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Pepa Villa - Cenizas Callientes, Parte (4)

Parte (4)

Capítulo 7 Doro se da cuenta al momento de que la pareja que entra en el club son los amigos de Raúl. Como todos los que no están acostumbrados a estos ambientes, Pepa y Albert tratan de aparentar una naturalidad que no sienten. Al ver a las chicas del local, Pepa se acuerda del hotel de Castelldefels y una lucecita se enciende en su cabeza. −Oye, Albert, ¿el hotel de Castelldefels…? −empieza a preguntar, pero Doro la interrumpe. −Hola. Vosotros dos sois los amigos de Raúl, ¿no? Se acercan cuatro chicas. Hablan entre ellas, miran a Albert, le dicen cosas y ríen. −Sí −responde Pepa−. ¿Tú eres Doro? Albert se apoya en la barra. Está nervioso y tiene la boca seca. Una camarera le pregunta qué quiere. −Agua, por favor −pide Albert. −Ponle un whisky −dice Doro−. Y otro para la señorita. Con agua. Una de las chicas que coquetean con Albert lleva un vaso en la mano y lo deja en la barra. Albert, distraído y sediento, se lo bebe de un trago. −¡Hala! ¿Qué has hecho, tío? −pregunta la camarera que les sirve los dos whiskys. Las cuatro chicas ríen. −¿Qué? ¿Qué pasa? −pregunta Albert. −¿Qué ocurre? −pregunta Pepa. −¿De qué coño43 os reís vosotras? −pregunta Doro a las chicas. Книги на испанском от hispanoteca.ru −Se ha bebido el vaso de Judith −dice la camarera. −¿Y qué pasa? −dice Doro. −Nada… −dice Judith sonriendo. −¿Qué tenía el vaso? −pregunta Pepa. −Agua… −dice entre risas−. Y éxtasis líquido. −¿Éxtasis? ¿Qué pasa con el éxtasis? −pregunta Pepa. −¡Bah! Nada. Pero no es bueno mezclarlo con alcohol. Demasiado tarde. Albert se ha bebido su whisky y ahora está bebiendo agua. −El maletín −dice−. ¿Dónde está mi maletín? −A lo mejor Veloz sabe algo. No es seguro… A lo mejor… −dice Doro. −¿Veloz es el que conducía la moto? −pregunta Pepa−. ¿El que le robó el maletín? −Veloz es un intermediario. Los que compran y los que venden, todos conocen a Veloz. −O sea, que ahora tenemos que ver a Veloz. ¿Dónde está? ¿Cómo es? −En la calle Santa Mónica, justo al lado del Pastís44 , hay un local con un letrero en el que dice «Cerrajero 24 horas. Se abren casas, coches y cajas fuertes». Veloz está siempre allí. Es parapléjico. −¿Y cómo lo hace para abrir puertas? Doro mira a Pepa con compasión. ¡Qué chica tan inocente! Книги на испанском от hispanoteca.ru −Veloz tiene empleados, gente que trabaja para él. Muy buenos. Lo abren todo. Si pagas, claro. ¿Podéis pagar bien? Pepa dice que sí con la cabeza y le da las gracias a Doro. Salen. Книги на испанском от hispanoteca.ru Книги на испанском от hispanoteca.ru Capítulo 8 Albert anda de forma rara. A veces muy lento, a veces muy rápido. Mira a todos lados con los ojos muy abiertos. Mueve los labios pero no habla. Cruzan la Rambla. Un travesti les hace proposiciones. La calle es estrecha y huele mal. A pipí de gato. −¡Vamos! −Pepa tira de Albert−. ¿Por qué te paras? Albert se para porque un tipo pequeño le ha puesto una navaja en el estómago. Otro tipo, un poco más pequeño, pone otra navaja en el cuello de Pepa. Y otro, en la acera de enfrente, les apunta con una pistola automática. Dinero, relojes, móviles… Los chorizos cogen todo lo que llevan Pepa y Albert y se van corriendo. Pepa había dejado al mediodía en su casa el dinero que Albert le dio y solo llevaba cincuenta euros y un móvil barato. Pero el amigo llevaba «pasta gansa». Mucho dinero para recuperar su maletín. Ahora no tiene nada. Adiós al maletín. Pepa siente pena por él. No parece un narcotraficante. Los narcos de las películas no son como Albert. −¡Hey, guapo! ¡Sí, tú, ven! ¡Acércate, hermoso! El travesti de la esquina corre hacia ellos. Los tacones de sus zapatos suenan como castañuelas45 . Albert no se mueve. No habla. El travesti le toca el culo. −¡Pero qué macizo46 , por Dios! He visto lo que os ha pasado. Han sido Las tres mellizas. Os han desplumado47 . −Se dirige a Pepa−. Él es guiri, ¿no? Pero tú pareces de aquí. ¡Eres tonta, niña! ¡Son las dos de la noche! ¡Pasear a estas horas por esta zona con este tío! ¡Venga!