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Píldoras de Psicología, ¿Se puede salvar una relación de pareja después de una infidelidad?

¿Se puede salvar una relación de pareja después de una infidelidad?

Uno de los mayores desafíos a los que se puede ver sometida una relación pareja es

la infidelidad, que hace tambalearse los cimientos de confianza y seguridad que sostenían la

relación.

En ese momento la pareja deja de sentirse un equipo y la persona que ha sufrido la infidelidad

necesita unas respuestas que, en muchas ocasiones, quien ha sido infiel no es capaz de dar.

Es complicado definir los límites de la fidelidad, ya que varía mucho entre diferentes culturas

e, incluso, entre distintas parejas dentro de una misma cultura.

Cada pareja decide qué es una infidelidad y qué no lo es.

Para algunos, el simple hecho de intercambiar algunos whatsapps con un compañero de trabajo

a espaldas de su pareja ya puede ser una infidelidad; luego hay parejas que viven con normalidad

el tener varios compañeros sexuales… aquí la importancia no es tanto dónde están los

límites, sino en que esos límites sean conocidos y consensuados por la pareja: es la mentira

y el engaño lo que define la infidelidad, no el sexo.

De hecho, un tipo particular de infidelidad que se ha extendido con el tema de las redes

sociales, WhatsApp, etc. es lo que se llama infidelidad emocional.

Es un tipo de aventura que ocurre cuando dos personas desarrollan sentimientos mutuos muy

fuertes que les llevan a una relación de mucha intimidad aunque sin tener sexo.

En todo caso, hay infidelidades que se descubren e infidelidades que se confiesan, y por lo

general, éstas últimas suelen llevar consigo un pronostico más favorable para la relación

de pareja, porque con la confesión suele ir de la mano el reconocimiento del error

y daño causado, así como el propósito de enmienda.

Cuando la infidelidad es descubierta, las incógnitas que suele dejar suelen ser mayores,

sobre todo, cuánto habría durado la aventura en caso de no haber sido descubierta.

En el momento se destapa la infidelidad la relación entra en una etapa de crisis de

la cual, o bien sale reforzada la pareja o bien pone fin a su relación.

El modo en el que la pareja haga frente a esta crisis (y también como de “grave”

haya sido esa infidelidad) van a ser factores determinantes.

El primer reto al que va a tener que hacer frente la pareja es el manejo de toda la intensidad

emocional que se va a derivar de la noticia de infidelidad.

En estos momentos es conveniente establecer ciertos límites en la relación para evitar

un daño que haga imposible cualquier reconciliación.

Se debe dejar claro qué está permitido y qué no: si se quiere pasar tiempo juntos

o mejor estar algunas horas o día separados, si es mejor que haya diálogo o esperar un

tiempo antes de volver a comunicarse, si se sigue compartiendo casa o habitación, etc.

Poner estos límites permitirá amortiguar el golpe inicial y preparará el terreno para

seguir avanzando en la recuperación de la relación.

Una vez ha pasado el golpe inicial, una de las primeras decisiones que deberá tomar

la pareja es si se apuesta por mantener la relación a pesar de la infidelidad o si quieren

dejar la relación, y la última palabra aquí la suele tener la persona que ha sido engañada.

Seguir adelante con la relación va a implicar un considerable esfuerzo por parte ambos,

van a tener que hacer esfuerzos y sacrificios para lograr que la relación salga de la crisis.

Para ello siempre se tiene que hacer un análisis crítico de la relación, con los elementos

de fortaleza y las carencias que han estado presentes en el momento de la infidelidad.

Porque, aunque nunca justifique una infidelidad, es frecuente que existieran en la relación

una serie de carencias que son las que llevaron a uno de sus miembros a buscar la gratificación

fuera de la relación, bien en forma de diálogo, comprensión, complicidad o simplemente sexo.

Saber qué es lo que ha llevado a la relación a ese punto es indispensable para poder seguir

avanzando.

