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La Edad de Oro by Jose Marti, Cuentos de elefantes

Cuentos de elefantes

De África cuentan ahora muchas cosas extrañas, porque anda por allí la gente europea descubriendo el país, y los pueblos de Europa quieren mandar en aquella tierra rica, donde con el calor del sol crecen plantas de esencia y alimento, y otras que dan fibras de hacer telas, y hay oro y diamantes, y elefantes que son una riqueza, porque en todo el mundo se vende muy caro el marfil de sus colmillos. Cuentan muchas cosas del valor con que se defienden los negros, y de las guerras en que andan, como todos los pueblos cuando empiezan a vivir, que pelean por ver quién es más fuerte, o por quitar a su vecino lo que quieren tener ellos. En estas guerras quedan de esclavos los prisioneros que tomó en la pelea el vencedor, que los vende a los moros infames que andan por allá buscando prisioneros que comprar, y luego los venden en las tierras moras. De Europa van a África hombres buenos, que no quieren que haya en el mundo estas ventas de hombres; y otros van por el ansia de saber, y viven años entre las tribus bravas, hasta que encuentran una yerba rara, o un pájaro que nunca se ha visto, o el lago de donde nace un río: y otros van de tropa, a sueldo del Khedive que manda en Egipto, a ver como echan de la tierra a un peleador famoso que llaman el Mahdí, y dice que él debe gobernar, porque él es moro libre y amigo de los pobres, no como el Khedive, que manda como criado del Sultán turco extranjero, y alquila peleadores cristianos para pelear contra el moro del país, y quitar la tierra a los negros sudaneses. En esas guerras dicen que murió un inglés muy valiente, aquel «Gordon el chino», que no era chino, sino muy blanco y de ojos muy azules, pero tenía el apodo de chino, porque en China hizo muchas heroicidades, y aquietó a la gente revuelta con el cariño más que con el poder; que fue lo que hizo en el Sudán, donde vivía solo entre los negros del país, como su gobernador, y se les ponía delante a regañarlos como a hijos, sin más armas que sus ojos azules, cuando lo atacaban con las lanzas y las azagayas, o se echaba a llorar de piedad por los negros cuando en la soledad de la noche los veía de lejos hacerse señas, para juntarse en el monte, a ver cómo atacarían a los hombres blancos. El Mahdí pudo más que él, y dicen que Gordon ha muerto, o lo tiene preso el Mahdí. Mucha gente anda por África. Hay un Chaillu que escribió un libro sobre el mono gorila que anda en dos pies, y pelea a palos con los viajeros que lo quisieren cazar. Livingstone viajó sin miedo por lo más salvaje de África, con su mujer. Stanley está allá ahora, viendo cómo comercia, y salva del Mahdí, al gobernador Emín Pachá. Muchos alemanes y franceses andan allá explorando, descubriendo tierras, tratando y cambiando con los negros, y viendo cómo les quitan el comercio a los moros. Con los colmillos del elefante es con lo que comercian más, porque el marfil es raro y fino, y se paga muy caro por él. Ese de África es colmillo vivo; pero por Siberia sacan de los hielos colmillos del mamut, que fue el elefante peludo, grande como una loma, que ha estado en la nieve, en pie, cincuenta mil años. Y un inglés, Logan, dice que no son cincuenta mil, sino que esas capas de hielo se fueron echando sobre la tierra como un millón de años hace, y que desde entonces, desde hace un millón de años, están enterrados en la nieve dura los elefantes peludos.

Allí se estuvieron en los hielos duros de Siberia, hasta que un día iba un pescador por la orilla del río Lena, donde de un lado es de arena la orilla, y de otro es de capas de hielo, echadas una encima de otra como las hojas de un pastel, y tan perfectas que parecen cosa de hombre esas leguas de capas. Y el pescador iba cantando un cantar, en su vestido de piel, asombrado de la mucha luz, como si estuviese de fiesta en el aire un sol joven. El aire chispeaba. Se oían estallidos, como en el bosque nuevo cuando se abre una flor. De las lomas corría, brillante y pura, un agua nunca vista. Era que se estaban deshaciendo los hielos. Y allí, delante del pobre Shumarkoff, salían del monte helado los colmillos, gruesos como troncos de árboles, de un animal velludo, enorme, negro. Como vivo estaba, y en el hielo transparente se le veía el cuerpo asombroso. Cinco años tardó el hielo en derretirse alrededor de él, hasta que todo se deshizo, y el elefante cayó rodando a la orilla, con ruido de trueno. Con otros pescadores vino Shumarkoff a llevarse los colmillos, de tres varas de largo. Y los perros hambrientos le comieron la carne, que estaba fresca todavía, y blanda como carne nueva: de noche, en la oscuridad, de cien perros a la vez se oía el roer de los dientes, el gruñido de gusto, el ruido de las lenguas. Veinte hombres a la vez no podían levantar la piel crinuda, en la que era de a vara cada crin. Y nadie ha de decir que no es verdad, porque en el museo de San Petersburgo están todos los huesos, menos uno que se perdió; y un puñado de la lana amarillosa que tenía sobre el cuello. De entonces acá, los pescadores de Siberia han sacado de los hielos como dos mil colmillos de mamut.

