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Libro Completo: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo VIII

Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo VIII

Capítulo VIII - Donde se cuenta lo que le sucedió a don Quijote yendo a ver su señora [*] Dulcinea del Toboso

«¡Bendito sea el poderoso Alá [1]!», dice Hamete Benengeli al comienzo deste octavo capítulo. «¡Bendito sea Alá!», repite tres veces, y dice que da estas bendiciones por ver que tiene ya en campaña a don Quijote y a Sancho, y que los letores de su agradable historia pueden hacer cuenta que desde este punto comienzan las hazañas y donaires de don Quijote y de su escudero [2]; persuádeles que se les olviden las pasadas caballerías del ingenioso hidalgo y pongan los ojos en las que están por venir, que desde agora en el camino del Toboso comienzan, como las otras comenzaron en los campos de Montiel [3], y no es mucho lo que pide para tanto como él promete; y, así, prosigue, diciendo:

Solos quedaron don Quijote y Sancho, y apenas se hubo apartado Sansón, cuando comenzó a relinchar Rocinante y a sospirar el rucio [4], que de entrambos, caballero y escudero, fue tenido a buena señal y por felicísimo agüero; aunque, si se ha de contar la verdad, más fueron los sospiros y rebuznos del rucio que los relinchos del rocín, de donde coligió Sancho que su ventura había de sobrepujar y ponerse encima de la de su señor, fundándose no sé si en astrología judiciaria que él se sabía [5], puesto que la historia no lo declara: solo le oyeron decir que cuando tropezaba o caía se holgara no haber salido de casa, porque del tropezar o caer no se sacaba otra cosa sino el zapato roto o las costillas quebradas [6]; y aunque tonto, no andaba en esto muy fuera de camino. Díjole don Quijote:

—Sancho amigo, la noche se nos va entrando a más andar [7], y con más escuridad de la que habíamos menester para alcanzar a ver con el día al Toboso, adonde tengo determinado de ir antes que en otra aventura me ponga, y allí [*] tomaré la bendición y buena licencia de la sin par Dulcinea; con la cual licencia pienso y tengo por cierto de acabar y dar felice cima [*] a toda peligrosa aventura, porque ninguna cosa desta vida hace más valientes a los caballeros andantes que verse favorecidos de sus damas [8].

—Yo así lo creo —respondió Sancho—, pero tengo por dificultoso que vuestra merced pueda hablarla ni verse con ella, en parte a lo menos que pueda recebir su bendición, si ya no se la echa desde las bardas del corral, por donde yo la vi la vez primera, cuando le llevé la carta donde iban las nuevas de las sandeces y locuras que vuestra merced quedaba haciendo en el corazón de Sierra Morena.

—¿Bardas de corral se te antojaron aquellas, Sancho —dijo don Quijote—, adonde o por donde viste aquella jamás bastantemente alabada gentileza y hermosura? No debían de ser sino galerías, o corredores, o lonjas o como las llaman [9], de ricos y reales palacios.

—Todo pudo ser —respondió Sancho—, pero a mí bardas me parecieron, si no es que soy falto de memoria.

—Con todo eso, vamos allá, Sancho —replicó don Quijote—, que, como yo la vea, eso se me da que sea por bardas que por ventanas [10], o por resquicios, o verjas de jardines, que cualquier rayo que del sol de su belleza llegue a mis ojos alumbrará mi entendimiento y fortalecerá [*] mi corazón, de modo que quede único y sin igual en la discreción y en la valentía [11].

—Pues en verdad, señor —respondió Sancho—, que cuando yo vi ese sol de la señora Dulcinea del Toboso, que no estaba tan claro, que pudiese echar de sí rayos algunos [12]; y debió de ser que como su merced estaba ahechando aquel trigo que dije [13], el mucho polvo que sacaba se le puso como nube ante el rostro y se le escureció.

—¡Que todavía das, Sancho —dijo don Quijote—, en decir, en pensar, en creer y en porfiar que mi señora Dulcinea ahechaba trigo, siendo eso un menester y ejercicio que va desviado de todo lo que hacen y deben hacer las personas principales, que están constituidas y guardadas para otros ejercicios y entretenimientos, que muestran a tiro de ballesta su principalidad [14]! Mal se te acuerdan a ti, ¡oh Sancho!, aquellos versos de nuestro poeta donde nos pinta las labores que hacían allá en sus moradas de cristal aquellas cuatro ninfas que del Tajo amado sacaron las cabezas [15] y se sentaron a labrar en el prado verde aquellas ricas telas que allí el ingenioso poeta nos describe, que todas eran de oro, sirgo y perlas contestas y tejidas [16]. Y desta manera debía de ser el de mi señora cuando tú la viste [17], sino que la envidia que algún mal encantador debe de tener a mis cosas, todas las que me han de dar gusto trueca y vuelve en diferentes figuras [*] que ellas tienen; y, así, temo que en aquella historia que dicen que anda impresa de mis hazañas, si por ventura ha sido su autor algún sabio mi enemigo, habrá puesto unas cosas por otras, mezclando con una verdad mil mentiras, divertiéndose a contar otras acciones fuera de lo que requiere la continuación de una verdadera historia [18]. ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes! Todos los vicios, Sancho, traen un no sé qué de deleite consigo, pero el de la envidia no trae sino disgustos, rancores y rabias [19].

—Eso es lo que yo digo también —respondió Sancho—, y pienso que en esa leyenda o historia que nos dijo el bachiller Carrasco que de nosotros había visto debe de andar mi honra a coche acá, cinchado [20], y, como dicen, al estricote, aquí y allí, barriendo las calles [21]. Pues a fe de bueno que no he dicho yo mal de ningún encantador, ni tengo tantos bienes que pueda ser envidiado; bien es verdad que soy algo malicioso y que tengo mis ciertos asomos de bellaco, pero todo lo cubre y tapa la gran capa de la simpleza mía, siempre natural y nunca artificiosa [22]; y cuando otra cosa no tuviese sino el creer, como siempre creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la santa Iglesia Católica Romana [23], y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judíos, debían los historiadores tener misericordia de mí y tratarme bien en sus escritos [24]. Pero digan lo que quisieren, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano [25]; aunque por verme puesto en libros y andar por ese mundo de mano en mano, no se me da un higo que digan de mí todo lo que quisieren [26].

