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Esp - VisualPolitik, El PLAN de Boris JOHNSON para ganarle la partida a la UNIÓN EUROPEA - VisualPolitik

El PLAN de Boris JOHNSON para ganarle la partida a la UNIÓN EUROPEA - VisualPolitik

Y, por fin, tras muchos tiras y aflojas, el Brexit se hizo de una vez por todas realidad.

Un proyecto, una misión, un deseo que parecía algo tan improbable como descabellado hoy

ya es un hecho. Desde comienzos del 2021, el Reino Unido camina ya en solitario por

los truculentos caminos de la agenda política y económica mundial.

La antigua potencia dominante del mundo se enfrenta ahora a un nuevo futuro incierto

y repleto de dificultades.

Por ejemplo, para que os hagáis una idea, la Comisión Europea ha estimado que el Brexit

le supondrá a la economía británica más de 40 mil millones de libras por año. Unos

56.000 millones de dólares.

Por su parte, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del propio Reino Unido apunta

a una caída en la productividad de casi el 4% y a niveles de inflación más altos.

Los motivos que explican todas estas previsiones tienen que ver con la salida del Reino Unido

del proyecto europeo de integración económica, comercial y política. Fijaos.

(Aunque el acuerdo comercial alcanzado entre el Reino Unido y la Unión Europea a finales

del 2020 suprimió la posibilidad de establecer aranceles comerciales, no frenó los procedimientos

aduaneros que dificultan el comercio. Es decir, los empresarios británicos se enfrentan ahora

a un montón de papeles, inspecciones y burocracia de todo tipo en sus flujos comerciales hacia

el viejo continente. Hablamos de cosas como los controles de salud, los controles de seguridad

o la liquidación de impuestos en aduanas.)

Y, ojo, porque no es un asunto menor. Cada año el Reino Unido exporta a la Unión Europea

en bienes y servicios unos 400 mil millones de dólares.

En esta línea, una encuesta de la Make UK encontró que casi tres cuartas partes de

las empresas han experimentado retrasos en el traslado de mercancías con la Unión Europea

durante los últimos meses.

Incluso la lucrativa industria financiera de la City de Londres ha sufrido un buen golpe.

Y de hecho, como anécdota podemos decir que Amsterdam ha desplazado ya a Londres como

el mercado principal de acciones de empresas europeas.

(“Ámsterdam supera a Londres como el principal centro de negociación de acciones de Europa.

La salida del Reino Unido de la UE provoca un cambio en la negociación de acciones y

derivados. FT) Ahora bien, un momento, ¿quiere decir todo

esto que el Brexit es una idea estructuralmente mala? ¿Qué está condenada a empobrecer

irremediablemente a los británicos? ¿En qué posición se encuentra exactamente el

Reino Unido? ¿Qué planteamiento tienen hoy por hoy en Downing Street para enfrentarse

a esta situación?

Y quizás la pregunta más importante de todas:

¿Estamos a las puertas del renacer de la grandeza británica o al borde de su declive

final?

Atentos.

(¿SEGURO QUE TODOS LOS CAMINOS PARECEN MALOS?)

Queridos amigos, amigas, en esta ocasión no os voy a hablar del relativamente éxito

que el Reino Unido ha tenido respecto a la Unión Europea a la hora de gestionar la vacunación

contra la Covid-19.

Lo que nos interesa en este vídeo es mirar hacia adelante.

Y la primera pregunta que tenemos que responder y tener clara es, exactamente ¿qué papel

juega el Reino Unido en la economía mundial?

Vale, lo sé, estoy seguro de que todos conocéis el peso que tiene la City de Londres y la

industria financiera británica. Hablamos de una de las dos grandes capitales de las

finanzas mundiales.

Para que os hagáis una idea tan solo los servicios financieros contribuyen con casi

200 mil millones de dólares al PIB del Reino Unido. Más del 11% de todas las empresas

cotizadas del mundo, cotizan en la bolsa de Londres.

Pero, un momento, porque esa no es ni mucho menos su única fortaleza.

Aunque te pueda parecer sorprendente y suela pasar desapercibido, el Reino Unido sigue

siendo una de las grandes economías mundiales.

