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Advanced Spanish Podcast, E18 Canciones para seguir adelante con Lidia García

E18 Canciones para seguir adelante con Lidia García

Hola, estudiante. El episodio de hoy me hace especial ilusión porque voy a hablar con una podcaster, con una autora, escritora. He escuchado su podcast que me encanta y hablaremos de él. He leído su libro, lo leí el verano pasado y me encantó. Vamos a hablar de cultura popular española, de canción española. Voy a hablar con LIdia García y antes de escuchar la entrevista te recuerdo que puedes utilizar Leer la transcripción de la entrevista del episodio. Puedes utilizar también la guía de vocabulario con un montón de palabras y expresiones que es probable que no conozcas y que, como siempre, te recomiendo leer antes de escuchar el episodio para poder comprenderlo mejor. Y también te digo que en el caso de que necesites mejorar tu gramática del español, porque quizás tu comprensión es muy buena y por eso estás escuchando este podcast para estudiantes de nivel avanzado. Pero tu gramática del español está un poco coja y necesites reforzarla. Ahora mismo está abierto Las inscripciones de mi curso Español Ágil es un curso online y puedes inscribirte hasta mañana viernes 9 de junio.

Y ahora sí, te dejo con la entrevista, con la charla que tuve con Lidia García. Disfruta.

El confinamiento a causa del dichoso virus no tuvo muchas cosas buenas, pero una de ellas fue que entre bizcocho y bizcocho podía escuchar más pódcasts que nunca. No sé cómo llegó a mí ese pódcast grabado en el baño de nuestra invitada, pero fue escuchar el primer episodio de ¡Ay campaneras ! Y no poder parar. Me sorprendí a mí mismo llorando y riendo escuchando las historias de las canciones populares españolas y de sus intérpretes. Canciones de las que siempre había renegado. Esa música de abuelas no es para mí, solía pensar. Qué atrevida es la ignorancia. Gracias al pódcast de Lidia García, nuestra invitada de hoy, y a su libro "Ay, campaneras", canciones para seguir adelante", un ensayo que reivindica la canción española, he podido comprender un poco mejor la historia de España a través de nuestras canciones. Te decía que yo solía pensar que esa música era de abuelas. A mi abuela, Niana, la madre de mi madre, no la pude conocer, pues murió mucho antes de que yo naciera. De las pocas cosas que sabía de ella era que le gustaba esa música a la que Lidia me ha acercado. He podido entender un poco mejor lo que podía pasar por la cabeza de mi abuela, una campesina manchega con nada más y nada menos que nueve hijos. Sé que, Lydia, lo primero que tengo que hacer, aparte de darte las gracias por estar aquí, es darte las gracias porque me has ayudado a conocer un poquito más a mi abuela, Niana.

Gracias a ti, estaba emocionada escuchándote. Muchas gracias.

Sí, a mí me temblaba la voz. Es que soy muy sensiblón.

Eres muy coplero.

Soy muy coplero, muy intenso. Bueno, Lidia, yo sé cómo surge mi fascinación por la canción española, porque tú has sido la precursora de esto y la prescriptora. Pero, ¿cómo surge para ti..? Bueno, yo lo sé, la historia, porque he leído tu libro, que por cierto, leer tu libro es leerlo con tu voz, aunque no haya una versión de audio. O sea, es que escuchas tu voz cuando lo leo. Pero ¿cómo surge para ti la fascinación por este tipo de música y por esta cultura popular?

Pues fíjate que para mí surge, tiene mucho que ver con lo que comentabas antes, con la tradición familiar y con escuchar un tipo de música que te acerca a tus antepasadas. En mi caso tiene que ver mucho con mi madre. Mi madre siempre canta, siempre, mientras está haciendo las tareas del hogar, mientras está haciendo cualquier cosa, de repente está cantando coplas, cuplés, zarzuelas. Y al final es el tipo de música que a mí me interesaba, precisamente para a través de esas canciones aprender más sobre la vida de estas mujeres que muchas veces ha estado tan invisibilizada.

Y cuando has mencionado estos tres géneros, copla, cuplé y zarzuela para estudiantes de español, que la mayoría, es el público que escucha este pódcast, si tú le preguntas a un estudiante español en música española, piensa automáticamente, música tradicional, en el flamenco.

En el flamenco, sí.

En el flamenco. Sin embargo, estos géneros, la copla, el cúple y la zarzuela, no son tan conocidos para ellos. ¿Podrías diseccionarlos un poquito y explicar en qué consiste cada uno de ellos y cuáles son sus particularidades?

Claro, a mí además me interesan porque son géneros que dialogan entre sí, pero que son bastante diferentes y que de hecho pertenecen a épocas diferentes. Por eso también me gusta contar las historias detrás de estas canciones, porque a través de ellas conocemos la historia de España.

Claro, el contexto social.

Exacto, el contexto social. Y lo que a mí más me interesa es la historia pequeña, la historia de la gente que escuchaba estas canciones, más allá de la historia con mayúsculas de la historia de los libros de historia, que esa más o menos ya la sabemos. Pues la zarzuela es, para entenderlo de manera muy sencilla, es una especie de ópera a la española. Es decir, es un teatro musical. Tiene partes dialogadas y partes cantadas, y es básicamente como la ópera a la española. Y encontramos zarzuelas desde el siglo XVII, también hay en el siglo XVIII. En el siglo XIX, un tipo de zarzuela como muy castiza tiene un éxito particular y digamos que es un género, como digo, teatral y de largo recorrido. Después el cuplé es un género musical que consiste en canciones, son canciones como las que escuchamos ahora, pero que se interpretaban en teatros y tuvo lugar entre, digamos, finales, finales, muy finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Digamos que, por ejemplo, 1910 o así sería la época dorada Y estas canciones son muy divertidas porque nos retratan una España, digamos, como muy frívola muchas veces. Es muy habitual que sean muy picantes, que se decía antes, muy verdes, que tengan contenido sexual. Y son canciones muy divertidas, que muchas veces nos sorprende que sean canciones que tienen más de 100 años, porque son muchas de ellas muy, muy, muy atrevidas. En el pódcast cuento esto a menudo. Y por último, la copla es un género musical que surge a principios de los años 30, finales de los años 20, ya del siglo XX. Es decir, es el más, digamos, más reciente de los tres géneros musicales de los que estamos hablando. Y la copla es la que más relacionada está de estos tres géneros musicales con el flamenco, porque tiene mucho de ese aire andaluz. Pero la diferencia con el flamenco, además de que es más reciente, es que la copla siempre cuenta historias. Son canciones que son casi siempre como poemas, suelen tener unas letras muy elaboradas y casi siempre cuentan una historia en tres minutos. Es decir, tienen una introducción, un nudo y un desenlace y hablan casi siempre, por supuesto, como gran parte de la música popular, de amor.

De amor y desamor.

De amor y desamor. Mucho de desamor.

Sí, sí, sí, totalmente. Entonces, bueno, la zarzuela sí que sé que actualmente incluso puedes, especialmente en Madrid, se puede ver representada la zarzuela. ¿A día de hoy el cuplé todavía existe? ¿Existen todavía cupletistas?

Pues es una muy buena pregunta. Creo que hay como cierta corriente de recuperación de estas canciones. Por supuesto, no existen cupletistas como estas mujeres de principios de siglo que cantaban en cabarets, en teatros, en un ambiente en el que casi todo el público era masculino, porque solía ser... No en todos los casos, pero muchas veces el cuplé tenía mucho que ver con ambientes que, por ejemplo, bordeaban en ocasiones incluso la prostitución, etcétera, aunque también había un cuplé de teatros como más, digamos, elevado y más aceptado socialmente. Y aunque no encontramos, por supuesto, este mismo tipo de cuplé ahora, porque el contexto histórico ha cambiado completamente, sí que hay muchos artistas actuales que desde lugares, creo yo, que muy interesantes, reivindican y lo reinventan y hacen cosas nuevas con el cuplé, como es el caso, por ejemplo, de Julia de Castro, que con el grupo Purísima, bueno, que ya no siguen por esa trayectoria, pero ella continúa a veces cantando cuplé. O por ejemplo, Rodrigo Cuevas, que también es un cantante asturiano, que también tiene muchas reinterpretaciones del cuple, además muy divertidas y actualizadas, llevando como este imaginario y estas canciones a nuestro contexto actual, que yo creo que es muy interesante.

Totalmente. Sí, a Rodrigo sí que lo conozco. Y antes has mencionado que la copla en tres minutos te cuenta una historia. Yo siempre digo que las folclóricas son un poco las storytellers españolas, porque saben contar historias muy bien, no solo en las canciones, sino también en las entrevistas que hacían y hacen, cuando las escuchas hablar es que te embelesan.

Yo hice un episodio de podcast sobre Concha Piquer y la gente, que la conocí gracias a ti, porque yo no le ponía cara a Concha Piqué, le ponía cara a su hija, pero no a Concha. Y la gente alucinó. Les encantó la historia de Concha Piqué, el audio que puse de ella en el episodio, porque es verdad, la forma en la que explicaban sus narrativas, sus vidas, atraía muchísimo. ¿Cómo podemos definir a una folclórica? ¿Es una folclórica alguien que canta copla o puede ser cualquier persona? ¿Cómo definirías tú este concepto tan cañí también?

