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Español con Juan, Bicho malo nunca muere

Bicho malo nunca muere

¡Hola, chicos! ¿Qué tal?

Bienvenidos a un nuevo episodio de nuestro podcast para aprender español.

Bienvenidos y bienvenidas al único, al mejor, al fantástico podcast Español Con Juan. Un podcast en español, solo en español, para aprender español.

¡Aquí estoy, aquí estoy de nuevo!

¡He vuelto, he vuelto!

Después de una pequeña pausa durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, aquí estoy de nuevo.

No me he ido a ninguna parte. Muchos quizás hayan pensado que había dejado de hacer el podcast, que me había hartado de todo y de todos y que me había ido muy lejos, ¿no?

Ya sé, ya sé lo que estaréis pensando… “Este tío, este tío… ¿Pero dónde estará este tío? ¿Le habrá pasado algo? ¿Estará enfermo? ¿Se habrá puesto malo?

¡Nah! No me ha pasado nada, chicos. Aquí estoy, he vuelto. Para bien o para mal, he vuelto.

Como decía mi padre, “Bicho malo nunca muere”. ¿Entendéis? ¿Entendéis lo que quiero decir?

Un bicho es un insecto, un animal normalmente pequeño y feo. Algo que nos da miedo o asco, pero que no sabemos identificar, no sabemos qué es ni cómo se llama. ¿Entendéis? Eso es un bicho.

Yo recuerdo que… Cuando era niño, vivía con mis padres en un pueblo pequeño y, claro, ya se sabe, en el campo pues hay bichos.

Recuerdo que una vez, de niño, no sé, yo debía de tener unos once años, me desperté en mitad de la noche porque sentí que algo me corría por el cuello y me bajaba por la espalda… me desperté, a pesar de que estaba dormido profundamente me, desperté y no sabía qué era y, de pronto, aunque la habitación estaba a oscuras, claro, la luz estaba apagada, por la ventana entraba la luz de la luna y entonces pude ver que en la cama había algo, algo que tenía patas, unas patas larguísimas y peludas, o sea, con mucho pelo. No sabía exactamente qué era, pero era muy feo y me daba mucho miedo. No quería tocarlo.

Empecé a gritar, “¡Mamá, mamá ¡Hay un bicho en la cama! ¡Hay un bicho en la cama!”

Entonces vino mi madre, encendió la luz, entró en la habitación y cuando vio el bicho ella también empezó a gritar.

¡Ahhhh! ¡Hay un bicho en la cama! ¡Pepe, Pepe! ¡Hay un bicho en la cama del niño!”

Y se fue, se fue de la habitación y me dejó allí solo, con el bicho.

¡Qué horror! Fueron unos segundos terroríficos, yo solo, en la cama, con aquel bicho que me miraba… sí, porque el bicho no se movía, se había quedado quieto, completamente inmóvil, pero me miraba. A mí me parecía que me miraba con cara de odio y que estaba a punto de saltarme encima de un momento a otro.

A los pocos segundos regresó mi madre. Esta vez venía con mi padre. Mi padre entró en la habitación, se acercó a la cama, echó un vistazo, vio el bicho y él también empezó a gritar.

“¡Ahhhhh! ¡Un bicho! ¡Hay un bicho enorme en la cama del niño!”

Y se dio la vuelta salió corriendo de la habitación él también, dejándome solo otra vez.

Yo, claro, tenía cada vez más miedo, pero no me atrevía a moverme. Había visto en un documental de la tele que cuando un animal te ataca, por ejemplo, un perro, es mejor no correr, no escapar, sino hacerle frente. Si echas a correr para intentar escapar, lo más probable es que el animal piense que tienes miedo y entonces estás perdido. El animal te perseguirá y te atacará. Es mucho mejor no moverse, quedarse quieto y fingir que no tienes miedo.

Al rato volvieron a entrar mis padres en la habitación. Quizás habían pasado solo unos segundos, pero a mí me parecieron una eternidad.

Ahora traían una escoba y se habían puesto unos guantes. Mi padre agarró la escoba con las dos manos y empezó a darle escobazos al bicho, el cual, claro, echó a correr, cayó al suelo e intentó buscar refugio en un rincón. Mi padre lo persiguió con la escoba, pero el bicho era mucho más rápido. Cuando él daba un escobazo, el bicho ya se había ido.