Hablamos de la quinta mayor economía del mundo, tan sólo por detrás de Estados Unidos,

China, Japón y Alemania. Y también del quinto mayor exportador de bienes y servicios.

(Y no solo eso. El peso de la inversión extranjera directa, esto es lo que se invierte por ejemplo

en fábricas, inmuebles y empresas, en la economía británica es mucho mayor que en

casos como el de Alemania o Francia.

Por otro lado, Reino Unido ocupa la cuarta posición en el ranking de innovación global,

es el 3º mayor destino mundial para la inversión en tecnología y también es el 3º país

del mundo con mayor número de unicornios.)

Sí, lo habéis escuchado.

Se suele pasar por alto, pero el Reino Unido no solo es una potencia financiera, también

es una potencia tecnológica. Sobre todo si lo comparamos con el resto de Europa. Los

británicos construyen más satélites y atraen más inversión digital que cualquier otro

país europeo.

(Y no se trata solo del peso económico. Desde el punto de vista de la seguridad el Reino

Unido tiene el segundo mayor presupuesto militar de la OTAN y el mayor de toda Europa. Tiene

la mayor capacidad para operar a nivel mundial del viejo continente y sus agencias de inteligencia

ocupan los primeros puestos mundiales.

Y luego está el conocido como poder blando. Este país es el segundo destino favorito

para los estudiantes extranjeros tras Estados Unidos. De hecho 1 de cada 4 países de todo

el mundo tiene un jefe de estado o de gobierno que estudió en el Reino Unido.)

1 de cada 4. Eso, amigos, se llama simple y llanamente influencia. Y todo eso por no

hablar del alcance global de la Premier, la BBC, los colegios británicos o la música.

Es decir, en otras palabras lo miremos por dónde lo miremos el Reino Unido sigue siendo

uno de los países más importantes e influyentes de todo el planeta.

Y lo que es aún más, los británicos quieren seguir teniendo protagonismo en la agenda

internacional.

Pero, ahora bien, es evidente que su situación ha cambiado. Estar fuera de la Unión Europea

supone tener que volver a construir una política exterior, una política comercial e, incluso,

una política de seguridad propia.

(“Después de haber dejado la Unión Europea, el Reino Unido ha comenzado un nuevo capítulo

en nuestra historia. Estamos abiertos al mundo”. Boris Johnson)

Queridos amigos, amigas, esto que vamos a ver a continuación es el planteamiento, la

estrategia, la política con la que el gobierno birtánico quiere a maximizar y consolidar

su papel a nivel mundial.

Esta es la receta, la fórmula con la quieren superar el Brexit y a Europa.

Atentos.

(LA CONQUISTA DE ORIENTE)

Además del acuerdo de comercio y cooperación firmado con la Unión Europea para evitar

los temidos aranceles, entre comienzos del 2019 y el 2021, el gobierno británico ha

firmado ya acuerdos comerciales con 66 países de fuera de la Unión Europea.

(El objetivo que se han fijado en Londres es que para finales del 2020 el país tenga

acuerdos comerciales en vigor con países que representen al menos el 80% del comercio

birtánico. En cualquier caso de momento han establecido un nuevo sistema global de aranceles

para aquellas importaciones que no estén cubiertas por un acuerdo comercial que es

más sencillo y más bajo que el de la UE.)

En total, desde el 1 de enero del 2021, casi el 60% de todo el comercio entrará al país

libre de aranceles.Y en lo que respecta al 40% restante los tipos se sitúan de media

por debajo de la convención internacional.

No es un mal comienzo.

No obstante, la gran apuesta británica, hoy por hoy pasa por 3 campos de juego principales:

Estados Unidos, el área Canzuk y sobre todo la reconquista de Oriente.

Si os parece, empecemos por el principio.

(Estados Unidos es el mayor socio comercial y el mayor inversor en el país. Por eso,

una de las prioridades absolutas que Londres se ha fijado es lograr un Tratado de Libre

Comercio con la gran potencia norteamericano. Eso podría reforzar el papel del Reino Unido

cómo el punto de conexión natural entre Estados Unidos y la Unión Europea al tiempo

que mejoraría el acceso de las empresas británicas a un mercado de cientos y cientos de miles

de millones de dólares)

Y esto, esto amigos, es algo que parece mucho más fácil de lograr que un acuerdo de libre

comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea. Es decir, que aquí el Brexit podría

suponer un claro viento a favor.

