pero hay algo que tú quieres decir”. LUCÍA: No me imaginé jamás en mi hogar casi perfecto tener algo así que se salía de los esquemas. ALARCÓN: Y hay quienes prefieren castigar esa honestidad a aceptarte tal como eres. Esta historia, la próxima semana.

Laurinha quiere jugar (3) Laurinha will spielen (3) Laurinha wants to play (3) Laurinha veut jouer (3)

ALARCÓN: Lo que le pasó a Laura no es un incidente aislado. El fútbol femenino en Brasil es el espejo de un problema mucho más grande: el machismo. Le football féminin au Brésil est le miroir d'un problème bien plus grave : le machisme. Tradicionalmente, las canchas han sido espacios reservados para hombres. Tanto, que en el pasado hubo mujeres que fueron arrestadas solo por jugar fútbol en la calle.

Luego de la pausa, la prohibición en Brasil que mantuvo a las mujeres fuera de las canchas, y qué pasó con Laura. Après la pause, l'interdiction au Brésil qui empêchait les femmes d'aller sur les courts, et ce qui est arrivé à Laura. Ya volvemos.

CODE SWITCH: Ya sea que hablemos de las protestas de atletas, la prohibición de que los musulmanes ingresen al país, la violencia con armas de fuego, la reforma educativa o la música que te está dando vida en este momento, la raza es el subtexto de gran parte de la historia estadounidense. CODE SWITCH: Que nous parlions des manifestations d'athlètes, de l'interdiction faite aux musulmans d'entrer dans le pays, de la violence armée, de la réforme de l'éducation ou de la musique qui vous donne vie en ce moment, la race est le sous-texte d'une grande partie de l'histoire américaine. Y en Code Switch, de NPR, ese subtexto se vuelve texto. Suscríbete y escucha todos los miércoles.

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ALARCÓN: Bienvenidos de vuelta a Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón.

Antes de la pausa, la co-reportera de esta historia, Cláudia Jardim, nos estaba contando la historia de Laura Pigatin, una chica que sueña con ser la próxima estrella del fútbol brasileño, a pesar de los prejuicios que enfrentan las niñas y mujeres futbolistas. Unos prejuicios que tienen raíces claras, que vienen, en parte, de las leyes que tuvo el país. Des préjugés qui ont des racines claires, qui viennent, en partie, des lois que le pays avait.

Irene Caselli, la co-reportera de esta historia, nos sigue contando.

IRENE CASELLI: Al igual que en otros lugares del mundo, el fútbol femenino estuvo prohibido durante mucho tiempo en Brasil: casi 40 años.

Un decreto de 1941 estableció que: “A las mujeres no se les permitirá practicar deportes incompatibles con la condición de su naturaleza”. Eso, claro, incluía el fútbol. A la lista prohibida se incluía el levantamiento de pesas, el béisbol y las artes marciales. La liste interdite comprenait l'haltérophilie, le baseball et les arts martiaux.

Durante ese periodo de gobiernos autoritarios en Brasil, se consideraba que las mujeres tenían que quedarse en el ámbito privado, estar protegidas y controladas, es decir, en el hogar, donde podían ser buenas esposas y madres. Pendant cette période de gouvernements autoritaires au Brésil, on considérait que les femmes devaient rester dans la sphère privée, être protégées et contrôlées, c'est-à-dire à la maison, où elles pouvaient être de bonnes épouses et mères.

Había incluso argumentos supuestamente médicos. Se recomendaba que las mujeres no jugaran porque estaban expuestas a sufrir golpes en el útero o en los senos, lo que podría comprometer tanto la fertilidad como la lactancia. It was recommended that women not play because they were exposed to bruising of the uterus or breasts, which could compromise both fertility and lactation. Il était recommandé aux femmes de ne pas jouer car elles étaient exposées à des coups sur l'utérus ou les seins, ce qui pouvait compromettre à la fois la fertilité et la lactation.

Una nota periodística publicada en uno de los mayores diarios de Brasil en 1961 decía esto: “Las mujeres tienen huesos más frágiles, menor masa muscular, cadera oblicua, tronco más largo y por eso menos resistente, centro de gravedad inferior, corazón más pequeño, menor número de glóbulos rojos, respiración menos apropiada para practicar deportes pesados, menor resistencia nerviosa y de adaptación orgánica”. A journalistic note published in one of the largest newspapers in Brazil in 1961 said this: “Women have more fragile bones, less muscle mass, oblique hips, longer trunk and therefore less resistant, lower center of gravity, smaller heart, lower number of red blood cells, less appropriate respiration to practice heavy sports, less nervous resistance and organic adaptation ”.