Mi padre siempre fue de reflejos muy lentos, la verdad.

Además, es que se había olvidado ponerse las gafas y no veía bien donde estaba el bicho.

Mi madre le tenía que dar instrucciones: “¡Pepe, a la derecha de la cama! ¡Pepe, debajo de la mesa! ¡En la pared, Pepe, en la pared, al lado del cuadro!”

Al final el bicho se metió en un agujero que había en la pared y desapareció. No volvimos a verlo.

A mí me daba miedo el bicho y quería que mi padre acabase con él, pero por otro lado me daba pena y no quería que mi padre lo matase.

—¿Lo has matado? —le pregunté.

— Se ha escapado —me dijo él—. Bicho malo nunca muere.

“Bicho malo nunca muere”. Esa fue la primera vez que escuché ese dicho.

Mis padres tenían un dicho o un refrán para cada situación.

Esto de bicho malo nunca muere es un dicho que después le escuché decir a mi padre muchas veces, pero al hablar de personas, no de bichos, lo que al principio me parecía muy confuso.

Recuerdo una vez, por ejemplo, que estábamos comiendo con la televisión encendida. Cuando yo era niño veíamos el telediario mientras comíamos y un día recuerdo que estaban dando la noticia de que un dictador latinoamericano, uno de esos militares que estaba acusado de haber cometido cientos de asesinatos y de haber torturado a muchos de sus oponentes políticos… Pues, estaban dando la noticia en la tele de que tenía una grave enfermedad y que había estado en el hospital varias semanas, pero al final todo había ido bien y había salido del hospital caminando por su propio pie.

—¿Ves? —le dijo mi padre a mi madre—. Bicho malo nunca muere.

Entonces comprendí que un bicho no era solo un insecto raro y feo que no sabemos qué es ni cómo se llama. Un dictador también podía ser un bicho. Interesante.

Algún tiempo más tarde, cuando se estaba acercando la Navidad, escuché a mi madre que le decía a mi padre.

—Pepe, ha llamado tu madre. Quiere que te diga que tu padre ha vuelto y que quiere volver con ella.

Estaban hablando de mi abuelo, del padre de mi padre. Era la primera vez que escuchaba hablar de él.

Yo conocía a mi abuelita, la madre de mi padre, pero siempre la había visto sola. Al parecer, su marido, mi abuelo, la había dejado por otra, por una cantante de cabaret, cuando mi padre era aún un niño.

Mi abuela había tenido que sacar adelante a sus hijos ella sola. Como no tenía dinero, la pobre se había tenido que poner a trabajar de limpiadora. O sea, mientras mi abuelo se gastaba toda la pasta que tenía con su amante, mi abuela se dedicaba a barrer escaleras, limpiar casas y fregar platos para las familias ricas del barrio.

Cuando mi padre se enteró de que, después de veinte años de haber abandonado a su familia, su padre quería volver con su madre, lo primero que dijo fue:

—¡Bicho malo nunca muere!

Yo aún era muy niño y no me enteraba muy bien de qué estaban hablando, pero por lo que escuché entendí que mi abuelo decía que quería volver con su mujer, la madre de mi padre, porque finalmente se había dado cuenta de que ella era su amor verdadero, el amor de su vida, que estaba muy arrepentido de haberla abandonado y haberla dejado sola con sus hijos, pero que había cambiado y que quería volver con ella…

Mi padre se echó a reír de forma sarcástica.

—¡Ja, ja, ja! Claro, ahora que es viejo y que se ha gastado todo el dinero con su amante, ahora que seguramente no tiene donde caerse muerto, ahora dice que se arrepiente y que quiere volver con mi madre. ¡Qué cara! ¡Qué cara tan dura!

Luego se enfadó muchísimo cuando se enteró de que su madre, mi abuela, había perdonado a su marido, a su padre, a mi abuelo, y lo había admitido en casa otra vez.

—¿Te has vuelto loca, mamá? —le dijo mi padre a mi abuela.

