CAPÍTULO 27: AHORRAR AGUA
CAPÍTULO 27: AHORRAR AGUA.
David comienza a lavar los platos en el fregadero. Tomás: David, ¿por qué no pones esos platos en el lavavajillas? David: ¿No se ahorra más agua lavándolos a mano? Tomás: ¡No tiene por qué! Elena me ha contado que muchas veces los lavaplatos usan menos agua. María: ¿¡De verdad!? Tomás: Sí, está escribiendo sobre eso para su último artículo sobre el cambio climático. Los lavavajillas nuevos deben usar menos agua por ley, así que si usas el lavaplatos cuando está lleno, puedes ahorrar mucha agua. David: ¡Y también te ahorras el trabajo de lavar los platos! Es mucho más rápido poner el lavavajillas. María: ¿Qué más te ha dicho Elena sobre el agua, Tomás? Tomás: Que podemos ahorrar agua arreglando las goteras de nuestras casas y lugares de trabajo. Cada año se pierden hasta 39.000 millones de litros de agua en todo el mundo por los escapes de las tuberías. María: ¡Guau! Nuestro lavabo gotea y todavía no hemos llamado al fontanero. ¡Tenemos que apuntar esto para que no se nos olvide, David! David: Lo escribo ahora mismo. ¡Mañana llamamos al fontanero sin falta! También me apunto que hay que revisar si hay goteras en la oficina. María: ¡Entonces, yo el lunes hablo con el encargado de mantenimiento del colegio! Tomás: Yo también le he dicho a Elena que iba a buscar escapes de agua. David: ¿Te ha dicho algo más sobre cómo ahorrar agua? Tomás: Sí, sí que me lo ha dicho. Me ha explicado cómo va a afectar el cambio climático a la facilidad con la que obtenemos agua en el futuro. Debido al calentamiento global, muchos lugares se volverán más secos. David: Esas personas tendrán que dejar sus casas para vivir más cerca del agua, ¿no? Tomás: Sí. La ONU dice que entre 24 y 700 millones de personas tendrán que emigrar. María: Eso es terrible. Tomás: Sí que lo es. Para 2040, 1 de cada 4 niños vivirá en un lugar donde el agua será escasa. Las personas que viven en Oriente Medio, el norte de África y la India son las que correrán un mayor riesgo. David: Entonces, ahorrar agua salva vidas. ¡Qué bien que me has avisado lo del lavavajillas, Tomás! Tomás: De nada. Para eso están los amigos. María: Después de tanto hablar de agua, tengo ganas de tomarme un baño relajante, aunque puede que una ducha sea mejor… Tomás: La mayoría de las duchas usan 11 litros de agua por minuto. Un baño suele usar entre 90 y 140 litros. Las duchas especiales de “bajo flujo” usan solo 9 litros por minuto. ¡Le he prometido a Elena que pondría una en mi baño! María: ¿Se lo has prometido a Elena? ¿Es porque te gusta…? Tomás: ¡Vamos a dejarlo en que quiero poner de mi parte para ayudar al planeta! David: ¡Je, je! Si te haces con una ducha de bajo flujo, ya nos dirás el modelo. ¡Nosotros también vamos a comprarnos una! María: ¡Claro que sí! Y mientras tanto, ¡me voy a dar una ducha muy rápida!