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Libro Completo: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo LX

Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo LX

Capítulo LX - De lo que sucedió a don Quijote yendo a Barcelona

—¿Qué es esto?

¿Quién me toca y desencinta [7]? —Yo soy —respondió don Quijote—, que vengo a suplir tus faltas y a remediar mis trabajos: véngote a azotar, Sancho, y a descargar en parte la deuda a que te [*] obligaste.

Dulcinea perece, tú vives en descuido, yo muero deseando; y, así, desatácate por tu voluntad [8], que la mía es de darte en esta soledad [9] por lo menos dos mil azotes. —Eso no —dijo Sancho—, vuesa merced se esté quedo; si no, por Dios verdadero que nos han de oír los sordos.

Los azotes a que yo me obligué han de ser voluntarios, y no por fuerza, y ahora no tengo gana de azotarme: basta que doy a vuesa merced mi palabra de vapularme y mosquearme cuando en voluntad me viniere [10]. —No hay dejarlo a tu cortesía, Sancho —dijo don Quijote—, porque eres duro de corazón y, aunque villano, blando de carnes.

Don Quijote le decía: —¿Cómo, traidor?

¿Contra tu amo y señor natural te desmandas? ¿Con quien te da su pan te atreves? —Ni quito rey ni pongo rey —respondió Sancho—, sino ayúdome a mí, que soy mi señor [13].

Vuesa merced me prometa que se estará quedo y no tratará de azotarme por agora, que yo le dejaré libre y desembarazado; donde no, aquí morirás, traidor,

enemigo de doña Sancha [14].

Prometióselo don Quijote y juró por vida de sus pensamientos no tocarle en el pelo de la ropa y que dejaría en toda su voluntad y albedrío el azotarse cuando quisiese.

Tembló de miedo, acudió a otro árbol, y sucedióle lo mesmo. Dio voces llamando a don Quijote que le favoreciese. Hízolo [*] así don Quijote, y preguntándole qué le había sucedido y de qué tenía miedo, le respondió Sancho que todos aquellos árboles estaban llenos de pies y de piernas humanas. Tentólos don Quijote y cayó luego en la cuenta de lo que podía ser, y díjole a Sancho: —No tienes de qué tener miedo, porque estos pies y piernas que tientas y no vees sin duda son de algunos forajidos y bandoleros que en estos árboles están ahorcados, que por aquí los suele ahorcar la justicia, cuando los coge, de veinte en veinte y de treinta en treinta; por donde me doy a entender que debo de estar cerca de Barcelona [15].

Y así era la verdad como él lo había imaginado.

Al partir [*][16], alzaron los ojos y vieron los racimos de aquellos árboles, que eran cuerpos de bandoleros [*][17].

Ya en esto amanecía, y si los muertos los habían espantado, no menos los atribularon más de cuarenta bandoleros vivos que de improviso les rodearon, diciéndoles en lengua catalana que estuviesen quedos y se detuviesen, hasta que llegase su capitán. Hallóse don Quijote a pie, su caballo sin freno, su lanza arrimada a un árbol, y finalmente sin defensa alguna, y, así, tuvo por bien de cruzar las manos e [*] inclinar la cabeza, guardándose para mejor sazón y coyuntura.

Venía sobre un poderoso caballo, vestida la acerada cota [21] y con cuatro pistoletes (que en aquella tierra se llaman pedreñales [22]) a los lados. Vio que sus escuderos, que así llaman a los que andan en aquel ejercicio, iban a despojar a Sancho Panza; mandóles que no lo hiciesen, y fue luego obedecido, y así se escapó la ventrera. Admiróle ver lanza arrimada al árbol, escudo en el suelo, y a don Quijote armado y pensativo, con la más triste y melancólica figura que pudiera formar la misma tristeza. Llegóse [*] a él, diciéndole: —No estéis tan [*] triste, buen hombre, porque no habéis caído en las manos de algún cruel Osiris [*][23], sino en las de Roque Guinart [24], que tienen más de compasivas [*] que de rigurosas.

Al ruido, volvió Roque la cabeza y vio esta hermosa figura, la cual, en llegando a él, dijo: —En tu busca [*] venía, ¡oh valeroso Roque!, para hallar en ti, si no remedio, a lo menos alivio en mi desdicha; y por no tenerte suspenso, porque sé que no me has conocido, quiero decirte quién soy: yo soy [*] Claudia Jerónima, hija de Simón Forte, tu singular amigo y enemigo particular de Clauquel [*] Torrellas, que asimismo lo es tuyo, por ser uno de los de tu contrario bando [31], y ya sabes que este Torrellas tiene un hijo que don Vicente Torrellas se llama, o a lo menos se llamaba no ha dos horas.