—Me da pena —le contestó ella—. Está solo y no tiene más familia que nosotros. No puedo dejarlo en la calle como un perro.

—No te preocupes tanto por él, mamá —le dijo mi padre — No le pasará nada. ¡Bicho malo nunca muere!

“Bicho malo nunca muere”. Otra vez. Poco a poco iba entendiendo mejor qué significaba esta expresión.

Algún tiempo después, recuerdo que estábamos viendo un partido de fútbol en la tele. Era un Real Madrid - Atlético de Madrid. Mi padre era del Atlético. Era su equipo de toda la vida. Y odiaba al Real Madrid con toda su alma.

Recuerdo que cuando faltaban diez minutos para que terminase el partido, el Atlético perdía por un gol a cero.

Mi padre estaba hundido en el sofá y no decía nada. Simplemente miraba a los jugadores de su equipo correr por el campo de fútbol como pollos sin cabeza. Estaba resignado a perder el partido. Al fin y al cabo, estaba acostumbrado a perder. El Atlético perdía siempre. Es el equipo de los perdedores, de los derrotados.

Entonces, de repente, cuando nadie se lo esperaba, el portero del Real Madrid cometió un error de esos estúpidos, se le escapó la pelota de las manos y el Atlético marcó un gol. Era el empate. El empate. No era la victoria,¿eh? No era la victoria. Era el empate. ¡El empate!

Mi padre dio un salto y se puso en pie.

—¡¡Goooooool! ¡Gooooool!

¡Gooooool!

Mi padre era un hombre callado y un poco introvertido, de pocas palabras, que raramente expresaba sus emociones, pero cuando el Atlético marcaba un gol daba saltos de alegría y gritaba como un niño al que los Reyes Magos le hubieran traído la bicicleta que tanto quería.

Estaba más contento él que el jugador del Atlético que había marcado el gol.

—¿Te das cuenta, hijo? —me dijo, mientras me abrazaba—. ¡Bicho malo nunca muere!

Otra vez la expresión del bicho: bicho malo nunca muere. Ahora mi padre usaba este dicho para hablar de su equipo, del Atlético…

Me sorprendió un poco que usara la misma expresión para hablar de un dictador latinoamericano, para hablar de mi abuelo y de su equipo de fútbol, pero poco a poco fui dándome cuenta de que una misma expresión podía usarse en situaciones diferentes, en diferentes contextos.

Y luego unos años más tarde, fui yo el que usé esta misma expresión con él. Fue cuando tuvieron que hospitalizarle por un problema en el corazón. Tenían que operarle y él estaba muy preocupado. Tenia miedo.

El día que lo iban a operar, mi madre y yo fuimos a visitarlo al hospital.

Antes de irme le dije:

—Papá, recuerda: bicho malo nunca muere.

Él se echó a reír y los dos nos abrazamos.

Al final la operación salió perfectamente y sin ningún problema.

Y, bueno, yo ahora, la verdad, no sé por qué os estoy hablando de todo esto… Creo que me he vuelto a enrollar como una persiana otra vez.

Ese es el problema de este podcast. Que me enrollo, pierdo el hilo, y al final termino hablando de una cosa completamente diferente a lo que tenía pensado decir al principio.

Esto no es serio, de verdad. Yo os aconsejo que escuchéis otros podcasts para aprender español. Estoy seguro de que si buscáis, podéis encontrar otros podcasts mucho mejor estructurados, mucho más lógicos, más y mejor organizados… Esto es un desastre, de verdad, este podcast es el podcast más desorganizado y caótico que hay ahora mismo en internet. De verdad, os lo digo. Yo no sé si aquí vais a aprender mucho español… No sé, no sé…

Estoy de broma, estoy de broma, chicos, estoy bromeando… Por supuesto que este es un buen podcast para aprender español. Este es un podcast fantástico para aprender español en contexto, con historias, a veces historias divertidas, a veces no tan divertidas, pero, bueno, así es la vida, ¿no? Así es la vida…

En fin, chicos, yo lo que quería decir es que, eso, que he vuelto, que no me he ido a ninguna parte, que no me he muerto… ¡Que bicho malo nunca muere!

Que aquí sigo y que estoy dispuesto a continuar contando historias para aprender español en contexto también este año que acaba de empezar.

