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Libro Completo: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo L

Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo L

—Esa Teresa Panza es mi madre, y ese tal Sancho, mi señor padre, y el tal caballero, nuestro amo.

—Pues venid, doncella —dijo el paje—, y mostradme a vuestra madre, porque le traigo una carta y un presente del tal vuestro padre.

—Eso haré yo de muy buena gana, señor mío —respondió la moza, que mostraba ser de edad de catorce años, poco más a menos.

Y dejando la ropa que lavaba a otra compañera, sin tocarse ni calzarse, que estaba en piernas y desgreñada [7], saltó delante de la cabalgadura del paje y dijo:

—Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con harta pena por no haber sabido muchos días ha de mi señor padre.

—Pues yo se las llevo tan buenas [8] —dijo el paje—, que tiene que dar bien gracias a Dios por ellas.

Finalmente, saltando, corriendo y brincando, llegó al pueblo la muchacha, y antes de entrar en su casa dijo a voces desde la puerta:

—Salga, madre Teresa, salga, salga, que viene aquí un señor que trae cartas y otras cosas de mi buen padre.

A cuyas voces salió Teresa Panza, su madre, hilando un copo de estopa, con una saya parda —parecía, según era de corta, que [*] se la habían cortado por vergonzoso lugar [9]—, con un corpezuelo asimismo pardo y una camisa de pechos [10]. No era muy vieja, aunque mostraba pasar de los cuarenta, pero fuerte, tiesa, nervuda y avellanada [11]; la cual viendo a su hija, y al paje a caballo, le dijo:

—¿Qué es esto, niña? ¿Qué señor es este?

—Es un servidor de mi señora doña Teresa Panza —respondió el paje.

Y, diciendo y haciendo, se arrojó del caballo y se fue con mucha humildad a poner de hinojos ante la señora Teresa, diciendo:

—Déme vuestra merced sus manos, mi señora doña Teresa, bien así como mujer legítima y particular del señor don Sancho Panza, gobernador propio de la ínsula Barataria.

—Vuesa merced —respondió el paje— es mujer dignísima de un gobernador archidignísimo, y para prueba desta verdad reciba vuesa merced esta carta y este presente.

Y sacó al instante de la faldriquera una sarta de corales con estremos de oro [13], y se la echó al cuello y dijo:

—Esta carta es del señor gobernador, y otra que traigo y estos corales son de mi señora la duquesa, que a vuestra merced me envía.

Quedó pasmada Teresa, y su hija ni más ni menos, y la muchacha dijo:

—Que me maten si no anda por aquí nuestro señor amo don Quijote, que debe de haber dado a padre el gobierno o condado que tantas veces le había prometido.

—Así es la verdad —respondió el paje—, que por respeto del señor don Quijote es ahora el señor Sancho gobernador de la ínsula Barataria, como se verá por esta carta.

—Léamela vuesa merced, señor gentilhombre —dijo Teresa—, porque, aunque yo sé hilar, no sé leer migaja [14].

—No hay para qué se llame a nadie, que yo no sé hilar, pero sé leer y la leeré.

Y, así, se la leyó toda, que por quedar ya referida no se pone aquí, y luego sacó otra de la duquesa, que decía desta manera:

Amiga Teresa [15]: Las buenas partes de la bondad y del ingenio de vuestro marido Sancho me movieron y obligaron a pedir a mi marido el duque le diese un gobierno de una ínsula, de muchas que tiene. Tengo noticia que gobierna como un girifalte [16], de lo que yo estoy muy contenta, y el duque mi señor por el consiguiente [17], por lo que doy muchas gracias al cielo de no haberme engañado en haberle escogido para el tal gobierno; porque quiero que sepa la señora Teresa que con dificultad se halla un buen gobernador en el mundo, y tal me haga a mí Dios como Sancho gobierna [18].

Ahí le envío, querida mía, una sarta de corales con estremos de oro: yo me holgara que fuera de perlas orientales, pero quien te da el hueso [*] no te querría ver muerta [19]; tiempo vendrá en que nos conozcamos y nos comuniquemos, y Dios sabe lo que será. Encomiéndeme a Sanchica su hija y dígale de mi parte que se apareje [20], que la tengo de casar altamente cuando menos lo piense.