¡Un taxi y a casita! Книги на испанском от hispanoteca.ru −Sí, tienes razón −Pepa se siente responsable de lo que les ha pasado. Sabe que esta zona puede ser peligrosa, especialmente si tienes aspecto de turista rico−. Pero no tenemos dinero. Oye, ¿me haces un favor? ¿Tú tienes móvil? ¿Me lo dejas? Solo una llamada, a un amigo. −Vale, pero rápido −saca un móvil del bolso y se lo da a Pepa. Le toca los muslos y la entrepierna a Albert−. Esto por dejarte el móvil −le explica a Pepa. −¡Raúl! ¡Raúl! ¡Qué desastre! Nos han robado. ¿Estás en el garaje? Voy hacia ahí. Tengo que verte. −Niña, ¿qué le pasa a tu novio? ¿Es siempre así o ha tomado algo? −le pregunta el travesti a Pepa. −Muchas gracias −Pepa le devuelve el teléfono al travesti−. Nos vamos. Adiós. Книги на испанском от hispanoteca.ru Книги на испанском от hispanoteca.ru Capítulo 9 Pepa se encuentra con Raúl y le explica lo que ha pasado. Albert está ahora muy nervioso. Habla en inglés y mueve continuamente los brazos y las piernas. Deciden llevarlo al hotel. Pepa lo acompaña y Raúl espera fuera en la calle. El recepcionista le pide la documentación para registrarlo y Albert empieza a desnudarse. −Tú y tu amigo os vais a hacer el idiota a otra parte −dice el recepcionista. Pepa saca a Albert a la calle. −Sin documentación y con el colocón48 que lleva, no podemos ir a ningún sitio −le dice Pepa a Raúl. −Llévalo a tu casa −dice Raúl. −Y tú, ¿qué haces? −Mira, el estríper ese −Albert se ha quitado la chaqueta y la camisa−, que se olvide del maletín. Sin pasta no se puede hacer nada. Pero yo voy a dar una vuelta y a ver a mis colegas. Si sé algo, te aviso. Книги на испанском от hispanoteca.ru Capítulo 10 «Si Carlos está en casa, ¿qué le digo?», piensa Pepa mientras sube las escaleras. Carlos no está en casa. −Siéntate, Albert. ¿Quieres agua? Voy a buscar un poco de agua, ¿de acuerdo? Pepa va a la cocina. En la nevera no hay agua, solo cervezas. Abre un armario y coge una botella. Luego saca hielo del congelador y pone unos cubitos dentro de dos vasos. Mientras hace todo esto, Albert sale a la terraza y se quita toda la ropa. Con los brazos abiertos, respira el aire húmedo de la ciudad. Con los vasos en las manos, Pepa va hacia la terraza. Albert está interpretando una versión personal de la haka49 maorí. En las habitaciones del hotel, justo enfrente de donde vive Pepa, se han encendido un par de luces y una pareja de turistas nórdicos abre la ventana para ver mejor el espectáculo. «¿Es la famosa tuna50 ?», le pregunta la esposa al marido, pensando que es folclore español. −Por favor, Albert. ¡Para! ¡Vamos dentro! −le pide Pepa. Albert no hace caso, sigue cantando y bailando. Pepa ve en la calle a Carlos con su moto. Va al párking donde la guarda por las noches. «Seguro que viene a casa», piensa Pepa. «¿Cómo explico que tengo a un hombre guapo bailando desnudo en la terraza?» −Por favor, Albert. ¡Vístete! Tienes que irte. Carlos sale andando del párking. Pepa coge la mano de Albert, le da un fuerte tirón y lo hace entrar en casa. Ropa. Pepa busca ropa. ¿Dónde están los pantalones de Albert? Mira en la terraza. ¡Mierda! No están. Los ha tirado a la calle. Carlos está buscando las llaves para abrir Книги на испанском от hispanoteca.ru la puerta. Pepa coge una sábana del armario, envuelve con ella a Albert, sale a las escaleras y lo mete en el ascensor. Carlos es muy deportista y siempre sube a pie. A continuación Pepa entra en casa, coge un libro y se sienta en un sillón. Entra Carlos. −Hola, Carlos. Te he llamado al móvil varias veces pero no me