Luego, por otra parte y tal como ya os contamos en un pasado vídeo, en Londres ha cobrado

mucha fuerza la idea de reforzar la unión Canzuk, la integración económica del país

con Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Con estos 3 países, la relación a todos los niveles es muy buena. Y aunque parezca

un club más pequeño juntos suponen el 7% de la economía mundial.

Pero sobre todo, el punto quizás más disruptivo de la nueva política económica y comercial

de Londres es su apuesta decidida por reconquistar oriente.

(En Downing Street lo tienen claro. El indopacífico es el motor de crecimiento global. La mitad

de la población, el 40% del PIB global y las mayores tasas de crecimiento económico

se sitúan en lo que históricamente se consideró Oriente. Hablamos de países como Japón,

China, la India, Indonesia, Vietnam o Corea del Sur.)

Fijaos, el comercio entre el Reino Unido y la India se más que duplicó entre 2007 y

2019 y a comienzos del 2021 los dos países han firmado un Asociación comercial mejorada,

un acuerdo con el que esperan volver a duplicar el comercio mutuo para el 2030 y que además

abre la puerta a un futuro tratado de libre comercio.

Hemos hablado de ello, por cierto, en el boletín que cada semana enviamos a todos nuestros

Patreons. Si te animas a apoyarnos os dejamos el enlace en la descripción.

El caso es que Londres considera el mercado Indio como absolutamente clave.

Los dos países mantienen estrechos lazos históricos, sociales y económicos. Y si

la economía india despega de una vez por todas, eso podría ser un enorme viento de

cola para la economía británica.

Pero, amigos, la jugada quizás más atrevida y sorprendente ha sido la solicitud para integrarse

en el CPTPP, el acuerdo heredero del TPP; el acuerdo transpacífico que Trump mandó

a hacer puñetas nada más llegar a La Casa Blanca.

Claro que el resto de países siguieron adelante sin la potencia norteamericana, creando un

mercado de 500 millones de personas y entorno al 14% del PIB mundial.

Hablamos de Japón, Australia, Vietnam, Singapur, Canadá, México, Malasia, Brunei, Nueva Zelanda

y Perú. Un acuerdo al que próximamente parece que podrían unirse Corea del Sur o Tailandia

además del Reino Unido.

Pero, vamos a ver, ¿por qué demonios el Reino Unido quiere integrarse en un acuerdo

comercial transpacífico? ¿Qué ventaja puede tener vincularse a países tan distantes?

Fijaos.

(Más allá del acceso a 500 millones de consumidores, integrarse en este acuerdo metería de lleno

al Reino Unido en el marco diplomático y sobre todo, muy importante, en el marco regulatorio,

por ejemplo, en lo que concierne a los servicios y el entorno digital, dos de los puntos fuertes

de la economía británica.

Es decir, para entendernos, integrarse en este tipo de acuerdos, le permitirá al Reino

Unido adaptarse más fácilmente y también contribuir al desarrollo del marco regulatorio

de algunos de los mercados con mayor potencial económico de todo el mundo.)

Y así, de esta forma mirando directamente a Estados Unidos, al Canzuk y sobre todo a

Oriente es como el gobierno británico de Boris Johnson quiere convertir al Reino Unido

en el operador europeo de referencia en el comercio mundial. Esta es la gran apuesta

con la que trabaja el gobierno británico y con la que esperan rentabilizar el Brexit.

Además dan por hecho que poco a poco la mayoría de las dificultades que han surgido en el

comercio con la Unión Europea irán limándose o desapareciendo. Y que por tanto los costes

de la salida se reducirán progresivamente.

Pero amigos, el proyecto de Johnson no se circunscribe exclusivamente al campo comercial.

Si hablamos de aspirar a mantener un rol de potencia en el mundo, entonces tenemos que

hablar también de qué ocurre con el campo militar.

Y eso es algo que en Londres no han olvidado.

Atentos.

(¿El REGRESO DE LA ROYAL NAVY?)

Hubo un día en el que la Royal Navy fue dueña y señora de los mares del mundo. La punta

de lanza, el elemento indispensable, la gran referencia del mayor imperio que jamás el

mundo haya conocido.