Pues fíjate que creo que tiene mucho que ver con esto que dices, con el hecho de tener una personalidad que sea hipnótica, no solo encima del escenario. Porque sí que ha habido, por supuesto, muchas cantantes de coplas muy buenas, que técnicamente ejecutaban la canción perfectamente, que incluso eran muy expresivas encima del escenario. Pero creo que en España, cuando decimos folclórica, esperamos mucho más allá de lo musical. Tenemos otras expectativas sobre una mujer a la que llamamos folclórica y esperamos que, por supuesto, cante copla, que lo haga de una manera pasional, arrebatada y que sepa transmitirnos todo el poderío y toda la fuerza de estas canciones. Pero también esperamos que sean mujeres que tengan mucho carisma, que tengan mucha personalidad, que en las entrevistas, como comentabas, sean ocurrentes, rápidas, divertidas, que a la vez sean absolutamente emocionales. Y en la misma entrevista, como sucedía, por ejemplo, pues con Lola Flores o con Rocío Jurado, en la misma entrevista de repente te soltaban un chiste sobre cualquier cosa y al segundo pues estaban llorando, recordando cualquier cosa relacionada con su vida personal y mostrándose muy vulnerables. Creo que cuando hablamos de folclóricas esperamos ese pack completo y por supuesto, esperamos glamour a la española, porque al final la folclórica no deja de ser una configuración específicamente española de la figura de la diva que se da en muchísimas culturas.

Sí, sí, sí. Y tú que has estudiado precisamente esto, ¿no? La estética kitsch se pronuncia así, kitsch. ¿Es alemán esa palabra?

Es alemán, sí.

Es alemán, vale. Y la cultura camp en la cultura popular española, ¿es la folclórica la que representa esto exactamente?

Bueno, una de las figuras que representan estas configuraciones de lo camp, es decir, de lo excesivo, de lo que juega con los límites del denominado mal gusto, también juega con los roles de género y los descoloca de alguna manera. Por supuesto, las folclóricas y la copla tiene muchísimo que ver también con esto y lo encontramos también en un fenómeno que es bastante complicado entender la copla sin hablar de ello, que es lo que ahora llamaríamos drag y antes en España se le llamaba transformismo. Ahora que está tan de moda Drag race España y todos lo estamos viendo en España, durante muchas décadas, antes de que llegara el drag de tradición anglosajona y las reinas empezaran a llamarse drag queens, eran transformistas y a quienes imitaban eran a estas folclóricas. Porque precisamente, claro, tenían estas feminidades desbordadas, estas plumas, estos brillos, estas maneras absolutamente exageradas y arrebatadas, que bueno, que volvían completamente locos desde siempre al público LGTBI y que por eso eran tan imitadas. Por ejemplo, de Lola Flores tenía incluso su imitador personal, se llamaba Juan Gallo, pero en los carteles se anunciaba como la otra Lola y la propia Lola Flores jugaba con esto continuamente. Fíjate que, por ejemplo, en una ocasión, en el 76, que solo hacía un año que se había muerto Franco, ella tenía que salir a cantar en un espectáculo. Ella era el plato fuerte, como la última estrella de esa noche, y se le ocurrió que sería muy divertido esconderse ella entre bambalinas detrás del telón y que saliera el transformista que la invitaba. Entonces, claro, ella superdivertida dándose cuenta de si la gente empezaba a percibir o no que aquella no es la Lola Flores, que era un señor imitando a Lola Flores. Pues esto es toda una tradición en España con la fiesta.

Qué bueno. ¿Y por qué? Por qué esta conexión tan potente entre el público LGTBI con en España, con las folclóricas, pero también en el mundo anglosajón, con las divas Madonna, Kylie Minoge, Beyonce, Lady Gaga. ¿Por qué? ¿Por qué es esta? ¿Por qué existe esa conexión tan, tan potente? ¿Qué es lo que hace que sea tan atrayente para este público este tipo de mujer?

Sí, sí, claro, este tipo de mujer realmente nos dan todo lo que necesitamos porque nos dan arrebato, nos dan eleganza, extravaganza a unos niveles estratosféricos. Y en el caso concreto de la copla, muchas de estas mujeres, muchas de estas folclóricas, se posicionaron públicamente a favor del colectivo LGTBI en momentos en los que era bastante complicado hacerlo. Es muy conocido, por ejemplo, Rocío Jurado, que en televisión dijo esto de Yo soy progay en una ocasión, pero muchas de ellas lo hicieron. Hay, por ejemplo, una anécdota de Gracia Montes, tal vez menos conocida, pero una de las mejores cantantes de Copla de la historia, que contaba también en una entrevista que en pleno franquismo en los años 60, había ido la policía a detener algunos de sus fans. Sus fans, por supuesto, los que iban a ser detenidos era simplemente por ser homosexuales, por el tipo de ropa que llevaban, por sus maneras, etcétera. Y que a ella le avisaron y al darse cuenta, salió a la calle, se puso delante del coche y dijo "Si os los lleváis a ellos, me tenéis que llevar a mí también". Es decir, que ellas, dentro de los límites del momento, siempre se han mostrado muy favorables al colectivo. Y además de eso, las historias de la copla tienen que ver mucho, y esto vamos en mi tesis doctoral es básicamente a lo que me dedico a investigar, tienen mucho que ver con cuestiones que son especialmente atrayentes para el colectivo LGTBI de ese momento, es decir, de un momento de represión absoluta, como es la España del franquismo. Por ejemplo, la copla habla de amores imposibles, de amores que muchas veces tienen que ser forzosamente clandestinos. A menudo estás escuchando una canción y piensas ¿Por qué tiene que ser clandestino este amor? Si se supone que está cantando una mujer y le está hablando a un hombre. ¿Qué problema tienen?, ¿no? No llega a concretarse ese problema y normalmente el público rescataba el significado que en realidad se estaban refiriendo a este tipo de relaciones que en el momento no podían ser. Creo que estos son algunos de los motivos que explican este vínculo tan fuerte entre el colectivo LGTBI y la copla.

Claro, porque en ciertos momentos donde había muchas restricciones y había censura, que imagino que se controlaba las letras de las canciones, los creadores y los autores y autoras tenían que ser muy creativos a la hora de poder enviar un mensaje que la persona indicada lo entendiera sin ser demasiado claro y usar el humor, usar los dobles sentidos y todo esto. Y que es muy interesante.

Sí, totalmente. A mí me llama mucho la atención precisamente el uso del humor como estrategia en este sentido. Esto es una herramienta que aparece en múltiples ocasiones. En momentos de represión siempre se recurre al humor para decir, digamos, de manera lateral, aquellas cosas que directamente difícilmente se podrían haber dicho. Esto lo vemos en muchas letras de Rafael de León, por ejemplo, que es uno de los letristas más importantes de la copla, sino el que más, que era también poeta, miembro de la generación del 27, como Lorca, del que fue amigo. Y él era homosexual. Y esto se trasluce muchas veces en sus letras y, como digo, a veces utiliza el humor para contar este tipo de cuestiones. Como en la canción, por ejemplo, que cantaba Miguel de Molina de Compuesto y sin novia. Se suponía que estaba hablando de que estaba soltero, no decía por qué estaba soltero, pero de repente cantaba esta cosa de "¿Por qué no te casas niño? Dicen por los callejones. Yo estoy compuesto y sin novia porque tengo mis razones". Claro, todo el mundo sabía que razones era.

Porque además Miguel tenía mucha pluma, ¿no?

Sí, Miguel de Molina era un hombre afeminado. Sí, sí, sí, tenía muchísima pluma. Vamos, si os apetece buscar alguna foto de él, es impresionante porque se hacía su propio vestuario y de repente eran camisas de chorreras con muchísimos colores muy llamativas en la España de los años 30. De hecho, era tan evidente su pluma y se esforzaba tampoco en esconderla y era tan libre que tuvo que exiliarse de España. Ni bien acabada la guerra, le dieron una paliza terrible, fueron a buscarle al teatro, le dieron una paliza y él entendió que en España ya no iba a poder vivir. Así que se exilió en Argentina y vivió en Buenos Aires hasta que hasta su muerte.

Sí, era la definición de camp en toda su extensión.

Totalmente, totalmente. Además, era divertidísimo en las entrevistas, en todo. Y era pues una diva absoluta, por supuesto.

Sí, sí, sí. Lidia, antes has mencionado el nombre de uno de los autores. Recuerdo que había tres autores que eran muy conocidos en la época, que creo que los tres eran homosexuales, ¿no? Y... No, ¿no eran todos homosexuales?

No. A ver, sí sigue, sigue, yo te digo.

Al menos uno o dos lo eran. Es que soy muy malo para los nombres. Pero sé que ahora, por ejemplo, Diana Navarro ha estado haciendo una obra de teatro, que es ella con dos o tres autores que eran los que normalmente le hacían las canciones a Concha Piquer.

