×

We use cookies to help make LingQ better. By visiting the site, you agree to our cookie policy.


image

La Edad de Oro by Jose Marti, El camarón encantado

El camarón encantado

Cuento de magia del francés Laboulaye.

Allá por un pueblo del mar Báltico, del lado de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su hacha y su mujer. El hacha ¡bueno! ; pero la mujer se llamaba Masicas, que quiere decir «fresa agria». Y era agria Masicas de veras, como la fresa silvestre. ¡Vaya un nombre: Masicas! Ella nunca se enojaba, por supuesto, cuando le hacían el gusto, o no la contradecían; pero si se quedaba sin el capricho, era de irse a los bosques por no oírla. Se estaba callada de la mañana a la noche, preparando el regaño, mientras Loppi andaba afuera con el hacha, corta que corta, buscando el pan: y en cuanto entraba Loppi, no paraba de regañarlo, de la noche a la mañana. Porque estaban muy pobres, y cuando la gente no es buena, la pobreza los pone de mal humor. De veras que era pobre la casa de Loppi: las arañas no hacían telas en sus rincones porque no había allí moscas que coger, y dos ratones que entraron extraviados, se murieron de hambre.

Un día estuvo Masicas más buscapleitos que de costumbre, y el buen leñador salió de la casa suspirando, con el morral vacío al hombro: el morral de cuero, donde echaba el pico de pan, o la col, o las papas que le daban de limosna. Era muy de mañanita, y al pasar cerca de un charco vio en la yerba húmeda uno que le pareció animal raro y negruzco, de muchas bocas, como muerto o dormido. Era grande por cierto: era un enorme camarón. «¡Al saco el camarón! : con esta cena le vuelve el juicio a esa hambrona de Masicas; ¿quién sabe lo que dice cuando tiene hambre?»Y echó el camarón en el saco.

Pero ¿qué tiene Loppi, que da un salto atrás, que le tiembla la barba, que se pone pálido? Del fondo del saco salió una voz tristísima: el camarón le estaba hablando:

—Párate, amigo, párate, y déjame ir. Yo soy el más viejo de los camarones: más de un siglo tengo yo: ¿qué vas a hacer con este carapacho duro? Sé bueno conmigo, como tú quieres que sean buenos contigo.

—Perdóname, camaroncito, que yo te dejaría ir; pero mi mujer está esperando su cena, y si le digo que encontré el camarón mayor del mundo, y que lo dejé escapar, esta noche sé yo a lo que suena un palo de escoba cuando se lo rompe su mujer a uno en las costillas.

—Y ¿por qué se lo has de decir a tu mujer?

—¡Ay, camaroncito! : eso me dices tú porque no sabes quién es Masicas. Masicas es una gran persona, que lo lleva a uno por la nariz, y uno se deja llevar: Masicas me vuelve del revés, y me saca todo lo que tengo en el corazón: Masicas sabe mucho.

—Pues mira, leñador, que yo no soy camarón como parezco, sino una maga de mucho poder, y si me oyes, tu mujer se contentará, y si no me oyes, toda la vida te has de arrepentir.

—Tú contenta a Masicas, y yo te dejaré ir, que por gusto a nadie le hago daño.

—Dime qué pescado le gusta más a tu mujer.

—Pues el que haya, camarón, que los pobres no escogen: lo que has de hacer es que no vuelva yo con el morral vacío.

—Pues ponme en la yerba, mete en el charco tu morral abierto, y di: «¡Peces, al morral!»

Y tantos peces entraron en el morral que casi se le iba Loppi de las manos. Las manos le bailaban a Loppi del asombro.

—Ya ves, leñador—le dijo el camarón,—que no soy desagradecido. Ven acá todas las mañanas, y en cuanto digas: «¡Al morral, peces!» tendrás el morral lleno, de los peces colorados, de los peces de plata, de los peces amarillos. Y si quieres algo más, ven y dime así:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro» :

y yo saldré, y veré lo que puedo hacer por ti. Pero mira, ten juicio, y no le digas a tu mujer lo que ha sucedido hoy.

—Probaré, señora maga, probaré—dijo el leñador; y puso en la yerba con mucho cuidado el camarón milagroso, que se metió de un salto en el agua.

Iba como la pluma Loppi, de vuelta a su casa. El morral no le pesaba, pero lo puso en el suelo antes de llegar a la puerta, porque ya no podía más de la curiosidad. Y empezaron los peces a saltar, primero un lucio como de una vara, luego una carpa, radiante como el oro, luego dos truchas, y un mundo de meros. Masicas abrazó a Loppi, y lo volvió a abrazar, y le dijo: «¡leñadorcito mío!»

—Ya ves, ya ves, Loppi, lo que nos sucede por haber oído a tu mujer y salir temprano a buscar fortuna. Anda a la huerta, anda, y tráeme unos ajos y cebollas, y tráeme unas setas: anda, anda al monte, leñadorcito, que te voy a hacer una sopa que no la come el rey. Y la carpa la asaremos: ni un regidor va a comer mejor que nosotros.