Pero la pareja debe evitar quedar atrapada en esta fase de revisión del pasado, ya que

hay preguntas que nunca van a poder ser ser respondidas en su totalidad.

Recuperación de la confianza es lo más complicado, ya que éste es el aspecto de la relación

que más se ha visto tocado por la infidelidad.

Esta recuperación implica un proceso que en la mayoría de los casos suele durar meses

o años y que incluye avances y retrocesos, ya que cuando se comienza a recuperar la confianza

aparece de nuevo el fantasma de la infidelidad.

Y así, sucesivamente.

Si en toda relación es necesaria la transparencia, lo es especialmente cuando la confianza ha

quedado tan tocada: se debe desterrar totalmente la mentira y la omisión de información de

la relación, porque una pequeña mentira en esta fase de recuperación puede significar

el fin de la misma.

Conforme las emociones iniciales se van suavizando y se empieza a avanzar en la recuperación

de la confianza, la pareja tiene que empezar a esforzarse por mirar al presente y al futuro,

resistiendo el impulso de continuamente volver a revisar qué es lo que ha ocurrido en el

pasado.

Es especialmente importante incrementar de manera progresiva la complicidad, para lo

cual involucrarse en nuevas actividades conjuntas suele ser de gran ayuda: excursiones, cursos,

talleres, aficiones.

Compartir contextos que permitan volver a entrar en contacto con emociones que la infidelidad

hizo desaparecer.

Seguir este camino, evitando caer en el reproche constante y aceptando la realidad de la infidelidad

como parte de la historia de la relación no es tarea sencilla.

Pero con determinación, esfuerzo y sinceridad por parte de ambos miembros de la pareja es

un objetivo por el que merece la pena luchar.

Y hasta aquí, otra píldora de psicología, si os ha gustado tenéis muchos más vídeos

y artículos en el canal de YouTube y en albertosoler.es.

Y en todas las librerías nuestro libro “Hijos y Padres Felices”.

¡Un saludo!


¿Se puede salvar una relación de pareja después de una infidelidad? Can a relationship be saved after infidelity? É possível salvar uma relação após uma infidelidade?

Uno de los mayores desafíos a los que se puede ver sometida una relación pareja es One of the biggest challenges that a couple can face is

la infidelidad, que hace tambalearse los cimientos de confianza y seguridad que sostenían la

relación.

En ese momento la pareja deja de sentirse un equipo y la persona que ha sufrido la infidelidad

necesita unas respuestas que, en muchas ocasiones, quien ha sido infiel no es capaz de dar.

Es complicado definir los límites de la fidelidad, ya que varía mucho entre diferentes culturas

e, incluso, entre distintas parejas dentro de una misma cultura.

Cada pareja decide qué es una infidelidad y qué no lo es.

Para algunos, el simple hecho de intercambiar algunos whatsapps con un compañero de trabajo

a espaldas de su pareja ya puede ser una infidelidad; luego hay parejas que viven con normalidad

el tener varios compañeros sexuales… aquí la importancia no es tanto dónde están los

límites, sino en que esos límites sean conocidos y consensuados por la pareja: es la mentira

y el engaño lo que define la infidelidad, no el sexo.

De hecho, un tipo particular de infidelidad que se ha extendido con el tema de las redes

sociales, WhatsApp, etc. es lo que se llama infidelidad emocional.

Es un tipo de aventura que ocurre cuando dos personas desarrollan sentimientos mutuos muy

fuertes que les llevan a una relación de mucha intimidad aunque sin tener sexo.

En todo caso, hay infidelidades que se descubren e infidelidades que se confiesan, y por lo

general, éstas últimas suelen llevar consigo un pronostico más favorable para la relación

de pareja, porque con la confesión suele ir de la mano el reconocimiento del error

y daño causado, así como el propósito de enmienda.

Cuando la infidelidad es descubierta, las incógnitas que suele dejar suelen ser mayores,

sobre todo, cuánto habría durado la aventura en caso de no haber sido descubierta.