Para Andrea la prohibición es la raíz de los prejuicios y las dificultades que todavía enfrentan las mujeres que sí quieren jugar. Pour Andrea, l'interdiction est à l'origine des préjugés et des difficultés auxquelles les femmes qui veulent jouer sont toujours confrontées.

A. PIGATIN: Às vezes eu acho que os próprios pais não deixam as meninas jogarem por terem esse preconceito. A. PIGATIN: It is time that your own country does not deixam as meninas jogarem by terem esse preconceito.

CASELLI: Ella cree que muchos padres no se lo permiten a sus hijas debido a ese prejuicio construido hace décadas. CASELLI: Elle pense que de nombreux parents n'autorisent pas leurs filles à cause de ce préjugé accumulé il y a des décennies.

Esa visión autoritaria de los derechos civiles de las mujeres prevaleció durante los 21 años de dictadura militar que hubo en el país, entre 1964 y 1985. This authoritarian vision of women's civil rights prevailed during the 21 years of military dictatorship in the country, between 1964 and 1985. Cette vision autoritaire des droits civiques des femmes a prévalu durant les 21 années de dictature militaire dans le pays, entre 1964 et 1985.

LÉA CAMPOS: A donde hubiera chance de jugar, jugábamos, en la calle, en los campos baldíos. LÉA CAMPOS: Wherever there was a chance to play, we played, in the street, in the empty fields. LÉA CAMPOS : Partout où il y avait une chance de jouer, on jouait, dans la rue, dans les terrains vacants. Pero como era prohibido jugar, la policía siempre estaba ahí para cogernos. Mais comme il était interdit de jouer, la police était toujours là pour nous attraper.

CASELLI: Ella es Léa Campos, la primera mujer en ser invitada a ser árbitro en un partido de FIFA, en 1971. Mi colega Cláudia Jardim la llamó por teléfono para saber qué hacían las mujeres que querían jugar en esa época.

Léa le contó que se juntaba con un grupo de niñas, hacían partidos informales, y durante esos partidos... Léa lui a dit qu'elle se retrouverait avec un groupe de filles, elles auraient des matchs informels, et pendant ces matchs...

CAMPOS: Yo sabía que la policía estaba viniendo porque yo oía la sirena del carro de la policía militar.

CASELLI: Y cuando escuchaba la sirena, mandaba a las otras niñas a correr y la policía arrestaba a Léa. CASELLI: And when I heard the siren, I would send the other girls to run and the police would arrest Léa. CASELLI : Et quand elle a entendu la sirène, elle a fait courir les autres filles et la police a arrêté Léa.

CAMPOS: Me arrestaron 15 veces. Y todas las veces decía lo mismo: “Podem me prender um milhão de vezes, e eu vou continuar fazendo lo mismo”. And every time he said the same thing: "Podem, it will turn me on a thousand times, and I will continue to do the same thing."

CASELLI: Y fue durante esas detenciones que Léa se dio cuenta de un tecnicismo muy importante. CASELLI: And it was during those arrests that Léa realized a very important technicality. La prohibición era clara: las mujeres no podían jugar fútbol... The prohibition was clear: women could not play soccer ...

CAMPOS: Pero no hablaba absolutamente nada al respecto de arbitraje. FIELDS: But there was absolutely nothing about arbitration. Y era eso que a mí me interesaba. And that was what interested me. Yo quería ser el maestro de la orquesta. No me interesaba ser músico de la orquesta.

CASELLI: Y lo logró. Léa Campos fue nombrada como árbitro a principios de los años setenta. Léa Campos a été nommée arbitre au début des années 1970.

Un accidente de autobús que la dejó en silla de ruedas acabó con su carrera en 1974. Un accident de bus qui l'a laissée en fauteuil roulant a mis fin à sa carrière en 1974. Y su lucha quedó algo aislada. La prohibición finalmente terminó en 1979, cuando se firmó la ley de amnistía con el gobierno militar. L'interdiction a finalement pris fin en 1979, lorsque la loi d'amnistie a été signée avec le gouvernement militaire.

Pongamos esta prohibición en contexto. Mettons cette interdiction dans son contexte. Mientras el fútbol brasileño masculino ganaba tres copas del mundo —en el 58, el 62 y el 70— y los futbolistas brasileños se convertían en estrellas a nivel mundial, más de la mitad de la población tenía prohibido jugar el deporte nacional.