—Eso me parece, Sancho —dijo don Quijote—, a lo que sucedió a un famoso poeta destos tiempos, el cual, habiendo hecho una maliciosa sátira contra todas las damas cortesanas [27], no puso ni nombró en ella a una dama que se podía dudar si lo era o no; la cual, viendo que no estaba en la lista de las demás, se quejó al poeta diciéndole que qué había visto en ella para no ponerla en el número de las otras, y que alargase la sátira y la pusiese en el ensanche [28]: si no, que mirase para lo que había nacido [29]. Hízolo así el poeta, y púsola cual no digan dueñas [30], y ella quedó satisfecha, por verse con fama, aunque infame. También viene con esto lo que cuentan de aquel pastor que puso fuego y abrasó el templo famoso de Diana, contado por una de las siete maravillas del mundo, solo porque quedase vivo su nombre en los siglos venideros; y aunque se mandó que nadie le nombrase, ni hiciese por palabra o por escrito mención de su nombre, porque no consiguiese el fin de su deseo, todavía se supo que se llamaba Eróstrato [31]. También alude a esto lo que sucedió al grande emperador Carlo Quinto [*] con un caballero en Roma. Quiso ver el Emperador aquel famoso templo de la Rotunda [32], que en la antigüedad se llamó el templo de todos los dioses, y ahora con mejor vocación [33] se llama de todos los santos, y es el edificio que más entero ha quedado de los que alzó la gentilidad en Roma, y es el que más conserva la fama de la grandiosidad y magnificencia de sus fundadores: él es de hechura de una media naranja [34], grandísimo en estremo, y está muy claro, sin entrarle otra luz que la que le concede una ventana, o, por mejor decir, claraboya redonda, que está en su cima; desde la cual mirando el Emperador el edificio, estaba con él y a su lado un caballero romano, declarándole los primores y sutilezas de aquella gran máquina y memorable arquitetura [35]; y habiéndose quitado de la claraboya, dijo al Emperador: «Mil veces, Sacra Majestad, me vino deseo de abrazarme con vuestra majestad y arrojarme de aquella claraboya abajo, por dejar de mí fama eterna en el mundo». «Yo os agradezco —respondió el Emperador— el no haber puesto tan mal pensamiento en efeto, y de aquí adelante no os pondré yo en ocasión que volváis a hacer prueba de vuestra lealtad; y, así, os mando que jamás me habléis, ni estéis donde yo estuviere.» Y tras estas palabras le hizo una gran merced. Quiero decir, Sancho, que el deseo de alcanzar fama es activo en gran manera. ¿Quién piensas tú que arrojó a Horacio del puente abajo, armado de todas armas, en la profundidad del Tibre [36]? ¿Quién abrasó el brazo y la mano a Mucio [37]? ¿Quién impelió a Curcio a lanzarse en la profunda sima ardiente que apareció en la mitad de Roma [38]? ¿Quién, contra todos los agüeros que en contra se le habían mostrado, hizo pasar el Rubicón a César [*][39]? Y, con ejemplos más modernos, ¿quién barrenó los navíos y dejó en seco y aislados los valerosos españoles guiados por el cortesísimo Cortés en el Nuevo Mundo [40]? Todas estas y otras grandes y diferentes hazañas son, fueron y serán obras de la fama, que los mortales desean como premios [*] y parte de la inmortalidad que sus famosos hechos merecen, puesto que los cristianos, católicos y andantes caballeros más habemos de atender a la gloria de los siglos venideros, que es eterna en las regiones etéreas y celestes, que a la vanidad de la fama que en este presente y acabable siglo se alcanza [41]; la cual fama, por mucho que dure, en fin se ha de acabar con el mesmo mundo, que tiene su fin señalado [42]. Así, ¡oh Sancho!, que nuestras obras no han de salir del límite que nos tiene puesto la religión cristiana que profesamos. Hemos de matar en los gigantes a la soberbia [43]; a la envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira, en el reposado continente y quietud del ánimo; a la gula y al sueño, en el poco comer que comemos y en el mucho velar que velamos; a la lujuria [*] y lascivia, en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos; a la pereza, con andar por todas las partes del mundo, buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan, sobre cristianos [44], famosos caballeros. Ves aquí, Sancho, los medios por donde se alcanzan los estremos de alabanzas que consigo trae la buena fama.

—Todo lo que vuestra merced hasta aquí me ha dicho —dijo Sancho— lo he entendido muy bien, pero, con todo eso, querría que vuestra merced me sorbiese una duda que agora en este punto me ha venido a la memoria.

—Asolviese quieres decir [45], Sancho —dijo don Quijote—. Di en buen hora, que yo responderé lo que supiere.

—Dígame, señor —prosiguió Sancho—: esos Julios o Agostos [46], y todos esos caballeros hazañosos que ha dicho, que ya son muertos, ¿dónde están agora?

—Los gentiles —respondió don Quijote— sin duda están en el infierno; los cristianos, si fueron buenos cristianos, o están en el purgatorio, o en el cielo [47].

—Está bien —dijo Sancho—, pero sepamos ahora: esas sepulturas donde están los cuerpos desos señorazos ¿tienen delante de sí lámparas de plata, o están adornadas las paredes de sus capillas de muletas, de mortajas, de cabelleras, de piernas y de ojos de cera [48]? Y si desto no, ¿de qué están adornadas?

A lo que respondió don Quijote:

—Los sepulcros de los gentiles fueron por la mayor parte suntuosos templos [49]: las cenizas del cuerpo de Julio César se pusieron sobre una pirámide de piedra de desmesurada grandeza [50], a quien hoy llaman en Roma «la aguja de San Pedro»; al emperador Adriano le sirvió de sepultura un castillo tan grande como una buena aldea, a quien llamaron moles Hadriani [*], que agora es el castillo de Santángel en Roma [51]; la reina Artemisa [*] sepultó a su marido Mausoleo en un sepulcro que se tuvo por una de las siete maravillas del mundo [52]. Pero ninguna destas sepulturas ni otras muchas que tuvieron los gentiles se adornaron con mortajas, ni con otras ofrendas y señales que mostrasen ser santos los que en ellas estaban sepultados.

—A eso voy —replicó Sancho—. Y dígame [*] agora: ¿cuál es más, resucitar a un muerto o matar a un gigante?

—La respuesta está en la mano —respondió don Quijote—: más es resucitar a un muerto.

—Cogido le tengo —dijo Sancho—. Luego la fama del que resucita muertos, da vista a los ciegos, endereza los cojos y da salud a los enfermos, y delante de sus sepulturas arden lámparas, y están llenas sus capillas de gentes devotas que de rodillas adoran sus reliquias, mejor fama será, para este y para el otro siglo [53], que la que dejaron y dejaren cuantos emperadores gentiles y caballeros andantes ha habido en el mundo.

—También confieso esa verdad —respondió don Quijote.

—Pues esta fama, estas gracias, estas prerrogativas, como llaman a esto —respondió Sancho—, tienen los cuerpos y las reliquias de los santos, que con aprobación y licencia de nuestra santa madre Iglesia tienen lámparas, velas, mortajas, muletas, pinturas, cabelleras, ojos, piernas, con que aumentan la devoción y engrandecen su cristiana fama. Los cuerpos de los santos, o sus reliquias, llevan los reyes sobre sus hombros, besan los pedazos de sus huesos, adornan y enriquecen con ellos sus oratorios y sus más preciados altares.