Y que ojalá, ojalá este año sigáis escuchándome y sigáis aprendiendo español conmigo.

No me enrollo más.

Feliz año a todos, que este año sea un año lleno de cosas buenas y de momentos maravillosos.

Nos vemos… No, no nos vemos, nos escuchamos, nos escuchamos la próxima semana aquí, en Español Con Juan.

¡Hasta pronto!

Bicho malo nunca muere Böser Bug stirbt nie Bad bug never dies L'insetto cattivo non muore mai 悪い虫は決して死なない Zły błąd nigdy nie umiera O inseto mau nunca morre En dålig bugg dör aldrig Kötü böcek asla ölmez Поганий баг ніколи не вмирає

¡Hola, chicos! ¿Qué tal? Як просуваються справи?

Bienvenidos a un nuevo episodio de nuestro podcast para aprender español. Ласкаво просимо до нового випуску нашого подкасту з вивчення іспанської мови.

Bienvenidos y bienvenidas al único, al mejor, al fantástico podcast Español Con Juan. Welcome and welcome to the only, the best, the fantastic podcast Español Con Juan. Un podcast en español, solo en español, para aprender español.

¡Aquí estoy, aquí estoy de nuevo! Here I am, here I am again! Ось він я, ось він я знову!

¡He vuelto, he vuelto! I'm back, I'm back!

Después de una pequeña pausa durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, aquí estoy de nuevo.

No me he ido a ninguna parte. I haven't gone anywhere. Muchos quizás hayan pensado que había dejado de hacer el podcast, que me había hartado de todo y de todos y que me había ido muy lejos, ¿no? Many may have thought that I had stopped doing the podcast, that I had had enough of everything and everyone and that I had gone too far, right? Багато хто міг подумати, що я припинив вести подкаст, що мені набридло все і всі, і що я зайшов занадто далеко, так?

Ya sé, ya sé lo que estaréis pensando… “Este tío, este tío… ¿Pero dónde estará este tío? I know, I know what you're thinking… “This guy, this guy… But where is this guy? ¿Le habrá pasado algo? Has something happened to him? З ним щось сталося? ¿Estará enfermo? Will you be sick? ¿Se habrá puesto malo? Wird es schlimm geworden sein? Will it have gotten bad?

¡Nah! Nah! No me ha pasado nada, chicos. Mir ist nichts passiert Jungs. Nothing happened to me guys. Aquí estoy, he vuelto. Hier bin ich, ich bin zurück. Here I am, I'm back. Para bien o para mal, he vuelto. Ob gut oder schlecht, ich bin zurück. For better or worse, I'm back.

Como decía mi padre, “Bicho malo nunca muere”. Wie mein Vater zu sagen pflegte: „Der böse Käfer stirbt nie“. As my father used to say, “Bad bug never dies”. ¿Entendéis? Verstehst du? ¿Entendéis lo que quiero decir?

Un bicho es un insecto, un animal normalmente pequeño y feo. Algo que nos da miedo o asco, pero que no sabemos identificar, no sabemos qué es ni cómo se llama. Something that scares or disgusts us, but that we can't identify, we don't know what it is or what it's called. ¿Entendéis? Eso es un bicho.

Yo recuerdo que… Cuando era niño, vivía con mis padres en un pueblo pequeño y, claro, ya se sabe, en el campo pues hay bichos. I remember that… When I was a child, I lived with my parents in a small town and, of course, you know, in the countryside there are bugs.

Recuerdo que una vez, de niño, no sé, yo debía de tener unos once años, me desperté en mitad de la noche porque sentí que algo me corría por el cuello y me bajaba por la espalda… me desperté, a pesar de que estaba dormido profundamente me, desperté y no sabía qué era y, de pronto, aunque la habitación estaba a oscuras, claro, la luz estaba apagada, por la ventana entraba la luz de la luna y entonces pude ver que en la cama había algo, algo que tenía patas, unas patas larguísimas y peludas, o sea, con mucho pelo. I remember once, as a child, I don't know, I must have been about eleven years old, I woke up in the middle of the night because I felt something running down my neck and down my back... I woke up, even though I was I fell into a deep sleep, I woke up and I didn't know what it was and, suddenly, although the room was dark, of course, the light was off, the moonlight came in through the window and then I could see that there was something on the bed, something that it had legs, very long and hairy legs, that is, with a lot of hair. No sabía exactamente qué era, pero era muy feo y me daba mucho miedo. I didn't know exactly what it was, but it was very ugly and it scared me a lot. No quería tocarlo. I didn't want to touch it.