Aunque la prohibición se terminó oficialmente hace 40 años, los obstáculos continuaron.

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

LOCUTOR: Agora, agora, agora, agora, agora, agora, agora, gooool! ANNOUNCER: Agora, agora, agora, agora, agora, agora, agora, gooool! Marta, um fenômeno mundial! Um fenômeno mundial!

CASELLI: Hoy en día Marta Viera da Silva es la jugadora de fútbol más popular de Brasil y está entre las más conocidas del mundo.

Pero mucho antes de convertirse en un fenómeno mundial, Marta era simplemente una chica con un talento excepcional, como Laura Pigatin.

En el 1999, cuando tenía 13 años, Marta jugaba en un equipo en la ciudad de Dois Riachos, en el noreste de Brasil. Como Laura, Marta era la única chica que jugaba en un equipo de niños porque no había equipo femenino. Además de talento, tenía fortaleza para ignorar los comentarios prejuiciosos de que era “marimacha”, de que el fútbol no era cosa de niñas. En plus du talent, elle avait la force d'ignorer les préjugés selon lesquels elle était un «garçon manqué», que le football n'était pas pour les filles.

VIEIRA DA SILVA: As pessoas falavam mal, chegavam para minha mãe e para meus irmãos e davam conselhos: “ah, não deixe ela no meio de um monte de meninos”.

CASELLI: Marta dice que la gente hablaba mal de ella y que le decían a su madre que no podía dejarla con un grupo de niños que le iban a faltar el respeto. CASELLI : Marta dit que les gens ont mal parlé d'elle et qu'ils ont dit à sa mère qu'elle ne pouvait pas la laisser avec un groupe d'enfants qui allaient lui manquer de respect.

Marta nos contó que cuando jugó en su primer campeonato, fue la jugadora que más goles había marcado y era fundamental para su equipo. Marta nous a confié que lorsqu'elle disputait son premier championnat, elle était la joueuse qui avait marqué le plus de buts et était essentielle pour son équipe. Marta también recuerda que su talento molestaba a los adversarios. Marta se souvient également que son talent a agacé ses adversaires. Tanto que el dueño de un equipo contrario amenazó con retirarse del torneo local si Marta seguía jugando. À tel point que le propriétaire d'une équipe adverse a menacé de se retirer du tournoi local si Marta continuait à jouer.

VIEIRA DA SILVA: Eu fiquei super-frustrada naquele momento.

CASELLI: Se sintió muy frustrada y tuvo que abandonar el campeonato.

VIEIRA DA SILVA: Não achava uma resposta do porquê disso tudo, né? Será que é tão complicado aceitar que um ser humano nasceu com talento, e sabe jogar e sabe fazer isso e é isso que te faz feliz?

CASELLI: Y no podía entender por qué era tan complicado aceptar que un ser humano que nació con talento no pudiera jugar y ser feliz. Pero siguió. Su meta era jugar en un equipo importante. Son objectif était de jouer pour une grande équipe.

Vasco da Gama, uno de los grandes clubes de Rio de Janeiro, hacía pruebas, para descubrir nuevas jugadoras. Vasco da Gama, l'un des grands clubs de Rio de Janeiro, testait pour découvrir de nouveaux joueurs. Era el año 2000, cuando Marta le dijo a su mamá que quería irse a Rio de Janeiro.

VIEIRA DA SILVA: Falei com a minha mãe e ela falou: “Ela não vai”. Tipo assim, ela não levou muito a sério...

CASELLI: Marta dice que su madre le contestó: “Tú no vas a ir”. No se tomó muy en serio lo que decía Marta. Il n'a pas pris très au sérieux ce que disait Marta.

Pero Marta decidió hacerlo de todas maneras. Le pidió dinero prestado a sus amigos y vecinos más cercanos para comprar el pasaje de autobús. Il a emprunté de l'argent à ses amis et voisins les plus proches pour acheter le ticket de bus. Apenas tenía para comer en el camino. Y estamos hablando de un viaje de tres días desde el noreste hasta el sudeste de Brasil.

VIEIRA DA SILVA: E aí tinha uns pontos estratégicos para parar, e tal, tomar café, fazer um lanche...

CASELLI: Marta dice que mientras el bus paraba para que la gente tomara café o hiciera una merienda, ella tenía que cuidar cada centavo. CASELLI: Marta dit que pendant que le bus s'arrêtait pour que les gens prennent un café ou une collation, elle devait s'occuper de chaque centime. Se aguantaba el hambre, sabiendo que el poco dinero que había traído, le tenía que durar. Il endura sa faim, sachant que le peu d'argent qu'il avait apporté devrait lui suffire.