Y fue muy buena por cierto la comida, porque Masicas no hacía sino lo que quería Loppi, y Loppi estaba pensando en cuando la conoció, que era como una rosa fina, y no le hablaba del miedo. Pero al otro día no le hizo Masicas tantas fiestas al morral de pescados. Y al otro, se puso a hablar sola. Y el sábado, le sacó la lengua en cuanto lo vio venir. Y el domingo, se le fue encima a Loppi, que volvía con su morral a cuestas.

—¡Mal marido, mal hombre, mal compañero! ¡que me vas a matar a pescado! ¡que de verte el morral me da el alma vueltas!

—Y ¿qué quieres que te traiga, pues?—dijo el pobre Loppi.

—Pues lo que comen todas las mujeres de los leñadores honrados: una sopa buena y un trozo de tocino.

«Con tal—pensó Loppi—que la maga me quiera hacer este favor.»

Y al otro día a la mañanita fue al charco, y se puso a dar voces:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.»

y el agua se movió, y salió una boca negra, y luego otra boca, y luego la cabeza, con dos ojos grandes que resplandecían.

—¿Qué quiere el leñador?

—Para mí, nada; nada para mí, camaroncito: ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se cansó del pescado, y quiere ahora sopa y un trozo de tocino.

—Pues tendrá lo que quiere tu mujer—respondió el camarón.—Al sentarte esta noche a la mesa, dale tres golpes con el dedo meñique, y di a cada golpe: «¡Sopa, aparece: aparece, tocino!»Y verás que aparecen. Pero ten cuidado, leñador, que si tu mujer empieza a pedir, no va a acabar nunca.

—Probaré, señora maga, probaré—dijo Loppi, suspirando.

Como una ardilla, como una paloma, como un cordero estuvo al otro día en la mesa Masicas, que comió sopa dos veces, y tocino tres, y luego abrazó a Loppi, y lo llamó: «Loppi de mi corazón».

Pero a la semana justa, en cuanto vio en la mesa el tocino y la sopa, se puso colorada de la ira, y le dijo a Loppi con los puños alzados:

—¿Hasta cuándo me has de atormentar, mal marido, mal compañero, mal hombre? ¿que una mujer como yo ha de vivir con caldo y manteca?

—Pero ¿qué quieres, amor mío, qué quieres?

—Pues quiero una buena comida, mal marido: un ganso asado, y unos pasteles para postres.

En toda la noche no cerró Loppi los ojos, pensando en el amanecer, y en los puños alzados de Masicas, que le parecieron un ganso cada uno. Y a paso de moribundo se fue arrimando al charco a los claros del día. Y las voces que daba parecían hilos, por lo tristes, por lo delgadas:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.»

—¿Qué quiere el leñador?

—Para mí, nada: ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se está cansando del tocino y la sopa. Yo no, yo no me canso, señora maga. Pero mi mujer se ha cansado, y quiere algo ligero, así como un gansito asado, así como unos pastelitos.

—Pues vuélvete a tu casa, leñador, y no tienes que venir cuando tu mujer quiera cambiar de comida, sino pedírselo a la mesa, que yo le mandaré a la mesa que se lo sirva.

En un salto llegó Loppi a su casa, e iba riendo por el camino, y tirando por el aire el sombrero. Llena estaba ya la mesa de platos, cuando él llegó, con cucharas de hierro, y tenedores de tres puntas, y una jarra de estaño: y el ganso con papas, y un pudín de ciruelas. Hasta un frasco de anisete había en la mesa, con su forro de paja.

Pero Masicas estaba pensativa. Y a Loppi ¿quién le daba todo aquello? Ella quería saber: «¡Dímelo, Loppi!»Y Loppi se lo dijo, cuando ya no quedaba del anisete más que el forro de paja, y estaba Masicas más dulce que el anís. Pero ella prometió no decírselo a nadie: no había una vecina en doce leguas a la redonda.

A los pocos días, una tarde que Masicas había estado muy melosa, le contó a Loppi muchos cuentos y le acabó así el discurso:

—Pero, Loppi mío, ya tú no piensas en tu mujercita: comer, es verdad, come mejor que la reina; pero tu mujercita anda en trapos, Loppi, como la mujer de un pordiosero. Anda, Loppi, anda, que la maga no te tendrá a mal que quieras vestir bien a tu mujercita.

A Loppi le pareció que Masicas tenía mucha razón, y que no estaba bien sentarse a aquella mesa de lujo con el vestido tan pobre. Pero la voz se le resistía cuando a la mañanita llamó al camarón encantado:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.»

El camarón entero sacó el cuerpo del agua.

—¿Qué quiere el leñador?

—Para mí, nada; ¿qué puedo yo querer? Pero mi mujer está triste, señora maga, porque se ve tan mal vestida, y quiere que su señoría me dé poder para tenerla con traje de señora.

El camarón se echó a reír, y estuvo riendo un rato, y luego dijo a Loppi: «Vuélvete a casa, leñador, que tu mujer tendrá lo que desea.»