En el momento se destapa la infidelidad la relación entra en una etapa de crisis de

la cual, o bien sale reforzada la pareja o bien pone fin a su relación.

El modo en el que la pareja haga frente a esta crisis (y también como de “grave”

haya sido esa infidelidad) van a ser factores determinantes.

El primer reto al que va a tener que hacer frente la pareja es el manejo de toda la intensidad

emocional que se va a derivar de la noticia de infidelidad.

En estos momentos es conveniente establecer ciertos límites en la relación para evitar

un daño que haga imposible cualquier reconciliación.

Se debe dejar claro qué está permitido y qué no: si se quiere pasar tiempo juntos

o mejor estar algunas horas o día separados, si es mejor que haya diálogo o esperar un

tiempo antes de volver a comunicarse, si se sigue compartiendo casa o habitación, etc.

Poner estos límites permitirá amortiguar el golpe inicial y preparará el terreno para

seguir avanzando en la recuperación de la relación.

Una vez ha pasado el golpe inicial, una de las primeras decisiones que deberá tomar

la pareja es si se apuesta por mantener la relación a pesar de la infidelidad o si quieren

dejar la relación, y la última palabra aquí la suele tener la persona que ha sido engañada.

Seguir adelante con la relación va a implicar un considerable esfuerzo por parte ambos,

van a tener que hacer esfuerzos y sacrificios para lograr que la relación salga de la crisis.

Para ello siempre se tiene que hacer un análisis crítico de la relación, con los elementos

de fortaleza y las carencias que han estado presentes en el momento de la infidelidad.

Porque, aunque nunca justifique una infidelidad, es frecuente que existieran en la relación

una serie de carencias que son las que llevaron a uno de sus miembros a buscar la gratificación

fuera de la relación, bien en forma de diálogo, comprensión, complicidad o simplemente sexo.

Saber qué es lo que ha llevado a la relación a ese punto es indispensable para poder seguir

avanzando.

Pero la pareja debe evitar quedar atrapada en esta fase de revisión del pasado, ya que

hay preguntas que nunca van a poder ser ser respondidas en su totalidad.

Recuperación de la confianza es lo más complicado, ya que éste es el aspecto de la relación

que más se ha visto tocado por la infidelidad.

Esta recuperación implica un proceso que en la mayoría de los casos suele durar meses

o años y que incluye avances y retrocesos, ya que cuando se comienza a recuperar la confianza

aparece de nuevo el fantasma de la infidelidad.

Y así, sucesivamente.

Si en toda relación es necesaria la transparencia, lo es especialmente cuando la confianza ha

quedado tan tocada: se debe desterrar totalmente la mentira y la omisión de información de

la relación, porque una pequeña mentira en esta fase de recuperación puede significar

el fin de la misma.

Conforme las emociones iniciales se van suavizando y se empieza a avanzar en la recuperación

de la confianza, la pareja tiene que empezar a esforzarse por mirar al presente y al futuro,

resistiendo el impulso de continuamente volver a revisar qué es lo que ha ocurrido en el

pasado.

Es especialmente importante incrementar de manera progresiva la complicidad, para lo

cual involucrarse en nuevas actividades conjuntas suele ser de gran ayuda: excursiones, cursos,

talleres, aficiones.

Compartir contextos que permitan volver a entrar en contacto con emociones que la infidelidad

hizo desaparecer.

Seguir este camino, evitando caer en el reproche constante y aceptando la realidad de la infidelidad

como parte de la historia de la relación no es tarea sencilla.

Pero con determinación, esfuerzo y sinceridad por parte de ambos miembros de la pareja es

un objetivo por el que merece la pena luchar.

Y hasta aquí, otra píldora de psicología, si os ha gustado tenéis muchos más vídeos

y artículos en el canal de YouTube y en albertosoler.es.

Y en todas las librerías nuestro libro “Hijos y Padres Felices”.

¡Un saludo!