has contestado. −He estado muy ocupado. Oye, cariño, yo… Lo siento. Tenemos que hablar con más calma. A las seis sale mi avión −mira el reloj: son las tres−. He venido sólo a recoger mis cosas. Pero el próximo fin de semana podemos vernos. ¿Por qué no vienes a Madrid? He encontrado un apartamento muy bonito y… Suena el timbre. −¿Quién llama a estas horas? Carlos abre la puerta. −¡Raúl! Raúl lleva un maletín. Ha recuperado el maletín de Albert. Ha sido fácil. Dentro solo había harina. Iba a ver a Pepa y a Albert para darles el dichoso maletín y también quería saber por qué Albert está tan preocupado por unos gramos de harina. Raúl se ha encontrado a Albert sentado en el ascensor, vestido como un romano. Al ver a Carlos, entiende por qué. −¡Hombre, el pijo51 ! −dice Raúl. A Raúl no le gusta Carlos−. ¿Está Pepa? Книги на испанском от hispanoteca.ru

−Hola Raúl −Pepa y Raúl se miran. No pueden hablar con Carlos delante−. Es muy tarde. ¿Qué quieres? −Nada −dice Raúl−. Pasaba por aquí… He visto luz y… Ya me voy. Ya me voy. No quiero molestar. −Sí, mejor otro día… Raúl baja a pie las escaleras. El ascensor está en el primer piso. Albert sigue sentado dentro. −Tío, no puedes quedarte aquí −le dice Raúl a Albert. A Albert se le están pasando los efectos del éxtasis, pero aun está confuso. Ve el maletín que lleva Raúl y de pronto lo recuerda todo. −Mi maletín −dice−. ¿Es mi maletín? −Sí, tío, sí. Pero vamos. Vamos a mi casa. Está amaneciendo. Necesitas dormir. Книги на испанском от hispanoteca.ru

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Parte (4) Part (4)

Capítulo 7 Doro se da cuenta al momento de que la pareja que entra en el club son los amigos de Raúl. Como todos los que no están acostumbrados a estos ambientes, Pepa y Albert tratan de aparentar una naturalidad que no sienten. Al ver a las chicas del local, Pepa se acuerda del hotel de Castelldefels y una lucecita se enciende en su cabeza. −Oye, Albert, ¿el hotel de Castelldefels…? −empieza a preguntar, pero Doro la interrumpe. −Hola. Vosotros dos sois los amigos de Raúl, ¿no? Se acercan cuatro chicas. Hablan entre ellas, miran a Albert, le dicen cosas y ríen. −Sí −responde Pepa−. ¿Tú eres Doro? Albert se apoya en la barra. Está nervioso y tiene la boca seca. Una camarera le pregunta qué quiere. −Agua, por favor −pide Albert. −Ponle un whisky −dice Doro−. Y otro para la señorita. Con agua. Una de las chicas que coquetean con Albert lleva un vaso en la mano y lo deja en la barra. Albert, distraído y sediento, se lo bebe de un trago. −¡Hala! ¿Qué has hecho, tío? −pregunta la camarera que les sirve los dos whiskys. Las cuatro chicas ríen. −¿Qué? ¿Qué pasa? −pregunta Albert. −¿Qué ocurre? −pregunta Pepa. −¿De qué coño43 os reís vosotras? −pregunta Doro a las chicas. Книги на испанском от hispanoteca.ru −Se ha bebido el vaso de Judith −dice la camarera. −¿Y qué pasa? −dice Doro. −Nada… −dice Judith sonriendo. −¿Qué tenía el vaso? −pregunta Pepa. −Agua… −dice entre risas−. Y éxtasis líquido. −¿Éxtasis? ¿Qué pasa con el éxtasis? −pregunta Pepa. −¡Bah! Nada. Pero no es bueno mezclarlo con alcohol. Demasiado tarde. Albert se ha bebido su whisky y ahora está bebiendo agua. −El maletín −dice−. ¿Dónde está mi maletín? −A lo mejor Veloz sabe algo. No es seguro… A lo mejor… −dice Doro. −¿Veloz es el que conducía la moto? −pregunta Pepa−. ¿El que le robó el maletín? −Veloz es un intermediario. Los que compran y los que venden, todos conocen a Veloz. −O sea, que ahora tenemos que ver a Veloz. ¿Dónde está? ¿Cómo es? −En la calle Santa Mónica, justo al lado del Pastís44 , hay un local con un letrero en el que dice «Cerrajero 24 horas. Se abren casas, coches y cajas fuertes». Veloz está siempre allí. Es parapléjico. −¿Y cómo lo hace para abrir puertas? Doro mira a Pepa con compasión. ¡Qué chica tan inocente! Книги