Marta hizo la prueba y se quedó en el Vasco da Gama. Marta a passé le test et est restée à Vasco da Gama. Dos años después se mudó a Belo Horizonte y jugó en un equipo local. Estaba decidida. Quería hacer del fútbol su vida, pero las posibilidades en Brasil eran muy precarias.

Todavía lo son. La mayor desigualdad en el fútbol profesional femenino es la parte financiera. La plus grande inégalité dans le football professionnel féminin est la partie financière. A nivel internacional, un estudio reciente de Sporting Intelligence —un sitio web dedicado a noticias deportivas— muestra la brecha enorme entre los salarios de los hombres y de las mujeres. A l'international, une étude récente de Sporting Intelligence, un site dédié à l'actualité sportive, montre l'énorme écart entre les salaires des hommes et des femmes. Según el estudio, el contrato que Neymar firmó en el 2017 por más de 30 millones de euros por año equivale al sueldo anual de 1,693 mujeres en las principales ligas de fútbol femenino en el mundo.

Y esa desigualdad se hace aún más profunda en Brasil, donde los clubes femeninos no tienen el mismo nivel de apoyo económico que en otras partes del mundo.

Fue precisamente por eso que Marta probó suerte en el extranjero. C'est précisément pour cette raison que Marta a tenté sa chance à l'étranger. En el 2004 recibió una llamada desde Europa. Era una invitación para que fuera a jugar en el club Umea IK, en Suecia.

VIEIRA DA SILVA: Eu realmente acredito que eu vim para esse mundo para jogar futebol.

CASELLI: Dice: “Realmente creo que vine a este mundo para jugar al fútbol”. CASELLI: Il dit: "Je pense vraiment que je suis venu dans ce monde pour jouer au football." Ya lleva 19 años jugando profesionalmente entre Brasil, Europa y Estados Unidos.

A pesar del éxito que ha tenido Marta, los prejuicios a los que se enfrentó siguen vivos. Malgré le succès que Marta a eu, les préjugés auxquels elle a été confrontée sont toujours vivants.

Volvamos a la historia de Laura Pigatin.

En el año 2015, cuando Laura tenía 11 años, su equipo, el ADESM, ganó el campeonato municipal y pasó a la siguiente fase: el campeonato regional. Pero en esa etapa, los organizadores del torneo prohibieron que Laura participara.

LAURA PIGATIN: Ela falou que o campeonato era só masculino e que as meninas não podiam jogar e que se eu jogasse ela ia desclassificar o time, e nesse ano eu fiquei de fora.

CASELLI: Porque el reglamento decía que el torneo era sólo masculino y que las niñas no podían jugar. Y que en caso de que Laura insistiera, su equipo sería descalificado.

Lo más extraño es que en la primera fase del campeonato, nadie se había opuesto.

LAURA PIGATIN: Joguei de boa, todos os técnicos dos outros times aceitaram.

CASELLI: Pero al llegar a la final la Directora de la Secretaría de Deportes, Ocio y Juventud del Estado de São Paulo, la encargada del campeonato, prohibió que Laura jugara. CASELLI: Mais lorsque la finale a été atteinte, le directeur du secrétariat des sports, des loisirs et de la jeunesse de l'État de São Paulo, en charge du championnat, a interdit à Laura de jouer.

Rogério, el entrenador, dio la batalla. Rogério, l'entraîneur, s'est battu. Trató de razonar con la directora.

PEREIRA: Na verdade é um regulamento machista né, que foi criado...

CASELLI: Para hacerle ver que el reglamento era machista y que aún respondía a los tiempos en que las niñas no jugaban fútbol. CASELLI: Pour lui faire voir que les règlements étaient sexistes et qu'ils répondaient toujours à l'époque où les filles ne jouaient pas au football. Pero las cosas van evolucionando, dice Rogério, y ellos, los encargados, no evolucionaron, se quedaron parados en el tiempo. Mais les choses évoluent, dit Rogério, et eux, les responsables, n'ont pas évolué, ils sont restés bloqués dans le temps.

El papá de Laura también habló con la directora.

LAURO PIGATIN: Ela seguiu o regulamento, mas faltou bom senso por parte dela de entender que era uma condição excepcional.

