Opiniones impopulares
¡Hola chicos! ¿Qué tal? ¡Bienvenidos! Bienvenidos a un nuevo episodio de “Español con Juan.” Ya sabéis que esto es un podcast en español para aprender español, to learn Spanish. Yo soy un profesor de español, un Spanish teacher. Lo digo también en inglés por si, por si hay alguien que no tiene un nivel muy avanzado de español y no sabe, no sabe de qué va este podcast ¿No?
Pues esto es un podcast to learn Spanish, para aprender español con Juan que soy profesor de español. Claro, claro que sí.
¿Qué tal? ¿Cómo va la semana, cómo va la semana? Antes de empezar, antes de empezar. Muchísimas gracias a todos, a todos los que estáis dejando vuestras opiniones. Apple Podcast, en iTunes, antes se llamaba: “iTunes.” En todo, en Google Play, en todas las plataformas donde se pueden escuchar podcast ¿No?
Muchísimas gracias en nuestro blog también, gracias por vuestros comentarios, me encanta. Me encanta leer vuestros comentarios, cuando estáis de acuerdo conmigo me encanta, cuando no estáis de acuerdo conmigo también me encanta porque eso me sirve para mejorar ¿No?
Bueno, hoy, hoy quería dar, quería dar un… Quería dar mi opinión, quería dar mi opinión, bueno siempre doy mi opinión, siempre doy mi opinión ¿No? Porque claro, estoy yo aquí solo y es fantástico ¿No?
Cuando uno está solo pues está muy bien porque siempre tiene razón, no hay nadie que me discuta, no hay nadie que me diga lo contrario de lo que yo pienso. Está muy bien ¿No? Está muy bien. Es algo que recomiendo, que recomiendo hacer ¿No?
Te pones delante de un espejo y dices: “Oye tío, eres fantástico, todo lo que dices es verdad, tienes razón en todo lo que dices. Eres muy guapo, eres muy inteligente.” Y a mí me pasa esto, yo estoy aquí, estoy paseando, estoy paseando por el parque por cierto. Estoy paseando por un parque que hay cerca de mi casa y respirando un poquito de aire puro porque estoy cansado del tráfico y tal.
Me estoy enrollando, ya me estoy enrollando y estoy, me estoy yendo por las ramas ¿Me entendéis? ¿Entendéis esa expresión? “Irse por las ramas.” Las ramas de un árbol ¿No? El árbol, los árboles tienen tronco y tienen ramas ¿No? Las ramas es donde están las hojas ¿No?
Entonces, irse por las ramas es desviarse de la conversación, desviarse del tronco, el tronco, la parte principal ¿No? EL tronco es la parte principal del árbol ¿No? La parte grande ¿No? Que está enraizado en la tierra. El tronco. Y las ramas, las ramas son las que salen del tronco. Son como… Desviaciones del tronco ¿No? Entonces se dice: “Irse por las ramas” cuando te desvías de la conversación principal y eso es lo que me pasa a mí todos los días; no sólo aquí en este podcast sino en mi vida, en mi vida. En mi trabajo, con mis amigos, con mi familia, me pasa lo mismo. Empiezo hablar de un tema y termino hablando de otra cosa completamente distinta.
Es una característica principal mía. Yo ¿Qué le puedo hacer? Soy así, soy así, nací así. Hay gente que nace baja, hay gente que nace alta, hay gente que nace con el pelo rubio, con el pelo moreno, hay gente que nace simpática y hay gente que nace antipática. Pero yo nací así, yo soy una persona que se enrolla, que se va por las ramas, que pierde el hilo de la conversación ¿Vale?
¿Qué estaba diciendo? Ah, estaba diciendo que cuando estas solo tú siempre tienes razón, no tienes a nadie que te diga lo contrario, no tienes a nadie que te de ningún contra argumento a lo que tú estás diciendo, por eso me gusta leer vuestros comentarios porque con vuestros comentarios es como si tuviera una respuesta. A ver, a ver, a lo mejor estoy equivocado, a lo mejor estoy equivocado ¿No? No lo sé, no lo sé.
Entonces, me gusta leer los comentarios siempre y cuando sean educados ¿Eh? Porque claro, comentarios críticas constructivas, las críticas constructivas me gustan, están bien. Los comentarios maleducados y tal no, esos no me gustan, esos no me gustan pero bueno, total. No voy hablar ahora de ese tema.