Este, pues, por abreviar el cuento de mi desventura, te diré en breves palabras la que me ha causado. Viome, requebróme, escuchéle, enamoréme, a hurto de mi padre, porque no hay mujer, por retirada que esté y recatada que sea, a quien no le sobre tiempo para poner en ejecución y efecto sus atropellados deseos. Finalmente, él me prometió de ser mi esposo y yo le di la palabra de ser suya, sin que en obras pasásemos adelante. Supe ayer que, olvidado de lo que me debía, se casaba con otra, y que esta mañana iba a desposarse, nueva que me turbó el sentido y acabó la paciencia; y por no estar mi padre en el lugar, le tuve yo de ponerme en el traje que vees, y apresurando el paso a este caballo, alcancé a don Vicente obra de una legua de aquí [32], y, sin ponerme a dar quejas ni a oír disculpas, le disparé esta escopeta [*], y por añadidura estas dos pistolas, y a lo que creo le debí de encerrar más de dos balas en el cuerpo, abriéndole puertas por donde envuelta en su sangre saliese mi honra. Allí le dejo entre sus criados, que no osaron ni pudieron ponerse en su defensa. Vengo a buscarte para que me pases a Francia, donde tengo parientes con quien viva, y asimesmo a rogarte defiendas a mi padre, porque los muchos de don Vicente [33] no se atrevan a tomar en él desaforada venganza. Roque, admirado de la gallardía, bizarría, buen talle y suceso de la hermosa Claudia, le dijo:

—Ven, señora, y vamos a ver si es muerto tu enemigo, que después veremos lo que más te importare.

Don Quijote, que estaba escuchando atentamente lo que Claudia había dicho y lo que Roque Guinart respondió, dijo:

—Si tú me dieras estas [38] conforme a nuestro concierto, nunca tú te vieras en este paso.

Abrió los casi cerrados ojos el herido caballero y, conociendo a Claudia, le dijo:

—Bien veo, hermosa y engañada señora, que tú has sido la que me has muerto, pena no merecida ni debida a mis deseos, con los cuales ni con mis obras jamás quise ni supe ofenderte.

—Luego ¿no es verdad —dijo Claudia— que ibas esta mañana a desposarte con Leonora, la hija del rico Balvastro [*]?

Y para asegurarte desta verdad, aprieta la mano y recíbeme por esposo, si quisieres, que no tengo otra mayor satisfación que darte del agravio que piensas que de mí has recebido. Apretóle la mano Claudia, y apretósele a ella el corazón, de manera que sobre la sangre y pecho de don Vicente se quedó desmayada, y a él le tomó un mortal parasismo [39].

Confuso estaba Roque y no sabía qué hacerse. Acudieron los criados a buscar agua que echarles en los rostros, y trujéronla, con que se los bañaron. Volvió de su desmayo Claudia, pero no de su parasismo don Vicente, porque se le acabó la vida. Visto lo cual de Claudia, habiéndose enterado que ya su dulce esposo [*] no vivía, rompió los aires con suspiros, hirió los cielos con quejas, maltrató sus cabellos, entregándolos al viento [40], afeó su rostro con sus propias manos, con todas las muestras de dolor y sentimiento que de un lastimado pecho pudieran imaginarse. —¡Oh cruel e [*] inconsiderada mujer —decía—, con qué facilidad te moviste a poner en ejecución tan mal pensamiento!

¡Oh fuerza rabiosa de los celos, a qué desesperado fin conducís a quien os da acogida en su pecho! ¡Oh esposo mío, cuya desdichada suerte, por ser prenda mía, te ha llevado del tálamo a la sepultura! Tales y tan tristes eran las quejas de Claudia, que sacaron las lágrimas de los ojos de Roque, no acostumbrados a verterlas en ninguna ocasión.

Lloraban los criados, desmayábase a cada paso Claudia, y todo aquel circuito [41] parecía campo de tristeza y lugar de desgracia. Finalmente, Roque Guinart ordenó a los criados de don Vicente que llevasen su cuerpo al lugar de su padre, que estaba allí cerca, para que le diesen sepultura. Claudia dijo a Roque que querría irse a un monasterio donde era abadesa una tía suya, en el cual pensaba acabar la vida, de otro mejor esposo y más eterno acompañada. Alabóle Roque su buen propósito, ofreciéndosele [*] de acompañarla hasta donde quisiese y de defender a su padre de los parientes [*] y de todo el mundo, si ofenderle quisiese. No quiso su compañía Claudia en ninguna manera y, agradeciendo sus ofrecimientos con las mejores razones que supo, se despidió [*] dél llorando. Los criados de don Vicente llevaron su cuerpo, y Roque se volvió a los suyos, y este fin tuvieron los amores de Claudia Jerónima. Pero ¿qué mucho, si tejieron la trama [42] de su lamentable historia las fuerzas invencibles y rigurosas de los celos? Halló Roque Guinart a sus escuderos en la parte donde les había ordenado, y a don Quijote entre ellos, sobre Rocinante, haciéndoles una plática en que les persuadía dejasen aquel modo de vivir tan peligroso así para el alma como para el cuerpo [*]; pero como los más eran gascones, gente rústica y desbaratada [43], no les entraba bien la plática de don Quijote.

Llegado que fue Roque, preguntó a Sancho Panza si le habían vuelto y restituido las alhajas y preseas que los suyos del rucio le habían quitado [44]. Sancho respondió [*] que sí, sino que le faltaban tres tocadores que valían tres ciudades. —¿Qué es lo que dices, hombre?

—dijo uno de los presentes—, que yo los tengo y no valen tres reales. —Así es —dijo don Quijote—, pero estímalos mi escudero en lo que ha dicho por habérmelos dado quien me los dio.

Hecho esto, con lo cual todos quedaron contentos, satisfechos y pagados [48], dijo Roque a don Quijote: —Si no se guardase esta puntualidad con estos, no se podría vivir con ellos.

A lo que dijo Sancho:

—Según lo que aquí he visto, es tan buena la justicia, que es necesaria [*] que se use aun entre los mesmos ladrones [49].