на испанском от hispanoteca.ru −Veloz tiene empleados, gente que trabaja para él. Muy buenos. Lo abren todo. Si pagas, claro. ¿Podéis pagar bien? Pepa dice que sí con la cabeza y le da las gracias a Doro. Salen. Книги на испанском от hispanoteca.ru Книги на испанском от hispanoteca.ru Capítulo 8 Albert anda de forma rara. A veces muy lento, a veces muy rápido. Mira a todos lados con los ojos muy abiertos. Mueve los labios pero no habla. Cruzan la Rambla. Un travesti les hace proposiciones. La calle es estrecha y huele mal. A pipí de gato. −¡Vamos! −Pepa tira de Albert−. ¿Por qué te paras? Albert se para porque un tipo pequeño le ha puesto una navaja en el estómago. Otro tipo, un poco más pequeño, pone otra navaja en el cuello de Pepa. Y otro, en la acera de enfrente, les apunta con una pistola automática. Dinero, relojes, móviles… Los chorizos cogen todo lo que llevan Pepa y Albert y se van corriendo. Pepa había dejado al mediodía en su casa el dinero que Albert le dio y solo llevaba cincuenta euros y un móvil barato. Pero el amigo llevaba «pasta gansa». Mucho dinero para recuperar su maletín. Ahora no tiene nada. Adiós al maletín. Pepa siente pena por él. No parece un narcotraficante. Los narcos de las películas no son como Albert. −¡Hey, guapo! ¡Sí, tú, ven! ¡Acércate, hermoso! El travesti de la esquina corre hacia ellos. Los tacones de sus zapatos suenan como castañuelas45 . Albert no se mueve. No habla. El travesti le toca el culo. −¡Pero qué macizo46 , por Dios! He visto lo que os ha pasado. Han sido Las tres mellizas. Os han desplumado47 . −Se dirige a Pepa−. Él es guiri, ¿no? Pero tú pareces de aquí. ¡Eres tonta, niña! ¡Son las dos de la noche! ¡Pasear a estas horas por esta zona con este tío! ¡Venga!¡Un taxi y a casita! Книги на испанском от hispanoteca.ru −Sí, tienes razón −Pepa se siente responsable de lo que les ha pasado. Sabe que esta zona puede ser peligrosa, especialmente si tienes aspecto de turista rico−. Pero no tenemos dinero. Oye, ¿me haces un favor? ¿Tú tienes móvil? ¿Me lo dejas? Solo una llamada, a un amigo. −Vale, pero rápido −saca un móvil del bolso y se lo da a Pepa. Le toca los muslos y la entrepierna a Albert−. Esto por dejarte el móvil −le explica a Pepa. −¡Raúl! ¡Raúl! ¡Qué desastre! Nos han robado. ¿Estás en el garaje? Voy hacia ahí. Tengo que verte. −Niña, ¿qué le pasa a tu novio? ¿Es siempre así o ha tomado algo? −le pregunta el travesti a Pepa. −Muchas gracias −Pepa le devuelve el teléfono al travesti−. Nos vamos. Adiós. Книги на испанском от hispanoteca.ru Книги на испанском от hispanoteca.ru Capítulo 9 Pepa se encuentra con Raúl y le explica lo que ha pasado. Albert está ahora muy nervioso. Habla en inglés y mueve continuamente los brazos y las piernas. Deciden llevarlo al hotel. Pepa lo acompaña y Raúl espera fuera en la calle. El recepcionista le pide la documentación para registrarlo y Albert empieza a desnudarse. −Tú y tu amigo os vais a hacer el idiota a otra parte −dice el recepcionista. Pepa saca a Albert a la calle. −Sin documentación y con el colocón48 que lleva, no podemos ir a ningún sitio −le dice Pepa a Raúl. −Llévalo a tu casa −dice Raúl. −Y tú, ¿qué haces? −Mira, el estríper ese −Albert se ha quitado la chaqueta y la camisa−, que se olvide del maletín. Sin pasta no se puede hacer nada. Pero yo voy a dar una vuelta y a ver a mis colegas. Si sé algo, te aviso. Книги на испанском от hispanoteca.ru Capítulo 10 «Si Carlos está en casa, ¿qué le digo?», piensa Pepa mientras sube las escaleras. Carlos no está en casa. −Siéntate, Albert. ¿Quieres agua? Voy a buscar un poco de agua, ¿de acuerdo? Pepa va a la cocina. En la nevera no hay agua, solo cervezas. Abre un armario y coge una botella. Luego saca hielo del congelador y pone unos cubitos dentro de dos vasos. Mientras hace todo esto, Albert sale a la