Realmente, esa obra es superinteresante. Se llama En tierra extraña y es una obra teatral en la que aparecen solamente tres personajes. Diana Navarro, que hace precisamente de Concha Piquer, que tus oyentes ya la conocen porque han oído su historia. Luego está Abelino Piedad, que hace de Rafael de León, que es este poeta homosexual del que hablamos, etcétera. Y el tercer actor, que es Alejandro Vera, hace de Federico García Lorca, del poeta, que realmente no escribía canciones, pero la obra es muy interesante porque plantea un encuentro entre Concha Piquer y Lorca que nunca llegó a darse. Es decir, juega con un escenario imaginado.

Vale. Mi pregunta iba... Es que el libro me lo leí en verano en Menorca, que me lo pasé superbien.

Bueno, es un buen sitio para leer.

Sí, superbien. Entonces no me acuerdo bien de los nombres, pero sí que me sorprendió que siempre los autores eran hombres y las intérpretes eran mujeres. No existía la figura de la cantautora o de la autora intérprete.

Esto es muy interesante. Es verdad que en el canon clásico de la copla casi siempre eran nombres. Y además, sobre todo de la copla, digamos que más nos interesa ahora que son estas canciones que tienen una calidad poética superior, porque también hay otro tipo de canciones que se consideran canción española, pero digamos que no tienen la altura poética que tiene el repertorio clásico de la copla, en el que, por ejemplo, trabajaban de un lado Quintero, León y Quiroga, que eran tres hombres, cada uno, esos tres, cada uno se encargaba de una cosa. León de la poesía, Quiroga de la música y Quintero de la parte teatral. Porque una cosa muy interesante de la copla es que nace como un género escénico. Aunque después se difundiera por la radio y por el cine, y hoy simplemente escuchemos las canciones, en su momento nace para ser interpretada encima de un escenario. Entonces era muy importante también qué vestuario tenía cada canción, qué escenografía, etcétera. Pero sí, sobre lo que comentabas, es cierto que no hay autoras, vamos hasta donde yo he podido saber, no hay autoras mujeres. Sin embargo, sí hay intérpretes masculinos, aunque tal vez la primera imagen que se nos venga a la mente al oír hablar de copla es la de estas mujeres, Lola Flores, Juanita Reina, Concha Piquer, más adelante Rocío Jurado, Isabel Pantoja, etcétera. Muchos hombres han cantado copla. Hablábamos de Miguel de Molina, pero por ejemplo, Antonio Molina también cantó copla, juanito Valderrama. Algunas de las canciones de Manolo Escobar también eran copla. También Angelillo, por ejemplo, que era muy interesante. También ha habido hombres que han cantado copla, aunque lo que más recordamos y lo que más se ha asentado en el imaginario colectivo hayan sido las mujeres. Pero hay mucha más amplitud en ese sentido.

Vale, sí. Ahora que has mencionado a Molina, he pensado que de verdad sí que soy muy folclórico, porque muchas veces cuando vuelvo de Valencia a Londres, me pongo el emigrante en Spotify y lo escucho y me cae...En el avión.

Para sentirlo todo. Yo digo, de verdad... Eso es una cosa, pero eso es genial, porque para eso sirve la música, para canalizar las emociones. Y esto es una cosa que en el caso de la copla es superinteresante, ya quien le interese la historia de España y la historia de España, ahora que estamos hablando más de copla del siglo XX, tiene que conocer un poco la copla, porque por ejemplo, Stephanie Seabourg tiene un libro, que es una investigadora estadounidense, tiene un libro superinteresante que se llama coplas para sobrevivir. Y ella investiga precisamente esto que tú dices, escuchar una canción y de repente que te estalle emocionalmente todo. Y ella dice que la copla, durante la posguerra, tuvo precisamente esa función. Durante la posguerra española había muchísima gente que vivía en un estado de represión absoluta, que tenía familiares desaparecidos, a la que se le habían matado personas o muerto personas durante la guerra, pero que no podía hacer un duelo público por la situación de represión política. Y sin embargo, pues tenía estas canciones. Estas canciones hablan de duelos, de pérdidas, de estados emocionales muy exasperados, de desesperación. Y precisamente, tuvieron tanto éxito durante la posguerra porque toda la gente que tenía esas emociones y tenía que reprimirlas, las canalizaba a través de esta música.

Claro, totalmente. Además, hay una frase que he escuchado preparándome la entrevista que tú has dicho que es "cantar no es solo cantar o la música no solo la música, es ver las propias penurias y alegrías a través de las historias de otros. También es fantasear, soñar. Poder identificarte, encontrarte, encontrar tu historia en la historia de otro" y decir, pues sabes, esto que estoy sintiendo yo no es tan extraño, no es tan ajeno a otras personas. Forma parte de la experiencia humana, que eso es fundamental. Y Lidia, antes hemos mencionado esa conexión entre el público LGTBI y las folclóricas, y yo lo veo a diario. Bueno, a diario no, porque ya no tengo Instagram en mi teléfono, lo veo de vez en cuando solo, pero en mi feed de Instagram me salen un montón de vídeos de los 80, incluso 70, incluso antes, de folclóricas y están como teniendo este revival que les está ofreciendo las redes sociales y te das cuenta de lo progresistas que eran sus mensajes hace 30 o 40 años. ¿Eso es cosa mío o de verdad hay un revival de estos mensajes de hace 40 años a través de las folklóricas?

A ver, sí que creo que hay cierto revival y cierto interés en el género, por supuesto, y sobre todo en las folclóricas como íconos pop, porque esta es como otra veta de la cuestión. Por un lado está lo estrictamente musical y por otro lado está la categoría de mitos que alcanzaron estas mujeres en la cultura popular española. Porque realmente hablamos de que encontramos vídeos de folclóricas continuamente, pero si nos fijamos un poco, quienes salen constantemente son Lola Flores, Rocío Jurado. Quiero decir, al final había muchísimas, pero el repertorio de las que están en continuo revival es muy parecido. A mí me resulta muy interesante que se rescate, cosa que celebro por supuestísimo, que me parece tan bien, bien que seamos capaces de ver los claroscuros de estos personajes. Porque es cierto que muchas veces es sorprendente verlas defender mensajes abiertamente feministas. En el caso de Rocío Jurado está clarísimo que desde los setenta estuvo consistentemente teniendo un discurso feminista en muchos sentidos, pero luego de repente aparecían con cualquier cosa absolutamente retrógrada. Y también es cierto que forma parte de los personajes. Esto en el caso de Lola Flores es tremendo, pero también me parece que es interesante y que por eso tienen tanto poder de captación, porque eran muy naturales, cosa que ya no sé si nos permitimos a veces tanto ahora, como que decían cualquier cosa que se les ocurría y eran muy divertidas, que eso siempre salva cualquier situación.

Claro, no tenían en cuenta la cultura de la cancelación y a veces se pegaban alguna sobrada que decías ¡Guau! Pero es verdad, en el caso de Lola Flores, incluso mensajes contradictorios.

Totalmente, totalmente contradictoria. Pero por eso era maravillosa y por eso puedes conectar con ella como a un nivel humano, porque en absoluto tenía... También hay que pensar que una cosa importante para entender la copla y entender a las folclóricas es que eran de las pocas mujeres de su época, me refiero a estas mujeres que triunfaron más bien en los años 40, 50, 60, que venían de clase trabajadora. Casi todas ellas habían nacido en la pobreza, no habían tenido posibilidad de estudiar y de repente a través de su arte, de su talento, se habían visto en un círculo social al que en principio no pertenecían en absoluto. Y esto es muy interesante a la hora de analizar sus discursos, porque son de las pocas mujeres del espacio público en aquella época que venían de esas capas sociales. Y por supuesto, a veces estaban llenas de contradicciones, pero suponían un modelo de éxito también para la gente, una manera de verse representado, porque para cuánta gente era importante o podía suponer un espacio de identificación ver a una mujer tomando el espacio público y siendo de alguna manera representante de las mujeres que no habían podido estudiar, de las mujeres que habían tenido que, como Concha Piquer, robar patatas de niñas porque habían pasado hambre. Cosas muy habituales en la España de la época. En ese sentido, por supuesto que eran referentes con todos los claroscuros del mundo, pero referentes.

Yo hace poco vi una entrevista del programa de La Matemática del Espejo, creo que se llama, con Ana Belén y ella decía, es que Ana Belén es una cantante y actriz española. Ella decía "Es que antes ser artista, en su época, no solo significaba la fama y el prestigio social y todo eso, significaba que si venías de la clase obrera, significaba que podía sacar a toda tu familia adelante". O sea, como niña ella pensaba "Quiero hacer esto porque esto va a ayudar a mi familia". Algo que un niño hoy en día, si quiere ser artista, no piensa que lo va a hacer para ganar dinero para su familia, porque no existe esa necesidad.