A miles parece que andaban los mamuts, como en pueblos, cuando los hielos se despeñaron sobre la tierra salvaje, hace miles de años; y como en pueblos andan ahora, defendiéndose de los tigres y de los cazadores por los bosques de Asia y de África; pero ya no son velludos, como los de Siberia, sino que apenas tienen pelos por los rincones de su piel blanda y arrugada, que da miedo de veras, por la mucha fealdad, cuando lo cierto es que con el elefante sucede como con las gentes del mundo, que porque tienen hermosura de cara y de cuerpo las cree uno de alma hermosa, sin ver que eso es como los jarrones finos, que no tienen nada dentro, y una vez pueden tener olores preciosos, y otras peste, y otras polvo. Con el elefante no hay que jugar, porque en la hora en que se le enoja la dignidad, o le ofenden la mujer o el hijo, o el viejo, o el compañero, sacude la trompa como un azote, y de un latigazo echa por tierra al hombre más fuerte, o rompe un poste en astillas, o deja un árbol temblando. Tremendo es el elefante enfurecido, y por manso que sea en sus prisiones, siempre le llega, cuando calienta el sol mucho en abril, o cuando se cansa de su cadena, su hora de furor. Pero los que conocen bien al animal dicen que sabe de arrepentimiento y de ternura, como un cuento que trae un libro viejo que publicaron, allá al principiar este siglo, los sabios de Francia, donde está lo que hizo un elefante que mató a su cuidador, que allá llaman cornac, porque le había lastimado con el arpón la trompa; y cuando la mujer del cornac se le arrodilló desesperada delante con su hijito, y le rogó que los matase a ellos también, no los mató, sino que con la trompa le quitó el niño a la madre, y se lo puso sobre el cuello, que es donde los cornacs se sientan, y nunca permitió que lo montase más cornac que aquél.

La trompa es lo que más cuida de todo su cuerpo recio el elefante, porque con ella come y bebe, y acaricia y respira, y se quita de encima los animales que le estorban, y se baña. Cuando nada ¡y muy bien que nadan los elefantes! no se le ve el cuerpo, porque está en el agua todo, sino la punta de la trompa, con los dos agujeros en que acaban las dos canales que atraviesan la trompa a lo largo, y llegan por arriba a la misma nariz, que tiene como dos tapaderas, que abre y cierra según quiera recibir el aire, o cerrarle el camino a lo que en las canales pueda estar. Nadie diga que no es verdad, porque hay quien se ha puesto a contarlos: como cuarenta mil músculos tiene la trompa del elefante, la «proboscis», como dice la gente de libros: toda es de músculos, entretejidos como una red: unos están a la larga, de la nariz a la punta, y son para mover la trompa adonde el elefante quiere, y encogerla, enroscarla, subirla, bajarla, tenderla: otros son a lo ancho, y van de las canales a la piel, como los rayos de una rueda van del eje a la llanta: ésos son para apretar las canales o ensancharlas. ¿Qué no hace el elefante con su trompa? La yerba más fina la arranca del suelo. De la mano de un niño recoge un cacahuete. Se llena la trompa de agua, y la echa sobre la parte de su cuerpo en que siente calor. Los elefantes enseñados se quitan y se ponen la carga con la trompa. Un hilo levantan del suelo, y como un hilo levantan a un hombre. No hay más modo de acobardar a un elefante enfurecido que herirle de veras en la trompa. Cuando pelea con el tigre, que casi siempre lo vence, lo echa arriba y abajo con los colmillos, y hace por atravesarlo; pero la trompa la lleva en el aire. Del olor del tigre no más, brama con espanto el elefante: las ratas le dan miedo: le tiene asco y horror al cochino. ¡A cuanto cochino ve, trompazo! Lo que lo gusta es el vino bueno, y el arrak, que es el ron de la India, tanto que los cornacs le conocen el apetito, y cuando quieren que trabaje más de lo de costumbre, le enseñan una botella de arrak, que él destapa con la trompa luego, y bebe a sorbo tendido; sólo que el cornac tiene que andar con cuidado, y no hacerle esperar la botella mucho, porque le puede suceder lo que al pintor francés que, para pintar a un elefante mejor, le dijo a su criado que se lo entretuviese con la cabeza alta tirándole frutas a la trompa, pero el criado se divertía haciendo como que echaba al aire fruta sin tirarla de veras, hasta que el elefante se enojó, y se le fue encima a trompazos al pintor, que se levantó del suelo medio muerto, y todo lleno de pinturas. Es bueno el elefante de naturaleza, y se deja domar del hombre, que lo tiene de bestia de carga, y va sobre él, sentado en un camarín de colgaduras, a pelear en las guerras de Asia, o a cazar el tigre, como desde una torre segura. Los príncipes del Indostán van a sus viajes en elefantes cubiertos de terciopelos de mucho bordado y pedrería, y cuando viene de Inglaterra otro príncipe, lo pasean por las calles en el camarín de paño de oro que va meciéndose sobre el lomo de los elefantes dóciles, y el pueblo pone en los balcones sus tapices ricos, y llena las calles de hojas de rosa.