—¡Oh, señor camarón! ¡oh, señora maga! ¡déjeme que le bese la patica izquierda, la que está del lado del corazón! ¡déjeme que se la bese!

Y se fue cantando un canto que le había oído a un pájaro dorado que le daba vueltas a una rosa: y cuando entró a su casa vio a una bella señora, y la saludó hasta los pies; y la señora se echó a reír, porque era Masicas, su linda Masicas, que estaba como un sol de la hermosura. Y se tomaron los dos de la mano, y bailaron en redondo, y se pusieron a dar brincos.

A los pocos días Masicas estaba pálida, como quien no duerme, y con los ojos colorados, como de mucho llorar. «Y dime, Loppi», le decía una tarde, con un pañuelo de encaje en la mano: «¿de qué me sirve tener tan buen vestido sin un espejo donde mirarme, ni una vecina que me pueda ver, ni más casa que este casuco? Loppi, dile a la maga que esto no puede ser.»Y lloraba Masicas, y se secaba los ojos colorados con su pañuelo de encaje: «Dile, Loppi, a la maga que me dé un castillo hermoso, y no le pediré nada más.»

—¡Masicas, tú estás loca! Tira de la cuerda y se reventará. Conténtate, mujer, con lo que tienes, que si no, la maga te castigará por ambiciosa.

—¡Loppi, nunca serás más que un zascandil! ¡El que habla con miedo se queda sin lo que desea! Háblale a la maga como un hombre. Háblale, que yo estoy aquí para lo que suceda.

Y el pobre Loppi volvió al charco, como con piernas postizas. Iba temblando todo él. ¿Y si el camarón se cansaba de tanto pedirle, y le quitaba cuanto le dio? ¿Y si Masicas lo dejaba sin pelo si volvía sin el castillo? Llamó muy quedito:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.»

—¿Qué quiere el leñador?—dijo el camarón, saliendo del agua poco a poco.

—Nada para mí: ¿qué más podría yo querer? Pero mi mujer no está contenta y me tiene en tortura, señora maga, con tantos deseos.

—¿Y qué quiere la señora, que ya no va a parar de querer?

—Pues una casa, señora maga, un castillito, un castillo. Quiere ser princesa del castillo, y no volverá a pedir nada más.

—Leñador—dijo el camarón, con una voz que Loppi no le conocía:—tu mujer tendrá lo que desea.—Y desapareció en el agua de repente.

A Loppi le costó mucho trabajo llegar a su casa, porque estaba cambiado todo el país, y en vez de matorrales había ganados y siembras hermosas, y en medio de todo una casa muy rica con un jardín lleno de flores. Una princesa bajó a saludarlo a la puerta del jardín, con un vestido de plata. Y la princesa le dio la mano. Era Masicas: «Ahora sí, Loppi, que soy dichosa. Eres muy bueno, Loppi. La maga es muy buena.»Y Loppi se echó a llorar de alegría.

Vivía Masicas con todo el lujo de su señorío. Los barones y las baronesas se disputaban el honor de visitarla: el gobernador no daba orden sin saber si le parecía bien: no había en todo el país quien tuviera un castillo más opulento, ni coches con más oro, ni caballos más finos. Sus vacas eran inglesas, sus perros de San Bernardo, sus gallinas de Guinea, sus faisanes de Terán, sus cabras eran suizas. ¿Qué le faltaba a Masicas, que estaba siempre tan llena de pesar? Se lo dijo a Loppi, apoyando en su hombro la cabeza. Masicas quería algo más. Quería ser reina Masicas:«¿No ves que para reina he nacido yo? ¿No ves, Loppi mío, que tú mismo me das siempre la razón, aunque eres más terco que una mula? Ya no puedo esperar, Loppi. Dile a la maga que quiero ser reina.»

Loppi no quería ser rey. Almorzaba bien, comía mejor; ¿a qué los trabajos de mandar a los hombres? Pero cuando Masicas decía a querer, no había más remedio que ir al charco. Y al charco fue al salir el sol, limpiándose los sudores, y con la sangre a medio helar. Llegó. Llamó.

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.»

Vio salir del agua las dos bocas negras. Oyó que le decían «¿qué quiere el leñador?»pero no tenía fuerzas para dar su recado. Al fin dijo tartamudeando:

—Para mí, nada: ¿qué pudiera yo pedir? Pero se ha cansado mi mujer de ser princesa.

—¿Y qué quiere ahora ser la mujer del leñador?

—¡Ay, señora maga! : reina quiere ser.

—¿Reina no más? Me salvaste la vida, y tu mujer tendrá lo que desea. ¡Salud, marido de la reina!

Y cuando Loppi volvió a su casa, el castillo era un palacio, y Masica tenía puesta la corona. Los lacayos, los pajes, los chambelanes, con sus medias de seda y sus casaquines, iban detrás de la reina Masicas, cargándole la cola.