Oyólo un escudero y enarboló el mocho de un arcabuz [50], con el cual sin duda le abriera la cabeza a Sancho, si Roque Guinart no le diera voces que se detuviese.

Pasmóse Sancho y propuso de no descoser los labios en tanto que entre aquella gente estuviese. Llegó en esto uno de aquellos [*] escuderos que estaban puestos por centinelas por los caminos para ver la gente que por ellos venía y dar aviso a su mayor de lo que pasaba [51], y este dijo:

—Señor, no lejos de aquí, por el camino que va a Barcelona, viene un gran tropel de gente.

A lo que respondió Roque:

—¿Has echado de ver si son de los que nos buscan o de los que nosotros buscamos?

—No, sino de los que buscamos —respondió el escudero.

—Pues salid todos —replicó Roque— y traédmelos aquí luego, sin que se os escape ninguno.

Hiciéronlo así, y quedándose solos don Quijote, Sancho y Roque, aguardaron a ver lo que los escuderos traían, y en este entretanto dijo Roque a don Quijote:

A mí me han puesto en él no sé qué deseos de venganza, que tienen fuerza de turbar los más sosegados corazones. Yo de mi natural soy compasivo y bienintencionado, pero, como tengo dicho, el querer vengarme de un agravio que se me hizo, así da con todas mis buenas inclinaciones en tierra, que persevero en este estado, a despecho y pesar de lo que entiendo [52]; y como un abismo llama a otro [53] y un pecado a otro pecado, hanse eslabonado las venganzas de manera que no solo las mías, pero las ajenas tomo a mi cargo. Pero Dios es servido de que, aunque me veo en la mitad del laberinto de mis confusiones, no pierdo la esperanza de salir dél a puerto seguro [54]. Admirado quedó don Quijote de oír hablar a Roque tan buenas y concertadas razones, porque él se pensaba que entre los de oficios semejantes de robar, matar y saltear no podía haber alguno que tuviese buen discurso, y respondióle:

—Señor Roque, el principio de la salud está en conocer la enfermedad y en querer tomar el enfermo las medicinas que el médico le ordena.

Cogiéronlos los escuderos en medio, guardando vencidos y vencedores gran silencio, esperando a que el gran Roque Guinart hablase; el cual preguntó a los caballeros que quién eran y adónde [*] iban y qué dinero llevaban. Uno dellos le respondió: —Señor, nosotros somos dos capitanes de infantería española; tenemos nuestras compañías en Nápoles y vamos a embarcarnos en cuatro galeras que dicen están en Barcelona con orden de pasar a Sicilia; llevamos hasta docientos o trecientos escudos, con que a nuestro parecer vamos ricos y contentos, pues la estrecheza ordinaria de los soldados no permite mayores tesoros.

Preguntó Roque a los peregrinos lo mesmo que a los capitanes; fuele respondido que iban a embarcarse para pasar a Roma y que entre entrambos podían [*] llevar hasta sesenta reales.

Quiso saber también quién iba en el coche y adónde, y el dinero que llevaban, y uno de los de a caballo dijo: —Mi señora doña Guiomar de Quiñones, mujer del regente de la Vicaría de Nápoles [57], con una hija pequeña, una doncella y una dueña, son las que van en el coche; acompañámosla seis criados, y los dineros son seiscientos escudos.

—De modo —dijo Roque Guinart— que ya tenemos aquí novecientos escudos y sesenta reales: mis soldados deben de ser hasta sesenta; mírese a cómo le cabe a cada uno, porque yo soy mal contador.

Oyendo decir esto los salteadores, levantaron la voz, diciendo:

—¡Viva Roque Guinart muchos años, a pesar de los lladres que su perdición procuran [58]!

Mostraron afligirse los capitanes, entristecióse la señora regenta y no se holgaron nada los peregrinos, viendo la confiscación de sus bienes.

Túvolos así un rato suspensos Roque, pero no quiso que pasase adelante su tristeza, que ya se podía conocer a tiro de arcabuz, y volviéndose a los capitanes dijo: —Vuesas mercedes, señores capitanes, por cortesía, sean servidos de prestarme sesenta escudos, y la señora regenta ochenta, para contentar esta escuadra que me acompaña, porque el abad, de lo que canta yanta [59], y luego puédense ir su camino libre y desembarazadamente, con un salvoconduto que yo les daré, para que si toparen otras de algunas escuadras mías que tengo divididas por estos contornos [60], no les hagan daño, que no es mi intención de agraviar a soldados ni a mujer alguna, especialmente a las que son principales.

Infinitas y bien dichas fueron las razones con que los capitanes agradecieron a Roque su cortesía y liberalidad, que por tal la tuvieron, en dejarles su mismo dinero.

Uno de los escuderos dijo en su lengua gascona y catalana: —Este nuestro capitán más es para frade que para bandolero [65]: si de aquí adelante quisiere mostrarse liberal, séalo con su hacienda, y no con la nuestra.

No lo dijo tan paso [66] el desventurado, que dejase de oírlo Roque, el cual, echando mano a la espada, le abrió la cabeza casi en dos partes, diciéndole:

—Desta manera castigo yo a los deslenguados y atrevidos.

Pasmáronse todos y ninguno le osó decir palabra: tanta era la obediencia que le tenían.

Despachó estas cartas [*] con uno de sus escuderos, que, mudando el traje de bandolero en el de un labrador [*], entró en Barcelona y la dio a quien iba [71].

Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo LX second|part|of|the|ingenious|gentleman|Mr|Quixote|chapter|60 Second Part of "The Ingenious Gentleman Don Quixote" Chapter LX

Capítulo LX - De lo que sucedió a don Quijote yendo a Barcelona chapter|60|of|what|that|happened|to|Mr|Quixote|going|to|Barcelona Chapter LX - Of what happened to Don Quixote on his way to Barcelona

Apeáronse de sus bestias amo y mozo, y, acomodándose a los troncos de los árboles, Sancho, que había merendado aquel día, se dejó entrar de rondón por las puertas del sueño [3]; pero don Quijote, a quien desvelaban sus imaginaciones mucho más que la hambre, no podía pegar sus ojos, antes iba y venía con el pensamiento por mil géneros de lugares. |||||||||||trunks|||||||snacked||||||||||||||||||revealed||||||||||stick|||||||||||||| They dismounted from their beasts, master and squire, and, settling against the trunks of the trees, Sancho, who had had a snack that day, let himself be drawn into the doors of sleep; but Don Quixote, whose imaginations kept him awake much more than hunger, could not close his eyes, but rather went back and forth with his thoughts through a thousand kinds of places.

Ya le parecía hallarse en la cueva de Montesinos [*], ya ver brincar y subir sobre su pollina a la convertida [*] en labradora Dulcinea, ya que le sonaban en los oídos las palabras del sabio Merlín que le referían las condiciones y diligencias que se habían de [*] hacer y tener en el desencanto de Dulcinea. ||||||||Montesinos|||jump|||||mare|||||||||||||||||||||||||||||||||||disenchantment|| It already seemed to him that he was in the cave of Montesinos, already he saw the transformed Dulcinea jumping and climbing onto her donkey as a peasant, already he heard in his ears the words of the wise Merlin recounting the conditions and efforts that had to be made and had in the disenchantment of Dulcinea. Desesperábase de ver la flojedad y caridad poca de Sancho su escudero, pues, a lo que creía, solos cinco azotes se había dado, número desigual [4] y pequeño para los infinitos que le faltaban; y desto recibió tanta pesadumbre y enojo, que hizo este discurso: ||||laziness||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| He was desperate to see the laziness and little care of Sancho, his squire, for, as he believed, he had only given himself five lashes, an uneven and small number for the infinite ones that he lacked; and from this he received such sorrow and anger that he made this speech: —Si nudo gordiano cortó el Magno Alejandro, diciendo «Tanto monta cortar como desatar [5]», y no por eso dejó de ser universal señor de toda la Asia, ni más ni menos podría suceder ahora en el desencanto de Dulcinea, si yo azotase a Sancho a pesar suyo; que si la condición deste remedio está en que Sancho reciba los tres mil y tantos azotes, ¿qué se me da a mí que se los dé él o que se los dé otro, pues la sustancia está en que él los reciba, lleguen por do llegaren? ||Gordian|cut||Great|||||cut||untie||||||||||||||||||||||||||||whipped|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| —If the great Alexander cut the Gordian knot, saying "It amounts to the same to cut as to untie," and for that reason he did not cease to be the universal lord of all Asia, neither more nor less could it happen now in the disenchantment of Dulcinea, if I were to whip Sancho against his will; for if the condition of this remedy is that Sancho receives the three thousand and so many lashes, what does it matter to me whether he gives them to himself or someone else gives them to him, since the substance is that he receives them, no matter how they come?

Con esta imaginación se llegó a Sancho, habiendo primero tomado las riendas de Rocinante, y, acomodándolas [*] en modo que pudiese azotarle con ellas, comenzóle a quitar las cintas (que es opinión que no tenía más que la delantera) en que se sustentaban los greguescos; pero apenas hubo llegado, cuando Sancho despertó en todo su acuerdo [6] y dijo: with|this|imagination|himself|he arrived|to|Sancho|having|first|taken|the|reins|of|Rocinante|and|adjusting them|in|way|that|he could|to whip him|with|them|he began to||to remove|the|ribbons|that|it is|opinion|that|not|he had|more|than|the|front|in|which|themselves|they sustained|the|greguescos|but|hardly|he had|arrived|when|Sancho|he woke|in|all|his|agreement|and|he said With this imagination, he reached Sancho, having first taken the reins of Rocinante, and adjusting them [*] in such a way that he could whip him with them, he began to remove the ribbons (which is believed he only had the front one) that held up the trousers; but hardly had he arrived when Sancho woke up fully [6] and said:

—¿Qué es esto? what|it is|this —What is this?

¿Quién me toca y desencinta [7]? who|me|touches|and|to unfasten Who is touching me and untying [7]? —Yo soy —respondió don Quijote—, que vengo a suplir tus faltas y a remediar mis trabajos: véngote a azotar, Sancho, y a descargar en parte la deuda a que te [*] obligaste. I|I am|he responded|Mr|Quijote|that|I come|to|to supply|your|faults|and|to|to remedy|my|labors|I come to you|to|to whip|Sancho|and|to|to discharge|in|part|the|debt|to|that|you|you obliged —It is I —responded Don Quixote—, who comes to make up for your shortcomings and to remedy my troubles: I have come to whip you, Sancho, and to partially settle the debt to which you [*] committed.