—¿Qué quieres que infiera, Sancho, de todo lo que has dicho? —dijo don Quijote.

—Quiero decir —dijo Sancho— que nos demos a ser santos y alcanzaremos más brevemente la buena fama que pretendemos; y advierta, señor, que ayer o antes de ayer (que, según ha poco, se puede decir desta manera [54]) canonizaron o beatificaron dos frailecitos descalzos [55], cuyas cadenas de hierro con que ceñían y atormentaban sus cuerpos se tiene ahora a gran ventura el besarlas y tocarlas, y están en más veneración que está, según dicen [*], la espada de Roldán en la armería del Rey nuestro Señor, que Dios guarde [56]. Así que, señor mío, más vale ser humilde frailecito, de cualquier orden que sea, que valiente y andante caballero; más alcanzan con Dios dos docenas de diciplinas que dos mil lanzadas [57], ora las den a gigantes, ora a vestiglos o a [*] endriagos [*].

—Todo eso es así —respondió don Quijote—, pero no todos podemos ser frailes, y muchos son los caminos por donde lleva Dios a los suyos al cielo: religión es la caballería, caballeros santos hay en la gloria.

—Sí —respondió Sancho—, pero yo he oído decir que hay más frailes en el cielo que caballeros andantes.

—Eso es —respondió don Quijote— porque es mayor el número de los religiosos que el de los caballeros.

—Muchos son los andantes —dijo Sancho.

—Muchos —respondió don Quijote—, pero pocos los que merecen nombre de caballeros.

En estas y otras semejantes pláticas se les pasó aquella noche y el día siguiente, sin acontecerles cosa que de contar fuese, de que no poco le pesó a don Quijote. En fin, otro día al anochecer [*], descubrieron la gran ciudad del Toboso [58], con cuya vista se le alegraron [*] los espíritus a don Quijote y se le entristecieron a Sancho, porque no sabía la casa de Dulcinea, ni en su vida la había visto, como no la había visto su señor; de modo que el uno por verla y el otro por no haberla visto estaban alborotados [59], y no imaginaba Sancho qué había de hacer cuando su dueño le enviase al Toboso. Finalmente, ordenó don Quijote entrar en la ciudad entrada la noche, y en tanto que la hora se llegaba se quedaron entre unas encinas que cerca del Toboso estaban, y llegado el determinado punto, entraron en la ciudad [60], donde les sucedió [*] cosas que a cosas llegan [61].

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Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo VIII second|part|of|the|ingenious|gentleman|Mr|Quixote|chapter|eight Zweiter Teil von "Der geniale Hidalgo Don Quijote" Kapitel VIII Second Part of "The Ingenious Gentleman Don Quixote" Chapter VIII

Capítulo VIII - Donde se cuenta lo que le sucedió a don Quijote yendo a ver su señora [*] Dulcinea del Toboso chapter|eight|where|himself|he tells|what|that|to him|happened|to|Mr|Quixote|going|to|to see|his|lady|Dulcinea|of the|Toboso Chapter VIII - Where it is told what happened to Don Quixote while going to see his lady [*] Dulcinea del Toboso

«¡Bendito sea el poderoso Alá [1]!», dice Hamete Benengeli al comienzo deste octavo capítulo. blessed|be|the|powerful|Allah|he says|Hamete|Benengeli|at the|beginning|of this|eighth|chapter "Blessed be the mighty Allah [1]!" says Hamete Benengeli at the beginning of this eighth chapter. «¡Bendito sea Alá!», repite tres veces, y dice que da estas bendiciones por ver que tiene ya en campaña a don Quijote y a Sancho, y que los letores de su agradable historia pueden hacer cuenta que desde este punto comienzan las hazañas y donaires de don Quijote y de su escudero [2]; persuádeles que se les olviden las pasadas caballerías del ingenioso hidalgo y pongan los ojos en las que están por venir, que desde agora en el camino del Toboso comienzan, como las otras comenzaron en los campos de Montiel [3], y no es mucho lo que pide para tanto como él promete; y, así, prosigue, diciendo: blessed|be|Allah|he repeats|three|times|and|he says|that|he gives|these|blessings|for|seeing|that|he has|already|in|campaign|to|Mr|Quixote|and|to|Sancho|and|that|the|readers|of|his|pleasant|history|they can|to make|account|that|from|this|point|they begin|the|feats|and|witticisms|of|Mr|Quixote|and|of|his|squire|persuade them|to|themselves|to them|to forget|the|past|knightly adventures|of the|ingenious|gentleman|and|they place|the|eyes|on|the|that|they are|about to|to come|that|from|now|on|the|road|of the|Toboso|they begin|as|the|other|they began|in|the|fields|of|Montiel|and|not|it is|much|what|that|he asks|for|so much|as|he|he promises|and|thus|he continues|saying "Blessed be Allah!" he repeats three times, and says that he gives these blessings for seeing that Don Quixote and Sancho are already on campaign, and that the readers of his pleasant story can count that from this point on the exploits and jests of Don Quixote and his squire [2] begin; he persuades them to forget the past adventures of the ingenious gentleman and to focus on those that are yet to come, which from now on begin on the road to Toboso, just as the others began in the fields of Montiel [3], and it is not much that he asks for so much as he promises; and so he continues, saying:

Solos quedaron don Quijote y Sancho, y apenas se hubo apartado Sansón, cuando comenzó a relinchar Rocinante y a sospirar el rucio [4], que de entrambos, caballero y escudero, fue tenido a buena señal y por felicísimo agüero; aunque, si se ha de contar la verdad, más fueron los sospiros y rebuznos del rucio que los relinchos del rocín, de donde coligió Sancho que su ventura había de sobrepujar y ponerse encima de la de su señor, fundándose no sé si en astrología judiciaria que él se sabía [5], puesto que la historia no lo declara: solo le oyeron decir que cuando tropezaba o caía se holgara no haber salido de casa, porque del tropezar o caer no se sacaba otra cosa sino el zapato roto o las costillas quebradas [6]; y aunque tonto, no andaba en esto muy fuera de camino. Only Don Quixote and Sancho remained, and hardly had Samson stepped away when Rocinante began to neigh and the donkey to sigh, which was taken as a good sign and a very fortunate omen by both the knight and his squire; although, to tell the truth, there were more sighs and brays from the donkey than neighs from the steed, from which Sancho inferred that his fortune would surpass and rise above that of his master, based on I don't know what judicial astrology that he knew, although the story does not declare it: they only heard him say that when he stumbled or fell, he wished he had not left home, because from stumbling or falling, nothing else came but a broken shoe or broken ribs; and although foolish, he was not very far off the mark in this. Díjole don Quijote: Don Quixote said to him:

—Sancho amigo, la noche se nos va entrando a más andar [7], y con más escuridad de la que habíamos menester para alcanzar a ver con el día al Toboso, adonde tengo determinado de ir antes que en otra aventura me ponga, y allí [*] tomaré la bendición y buena licencia de la sin par Dulcinea; con la cual licencia pienso y tengo por cierto de acabar y dar felice cima [*] a toda peligrosa aventura, porque ninguna cosa desta vida hace más valientes a los caballeros andantes que verse favorecidos de sus damas [8]. —Sancho, my friend, the night is advancing on us as we walk, and with more darkness than we needed to see the Toboso by day, where I have determined to go before I embark on another adventure, and there I will take the blessing and good leave of the unparalleled Dulcinea; with which leave I think and am certain I will finish and bring to a happy conclusion any dangerous adventure, because nothing in this life makes wandering knights braver than to be favored by their ladies.