En Siam no es sólo cariño lo que le tienen al elefante, sino adoración, cuando es de piel clara, que allí creen divina, porque la religión siamesa les enseña que Buda vive en todas partes, y en todos los seres, y unas veces en unos y otras en otros, y como no hay vivo de más cuerpo que el elefante, ni color que haga pensar mas en la pureza que lo blanco, al elefante blanco adoran, como si en él hubiera más de Buda que en los demás seres vivos. Le tienen palacio, y sale a la calle entre hileras de sacerdotes, y le dan las yerbas más finas y el mejor arrak, y el palacio se lo tienen pintado como un bosque, para que no sufra tanto de su prisión, y cuando el rey lo va a ver es fiesta en el país, porque creen que el elefante es dios mismo, que va decir al rey el buen modo de gobernar. Y cuando el rey quiere regalar a un extranjero algo de mucho valor, manda hacer una caja de oro puro, sin liga de otro metal, con brillantes alrededor, y dentro pone, como una reliquia, recortes de pelo del elefante blanco. En África no los miran los pueblos del país como dioses, sino que les ponen trampas en el bosque, y se les echan encima en cuanto los ven caer, para alimentarse de la carne, que es fina y jugosa: o los cazan por engaño, porque tienen enseñadas a las hembras, que vuelven al corral por el amor de los hijos, y donde saben que andan una manada de elefantes libres les echan a las hembras a buscarlos, y la manada viene sin desconfianza detrás de las madres que vuelven adonde sus hijuelos: y allí los cazadores los enlazan, y los van domando con el cariño y la voz, hasta que los tienen ya quietos, y los matan para llevarse los colmillos.

Partidas enteras de gente europea están por África cazando elefantes; y ahora cuenta los libros de una gran cacería, donde eran muchos los cazadores. Cuentan que iban sentados a la mujeriega en sus sillas de montar, hablando de la guerra que hacen en el bosque las serpientes al león, y de una mosca venenosa que les chupa la piel a los bueyes hasta que se la seca y los mata, y de lo lejos que saben tirar la azagaya y la flecha los cazadores africanos; y en eso estaban, y en calcular cuándo llegarían a las tierras de Tippu Tib, que siempre tiene muchos colmillos que vender, cuando salieron de pronto a un claro de esos que hay en África en medio de los bosques, y vieron una manada de elefantes allí al fondo del claro, unos durmiendo de pie, contra los troncos de los árboles, otros paseando juntos y meciendo el cuerpo de un lado a otro, otros echados sobre la yerba, con las patas de atrás estiradas. Les cayeron encima todas las balas de los cazadores. Los echados se levantaron de un impulso. Se juntaron las parejas. Los dormidos vinieron trotando donde estaban los demás. Al pasar junto a la poza, se llenaban de un sorbo la trompa. Gruñían y tanteaban el aire con la trompa. Todos se pusieron alrededor de su jefe. Y la caza fue larga; los negros les tiraban lanzas y azagayas y flechas: los europeos escondidos en los yerbales, les disparaban de cerca los fusiles: las hembras huían, despedazando los cañaverales como si fueran yerbas de hilo: los elefantes huían de espaldas, defendiéndose con los colmillos cuando les venía encima un cazador. El más bravo le vino a un cazador encima, a un cazador que era casi un niño, y estaba solo atrás, porque cada uno había ido siguiendo a su elefante. Muy colmilludo era el bravo, y venía feroz. El cazador se subió a un árbol, sin que lo viese el elefante, pero él lo olió enseguida y vino mugiendo, alzó la trompa como para sacar de la rama al hombre, con la trompa rodeó el tronco, y lo sacudió como si fuera un rosal: no lo pudo arrancar, y se echó de ancas contra el tronco. El cazador, que ya estaba al caerse, disparó su fusil, y lo hirió en la raíz de la trompa. Temblaba el aire, dicen, de los mugidos terribles, y deshacía el elefante el cañaveral con las pisadas, y sacudía los árboles jóvenes, hasta que de un impulso vino contra el del cazador, y lo echó abajo. ¡Abajo el cazador, sin tronco a que sujetarse! Cayó sobre las patas de atrás del elefante, y se le agarró, en el miedo de la muerte, de una pata de atrás. Sacudírselo no podía el animal rabioso, porque la coyuntura de la rodilla la tiene el elefante tan cerca del pie que apenas le sirve para doblarla. ¿Y cómo se salva de allí el cazador? Corre bramando el elefante. Se sacude la pata contra el tronco más fuerte, sin que el cazador se le ruede, porque se le corre adentro y no hace más que magullarle las manos. ¡Pero se caerá por fin, y de una colmillada va a morir el cazador! Saca su cuchillo, y se lo clava en la pata. La sangre corre a chorros, y el animal enfurecido, aplastando el matorral, va al río, al río de agua que cura. Y se llena la trompa muchas veces, y la vacía sobre la herida, la echa con fuerza que lo aturde, sobre el cazador. Ya va a entrar más a lo hondo el elefante. El cazador le dispara las cinco balas de su revólver en el vientre, y corre, por si se puede salvar, a un árbol cercano, mientras el elefante, con la trompa colgando, sale a la orilla, y se derrumba.