Don Quijote le decía: Don|Quijote|to him|he said Don Quixote said to him: —¿Cómo, traidor? how|traitor —How, traitor?

enemigo de doña Sancha [14]. enemy|of|lady|Sancha enemy of Doña Sancha [14].

Prometióselo don Quijote y juró por vida de sus pensamientos no tocarle en el pelo de la ropa y que dejaría en toda su voluntad y albedrío el azotarse cuando quisiese. he promised it to him|sir|Quijote|and|he swore|by|life|of|his|thoughts|not|to touch him|on|the|hair|of|the|clothing|and|that|he would leave|in|all|his|will|and|free will|the|to whip himself|when|he wanted Don Quijote promised him this and swore by the life of his thoughts not to touch a hair on his clothing and that he would leave it entirely to his will and choice to whip himself whenever he wished.

Acudieron los bandoleros a espulgar al rucio [18] y a no dejarle ninguna cosa de cuantas en las alforjas [*] y la maleta traía, y avínole bien a Sancho que en una ventrera [*] que tenía ceñida [19] venían los escudos del duque y los que habían sacado de su tierra; y, con todo eso, aquella buena gente le escardara y le mirara hasta lo que entre el cuero y la carne tuviera escondido [20], si no llegara en aquella sazón su capitán, el cual mostró ser de hasta edad de treinta y cuatro años, robusto, más que de mediana proporción, de mirar grave y color morena. they came|the|bandits|to|to search|the|donkey|and|to|not|to leave him|any|thing|of|as many as|in|the|saddlebags|and|the|suitcase|he was carrying|and|it suited him|well|to|Sancho|that|in|a|belly|that|he had|girded|they were coming|the|shields|of the|duke|and|the|that|they had|taken|from|his|land|and|with|all|that|that|good|people|him|to search|and|him|to look|until|what|that|between|the|leather|and|the|flesh|he had|hidden|if|not|he arrived|in|that|moment|his|captain|the|who|he showed|to be|of|up to|age|of|thirty|and|four|years|robust|more|than|of|medium|proportion|of|to look|serious|and|color|brown The bandits came to rummage through the donkey [18] and to leave him nothing of what was in the saddlebags [*] and the suitcase he carried, and it suited Sancho well that in a belly pouch [*] he had strapped on were the shields of the duke and those he had taken from his land; and, with all that, those good people would search him and look even at what he had hidden between the skin and the flesh [20], if at that moment his captain did not arrive, who appeared to be about thirty-four years old, robust, more than of medium height, with a serious look and a dark complexion.

—No es mi tristeza —respondió don Quijote— por haber caído [*] en tu poder, ¡oh valeroso Roque, cuya fama no hay límites en la tierra que la encierren!, sino por haber sido tal mi descuido, que me hayan cogido tus soldados sin [*] el freno [25], estando yo obligado, según la orden de la andante caballería que profeso, a vivir contino alerta, siendo a todas horas centinela de mí mismo; porque te hago saber, ¡oh gran Roque!, que si me hallaran sobre mi caballo, con mi lanza y con mi escudo, no les fuera muy fácil rendirme, porque yo soy don Quijote de la Mancha, aquel que de sus hazañas tiene lleno todo el orbe. not|it is|my|sadness||sir|Quijote|for|having|fallen|in|your|power|oh|valiant|Roque|whose|fame|not|there are|limits|in|the|land|that|it|enclose|but|for|having|been|such|my|carelessness|that|me|they have|caught|your|soldiers|without|the|bridle|being|I|obliged|according to|the|order|of|the|wandering|chivalry|that|I profess|to|to live|continually|alert|being|at|all|hours|sentinel|of|myself||because|to you|I make|to know|oh|great|Roque|that|if|me|they found|on|my|horse|with|my|lance|and|with|my|shield|not|to them|it would be|very|easy|to surrender|because|I|I am|sir|Quijote|of|the|Mancha|that one|that|of|his|deeds|he has|full|all|the|world —My sadness is not —responded Don Quixote— because I have fallen into your power, oh valiant Roque, whose fame knows no bounds on earth!, but because my carelessness has been such that your soldiers have caught me without the reins, while I am obliged, according to the order of knight-errantry that I profess, to always be alert, being at all times a sentinel of myself; for I let you know, oh great Roque!, that if they had found me on my horse, with my lance and my shield, it would not have been very easy for them to surrender me, because I am Don Quixote of La Mancha, the one whose deeds fill the whole world.

—Valeroso caballero, no os despechéis ni tengáis a siniestra fortuna esta en que os halláis, que podía [*] ser que en estos tropiezos vuestra torcida suerte se enderezase: que el cielo, por estraños y nunca vistos rodeos, de los hombres no imaginados, suele levantar los caídos y enriquecer los pobres [28]. ||||despair|||||||||||||||||stumbles||twisted|||straighten|||||||||||||||||||||| —Valiant knight, do not despair nor consider this unfortunate situation you find yourself in as a bad omen, for it could be that in these setbacks your twisted fate may straighten out: for heaven, through strange and never-before-seen detours, often raises the fallen and enriches the poor.