terraza y se quita toda la ropa. Con los brazos abiertos, respira el aire húmedo de la ciudad. Con los vasos en las manos, Pepa va hacia la terraza. Albert está interpretando una versión personal de la haka49 maorí. En las habitaciones del hotel, justo enfrente de donde vive Pepa, se han encendido un par de luces y una pareja de turistas nórdicos abre la ventana para ver mejor el espectáculo. «¿Es la famosa tuna50 ?», le pregunta la esposa al marido, pensando que es folclore español. −Por favor, Albert. ¡Para! ¡Vamos dentro! −le pide Pepa. Albert no hace caso, sigue cantando y bailando. Pepa ve en la calle a Carlos con su moto. Va al párking donde la guarda por las noches. «Seguro que viene a casa», piensa Pepa. «¿Cómo explico que tengo a un hombre guapo bailando desnudo en la terraza?» −Por favor, Albert. ¡Vístete! Tienes que irte. Carlos sale andando del párking. Pepa coge la mano de Albert, le da un fuerte tirón y lo hace entrar en casa. Ropa. Pepa busca ropa. ¿Dónde están los pantalones de Albert? Mira en la terraza. ¡Mierda! No están. Los ha tirado a la calle. Carlos está buscando las llaves para abrir Книги на испанском от hispanoteca.ru la puerta. Pepa coge una sábana del armario, envuelve con ella a Albert, sale a las escaleras y lo mete en el ascensor. Carlos es muy deportista y siempre sube a pie. A continuación Pepa entra en casa, coge un libro y se sienta en un sillón. Entra Carlos. −Hola, Carlos. Te he llamado al móvil varias veces pero no me has contestado. −He estado muy ocupado. Oye, cariño, yo… Lo siento. Tenemos que hablar con más calma. A las seis sale mi avión −mira el reloj: son las tres−. He venido sólo a recoger mis cosas. Pero el próximo fin de semana podemos vernos. ¿Por qué no vienes a Madrid? He encontrado un apartamento muy bonito y… Suena el timbre. −¿Quién llama a estas horas? Carlos abre la puerta. −¡Raúl! Raúl lleva un maletín. Ha recuperado el maletín de Albert. Ha sido fácil. Dentro solo había harina. Iba a ver a Pepa y a Albert para darles el dichoso maletín y también quería saber por qué Albert está tan preocupado por unos gramos de harina. Chapter 7 Doro realizes at the moment that the couple entering the club are Raúl's friends. Like all those who are not used to these environments, Pepa and Albert try to appear natural that they do not feel. Seeing the local girls, Pepa remembers the hotel in Castelldefels and a little light goes on in her head. −Hey, Albert, the hotel in Castelldefels…? − she begins to ask, but Doro interrupts her. hello. You two are Raul's friends, right? Four girls approach. They talk to each other, look at Albert, say things to him and laugh. "Yes," answered Pepa. Are you Doro? Albert leans on the bar. He is nervous and his mouth is dry. A waitress asks him what he wants. "Water, please," asks Albert. "Put him a whiskey," says Doro. And one for the lady. With water. One of the girls who flirts with Albert has a glass in her hand and leaves it on the bar. Albert, distracted and thirsty, drinks it in one gulp. −Hello! What have you done, uncle? -asks the waitress who serves them the two whiskeys. The four girls laugh. −What? What's happening? Albert asks. − What is happening? Peppa asks. −What the hell are you laughing at? Doro asks the girls. Книги на испанском от hispanoteca.ru "He has drunk Judith's glass," says the waitress. − And what happens? says Doro. "Nothing…" says Judith smiling. -What was in the glass? Peppa asks. "Water…" he says between laughs. And liquid ecstasy. −Ecstasy? What about ecstasy? Peppa asks. −Bah! Any. But it is not good to mix it with alcohol. Too late. Albert has drunk his whiskey and is now drinking water. "The briefcase," he says. Where is my briefcase? −Maybe Speedy knows something. It's not sure… Maybe… −says Doro. "Is he who was driving the motorcycle fast?" Pepa