A mi aire 146: La noche de Reyes, propós (5 de enero, 2015)
mi aire 146: La noche de Reyes, propósitos para el 2015, Thomas y Pablo (5 de enero, 2015)
Hola amigos, bienvenidos de nuevo a "A mi aire".
Me alegro mucho de teneros conmigo un año más. Hoy... es 5 de enero, esta noche es mágica porque llegan los Reyes Magos con regalos para todos los niños del mundo, por lo menos llegan con regalos para todos los niños españoles. Para nosotros es una noche muy especial y os voy a empezar hablando un poquito de eso. Después os contaré lo que pienso siempre al empezar un año nuevo, sobre los propósitos e intenciones. Terminaré el podcast hablándoos de mi amigo Thomas y su gato Pablo. Venga, ¿preparados para escuchar?
Pues vamos. *
- Sssssch, callaros [1], que llegan los Reyes Magos.
Esta noche es mágica, tenéis que dejar los zapatos en el comedor e iros rápidamente a la cama, niños -.- Pero mamá, tenemos que dejar a los Reyes algo para comer y también algo para los camellos -. - A ver, ¿qué? -.- Turrón [2] para los Reyes y ¡agua para los camellos! Esta conversación se repite esta noche en todas las casas. Los niños van a ver la cabalgata [3] que empieza a las cinco y media, hay carrozas [4] bien adornadas, con muchas luces y colores, la gente está disfrazada y alegre en ellas, y al final del desfile los niños ven a los Reyes Magos en grandes carrozas. Los regalos encima de los camellos. ¡Ay, qué nervios se respira entre los pequeñitos! A mí me encanta ver la cara de los chavales [5], en esas caritas puedes leer sus pensamientos, todos se preguntan por sus regalos.- ¿Estará mi regalo encima del camello?- Cada uno tiene su ilusión. Cuando los niños despiden a los Reyes con la manita, se dan la vuelta y dicen a sus padres casi gritando: "¡vamos a casa, que tenemos que poner los zapatos!" Están nerviosísimos. ¡Ay, qué bonita es esa ilusión! Ojalá los niños no la pierdan nunca. Luego nos hacemos mayores y a mucha gente los regalos le dan fatiga, pereza.
Mucha gente piensa: "uf, otra vez Navidad, consumo, gente, ruido, comprar por comprar..." Quizás estas personas han olvidado la ilusión que les hacía de pequeños recibir su libro preferido o el muñeco de peluche. El vivir un cinco de enero con pequeñitos en casa nos devuelve la magia de la Navidad y yo sigo disfrutando esta noche tanto en Madrid como en Suiza. Mañana me levantaré en mi piso de Zúrich y no encontraré regalos en mi zapato, pero me acordaré de cuando los recibía y de la ilusión que me hacía. Pensaré en la ilusión de los niños pequeños de mi familia y me imaginaré esos ojitos brillantes, esas caras de asombro, la alegría al abrir los regalos... Eso me bastará para pasar un buen día.
¿Habéis empezado bien el año?
¿Tenéis buenos propósitos? Yo cada año pienso en tres cosas: lo que quiero seguir haciendo, lo que quiero dejar de hacer y me planteo nuevos objetivos, nuevas metas. A ver, vamos a lo primero: ¿qué quiero seguir haciendo? Eso siempre es fácil. Hay muchas cosas que quiero seguir haciendo, por ejemplo quiero continuar yendo al gimnasio y seguir haciendo excursiones a la montaña. Ahora empezaré a hacer rutas con las raquetas de nieve y eso me apetece muchísimo. También quiero continuar probando cosas nuevas, por ejemplo quiero hacer esquí de travesía. Quiero probarlo con amigos, ir con ellos a la montaña, subir con los esquís que tienen piel de foca y luego bajar por nieve virgen. ¡Huy, esto tiene que ser chulísimo! Me han dicho que hay que tener cuidado y saber esquiar bien porque en nieve virgen no se puede hacer ningún fallo; esto es lo que me da más respeto, lo de no tener que hacer ningún fallo... ¿Sabéis lo que le pasó a un amigo mío? Pues que se fue solo de travesía y bajando por nieve virgen se rompió una pierna. En esa época no existían los móviles y él tuvo que esperar a que le encontrara alguien porque no se podía mover... ¡Vaya!, toda una aventura. Tuvo la suerte de que le vieron dos esquiadores, llamaron al helicóptero y así fue trasladado al hospital. En fin, creo que accidentes siempre pueden ocurrir, no quiero pensar en eso, creo que hay que ser un poquito valiente y probar cosas nuevas con precaución. Yo haré esquí de travesía, sí, y ya os contaré mi aventura en algún podcast. Lo segundo: ¿qué quiero dejar de hacer?
A ver, esta pregunta es más difícil porque yo no fumo, no bebo demasiado, no tengo vicios, creo... Quizás tendría que preguntar a David si yo tengo algún vicio. A veces nuestra pareja nos ve vicios o manías que nosotros mismos no nos vemos. Por ejemplo un vicio de David es el chocolate, él no es consciente, pero casi todas las noches se come una tableta. Yo no, a mí me gusta el chocolate, pero no tanto, además... me cuido un poquillo la línea. ¡Huy, cómo estaría yo si me comiera todas las noches una tableta de chocolate! ¡Gorda como una vaca! Bueno, sigo pensando... ¡Ah!, ya sé, quiero quejarme menos y ver la vida de forma más positiva. Sí, eso sería algo, ¿no? Vamos a dejar de quejarnos y mirar hacia delante con positivismo. Esto me gusta. Lo tercero: ¿qué nuevo objetivo tengo para el año que empieza?