—Yo así lo creo —respondió Sancho—, pero tengo por dificultoso que vuestra merced pueda hablarla ni verse con ella, en parte a lo menos que pueda recebir su bendición, si ya no se la echa desde las bardas del corral, por donde yo la vi la vez primera, cuando le llevé la carta donde iban las nuevas de las sandeces y locuras que vuestra merced quedaba haciendo en el corazón de Sierra Morena. —I believe so —Sancho replied—, but I find it difficult that your grace can speak to her or see her, at least in part to receive her blessing, unless she throws it to you from the corral's walls, where I saw her the first time, when I brought her the letter with the news of the foolishness and madness that your grace was doing in the heart of Sierra Morena.

—¿Bardas de corral se te antojaron aquellas, Sancho —dijo don Quijote—, adonde o por donde viste aquella jamás bastantemente alabada gentileza y hermosura? fences|of|corral|itself|to you|they made you crave|those|Sancho|he said|Mr|Quijote|where|or|through|where|you saw|that|ever|sufficiently|praised|gentility|and|beauty —Did those look like corral fences to you, Sancho —said Don Quixote—, where or by which did you see that ever sufficiently praised gentility and beauty? No debían de ser sino galerías, o corredores, o lonjas o como las llaman [9], de ricos y reales palacios. not|they should|of|to be|but|galleries|or|corridors|or|halls|or|as|the|they call|of|rich|and|royal|palaces They must have been nothing but galleries, or corridors, or arcades, or whatever they call them [9], of rich and royal palaces.

—Todo pudo ser —respondió Sancho—, pero a mí bardas me parecieron, si no es que soy falto de memoria. everything|it could|to be|he responded|Sancho|but|to|me|fences|to me|they seemed|if|not|it is|that|I am|lacking|of|memory —It could all be —Sancho replied—, but to me they looked like fences, unless I am lacking in memory.

—Con todo eso, vamos allá, Sancho —replicó don Quijote—, que, como yo la vea, eso se me da que sea por bardas que por ventanas [10], o por resquicios, o verjas de jardines, que cualquier rayo que del sol de su belleza llegue a mis ojos alumbrará mi entendimiento y fortalecerá [*] mi corazón, de modo que quede único y sin igual en la discreción y en la valentía [11]. with|all|that|let's go|there|Sancho|he replied|Mr|Quijote|that|as|I|it|I see|that|itself|to me|it gives|that|it may be|through|fences|than|through|windows|or|through|cracks|or|grilles|of|gardens|that|any|ray|that|of the|sun|of|its|beauty|it reaches|to|my|eyes|it will illuminate|my|understanding|and|it will strengthen|my|heart|in|way|that|it may remain|unique|and|without|equal|in|the|discretion|and|in|the|bravery —With all that, let’s go there, Sancho —Don Quixote replied—, for, as soon as I see it, it seems to me that it will be through fences rather than through windows [10], or through cracks, or garden gates, for any ray that from the sun of her beauty reaches my eyes will illuminate my understanding and strengthen [*] my heart, so that it remains unique and unmatched in discretion and bravery [11].

—Pues en verdad, señor —respondió Sancho—, que cuando yo vi ese sol de la señora Dulcinea del Toboso, que no estaba tan claro, que pudiese echar de sí rayos algunos [12]; y debió de ser que como su merced estaba ahechando aquel trigo que dije [13], el mucho polvo que sacaba se le puso como nube ante el rostro y se le escureció. —Well, truly, sir —Sancho replied—, when I saw that sun of Lady Dulcinea del Toboso, it was not so clear that it could cast any rays [12]; and it must have been that as your grace was harvesting that wheat I mentioned [13], the much dust it raised covered her face like a cloud and darkened it.

—¡Que todavía das, Sancho —dijo don Quijote—, en decir, en pensar, en creer y en porfiar que mi señora Dulcinea ahechaba trigo, siendo eso un menester y ejercicio que va desviado de todo lo que hacen y deben hacer las personas principales, que están constituidas y guardadas para otros ejercicios y entretenimientos, que muestran a tiro de ballesta su principalidad [14]! —You still insist, Sancho —Don Quixote said—, on saying, thinking, believing, and arguing that my lady Dulcinea was harvesting wheat, when that is a task and exercise that is far removed from all that noble people do and should do, who are constituted and reserved for other exercises and entertainments, which show their nobility at a distance [14]! Mal se te acuerdan a ti, ¡oh Sancho!, aquellos versos de nuestro poeta donde nos pinta las labores que hacían allá en sus moradas de cristal aquellas cuatro ninfas que del Tajo amado sacaron las cabezas [15] y se sentaron a labrar en el prado verde aquellas ricas telas que allí el ingenioso poeta nos describe, que todas eran de oro, sirgo y perlas contestas y tejidas [16]. You poorly remember, oh Sancho!, those verses of our poet where he paints the labors that those four nymphs did in their crystal abodes, who took their heads from the beloved Tagus [15] and sat down to weave in the green meadow those rich fabrics that the ingenious poet describes to us, all of which were made of gold, silk, and pearls, woven and adorned [16]. Y desta manera debía de ser el de mi señora cuando tú la viste [17], sino que la envidia que algún mal encantador debe de tener a mis cosas, todas las que me han de dar gusto trueca y vuelve en diferentes figuras [*] que ellas tienen; y, así, temo que en aquella historia que dicen que anda impresa de mis hazañas, si por ventura ha sido su autor algún sabio mi enemigo, habrá puesto unas cosas por otras, mezclando con una verdad mil mentiras, divertiéndose a contar otras acciones fuera de lo que requiere la continuación de una verdadera historia [18]. And in this way, it should have been with my lady when you saw her [17], except that the envy that some evil enchanter must have for my affairs transforms and changes all that should please me into different figures [*] that they have; and thus, I fear that in that story they say is printed about my exploits, if by chance its author is some wise enemy of mine, he will have put one thing for another, mixing a thousand lies with one truth, amusing himself by recounting other actions outside of what a true story requires to continue [18]. ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes! oh|envy|root|of|infinite|evils|and|worm|of|the|virtues Oh envy, root of infinite evils and decay of virtues! Todos los vicios, Sancho, traen un no sé qué de deleite consigo, pero el de la envidia no trae sino disgustos, rancores y rabias [19]. all|the|vices|Sancho|they bring|a|not|I know|what|of|delight|with them|but|the|of|the|envy|not|it brings|but|displeasures|grudges|and|rage All vices, Sancho, bring a certain delight with them, but envy brings nothing but displeasure, grudges, and rage.