asks. The one who stole your briefcase? -Swift is an intermediary. Those who buy and those who sell, everyone knows Veloz. −In other words, now we have to see Speedy. Where is it? What it's like? −On Santa Mónica street, right next to Pastís44, there is a place with a sign that says «Locksmith 24 hours. Houses, cars and safes are opened. Speed is always there. He is paraplegic. -And how does it open doors? Doro looks at Pepa with compassion. What an innocent girl! Книги на испанском от Hispanoteca.ru −Veloz has employees, people who work for him. Very good. They open everything. If you pay, sure. Can you pay well? Pepa nods yes and thanks Doro. They go out. Книги на испанском от hispanoteca.ru Книги на испанском от hispanoteca.ru Chapter 8 Albert walks strangely. Sometimes very slow, sometimes very fast. Look everywhere with wide eyes. He moves his lips but does not speak. They cross the Rambla. A transvestite propositions them. The street is narrow and smells bad. Cat pee. −Come on! −Pepa pulls Albert−. Why do you stop? Albert stops because a small guy has put a knife in his stomach. Another guy, a little smaller, puts another knife to Pepa's neck. And another, on the opposite sidewalk, points an automatic pistol at them. Money, watches, cell phones... The chorizos take everything that Pepa and Albert are carrying and run away. Pepa had left the money that Albert had given her at home at noon and she only had fifty euros and a cheap cell phone. But the friend had "pasta goose". Lots of money to get his briefcase back. Now he has nothing. Goodbye to the briefcase. Pepa feels sorry for him. He doesn't look like a drug dealer. The narcos in the movies are not like Albert. "Hey handsome! Yes, you, come! Come closer, beautiful! The transvestite in the corner runs towards them. The heels of his shoes sound like castanets. Albert doesn't move. He doesn't speak. The transvestite touches her ass. −But what a massif, for God's sake! I've seen what happened to you. They have been the three twins. They have fleeced you. -He addresses Pepa-. He's a foreigner, isn't he? But you look like you're from here. You are silly, girl! It's two o'clock at night! Walking around this area at this hour with this guy! Come on! A taxi home! Книги на испанском от hispanoteca.ru −Yes, you're right −Pepa feels responsible for what has happened to them. He knows this area can be dangerous, especially if you look like a rich tourist. But we have no money. Hey, can you do me a favor? Do you have a mobile? will you let me? Just a call, to a friend. "Okay, but quickly." She takes a cell phone out of her bag and gives it to Pepa. He touches Albert's thighs and crotch. This for leaving you the cell phone −he explains to Pepa. -Raoul! Raul! What a mess! They have stolen. Are you in the garage? I'm going there. I have to see you. - Girl, what's wrong with your boyfriend? Is it always like this or have you taken something? the transvestite asks Pepa. −Thank you very much −Pepa returns the phone to the transvestite−. We go. Bye. Книги на испанском от hispanoteca.ru Книги на испанском от hispanoteca.ru Chapter 9 Pepa meets Raúl and explains what has happened. Albert is now very nervous. He speaks in English and continually moves his arms and legs. They decide to take him to the hotel. Pepa accompanies him and Raúl waits outside on the street. The receptionist asks for the documentation to register him and Albert begins to undress. "You and your friend are going to play the idiot somewhere else," says the receptionist. Pepa takes Albert out into the street. −Without documentation and with the high48 she's got, we can't go anywhere −says Pepa to Raúl. "Take him home," says Raúl. -And you, what do you do? −Look, that stripper −Albert has taken off his jacket and shirt−, forget about the