Cuentos de elefantes Elefantengeschichten elephant tales Contes d'éléphants Сказки о слонах Sagor om elefanter Fil Masalları

De África cuentan ahora muchas cosas extrañas, porque anda por allí la gente europea descubriendo el país, y los pueblos de Europa quieren mandar en aquella tierra rica, donde con el calor del sol crecen plantas de esencia y alimento, y otras que dan fibras de hacer telas, y hay oro y diamantes, y elefantes que son una riqueza, porque en todo el mundo se vende muy caro el marfil de sus colmillos. Many strange things are now in Africa, because the European people are there discovering the country, and the peoples of Europe want to rule in that rich land, where plants of essence and food grow in the heat of the sun, and others that give fibers of make fabrics, and there are gold and diamonds, and elephants that are a wealth, because in all the world the ivory of their fangs is sold very expensive. Cuentan muchas cosas del valor con que se defienden los negros, y de las guerras en que andan, como todos los pueblos cuando empiezan a vivir, que pelean por ver quién es más fuerte, o por quitar a su vecino lo que quieren tener ellos. They tell many things about the courage with which black people defend themselves, and about the wars in which they walk, like all the people when they start to live, that fight to see who is stronger, or to take away from their neighbor what they want to have. En estas guerras quedan de esclavos los prisioneros que tomó en la pelea el vencedor, que los vende a los moros infames que andan por allá buscando prisioneros que comprar, y luego los venden en las tierras moras. In these wars the prisoners who took in the fight the victor, who sells them to the infamous Moors who walk around looking for prisoners to buy, and then sell them in the Moorish lands. De Europa van a África hombres buenos, que no quieren que haya en el mundo estas ventas de hombres; y otros van por el ansia de saber, y viven años entre las tribus bravas, hasta que encuentran una yerba rara, o un pájaro que nunca se ha visto, o el lago de donde nace un río: y otros van de tropa, a sueldo del Khedive que manda en Egipto, a ver como echan de la tierra a un peleador famoso que llaman el Mahdí, y dice que él debe gobernar, porque él es moro libre y amigo de los pobres, no como el Khedive, que manda como criado del Sultán turco extranjero, y alquila peleadores cristianos para pelear contra el moro del país, y quitar la tierra a los negros sudaneses. Good men go to Africa from Africa, who do not want these sales of men in the world; and others go by the desire to know, and live years among the brave tribes, until they find a weed, or a bird that has never been seen, or the lake where a river is born: and others go from troop, to salary of the Khedive that commands in Egypt, to see how they throw from the earth a famous fighter they call the Mahdí, and he says that he must govern, because he is a free Moor and friend of the poor, not like the Khedive, who rules as a servant of the foreign Turkish Sultan, and rents Christian fighters to fight against the Moor of the country, and remove the land from the Sudanese blacks. En esas guerras dicen que murió un inglés muy valiente, aquel «Gordon el chino», que no era chino, sino muy blanco y de ojos muy azules, pero tenía el apodo de chino, porque en China hizo muchas heroicidades, y aquietó a la gente revuelta con el cariño más que con el poder; que fue lo que hizo en el Sudán, donde vivía solo entre los negros del país, como su gobernador, y se les ponía delante a regañarlos como a hijos, sin más armas que sus ojos azules, cuando lo atacaban con las lanzas y las azagayas, o se echaba a llorar de piedad por los negros cuando en la soledad de la noche los veía de lejos hacerse señas, para juntarse en el monte, a ver cómo atacarían a los hombres blancos. In those wars they say that a very brave Englishman died, that "Gordon the Chinese", who was not Chinese, but very white and with very blue eyes, but he had the nickname of Chinese, because in China he did many heroics, and he quieted the people revolted with affection rather than power; that was what he did in the Sudan, where he lived alone among the blacks of the country, as his governor, and he stood before them to scold them like sons, with no more weapons than his blue eyes, when they attacked him with spears and assagayas , or he began to cry of pity for the blacks when in the loneliness of the night he saw them from a distance beckoning, to join the mountain, to see how they would attack the white men. El Mahdí pudo más que él, y dicen que Gordon ha muerto, o lo tiene preso el Mahdí. The Mahdí got more than him, and they say that Gordon has died, or the Mahdí has ​​him imprisoned. Mucha gente anda por África. Many people go through Africa. Hay un Chaillu que escribió un libro sobre el mono gorila que anda en dos pies, y pelea a palos con los viajeros que lo quisieren cazar. There is a Chaillu who wrote a book about the gorilla monkey that walks on two feet, and fights with the travelers who want to hunt him. Livingstone viajó sin miedo por lo más salvaje de África, con su mujer. Livingstone traveled fearlessly through the wildest part of Africa, with his wife. Stanley está allá ahora, viendo cómo comercia, y salva del Mahdí, al gobernador Emín Pachá. Stanley is there now, watching how he trades, and saves from the Mahdi, the governor Emín Pachá. Muchos alemanes y franceses andan allá explorando, descubriendo tierras, tratando y cambiando con los negros, y viendo cómo les quitan el comercio a los moros. Many Germans and Frenchmen go there exploring, discovering lands, trying and changing with the blacks, and seeing how the Moors take away their trade. Con los colmillos del elefante es con lo que comercian más, porque el marfil es raro y fino, y se paga muy caro por él. With the tusks of the elephant it is with what they trade more, because the ivory is rare and fine, and it is paid dearly for it. Ese de África es colmillo vivo; pero por Siberia sacan de los hielos colmillos del mamut, que fue el elefante peludo, grande como una loma, que ha estado en la nieve, en pie, cincuenta mil años. That of Africa is alive fang; but through Siberia they take from the ice fangs of the mammoth, which was the hairy elephant, as big as a hill, which has been in the snow, standing, fifty thousand years. Y un inglés, Logan, dice que no son cincuenta mil, sino que esas capas de hielo se fueron echando sobre la tierra como un millón de años hace, y que desde entonces, desde hace un millón de años, están enterrados en la nieve dura los elefantes peludos. And an Englishman, Logan, says that it is not fifty thousand, but that these layers of ice were being thrown on the earth like a million years ago, and that since then, for a million years, they have been buried in hard snow. the furry elephants.