Y Loppi almorzó contento, y bebió en copa tallada su anisete más fino, seguro de que Masicas tenía ya cuanto podía tener. Y dos meses estuvo almorzando pechugas de faisán con vinos olorosos, y paseando por el jardín con su capa de armiño y su sombrero de plumas, hasta que un día vino un chambelán de casaca carmesí con botones de topacio, a decirle que la reina lo quería ver, sentada en su trono de oro.

—Estoy cansada de ser reina, Loppi. Estoy cansada de que todos estos hombres me mientan y me adulen. Quiero gobernar a hombres libres. Ve a ver a la maga por última vez. Ve: dile lo que quiero.

—Pero ¿qué quieres entonces, infeliz? ¿Quieres reinar en el cielo donde están los soles y las estrellas, y ser dueña del mundo?

—Que vayas te digo, y le digas a la maga que quiero reinar en el cielo, y ser dueña del mundo.

—Que no voy, te digo, a pedirle a la maga semejante locura.

—Soy tu reina, Loppi, y vas a ver a la maga, o mando que te corten la cabeza.

—Voy, mi reina, voy.—Y se echó al brazo el manto de armiño, y salió corriendo por aquellos jardines, con su sombrero de plumas. Iba como si le corrieran detrás, alzando los brazos, arrodillándose en el suelo, golpeándose la casaca bordada de colores: «¡Tal vez—pensaba Loppi—tal vez el camarón tenga piedad de mí!» Y lo llamó desde la orilla, con voz como un gemido:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.»

Nadie respondió. Ni una hoja se movió. Volvió a llamar, con la voz como un soplo.

—¿Qué quiere el leñador?—respondió otra voz terrible.

—Para mí, nada: ¿qué he de querer para mí? Pero la reina, mi mujer, quiere que le diga a la señora maga su último deseo: el último, señora maga.

—¿Qué quiere ahora la mujer del leñador?

Loppi, espantado, cayó de rodillas.

—¡Perdón, señora, perdón! ¡Quiere reinar en el cielo, y ser dueña del mundo!

El camarón dio una vuelta en redondo, que le sacó al agua espuma, y se fue sobre Loppi, con las bocas abiertas:

—¡A tu rincón, imbécil, a tu rincón! ¡los maridos cobardes hacen a las mujeres locas! ¡abajo el palacio, abajo el castillo, abajo la corona! ¡A tu casuca con tu mujer, marido cobarde! ¡A tu casuca con el morral vacío!

Y se hundió en el agua, que silbó como cuando mojan un hierro caliente.

Loppi se tendió en la yerba, como herido de un rayo. Cuando se levantó, no tenía en la cabeza el sombrero de plumas, ni llevaba al brazo el manto de armiño, ni vestía la casaca bordada de colores. El camino era oscuro, y matorral, como antes. Membrillos empolvados y pinos enfermos eran la única arboleda. El suelo era, como antes, de pozos y pantanos. Cargaba a la espalda su morral vacío. Iba, sin saber que iba, mirando a la tierra.

Y de pronto sintió que le apretaban el cuello dos manos feroces.

—¿Estás aquí, monstruo? ¿Estás aquí, mal marido? ¡Me has arruinado, mal compañero! ¡Muere a mis manos, mal hombre!

—¡Masicas, que te lastimas! ¡Oye a tu Loppi, Masicas!

Pero las venas de la garganta de la mujer se hincharon, y reventaron, y cayó muerta, muerta de la furia. Loppi se sentó a sus pies, le compuso los harapos sobre el cuerpo, y le puso de almohada el morral vacío. Por la mañana, cuando salió el sol, Loppi estaba tendido junto a Masicas, muerto.

El camarón encantado Die verzauberte Garnele The enchanted shrimp La crevette enchantée Il gambero incantato Užburtosios krevetės O camarão encantado Den förtrollade räkan Büyülü karides Зачарована креветка

Cuento de magia del francés Laboulaye. Tale of magic of the French Laboulaye.

Allá por un pueblo del mar Báltico, del lado de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su hacha y su mujer. There, in a Baltic sea village, on the Russian side, lived poor Loppi, in an old box, with no other company than his ax and his wife. El hacha ¡bueno! The ax good! ; pero la mujer se llamaba Masicas, que quiere decir «fresa agria». ; but the woman's name was Masicas, which means "sour strawberry." Y era agria Masicas de veras, como la fresa silvestre. And it was sour Masicas really, like wild strawberry. ¡Vaya un nombre: Masicas! What a name: Masicas! Ella nunca se enojaba, por supuesto, cuando le hacían el gusto, o no la contradecían; pero si se quedaba sin el capricho, era de irse a los bosques por no oírla. She never got angry, of course, when they liked her, or they did not contradict her; but if he ran out of caprice, it was to go to the woods because he did not hear her. Se estaba callada de la mañana a la noche, preparando el regaño, mientras Loppi andaba afuera con el hacha, corta que corta, buscando el pan: y en cuanto entraba Loppi, no paraba de regañarlo, de la noche a la mañana. She was silent from morning to night, preparing the scolding, while Loppi was out with the ax, short that cuts, looking for bread: and as soon as Loppi entered, he kept scolding him, overnight. Porque estaban muy pobres, y cuando la gente no es buena, la pobreza los pone de mal humor. Because they were very poor, and when people are not good, poverty puts them in a bad mood. De veras que era pobre la casa de Loppi: las arañas no hacían telas en sus rincones porque no había allí moscas que coger, y dos ratones que entraron extraviados, se murieron de hambre. Really, Loppi's house was poor: the spiders did not make fabrics in their corners because there were no flies there to catch, and two mice that went astray, died of hunger.