Deste lugar, su amiga que bien la quiere,

La Duquesa

—¡Ay —dijo Teresa en oyendo la carta—, y qué buena y qué llana y qué humilde señora! Con estas tales señoras me entierren a mí [22], y no las hidalgas que en este pueblo se usan, que piensan que por ser hidalgas no las ha de tocar el viento, y van a la iglesia con tanta fantasía como si fuesen las mesmas reinas [23], que no parece sino que tienen a deshonra el mirar a una labradora [*]; y veis aquí donde esta buena señora, con ser duquesa, me llama amiga y me trata como si fuera su [*] igual, que igual la vea yo con el más alto campanario que hay en la Mancha. Y en lo que toca a las bellotas, señor mío, yo le enviaré a su señoría un celemín [24], que por gordas las pueden venir a ver a la mira y a la maravilla [25]. Y por ahora, Sanchica, atiende a que se regale este [*] señor: pon en orden este [*] caballo y saca de la caballeriza güevos y corta tocino adunia [26], y démosle de comer como a un príncipe, que las buenas nuevas que nos ha traído y la buena cara que él tiene lo merece [*] todo; y en tanto saldré yo a dar a mis vecinas las nuevas de nuestro contento, y al padre cura y a maese Nicolás el barbero, que tan amigos son y han sido de tu padre.

—Sí haré, madre —respondió Sanchica—, pero mire que me ha de dar la mitad desa sarta, que no tengo yo por tan boba a mi señora la duquesa, que se la había de enviar a ella toda [27].

—Todo es para ti, hija [*] —respondió Teresa [*]—, pero déjamela traer algunos días al cuello, que verdaderamente parece que me alegra el corazón.

—Que me viva él mil años —respondió Sanchica—, y el que lo trae ni más ni menos, y aun dos mil si fuere necesidad.

—¡A fee que agora que no hay pariente pobre [29]! ¡Gobiernito tenemos! ¡No, sino tómese [*] conmigo la más pintada [*] hidalga, que yo la pondré como nueva!

—¿Qué es esto, Teresa Panza? ¿Qué locuras son estas y qué papeles son esos?

—De Dios en ayuso, no os entendemos [31], Teresa, ni sabemos lo que os decís.

—Ahí lo podrán ver ellos —respondió Teresa.

Y dioles las cartas. Leyólas el cura de modo que las oyó Sansón Carrasco, y Sansón y el cura se miraron el uno al otro como admirados de lo que habían [*] leído, y preguntó el bachiller quién había traído aquellas cartas. Respondió Teresa que se viniesen con ella a su casa y verían el mensajero, que era un mancebo como un pino de oro [32], y que le traía otro presente que valía más de tanto [33]. Quitóle el cura los corales del cuello, y mirólos y remirólos, y certificándose que eran finos tornó a admirarse de nuevo y dijo:

—¡Aderézame [*] esas medidas [34]! —dijo entonces Carrasco—. Agora bien, vamos a ver al portador [*] deste pliego, que dél nos informaremos de las dificultades que se nos ofrecen.

Hiciéronlo así, y volvióse Teresa con ellos. Hallaron al paje cribando un poco de cebada para su cabalgadura y a Sanchica cortando un torrezno para empedrarle con güevos y dar de comer al paje [35], cuya presencia y buen adorno contentó mucho a los dos; y después de haberle saludado cortésmente, y él a ellos, le preguntó Sansón les dijese nuevas así de don Quijote como de Sancho Panza, que, puesto que habían leído las cartas de Sancho y de la señora duquesa, todavía estaban confusos y no acababan de atinar qué sería aquello del gobierno de Sancho, y más de una ínsula, siendo todas o las más que hay en el mar Mediterráneo de Su Majestad. A lo que el paje respondió:

Estando en la mitad destas pláticas, saltó [*] Sanchica con un halda [*] de güevos [38] y preguntó al paje:

—Dígame, señor: ¿mi señor padre trae por ventura calzas atacadas después que es gobernador?

—No he mirado en ello —respondió el paje—, pero sí debe de traer.

—¡Ay, Dios mío —replicó Sanchica—, y qué será de ver a mi padre con pedorreras [39]! ¿No es bueno sino que desde que nací tengo deseo de ver a mi padre con calzas atacadas?

—Como con esas cosas le verá vuestra merced si vive —respondió el paje—. Par Dios, términos lleva de caminar con papahígo [40], con solos dos meses que le dure el gobierno.