Allí se estuvieron en los hielos duros de Siberia, hasta que un día iba un pescador por la orilla del río Lena, donde de un lado es de arena la orilla, y de otro es de capas de hielo, echadas una encima de otra como las hojas de un pastel, y tan perfectas que parecen cosa de hombre esas leguas de capas. There they were in the hard ice of Siberia, until one day a fisherman went by the shore of the Lena River, where on one side is sand the shore, and on the other is layers of ice, thrown on top of each other like sheets of a cake, and so perfect that it seems like a man's thing those leagues of layers. Y el pescador iba cantando un cantar, en su vestido de piel, asombrado de la mucha luz, como si estuviese de fiesta en el aire un sol joven. And the fisherman was singing a song, in his leather dress, amazed by the great light, as if a young sun were celebrating in the air. El aire chispeaba. The air sparkled. Se oían estallidos, como en el bosque nuevo cuando se abre una flor. Bursts were heard, as in the new forest when a flower opens. De las lomas corría, brillante y pura, un agua nunca vista. From the hills ran, bright and pure, a never seen water. Era que se estaban deshaciendo los hielos. It was that the ice was falling apart. Y allí, delante del pobre Shumarkoff, salían del monte helado los colmillos, gruesos como troncos de árboles, de un animal velludo, enorme, negro. And there, in front of poor Shumarkoff, fangs came out of the frozen mountain, thick as tree trunks, of a hairy animal, huge, black. Como vivo estaba, y en el hielo transparente se le veía el cuerpo asombroso. How alive I was, and on the transparent ice you could see the amazing body. Cinco años tardó el hielo en derretirse alrededor de él, hasta que todo se deshizo, y el elefante cayó rodando a la orilla, con ruido de trueno. Five years it took the ice to melt around him, until everything fell apart, and the elephant fell rolling to the shore, with the sound of thunder. Con otros pescadores vino Shumarkoff a llevarse los colmillos, de tres varas de largo. With other fishermen Shumarkoff came to take the tusks, three yards long. Y los perros hambrientos le comieron la carne, que estaba fresca todavía, y blanda como carne nueva: de noche, en la oscuridad, de cien perros a la vez se oía el roer de los dientes, el gruñido de gusto, el ruido de las lenguas. And the hungry dogs ate the meat, which was still fresh, and soft as new flesh: at night, in the darkness, of a hundred dogs at a time you could hear the gnawing of teeth, the snarl of taste, the noise of languages Veinte hombres a la vez no podían levantar la piel crinuda, en la que era de a vara cada crin. Twenty men at a time could not lift the mane skin, in which each mane was to each rod. Y nadie ha de decir que no es verdad, porque en el museo de San Petersburgo están todos los huesos, menos uno que se perdió; y un puñado de la lana amarillosa que tenía sobre el cuello. And nobody has to say that it is not true, because in the museum of St. Petersburg there are all the bones, except one that was lost; and a handful of the yellow wool he had on his neck. De entonces acá, los pescadores de Siberia han sacado de los hielos como dos mil colmillos de mamut. From then on, the fishermen of Siberia have removed from the ice like two thousand mammoth tusks.

A miles parece que andaban los mamuts, como en pueblos, cuando los hielos se despeñaron sobre la tierra salvaje, hace miles de años; y como en pueblos andan ahora, defendiéndose de los tigres y de los cazadores por los bosques de Asia y de África; pero ya no son velludos, como los de Siberia, sino que apenas tienen pelos por los rincones de su piel blanda y arrugada, que da miedo de veras, por la mucha fealdad, cuando lo cierto es que con el elefante sucede como con las gentes del mundo, que porque tienen hermosura de cara y de cuerpo las cree uno de alma hermosa, sin ver que eso es como los jarrones finos, que no tienen nada dentro, y una vez pueden tener olores preciosos, y otras peste, y otras polvo. To thousands it seems that the mammoths were walking, as in villages, when the ice fell over the wild land, thousands of years ago; and as in villages they are now, defending themselves from tigers and hunters through the forests of Asia and Africa; but they are not hairy anymore, like those of Siberia, but they hardly have hair in the corners of their soft and wrinkled skin, which is really scary, because of the great ugliness, when the truth is that with the elephant it happens as with the people of the world, that because they have beauty of face and body they are created by a beautiful soul, without seeing that it is like fine vases, that they have nothing inside, and once they can have precious odors, and other plagues, and other dust . Con el elefante no hay que jugar, porque en la hora en que se le enoja la dignidad, o le ofenden la mujer o el hijo, o el viejo, o el compañero, sacude la trompa como un azote, y de un latigazo echa por tierra al hombre más fuerte, o rompe un poste en astillas, o deja un árbol temblando. With the elephant you do not have to play, because in the hour when your dignity gets angry, or you are offended by the woman or the son, or the old man, or the companion, you shake your trunk like a whip, and from a whip land the strongest man, or break a splintered pole, or leave a tree trembling. Tremendo es el elefante enfurecido, y por manso que sea en sus prisiones, siempre le llega, cuando calienta el sol mucho en abril, o cuando se cansa de su cadena, su hora de furor. Tremendous is the enraged elephant, and however meek he may be in his prisons, he always arrives, when the sun heats up a lot in April, or when he gets tired of his chain, his hour of fury. Pero los que conocen bien al animal dicen que sabe de arrepentimiento y de ternura, como un cuento que trae un libro viejo que publicaron, allá al principiar este siglo, los sabios de Francia, donde está lo que hizo un elefante que mató a su cuidador, que allá llaman cornac, porque le había lastimado con el arpón la trompa; y cuando la mujer del cornac se le arrodilló desesperada delante con su hijito, y le rogó que los matase a ellos también, no los mató, sino que con la trompa le quitó el niño a la madre, y se lo puso sobre el cuello, que es donde los cornacs se sientan, y nunca permitió que lo montase más cornac que aquél. But those who know the animal well say that it knows of repentance and tenderness, like a story that brings an old book that was published, back at the beginning of this century, the wise men of France, where is what an elephant did that killed its keeper , that they call cornac there, because it had hurt him with the harpoon the trunk; and when the cornac woman knelt in despair before her son, and begged him to kill them too, she did not kill them, but with the trunk she took the child from the mother, and put it on her neck, that is where the cornacs sit, and never allowed it to mount more cornac than that.