Sin embargo, eso es algo que queda para los libros de historia.

(Lo cierto es que las últimas dos décadas no han sido precisamente buenas para las Fuerzas

Armadas británicas, especialmente para Royal Navy.

La pérdida de buena parte de sus capacidades anfibias, de la aviación embarcada y de un

buen número de barcos supusieron un declive sin precedentes. Por ejemplo, si en 1991 la

marina británica contaba con 34 fragatas y 17 más en diferentes fases de producción,

en 2020 apenas contaba con 13.)

La situación era tal, que en 2010 el gobierno retiró del servicio los harriers de la marina,

quedándose por tanto sin ala embarcada y en 2018 ante la falta de presupuesto vendieron

a Brasil el HMS Ocean, uno de sus buques para despliegues anfibios más importantes.

Sin embargo, ahora la situación puede ser completamente diferente.

La llegada de los nuevos portaaviones clase Queen Elizabeth, los nuevos cazas embarcados

F-35, la construcción de nuevas fragatas, los nuevos submarinos de ataque Astute

y los nuevos planes de submarinos estratégicos, el proyecto Successor, el programa militar

más caro de la historia del Reino Unido, parecen mostrar el regreso de buenos tiempos

para la Royal Navy.

Pero, amigos, amigas, sobre todo lo que ha cambiado es la voluntad política.

( "Proteger a nuestro pueblo, nuestra patria y nuestra democracia es el primer deber de

cualquier gobierno, por lo que he comenzado el mayor programa de inversión en defensa

desde el final de la Guerra Fría. Esto demostrará a nuestros aliados, en Europa y más allá,

que siempre pueden contar con el Reino Unido cuando realmente importa". Boris Johnson)

El gobierno birtánico ha anunciado un incremento sustancial del gasto militar y un nuevo plan

adicional de inversión y modernización de las Fuerzas Armadas de más de 34.000 millones

de dólares para los próximos 4 años, plan al que hay que sumar los que ya estaban en

marcha.

En total hablamos de una cifra que puede superar los 50.000 millones en 4 o 5 años.

Supone, con mucha diferencia, la mayor inversión en las Fuerzas Armadas desde el final de la

guerra fría.

Además, de esta cifra una buena parte irá a parar a programas de alta tecnología y

también a la creación de una nueva Fuerza Cibernética y un nuevo Comando Espacial.

Incluso, el gobierno británico ha decidido romper con su política nuclear: si en 2010

anunciaron una fuerte reducción de sus arsenales de armas nucleares, ahora han tomado la decisión

contraria. El Reino Unido incrementará su arsenal de armas nucleares hasta las 260 ojivas,

80 más que el objetivo anterior.

Pero eso no es todo.

(Para impulsar su presencia internacional, el gobierno británico no solo apuesta por

mantener desplegado uno de sus nuevos portaaviones en Indochina o incrementar el número de tropas

estacionadas en el extranjero, por ejemplo para mejorar su operatividad con las de países

aliados como Australia, sino que también está estudiando la apertura de nuevas bases

militares en el extranjero.

Se especula con la posibilidad de establecer nuevas bases militares permanentes en Singapur,

Brunéi. Lo que sumaría a las instalaciones que ya tiene en Baréin, Diego García o Belice.)

La idea, amigos es que el Reino Unido no solo siga siendo un aliado prioritaria de los Estados

Unidos, sino también un país decisivo gracias a sus capacidades de despliegue y disuasión.

Es decir, que el Reino Unido vuelva a ser toda una potencia reconocida a nivel mundial

y una referencia comercial, financiera y también militar.

Por así decirlo, esta es la otra del Brexit de la que nunca se habla. Claro que está

por ver si Londres logrará salirse con la suya. Y desde luego también hay muchos retos por

delante. No resulta tan fácil. Hablaremos de ello en el futuro.

Pero de momento, turno para ti, ¿Qué futuros crees que le espera al Reino Unido? ¿Creés

que los planes de Boris Johnson llegarán a buen término? ¿Volveremos a ver a la Royal

Navy controlando los mares del mundo?

Déjanos tu respuesta en los comentarios. Y ahora si este vídeo te ha resultado interesante

no olvides darle a like y suscribirte a VisualPolitik.