¿Qué estaba diciendo? Sí, que hoy voy a dar mi opinión, voy a dar mi opinión sobre Penélope Cruz. Vosotros estaréis pensando: “Bueno ¿A qué viene ahora, a qué viene ahora dar su opinión sobre Penélope Cruz? ¿A quién le importa lo que este tío piense de Penélope Cruz?” Tenéis razón. ¿A quién le importa lo que yo piense de Penélope Cruz? Bueno vamos a ver, vamos a ver.
Yo creo que esto me da un poco de miedo, me da un poco de miedo hablar así porque la gente se toma todo a mal, la gente se toma todo a mal. La gente se toma todo lo que dices de forma personal, bueno la gente quiero decir algunas personas. La mayoría no ¿Vale? La mayoría no. Algunas personas se toman las opiniones que yo digo a mal ¿Entendéis? Se lo toman a mal, es decir se cabrean, se enfadan, se irritan, no sé por qué porque cada uno tiene su opinión.
Entonces, yo voy a dar mi opinión que yo sé que es una opinión no muy popular. Impopular. Es una opinión impopular porque ¿Por qué? Porque pues a la mayoría de la gente le encanta Penélope Cruz, está considerada una gran actriz, es una gran persona, muy simpática, muy guapa. Una actriz con unas proyección internacional muy buena que da una muy buena imagen de España, en el extranjero, a nivel internacional que ha trabajado en otros países también, en Hollywood, que yo sepa ¿No? En Hollywood, en Italia también, no sé si ha hecho películas en otros países, me imagino que también. Total, eso es lo de menos, eso es lo de menos.
A mí no me gusta Penélope Cruz, lo tenía que decir. Es algo que, sabéis estas cosas que tienes dentro y que te cuesta decirlas, te cuesta explicarlas pues es eso. A mí me da repelús Penélope Cruz, ya he hablado de esta palabra: repelús. Dar repelús.
Ya lo he explicado otras veces, no lo voy a volver a explicar ¿O sí? Quizás, quizás hay alguien que no recuerde qué significa: “Repelús.” Dar repelús.
Vamos a ver, una imagen, os voy a dar una imagen. ¿Te acuerdas cuando estabas en el colegio, en clase, en la escuela con el profesor, no? Cuando eras un niño o una niña, de 10, 12-14 años más o menos y el profesor estaba escribiendo en la pizarra, recuerda. Bueno, cuando yo era pequeño la pizarra era verde ¿No? Y se escribía con tiza, con tiza normalmente blanca ¿Vale? ¿Me estáis siguiendo? Espero que estéis entendiendo lo que quiero decir.
Estamos en clases, el profesor está escribiendo en la pizarra, una pizarra verde antigua ¿No? No estas pizarras modernas que hay ahora blancas, muy luminosas. No, no, no. Una pizarra antigua, verde, una pizarra tradicional, clásica, una pizarra de toda la vida donde se escribía y luego se borraba con el borrador ¿Vale? Se escribía con la tiza ¿Vale? La tiza, aquello blanco ¿No? Que se escribía y que te manchaba las manos, cuando escribías mucho te manchaba las manos ¿No? De este polvo blanco, tiza, tiza. ¿Vale?
Entonces imaginaos a este profesor que está escribiendo en la pizarra, escribe y de repente se le rompe la tiza: “¡Crack!” Se le rompe la tiza y empieza, bueno, empieza a escribir por unos segundos empieza a escribir con los dedos. No escribir, pero digamos que la mano, la mano… Las uñas, las uñas rozan la pizarra. ¿Entendéis? Las uñas rompen la pizarra. La tiza, se rompe la tiza y la mano del profesor cae sobre la pizarra y con las uñas hace un ruido: “¡Rac. Rac!” Y todos los niños de la clase hace: “Ugh” ¿Vale? ¿Os acordáis de eso?