La trompa es lo que más cuida de todo su cuerpo recio el elefante, porque con ella come y bebe, y acaricia y respira, y se quita de encima los animales que le estorban, y se baña. The trunk is the one that most cares for all its body, the elephant, because with it it eats and drinks, and caresses and breathes, and it takes off the animals that hinder it, and bathes. Cuando nada ¡y muy bien que nadan los elefantes! When swimming and very well the elephants swim! no se le ve el cuerpo, porque está en el agua todo, sino la punta de la trompa, con los dos agujeros en que acaban las dos canales que atraviesan la trompa a lo largo, y llegan por arriba a la misma nariz, que tiene como dos tapaderas, que abre y cierra según quiera recibir el aire, o cerrarle el camino a lo que en las canales pueda estar. you can not see the body, because everything is in the water, but the tip of the trunk, with the two holes in which the two channels that cross the tube end up, and arrive at the same nose above, which has as two lids, that open and close as you want to receive the air, or close the way to what channels can be. Nadie diga que no es verdad, porque hay quien se ha puesto a contarlos: como cuarenta mil músculos tiene la trompa del elefante, la «proboscis», como dice la gente de libros: toda es de músculos, entretejidos como una red: unos están a la larga, de la nariz a la punta, y son para mover la trompa adonde el elefante quiere, y encogerla, enroscarla, subirla, bajarla, tenderla: otros son a lo ancho, y van de las canales a la piel, como los rayos de una rueda van del eje a la llanta: ésos son para apretar las canales o ensancharlas. Nobody says that it is not true, because there are those who have begun to count them: about forty thousand muscles has the elephant's trunk, the "proboscis", as the people of books say: all are of muscles, woven together like a net: some are in the long run, from the nose to the tip, and are to move the trunk where the elephant wants, and shrink it, twist it, raise it, lower it, stretch it: others are wide, and go from the channels to the skin, like spokes of a wheel go from the axle to the rim: those are for tightening the channels or widening them. ¿Qué no hace el elefante con su trompa? What does not the elephant do with its trunk? La yerba más fina la arranca del suelo. The finest grass pulls it from the ground. De la mano de un niño recoge un cacahuete. Se llena la trompa de agua, y la echa sobre la parte de su cuerpo en que siente calor. He fills his trunk with water, and casts it on the part of his body that feels hot. Los elefantes enseñados se quitan y se ponen la carga con la trompa. The taught elephants take off and put the burden on their trunks. Un hilo levantan del suelo, y como un hilo levantan a un hombre. A thread raised from the ground, and like a thread raise a man. No hay más modo de acobardar a un elefante enfurecido que herirle de veras en la trompa. There is no other way to intimidate an enraged elephant than to actually hurt him in the trunk. Cuando pelea con el tigre, que casi siempre lo vence, lo echa arriba y abajo con los colmillos, y hace por atravesarlo; pero la trompa la lleva en el aire. When he fights with the tiger, which almost always overcomes him, he throws it up and down with his fangs, and makes it go through; but the tube carries it in the air. Del olor del tigre no más, brama con espanto el elefante: las ratas le dan miedo: le tiene asco y horror al cochino. Of the smell of the tiger no more, the elephant bellows with horror: the rats give fear to him: it disgusts and horror to the pig. ¡A cuanto cochino ve, trompazo! As much as he sees, he blows! Lo que lo gusta es el vino bueno, y el arrak, que es el ron de la India, tanto que los cornacs le conocen el apetito, y cuando quieren que trabaje más de lo de costumbre, le enseñan una botella de arrak, que él destapa con la trompa luego, y bebe a sorbo tendido; sólo que el cornac tiene que andar con cuidado, y no hacerle esperar la botella mucho, porque le puede suceder lo que al pintor francés que, para pintar a un elefante mejor, le dijo a su criado que se lo entretuviese con la cabeza alta tirándole frutas a la trompa, pero el criado se divertía haciendo como que echaba al aire fruta sin tirarla de veras, hasta que el elefante se enojó, y se le fue encima a trompazos al pintor, que se levantó del suelo medio muerto, y todo lleno de pinturas. What he likes is the good wine, and the arrak, which is the rum from India, so much that the cornacs know his appetite, and when they want him to work more than usual, they teach him a bottle of arrak, which he uncover with the trunk later, and drink with sip lying; only that the cornac has to be careful, and not make the bottle wait long, because what could happen to the French painter who, to paint a better elephant, told his servant to entertain him with his head high by throwing him fruit to the horn, but the servant had fun doing that he threw fruit into the air without really throwing it, until the elephant got angry, and it went over in a flash to the painter, who got up from the floor half dead, and all full of paintings. Es bueno el elefante de naturaleza, y se deja domar del hombre, que lo tiene de bestia de carga, y va sobre él, sentado en un camarín de colgaduras, a pelear en las guerras de Asia, o a cazar el tigre, como desde una torre segura. The elephant of nature is good, and it lets itself be tamed by the man, who has it as a beast of burden, and goes over it, sitting in a dressing room, to fight in the wars of Asia, or to hunt the tiger, as if from a safe tower. Los príncipes del Indostán van a sus viajes en elefantes cubiertos de terciopelos de mucho bordado y pedrería, y cuando viene de Inglaterra otro príncipe, lo pasean por las calles en el camarín de paño de oro que va meciéndose sobre el lomo de los elefantes dóciles, y el pueblo pone en los balcones sus tapices ricos, y llena las calles de hojas de rosa. The princes of Hindustan go on their journeys in elephants covered with velvets of much embroidery and rhinestones, and when another prince comes from England, they walk through the streets in the dressing room of golden cloth that is rocking on the back of the docile elephants, and the people put their rich tapestries on the balconies, and fill the streets with rose leaves.