Un saludo y hasta la próxima.

El PLAN de Boris JOHNSON para ganarle la partida a la UNIÓN EUROPEA - VisualPolitik Boris JOHNSON'S PLAN to beat the EUROPEAN UNION - VisualPolitik

Y, por fin, tras muchos tiras y aflojas, el Brexit se hizo de una vez por todas realidad.

Un proyecto, una misión, un deseo que parecía algo tan improbable como descabellado hoy

ya es un hecho. Desde comienzos del 2021, el Reino Unido camina ya en solitario por

los truculentos caminos de la agenda política y económica mundial.

La antigua potencia dominante del mundo se enfrenta ahora a un nuevo futuro incierto

y repleto de dificultades.

Por ejemplo, para que os hagáis una idea, la Comisión Europea ha estimado que el Brexit

le supondrá a la economía británica más de 40 mil millones de libras por año. Unos

56.000 millones de dólares.

Por su parte, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del propio Reino Unido apunta

a una caída en la productividad de casi el 4% y a niveles de inflación más altos.

Los motivos que explican todas estas previsiones tienen que ver con la salida del Reino Unido

del proyecto europeo de integración económica, comercial y política. Fijaos.

(Aunque el acuerdo comercial alcanzado entre el Reino Unido y la Unión Europea a finales

del 2020 suprimió la posibilidad de establecer aranceles comerciales, no frenó los procedimientos

aduaneros que dificultan el comercio. Es decir, los empresarios británicos se enfrentan ahora

a un montón de papeles, inspecciones y burocracia de todo tipo en sus flujos comerciales hacia

el viejo continente. Hablamos de cosas como los controles de salud, los controles de seguridad

o la liquidación de impuestos en aduanas.)

Y, ojo, porque no es un asunto menor. Cada año el Reino Unido exporta a la Unión Europea

en bienes y servicios unos 400 mil millones de dólares.

En esta línea, una encuesta de la Make UK encontró que casi tres cuartas partes de

las empresas han experimentado retrasos en el traslado de mercancías con la Unión Europea

durante los últimos meses.

Incluso la lucrativa industria financiera de la City de Londres ha sufrido un buen golpe.

Y de hecho, como anécdota podemos decir que Amsterdam ha desplazado ya a Londres como

el mercado principal de acciones de empresas europeas.

(“Ámsterdam supera a Londres como el principal centro de negociación de acciones de Europa.

La salida del Reino Unido de la UE provoca un cambio en la negociación de acciones y

derivados. FT) Ahora bien, un momento, ¿quiere decir todo

esto que el Brexit es una idea estructuralmente mala? ¿Qué está condenada a empobrecer

irremediablemente a los británicos? ¿En qué posición se encuentra exactamente el

Reino Unido? ¿Qué planteamiento tienen hoy por hoy en Downing Street para enfrentarse

a esta situación?

Y quizás la pregunta más importante de todas:

¿Estamos a las puertas del renacer de la grandeza británica o al borde de su declive

final?

Atentos.

(¿SEGURO QUE TODOS LOS CAMINOS PARECEN MALOS?)

Queridos amigos, amigas, en esta ocasión no os voy a hablar del relativamente éxito

que el Reino Unido ha tenido respecto a la Unión Europea a la hora de gestionar la vacunación

contra la Covid-19.

Lo que nos interesa en este vídeo es mirar hacia adelante.

Y la primera pregunta que tenemos que responder y tener clara es, exactamente ¿qué papel

juega el Reino Unido en la economía mundial?

Vale, lo sé, estoy seguro de que todos conocéis el peso que tiene la City de Londres y la

industria financiera británica. Hablamos de una de las dos grandes capitales de las

finanzas mundiales.

Para que os hagáis una idea tan solo los servicios financieros contribuyen con casi

200 mil millones de dólares al PIB del Reino Unido. Más del 11% de todas las empresas

cotizadas del mundo, cotizan en la bolsa de Londres.

Pero, un momento, porque esa no es ni mucho menos su única fortaleza.

Aunque te pueda parecer sorprendente y suela pasar desapercibido, el Reino Unido sigue

siendo una de las grandes economías mundiales.