Empecé a gritar, “¡Mamá, mamá ¡Hay un bicho en la cama! ¡Hay un bicho en la cama!”

Entonces vino mi madre, encendió la luz, entró en la habitación y cuando vio el bicho ella también empezó a gritar. Then my mother came, turned on the light, went into the room and when she saw the bug she started screaming too.

¡Ahhhh! ¡Hay un bicho en la cama! ¡Pepe, Pepe! ¡Hay un bicho en la cama del niño!”

Y se fue, se fue de la habitación y me dejó allí solo, con el bicho. And he left, he left the room and left me there alone, with the bug.

¡Qué horror! How awful! Fueron unos segundos terroríficos, yo solo, en la cama, con aquel bicho que me miraba… sí, porque el bicho no se movía, se había quedado quieto, completamente inmóvil, pero me miraba. It was a terrifying few seconds, me alone, in bed, with that bug that was looking at me... yes, because the bug wasn't moving, it had stayed still, completely still, but it was looking at me. A mí me parecía que me miraba con cara de odio y que estaba a punto de saltarme encima de un momento a otro. It seemed to me that he was looking at me with a hateful face and that he was about to pounce on me at any moment.

A los pocos segundos regresó mi madre. A few seconds later my mother returned. Esta vez venía con mi padre. Mi padre entró en la habitación, se acercó a la cama, echó un vistazo, vio el bicho y él también empezó a gritar.

“¡Ahhhhh! ¡Un bicho! ¡Hay un bicho enorme en la cama del niño!”

Y se dio la vuelta salió corriendo de la habitación él también, dejándome solo otra vez. And he turned around and ran out of the room himself, leaving me alone again.

Yo, claro, tenía cada vez más miedo, pero no me atrevía a moverme. I, of course, was more and more afraid, but I did not dare to move. Había visto en un documental de la tele que cuando un animal te ataca, por ejemplo, un perro, es mejor no correr, no escapar, sino hacerle frente. I had seen in a TV documentary that when an animal attacks you, for example, a dog, it is better not to run, not to escape, but to face it. Si echas a correr para intentar escapar, lo más probable es que el animal piense que tienes miedo y entonces estás perdido. If you run to try to escape, the animal will most likely think that you are afraid and then you are lost. El animal te perseguirá y te atacará. Es mucho mejor no moverse, quedarse quieto y fingir que no tienes miedo. It is much better not to move, to stay still and pretend that you are not afraid.

Al rato volvieron a entrar mis padres en la habitación. After a while my parents came back into the room. Quizás habían pasado solo unos segundos, pero a mí me parecieron una eternidad. Perhaps only a few seconds had passed, but to me it seemed like an eternity.

Ahora traían una escoba y se habían puesto unos guantes. Now they had a broom and they had put on some gloves. Mi padre agarró la escoba con las dos manos y empezó a darle escobazos al bicho, el cual, claro, echó a correr, cayó al suelo e intentó buscar refugio en un rincón. My father grabbed the broom with both hands and began to hit the bug, which, of course, began to run, fell to the ground and tried to seek refuge in a corner. Mi padre lo persiguió con la escoba, pero el bicho era mucho más rápido. Cuando él daba un escobazo, el bicho ya se había ido. When he gave a broom, the bug was already gone.

Mi padre siempre fue de reflejos muy lentos, la verdad. My father always had very slow reflexes, really.

Además, es que se había olvidado ponerse las gafas y no veía bien donde estaba el bicho. In addition, it is that he had forgotten to put on his glasses and could not see where the bug was.

Mi madre le tenía que dar instrucciones: “¡Pepe, a la derecha de la cama! ¡Pepe, debajo de la mesa! ¡En la pared, Pepe, en la pared, al lado del cuadro!” On the wall, Pepe, on the wall, next to the painting!”