—¡Y cómo, madre! —dijo Sanchica—. Pluguiese a Dios que fuese antes hoy que mañana, aunque dijesen los que me viesen ir sentada con mi señora madre en aquel coche: «¡Mirad la tal por cual [42], hija del harto [*] de ajos, y cómo va sentada y tendida en el coche, como si fuera una papesa!». Pero pisen ellos los lodos, y ándeme yo en mi coche, levantados [*] los pies del suelo. ¡Mal año y mal mes para cuantos murmuradores hay en el mundo, y ándeme yo caliente, y ríase la gente [43]! ¿Digo bien, madre mía?

—¡Y cómo que dices bien, hija! —respondió Teresa—. Y todas estas venturas, y aun mayores, me las tiene profetizadas mi buen Sancho, y verás tú, hija, como no para hasta hacerme condesa, que todo es comenzar a ser venturosas. Y como yo he oído decir muchas veces a tu buen padre, que así como lo es tuyo lo es de los refranes, cuando te dieren la vaquilla, corre con la soguilla [*]: cuando te dieren un gobierno, cógele; cuando te dieren un condado, agárrale; y cuando te hicieren tus, tus, con alguna buena dádiva, envásala [44]. ¡No, sino dormíos y no respondáis a las venturas y buenas dichas que están llamando a la puerta de vuestra casa!

—¿Y qué se me da a mí —añadió Sanchica— que diga el que quisiere, cuando me vea entonada y fantasiosa [45], «Viose el perro en bragas de cerro... [46]», y lo demás?

Oyendo lo cual el cura, dijo:

—¿Que todavía se afirma vuestra merced, señor mío —dijo el bachiller—, ser verdad esto del gobierno de Sancho y de que hay duquesa en el mundo que le envíe presentes y le escriba? Porque nosotros, aunque tocamos los presentes y hemos leído las cartas, no lo creemos [47], y pensamos que esta es una de las cosas de don Quijote nuestro compatrioto, que todas piensa que son hechas por encantamento; y, así, estoy por decir que quiero tocar y palpar a vuestra merced, por ver si es embajador fantástico o hombre de carne y hueso.

—Bien podrá ello ser así —replicó el bachiller—, pero dubitat Augustinus [49].

—Esa ida a mí toca —dijo Sanchica—: lléveme vuestra merced, señor, a las ancas de su rocín, que yo iré de muy buena gana a ver a mi señor padre.

—Las hijas de los gobernadores no [*] han de ir solas por los caminos, sino acompañadas de carrozas y literas y de gran número de sirvientes.

—Par Dios —respondió Sancha [*]—, tan bien me vaya yo sobre una pollina como sobre un coche. ¡Hallado la habéis la melindrosa [51]!

—Más dice la señora Teresa de lo que piensa —dijo el paje—; y denme de comer y despáchenme luego, porque pienso volverme esta tarde.

A lo que dijo el cura:

—Vuestra merced se vendrá a hacer penitencia conmigo [54], que la señora Teresa más tiene voluntad que alhajas para servir a tan buen huésped [55].

Rehusólo el paje, pero en efecto lo hubo de conceder por su mejora [56], y el cura le llevó consigo de buena gana, por tener lugar de preguntarle de espacio por don Quijote y sus hazañas.

Segunda Parte de "El ingenioso hidalgo Don Quijote" Capítulo L Deuxième partie de "L'ingénieux hidalgo Don Quichotte" Chapitre L ドン・キホーテの天才イダルゴ」第二部 L章 Segunda parte de "O Engenhoso Hidalgo Dom Quixote" Capítulo L Second Part of "The Ingenious Gentleman Don Quixote" Chapter L

Capítulo L - Donde se declara quién fueron los encantadores y verdugos que azotaron a la dueña y pellizcaron y arañaron a don Quijote, con el suceso que tuvo el paje que llevó la carta a Teresa Sancha [*][1], mujer de Sancho Panza Chapter L - Where it is declared who were the enchanters and executioners that whipped the lady and pinched and scratched Don Quixote, along with the incident that the page had who delivered the letter to Teresa Sancha [*][1], wife of Sancho Panza.