Hablamos de la quinta mayor economía del mundo, tan sólo por detrás de Estados Unidos,

China, Japón y Alemania. Y también del quinto mayor exportador de bienes y servicios.

(Y no solo eso. El peso de la inversión extranjera directa, esto es lo que se invierte por ejemplo

en fábricas, inmuebles y empresas, en la economía británica es mucho mayor que en

casos como el de Alemania o Francia.

Por otro lado, Reino Unido ocupa la cuarta posición en el ranking de innovación global,

es el 3º mayor destino mundial para la inversión en tecnología y también es el 3º país

del mundo con mayor número de unicornios.)

Sí, lo habéis escuchado.

Se suele pasar por alto, pero el Reino Unido no solo es una potencia financiera, también

es una potencia tecnológica. Sobre todo si lo comparamos con el resto de Europa. Los

británicos construyen más satélites y atraen más inversión digital que cualquier otro

país europeo.

(Y no se trata solo del peso económico. Desde el punto de vista de la seguridad el Reino

Unido tiene el segundo mayor presupuesto militar de la OTAN y el mayor de toda Europa. Tiene

la mayor capacidad para operar a nivel mundial del viejo continente y sus agencias de inteligencia

ocupan los primeros puestos mundiales.

Y luego está el conocido como poder blando. Este país es el segundo destino favorito

para los estudiantes extranjeros tras Estados Unidos. De hecho 1 de cada 4 países de todo

el mundo tiene un jefe de estado o de gobierno que estudió en el Reino Unido.)

1 de cada 4. Eso, amigos, se llama simple y llanamente influencia. Y todo eso por no

hablar del alcance global de la Premier, la BBC, los colegios británicos o la música.

Es decir, en otras palabras lo miremos por dónde lo miremos el Reino Unido sigue siendo

uno de los países más importantes e influyentes de todo el planeta.

Y lo que es aún más, los británicos quieren seguir teniendo protagonismo en la agenda

internacional.

Pero, ahora bien, es evidente que su situación ha cambiado. Estar fuera de la Unión Europea

supone tener que volver a construir una política exterior, una política comercial e, incluso,

una política de seguridad propia.

(“Después de haber dejado la Unión Europea, el Reino Unido ha comenzado un nuevo capítulo

en nuestra historia. Estamos abiertos al mundo”. Boris Johnson)

Queridos amigos, amigas, esto que vamos a ver a continuación es el planteamiento, la

estrategia, la política con la que el gobierno birtánico quiere a maximizar y consolidar

su papel a nivel mundial.

Esta es la receta, la fórmula con la quieren superar el Brexit y a Europa.

Atentos.

(LA CONQUISTA DE ORIENTE)

Además del acuerdo de comercio y cooperación firmado con la Unión Europea para evitar

los temidos aranceles, entre comienzos del 2019 y el 2021, el gobierno británico ha

firmado ya acuerdos comerciales con 66 países de fuera de la Unión Europea.

(El objetivo que se han fijado en Londres es que para finales del 2020 el país tenga

acuerdos comerciales en vigor con países que representen al menos el 80% del comercio

birtánico. En cualquier caso de momento han establecido un nuevo sistema global de aranceles

para aquellas importaciones que no estén cubiertas por un acuerdo comercial que es

más sencillo y más bajo que el de la UE.)

En total, desde el 1 de enero del 2021, casi el 60% de todo el comercio entrará al país

libre de aranceles.Y en lo que respecta al 40% restante los tipos se sitúan de media

por debajo de la convención internacional.

No es un mal comienzo.

No obstante, la gran apuesta británica, hoy por hoy pasa por 3 campos de juego principales:

Estados Unidos, el área Canzuk y sobre todo la reconquista de Oriente.

Si os parece, empecemos por el principio.

(Estados Unidos es el mayor socio comercial y el mayor inversor en el país. Por eso,

una de las prioridades absolutas que Londres se ha fijado es lograr un Tratado de Libre

Comercio con la gran potencia norteamericano. Eso podría reforzar el papel del Reino Unido

cómo el punto de conexión natural entre Estados Unidos y la Unión Europea al tiempo

que mejoraría el acceso de las empresas británicas a un mercado de cientos y cientos de miles

de millones de dólares)

Y esto, esto amigos, es algo que parece mucho más fácil de lograr que un acuerdo de libre

comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea. Es decir, que aquí el Brexit podría

suponer un claro viento a favor.