—Eso es lo que yo digo también —respondió Sancho—, y pienso que en esa leyenda o historia que nos dijo el bachiller Carrasco que de nosotros había visto debe de andar mi honra a coche acá, cinchado [20], y, como dicen, al estricote, aquí y allí, barriendo las calles [21]. that|it is|what|that|I|I say|also||Sancho|and|I think|that|in|that|legend|or|history|that|to us|he said|the|bachelor|Carrasco|that|of|us|he had|seen|it must|to|to walk|my|honor|to|coach|here|cinched|and|as|they say|to the|strait|here|and|there|sweeping|the|streets —That is what I say too —Sancho replied—, and I think that in that legend or story that bachelor Carrasco told us he must have seen my honor being dragged around here and there, as they say, sweeping the streets. Pues a fe de bueno que no he dicho yo mal de ningún encantador, ni tengo tantos bienes que pueda ser envidiado; bien es verdad que soy algo malicioso y que tengo mis ciertos asomos de bellaco, pero todo lo cubre y tapa la gran capa de la simpleza mía, siempre natural y nunca artificiosa [22]; y cuando otra cosa no tuviese sino el creer, como siempre creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la santa Iglesia Católica Romana [23], y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judíos, debían los historiadores tener misericordia de mí y tratarme bien en sus escritos [24]. well|to|faith|of|good|that|not|I|said|I|bad|of|any|enchanter|nor|I have|so many|goods|that|I can|to be|envied|well|it is|truth|that|I am|somewhat|malicious|and|that|I have|my|certain|hints|of|rogue|but|all|that|it covers|and|it hides|the|great|cloak|of|the|simplicity|of mine|always|natural|and|never|artificial|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| Well, I swear I have not spoken ill of any enchanter, nor do I have so many goods that I could be envied; it is true that I am somewhat mischievous and have my certain hints of being a rogue, but all of that is covered and hidden by the great cloak of my simplicity, always natural and never artificial; and if I had nothing else but to believe, as I always do, firmly and truly in God and in everything that the Holy Roman Catholic Church has and believes, and to be a mortal enemy, as I am, of the Jews, the historians should have mercy on me and treat me well in their writings. Pero digan lo que quisieren, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano [25]; aunque por verme puesto en libros y andar por ese mundo de mano en mano, no se me da un higo que digan de mí todo lo que quisieren [26]. But say what you will, I was born naked, and I find myself naked: I neither lose nor gain [25]; although seeing myself in books and going through this world from hand to hand, I don't care a fig if they say whatever they want about me [26].