Pues a ver, mi propósito es.. ¡ay, no lo sé! Creo que todavía no he pensado suficiente en ello. Creo que mi propósito es ser feliz y que el 2015 me traiga muy buenos y dulces momentos. Me acuerdo aquí de lo que decía Jorge Bucay en su libro de el Camino de la Felicidad. Para ser felices hay que tener objetivos concretos, porque ya solo con esa ilusión de avanzar [6] hacia una meta, andando el camino se encuentra la felicidad. Así que realmente tengo que buscar un objetivo por el que luchar para ser feliz. Parece fácil, ¿no? Bueno, pues seguiré pensando en ponerme algún objetivo para el 2015, ¡a ver cuál! *
Os voy a contar la historia de un amigo mío y su gato.
Ayayay, ¡qué problemas, tiene este hombre! Thomas se cambió de piso en noviembre. Al principio él vivía en un bajo con jardín, su gato salía y entraba cuando quería, los dos vivían felices ahí, pero se tuvieron que ir porque iban a tirar [7] el edificio y hacer una torre de 70 viviendas. Él se quejaba: "Ay, Alicia, yo como un tonto siempre fan de las cooperativas porque son muy sociales y ahora me hacen esto a mí, sí, ¡a mí!, me echan [8] de la casa." - Yo pensé que Thomas tenía un poquito de razón. El objetivo de algunas cooperativas es hacer muchos pisos en poco espacio, entonces tiran los pequeños bloques de casas como en el que vive mi amigo y hacen una torre alta con pisos baratos. Como en Zúrich faltan viviendas económicas, en principio la idea no está mal, pero cuando te afecta a ti directamente..., es una faena [9] enorme y entiendo que esté enfadado. Bueno, el caso es que se tuvo que cambiar de piso y encontró un apartamento en Seebach. Ahora vive en un tercer piso de dos habitaciones y media suficientemente grande para él y su minino [10]. El problema de Thomas era que el gato no podía salir. -¿cómo, Alicia? A ver -, me decía Thomas, - ¿cómo va a salir mi pobre gato?-. - Ay Thomas, pues que salga contigo por la puerta y cuando vuelvas del trabajo lo recoges y que suba contigo -.- Pero Alicia, ¿cómo dices eso tú, que tienes también un gato? ¿No ves que hace frío y que ahora llueve o nieva? ¿Y si Pablo quiere comer o descansar? Sí, sí, habéis entendido bien, el gato de Thomas se llama Pablo. Bueno, pues mi amigo decidió entonces comprar una escalera hecha a medida para su gato Pablo. Le compró una buena escalera por 200 francos. - Uf, un poco cara -, se dijo mi amigo, - 200 francos por una escalera... Bueno, todo por Pablo, se la regalo por Navidad -. Y así fue, Thomas regaló a su gatito una escalera hecha a medida por Navidad y la montó [11]. La escalera quedó preciosa, pero a Pablo... No le gustó mucho esa escalera, tenía miedo de bajar por ella. Se subía al tejado, miraba la escalera receloso [12] e indeciso [13] y se volvía a meter en casa. Thomas estaba desesperado. Se ponía al pie de la escalera y le llamaba: "Pablo baja, ven bonito, baja, baja por la escalera, vamos, ven, ven bonito". Pero Pablo no le hacía ni caso [14], le miraba desde arriba, se sentaba en el borde y se volvía para casa. Mientras los vecinos miraban al hombre recién mudado [15] que llamaba a Pablo desesperado al pie de una estrecha escalera y le suplicaba que bajara. La historia ha terminado que el gato no quiere bajar por la escalera nueva y los vecinos piensan que Thomas está un poquito loco, piensan que Thomas quería que su amigo Pablo bajara por la escalera, los vecinos no saben que ¡Pablo es un gato!
Ya llegamos al final de este podcast, pero antes de terminar decidme, ¿ya sabéis qué queréis seguir haciendo y qué queréis dejar de hacer en el 2015?
¿Tenéis propósitos para el nuevo año? Escribídmelo en la págna web, que me encanta leer vuestros comentarios. Y yo os espero el 16 de enero aquí, en la página web www.podclub.ch o vía app, ya lo sabéis.
Entonces haremos un viaje hasta las islas Canarias y os hablaré de Tenerife. Cuidaros y ¡feliz año a todos! [1] callaros: ¡silencio!
¡no habléis! [2] turrón: dulce típico de Navidad [3] cabalgata: desfile del día 5 de enero en el que están los Reyes Magos
[4] carrozas: camiones muy adornados y muy bonitos que desfilan en la cabalgata de Reyes
[5] chavales: niños
[6] avanzar: ir hacia delante
[7] tirar: derrumbar, echar abajo
[8] echar de casa: tener que salir de la casa a la fuerza y sin querer
[9] una faena: una mala pasada
[10] minino: gatito, es una forma cariñosa de llamar a un gato
[11] la montó: la puso, la colocó desde el balcón hasta la calle
[12] receloso: sin confianza, con un poco de miedo, con sospecha
[13] indeciso: sin decisión y sin valor para bajar por la escalera, dudando
[14] no hacer caso: no tener en cuenta, no escuchar
[15] recién mudado: que se acababa de cambiar de casa, el nuevo inquilino, el nuevo vecino