Afortunadamente no, en la mayoría de casos. Esto a mí es una cosa que me interesa muchísimo y que creo que hace tan interesante las historias de vida de ellas. No solo escucharlas cantar, sino escuchar qué decían, qué contaban, cómo vivieron. Sobre esto que comentas de la infancia, tengo un episodio en el pódcast, Pequeños del alma se llama, que está específicamente dedicado a la niñez en la copla. Y hablo de esto, de cómo muchas de estas cantantes tuvieron que empezar a trabajar siendo niñas, pero con siete, con ocho años y, vamos, sacando a sus familias adelante. El caso más conocido tal vez es el de Marisol, que de hecho llegó a denunciar todos los abusos a los que había sido sometida, porque aunque en España y en la copla no haya habido un Me Too como tal, os podéis imaginar que han sucedido también muchas cosas. En este sentido, hay historias tremendas. Por ejemplo, Estrellita Castro, que fue muy famosa en los años 30 y 40, pues ella para poder empezar a cantar, para aprender, para ir a una academia le limpiaba la clase, le limpiaba la casa, perdón, al profesor de canto con siete años. O el caso que me parece el más surrealista de todos, de Lolita Sevilla, que era una cantante muy conocida porque cantaba y aparecía en la película Bienvenido Mr. Marshall de Luis García Berlanga, que es uno de los clásicos del cine español. Pues esta mujer tenía que empezar a cantar, pero era una niña. Entonces, necesitó falsificar su documentación para aparentar que tenía tres años más de los que tenía. ¿Y qué hizo? Una de sus vecinas tenía una hija que era un poquito más mayor y había fallecido y tomó la identidad de su vecina fallecida. O sea, historias loquísimas. Y ellas en las entrevistas lo cuentan como si tal cosa. Y decía Lolita Sevilla "yo ya no me cambió el nombre, me ha traído mucha suerte". ¡Hablando de una niña muerta!, ¡una locura!

Qué fuerte. No, pero es que de verdad es que el adjetivo que se me viene a la cabeza para todas ellas son buscavidas.

Totalmente.

Porque se las apañaban para con mucho humor, mucha cara y mucha decisión ir a por ello. Y has hablado de ello y dicen que es de mala educación hablar de dinero, pero quiero hablar del parné.

Me gusta.

Es uno de los temas también que aparece en este tipo de música, de las clases sociales también. Yo vi una película que se llama, creo, Las Conchitas Españolas o Las Conchitas o algo así, de Anne Avelin, de los 60 o 70, e hice un episodio de pódcast sobre esto. Las Conchitas eran las mujeres españolas que se iban a Francia a trabajar, especialmente a París, y eran Conchitas. Y de hecho, en Francia todavía se usa ese término. Pero no sabía que el término en España para la muchacha de pueblo que iba a la ciudad a trabajar era "Menegilda".

Menegilda, sí.

Y también te tengo que dar las gracias por esto, porque mi madre y mis tías fueron menegilda. Se fueron del pueblo manchego con 13 añitos, 12, 13 añitos, a la ciudad, a Valencia a servir durante años. Y ¡Jolín!, ¡Qué duro! He hablado con mi madre de esto muchas veces, pero qué duro con una edad tan pequeña. Y esto te estoy hablando, ni siquiera te hablo de los 40, 30, te hablo de los 70.

De los 70.

Casi 80, que todavía se estaba haciendo esto, que cogías a una niña y se convertía en interna, además, que estaba noche y día, el domingo por la tarde tenían libre y estaban trabajando todo el día e imagino que la música también era una válvula de escape para muchas de ellas. Y quiero que me hables en concreto de esta canción, de Menegilda y por qué se hizo tan popular.

Esta historia es preciosa y creo que es muy representativa de lo que venimos hablando todo el tiempo, de cómo la música no es solo música, de cómo cantar no es solo cantar y de cómo estas canciones, estos géneros populares a los que yo me dedico a investigar y tal, creo que son tan interesantes justamente porque sirvieron como representación y como lugar de identificación para la gente que no se veía representada en ningún otro lugar. Y un ejemplo clarísimo de esto son las mujeres trabajadoras, y específicamente las mujeres, por ejemplo, las que tienen que servir, que decía esta canción. El tango de la Menegilda forma parte de una zarzuela, de una de estas especie de óperas a la española, de las que hablábamos antes, realmente antigua, porque tiene ya bastante tiempo. Se estrenó a finales del siglo XIX en Madrid. Fijaos ya si ha llovido desde entonces. Y forma parte de la obra La gran vía, que fue una de las más conocidas de la época. Y desde el momento en el que se estrenó muchas piezas de muchos números de esta zarzuela tuvieron éxito. Pero el tango de la Menegilda tuvo un éxito inusitado. Todo el mundo la cantaba constantemente. Y es que cuenta la historia de una chica que tiene que irse a servir a una casa y que piensa que de repente va a salir de pobre con esto, pero rápidamente se da cuenta que planchando, guisando, zurciendo y limpiando la casa de otros no va a salir de pobre nunca. Así que ¿qué empieza a hacer? Toma una determinación muy antisistema. Empieza a robarle a la ama cuando la manda al mercado, pues se guarda algunas moneditas para ella y así poco a poco va haciendo sus ahorros. Claro, esto que es absolutamente antisistema, ilegal, por supuesto, al público de la época de finales del siglo XIX le encantó, sobre todo al público popular. Le encantó hasta tal punto que todo el mundo cantaba esta canción y específicamente las criadas, las muchachas que tenían que servir, la tomaron como himno absoluto, hasta el punto de que se empezó a llamar Menegildas a estas mujeres que ejercían estas labores de trabajo doméstico y hasta el punto de que se dice que se vio en varias ocasiones en periódicos de la época de finales del siglo XIX, anuncios en los que se podía leer "Se busca criada, pero que no cante el pobre chica", que era esta canción.

Claro, que no, eso sería un signo de ser demasiado reivindicativa.

Exacto.

De hecho, mi madre me cuenta que en los setenta, cuando todas las muchachas se reunían en el parque, que llevaban a los niños para jugar y hablaban entre ellas, la mayoría de ellas no tenían contrato. Entonces, pues esto, mira lo que me ha hecho hacer la señora o el señor. O llevo tantos días... Esa necesidad de conocer otras historias.

De comunidad.

Claro, de comunidad. Y en cuanto al parné y el dinero, porque es una cosa, no sé si tiene alguna relación, yo cuando escucho reguetón, que mucha gente destaca del reguetón las letras hipersexualizadas o el uso de la mujer en las letras, a mí lo que más me llama la atención aparte de esto es la excesiva importancia que se le da al dinero en el reguetón y los bolsos de marcas que llevo. Y no sé si es una cuestión de... Porque la comunidad latina, en Estados Unidos especialmente, siempre ha pertenecido a una clase inferior y ahora que con la música pueden tener otro tipo de visibilidad o llegar a otros lugares a los que no llegaban era como mira, ahora me puedo comprar este reloj o este coche y tienen como la necesidad constante de hablar de todo ese dinero. ¿Esto también aparece en la canción española?

Vamos, yo creo que se ve de manera muy clara, por ejemplo, en el estilo que tenían las folclóricas.

Muchas veces... De nueva rica, ¿no? Exacto, de nueva rica. Muchas veces se hacen chistes sobre eso. Ellas eran las que más oro llevaban. Por ejemplo, Lola Flores tenía una obsesión con coleccionar abrigos de bisón. De repente una cosa desmedida. Y por supuesto que hablaban de dinero. Es muy conocido el momento en el que a Lola Flores, siendo ya absolutamente millonaria, está cantando y se le cae un pendiente en oro y ella para la actuación y le dice al regidor "el pendiente no lo quiero perder". ¿Por qué? Porque por supuesto que le daban importancia al dinero, hablaban de ello y lo valoraban porque sabían lo que es ser pobre. ¿Sabes quién es la gente que no le da importancia al dinero? Quien lo tiene. Claro, y quien lo ha tenido siempre. Y quien lo ha tenido siempre. Exactamente. Pues, Lidia, como has dicho, para conocer la historia de España y también un poco cómo somos los españoles, cómo hemos llegado hasta aquí, creo que es muy importante analizar la cultura popular y la música popular. Como has dicho tú, como dijiste tú, cantar no solo cantar, es también identificarte en las historias tristes y alegres de otras personas. Así que animo a todo el mundo a escuchar el pódcast, Ay, Campaneras, a leer el libro que está... He visto que está en Amazon. O sea, lo puedes comprar en formato ebook, ¿no? Desde cualquier lugar del mundo. Sí, sí, sí. Yo lo compré físico. Fui a España y lo compré físico, pero lo pueden conseguir a través del ebook. Y muchísimas gracias por esta charla, me ha encantado. Gracias a ti, ha sido de verdad fantástico hablar contigo este ratico. Gracias, gracias, Lidia. Pues un abrazo muy grande. Muchísimas gracias también a ti, estudiante, por estar ahí. Espero que hayas disfrutado de la charla, que hayas aprendido un poquito más del folklore y de la canción popular española. Y como siempre, te espero en el próximo episodio. Si quieres apoyar el podcast, por favor recomiéndalo a otros estudiantes, deja una valoración con unas estrellas o un comentario en tu plataforma de podcast y nada más. Te espero en el siguiente episodio. Te mando un abrazo muy grande. Chao.