CASELLI: A pesar de que la directora estaba siguiendo el reglamento, para Lauro, a ella le faltó sentido común. CASELLI: Même si la réalisatrice suivait les règles, pour Lauro, elle manquait de bon sens. No logró entender que se trataba de un caso especial. La directora hubiese podido cambiar esa regla para dejar que las niñas pudieran jugar. Le principal aurait pu changer cette règle pour laisser les filles jouer.

Pero ni Rogério ni él lograron convencerla.

LAURO PIGATIN: Me senti realmente um Zé Ninguém, um idiota, me senti assim o pior dos homens.

CASELLI: Ese rechazo, dice Lauro, lo hizo sentir como un idiota, como el peor de los hombres. CASELLI: Ce rejet, dit Lauro, l'a fait se sentir comme un idiot, comme le pire des hommes.

Y al final Laura no pudo acompañar a su equipo. Andrea se acuerda de la tristeza de Laura al ver a su equipo desde las gradas. A. PIGATIN: Ela ficava na arquibancada assistindo o jogo com olho cheio de lágrima. CASELLI: Con los ojos llenos de lágrimas. El equipo perdió el campeonato regional y Laura se quedó pensando en qué hubiera ocurrido si la hubieran dejado jugar. Al año siguiente, 2016, Laura volvió a tener una nueva oportunidad. Su equipo llegó al mismo campeonato y la misma directora volvió a prohibir que jugara. Para el papá de Laura la frustración fue demasiado grande. LAURO PIGATIN: Eu me senti um M... me senti um merda pra falar a verdade. CASELLI: Se sintió como una mierda, dice, y se desahogó en Facebook. La frustración de Lauro inició una movilización en línea para recolectar firmas pidiendo la inclusión de niñas en torneos masculinos. La petición para que Laura jugara empezó a correr en las redes sociales. “Las niñas pueden jugar” era la consigna. Y para sorpresa de todos, la respuesta fue grande. La campaña empezó a recibir atención a nivel nacional. (SOUNDBITE DE ARCHIVO) REPORTERA 1: Uma história que parou o Brasil. Muita gente não se conformou ao ver a desigualdade no mundo da bola. REPORTERA 2: O caso da Laurinha gerou comoção nacional. Ela continuou jogando com os meninos. CASELLI: A pesar de su timidez, Laura apareció en varios programas de televisión, y en todos pedía lo mismo. (SOUNDBITE DE ARCHIVO) LAURA PIGATIN: E agora que ia jogar a fase mais importante do campeonato não ia poder jogar. ANIMADORA: Não seria justo, né. Pô, não seria justo. LAURA PIGATIN: Só porque eu era menina, só. CASELLI: Que se cambiara el reglamento para que las niñas también pudieran jugar. Más de 11 mil personas firmaron la petición que circuló en internet. La presión pública fue tanta, que esta vez la directora cedió y le dio permiso a Laura para que jugara en la fase regional del campeonato. Pero, para Lauro fue una victoria parcial. LAURO PIGATIN: Para a gente a vitória seria se eles tivessem falado assim, nós vamos mexer no regulamento e todas as meninas que quiserem. CASELLI: Una victoria real hubiera sido la modificación del reglamento para permitir que todas las niñas jugaran. Pero la participación de Laura ese año fue una excepción. El reglamento aún sigue igual. Oficialmente, el campeonato sigue prohibiendo que las niñas jueguen en un equipo de niños. LAURA PIGATIN: Não era por minha causa, né, que a gente estava brigando, era por todas as meninas, né? CASELLI: Laura explica que no se trataba de una batalla individual. Su lucha era que por lo menos los torneos masculinos admitieran equipos mixtos. El decreto que hacía del fútbol un deporte ilegal para las mujeres se terminó oficialmente en el 1979. Veinte años después, a Marta le prohibieron jugar cuando todavía era una adolescente. A Laura le pasó lo mismo hace tan solo tres años Entonces, ¿qué hay que hacer para que las niñas puedan jugar? En una carta abierta que publicó en el 2017 en The Player's Tribune, Marta hizo un repaso de su propia trayectoria y de cierta manera contestó esa pregunta. Cláudia y yo visitamos a Marta en el camerino del Orlando Pride, su equipo, en el 2017. Y cuando hablamos con ella, Marta nos leyó la carta. VIEIRA DA SILVA: Querida Marta de 14 anos de idade… CASELLI: Fue una carta que dirigió a sí misma, a la Marta de 14 años de edad, o sea cuando tomó el autobús que la llevó de su pequeño pueblo a Rio de Janeiro. VIEIRA DA SILVA: Entre no ônibus. Eu sei o que você está pensando. Eu