Un día estuvo Masicas más buscapleitos que de costumbre, y el buen leñador salió de la casa suspirando, con el morral vacío al hombro: el morral de cuero, donde echaba el pico de pan, o la col, o las papas que le daban de limosna. One day Masicas was more troublemakers than usual, and the good woodcutter left the house sighing, with the empty backpack on his shoulder: the leather backpack, where he threw the bread tip, or the cabbage, or the potatoes that they gave him. alms. Era muy de mañanita, y al pasar cerca de un charco vio en la yerba húmeda uno que le pareció animal raro y negruzco, de muchas bocas, como muerto o dormido. It was very early morning, and when passing near a puddle he saw in the damp grass one that seemed strange and blackish animal, many mouths, like dead or asleep. Era grande por cierto: era un enorme camarón. It was large by the way: it was a huge shrimp. «¡Al saco el camarón! «When I take out the shrimp! : con esta cena le vuelve el juicio a esa hambrona de Masicas; ¿quién sabe lo que dice cuando tiene hambre?»Y echó el camarón en el saco. : with this dinner he returns the judgment to that hambrona of Masicas; Who knows what he says when he is hungry? And he threw the shrimp in the sack.

Pero ¿qué tiene Loppi, que da un salto atrás, que le tiembla la barba, que se pone pálido? But what is it about Loppi, who jumps back, who trembles his beard, who turns pale? Del fondo del saco salió una voz tristísima: el camarón le estaba hablando: From the bottom of the sack came a very sad voice: the shrimp was talking to him:

—Párate, amigo, párate, y déjame ir. - Stand up, friend, stand up, and let me go. Yo soy el más viejo de los camarones: más de un siglo tengo yo: ¿qué vas a hacer con este carapacho duro? I am the oldest shrimp: I have more than a century: what are you going to do with this hard carapace? Sé bueno conmigo, como tú quieres que sean buenos contigo. Be good to me, as you want them to be good to you.

—Perdóname, camaroncito, que yo te dejaría ir; pero mi mujer está esperando su cena, y si le digo que encontré el camarón mayor del mundo, y que lo dejé escapar, esta noche sé yo a lo que suena un palo de escoba cuando se lo rompe su mujer a uno en las costillas. -Forgive me, little shrimp, that I would let you go; but my wife is waiting for her dinner, and if I tell her I found the biggest shrimp in the world, and let it escape, tonight I know what a broomstick sounds like when your wife breaks you in the ribs.

—Y ¿por qué se lo has de decir a tu mujer? -And why would you tell your wife?

—¡Ay, camaroncito! "Oh, shrimp!" : eso me dices tú porque no sabes quién es Masicas. : That's what you tell me because you do not know who Masicas is. Masicas es una gran persona, que lo lleva a uno por la nariz, y uno se deja llevar: Masicas me vuelve del revés, y me saca todo lo que tengo en el corazón: Masicas sabe mucho. Masicas is a great person, who takes one by the nose, and one gets carried away: Masicas turns me upside down, and pulls out everything I have in my heart: Masicas knows a lot.

—Pues mira, leñador, que yo no soy camarón como parezco, sino una maga de mucho poder, y si me oyes, tu mujer se contentará, y si no me oyes, toda la vida te has de arrepentir. "Well, look, lumberjack, I am not shrimp as I look, but a magician of great power, and if you hear me, your wife will be content, and if you do not hear me, you will regret all your life.

—Tú contenta a Masicas, y yo te dejaré ir, que por gusto a nadie le hago daño. "You please Masicas, and I'll let you go, for no one's sake I hurt him.

—Dime qué pescado le gusta más a tu mujer. - Tell me what fish your wife likes best.

—Pues el que haya, camarón, que los pobres no escogen: lo que has de hacer es que no vuelva yo con el morral vacío. "Well, whatever there is, shrimp, which the poor do not choose: what you have to do is not come back with the empty backpack.

—Pues ponme en la yerba, mete en el charco tu morral abierto, y di: «¡Peces, al morral!» -Well, put me in the grass, put your open backpack in the puddle, and say: "Fish, backpack!"

Y tantos peces entraron en el morral que casi se le iba Loppi de las manos. And so many fish entered the backpack that Loppi was almost out of hand. Las manos le bailaban a Loppi del asombro. His hands danced to Loppi in amazement.