Al final el bicho se metió en un agujero que había en la pared y desapareció. In the end the bug got into a hole in the wall and disappeared. No volvimos a verlo. We didn't see him again.

A mí me daba miedo el bicho y quería que mi padre acabase con él, pero por otro lado me daba pena y no quería que mi padre lo matase. The bug scared me and I wanted my father to kill it, but on the other hand I felt sorry for it and I didn't want my father to kill it.

—¿Lo has matado? "Did you kill him?" —le pregunté. -asked.

— Se ha escapado —me dijo él—. "She has escaped," he told me. Bicho malo nunca muere. Bad bug never dies.

“Bicho malo nunca muere”. Esa fue la primera vez que escuché ese dicho.

Mis padres tenían un dicho o un refrán para cada situación. My parents had a saying or a saying for every situation.

Esto de bicho malo nunca muere es un dicho que después le escuché decir a mi padre muchas veces, pero al hablar de personas, no de bichos, lo que al principio me parecía muy confuso. This bad bug never dies is a saying that I later heard my father say many times, but when talking about people, not bugs, which at first seemed very confusing to me.

Recuerdo una vez, por ejemplo, que estábamos comiendo con la televisión encendida. I remember once, for example, that we were eating with the television on. Cuando yo era niño veíamos el telediario mientras comíamos y un día recuerdo que estaban dando la noticia de que un dictador latinoamericano, uno de esos militares que estaba acusado de haber cometido cientos de asesinatos y de haber torturado a muchos de sus oponentes políticos… Pues, estaban dando la noticia en la tele de que tenía una grave enfermedad y que había estado en el hospital varias semanas, pero al final todo había ido bien y había salido del hospital caminando por su propio pie. When I was a child we watched the news while we ate and one day I remember that they were giving the news that a Latin American dictator, one of those soldiers who was accused of having committed hundreds of murders and of having tortured many of his political opponents... Well, they were broadcasting the news on TV that he had a serious illness and had been in the hospital for several weeks, but in the end everything had gone well and he had walked out of the hospital on his own feet.

—¿Ves? -You see? —le dijo mi padre a mi madre—. my father told my mother. Bicho malo nunca muere. Bad bug never dies.

Entonces comprendí que un bicho no era solo un insecto raro y feo que no sabemos qué es ni cómo se llama. Then I understood that a bug was not just a weird and ugly insect that we don't know what it is or what it's called. Un dictador también podía ser un bicho. Interesante.

Algún tiempo más tarde, cuando se estaba acercando la Navidad, escuché a mi madre que le decía a mi padre. Some time later, when Christmas was approaching, I heard my mother telling my father.

—Pepe, ha llamado tu madre. —Pepe, your mother called. Quiere que te diga que tu padre ha vuelto y que quiere volver con ella. She wants me to tell you that your father is back and that he wants to go back to her.

Estaban hablando de mi abuelo, del padre de mi padre. They were talking about my grandfather, my father's father. Era la primera vez que escuchaba hablar de él.

Yo conocía a mi abuelita, la madre de mi padre, pero siempre la había visto sola. I knew my grandmother, my father's mother, but I had always seen her alone. Al parecer, su marido, mi abuelo, la había dejado por otra, por una cantante de cabaret, cuando mi padre era aún un niño. Apparently her husband, my grandfather, had left her for someone else, a cabaret singer, when my father was still a child.

Mi abuela había tenido que sacar adelante a sus hijos ella sola. My grandmother had had to raise her children on her own. Como no tenía dinero, la pobre se había tenido que poner a trabajar de limpiadora. Since she had no money, the poor thing had had to work as a cleaner. O sea, mientras mi abuelo se gastaba toda la pasta que tenía con su amante, mi abuela se dedicaba a barrer escaleras, limpiar casas y fregar platos para las familias ricas del barrio. In other words, while my grandfather spent all the money he had with his lover, my grandmother was dedicated to sweeping stairs, cleaning houses and washing dishes for the rich families in the neighborhood.