—Eso me parece, Sancho —dijo don Quijote—, a lo que sucedió a un famoso poeta destos tiempos, el cual, habiendo hecho una maliciosa sátira contra todas las damas cortesanas [27], no puso ni nombró en ella a una dama que se podía dudar si lo era o no; la cual, viendo que no estaba en la lista de las demás, se quejó al poeta diciéndole que qué había visto en ella para no ponerla en el número de las otras, y que alargase la sátira y la pusiese en el ensanche [28]: si no, que mirase para lo que había nacido [29]. —That seems to me, Sancho —said Don Quixote—, like what happened to a famous poet of these times, who, having made a malicious satire against all the courtly ladies [27], did not include or name a lady who could be doubted whether she was one or not; she, seeing that she was not on the list with the others, complained to the poet, asking him what he had seen in her to not include her among the others, and that he should extend the satire and include her in the expansion [28]: if not, he should consider what she was born for [29]. Hízolo así el poeta, y púsola cual no digan dueñas [30], y ella quedó satisfecha, por verse con fama, aunque infame. The poet did so, and included her as if she were not a lady [30], and she was satisfied to see herself with fame, albeit infamy. También viene con esto lo que cuentan de aquel pastor que puso fuego y abrasó el templo famoso de Diana, contado por una de las siete maravillas del mundo, solo porque quedase vivo su nombre en los siglos venideros; y aunque se mandó que nadie le nombrase, ni hiciese por palabra o por escrito mención de su nombre, porque no consiguiese el fin de su deseo, todavía se supo que se llamaba Eróstrato [31]. This also brings to mind what they tell of that shepherd who set fire to and burned the famous temple of Diana, counted among the seven wonders of the world, just so that his name would live on in the coming centuries; and although it was ordered that no one should mention him, nor make any mention of his name in word or writing, so that he would not achieve the end of his desire, it was still known that he was called Eratosthenes [31]. También alude a esto lo que sucedió al grande emperador Carlo Quinto [*] con un caballero en Roma. It also alludes to what happened to the great Emperor Charles the Fifth [*] with a knight in Rome. Quiso ver el Emperador aquel famoso templo de la Rotunda [32], que en la antigüedad se llamó el templo de todos los dioses, y ahora con mejor vocación [33] se llama de todos los santos, y es el edificio que más entero ha quedado de los que alzó la gentilidad en Roma, y es el que más conserva la fama de la grandiosidad y magnificencia de sus fundadores: él es de hechura de una media naranja [34], grandísimo en estremo, y está muy claro, sin entrarle otra luz que la que le concede una ventana, o, por mejor decir, claraboya redonda, que está en su cima; desde la cual mirando el Emperador el edificio, estaba con él y a su lado un caballero romano, declarándole los primores y sutilezas de aquella gran máquina y memorable arquitetura [35]; y habiéndose quitado de la claraboya, dijo al Emperador: «Mil veces, Sacra Majestad, me vino deseo de abrazarme con vuestra majestad y arrojarme de aquella claraboya abajo, por dejar de mí fama eterna en el mundo». The Emperor wanted to see that famous temple of the Rotunda [32], which in antiquity was called the temple of all gods, and now with better intention [33] is called of all saints, and it is the building that has remained most intact of those raised by paganism in Rome, and it is the one that best preserves the fame of the grandeur and magnificence of its founders: it is shaped like a half orange [34], extremely large, and is very bright, without any light entering it other than that granted by a window, or, to put it better, a round skylight, which is at its top; from which, looking at the building, the Emperor was with him and beside him a Roman knight, explaining to him the wonders and subtleties of that great machine and memorable architecture [35]; and having moved away from the skylight, he said to the Emperor: 'A thousand times, Sacred Majesty, I have wished to embrace your majesty and throw myself down from that skylight, to leave an eternal fame of myself in the world'. «Yo os agradezco —respondió el Emperador— el no haber puesto tan mal pensamiento en efeto, y de aquí adelante no os pondré yo en ocasión que volváis a hacer prueba de vuestra lealtad; y, así, os mando que jamás me habléis, ni estéis donde yo estuviere.» Y tras estas palabras le hizo una gran merced. 'I thank you,' replied the Emperor, 'for not having put such a bad thought into effect, and from now on I will not put you in a position to test your loyalty again; and so, I command you to never speak to me, nor be where I am.' And after these words, he granted him a great favor. Quiero decir, Sancho, que el deseo de alcanzar fama es activo en gran manera. I mean to say, Sancho, that the desire to achieve fame is very active. ¿Quién piensas tú que arrojó a Horacio del puente abajo, armado de todas armas, en la profundidad del Tibre [36]? |you think|you|that|he/she threw|to|Horatio|from the|bridge|down|armed|with|all|weapons|in|the|depth|of the|Tiber Who do you think threw Horacio off the bridge, armed with all weapons, into the depths of the Tiber [36]? ¿Quién abrasó el brazo y la mano a Mucio [37]? |he/she burned|the|arm|and|the|hand|to|Muccio Who burned the arm and hand of Mucio [37]? ¿Quién impelió a Curcio a lanzarse en la profunda sima ardiente que apareció en la mitad de Roma [38]? |he/she compelled|to|Curcio|to|to throw himself|into|the|deep|chasm|burning|that|it appeared|in|the|middle|of|Rome Who urged Curcio to throw himself into the deep burning chasm that appeared in the middle of Rome [38]? ¿Quién, contra todos los agüeros que en contra se le habían mostrado, hizo pasar el Rubicón a César [*][39]? |against|all|the|omens|that|in|against|himself|to him|they had|shown|he/she made|to cross|the|Rubicon|to|Caesar Who, against all the omens that had been shown to him, made Caesar cross the Rubicon [*][39]? Y, con ejemplos más modernos, ¿quién barrenó los navíos y dejó en seco y aislados los valerosos españoles guiados por el cortesísimo Cortés en el Nuevo Mundo [40]? And, with more modern examples, who drilled the ships and left the valiant Spaniards guided by the most courteous Cortés in the New World dry and isolated [40]? Todas estas y otras grandes y diferentes hazañas son, fueron y serán obras de la fama, que los mortales desean como premios [*] y parte de la inmortalidad que sus famosos hechos merecen, puesto que los cristianos, católicos y andantes caballeros más habemos de atender a la gloria de los siglos venideros, que es eterna en las regiones etéreas y celestes, que a la vanidad de la fama que en este presente y acabable siglo se alcanza [41]; la cual fama, por mucho que dure, en fin se ha de acabar con el mesmo mundo, que tiene su fin señalado [42]. All these and other great and different feats are, were, and will be works of fame, which mortals desire as rewards [*] and part of the immortality that their famous deeds deserve, since Christians, Catholics, and wandering knights must pay more attention to the glory of the coming centuries, which is eternal in the ethereal and celestial regions, than to the vanity of the fame that is achieved in this present and perishable century [41]; which fame, no matter how long it lasts, will ultimately end with the very world, which has its end marked [42]. Así, ¡oh Sancho!, que nuestras obras no han de salir del límite que nos tiene puesto la religión cristiana que profesamos. Thus, oh Sancho!, our works must not go beyond the limits set by the Christian religion we profess. Hemos de matar en los gigantes a la soberbia [43]; a la envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira, en el reposado continente y quietud del ánimo; a la gula y al sueño, en el poco comer que comemos y en el mucho velar que velamos; a la lujuria [*] y lascivia, en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos; a la pereza, con andar por todas las partes del mundo, buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan, sobre cristianos [44], famosos caballeros. We must kill pride in the giants [43]; envy, in generosity and a good heart; anger, in the calm demeanor and tranquility of the spirit; gluttony and sleep, in the little we eat and the many nights we stay awake; lust [*] and lewdness, in the loyalty we maintain to those we have made the ladies of our thoughts; laziness, by traveling all over the world, seeking the opportunities that can make us and make, over Christians [44], famous knights. Ves aquí, Sancho, los medios por donde se alcanzan los estremos de alabanzas que consigo trae la buena fama. you see|here|Sancho|the|means|by|where|itself|they reach|the|extremes|of|praises|that|with itself|it brings|the|good|fame You see here, Sancho, the means by which the extremes of praise that good reputation brings are achieved.

—Todo lo que vuestra merced hasta aquí me ha dicho —dijo Sancho— lo he entendido muy bien, pero, con todo eso, querría que vuestra merced me sorbiese una duda que agora en este punto me ha venido a la memoria. everything|it|that|your|grace|up to|here|to me|it has|said|said|Sancho|it|I|understood|very|well|but|with|all|that|I would like|that|your|grace|to me|to absorb|a|doubt|that|now|at|this|point|to me|it has|come|to|the|memory —Everything that your grace has told me up to this point —Sancho said— I have understood very well, but, with all that, I would like your grace to clarify a doubt that has just come to my mind.

—Asolviese quieres decir [45], Sancho —dijo don Quijote—. to clarify|you want|to say|Sancho|said|Mr|Quijote —You mean to say clarify [45], Sancho —Don Quixote said—. Di en buen hora, que yo responderé lo que supiere. say|in|good|hour|that|I|I will respond|what|that|I know Speak up, for I will answer what I know.

—Dígame, señor —prosiguió Sancho—: esos Julios o Agostos [46], y todos esos caballeros hazañosos que ha dicho, que ya son muertos, ¿dónde están agora? tell me|sir|he continued|Sancho|those|Julios|or|Augusts|and|all|those|knights|daring|that|he has|said|that|already|they are|dead|where|they are|now —Tell me, sir —Sancho continued—: those Julios or Agostos [46], and all those daring gentlemen you mentioned, who are now dead, where are they now?

—Los gentiles —respondió don Quijote— sin duda están en el infierno; los cristianos, si fueron buenos cristianos, o están en el purgatorio, o en el cielo [47]. the|gentiles|he responded|Mr|Quijote|without|doubt|they are|in|the|hell|the|Christians|if|they were|good|Christians|or|they are|in|the|purgatory|or|in|the|heaven —The gentiles —Don Quixote replied— are undoubtedly in hell; the Christians, if they were good Christians, are either in purgatory or in heaven [47].