Ya le iba a dar las gracias don Quijote, cuando sintieron a sus espaldas un ruido como de tropel de caballos, y no era sino uno solo, sobre el cual venía a toda furia un mancebo, al parecer de hasta veinte años, vestido de damasco verde, con pasamanos de oro [*], greguescos y saltaembarca [*], con sombrero terciado a la valona [29], botas enceradas y justas [30], espuelas, daga y espada doradas [*], una escopeta pequeña en las manos y dos pistolas a los lados. ||||||||||felt||||||||||||||||||||||||||||||||||Damasco||||||||embark|||third|||valona|boots||||||||||shotgun|||||||||| Don Quixote was about to thank him when they heard a noise behind them like a stampede of horses, but it was only one, upon which a young man, apparently about twenty years old, was coming at full speed, dressed in green damask, with gold trimmings, wearing a short cloak and a hat tilted to the side, with polished boots and tights, golden spurs, dagger, and sword, and holding a small shotgun in his hands and two pistols at his sides.

Al ruido, volvió Roque la cabeza y vio esta hermosa figura, la cual, en llegando a él, dijo: At the noise, Roque turned his head and saw this beautiful figure, who, upon reaching him, said: —En tu busca [*] venía, ¡oh valeroso Roque!, para hallar en ti, si no remedio, a lo menos alivio en mi desdicha; y por no tenerte suspenso, porque sé que no me has conocido, quiero decirte quién soy: yo soy [*] Claudia Jerónima, hija de Simón Forte, tu singular amigo y enemigo particular de Clauquel [*] Torrellas, que asimismo lo es tuyo, por ser uno de los de tu contrario bando [31], y ya sabes que este Torrellas tiene un hijo que don Vicente Torrellas se llama, o a lo menos se llamaba no ha dos horas. —I was coming in search of you, oh valiant Roque!, to find in you, if not a remedy, at least relief in my misfortune; and to not keep you in suspense, because I know you do not recognize me, I want to tell you who I am: I am Claudia Jerónima, daughter of Simón Forte, your singular friend and the particular enemy of Clauquel Torrellas, who is also your enemy, as he is one of those on the opposing side, and you already know that this Torrellas has a son named Don Vicente Torrellas, or at least he was called that not two hours ago.

—Ven, señora, y vamos a ver si es muerto tu enemigo, que después veremos lo que más te importare. come|lady|and|let's go|to|to see|if|he is|dead|your|enemy|that|afterwards|we will see|what||most|to you|it will matter —Come, lady, and let’s see if your enemy is dead, for afterwards we will see what matters most to you.

Llegaron al lugar donde le encontró [*] Claudia y no hallaron en él sino recién derramada sangre; pero, tendiendo la vista por todas partes, descubrieron por un recuesto [36] arriba alguna gente y diéronse a entender [37], como era la verdad, que debía ser don Vicente, a quien sus criados o muerto o vivo llevaban o para curarle o para enterrarle. they arrived|to the|place|where|him|she found|Claudia|and|not|they found|in|it|but|freshly|spilled|blood|but|stretching|the|sight|through|all|places|they discovered|up|a|slope|above|some|people|and|they gave themselves|to|understand|as|it was|the|truth|that|it should|to be|Mr|Vicente|to|whom|his|servants|either|dead|or|alive|they were carrying|or|to|to heal him|or|to|to bury him They arrived at the place where they found [*] Claudia and found nothing but freshly spilled blood; but, looking around everywhere, they discovered some people up a slope [36] and understood [37], as it was the truth, that it must be Don Vicente, whom his servants were either carrying dead or alive, either to heal him or to bury him. Diéronse priesa a alcanzarlos, que, como iban de espacio, con facilidad lo hicieron [*]; hallaron a don Vicente en los brazos de sus criados, a quien con cansada y debilitada voz rogaba que le dejasen allí morir, porque el dolor de las heridas no consentía que más adelante pasase. they gave themselves|haste|to|reach them|because|as|they were going|of|space|with|ease|it|they did|they found|to|Mr|Vicente|in|the|arms|of|his|servants|whom||with|tired|and|weakened|voice|he begged|that|to him|they let him|there|to die|because|the|pain|of|the|wounds|not|it allowed|that|more|further|he passed They hurried to catch up with them, and since they were moving slowly, they easily did so [*]; they found Don Vicente in the arms of his servants, who with a tired and weakened voice begged them to let him die there, because the pain from his wounds did not allow him to go any further. Arrojáronse de los caballos Claudia y Roque, llegáronse a él, temieron los criados la presencia de Roque, y Claudia se turbó en ver la de don Vicente; y así, entre enternecida y rigurosa, se llegó a él y, asiéndole de las manos, le dijo: they threw themselves|off|the|horses|Claudia|and|Roque|they approached|to|him|they feared|the|servants|the|presence|of|Roque|and|Claudia|herself|she was disturbed|upon|seeing|the|of|Mr|Vicente|and|thus|between|softened|and|stern|herself|she approached|to|him|and|grasping him|by|the|hands|to him|she said Claudia and Roque jumped off their horses, approached him, the servants feared Roque's presence, and Claudia was troubled to see Don Vicente; and thus, between being moved and stern, she approached him and, taking his hands, said to him:

—dijo uno de los presentes—, que yo los tengo y no valen tres reales. he said|one|of|the|present|that|I|them|I have|and|not|they are worth|three|reales —said one of those present—, that I have them and they are not worth three reales. —Así es —dijo don Quijote—, pero estímalos mi escudero en lo que ha dicho por habérmelos dado quien me los dio. thus|it is|he said|Mr|Quixote|but|value them|my|squire|in|what|that|he has|said|for||given|who|to me|them|he gave —That's right —said Don Quixote—, but value them my squire for what he has said for having given them to me.