En Siam no es sólo cariño lo que le tienen al elefante, sino adoración, cuando es de piel clara, que allí creen divina, porque la religión siamesa les enseña que Buda vive en todas partes, y en todos los seres, y unas veces en unos y otras en otros, y como no hay vivo de más cuerpo que el elefante, ni color que haga pensar mas en la pureza que lo blanco, al elefante blanco adoran, como si en él hubiera más de Buda que en los demás seres vivos. In Siam it is not only love what they have for the elephant, but worship, when it is clear skin, that they believe there is divine, because the Siamese religion teaches them that Buddha lives everywhere, and in all beings, and sometimes in and others in others, and as there is no body alive more than the elephant, no color that makes one think more of purity than white, the white elephant adore, as if there were more of Buddha than in other living beings . Le tienen palacio, y sale a la calle entre hileras de sacerdotes, y le dan las yerbas más finas y el mejor arrak, y el palacio se lo tienen pintado como un bosque, para que no sufra tanto de su prisión, y cuando el rey lo va a ver es fiesta en el país, porque creen que el elefante es dios mismo, que va decir al rey el buen modo de gobernar. They have a palace for him, and he goes out into the street among rows of priests, and they give him the finest herbs and the best arrak, and the palace is painted like a forest, so that he does not suffer so much from his prison, and when the king he is going to see it is a party in the country, because they believe that the elephant is god himself, that he will tell the king the proper way to govern. Y cuando el rey quiere regalar a un extranjero algo de mucho valor, manda hacer una caja de oro puro, sin liga de otro metal, con brillantes alrededor, y dentro pone, como una reliquia, recortes de pelo del elefante blanco. And when the king wants to give a foreigner something of great value, he orders to make a box of pure gold, without a league of another metal, with diamonds around, and inside he puts, like a relic, haircuts of the white elephant. En África no los miran los pueblos del país como dioses, sino que les ponen trampas en el bosque, y se les echan encima en cuanto los ven caer, para alimentarse de la carne, que es fina y jugosa: o los cazan por engaño, porque tienen enseñadas a las hembras, que vuelven al corral por el amor de los hijos, y donde saben que andan una manada de elefantes libres les echan a las hembras a buscarlos, y la manada viene sin desconfianza detrás de las madres que vuelven adonde sus hijuelos: y allí los cazadores los enlazan, y los van domando con el cariño y la voz, hasta que los tienen ya quietos, y los matan para llevarse los colmillos. In Africa the people of the country do not see them as gods, but they put traps in the forest, and they are thrown over them as soon as they see them fall, to feed on the meat, which is fine and juicy: or they are hunted by deceit, because they have taught the females, they return to the corral for the love of the children, and where they know they are walking a herd of free elephants they throw the females to look for them, and the herd comes without distrust behind the mothers who return to where their hijuelos: and there the hunters link them, and they are taming them with affection and the voice, until they are already quiet, and they kill them to take their fangs.