E18 Canciones para seguir adelante con Lidia García E18 Lieder zum Weitermachen mit Lidia García E18 Songs to go forward with Lidia García E18 Songs to go on avec Lidia García E18 リディア・ガルシアと歌い継ぐ歌 E18 Piosenki do słuchania z Lidią Garcíą E18 Песни для продолжения с Лидией Гарсия

Hola, estudiante. El episodio de hoy me hace especial ilusión porque voy a hablar con una podcaster, con una autora, escritora. He escuchado su podcast que me encanta y hablaremos de él. He leído su libro, lo leí el verano pasado y me encantó. Vamos a hablar de cultura popular española, de canción española. Voy a hablar con LIdia García y antes de escuchar la entrevista te recuerdo que puedes utilizar Leer la transcripción de la entrevista del episodio. Puedes utilizar también la guía de vocabulario con un montón de palabras y expresiones que es probable que no conozcas y que, como siempre, te recomiendo leer antes de escuchar el episodio para poder comprenderlo mejor. Y también te digo que en el caso de que necesites mejorar tu gramática del español, porque quizás tu comprensión es muy buena y por eso estás escuchando este podcast para estudiantes de nivel avanzado. Pero tu gramática del español está un poco coja y necesites reforzarla. Ahora mismo está abierto Las inscripciones de mi curso Español Ágil es un curso online y puedes inscribirte hasta mañana viernes 9 de junio.

Y ahora sí, te dejo con la entrevista, con la charla que tuve con Lidia García. Disfruta.

El confinamiento a causa del dichoso virus no tuvo muchas cosas buenas, pero una de ellas fue que entre bizcocho y bizcocho podía escuchar más pódcasts que nunca. No sé cómo llegó a mí ese pódcast grabado en el baño de nuestra invitada, pero fue escuchar el primer episodio de ¡Ay campaneras ! Y no poder parar. Me sorprendí a mí mismo llorando y riendo escuchando las historias de las canciones populares españolas y de sus intérpretes. Canciones de las que siempre había renegado. Esa música de abuelas no es para mí, solía pensar. Qué atrevida es la ignorancia. Gracias al pódcast de Lidia García, nuestra invitada de hoy, y a su libro "Ay, campaneras", canciones para seguir adelante", un ensayo que reivindica la canción española, he podido comprender un poco mejor la historia de España a través de nuestras canciones. Te decía que yo solía pensar que esa música era de abuelas. A mi abuela, Niana, la madre de mi madre, no la pude conocer, pues murió mucho antes de que yo naciera. De las pocas cosas que sabía de ella era que le gustaba esa música a la que Lidia me ha acercado. He podido entender un poco mejor lo que podía pasar por la cabeza de mi abuela, una campesina manchega con nada más y nada menos que nueve hijos. Sé que, Lydia, lo primero que tengo que hacer, aparte de darte las gracias por estar aquí, es darte las gracias porque me has ayudado a conocer un poquito más a mi abuela, Niana.

Gracias a ti, estaba emocionada escuchándote. Muchas gracias.

Sí, a mí me temblaba la voz. Es que soy muy sensiblón.

Eres muy coplero.

Soy muy coplero, muy intenso. Bueno, Lidia, yo sé cómo surge mi fascinación por la canción española, porque tú has sido la precursora de esto y la prescriptora. Pero, ¿cómo surge para ti..? Bueno, yo lo sé, la historia, porque he leído tu libro, que por cierto, leer tu libro es leerlo con tu voz, aunque no haya una versión de audio. O sea, es que escuchas tu voz cuando lo leo. Pero ¿cómo surge para ti la fascinación por este tipo de música y por esta cultura popular?

Pues fíjate que para mí surge, tiene mucho que ver con lo que comentabas antes, con la tradición familiar y con escuchar un tipo de música que te acerca a tus antepasadas. En mi caso tiene que ver mucho con mi madre. Mi madre siempre canta, siempre, mientras está haciendo las tareas del hogar, mientras está haciendo cualquier cosa, de repente está cantando coplas, cuplés, zarzuelas. Y al final es el tipo de música que a mí me interesaba, precisamente para a través de esas canciones aprender más sobre la vida de estas mujeres que muchas veces ha estado tan invisibilizada.

Y cuando has mencionado estos tres géneros, copla, cuplé y zarzuela para estudiantes de español, que la mayoría, es el público que escucha este pódcast, si tú le preguntas a un estudiante español en música española, piensa automáticamente, música tradicional, en el flamenco.

En el flamenco, sí.

En el flamenco. Sin embargo, estos géneros, la copla, el cúple y la zarzuela, no son tan conocidos para ellos. ¿Podrías diseccionarlos un poquito y explicar en qué consiste cada uno de ellos y cuáles son sus particularidades?

Claro, a mí además me interesan porque son géneros que dialogan entre sí, pero que son bastante diferentes y que de hecho pertenecen a épocas diferentes. Por eso también me gusta contar las historias detrás de estas canciones, porque a través de ellas conocemos la historia de España.

Claro, el contexto social.

Exacto, el contexto social. Y lo que a mí más me interesa es la historia pequeña, la historia de la gente que escuchaba estas canciones, más allá de la historia con mayúsculas de la historia de los libros de historia, que esa más o menos ya la sabemos. Pues la zarzuela es, para entenderlo de manera muy sencilla, es una especie de ópera a la española. Es decir, es un teatro musical. Tiene partes dialogadas y partes cantadas, y es básicamente como la ópera a la española. Y encontramos zarzuelas desde el siglo XVII, también hay en el siglo XVIII. En el siglo XIX, un tipo de zarzuela como muy castiza tiene un éxito particular y digamos que es un género, como digo, teatral y de largo recorrido. Después el cuplé es un género musical que consiste en canciones, son canciones como las que escuchamos ahora, pero que se interpretaban en teatros y tuvo lugar entre, digamos, finales, finales, muy finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Digamos que, por ejemplo, 1910 o así sería la época dorada Y estas canciones son muy divertidas porque nos retratan una España, digamos, como muy frívola muchas veces. Es muy habitual que sean muy picantes, que se decía antes, muy verdes, que tengan contenido sexual. Y son canciones muy divertidas, que muchas veces nos sorprende que sean canciones que tienen más de 100 años, porque son muchas de ellas muy, muy, muy atrevidas. En el pódcast cuento esto a menudo. Y por último, la copla es un género musical que surge a principios de los años 30, finales de los años 20, ya del siglo XX. Es decir, es el más, digamos, más reciente de los tres géneros musicales de los que estamos hablando. Y la copla es la que más relacionada está de estos tres géneros musicales con el flamenco, porque tiene mucho de ese aire andaluz. Pero la diferencia con el flamenco, además de que es más reciente, es que la copla siempre cuenta historias. Son canciones que son casi siempre como poemas, suelen tener unas letras muy elaboradas y casi siempre cuentan una historia en tres minutos. Es decir, tienen una introducción, un nudo y un desenlace y hablan casi siempre, por supuesto, como gran parte de la música popular, de amor.

De amor y desamor.

De amor y desamor. Mucho de desamor.

Sí, sí, sí, totalmente. Entonces, bueno, la zarzuela sí que sé que actualmente incluso puedes, especialmente en Madrid, se puede ver representada la zarzuela. ¿A día de hoy el cuplé todavía existe? ¿Existen todavía cupletistas?

Pues es una muy buena pregunta. Creo que hay como cierta corriente de recuperación de estas canciones. Por supuesto, no existen cupletistas como estas mujeres de principios de siglo que cantaban en cabarets, en teatros, en un ambiente en el que casi todo el público era masculino, porque solía ser... No en todos los casos, pero muchas veces el cuplé tenía mucho que ver con ambientes que, por ejemplo, bordeaban en ocasiones incluso la prostitución, etcétera, aunque también había un cuplé de teatros como más, digamos, elevado y más aceptado socialmente. Y aunque no encontramos, por supuesto, este mismo tipo de cuplé ahora, porque el contexto histórico ha cambiado completamente, sí que hay muchos artistas actuales que desde lugares, creo yo, que muy interesantes, reivindican y lo reinventan y hacen cosas nuevas con el cuplé, como es el caso, por ejemplo, de Julia de Castro, que con el grupo Purísima, bueno, que ya no siguen por esa trayectoria, pero ella continúa a veces cantando cuplé. O por ejemplo, Rodrigo Cuevas, que también es un cantante asturiano, que también tiene muchas reinterpretaciones del cuple, además muy divertidas y actualizadas, llevando como este imaginario y estas canciones a nuestro contexto actual, que yo creo que es muy interesante.

Totalmente. Sí, a Rodrigo sí que lo conozco. Y antes has mencionado que la copla en tres minutos te cuenta una historia. Yo siempre digo que las folclóricas son un poco las storytellers españolas, porque saben contar historias muy bien, no solo en las canciones, sino también en las entrevistas que hacían y hacen, cuando las escuchas hablar es que te embelesan.

Yo hice un episodio de podcast sobre Concha Piquer y la gente, que la conocí gracias a ti, porque yo no le ponía cara a Concha Piqué, le ponía cara a su hija, pero no a Concha. Y la gente alucinó. Les encantó la historia de Concha Piqué, el audio que puse de ella en el episodio, porque es verdad, la forma en la que explicaban sus narrativas, sus vidas, atraía muchísimo. ¿Cómo podemos definir a una folclórica? ¿Es una folclórica alguien que canta copla o puede ser cualquier persona? ¿Cómo definirías tú este concepto tan cañí también?