—Ya ves, leñador—le dijo el camarón,—que no soy desagradecido. "You see, lumberjack," said the shrimp, "I'm not ungrateful. Ven acá todas las mañanas, y en cuanto digas: «¡Al morral, peces!» tendrás el morral lleno, de los peces colorados, de los peces de plata, de los peces amarillos. Come here every morning, and as soon as you say: "To the backpack, fish!" You will have the full backpack, the red fish, the silver fish, the yellow fish. Y si quieres algo más, ven y dime así: And if you want something else, come and tell me like this:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro» : "Hard shrimp, get me out of trouble":

y yo saldré, y veré lo que puedo hacer por ti. and I will go out, and see what I can do for you. Pero mira, ten juicio, y no le digas a tu mujer lo que ha sucedido hoy. But look, have a trial, and do not tell your wife what happened today.

—Probaré, señora maga, probaré—dijo el leñador; y puso en la yerba con mucho cuidado el camarón milagroso, que se metió de un salto en el agua. "I will try, ma'am mage, I will try," said the woodcutter; and he put the miraculous shrimp in the grass very carefully, and he jumped in the water.

Iba como la pluma Loppi, de vuelta a su casa. He went like the Loppi feather, back to his house. El morral no le pesaba, pero lo puso en el suelo antes de llegar a la puerta, porque ya no podía más de la curiosidad. The backpack did not weigh him, but he put it on the floor before reaching the door, because he could no longer be curious. Y empezaron los peces a saltar, primero un lucio como de una vara, luego una carpa, radiante como el oro, luego dos truchas, y un mundo de meros. And the fish began to jump, first a pike like a rod, then a carp, radiant like gold, then two trout, and a world of groupers. Masicas abrazó a Loppi, y lo volvió a abrazar, y le dijo: «¡leñadorcito mío!» Masicas embraced Loppi, and embraced him again, and said: "My little woodcutter!"

—Ya ves, ya ves, Loppi, lo que nos sucede por haber oído a tu mujer y salir temprano a buscar fortuna. -You see, you see, Loppi, what happens to us for having heard your wife and leaving early to look for fortune. Anda a la huerta, anda, y tráeme unos ajos y cebollas, y tráeme unas setas: anda, anda al monte, leñadorcito, que te voy a hacer una sopa que no la come el rey. Go to the garden, go, and bring me some garlic and onions, and bring me some mushrooms: go, go to the mountain, woodcutter, I'll make you a soup that the king does not eat. Y la carpa la asaremos: ni un regidor va a comer mejor que nosotros. And we will roast the carp: not even a ruler will eat better than us.

Y fue muy buena por cierto la comida, porque Masicas no hacía sino lo que quería Loppi, y Loppi estaba pensando en cuando la conoció, que era como una rosa fina, y no le hablaba del miedo. And the food was very good indeed, because Masicas did nothing but what Loppi wanted, and Loppi was thinking about when he met her, which was like a fine rose, and he did not speak of fear. Pero al otro día no le hizo Masicas tantas fiestas al morral de pescados. But the next day did not make Masicas so many parties to the backpack of fish. Y al otro, se puso a hablar sola. And the other, she started talking to herself. Y el sábado, le sacó la lengua en cuanto lo vio venir. And on Saturday, he stuck out his tongue when he saw it coming. Y el domingo, se le fue encima a Loppi, que volvía con su morral a cuestas. And on Sunday, Loppi went up on his back, carrying his backpack with his backpack.

—¡Mal marido, mal hombre, mal compañero! "Bad husband, bad man, bad partner!" ¡que me vas a matar a pescado! You're going to kill me fish! ¡que de verte el morral me da el alma vueltas! That to see you the backpack gives me the soul turns!

—Y ¿qué quieres que te traiga, pues?—dijo el pobre Loppi. "And what do you want me to bring you, then?" Said poor Loppi.

—Pues lo que comen todas las mujeres de los leñadores honrados: una sopa buena y un trozo de tocino. "Well, what all the women of the honest woodcutters eat: a good soup and a piece of bacon."

«Con tal—pensó Loppi—que la maga me quiera hacer este favor.» As long as Loppi thought, the magician wants to do this favor for me.

Y al otro día a la mañanita fue al charco, y se puso a dar voces: And the next morning he went to the puddle, and began to shout:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.» "Little shrimp, get me out of trouble."

y el agua se movió, y salió una boca negra, y luego otra boca, y luego la cabeza, con dos ojos grandes que resplandecían. and the water moved, and a black mouth came out, and then another mouth, and then the head, with two large eyes that shone.

—¿Qué quiere el leñador? - What does the woodcutter want?

—Para mí, nada; nada para mí, camaroncito: ¿qué he de querer yo? - For me, nothing; Nothing for me, shrimp: what should I want? Pero ya mi mujer se cansó del pescado, y quiere ahora sopa y un trozo de tocino. But my wife got tired of the fish, and now she wants soup and a piece of bacon.