—Está bien —dijo Sancho—, pero sepamos ahora: esas sepulturas donde están los cuerpos desos señorazos ¿tienen delante de sí lámparas de plata, o están adornadas las paredes de sus capillas de muletas, de mortajas, de cabelleras, de piernas y de ojos de cera [48]? it is|well|he said|Sancho|but|let us know|now|those|tombs|where|they are|the|bodies|of those|lords|they have|in front|of|themselves|lamps|of|silver|or|they are|adorned|the|walls|of|their|chapels|of|crutches|of|shrouds|of|hair|of|legs|and|of|eyes|of|wax —That's fine —Sancho said—, but let us know now: do those tombs where the bodies of those lords are located have silver lamps in front of them, or are the walls of their chapels adorned with crutches, shrouds, hair, legs, and wax eyes [48]? Y si desto no, ¿de qué están adornadas? and|if|of this|not|of|what|they are|adorned And if not, what are they adorned with?

A lo que respondió don Quijote: to|it|that|he responded|Mr|Quixote To which Don Quixote replied:

—Los sepulcros de los gentiles fueron por la mayor parte suntuosos templos [49]: las cenizas del cuerpo de Julio César se pusieron sobre una pirámide de piedra de desmesurada grandeza [50], a quien hoy llaman en Roma «la aguja de San Pedro»; al emperador Adriano le sirvió de sepultura un castillo tan grande como una buena aldea, a quien llamaron moles Hadriani [*], que agora es el castillo de Santángel en Roma [51]; la reina Artemisa [*] sepultó a su marido Mausoleo en un sepulcro que se tuvo por una de las siete maravillas del mundo [52]. the|tombs|of|the|gentiles|they were|for|the|greater|part|sumptuous|temples|the|ashes|of the|body|of|Julius|Caesar|themselves|they placed|on|a|pyramid|of|stone|of|enormous|greatness|to|whom|today|they call|in|Rome|the|needle|of|Saint|Peter|to the|emperor|Hadrian|to him|it served|as|burial|a|castle|as|large|as|a|good|village|to|whom|they called|mounds|Hadrian|which|now|it is|the|castle|of|Santángel|in|Rome|the|queen|Artemisia|she buried|to|her|husband|Mausolus|in|a|tomb|which|itself|it was|as|one of||the|seven|wonders|of the|world —The tombs of the gentiles were for the most part sumptuous temples: the ashes of the body of Julius Caesar were placed on a pyramid of stone of enormous size, which is now called in Rome "the needle of Saint Peter"; for Emperor Hadrian, a castle as large as a good village served as a tomb, which they called the moles Hadriani, which is now the castle of Sant'Angelo in Rome; Queen Artemisia buried her husband Mausolus in a tomb that was considered one of the seven wonders of the world. Pero ninguna destas sepulturas ni otras muchas que tuvieron los gentiles se adornaron con mortajas, ni con otras ofrendas y señales que mostrasen ser santos los que en ellas estaban sepultados. but|none|of these|tombs|nor|other|many|that|they had|the|gentiles|themselves|they adorned|with|shrouds|nor|with|other|offerings|and|signs|that|they showed|to be|saints|those|who|in|them|they were|buried But none of these tombs, nor many others that the gentiles had, were adorned with shrouds, nor with other offerings and signs that showed the ones buried in them were saints.

—A eso voy —replicó Sancho—. to|that|I go|he replied|Sancho —That's what I'm getting at —Sancho replied. Y dígame [*] agora: ¿cuál es más, resucitar a un muerto o matar a un gigante? and|tell me|now|which|it is|more|to resurrect|a|a|dead|or|to kill|a|a|giant And tell me now: which is greater, to resurrect a dead person or to kill a giant?

—La respuesta está en la mano —respondió don Quijote—: más es resucitar a un muerto. the|answer|it is|in|the|hand|he responded|Mr|Quixote|more|it is|to resurrect|a|a|dead —The answer is in the hand —Don Quixote replied—: it is greater to resurrect a dead person.

—Cogido le tengo —dijo Sancho—. caught|him|I have|| —I've got him caught —said Sancho. Luego la fama del que resucita muertos, da vista a los ciegos, endereza los cojos y da salud a los enfermos, y delante de sus sepulturas arden lámparas, y están llenas sus capillas de gentes devotas que de rodillas adoran sus reliquias, mejor fama será, para este y para el otro siglo [53], que la que dejaron y dejaren cuantos emperadores gentiles y caballeros andantes ha habido en el mundo. then|the|fame|of the|that|he resurrects|dead|it gives|sight|to|the|blind|it straightens|the|lame|and|it gives|health|to|the|sick|and|in front of|of|their|tombs|they burn|lamps|and|they are|full|their|chapels|of|people|devout|that|on|knees|they worship|their|relics|better|fame|it will be|for|this|and|for|the|other|century|than|the|that|they left|and|they will leave|as many as|emperors|pagan|and|knights|wandering|there have|been|in|the|world Then the fame of the one who resurrects the dead, gives sight to the blind, straightens the lame, and heals the sick, and before their graves lamps burn, and their chapels are filled with devout people who kneel to worship their relics, will be better fame, for this century and the next, than that left by all the pagan emperors and wandering knights that have existed in the world.

—También confieso esa verdad —respondió don Quijote. also|I confess|that|truth|he responded|Mr|Quijote —I also confess that truth —Don Quixote replied.

—Pues esta fama, estas gracias, estas prerrogativas, como llaman a esto —respondió Sancho—, tienen los cuerpos y las reliquias de los santos, que con aprobación y licencia de nuestra santa madre Iglesia tienen lámparas, velas, mortajas, muletas, pinturas, cabelleras, ojos, piernas, con que aumentan la devoción y engrandecen su cristiana fama. well|this|fame|these|graces|these|prerogatives|as|they call|to|this|he responded|Sancho|they have|the|bodies|and|the|relics|of|the|saints|that|with|approval|and|license|of|our|holy|mother|Church|they have|lamps|candles|shrouds|crutches|paintings|hair|eyes|legs|with|which|they increase|the|devotion|and|they enlarge|their|Christian|fame —Well, this fame, these graces, these prerogatives, as they call it —Sancho replied—, belong to the bodies and relics of the saints, which, with the approval and license of our holy mother Church, have lamps, candles, shrouds, crutches, paintings, hair, eyes, legs, with which they increase devotion and enhance their Christian fame. Los cuerpos de los santos, o sus reliquias, llevan los reyes sobre sus hombros, besan los pedazos de sus huesos, adornan y enriquecen con ellos sus oratorios y sus más preciados altares. the|bodies|of|the|saints|or|their|relics|they carry|the|kings|on|their|shoulders|they kiss|the|pieces|of|their|bones|they adorn|and|they enrich|with|them|their|oratories|and|their|most|precious|altars The bodies of the saints, or their relics, are carried by kings on their shoulders, they kiss the pieces of their bones, and they adorn and enrich their oratories and their most precious altars with them.

—¿Qué quieres que infiera, Sancho, de todo lo que has dicho? what|you want|that|I infer|Sancho|from|everything|that|that|you have|said —What do you want me to infer, Sancho, from everything you have said? —dijo don Quijote. he said|sir|Quixote —said Don Quixote.