sei o que você está sentido. Não pense nisso. CASELLI: En la carta, Marta le dice a la niña que fue que entre al autobús, que ella sabe lo que la Marta de 14 años está pensando, lo que está sintiendo y le pide que no le haga caso a eso. Y poco después de empezar a leer, se detiene. VIEIRA DA SILVA: É difícil ler essa carta porque... é difícil porque todas as vezes que eu li ela, me emociono, porque parece que foi muito mais difícil do que foi naquela época. CASELLI: Y nos explica que se le hace difícil volver a leer esa carta porque recuerda que su camino fue mucho más duro de lo que parecía en aquella época. Luego de tomarse un momento continúa: VIEIRA DA SILVA: No quanto todo mundo disse que você não podia fazer isso, que você não deveria fazer isso. CASELLI: Y recuerda que muchas personas le decían que ella no lo iba a lograr. Que ni siquiera debería estar intentándolo. VIEIRA DA SILVA: Este ônibus te levará para realizar o seu sonho, o sonho de se tornar uma jogadora de futebol profissional. CASELLI: Por eso le pide a la Marta de 14 años que no se rinda. Aunque la escribió para sí misma, la carta de Marta también va dirigida a Laura, y a todas las niñas que quieren jugar al fútbol. Es una manera de pedirles que no se den por vencidas, a pesar de todos los obstáculos que permanecen en el camino. ALARCÓN: Laura ahora tiene 16 años y juega en un equipo de niñas de su edad. Es un equipo del interior del estado de São Paulo: el Ferroviária de Araraquara, uno de los pocos que toma en serio el fútbol femenino. Para entrenar con ellos, Laura tiene que viajar dos horas, tres veces a la semana. A pesar de ser una de las más jóvenes del grupo, Laura pasó a estar en la lista de las jugadoras titulares del Ferroviária y participó en el primer Campeonato Brasileiro Femenino Sub-18, un torneo lanzado apenas ahora en 2019 por la Confederación Brasileña de Fútbol. La FIFA también ha implantado nuevas iniciativas para la creación de más equipos femeninos profesionales, hasta en Brasil, para que niñas como Laura tengan donde jugar de adultas. Irene Caselli y Cláudia Jardim son reporteras. Irene es reportera de The Correspondent y vive entre Italia y Argentina. Cláudia vive en Bangkok. Mariangela Maturi también contribuyó a este reportaje, que es parte de A Girls' Game, Un Juego de Chicas, un proyecto periodístico realizado con el apoyo del European Journalism Centre. A Girls' Game salió en varios idiomas, inclusive en español, y también en distintos formatos, con un documental de casi media hora. Para más información, pueden visitar www.agirlsgame.net. Agradecemos la ayuda del Orlando Pride, Aguinaldo Suarez, Fabiano Farah, la familia Pigatín, Dibradoras y Sandovaldo Euclides. Esta historia fue editada por Luis Trelles, Camila Segura y por mí. La mezcla y el diseño de sonido son de Andrés Azpiri y Rémy Lozano. Andrea López Cruzado hizo el fact-checking. Muchas gracias a Sabrina Duque por su ayuda, y por la revisión y traducción de los audios en portugués. El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Lisette Arévalo, Gabriela Brenes, Jorge Caraballo, Victoria Estrada, Miranda Mazariegos, Patrick Moseley, Laura Rojas Aponte, Barbara Sawhill, David Trujillo, Elsa Liliana Ulloa y Luis Fernando Vargas. Carolina Guerrero es la CEO. Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, y se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO. Ambulantes, todos los viernes en la mañana mandamos un correo con recomendaciones para el fin de semana. El formato es sencillo: cinco personas de nuestro equipo recomiendan algo que los inspira —series, podcasts, libros, música—. Nos divertimos mucho haciéndolo y creemos que les va a gustar. Si quieren suscribirse vayan a radioambulante.org/correo. Repito: radioambulante.org/correo. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar. En el siguiente episodio de Radio Ambulante: se necesita mucha valentía para revelar quién eres realmente. ANDRÉS: Ella fue la que me dijo: “Yo sé que algo tú no quieres contarme, pero hay algo que tú quieres decir”. LUCÍA: No me imaginé jamás en mi hogar casi perfecto tener algo así que se salía de los esquemas. ALARCÓN: Y hay quienes prefieren castigar esa honestidad a aceptarte tal como eres. Esta historia, la próxima semana.