A lo que dijo Sancho: to|what|that|he said|Sancho To which Sancho replied:

Pasmóse Sancho y propuso de no descoser los labios en tanto que entre aquella gente estuviese. he was astonished|Sancho|and|he proposed|to|not|to unseal|the|lips|while|as long as|that|among|that|people|he was Sancho was astonished and proposed not to open his lips as long as he was among that crowd. Llegó en esto uno de aquellos [*] escuderos que estaban puestos por centinelas por los caminos para ver la gente que por ellos venía y dar aviso a su mayor de lo que pasaba [51], y este dijo: he arrived|in|this|one|of|those|squires|that|they were|placed|as|sentinels|along|the|roads|to|to see|the|people|that|through|them|was coming|and|to give|notice|to|his|superior|of|what|that|was happening||| At that moment, one of those [*] squires who were stationed as sentinels along the roads to see the people coming by and to inform their captain of what was happening [51], said:

A lo que respondió Roque: to|it|that|he responded|Roque To which Roque replied:

—¿Has echado de ver si son de los que nos buscan o de los que nosotros buscamos? have you|thrown|of|to see|if|they are|of|the|those|us|they search|or|of|the|those|we|we search —Have you noticed if they are the ones looking for us or the ones we are looking for?

—No, sino de los que buscamos —respondió el escudero. no|but|of|the|those|||the|squire —No, but the ones we are looking for —the squire replied.

Vuestra merced está enfermo, conoce su dolencia, y el cielo, o Dios, por mejor decir, que es nuestro médico, le aplicará medicinas que le sanen [55], las cuales suelen sanar poco a poco, y no de repente y por milagro; y más, que los pecadores discretos están más cerca de enmendarse que los simples; y pues vuestra merced ha mostrado en sus razones su prudencia, no hay sino tener buen ánimo y esperar mejoría de la enfermedad de su conciencia; y si vuestra merced quiere ahorrar camino y ponerse con facilidad en el de su salvación, véngase conmigo, que yo le enseñaré a ser caballero andante, donde se pasan tantos trabajos y desventuras, que, tomándolas por penitencia, en dos paletas le pondrán en el cielo [56]. your|grace|you are|sick|he knows|his|ailment|and|the|heaven|or|God|for|better|to say|that|it is|our|doctor|to him|he will apply|medicines|that|to him|they heal|the|which|they usually|to heal|little|to|little|and|not|of|suddenly|and|by|miracle|and|moreover|that|the|sinners|discreet|they are|more|close|to|to amend themselves|than|the||and||your|grace|||in|||your||||||||and||||||||||||||||||||in|the||||||||||||||||||||||||||||||||heaven Your grace is ill, knows your ailment, and heaven, or God, to put it better, who is our doctor, will apply medicines that will heal you, which usually heal little by little, and not suddenly and by miracle; and moreover, discreet sinners are closer to amending than the simple; and since your grace has shown in your words your prudence, there is nothing but to have good spirit and hope for improvement in the illness of your conscience; and if your grace wants to take a shortcut and easily embark on the path of your salvation, come with me, for I will teach you to be a knight-errant, where so many labors and misadventures are endured, that, taking them as penance, they will place you in heaven in two shakes. Rióse Roque del consejo de don Quijote, a quien, mudando plática, contó el trágico suceso de Claudia Jerónima, de que le pesó [*] en estremo a Sancho, que no le había parecido mal la belleza, desenvoltura y brío de la moza. he laughed|Roque|of the|advice|of|Mr|Quijote|to|whom|changing|conversation|he told|the|tragic|event|of|Claudia|Jerónima|of|that|to him|it weighed|in|extreme|to|Sancho|that|not|to him|he had|seemed|bad|the|beauty|ease|and|spirit|of|the|girl Roque laughed at Don Quixote's advice, who, changing the subject, told the tragic story of Claudia Jerónima, which greatly saddened Sancho, who did not find the beauty, grace, and spirit of the girl to be bad.

Llegaron en esto los escuderos de la presa, trayendo consigo dos caballeros a caballo y dos peregrinos a pie, y un coche de mujeres con hasta seis criados, que a pie y a caballo las acompañaban, con otros dos mozos de mulas que los caballeros traían. they arrived|in|this|the|squires|of|the|prey|bringing|with them|two|knights|on|horseback|and|two|pilgrims|on|foot|and|a|carriage|of|women|with|up to|six|servants|who|on|foot|and|on|horseback|them|they accompanied|with|other|two|young men|of|mules|that|the|knights|they brought At that moment, the squires of the prey arrived, bringing with them two mounted knights and two foot pilgrims, and a carriage of women with up to six servants, who accompanied them on foot and horseback, along with two muleteers that the knights brought.

Quiso saber también quién iba en el coche y adónde, y el dinero que llevaban, y uno de los de a caballo dijo: he wanted|to know|also|who|he was going|in|the|carriage|and|to where|and|the|money|that|they carried|and|one|of|the|of|on|horseback|he said He also wanted to know who was in the carriage and where they were going, and the money they were carrying, and one of the horsemen said: —Mi señora doña Guiomar de Quiñones, mujer del regente de la Vicaría de Nápoles [57], con una hija pequeña, una doncella y una dueña, son las que van en el coche; acompañámosla seis criados, y los dineros son seiscientos escudos. my|lady|Mrs|Guiomar|of|Quiñones|wife|of the|regent|of|the|Vicarage|of|Naples|with|a|daughter|small|a|maid|and|a|matron|they are|the|who|they go|in|the|carriage|we accompany her|six|servants|and|the|money|they are|six hundred|shields —My lady Doña Guiomar de Quiñones, wife of the regent of the Vicarage of Naples, with a small daughter, a maid, and a lady-in-waiting, are the ones in the carriage; we accompany her with six servants, and the money is six hundred escudos.