Luego, por otra parte y tal como ya os contamos en un pasado vídeo, en Londres ha cobrado

mucha fuerza la idea de reforzar la unión Canzuk, la integración económica del país

con Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Con estos 3 países, la relación a todos los niveles es muy buena. Y aunque parezca

un club más pequeño juntos suponen el 7% de la economía mundial.

Pero sobre todo, el punto quizás más disruptivo de la nueva política económica y comercial

de Londres es su apuesta decidida por reconquistar oriente.

(En Downing Street lo tienen claro. El indopacífico es el motor de crecimiento global. La mitad

de la población, el 40% del PIB global y las mayores tasas de crecimiento económico

se sitúan en lo que históricamente se consideró Oriente. Hablamos de países como Japón,

China, la India, Indonesia, Vietnam o Corea del Sur.)

Fijaos, el comercio entre el Reino Unido y la India se más que duplicó entre 2007 y

2019 y a comienzos del 2021 los dos países han firmado un Asociación comercial mejorada,

un acuerdo con el que esperan volver a duplicar el comercio mutuo para el 2030 y que además

abre la puerta a un futuro tratado de libre comercio.

Hemos hablado de ello, por cierto, en el boletín que cada semana enviamos a todos nuestros

Patreons. Si te animas a apoyarnos os dejamos el enlace en la descripción.

El caso es que Londres considera el mercado Indio como absolutamente clave.

Los dos países mantienen estrechos lazos históricos, sociales y económicos. Y si

la economía india despega de una vez por todas, eso podría ser un enorme viento de

cola para la economía británica.

Pero, amigos, la jugada quizás más atrevida y sorprendente ha sido la solicitud para integrarse

en el CPTPP, el acuerdo heredero del TPP; el acuerdo transpacífico que Trump mandó

a hacer puñetas nada más llegar a La Casa Blanca.

Claro que el resto de países siguieron adelante sin la potencia norteamericana, creando un

mercado de 500 millones de personas y entorno al 14% del PIB mundial.

Hablamos de Japón, Australia, Vietnam, Singapur, Canadá, México, Malasia, Brunei, Nueva Zelanda

y Perú. Un acuerdo al que próximamente parece que podrían unirse Corea del Sur o Tailandia

además del Reino Unido.

Pero, vamos a ver, ¿por qué demonios el Reino Unido quiere integrarse en un acuerdo

comercial transpacífico? ¿Qué ventaja puede tener vincularse a países tan distantes?

Fijaos.

(Más allá del acceso a 500 millones de consumidores, integrarse en este acuerdo metería de lleno

al Reino Unido en el marco diplomático y sobre todo, muy importante, en el marco regulatorio,

por ejemplo, en lo que concierne a los servicios y el entorno digital, dos de los puntos fuertes

de la economía británica.

Es decir, para entendernos, integrarse en este tipo de acuerdos, le permitirá al Reino

Unido adaptarse más fácilmente y también contribuir al desarrollo del marco regulatorio

de algunos de los mercados con mayor potencial económico de todo el mundo.)

Y así, de esta forma mirando directamente a Estados Unidos, al Canzuk y sobre todo a

Oriente es como el gobierno británico de Boris Johnson quiere convertir al Reino Unido

en el operador europeo de referencia en el comercio mundial. Esta es la gran apuesta

con la que trabaja el gobierno británico y con la que esperan rentabilizar el Brexit.

Además dan por hecho que poco a poco la mayoría de las dificultades que han surgido en el

comercio con la Unión Europea irán limándose o desapareciendo. Y que por tanto los costes

de la salida se reducirán progresivamente.

Pero amigos, el proyecto de Johnson no se circunscribe exclusivamente al campo comercial.

Si hablamos de aspirar a mantener un rol de potencia en el mundo, entonces tenemos que

hablar también de qué ocurre con el campo militar.

Y eso es algo que en Londres no han olvidado.

Atentos.

(¿El REGRESO DE LA ROYAL NAVY?)

Hubo un día en el que la Royal Navy fue dueña y señora de los mares del mundo. La punta

de lanza, el elemento indispensable, la gran referencia del mayor imperio que jamás el

mundo haya conocido.