briefcase. Without pasta nothing can be done. But I'm going to go for a walk and see my colleagues. If I know something, I'll let you know. Книги на испанском от hispanoteca.ru Chapter 10 «If Carlos is at home, what do I tell him?», Pepa thinks as she goes up the stairs. Carlos is not at home. "Sit down Albert. Do you want water? I'm going to get some water, okay? Pepa goes to the kitchen. There is no water in the fridge, only beers. He opens a cabinet and grabs a bottle. Then he takes ice out of the freezer and puts some cubes inside two glasses. While doing all this, Albert goes out on the terrace and takes off all his clothes. With open arms, he breathes in the humid city air. With the glasses in her hands, Pepa goes to the terrace. Albert is performing a personal version of the Maori haka49. In the hotel rooms, just opposite where Pepa lives, a couple of lights have been turned on and a couple of Nordic tourists open the window to get a better view of the show. “Is it the famous tuna50?” the wife asks the husband, thinking it is Spanish folklore. "Please Albert. For! Let's go inside! -Pepa asks. Albert pays no attention, continues singing and dancing. Pepa sees Carlos on the street with his motorcycle. He goes to the parking lot where he keeps it at night. "I'm sure he's coming home," Pepa thinks. "How do I explain that I have a handsome man dancing naked on the terrace?" "Please Albert. Put on your clothes! You must leave. Carlos walks out of the parking lot. Pepa takes Albert's hand, gives it a strong tug and makes him go into the house. Clothing. Pepa looks for clothes. Where are Albert's pants? Look on the terrace. Shit! They're not here. He has thrown them into the street. Carlos is looking for the keys to open the door. Pepa takes a sheet from the closet, wraps it around Albert, goes out to the stairs and puts him in the elevator. Carlos is very sporty and always goes up on foot. Then Pepa goes into the house, takes a book and sits in an armchair. Enter Carlos. Hi, Carlos. I have called you on your mobile several times but you have not answered. - I've been very busy. Hey, honey, I… I'm sorry. We have to talk more calmly. At six my plane leaves −look at the clock: it's three−. I just came to collect my things. But next weekend we can see each other. Why don't you come to Madrid? I found a very nice apartment and… The doorbell rings. -Who calls at this hour? Carlos opens the door. -Raoul! Raúl carries a briefcase. He has recovered Albert's briefcase. It has been easy. Inside there was only flour. I was going to see Pepa and Albert to give them the damn briefcase and I also wanted to know why Albert is so worried about a few grams of flour. Raúl se ha encontrado a Albert sentado en el ascensor, vestido como un romano. Al ver a Carlos, entiende por qué. −¡Hombre, el pijo51 ! "Man, posh51!" −dice Raúl. A Raúl no le gusta Carlos−. ¿Está Pepa? Книги на испанском от hispanoteca.ru

−Hola Raúl −Pepa y Raúl se miran. -Hi Raúl -Pepa and Raúl look at each other. No pueden hablar con Carlos delante−. Es muy tarde. ¿Qué quieres? −Nada −dice Raúl−. Pasaba por aquí… He visto luz y… Ya me voy. Ya me voy. I'm going now. No quiero molestar. −Sí, mejor otro día… Raúl baja a pie las escaleras. El ascensor está en el primer piso. The elevator is on the first floor. Albert sigue sentado dentro. −Tío, no puedes quedarte aquí −le dice Raúl a Albert. A Albert se le están pasando los efectos del éxtasis, pero aun está confuso. Albert is wearing off the effects of ecstasy, but he's still confused. Ve el maletín que lleva Raúl y de pronto lo recuerda todo. −Mi maletín −dice−. ¿Es mi maletín? −Sí, tío, sí. Pero vamos. Vamos a mi casa. Está amaneciendo. It is Sunrising. Necesitas dormir. Книги на испанском от hispanoteca.ru

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