Dice Cide Hamete, puntualísimo escudriñador de los átomos desta verdadera [*] historia [2], que al tiempo que doña Rodríguez salió de su aposento para ir a la estancia de don Quijote, otra dueña que con ella dormía lo sintió, y que, como todas las dueñas son amigas de saber, entender y oler, se fue tras ella, con tanto silencio, que la buena Rodríguez no lo echó de ver; y así como la dueña la vio entrar en la estancia de don Quijote, porque no faltase en ella la general costumbre que todas las dueñas tienen de ser chismosas, al momento lo fue a poner en pico a su señora la duquesa [3], de como doña Rodríguez quedaba en el aposento de don Quijote. |||pontualíssimo||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||fofocas|||||||||||||||||||||||| Cide Hamete says, a very meticulous scrutinizer of the atoms of this true [*] history [2], that at the time when Doña Rodríguez left her room to go to the chamber of Don Quixote, another lady who was sleeping with her felt it, and that, as all ladies are fond of knowing, understanding, and smelling, she followed her, so quietly that good Rodríguez did not notice it; and as soon as the lady saw her enter the chamber of Don Quixote, because the general custom that all ladies have of being gossipy should not be lacking, she immediately went to inform her ladyship the Duchess [3], that Doña Rodríguez was in the chamber of Don Quixote.

La duquesa se lo dijo al duque y le pidió licencia para que ella y Altisidora viniesen a ver lo que aquella dueña quería con don Quijote; el duque se la dio, y las dos, con gran tiento y sosiego, paso ante paso [4] llegaron a ponerse junto a la puerta del aposento, y tan cerca, que oían todo lo que dentro hablaban, y cuando oyó la duquesa que Rodríguez [*] había echado en la calle el Aranjuez de sus fuentes [5], no lo pudo sufrir, ni menos Altisidora, y así, llenas de cólera y deseosas de venganza, entraron de golpe en el aposento y acrebillaron a don Quijote y vapularon a la dueña del modo que queda contado: porque las afrentas que van derechas contra la hermosura y presunción de las mujeres despierta [*] en ellas en gran manera la ira y enciende [*] el deseo de vengarse. |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||Aranjuez|||||||||||||||||||||||||||acrebillaron||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| The Duchess told the Duke and asked for permission for her and Altisidora to come see what that lady wanted with Don Quixote; the Duke granted it, and the two, with great caution and calm, step by step [4], approached the door of the chamber, and so close that they could hear everything that was being said inside, and when the Duchess heard that Rodríguez [*] had thrown the Aranjuez of her fountains into the street [5], she could not bear it, nor could Altisidora, and thus, filled with rage and eager for revenge, they burst into the chamber and bombarded Don Quixote and beat the lady in the manner that has been recounted: because the affronts that go directly against the beauty and pride of women greatly awaken their anger and ignite [*] the desire for revenge.

A cuyas voces salió Teresa Panza, su madre, hilando un copo de estopa, con una saya parda —parecía, según era de corta, que [*] se la habían cortado por vergonzoso lugar [9]—, con un corpezuelo asimismo pardo y una camisa de pechos [10]. ||||||||||||||||||||||||||||||||corpezuelo||||||| to|whose|voices|she came out|Teresa|Panza|her|mother|spinning|a|ball|of|tow|with|a|skirt|brown|she seemed|according to|she was|of|short|that|herself|it|they had|cut|for|shameful|place|with|a|bodice|likewise|brown|and|a|shirt|of|breasts At these words, Teresa Panza, her mother, came out, spinning a ball of tow, wearing a brown skirt —it seemed, given how short it was, that [*] it had been cut in a shameful place [9]—, with a brown bodice and a shirt with a front [10]. No era muy vieja, aunque mostraba pasar de los cuarenta, pero fuerte, tiesa, nervuda y avellanada [11]; la cual viendo a su hija, y al paje a caballo, le dijo: |||||||||||||||avelã||||||||||||| not|she was|very|old|although|she showed|to pass|of|the|forty|but|strong|stiff|sinewy|and|hazel|the|which|seeing|to|her|daughter|and|to the|page|on|horseback|to her|she said She was not very old, although she appeared to be over forty, but she was strong, stiff, wiry, and hazel-eyed [11]; seeing her daughter and the page on horseback, she said:

—¡Ay, señor mío, quítese de ahí, no haga eso —respondió Teresa—, que yo no soy nada palaciega, sino una pobre labradora, hija de un estripaterrones [12] y mujer de un escudero andante, y no de gobernador alguno! |||saia|||||||||||||||||||||estripaterrones||||||||||| oh|lord|mine|take yourself away|from|there|not|do|that|she responded|Teresa|that|I|not|I am|anything|palatial|but|a|poor|farmer|daughter|of|a|landowner|and|woman|of|a|squire|wandering|and|not|of|governor|any —Oh, my lord, please step away, do not do that —Teresa replied—, for I am not at all courtly, but a poor peasant, daughter of a land tiller and wife of a wandering squire, and not of any governor!