—Pues tendrá lo que quiere tu mujer—respondió el camarón.—Al sentarte esta noche a la mesa, dale tres golpes con el dedo meñique, y di a cada golpe: «¡Sopa, aparece: aparece, tocino!»Y verás que aparecen. "Well, I'll have what your wife wants," replied the shrimp. "When you sit down at the table tonight, give him three strokes with the little finger, and say to each stroke:" Soup, it appears: it appears, bacon! "And you will see that appear Pero ten cuidado, leñador, que si tu mujer empieza a pedir, no va a acabar nunca. But be careful, woodcutter, if your wife starts asking, it will never end.

—Probaré, señora maga, probaré—dijo Loppi, suspirando. "I'll try, mage, I'll try," said Loppi, sighing.

Como una ardilla, como una paloma, como un cordero estuvo al otro día en la mesa Masicas, que comió sopa dos veces, y tocino tres, y luego abrazó a Loppi, y lo llamó: «Loppi de mi corazón». Like a squirrel, like a dove, like a lamb was the next day at the table Masicas, who ate soup twice, and three bacon, and then hugged Loppi, and called him: "Loppi of my heart."

Pero a la semana justa, en cuanto vio en la mesa el tocino y la sopa, se puso colorada de la ira, y le dijo a Loppi con los puños alzados: But just a week, as soon as she saw the bacon and the soup on the table, she became flushed with anger, and said to Loppi with raised fists:

—¿Hasta cuándo me has de atormentar, mal marido, mal compañero, mal hombre? - Until when you have to torment me, bad husband, bad companion, bad man? ¿que una mujer como yo ha de vivir con caldo y manteca? That a woman like me has to live with broth and butter?

—Pero ¿qué quieres, amor mío, qué quieres? "But what do you want, my love, what do you want?"

—Pues quiero una buena comida, mal marido: un ganso asado, y unos pasteles para postres. "Well, I want a good meal, a bad husband: a roast goose, and some dessert cakes."

En toda la noche no cerró Loppi los ojos, pensando en el amanecer, y en los puños alzados de Masicas, que le parecieron un ganso cada uno. All night long he did not close Loppi's eyes, thinking of the dawn, and the raised fists of Masicas, which seemed to him a goose each. Y a paso de moribundo se fue arrimando al charco a los claros del día. And at the step of the dying, he moved closer to the puddle of the clearings of the day. Y las voces que daba parecían hilos, por lo tristes, por lo delgadas: And the voices he gave seemed like threads, so sad, so thin:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.» "Little shrimp, get me out of trouble."

—¿Qué quiere el leñador? "What does the lumberjack want?"

—Para mí, nada: ¿qué he de querer yo? —For me, nothing: what should I want? Pero ya mi mujer se está cansando del tocino y la sopa. But my wife is getting tired of bacon and soup. Yo no, yo no me canso, señora maga. I don't, I don't get tired, mage mage. Pero mi mujer se ha cansado, y quiere algo ligero, así como un gansito asado, así como unos pastelitos. But my wife has got tired, and wants something light, as well as a roast geese, as well as some cupcakes.

—Pues vuélvete a tu casa, leñador, y no tienes que venir cuando tu mujer quiera cambiar de comida, sino pedírselo a la mesa, que yo le mandaré a la mesa que se lo sirva. -Well, go back to your house, woodcutter, and you do not have to come when your wife wants to change food, but ask for it at the table, which I will send to the table to serve her.

En un salto llegó Loppi a su casa, e iba riendo por el camino, y tirando por el aire el sombrero. In a jump Loppi came to his house, and was laughing on the road, and throwing the hat through the air. Llena estaba ya la mesa de platos, cuando él llegó, con cucharas de hierro, y tenedores de tres puntas, y una jarra de estaño: y el ganso con papas, y un pudín de ciruelas. Full already was the table of plates, when he arrived, with iron spoons, and three-pronged forks, and a pitcher of tin: and the goose with potatoes, and a plum pudding. Hasta un frasco de anisete había en la mesa, con su forro de paja. Even a jar of anisete was on the table, with its straw lining.

Pero Masicas estaba pensativa. But Masicas was thoughtful. Y a Loppi ¿quién le daba todo aquello? And to Loppi, who gave him all that? Ella quería saber: «¡Dímelo, Loppi!»Y Loppi se lo dijo, cuando ya no quedaba del anisete más que el forro de paja, y estaba Masicas más dulce que el anís. She wanted to know: "Tell me, Loppi!" And Loppi told him, when there was no more of the anisette left than the straw lining, and Masicas was sweeter than anise. Pero ella prometió no decírselo a nadie: no había una vecina en doce leguas a la redonda. But she promised not to tell anyone: there was not a neighbor in twelve leagues around.