—Quiero decir —dijo Sancho— que nos demos a ser santos y alcanzaremos más brevemente la buena fama que pretendemos; y advierta, señor, que ayer o antes de ayer (que, según ha poco, se puede decir desta manera [54]) canonizaron o beatificaron dos frailecitos descalzos [55], cuyas cadenas de hierro con que ceñían y atormentaban sus cuerpos se tiene ahora a gran ventura el besarlas y tocarlas, y están en más veneración que está, según dicen [*], la espada de Roldán en la armería del Rey nuestro Señor, que Dios guarde [56]. I want|to say|he said|Sancho|that|ourselves|we give|to|to be|saints|and|we will achieve|more|briefly|the|good|fame|that|we intend|and|he should notice|sir|that|yesterday|or|before|of|yesterday|that|according to|it has|little|itself|it can|to say|of this|way|they canonized|or|they beatified|two|little friars|barefoot|whose|chains|of|iron|with|which|they bound|and|they tormented|their|bodies|themselves|it has|now|to|great|fortune|the|to kiss them|and|to touch them|and|they are|in|more|veneration|than|it is|according to|they say|the|sword|of|Roland|in|the|armory|of the|King|our|Lord|that|God|may he guard —What I mean —said Sancho— is that we should strive to be saints and we will achieve the good reputation we seek more quickly; and note, sir, that yesterday or the day before (which, as has been said recently, can be put this way) they canonized or beatified two little barefoot friars, whose iron chains with which they bound and tormented their bodies are now greatly cherished to be kissed and touched, and they are held in more veneration than, according to what they say, the sword of Roland in the armory of our Lord the King, may God preserve him. Así que, señor mío, más vale ser humilde frailecito, de cualquier orden que sea, que valiente y andante caballero; más alcanzan con Dios dos docenas de diciplinas que dos mil lanzadas [57], ora las den a gigantes, ora a vestiglos o a [*] endriagos [*]. thus|that|sir|my|more|it is worth|to be|humble|little friar|of|any|order|that|it may be|than|brave|and|wandering|knight|more|they achieve|with|God|two|dozens|of|disciplines|than|two|thousand|lances|whether|they|they give|to|giants|or|to|vestiges|or|to|mythical creatures So, my lord, it is better to be a humble little friar, of whatever order it may be, than a brave and wandering knight; two dozen disciplines achieve more with God than two thousand lances, whether they are aimed at giants, or at vestiglos or at endriagos.

—Todo eso es así —respondió don Quijote—, pero no todos podemos ser frailes, y muchos son los caminos por donde lleva Dios a los suyos al cielo: religión es la caballería, caballeros santos hay en la gloria. all|that|it is|so|he responded|sir|Quixote|but|not|all|we can|to be|friars|and|many|they are|the|paths|through|where|he leads|God|to|the|his own|to the|heaven|religion|it is|the|chivalry|knights|holy|there are|in|the|glory —All of that is true —responded Don Quixote—, but not all of us can be friars, and there are many paths by which God leads His own to heaven: chivalry is a religion, there are holy knights in glory.

—Sí —respondió Sancho—, pero yo he oído decir que hay más frailes en el cielo que caballeros andantes. yes|he responded|Sancho|but|I|I have|heard|to say|that|there are|more|friars|in|the|heaven|than|knights|wandering —Yes —Sancho replied—, but I have heard it said that there are more friars in heaven than wandering knights.

—Eso es —respondió don Quijote— porque es mayor el número de los religiosos que el de los caballeros. that|it is|he responded|Mr|Quijote|because|it is|greater|the|number|of|the|religious|than|the|of|the|knights —That is true —Don Quixote replied— because the number of religious is greater than that of knights.

—Muchos son los andantes —dijo Sancho. many|they are|the|wandering|he said|Sancho —There are many wandering knights —Sancho said.

—Muchos —respondió don Quijote—, pero pocos los que merecen nombre de caballeros. many|he responded|Mr|Quijote|but|few|the|who|they deserve|name|of|knights —Many —Don Quixote replied—, but few who deserve the name of knights.

En estas y otras semejantes pláticas se les pasó aquella noche y el día siguiente, sin acontecerles cosa que de contar fuese, de que no poco le pesó a don Quijote. ||||||||||||||||acontecer-lhes|||||||||||||| in|these|and|other|similar|conversations|themselves|to them|it passed|that|night|and|the|day|following|without|happening to them|thing|that|to|to tell|it was|of|that|not|little|to him|it weighed|to|Mr|Quijote In these and other similar conversations, that night and the following day passed without anything happening that was worth telling, which weighed heavily on Don Quixote. En fin, otro día al anochecer [*], descubrieron la gran ciudad del Toboso [58], con cuya vista se le alegraron [*] los espíritus a don Quijote y se le entristecieron a Sancho, porque no sabía la casa de Dulcinea, ni en su vida la había visto, como no la había visto su señor; de modo que el uno por verla y el otro por no haberla visto estaban alborotados [59], y no imaginaba Sancho qué había de hacer cuando su dueño le enviase al Toboso. ||||||||||||||||||||||||||entristeceram-se|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| in|end|another|day|at the|dusk|they discovered|the|great|city|of the|Toboso|with|whose|sight|themselves|to him|they made happy|the|spirits|to|Mr|Quijote|and|themselves|to him|they made sad|to|Sancho|because|not|he knew|the|house|of|Dulcinea|nor|in|his|life|it|he had|seen|as|not|it|he had|seen|his|lord|of|way|that|the|one|to|to see it|and|the|other|to|not|having seen it||they were|agitated|and|not|he imagined|Sancho|what|he had|to|to do|when|his|master|to him|he would send|to the|Toboso Finally, another day at dusk, they discovered the great city of Toboso, with whose sight Don Quixote's spirits were lifted and Sancho's were saddened, because he did not know Dulcinea's house, nor had he ever seen it in his life, just as his master had not seen it; so that one was excited to see it and the other was upset for not having seen it, and Sancho could not imagine what he would do when his master sent him to Toboso. Finalmente, ordenó don Quijote entrar en la ciudad entrada la noche, y en tanto que la hora se llegaba se quedaron entre unas encinas que cerca del Toboso estaban, y llegado el determinado punto, entraron en la ciudad [60], donde les sucedió [*] cosas que a cosas llegan [61]. finally|he ordered|Mr|Quijote|to enter|into|the|city|entering|the|night|and|while|as much|that|the|hour|itself|it was approaching|themselves|they remained|among|some|holm oaks|that|near|of the|Toboso|they were|and|having arrived|the|determined|point|they entered|into|the|city|where|to them|it happened|things|that|to|things|they reach Finally, Don Quixote ordered to enter the city at nightfall, and while the hour approached, they stayed among some oaks that were near Toboso, and when the appointed time arrived, they entered the city, where things happened that led to other things.

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