Pues fíjate que creo que tiene mucho que ver con esto que dices, con el hecho de tener una personalidad que sea hipnótica, no solo encima del escenario. Porque sí que ha habido, por supuesto, muchas cantantes de coplas muy buenas, que técnicamente ejecutaban la canción perfectamente, que incluso eran muy expresivas encima del escenario. Pero creo que en España, cuando decimos folclórica, esperamos mucho más allá de lo musical. Tenemos otras expectativas sobre una mujer a la que llamamos folclórica y esperamos que, por supuesto, cante copla, que lo haga de una manera pasional, arrebatada y que sepa transmitirnos todo el poderío y toda la fuerza de estas canciones. Pero también esperamos que sean mujeres que tengan mucho carisma, que tengan mucha personalidad, que en las entrevistas, como comentabas, sean ocurrentes, rápidas, divertidas, que a la vez sean absolutamente emocionales. Y en la misma entrevista, como sucedía, por ejemplo, pues con Lola Flores o con Rocío Jurado, en la misma entrevista de repente te soltaban un chiste sobre cualquier cosa y al segundo pues estaban llorando, recordando cualquier cosa relacionada con su vida personal y mostrándose muy vulnerables. Creo que cuando hablamos de folclóricas esperamos ese pack completo y por supuesto, esperamos glamour a la española, porque al final la folclórica no deja de ser una configuración específicamente española de la figura de la diva que se da en muchísimas culturas.

Sí, sí, sí. Y tú que has estudiado precisamente esto, ¿no? La estética kitsch se pronuncia así, kitsch. ¿Es alemán esa palabra?

Es alemán, sí.

Es alemán, vale. Y la cultura camp en la cultura popular española, ¿es la folclórica la que representa esto exactamente?

Bueno, una de las figuras que representan estas configuraciones de lo camp, es decir, de lo excesivo, de lo que juega con los límites del denominado mal gusto, también juega con los roles de género y los descoloca de alguna manera. Por supuesto, las folclóricas y la copla tiene muchísimo que ver también con esto y lo encontramos también en un fenómeno que es bastante complicado entender la copla sin hablar de ello, que es lo que ahora llamaríamos drag y antes en España se le llamaba transformismo. Ahora que está tan de moda Drag race España y todos lo estamos viendo en España, durante muchas décadas, antes de que llegara el drag de tradición anglosajona y las reinas empezaran a llamarse drag queens, eran transformistas y a quienes imitaban eran a estas folclóricas. Porque precisamente, claro, tenían estas feminidades desbordadas, estas plumas, estos brillos, estas maneras absolutamente exageradas y arrebatadas, que bueno, que volvían completamente locos desde siempre al público LGTBI y que por eso eran tan imitadas. Por ejemplo, de Lola Flores tenía incluso su imitador personal, se llamaba Juan Gallo, pero en los carteles se anunciaba como la otra Lola y la propia Lola Flores jugaba con esto continuamente. Fíjate que, por ejemplo, en una ocasión, en el 76, que solo hacía un año que se había muerto Franco, ella tenía que salir a cantar en un espectáculo. Ella era el plato fuerte, como la última estrella de esa noche, y se le ocurrió que sería muy divertido esconderse ella entre bambalinas detrás del telón y que saliera el transformista que la invitaba. Entonces, claro, ella superdivertida dándose cuenta de si la gente empezaba a percibir o no que aquella no es la Lola Flores, que era un señor imitando a Lola Flores. Pues esto es toda una tradición en España con la fiesta.

Qué bueno. ¿Y por qué? Por qué esta conexión tan potente entre el público LGTBI con en España, con las folclóricas, pero también en el mundo anglosajón, con las divas Madonna, Kylie Minoge, Beyonce, Lady Gaga. ¿Por qué? ¿Por qué es esta? ¿Por qué existe esa conexión tan, tan potente? ¿Qué es lo que hace que sea tan atrayente para este público este tipo de mujer?

Sí, sí, claro, este tipo de mujer realmente nos dan todo lo que necesitamos porque nos dan arrebato, nos dan eleganza, extravaganza a unos niveles estratosféricos. Y en el caso concreto de la copla, muchas de estas mujeres, muchas de estas folclóricas, se posicionaron públicamente a favor del colectivo LGTBI en momentos en los que era bastante complicado hacerlo. Es muy conocido, por ejemplo, Rocío Jurado, que en televisión dijo esto de Yo soy progay en una ocasión, pero muchas de ellas lo hicieron. Hay, por ejemplo, una anécdota de Gracia Montes, tal vez menos conocida, pero una de las mejores cantantes de Copla de la historia, que contaba también en una entrevista que en pleno franquismo en los años 60, había ido la policía a detener algunos de sus fans. Sus fans, por supuesto, los que iban a ser detenidos era simplemente por ser homosexuales, por el tipo de ropa que llevaban, por sus maneras, etcétera. Y que a ella le avisaron y al darse cuenta, salió a la calle, se puso delante del coche y dijo "Si os los lleváis a ellos, me tenéis que llevar a mí también". Es decir, que ellas, dentro de los límites del momento, siempre se han mostrado muy favorables al colectivo. Y además de eso, las historias de la copla tienen que ver mucho, y esto vamos en mi tesis doctoral es básicamente a lo que me dedico a investigar, tienen mucho que ver con cuestiones que son especialmente atrayentes para el colectivo LGTBI de ese momento, es decir, de un momento de represión absoluta, como es la España del franquismo. Por ejemplo, la copla habla de amores imposibles, de amores que muchas veces tienen que ser forzosamente clandestinos. A menudo estás escuchando una canción y piensas ¿Por qué tiene que ser clandestino este amor? Si se supone que está cantando una mujer y le está hablando a un hombre. ¿Qué problema tienen?, ¿no? No llega a concretarse ese problema y normalmente el público rescataba el significado que en realidad se estaban refiriendo a este tipo de relaciones que en el momento no podían ser. Creo que estos son algunos de los motivos que explican este vínculo tan fuerte entre el colectivo LGTBI y la copla.

Claro, porque en ciertos momentos donde había muchas restricciones y había censura, que imagino que se controlaba las letras de las canciones, los creadores y los autores y autoras tenían que ser muy creativos a la hora de poder enviar un mensaje que la persona indicada lo entendiera sin ser demasiado claro y usar el humor, usar los dobles sentidos y todo esto. Y que es muy interesante.

Sí, totalmente. A mí me llama mucho la atención precisamente el uso del humor como estrategia en este sentido. Esto es una herramienta que aparece en múltiples ocasiones. En momentos de represión siempre se recurre al humor para decir, digamos, de manera lateral, aquellas cosas que directamente difícilmente se podrían haber dicho. Esto lo vemos en muchas letras de Rafael de León, por ejemplo, que es uno de los letristas más importantes de la copla, sino el que más, que era también poeta, miembro de la generación del 27, como Lorca, del que fue amigo. Y él era homosexual. Y esto se trasluce muchas veces en sus letras y, como digo, a veces utiliza el humor para contar este tipo de cuestiones. Como en la canción, por ejemplo, que cantaba Miguel de Molina de Compuesto y sin novia. Se suponía que estaba hablando de que estaba soltero, no decía por qué estaba soltero, pero de repente cantaba esta cosa de "¿Por qué no te casas niño? Dicen por los callejones. Yo estoy compuesto y sin novia porque tengo mis razones". Claro, todo el mundo sabía que razones era.

Porque además Miguel tenía mucha pluma, ¿no?

Sí, Miguel de Molina era un hombre afeminado. Sí, sí, sí, tenía muchísima pluma. Vamos, si os apetece buscar alguna foto de él, es impresionante porque se hacía su propio vestuario y de repente eran camisas de chorreras con muchísimos colores muy llamativas en la España de los años 30. De hecho, era tan evidente su pluma y se esforzaba tampoco en esconderla y era tan libre que tuvo que exiliarse de España. Ni bien acabada la guerra, le dieron una paliza terrible, fueron a buscarle al teatro, le dieron una paliza y él entendió que en España ya no iba a poder vivir. Así que se exilió en Argentina y vivió en Buenos Aires hasta que hasta su muerte.

Sí, era la definición de camp en toda su extensión.

Totalmente, totalmente. Además, era divertidísimo en las entrevistas, en todo. Y era pues una diva absoluta, por supuesto.

Sí, sí, sí. Lidia, antes has mencionado el nombre de uno de los autores. Recuerdo que había tres autores que eran muy conocidos en la época, que creo que los tres eran homosexuales, ¿no? Y... No, ¿no eran todos homosexuales?

No. A ver, sí sigue, sigue, yo te digo.

Al menos uno o dos lo eran. Es que soy muy malo para los nombres. Pero sé que ahora, por ejemplo, Diana Navarro ha estado haciendo una obra de teatro, que es ella con dos o tres autores que eran los que normalmente le hacían las canciones a Concha Piquer.