Sin embargo, eso es algo que queda para los libros de historia.

(Lo cierto es que las últimas dos décadas no han sido precisamente buenas para las Fuerzas

Armadas británicas, especialmente para Royal Navy.

La pérdida de buena parte de sus capacidades anfibias, de la aviación embarcada y de un

buen número de barcos supusieron un declive sin precedentes. Por ejemplo, si en 1991 la

marina británica contaba con 34 fragatas y 17 más en diferentes fases de producción,

en 2020 apenas contaba con 13.)

La situación era tal, que en 2010 el gobierno retiró del servicio los harriers de la marina,

quedándose por tanto sin ala embarcada y en 2018 ante la falta de presupuesto vendieron

a Brasil el HMS Ocean, uno de sus buques para despliegues anfibios más importantes.

Sin embargo, ahora la situación puede ser completamente diferente.

La llegada de los nuevos portaaviones clase Queen Elizabeth, los nuevos cazas embarcados

F-35, la construcción de nuevas fragatas, los nuevos submarinos de ataque Astute

y los nuevos planes de submarinos estratégicos, el proyecto Successor, el programa militar

más caro de la historia del Reino Unido, parecen mostrar el regreso de buenos tiempos

para la Royal Navy.

Pero, amigos, amigas, sobre todo lo que ha cambiado es la voluntad política.

( "Proteger a nuestro pueblo, nuestra patria y nuestra democracia es el primer deber de

cualquier gobierno, por lo que he comenzado el mayor programa de inversión en defensa

desde el final de la Guerra Fría. Esto demostrará a nuestros aliados, en Europa y más allá,

que siempre pueden contar con el Reino Unido cuando realmente importa". Boris Johnson)

El gobierno birtánico ha anunciado un incremento sustancial del gasto militar y un nuevo plan

adicional de inversión y modernización de las Fuerzas Armadas de más de 34.000 millones

de dólares para los próximos 4 años, plan al que hay que sumar los que ya estaban en

marcha.

En total hablamos de una cifra que puede superar los 50.000 millones en 4 o 5 años.

Supone, con mucha diferencia, la mayor inversión en las Fuerzas Armadas desde el final de la

guerra fría.

Además, de esta cifra una buena parte irá a parar a programas de alta tecnología y

también a la creación de una nueva Fuerza Cibernética y un nuevo Comando Espacial.

Incluso, el gobierno británico ha decidido romper con su política nuclear: si en 2010

anunciaron una fuerte reducción de sus arsenales de armas nucleares, ahora han tomado la decisión

contraria. El Reino Unido incrementará su arsenal de armas nucleares hasta las 260 ojivas,

80 más que el objetivo anterior.

Pero eso no es todo.

(Para impulsar su presencia internacional, el gobierno británico no solo apuesta por

mantener desplegado uno de sus nuevos portaaviones en Indochina o incrementar el número de tropas

estacionadas en el extranjero, por ejemplo para mejorar su operatividad con las de países

aliados como Australia, sino que también está estudiando la apertura de nuevas bases

militares en el extranjero.

Se especula con la posibilidad de establecer nuevas bases militares permanentes en Singapur,

Brunéi. Lo que sumaría a las instalaciones que ya tiene en Baréin, Diego García o Belice.)

La idea, amigos es que el Reino Unido no solo siga siendo un aliado prioritaria de los Estados

Unidos, sino también un país decisivo gracias a sus capacidades de despliegue y disuasión.

Es decir, que el Reino Unido vuelva a ser toda una potencia reconocida a nivel mundial

y una referencia comercial, financiera y también militar.

Por así decirlo, esta es la otra del Brexit de la que nunca se habla. Claro que está

por ver si Londres logrará salirse con la suya. Y desde luego también hay muchos retos por

delante. No resulta tan fácil. Hablaremos de ello en el futuro.

Pero de momento, turno para ti, ¿Qué futuros crees que le espera al Reino Unido? ¿Creés

que los planes de Boris Johnson llegarán a buen término? ¿Volveremos a ver a la Royal

Navy controlando los mares del mundo?

Déjanos tu respuesta en los comentarios. Y ahora si este vídeo te ha resultado interesante

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Un saludo y hasta la próxima.