—Vuesa merced —respondió el paje— es mujer dignísima de un gobernador archidignísimo, y para prueba desta verdad reciba vuesa merced esta carta y este presente. |||||||||||archidigníssimo||||||||||||| your|grace|she responded|the|page|she is|woman|most worthy|of|a|governor|most arch-dignified|and|for|proof|of this|truth|receive|your|grace|this|letter|and|this|gift —Your grace —the page replied— is a most worthy woman of an archworthy governor, and to prove this truth, please accept this letter and this gift.

—Léamela vuesa merced, señor gentilhombre —dijo Teresa—, porque, aunque yo sé hilar, no sé leer migaja [14]. leia-me||||||||||||||| read it to me|your|grace|sir|gentleman|she said|Teresa|because|although|I|I know|to spin|not|I know|to read|crumb —Read it to me, your grace, gentleman —said Teresa—, because although I know how to spin, I do not know how to read a bit.

Ahí le envío, querida mía, una sarta de corales con estremos de oro: yo me holgara que fuera de perlas orientales, pero quien te da el hueso [*] no te querría ver muerta [19]; tiempo vendrá en que nos conozcamos y nos comuniquemos, y Dios sabe lo que será. there|to him|I send|dear|mine|a|string|of|corals|with|ends|of|gold|I|myself|I would have liked|that|it were|of|pearls|oriental|but|he who|you|gives|the|bone|not|you|he would want|to see|dead|time|it will come|in|that|ourselves|we know|and|ourselves|we communicate|and|God|knows|what|that|it will be Here I send you, my dear, a string of corals with gold ends: I would have been pleased if they were of oriental pearls, but whoever gives you the bone [*] would not want to see you dead [19]; the time will come when we meet and communicate, and God knows what will happen. Encomiéndeme a Sanchica su hija y dígale de mi parte que se apareje [20], que la tengo de casar altamente cuando menos lo piense. encomende-me|||||||||||||||||||||| entrust me|to|Sanchica|her|daughter|and|tell her|from|my|part|that|herself|she prepares|that|I|I have|to|to marry|highly|when|least|it|she thinks Please commend me to Sanchica, his daughter, and tell her on my behalf to get ready [20], for I intend to marry her off grandly when she least expects it.

La Duquesa the|Duchess The Duchess

—¡Ay —dijo Teresa en oyendo la carta—, y qué buena y qué llana y qué humilde señora! oh|she said|Teresa|upon|hearing|the|letter|and|how|good|and|how|plain|and|how|humble|lady —Oh —said Teresa upon hearing the letter—, what a good, plain, and humble lady! Con estas tales señoras me entierren a mí [22], y no las hidalgas que en este pueblo se usan, que piensan que por ser hidalgas no las ha de tocar el viento, y van a la iglesia con tanta fantasía como si fuesen las mesmas reinas [23], que no parece sino que tienen a deshonra el mirar a una labradora [*]; y veis aquí donde esta buena señora, con ser duquesa, me llama amiga y me trata como si fuera su [*] igual, que igual la vea yo con el más alto campanario que hay en la Mancha. With such ladies, let them bury me [22], and not the noblewomen that are used in this town, who think that because they are noblewomen, the wind should not touch them, and they go to church with as much fancy as if they were the very queens [23], for it seems they are ashamed to look at a peasant woman [*]; and here you see this good lady, even though she is a duchess, calls me friend and treats me as if I were her [*] equal, which I see as equal to the highest bell tower in La Mancha. Y en lo que toca a las bellotas, señor mío, yo le enviaré a su señoría un celemín [24], que por gordas las pueden venir a ver a la mira y a la maravilla [25]. And as for the acorns, my lord, I will send your lordship a celemín [24], which for being fat can come to see them in wonder and amazement [25]. Y por ahora, Sanchica, atiende a que se regale este [*] señor: pon en orden este [*] caballo y saca de la caballeriza güevos y corta tocino adunia [26], y démosle de comer como a un príncipe, que las buenas nuevas que nos ha traído y la buena cara que él tiene lo merece [*] todo; y en tanto saldré yo a dar a mis vecinas las nuevas de nuestro contento, y al padre cura y a maese Nicolás el barbero, que tan amigos son y han sido de tu padre. And for now, Sanchica, make sure this [*] gentleman is treated well: prepare this [*] horse and take eggs from the stable and cut some bacon adunia [26], and let’s feed him like a prince, for the good news he has brought us and the good face he has deserves [*] everything; and in the meantime, I will go out to tell my neighbors the news of our happiness, and to Father Curate and Master Nicolás the barber, who are such friends of your father.