Cuando mi padre se enteró de que, después de veinte años de haber abandonado a su familia, su padre quería volver con su madre, lo primero que dijo fue: When my father found out that, after twenty years of abandoning his family, his father wanted to go back to his mother, the first thing he said was:

—¡Bicho malo nunca muere!

Yo aún era muy niño y no me enteraba muy bien de qué estaban hablando, pero por lo que escuché entendí que mi abuelo decía que quería volver con su mujer, la madre de mi padre, porque finalmente se había dado cuenta de que ella era su amor verdadero, el amor de su vida, que estaba muy arrepentido de haberla abandonado y haberla dejado sola con sus hijos, pero que había cambiado y que quería volver con ella… I was still very young and I didn't really understand what they were talking about, but from what I heard I understood that my grandfather said that he wanted to go back to his wife, my father's mother, because he had finally realized that she was his true love, the love of her life, that he was very sorry for having abandoned her and leaving her alone with her children, but that she had changed and that he wanted to return to her...

Mi padre se echó a reír de forma sarcástica. My father laughed sarcastically.

—¡Ja, ja, ja! Claro, ahora que es viejo y que se ha gastado todo el dinero con su amante, ahora que seguramente no tiene donde caerse muerto, ahora dice que se arrepiente y que quiere volver con mi madre. Sure, now that he's old and he's spent all the money on his lover, now that he probably has nowhere to drop dead, now he says he's sorry and wants to go back to my mother. ¡Qué cara! What a face! ¡Qué cara tan dura! What a tough face!

Luego se enfadó muchísimo cuando se enteró de que su madre, mi abuela, había perdonado a su marido, a su padre, a mi abuelo, y lo había admitido en casa otra vez. Then he was very angry when he found out that his mother, my grandmother, had forgiven her husband, his father, my grandfather, and had allowed him home again.

—¿Te has vuelto loca, mamá? "Are you crazy, mom?" —le dijo mi padre a mi abuela.

—Me da pena —le contestó ella—. "I'm sorry," she replied. Está solo y no tiene más familia que nosotros. He is alone and has no family other than us. No puedo dejarlo en la calle como un perro.

—No te preocupes tanto por él, mamá —le dijo mi padre — No le pasará nada. "Don't worry so much about him, Mom," my father told her. "Nothing will happen to him." ¡Bicho malo nunca muere!

“Bicho malo nunca muere”. Otra vez. Poco a poco iba entendiendo mejor qué significaba esta expresión. Little by little I understood better what this expression meant.

Algún tiempo después, recuerdo que estábamos viendo un partido de fútbol en la tele. Some time later, I remember that we were watching a soccer game on TV. Era un Real Madrid - Atlético de Madrid. It was a Real Madrid - Atlético de Madrid. Mi padre era del Atlético. My father was from Atlético. Era su equipo de toda la vida. Y odiaba al Real Madrid con toda su alma. And he hated Real Madrid with all his soul.

Recuerdo que cuando faltaban diez minutos para que terminase el partido, el Atlético perdía por un gol a cero. I remember that when there were ten minutes left in the game, Atlético was losing by one goal to nil.

Mi padre estaba hundido en el sofá y no decía nada. My father was sunk into the sofa and didn't say anything. Simplemente miraba a los jugadores de su equipo correr por el campo de fútbol como pollos sin cabeza. He just watched the players on his team run around the football field like headless chickens. Estaba resignado a perder el partido. He was resigned to losing the match. Al fin y al cabo, estaba acostumbrado a perder. After all, he was used to losing. El Atlético perdía siempre. Es el equipo de los perdedores, de los derrotados. It is the team of the losers, of the defeated.

Entonces, de repente, cuando nadie se lo esperaba, el portero del Real Madrid cometió un error de esos estúpidos, se le escapó la pelota de las manos y el Atlético marcó un gol. Then, suddenly, when no one expected it, the Real Madrid goalkeeper made one of those stupid mistakes, the ball slipped out of his hands and Atlético scored a goal. Era el empate. It was the tie. El empate. The tie. No era la victoria,¿eh? No era la victoria. Era el empate. ¡El empate!

Mi padre dio un salto y se puso en pie. My father jumped to his feet.

—¡¡Goooooool! ¡Gooooool!

¡Gooooool!