A mí me pasaba, a mí me pasaba. Cuando el profesor hacía eso con las uñas, en la pizarra ¿No? Arañaba, eso se llama: “Arañar.” Arañaba la pizarra, con un sonido así ¿No? Algo así ¿No? Entonces los niños saltaban y te daba una sensación que no se puede describir porque no es miedo, no. No es miedo. No es asco. Tampoco es asco. Es una sensación, es repelús. Es repelús. Es una sensación extraña, el frío que te entra en la espalda, que te recorre la columna vertebral no se sabe por qué
Si no habéis sentido nunca esta sensación, pues haced esto, haced esto. Acercaos a la pared que tengáis más cerca y con las uñas, no con los dedos, con las uñas arañad, arañad con cuatro o cinco uñas arañad la pared ¿Vale? Arañad la pared hacia abajo y veréis, veréis que os da una sensación, una sensación extrañísima. Eso es el repelús, eso es el repelús. Esa sensación extraña de que algo no está bien, que no sabes qué pasa pero es algo extraño que no sabes, no sabes por qué te sientes mal. Bueno eso me pasa a mí, eso me pasa a mí exactamente con Penélope Cruz que me da repelús. Me da repelús.
Yo reconozco que es una buena actriz, bueno no está mal, no está mal. Es una buena actriz, sí, bueno. Es guapa, sí bueno, es guapa. Es inteligente, es simpática, es divertida, sí. Sí, es así. Pero hay algo que no me gusta de Penélope Cruz y es que en muchas de sus películas grita, grita mucho.
Yo la he visto en películas, ah me recuerdo, en películas francesas por ejemplo, donde hace de mujer española ¿No? Ella hace de mujer española que es una mujer muy pasional ¿No? Claro, ese es el estereotipo, el estereotipo de la mujer española pasional, celosa, posesiva, que lo vive todo con mucha intensidad y grita: “Ah.” No sé, como Sofía Loren en los años 40 ¿No? En los años 50 hacía esas películas de mujer napolitana con fuerza pero claro, Sofía Loren es una actriz fantástica. Sofía Loren es una categoría aparte ¿Vale?
Penélope Cruz grita, grita, no habla, grita y a mí los actores que gritan no me gustan. No me gustan porque para mí eso no es actuar, eso no es actuar, eso es gritar.
Y es que yo por ejemplo cuando era joven hice algunos cursos de teatro en la universidad ¿Vale? Eran cursos, bueno no era nada serio realmente, era simplemente improvisación. Eran juegos de improvisación y yo recuerdo que la gente, bueno eran unos cursos muy populares claro porque no había que estudiar ¿No? Era simplemente un poco jugar ¿No? Y había gente que no sabía interpretar ¿No? Que no sabía interpretar, no sabía improvisar ¿Qué hacían? Gritaban, gritaban.
“¡No, no quiero. No quiero! ¿Por qué, por qué?” Y gritaban. Claro, al gritar llamaban la atención sobre ellos y ellos pensaban que estaban actuando, no estaban actuando; estaban gritando. Estaban gritando, no dejaban que la otra persona dijera nada porque si, si… Si hablaban, si hablaban de una forma natural la otra persona con la que estaban actuando ¿Vale? Podía decir algo, pero claro ellos gritaban tanto, la otra persona no podía decir nada o no se escuchaba lo que decía, entonces la persona que gritaba no tenía ningún problema, podía gritar todo lo que quería y no tenía que pensar mucho ¿Vale? Gritaban y la gente pensaba: “Qué bien, qué bien. Qué bien interpreta. Interpreta muy bien, fíjate.” “¿Por qué? ¡No quiero! Te voy a matar. Te odio.” Decían todas esas cosas ¿No?
Y claro, pero eso para mí no era, no era interpretar ¿No? Entonces a mí no me gusta, yo veo, me fijo mucho en eso ¿No? En la televisión, en las películas. Cuando veo que un actor grita a mí no me gusta, me parece artificial. Me parece una trampa, me parece que no está actuando ¿Vale? Porque la gente que grita llama mucho la atención, es muy aparatoso ¿No? ¿Entendéis? Aparatoso, todo el mundo se fija en esa persona pero es fácil, eso es realmente fácil. Eso realmente no es interpretar. Gritar no es interpretar.
Interpretar a un personaje es hacerlo sin gritar, decir lo que sientes pero de una forma natural. Trasmitir tus sentimientos, los sentimientos que sientes o que siente el personaje; la tristeza, la alegría, el odio, los celos, la rabia, la frustración, la nostalgia. Trasmitir todo eso con los ojos, por ejemplo, con los ojos. O cambiando un poquito el tono de voz, la mirada, un gesto de la mano, un suspiro. Eso es actuar, eso es actuar.
