Cuáles son las vacunas chinas que se aplican en América Latina y cuál es su eficacia | BBC Mundo
China se ha convertido en un actor clave como proveedor de vacunas para América Latina.
Sus vacunas se están utilizando en más de una decena de países.
Y muchos de ustedes nos pidieron en el canal más información sobre ellas.
Pues bien, a la región han llegado 3 vacunas de diferentes laboratorios, aunque la más
utilizada es la llamada Coronavac, producida por Sinovac.
Y en Chile, donde se ha utilizado esta vacuna en más del 90% de las inmunizaciones, ya
hay datos alentadores sobre su eficacia.
“La vacunación efectivamente está logrando prevenir la enfermedad causada por este virus,
y es digamos que una oportunidad que tenemos para prevenir que este virus
no solamente pueda causarnos una enfermedad que nos lleve a la muerte sino también
una enfermedad que nos pueda debilitar o afectar a nuestra calidad de vida".
En este video te contamos más sobre esta y sobre las otras dos vacunas chinas que se
están usando en América Latina.
Primero dejemos claro que aunque muchos le llaman “la vacuna china”, son 3 distintas:
La de la farmacéutica CanSino Biologics, que se comercializa con el nombre de Convidecia,
la de la empresa estatal china Sinopharm, también llamada Vero Cell
y la de la farmacéutica Sinovac, que se comercializa con el nombre de Coronavac.
Las tres cuentan con la aprobación de las autoridades chinas y varios países latinoamericanos
les han dado luz verde de emergencia.
Según los datos de Airfinity, una empresa que recopila datos de distribución de vacunas
a nivel global, de las 3, la vacuna de los laboratorios CanSino es la menos distribuida en la región.
Hasta mitad de abril solo había llegado a México,
aunque Chile y Argentina tienen acuerdos firmados para recibirla.
Mientras que la vacuna de Sinopharm ha llegado a Bolivia, Argentina, Perú, Venezuela y México.
Pero con diferencia, la de distribución más extendida es la Coronavac, de la farmacéutica
Sinovac, que ha llegado ya a 10 países latinoamericanos: El Salvador, México, República Dominicana,
Colombia, Ecuador, Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.
Aunque las comercializadoras chinas exigen a los gobiernos que no hagan públicos los
precios de las dosis, según los reportes de un medio estatal chino reseñados en la
revista científica británica British Journal of Medicine, tanto Sinopharm como Sinovac
cuestan alrededor de 30 dólares por dosis.
¿Y cómo funcionan estas vacunas?
En contraste con otras vacunas que necesitan de una refrigeración a temperaturas extremadamente
bajas, estas tres vacunas chinas se mantienen entre 2 y 8 grados, en un refrigerador normal,
y varios expertos han señalado que esta característica se adapta bien a países en desarrollo.
Pero no todas utilizan la misma técnica de inmunización.
La vacuna de CanSino, conocida como Convidecia, es una vacuna de vector viral, como la SputnikV
rusa o la de Aztra Zeneca.
Estas vacunas utilizan un adenovirus para transportar una parte activa del coronavirus,
en este caso la proteína de espiga que es clave para entrar en nuestras células, para
que el sistema inmune genere anticuerpos.
Una de las ventajas de esta vacuna es que se administra una sola dosis, a diferencia
de las otras otras dos, la de Sinopharm y Sinovac, que utilizan dos dosis,
y que comparten la misma técnica, que es el método tradicional de vacunación:
inyectan en el cuerpo una versión debilitada o desactivada del virus para generar inmunidad.
¿Y qué eficacia tienen estas vacunas?
Como en algunos países la distribución de estas vacunas ha marchado a toda máquina,
ya se cuenta con estudios en población real y no solo ensayos clínicos.
Por ejemplo, estudios de Brasil y Chile, donde ha sido ya aplicada a millones de personas,
han permitido conocer más detalles de su eficacia, especialmente de la vacuna de Sinovac,
la Coronavac, que como dijimos es la más usada en estos momentos en América Latina.
El Gobierno de Sao Paulo, en Brasil anunció que el porcentaje de efectividad de la vacuna
Coronavac para prevenir la enfermedad es de 50,38%.
Es decir, por encima del mínimo del 50% que requiere la OMS para recomendar una vacuna.
Las autoridades chinas han admitido que esperaban un nivel mayor de eficacia para prevenir totalmente la enfermedad,
y por eso analizan si una tercera dosis pudiera aumentar la protección o tal vez la combinación
con otras vacunas.
Pero hace falta aclarar algo importante: los científicos insisten en que el objetivo más
importante de una vacuna es el de proteger contra la enfermedad grave, contra la covid-19
que hospitaliza a las personas, la que causa la muerte.
Y en ese sentido, los resultados son muy alentadores pues la vacuna Coronavac, que fue efectiva
al 100% para prevenir casos severos y 78% para síntomas leves o necesitada de atención
ambulatoria, según el estudio brasileño.
A estos resultados se sumaron los que presentó el Ministerio de Salud de Chile donde la vacuna
de Sinovac representa más del 90% de las vacunas que ha puesto a su población.
La evaluación de más de 10 millones de personas reveló que 14 días después de la segunda
dosis la vacuna era: 67% efectiva para prevenir la enfermedad con
síntomas. 85% para prevenir hospitalización
89% para prevenir ingreso a la UCI y 80% para prevenir la muerte por el virus.
Con una sola dosis las cifras de eficacia en hospitalización, ingreso a la UCI y muertes
se redujeron en algunos casos a la mitad.
De ahí la importancia de mantener las medidas de contención del virus aún cuando se haya
recibido una primera dosis y no dejar de vacunarse con la segunda.
También hay que decir que desde el principio las autoridades chinas han sido esquivas en compartir información.
Y por ejemplo, ninguna de las tres vacunas ha publicado los resultados de la última
fase de ensayos clínicos en una revista especializada para ser revisada por la comunidad científica internacional.
Aunque de la vacuna de Cansino se sabe que ha realizado estudios de la tercera y última
fase de pruebas en países como Rusia, Chile, México y Argentina.
Las autoridades chinas dijeron que esta vacuna es efectiva en un 65,7% para prevenir la enfermedad.
Además, las vacunas de Sinopharm y Sinovac sí han compartido sus datos con la OMS, que
dijo son compatibles con los requisitos que pide la organización y que según la información
que han recibido las vacunas son seguras.
En general estos resultados, son para muchos expertos muy positivos y permiten lo más
importante en estos momentos: salvar vidas y no provocar una enfermedad grave que requiera hospitalización.