Realmente, esa obra es superinteresante. Se llama En tierra extraña y es una obra teatral en la que aparecen solamente tres personajes. Diana Navarro, que hace precisamente de Concha Piquer, que tus oyentes ya la conocen porque han oído su historia. Luego está Abelino Piedad, que hace de Rafael de León, que es este poeta homosexual del que hablamos, etcétera. Y el tercer actor, que es Alejandro Vera, hace de Federico García Lorca, del poeta, que realmente no escribía canciones, pero la obra es muy interesante porque plantea un encuentro entre Concha Piquer y Lorca que nunca llegó a darse. Es decir, juega con un escenario imaginado.

Vale. Mi pregunta iba... Es que el libro me lo leí en verano en Menorca, que me lo pasé superbien.

Bueno, es un buen sitio para leer.

Sí, superbien. Entonces no me acuerdo bien de los nombres, pero sí que me sorprendió que siempre los autores eran hombres y las intérpretes eran mujeres. No existía la figura de la cantautora o de la autora intérprete.

Esto es muy interesante. Es verdad que en el canon clásico de la copla casi siempre eran nombres. Y además, sobre todo de la copla, digamos que más nos interesa ahora que son estas canciones que tienen una calidad poética superior, porque también hay otro tipo de canciones que se consideran canción española, pero digamos que no tienen la altura poética que tiene el repertorio clásico de la copla, en el que, por ejemplo, trabajaban de un lado Quintero, León y Quiroga, que eran tres hombres, cada uno, esos tres, cada uno se encargaba de una cosa. León de la poesía, Quiroga de la música y Quintero de la parte teatral. Porque una cosa muy interesante de la copla es que nace como un género escénico. Aunque después se difundiera por la radio y por el cine, y hoy simplemente escuchemos las canciones, en su momento nace para ser interpretada encima de un escenario. Entonces era muy importante también qué vestuario tenía cada canción, qué escenografía, etcétera. Pero sí, sobre lo que comentabas, es cierto que no hay autoras, vamos hasta donde yo he podido saber, no hay autoras mujeres. Sin embargo, sí hay intérpretes masculinos, aunque tal vez la primera imagen que se nos venga a la mente al oír hablar de copla es la de estas mujeres, Lola Flores, Juanita Reina, Concha Piquer, más adelante Rocío Jurado, Isabel Pantoja, etcétera. Muchos hombres han cantado copla. Hablábamos de Miguel de Molina, pero por ejemplo, Antonio Molina también cantó copla, juanito Valderrama. Algunas de las canciones de Manolo Escobar también eran copla. También Angelillo, por ejemplo, que era muy interesante. También ha habido hombres que han cantado copla, aunque lo que más recordamos y lo que más se ha asentado en el imaginario colectivo hayan sido las mujeres. Pero hay mucha más amplitud en ese sentido.

Vale, sí. Ahora que has mencionado a Molina, he pensado que de verdad sí que soy muy folclórico, porque muchas veces cuando vuelvo de Valencia a Londres, me pongo el emigrante en Spotify y lo escucho y me cae...En el avión.

Para sentirlo todo. Yo digo, de verdad... Eso es una cosa, pero eso es genial, porque para eso sirve la música, para canalizar las emociones. Y esto es una cosa que en el caso de la copla es superinteresante, ya quien le interese la historia de España y la historia de España, ahora que estamos hablando más de copla del siglo XX, tiene que conocer un poco la copla, porque por ejemplo, Stephanie Seabourg tiene un libro, que es una investigadora estadounidense, tiene un libro superinteresante que se llama coplas para sobrevivir. Y ella investiga precisamente esto que tú dices, escuchar una canción y de repente que te estalle emocionalmente todo. Y ella dice que la copla, durante la posguerra, tuvo precisamente esa función. Durante la posguerra española había muchísima gente que vivía en un estado de represión absoluta, que tenía familiares desaparecidos, a la que se le habían matado personas o muerto personas durante la guerra, pero que no podía hacer un duelo público por la situación de represión política. Y sin embargo, pues tenía estas canciones. Estas canciones hablan de duelos, de pérdidas, de estados emocionales muy exasperados, de desesperación. Y precisamente, tuvieron tanto éxito durante la posguerra porque toda la gente que tenía esas emociones y tenía que reprimirlas, las canalizaba a través de esta música.

Claro, totalmente. Además, hay una frase que he escuchado preparándome la entrevista que tú has dicho que es "cantar no es solo cantar o la música no solo la música, es ver las propias penurias y alegrías a través de las historias de otros. También es fantasear, soñar. Poder identificarte, encontrarte, encontrar tu historia en la historia de otro" y decir, pues sabes, esto que estoy sintiendo yo no es tan extraño, no es tan ajeno a otras personas. Forma parte de la experiencia humana, que eso es fundamental. Y Lidia, antes hemos mencionado esa conexión entre el público LGTBI y las folclóricas, y yo lo veo a diario. Bueno, a diario no, porque ya no tengo Instagram en mi teléfono, lo veo de vez en cuando solo, pero en mi feed de Instagram me salen un montón de vídeos de los 80, incluso 70, incluso antes, de folclóricas y están como teniendo este revival que les está ofreciendo las redes sociales y te das cuenta de lo progresistas que eran sus mensajes hace 30 o 40 años. ¿Eso es cosa mío o de verdad hay un revival de estos mensajes de hace 40 años a través de las folklóricas?

A ver, sí que creo que hay cierto revival y cierto interés en el género, por supuesto, y sobre todo en las folclóricas como íconos pop, porque esta es como otra veta de la cuestión. Por un lado está lo estrictamente musical y por otro lado está la categoría de mitos que alcanzaron estas mujeres en la cultura popular española. Porque realmente hablamos de que encontramos vídeos de folclóricas continuamente, pero si nos fijamos un poco, quienes salen constantemente son Lola Flores, Rocío Jurado. Quiero decir, al final había muchísimas, pero el repertorio de las que están en continuo revival es muy parecido. A mí me resulta muy interesante que se rescate, cosa que celebro por supuestísimo, que me parece tan bien, bien que seamos capaces de ver los claroscuros de estos personajes. Porque es cierto que muchas veces es sorprendente verlas defender mensajes abiertamente feministas. En el caso de Rocío Jurado está clarísimo que desde los setenta estuvo consistentemente teniendo un discurso feminista en muchos sentidos, pero luego de repente aparecían con cualquier cosa absolutamente retrógrada. Y también es cierto que forma parte de los personajes. Esto en el caso de Lola Flores es tremendo, pero también me parece que es interesante y que por eso tienen tanto poder de captación, porque eran muy naturales, cosa que ya no sé si nos permitimos a veces tanto ahora, como que decían cualquier cosa que se les ocurría y eran muy divertidas, que eso siempre salva cualquier situación.

Claro, no tenían en cuenta la cultura de la cancelación y a veces se pegaban alguna sobrada que decías ¡Guau! Pero es verdad, en el caso de Lola Flores, incluso mensajes contradictorios.

Totalmente, totalmente contradictoria. Pero por eso era maravillosa y por eso puedes conectar con ella como a un nivel humano, porque en absoluto tenía... También hay que pensar que una cosa importante para entender la copla y entender a las folclóricas es que eran de las pocas mujeres de su época, me refiero a estas mujeres que triunfaron más bien en los años 40, 50, 60, que venían de clase trabajadora. Casi todas ellas habían nacido en la pobreza, no habían tenido posibilidad de estudiar y de repente a través de su arte, de su talento, se habían visto en un círculo social al que en principio no pertenecían en absoluto. Y esto es muy interesante a la hora de analizar sus discursos, porque son de las pocas mujeres del espacio público en aquella época que venían de esas capas sociales. Y por supuesto, a veces estaban llenas de contradicciones, pero suponían un modelo de éxito también para la gente, una manera de verse representado, porque para cuánta gente era importante o podía suponer un espacio de identificación ver a una mujer tomando el espacio público y siendo de alguna manera representante de las mujeres que no habían podido estudiar, de las mujeres que habían tenido que, como Concha Piquer, robar patatas de niñas porque habían pasado hambre. Cosas muy habituales en la España de la época. En ese sentido, por supuesto que eran referentes con todos los claroscuros del mundo, pero referentes.

Yo hace poco vi una entrevista del programa de La Matemática del Espejo, creo que se llama, con Ana Belén y ella decía, es que Ana Belén es una cantante y actriz española. Ella decía "Es que antes ser artista, en su época, no solo significaba la fama y el prestigio social y todo eso, significaba que si venías de la clase obrera, significaba que podía sacar a toda tu familia adelante". O sea, como niña ella pensaba "Quiero hacer esto porque esto va a ayudar a mi familia". Algo que un niño hoy en día, si quiere ser artista, no piensa que lo va a hacer para ganar dinero para su familia, porque no existe esa necesidad.