¿Habéis visto a Clint Eastwood? Clint Eastwood es uno de mis actores favoritos. Clint Eastwood no mueve, no mueve un músculo cuando actúa, no dice nada. Clint Eastwood sobre todo en los años 60, en los años 70 cuando hacía película del far west ¿No? Del oeste, de pistoleros, de cowboys no… No movía un músculo de la cara, era un tío así serio y tal ¿No? Hombre, eso es un extremo pero ¿Entendéis lo que quiero decir? Lo que quiero decir es que para mí los buenos actores o las buenas actrices son las que no gritan, transmiten sus sentimientos de una forma natural. Sin gritar ¿Vale?
Como he dicho antes, con una mirada, con un gesto, con un movimiento de la mano, con un suspiro, con no sé, cambiando el tono de voz un poquito, acelerando la respiración, una mirada, esa es la forma de interpretar, esa es la forma de interpretar. No gritar. Hombre, hay veces que hay que gritar. Claro, si estamos en una película de terror ¿No? Estamos en una película de terror y hay un monstruo que te quiere matar pues gritas ¿No? “¡Ay, ay, ay!” Es normal. Pero en muchas películas y en muchas series, y no sólo Penélope Cruz, estoy hablando de Penélope Cruz porque es un, bueno porque es muy conocida pero en general es algo que veo muy a menudo en el cine de estos personajes que gritan mucho.
Sí, las series y las películas hoy en día me parecen, sobre todo en las películas estas de acción donde todo va muy rápido y la gente grita, grita, grita. Es muy común, no sólo en el caso de Penélope Cruz. Muchos otros actores y muchas otras actrices, entonces bueno no me gusta, no me gustan. En general no me, otra opinión impopular, es que en general no me gustan las series españolas o las películas españolas, es raro, es raro que me guste una película o una serie española, es raro. No sé por qué, me parecen artificiales, no me parecen naturales. No me creo la historia, no me creo a los personajes.
Por ejemplo, otra opinión impopular, no me gusta, en general no me gustan las películas de Pedro Almodóvar, en general no. No me gustan, me parecen artificiales, me parecen falsas, me parecen que bueno, que no están bien interpretadas. En muchas de esas películas no me interesa para nada la historia, no me interesan los personajes ¿No? Hay de todo, claro. Hay algunas películas de Pedro Almodóvar que me gustan mucho pero en general la mayoría no.
Y por eso, porque tienen diálogos muy artificiales, muy pomposos, muy pedantes. No me gustan, no me parecen naturales, no me parecen naturales. Me parece todo muy artificial, no sé. Hoy me estoy despachando bien.
“Despacharse” ¿Me entendéis? Despacharse significa decir lo que piensas realmente, lo que tenías guardado dentro ¿No? Me estoy despachando bien. Que sí, que… Que no me gusta, no me gustan esos personajes que gritan, no me gustan las historias artificiales.
Y hablando de personajes que gritan, es algo que veo no sólo en las películas, también por ejemplo los cómicos. Los humoristas ¿Vale? El Internet por ejemplo en YouTube, en Twitter, no sé, en Instagram también ahora veo humoristas que gritan mucho. Dicen, dicen sus chistes gritando y la gracia es que gritan o que están enfadados. Sí, eso es.
Dicen cosas como si estuvieran siempre enfadados con el mundo, con lo que hace la gente ¿No? Y eso me parece una trampa, una trampa en el sentido de que sí, a la gente yo creo que a la gente le hace gracia esto ¿No? Le hace gracia ver a una persona quejándose ¿Vale? Puede ser divertido pero me parece demasiado fácil, me parece demasiado fácil. Lo difícil, lo difícil es hacer humor inteligente.
Humor inteligente, para hacer humor inteligente no tienes que estar enfadado con el mundo, no tienes que estar siempre enfadado con el mundo, no tienes que estar gritando siempre, no tienes que estar siempre cabreado ¿No? Con algo. Hay muchos humoristas y muchos cómicos que hacen humor de este modo ¿No? Estando enfadados con el mundo, gritando: “¿Por qué hace la gente esto, por qué…?” Bueno, no sé.