—Sí haré, madre —respondió Sanchica—, pero mire que me ha de dar la mitad desa sarta, que no tengo yo por tan boba a mi señora la duquesa, que se la había de enviar a ella toda [27]. —I will do so, mother —Sanchica replied—, but you must give me half of that string, for I do not think my lady the duchess is so foolish that she would send it all to her [27].

Salióse en esto Teresa fuera de casa con las cartas, y con la sarta al cuello, y iba tañendo en las cartas como si fuera en un pandero; y encontrándose acaso con el cura y Sansón Carrasco, comenzó a bailar y a decir: she went out|in|this|Teresa|outside|of|house|with|the|letters|and|with|the|string|to the|neck|and|she was going|playing|on|the|letters|as|if|she were|on|a|tambourine|and|finding herself|by chance|with|the|priest|and|Sansón|Carrasco|she began|to|to dance|and|to|to say At this point, Teresa went out of the house with the letters, and with the string around her neck, and she was playing the letters as if they were a tambourine; and happening to meet the priest and Sansón Carrasco, she began to dance and say:

—De Dios en ayuso, no os entendemos [31], Teresa, ni sabemos lo que os decís. |||ayuso|||||||||| of|God|in|upside down|not|you|we understand|Teresa|nor|we know|what|that|you|you say —By God, we do not understand you [31], Teresa, nor do we know what you are saying.

Y dioles las cartas. and|I gave them|the|letters And I gave them the letters. Leyólas el cura de modo que las oyó Sansón Carrasco, y Sansón y el cura se miraron el uno al otro como admirados de lo que habían [*] leído, y preguntó el bachiller quién había traído aquellas cartas. he read them|the|priest|in|manner|that|them|he heard|Sansón|Carrasco|and|Sansón|and|the|priest|themselves|they looked|the|one|to the|other|as|amazed|of|what|that|they had|read|and|he asked|the|bachelor|who|he had|brought|those|letters The priest read them in such a way that Sansón Carrasco heard them, and Sansón and the priest looked at each other as if amazed by what they had read, and the bachelor asked who had brought those letters. Respondió Teresa que se viniesen con ella a su casa y verían el mensajero, que era un mancebo como un pino de oro [32], y que le traía otro presente que valía más de tanto [33]. she answered|Teresa|that|themselves|they would come|with|her|to|her|house|and|they would see|the|messenger|that|he was|a|young man|like|a|pine|of|gold|and|that|to him|he brought|another|gift|that|it was worth|more|than|so much Teresa replied that they should come with her to her house and they would see the messenger, who was a young man as tall as a golden pine, and that he brought another gift that was worth more than that. Quitóle el cura los corales del cuello, y mirólos y remirólos, y certificándose que eran finos tornó a admirarse de nuevo y dijo: ||||||||olhou-os|||||||||||||| he took away from him|the|priest|the|corals|from the|neck|and|he looked at them|and|he looked at them again|and|certifying himself|that|they were|fine|he turned|to|to admire|of|again|and|he said The priest took the coral beads from his neck, looked at them and looked at them again, and certifying that they were fine, he marveled once more and said:

Hiciéronlo así, y volvióse Teresa con ellos. They did so, and Teresa returned with them. Hallaron al paje cribando un poco de cebada para su cabalgadura y a Sanchica cortando un torrezno para empedrarle con güevos y dar de comer al paje [35], cuya presencia y buen adorno contentó mucho a los dos; y después de haberle saludado cortésmente, y él a ellos, le preguntó Sansón les dijese nuevas así de don Quijote como de Sancho Panza, que, puesto que habían leído las cartas de Sancho y de la señora duquesa, todavía estaban confusos y no acababan de atinar qué sería aquello del gobierno de Sancho, y más de una ínsula, siendo todas o las más que hay en el mar Mediterráneo de Su Majestad. They found the page sifting a bit of barley for his mount and Sanchica cutting a piece of bacon to pave it with eggs and feed the page [35], whose presence and good appearance pleased both of them greatly; and after they had greeted him courteously, and he them, Sansón asked him to tell them news about both Don Quijote and Sancho Panza, since although they had read the letters from Sancho and the lady duchess, they were still confused and could not quite figure out what this government of Sancho was about, especially an island, since all or most of them in the Mediterranean Sea belong to His Majesty. A lo que el paje respondió: To which the page replied:

—De que el señor Sancho Panza sea gobernador, no hay que dudar en ello; de que sea ínsula o no la que gobierna, en eso no me entremeto, pero basta que sea un lugar de más de mil vecinos; y en cuanto a lo de las bellotas, digo que mi señora la duquesa es tan llana y tan humilde, que... (no decía él enviar [*] a pedir bellotas a una labradora, pero que le acontecía enviar a pedir un peine prestado a una vecina suya [36]). —That Señor Sancho Panza is a governor, there is no doubt about it; whether it is an island or not that he governs, I do not meddle in that, but it is enough that it is a place with more than a thousand inhabitants; and regarding the acorns, I say that my lady the duchess is so plain and humble that... (he did not say he would send [*] to ask a peasant woman for acorns, but that it happened to him to send to ask a neighbor of his for a borrowed comb [36]). Porque quiero que sepan vuestras mercedes que las señoras de Aragón, aunque son tan principales, no son tan puntuosas y levantadas como las señoras castellanas [37]: con más llaneza tratan con las gentes. because|I want|that|they know|your|graces|that|the|ladies|of|Aragon|although|they are|so|prominent|not|they are|so|punctilious|and|haughty|as|the|ladies|Castilian|with|more|plainness|they deal|with|the|people Because I want you to know, your honors, that the ladies of Aragon, although they are so prominent, are not as finicky and haughty as the ladies of Castile: they deal with people with more straightforwardness.

—No he mirado en ello —respondió el paje—, pero sí debe de traer. not|I|looked|into|it||the|page|but|yes|he must|to|bring —I haven't noticed that —the page replied—, but he must be wearing them.

—¿Y qué se me da a mí —añadió Sanchica— que diga el que quisiere, cuando me vea entonada y fantasiosa [45], «Viose el perro en bragas de cerro... [46]», y lo demás? —And what do I care —Sanchica added— what anyone says, when they see me in a good mood and fanciful, "The dog was seen in hill's breeches..." and the rest?

Oyendo lo cual el cura, dijo: Hearing this, the priest said:

—Yo no puedo creer sino que todos los deste linaje de los Panzas nacieron cada uno con un costal de refranes en el cuerpo: ninguno dellos he visto que no los derrame a todas horas y en todas las pláticas que tienen. —I can only believe that all of this lineage of the Panzas were born each with a sack of proverbs in their bodies: I have not seen one of them who does not spill them at all hours and in all the conversations they have.

—¿Que todavía se afirma vuestra merced, señor mío —dijo el bachiller—, ser verdad esto del gobierno de Sancho y de que hay duquesa en el mundo que le envíe presentes y le escriba? that|still|himself|he affirms|your|grace|sir|mine|he said|the|bachelor|to be|truth|this|of the|government|of|Sancho|and|of|that|there is|duchess|in|the|world|that|to him|she sends|presents|and|to him|she writes —Does your grace still assert, my lord —said the bachelor—, that this about Sancho's governorship and that there is a Duchess in the world who sends him gifts and writes to him is true? Porque nosotros, aunque tocamos los presentes y hemos leído las cartas, no lo creemos [47], y pensamos que esta es una de las cosas de don Quijote nuestro compatrioto, que todas piensa que son hechas por encantamento; y, así, estoy por decir que quiero tocar y palpar a vuestra merced, por ver si es embajador fantástico o hombre de carne y hueso. because|we|although|we touch|the|presents|and|we have|read|the|letters|we do not|it|we believe|and|we think|that|this|it is|one|of|the|things|of|sir|Quijote|our||that|all|he thinks|that|they are|made|by|enchantment|and|thus|I am|to|to say|that|I want|to touch|and|to feel|to|your|grace|in order to|to see|if|he is|ambassador|fantastic|or|man|of|flesh|and|bone Because we, although we have touched the gifts and have read the letters, do not believe it, and we think this is one of the things of Don Quixote our compatriot, who believes that everything is done by enchantment; and so, I am inclined to say that I want to touch and feel you, to see if you are a fantastic ambassador or a man of flesh and blood.