Afortunadamente no, en la mayoría de casos. Esto a mí es una cosa que me interesa muchísimo y que creo que hace tan interesante las historias de vida de ellas. No solo escucharlas cantar, sino escuchar qué decían, qué contaban, cómo vivieron. Sobre esto que comentas de la infancia, tengo un episodio en el pódcast, Pequeños del alma se llama, que está específicamente dedicado a la niñez en la copla. Y hablo de esto, de cómo muchas de estas cantantes tuvieron que empezar a trabajar siendo niñas, pero con siete, con ocho años y, vamos, sacando a sus familias adelante. El caso más conocido tal vez es el de Marisol, que de hecho llegó a denunciar todos los abusos a los que había sido sometida, porque aunque en España y en la copla no haya habido un Me Too como tal, os podéis imaginar que han sucedido también muchas cosas. En este sentido, hay historias tremendas. Por ejemplo, Estrellita Castro, que fue muy famosa en los años 30 y 40, pues ella para poder empezar a cantar, para aprender, para ir a una academia le limpiaba la clase, le limpiaba la casa, perdón, al profesor de canto con siete años. O el caso que me parece el más surrealista de todos, de Lolita Sevilla, que era una cantante muy conocida porque cantaba y aparecía en la película Bienvenido Mr. Marshall de Luis García Berlanga, que es uno de los clásicos del cine español. Pues esta mujer tenía que empezar a cantar, pero era una niña. Entonces, necesitó falsificar su documentación para aparentar que tenía tres años más de los que tenía. ¿Y qué hizo? Una de sus vecinas tenía una hija que era un poquito más mayor y había fallecido y tomó la identidad de su vecina fallecida. O sea, historias loquísimas. Y ellas en las entrevistas lo cuentan como si tal cosa. Y decía Lolita Sevilla "yo ya no me cambió el nombre, me ha traído mucha suerte". ¡Hablando de una niña muerta!, ¡una locura!

Qué fuerte. No, pero es que de verdad es que el adjetivo que se me viene a la cabeza para todas ellas son buscavidas.

Totalmente.

Porque se las apañaban para con mucho humor, mucha cara y mucha decisión ir a por ello. Y has hablado de ello y dicen que es de mala educación hablar de dinero, pero quiero hablar del parné.

Me gusta.

Es uno de los temas también que aparece en este tipo de música, de las clases sociales también. Yo vi una película que se llama, creo, Las Conchitas Españolas o Las Conchitas o algo así, de Anne Avelin, de los 60 o 70, e hice un episodio de pódcast sobre esto. Las Conchitas eran las mujeres españolas que se iban a Francia a trabajar, especialmente a París, y eran Conchitas. Y de hecho, en Francia todavía se usa ese término. Pero no sabía que el término en España para la muchacha de pueblo que iba a la ciudad a trabajar era "Menegilda".

Menegilda, sí.

Y también te tengo que dar las gracias por esto, porque mi madre y mis tías fueron menegilda. Se fueron del pueblo manchego con 13 añitos, 12, 13 añitos, a la ciudad, a Valencia a servir durante años. Y ¡Jolín!, ¡Qué duro! He hablado con mi madre de esto muchas veces, pero qué duro con una edad tan pequeña. Y esto te estoy hablando, ni siquiera te hablo de los 40, 30, te hablo de los 70.

De los 70.

Casi 80, que todavía se estaba haciendo esto, que cogías a una niña y se convertía en interna, además, que estaba noche y día, el domingo por la tarde tenían libre y estaban trabajando todo el día e imagino que la música también era una válvula de escape para muchas de ellas. Y quiero que me hables en concreto de esta canción, de Menegilda y por qué se hizo tan popular.

Esta historia es preciosa y creo que es muy representativa de lo que venimos hablando todo el tiempo, de cómo la música no es solo música, de cómo cantar no es solo cantar y de cómo estas canciones, estos géneros populares a los que yo me dedico a investigar y tal, creo que son tan interesantes justamente porque sirvieron como representación y como lugar de identificación para la gente que no se veía representada en ningún otro lugar. Y un ejemplo clarísimo de esto son las mujeres trabajadoras, y específicamente las mujeres, por ejemplo, las que tienen que servir, que decía esta canción. El tango de la Menegilda forma parte de una zarzuela, de una de estas especie de óperas a la española, de las que hablábamos antes, realmente antigua, porque tiene ya bastante tiempo. Se estrenó a finales del siglo XIX en Madrid. Fijaos ya si ha llovido desde entonces. Y forma parte de la obra La gran vía, que fue una de las más conocidas de la época. Y desde el momento en el que se estrenó muchas piezas de muchos números de esta zarzuela tuvieron éxito. Pero el tango de la Menegilda tuvo un éxito inusitado. Todo el mundo la cantaba constantemente. Y es que cuenta la historia de una chica que tiene que irse a servir a una casa y que piensa que de repente va a salir de pobre con esto, pero rápidamente se da cuenta que planchando, guisando, zurciendo y limpiando la casa de otros no va a salir de pobre nunca. Así que ¿qué empieza a hacer? Toma una determinación muy antisistema. Empieza a robarle a la ama cuando la manda al mercado, pues se guarda algunas moneditas para ella y así poco a poco va haciendo sus ahorros. Claro, esto que es absolutamente antisistema, ilegal, por supuesto, al público de la época de finales del siglo XIX le encantó, sobre todo al público popular. Le encantó hasta tal punto que todo el mundo cantaba esta canción y específicamente las criadas, las muchachas que tenían que servir, la tomaron como himno absoluto, hasta el punto de que se empezó a llamar Menegildas a estas mujeres que ejercían estas labores de trabajo doméstico y hasta el punto de que se dice que se vio en varias ocasiones en periódicos de la época de finales del siglo XIX, anuncios en los que se podía leer "Se busca criada, pero que no cante el pobre chica", que era esta canción.

Claro, que no, eso sería un signo de ser demasiado reivindicativa.

Exacto.

De hecho, mi madre me cuenta que en los setenta, cuando todas las muchachas se reunían en el parque, que llevaban a los niños para jugar y hablaban entre ellas, la mayoría de ellas no tenían contrato. Entonces, pues esto, mira lo que me ha hecho hacer la señora o el señor. O llevo tantos días... Esa necesidad de conocer otras historias.

De comunidad.

Claro, de comunidad. Y en cuanto al parné y el dinero, porque es una cosa, no sé si tiene alguna relación, yo cuando escucho reguetón, que mucha gente destaca del reguetón las letras hipersexualizadas o el uso de la mujer en las letras, a mí lo que más me llama la atención aparte de esto es la excesiva importancia que se le da al dinero en el reguetón y los bolsos de marcas que llevo. Y no sé si es una cuestión de... Porque la comunidad latina, en Estados Unidos especialmente, siempre ha pertenecido a una clase inferior y ahora que con la música pueden tener otro tipo de visibilidad o llegar a otros lugares a los que no llegaban era como mira, ahora me puedo comprar este reloj o este coche y tienen como la necesidad constante de hablar de todo ese dinero. ¿Esto también aparece en la canción española?

Vamos, yo creo que se ve de manera muy clara, por ejemplo, en el estilo que tenían las folclóricas.

Muchas veces... De nueva rica, ¿no? Exacto, de nueva rica. Muchas veces se hacen chistes sobre eso. Ellas eran las que más oro llevaban. Por ejemplo, Lola Flores tenía una obsesión con coleccionar abrigos de bisón. De repente una cosa desmedida. Y por supuesto que hablaban de dinero. Es muy conocido el momento en el que a Lola Flores, siendo ya absolutamente millonaria, está cantando y se le cae un pendiente en oro y ella para la actuación y le dice al regidor "el pendiente no lo quiero perder". ¿Por qué? Porque por supuesto que le daban importancia al dinero, hablaban de ello y lo valoraban porque sabían lo que es ser pobre. ¿Sabes quién es la gente que no le da importancia al dinero? Quien lo tiene. Claro, y quien lo ha tenido siempre. Y quien lo ha tenido siempre. Exactamente. Pues, Lidia, como has dicho, para conocer la historia de España y también un poco cómo somos los españoles, cómo hemos llegado hasta aquí, creo que es muy importante analizar la cultura popular y la música popular. Como has dicho tú, como dijiste tú, cantar no solo cantar, es también identificarte en las historias tristes y alegres de otras personas. Así que animo a todo el mundo a escuchar el pódcast, Ay, Campaneras, a leer el libro que está... He visto que está en Amazon. O sea, lo puedes comprar en formato ebook, ¿no? Desde cualquier lugar del mundo. Sí, sí, sí. Yo lo compré físico. Fui a España y lo compré físico, pero lo pueden conseguir a través del ebook. Y muchísimas gracias por esta charla, me ha encantado. Gracias a ti, ha sido de verdad fantástico hablar contigo este ratico. Gracias, gracias, Lidia. Pues un abrazo muy grande. Muchísimas gracias también a ti, estudiante, por estar ahí. Espero que hayas disfrutado de la charla, que hayas aprendido un poquito más del folklore y de la canción popular española. Y como siempre, te espero en el próximo episodio. Si quieres apoyar el podcast, por favor recomiéndalo a otros estudiantes, deja una valoración con unas estrellas o un comentario en tu plataforma de podcast y nada más. Te espero en el siguiente episodio. Te mando un abrazo muy grande. Chao.

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