De vez en cuando está bien, claro yo no digo que eso no se pueda hacer pero de vez en cuando está bien, de vez en cuando está bien pero no siempre ¿No? Eso es lo que quiero decir, no siempre, no siempre. Pero vale, hoy me he quedado, me he quedado a gusto. Tenía que decir estas cosas porque oye si no las digo, si no las digo reviento. Estas son opiniones impopulares, opiniones impopulares que esto yo no lo podría decir abiertamente, solamente lo digo a vosotros porque sois como mis amigos ¿No? Pero yo esto no lo puedo decir por ahí, yo no puedo ir, no sé, yo no le puedo decir a la gente en la calle que no me gusta Penélope Cruz.
“¿Pero cómo hombre si eres español? ¿No te gusta Penélope Cruz? ¿No te gusta Pedro Almodóvar?” Vamos, la gente me odiaría, me odiaría o sea, os lo digo a vosotros porque sé que vosotros me entendéis ¿No? Entendéis lo que quiero decir ¿No? Y bueno, y si a vosotros os encanta Penélope Cruz bueno me parece fantástico, me parece fantástico. Cada uno tiene sus gustos, hay gustos como colores.
¿Conocéis esa expresión, no? “Hay gustos como colores.” A cada uno, a cada uno le gusta una cosa diferente ¿Vale? A algunos les gusta el color verde, a otros les gusta el amarillo, ya está, no pasa nada. Lo que no entiendo es la gente que se enfada porque otras personas tengan una opinión diferente porque yo estoy seguro de que alguien va a comentar: “Pero hombre ¿Cómo no te puede gustar Penélope Cruz? ¡¿Pero cómo no te va a gustar Penélope Cruz? !” Hombre pues nada, no me gusta ¿Qué pasa, qué pasa? ¿Cuál es el problema? A ti te gusta, a mí no me gusta. No pasa nada, no hay que enfadarse por esto ¿No?
A cada uno le gustan unos actores diferentes y unas películas diferentes y ya está. Pues nada, me he despachado, me he despachado. Me he despachado, me he quedado a gusto ¿No? Porque tenía ganas de decir estas cosas.
Bueno nada, lo vamos a dejar aquí por hoy, lo vamos a dejar aquí por hoy porque no quiero aburriros, no quiero aburriros más con mis peroratas. Mis peroratas, esa es una palabra muy bonita que ya no se usa mucho, ya no se usa mucho pero a mí me gusta usarlas. “Peroratas.” Es como un discurso muy largo, un rollo ¿Vale? Un rollo.
Ahora se dice: “Un rollo” ¿No? Pero de una forma clásica digamos, es una perorata. Perorata, pero-rata, perorata. Perorata. Es una perorata. Pues bueno, no los quiero cansar más con mis peroratas, con mis rollos ¿Vale? Chicos, ya sé lo que estáis pensando pero a mí, ¿A mí qué me importa lo que tú pienses de Penélope Cruz? Ya lo sé, si todo esto es hombre, pues por un lado para que vosotros os acostumbréis al español, para que aprendáis nuevas palabras, nuevas expresiones y a mí me sirve como terapia.
Porque yo esto no se lo puedo decir a nadie ¿A quién le puedo decir yo que no me gusta Penélope Cruz? A nadie, a nadie. No se lo puedo decir a ninguno de mis estudiantes. Mis estudiantes están enamorado de España, les encanta Penélope Cruz, Antonio Banderas, la paella, el flamenco ¿Cómo le puedo decir yo a uno de mis estudiantes que no me gusta Penélope Cruz? Pero hombre no, eso no lo puedo decir, no. Es un secreto entre nosotros ¿De acuerdo?
Bueno chicos, no me enrollo más, no me enrollo más. Termino la perorata. Me está dando… No repelús, iba a decir repelús pero no, no me está dando repelús. Me está dando un poco de frío porque estoy aquí en el parque y me está dando un poco de frío, así que me voy a volver a casa ¿Vale?
Venga, un beso y nos vemos no, nos escuchamos la próxima semana. Un momento, un momento. Si tenéis tiempo os agradecería que dejaréis vuestros comentarios, vuestras estrellitas en Apple Podcast, en Google Play o donde vosotros escuchéis este maravilloso podcast que os recuerdo una vez más, se llama: “Español con Juan” y es para aprender español. To learn Spanish.
Venga chicos, no me enrollo. Un beso. Nos vemos, nos escuchamos la próxima semana. ¡Adiós! Adiós.