—Dude quien dudare —respondió el paje—, la verdad es la que he dicho, y es la que [*] ha de andar siempre sobre la mentira, como el aceite sobre el agua; y si no, «operibus credite, et non verbis [50]»: véngase alguno de vuesas mercedes conmigo y verán con los ojos lo que no creen por los oídos. let him doubt|whoever|to doubt|he responded|the|page|the|truth|it is|the|that|I|said|and|it is|the|that|it has|to|to walk|always|over|the|lie|like|the|oil|over|the|water|and|if|not|by works|believe|and|not|words|let him come|someone|of|your|graces|with me|and|they will see|with|the|eyes|what|that|not|they believe|by|the|ears —Let whoever doubts doubt —the page responded—, the truth is what I have said, and it is what [*] must always prevail over the lie, like oil over water; and if not, "believe in deeds, not words [50]": let any of your graces come with me and they will see with their own eyes what they do not believe by hearsay.

—Las hijas de los gobernadores no [*] han de ir solas por los caminos, sino acompañadas de carrozas y literas y de gran número de sirvientes. the|daughters|of|the|governors|not|they have|to|to go|alone|through|the|roads|but|accompanied|by|carriages|and|litters|and|of|great|number|of|servants —The daughters of governors must not go alone on the roads, but accompanied by carriages and litters and a large number of servants.

—Par Dios —respondió Sancha [*]—, tan bien me vaya yo sobre una pollina como sobre un coche. for|God|she responded|Sancha|so|well|to me|I go|I|on|a|mare|as|on|a|carriage —For God's sake —Sancha replied—, I would fare just as well on a mule as in a carriage. ¡Hallado la habéis la melindrosa [51]! found|the|you have|the|affected You have found her, the finicky one!

—Más dice la señora Teresa de lo que piensa —dijo el paje—; y denme de comer y despáchenme luego, porque pienso volverme esta tarde. |||||||||||||||||despachem-me|||||| more|she says|the|lady|Teresa|of|what|than|she thinks|said|the|page|and|give me|to|to eat|and|dispatch me|right away|because|I think|to return|this|afternoon —Mrs. Teresa says more than she thinks —said the page—; and give me something to eat and send me off quickly, because I plan to return this afternoon.

Rehusólo el paje, pero en efecto lo hubo de conceder por su mejora [56], y el cura le llevó consigo de buena gana, por tener lugar de preguntarle de espacio por don Quijote y sus hazañas. he refused it|the|page|but|in|effect|it|he had|to|to concede|for|his|improvement|and|the|priest|to him|he took|with him|of|good|will|to|to have|place|to|to ask him|about|space|for|sir|Quixote|and|his|feats The page refused it, but in fact he had to concede for his own good [56], and the priest gladly took him with him, to have the opportunity to ask him at length about Don Quixote and his exploits.

El bachiller se ofreció de escribir las cartas a Teresa de la respuesta, pero ella no quiso que el bachiller se metiese en sus cosas, que le tenía por algo burlón, y, así, dio un bollo y dos huevos a un monacillo que sabía escribir, el cual le escribió dos cartas, una para su marido y otra para la duquesa, notadas de su mismo caletre [57], que no son las peores que en esta grande historia se ponen, como se verá adelante. ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||notadas|||||||||||||||||||| the|bachelor|himself|he offered|to|to write|the|letters|to|Teresa|of|the|response|but|she|not|she wanted|that|the|bachelor|himself|to meddle|in|her|things|that|to her|he had|as|something|mocking|and|thus|she gave|a|bun|and|two|eggs|to|a|little monk|who|he knew|to write|the|which|to him|he wrote|two|letters|one|for|her|husband|and|another|for|the|duchess|noted|of|her|same|wits|that|not|they are|the|worst|that|in|this|great|history|itself|they are placed|as|itself|it will see|ahead The bachelor offered to write the letters to Teresa in response, but she did not want the bachelor to meddle in her affairs, as she considered him somewhat mocking. Thus, she gave a bun and two eggs to a little monk who knew how to write, and he wrote two letters for her, one for her husband and another for the duchess, noted in her own style, which are not the worst that are included in this grand story, as will be seen later.

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