Partidas enteras de gente europea están por África cazando elefantes; y ahora cuenta los libros de una gran cacería, donde eran muchos los cazadores. Entire parties of European people are in Africa hunting elephants; and now he tells the books of a great hunt, where there were many hunters. Cuentan que iban sentados a la mujeriega en sus sillas de montar, hablando de la guerra que hacen en el bosque las serpientes al león, y de una mosca venenosa que les chupa la piel a los bueyes hasta que se la seca y los mata, y de lo lejos que saben tirar la azagaya y la flecha los cazadores africanos; y en eso estaban, y en calcular cuándo llegarían a las tierras de Tippu Tib, que siempre tiene muchos colmillos que vender, cuando salieron de pronto a un claro de esos que hay en África en medio de los bosques, y vieron una manada de elefantes allí al fondo del claro, unos durmiendo de pie, contra los troncos de los árboles, otros paseando juntos y meciendo el cuerpo de un lado a otro, otros echados sobre la yerba, con las patas de atrás estiradas. They say that they were sitting to the woman in their saddles, talking about the war they do in the forest the snakes to the lion, and a poisonous fly that sucks the skin of the oxen until it dries and kills them, and how far the African hunters can throw the arrow and the arrow; and there they were, and in calculating when they would arrive in the land of Tippu Tib, which always has many fangs to sell, when they suddenly went to a clearing of those in Africa in the middle of the woods, and saw a herd of elephants there at the bottom of the clearing, some sleeping on their feet, against the trunks of the trees, others strolling together and rocking their bodies from one side to the other, others lying on the grass, with their back legs stretched out. Les cayeron encima todas las balas de los cazadores. All the hunter's bullets fell on them. Los echados se levantaron de un impulso. The pitchers rose from an impulse. Se juntaron las parejas. Couples got together. Los dormidos vinieron trotando donde estaban los demás. The sleepers came trotting where the others were. Al pasar junto a la poza, se llenaban de un sorbo la trompa. As they passed by the pool, they filled the trunk with a sip. Gruñían y tanteaban el aire con la trompa. They growled and groped the air with their trunks. Todos se pusieron alrededor de su jefe. They all put themselves around their boss. Y la caza fue larga; los negros les tiraban lanzas y azagayas y flechas: los europeos escondidos en los yerbales, les disparaban de cerca los fusiles: las hembras huían, despedazando los cañaverales como si fueran yerbas de hilo: los elefantes huían de espaldas, defendiéndose con los colmillos cuando les venía encima un cazador. And the hunting was long; the blacks threw them spears and arrowheads and arrows: the Europeans hiding in the yerbaks, they shot their rifles up close: the females fled, tearing the reedbeds as if they were grass of thread: the elephants fled on their backs, defending themselves with their fangs when they a hunter was coming. El más bravo le vino a un cazador encima, a un cazador que era casi un niño, y estaba solo atrás, porque cada uno había ido siguiendo a su elefante. The bravest came to a hunter over, to a hunter who was almost a child, and he was alone behind, because each one had been following his elephant. Muy colmilludo era el bravo, y venía feroz. Very fanged was the bravo, and he came fierce. El cazador se subió a un árbol, sin que lo viese el elefante, pero él lo olió enseguida y vino mugiendo, alzó la trompa como para sacar de la rama al hombre, con la trompa rodeó el tronco, y lo sacudió como si fuera un rosal: no lo pudo arrancar, y se echó de ancas contra el tronco. The hunter climbed a tree, without being seen by the elephant, but he smelled it immediately and came mooing, raised his trunk as if to take the man out of the branch, with his trunk around the trunk, and shook him as if it were a rose: could not tear it off, and fell on its haunches against the trunk. El cazador, que ya estaba al caerse, disparó su fusil, y lo hirió en la raíz de la trompa. The hunter, who was already falling, fired his rifle, and wounded him in the root of the trunk. Temblaba el aire, dicen, de los mugidos terribles, y deshacía el elefante el cañaveral con las pisadas, y sacudía los árboles jóvenes, hasta que de un impulso vino contra el del cazador, y lo echó abajo. The air trembled, they say, of the terrible mooing, and the elephant unraveled the cane with the footsteps, and shook the young trees, until of an impulse it came against the hunter, and it fell down. ¡Abajo el cazador, sin tronco a que sujetarse! Down with the hunter, with no trunk to hold on to! Cayó sobre las patas de atrás del elefante, y se le agarró, en el miedo de la muerte, de una pata de atrás. He fell on the back legs of the elephant, and was caught, in the fear of death, of a hind leg. Sacudírselo no podía el animal rabioso, porque la coyuntura de la rodilla la tiene el elefante tan cerca del pie que apenas le sirve para doblarla. The angry animal could not shake it, because the joint of the knee has the elephant so close to the foot that it hardly serves to bend it. ¿Y cómo se salva de allí el cazador? And how is the hunter saved from there? Corre bramando el elefante. The elephant runs bellowing. Se sacude la pata contra el tronco más fuerte, sin que el cazador se le ruede, porque se le corre adentro y no hace más que magullarle las manos. The leg is shaken against the strongest trunk, without the hunter rolling, because it runs inside and does nothing but bruise his hands. ¡Pero se caerá por fin, y de una colmillada va a morir el cazador! But it will fall at last, and from a tusk the hunter will die! Saca su cuchillo, y se lo clava en la pata. He takes out his knife, and sticks it in his leg. La sangre corre a chorros, y el animal enfurecido, aplastando el matorral, va al río, al río de agua que cura. Blood runs in streams, and the enraged animal, crushing the thicket, goes to the river, to the river of curing water. Y se llena la trompa muchas veces, y la vacía sobre la herida, la echa con fuerza que lo aturde, sobre el cazador. And he fills his trunk many times, and empties it over the wound, throws it hard that stuns him, on the hunter. Ya va a entrar más a lo hondo el elefante. The elephant is going to enter more deeply. El cazador le dispara las cinco balas de su revólver en el vientre, y corre, por si se puede salvar, a un árbol cercano, mientras el elefante, con la trompa colgando, sale a la orilla, y se derrumba. The hunter fires the five bullets from his revolver in the belly, and runs, in case you can save, a nearby tree, while the elephant, with the trunk hanging, comes to the shore, and collapses.