Túvolos así un rato suspensos Roque, pero no quiso que pasase adelante su tristeza, que ya se podía conocer a tiro de arcabuz, y volviéndose a los capitanes dijo: you had them|like this|a|while|suspended|Roque|but|not|he wanted|to|to pass|forward|his|sadness|that|already|itself|it could|to know|at|shot|of|arquebus|and|turning himself|to|the|captains|he said You had them thus suspended for a while, Roque, but he did not want his sadness to go any further, which could already be known at the shot of a harquebus, and turning to the captains he said: —Vuesas mercedes, señores capitanes, por cortesía, sean servidos de prestarme sesenta escudos, y la señora regenta ochenta, para contentar esta escuadra que me acompaña, porque el abad, de lo que canta yanta [59], y luego puédense ir su camino libre y desembarazadamente, con un salvoconduto que yo les daré, para que si toparen otras de algunas escuadras mías que tengo divididas por estos contornos [60], no les hagan daño, que no es mi intención de agraviar a soldados ni a mujer alguna, especialmente a las que son principales. your|excellencies|gentlemen|captains|for|courtesy|be|served|to|lend me|sixty|shields|and|the|lady|regent|eighty|to|satisfy|this|squad|that|to me|accompanies|because|the|abbot|of|what|that||yanta|||can||||||unembarrassedly||||that||to them|||that||stop||to||squad||those|||||||||||||||||||||||||||they are|prominent —Your mercies, gentlemen captains, please be so kind as to lend me sixty escudos, and the lady regent eighty, to satisfy this squadron that accompanies me, because the abbot, of what he sings, and then they can go their way freely and unencumbered, with a safe conduct that I will give them, so that if they encounter others from some of my squadrons that I have divided around these areas, they do not harm them, for it is not my intention to wrong soldiers or any woman, especially those who are of high rank.

—Desta manera castigo yo a los deslenguados y atrevidos. in this|way|I punish|I|to|the|foul-mouthed|and|daring —This is how I punish the foul-mouthed and the bold.

Apartóse Roque a una parte y escribió una carta a un su amigo a Barcelona, dándole aviso como estaba consigo el famoso don Quijote de la Mancha, aquel caballero andante de quien tantas cosas se decían, y que le hacía saber que era el más gracioso y el más entendido hombre del mundo, y que de allí a cuatro días, que era el de San Juan Bautista [67], se le pondría en mitad de la playa de la ciudad [68], armado de todas sus armas, sobre Rocinante su caballo, y a su escudero Sancho sobre un asno, y que diese noticia desto a sus amigos los Niarros, para que con él se solazasen; que él quisiera que carecieran deste gusto los Cadells, sus contrarios [69], pero que esto era imposible, a causa que las locuras y discreciones de don Quijote y los donaires de su escudero Sancho Panza no podían dejar de dar gusto general a todo el mundo [70]. he separated himself|Roque|to|a|side|and|he wrote|a|letter|to|a|his|friend|to|Barcelona|giving him|notice|how|he was|with him|the|famous|Mr|Quijote|of|the|Mancha|that|knight|wandering|of|whom|so many|things|themselves|they said|and|that|to him|it made|to know|that|he was|the|most|graceful|and|the|most|understood|man|of the|world|and|that|from|there|to|four|days|that|it was|the|of|Saint|John|Baptist|himself|to him|he would place|in|the middle|of|the|beach|of|the|city|armed|with|all|his|weapons|on|Rocinante|his|horse|and|to|his|squire|Sancho|on|a|donkey|and|that|he would give|news|of this|to|his|friends|the|Niarros|in order|that|with|him|themselves|solaced|that|||that|lacked||pleasure||friends||||||||to||||||||||||||||||||||||||all|the|world Roque stepped aside and wrote a letter to a friend of his in Barcelona, informing him that the famous Don Quixote of La Mancha was with him, that knight-errant of whom so many things were said, and that he wanted him to know that he was the most charming and the most knowledgeable man in the world, and that in four days, which was the feast of Saint John the Baptist, he would be standing in the middle of the beach of the city, armed with all his weapons, on his horse Rocinante, and his squire Sancho on a donkey, and that he should inform his friends the Niarros, so they could enjoy his company; he wished that his adversaries, the Cadells, would miss out on this pleasure, but that this was impossible, because the madness and follies of Don Quixote and the wit of his squire Sancho Panza could not fail to bring general delight to everyone.

Despachó estas cartas [*] con uno de sus escuderos, que, mudando el traje de bandolero en el de un labrador [*], entró en Barcelona y la dio a quien iba [71]. he dispatched|these|letters|with|one|of|his|squires|who|changing|the|outfit|of|bandit|into|the|of|a|farmer|he entered|into|Barcelona|and|it|he gave|to|whom|he was going He dispatched these letters with one of his squires, who, changing his outfit from that of a bandit to that of a farmer, entered Barcelona and delivered it to the intended recipient.

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