Mi padre era un hombre callado y un poco introvertido, de pocas palabras, que raramente expresaba sus emociones, pero cuando el Atlético marcaba un gol daba saltos de alegría y gritaba como un niño al que los Reyes Magos le hubieran traído la bicicleta que tanto quería. My father was a quiet and somewhat introverted man, of few words, who rarely expressed his emotions, but when Atlético scored a goal he jumped for joy and shouted like a child who the Three Wise Men had brought him the bicycle he loved so much .

Estaba más contento él que el jugador del Atlético que había marcado el gol. He was happier than the Atlético player who had scored the goal.

—¿Te das cuenta, hijo? "Do you realize, son? —me dijo, mientras me abrazaba—. He told me as he hugged me. ¡Bicho malo nunca muere!

Otra vez la expresión del bicho: bicho malo nunca muere. Again the expression of the bug: bad bug never dies. Ahora mi padre usaba este dicho para hablar de su equipo, del Atlético…

Me sorprendió un poco que usara la misma expresión para hablar de un dictador latinoamericano, para hablar de mi abuelo y de su equipo de fútbol, pero poco a poco fui dándome cuenta de que una misma expresión podía usarse en situaciones diferentes, en diferentes contextos. I was a bit surprised that he used the same expression to talk about a Latin American dictator, to talk about my grandfather and his soccer team, but little by little I realized that the same expression could be used in different situations, in different contexts.

Y luego unos años más tarde, fui yo el que usé esta misma expresión con él. Fue cuando tuvieron que hospitalizarle por un problema en el corazón. It was when they had to hospitalize him for a heart problem. Tenían que operarle y él estaba muy preocupado. They had to operate on him and he was very worried. Tenia miedo.

El día que lo iban a operar, mi madre y yo fuimos a visitarlo al hospital.

Antes de irme le dije:

—Papá, recuerda: bicho malo nunca muere. —Dad, remember: bad bug never dies.

Él se echó a reír y los dos nos abrazamos. He laughed and we both hugged.

Al final la operación salió perfectamente y sin ningún problema.

Y, bueno, yo ahora, la verdad, no sé por qué os estoy hablando de todo esto… Creo que me he vuelto a enrollar como una persiana otra vez. And, well, now, the truth is, I don't know why I'm talking about all this… I think I've wound up like a blind again.

Ese es el problema de este podcast. Que me enrollo, pierdo el hilo, y al final termino hablando de una cosa completamente diferente a lo que tenía pensado decir al principio. That I get involved, I lose the thread, and in the end I end up talking about something completely different from what I had planned to say at the beginning.

Esto no es serio, de verdad. This is not serious, really. Yo os aconsejo que escuchéis otros podcasts para aprender español. I advise you to listen to other podcasts to learn Spanish. Estoy seguro de que si buscáis, podéis encontrar otros podcasts mucho mejor estructurados, mucho más lógicos, más y mejor organizados… Esto es un desastre, de verdad, este podcast es el podcast más desorganizado y caótico que hay ahora mismo en internet. De verdad, os lo digo. Really, I tell you. Yo no sé si aquí vais a aprender mucho español… No sé, no sé…

Estoy de broma, estoy de broma, chicos, estoy bromeando… Por supuesto que este es un buen podcast para aprender español. Este es un podcast fantástico para aprender español en contexto, con historias, a veces historias divertidas, a veces no tan divertidas, pero, bueno, así es la vida, ¿no? Así es la vida…

En fin, chicos, yo lo que quería decir es que, eso, que he vuelto, que no me he ido a ninguna parte, que no me he muerto… ¡Que bicho malo nunca muere!

Que aquí sigo y que estoy dispuesto a continuar contando historias para aprender español en contexto también este año que acaba de empezar. That I am still here and that I am willing to continue telling stories to learn Spanish in context also this year that has just begun.

Y que ojalá, ojalá este año sigáis escuchándome y sigáis aprendiendo español conmigo.

No me enrollo más.

Feliz año a todos, que este año sea un año lleno de cosas buenas y de momentos maravillosos.

Nos vemos… No, no nos vemos, nos escuchamos, nos escuchamos la próxima semana aquí, en Español Con Juan.

¡Hasta pronto!