A los pocos días, una tarde que Masicas había estado muy melosa, le contó a Loppi muchos cuentos y le acabó así el discurso: A few days later, one afternoon when Masicas had been very sweet, he told Loppi many stories and ended the speech:

—Pero, Loppi mío, ya tú no piensas en tu mujercita: comer, es verdad, come mejor que la reina; pero tu mujercita anda en trapos, Loppi, como la mujer de un pordiosero. "But, my Loppi, you no longer think of your little woman: eat, it's true, eat better than the queen; but your little woman is in rags, Loppi, like the wife of a beggar. Anda, Loppi, anda, que la maga no te tendrá a mal que quieras vestir bien a tu mujercita. Come on, Loppi, go, the magician will not feel bad about wanting to dress your little woman well.

A Loppi le pareció que Masicas tenía mucha razón, y que no estaba bien sentarse a aquella mesa de lujo con el vestido tan pobre. It seemed to Loppi that Masicas was right, and that it was not right to sit at that luxury table with the poor dress. Pero la voz se le resistía cuando a la mañanita llamó al camarón encantado: But the voice resisted him when he called the enchanted shrimp early in the morning:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.» "Little shrimp, get me out of trouble."

El camarón entero sacó el cuerpo del agua. The whole shrimp pulled the body out of the water.

—¿Qué quiere el leñador? "What does the lumberjack want?"

—Para mí, nada; ¿qué puedo yo querer? - For me, nothing; What can i want? Pero mi mujer está triste, señora maga, porque se ve tan mal vestida, y quiere que su señoría me dé poder para tenerla con traje de señora. But my wife is sad, Madame magician, because she looks so badly dressed, and she wants her honor to give me the power to have her in a lady's suit.

El camarón se echó a reír, y estuvo riendo un rato, y luego dijo a Loppi: «Vuélvete a casa, leñador, que tu mujer tendrá lo que desea.» The shrimp laughed, and he was laughing for a while, and then said to Loppi: "Go home, lumberjack, your wife will have what she wants."

—¡Oh, señor camarón! "Oh, Mr. Shrimp!" ¡oh, señora maga! Oh, mage mage! ¡déjeme que le bese la patica izquierda, la que está del lado del corazón! Let me kiss you the left patica, the one on the side of the heart! ¡déjeme que se la bese! Let me kiss her!

Y se fue cantando un canto que le había oído a un pájaro dorado que le daba vueltas a una rosa: y cuando entró a su casa vio a una bella señora, y la saludó hasta los pies; y la señora se echó a reír, porque era Masicas, su linda Masicas, que estaba como un sol de la hermosura. And he left singing a song he had heard from a golden bird that was spinning a rose: and when he entered his house he saw a beautiful lady, and greeted her to the feet; and the lady laughed, because it was Masicas, her pretty Masicas, who was like a sun of beauty. Y se tomaron los dos de la mano, y bailaron en redondo, y se pusieron a dar brincos. And they took both by the hand, and danced round, and began to jump.

A los pocos días Masicas estaba pálida, como quien no duerme, y con los ojos colorados, como de mucho llorar. A few days later, Masicas was pale, like someone who does not sleep, and with red eyes, how much to cry. «Y dime, Loppi», le decía una tarde, con un pañuelo de encaje en la mano: «¿de qué me sirve tener tan buen vestido sin un espejo donde mirarme, ni una vecina que me pueda ver, ni más casa que este casuco? "And tell me, Loppi," he would say to her one afternoon, with a lace handkerchief in his hand: "What good is it for me to have such a good dress without a mirror to look at, or a neighbor who can see me, or more house than this? casuco? Loppi, dile a la maga que esto no puede ser.»Y lloraba Masicas, y se secaba los ojos colorados con su pañuelo de encaje: «Dile, Loppi, a la maga que me dé un castillo hermoso, y no le pediré nada más.» Loppi, tell the magician that this can not be. "And Masicas cried, and wiped his red eyes with his lace handkerchief:" Tell him, Loppi, to the magician who gives me a beautiful castle, and I will not ask her anything else . »

—¡Masicas, tú estás loca! "Music, you're crazy!" Tira de la cuerda y se reventará. Pull the rope and it will burst. Conténtate, mujer, con lo que tienes, que si no, la maga te castigará por ambiciosa. Be content, woman, with what you have, that if not, the magician will punish you as ambitious.

—¡Loppi, nunca serás más que un zascandil! "Looppi, you'll never be more than a zascandil!" ¡El que habla con miedo se queda sin lo que desea! He who speaks fearfully is left without what he desires! Háblale a la maga como un hombre. Talk to the magician like a man. Háblale, que yo estoy aquí para lo que suceda. Talk to him, that I am here for what happens.

Y el pobre Loppi volvió al charco, como con piernas postizas. And poor Loppi returned to the puddle, as with false legs. Iba temblando todo él. Everything was trembling. ¿Y si el camarón se cansaba de tanto pedirle, y le quitaba cuanto le dio? What if the shrimp got tired of asking so much, and took away what he gave? ¿Y si Masicas lo dejaba sin pelo si volvía sin el castillo? What if Masicas left him hairless if he returned without the castle? Llamó muy quedito: He called very quietly:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.» "Little shrimp, get me out of trouble."

—¿Qué quiere el leñador?—dijo el camarón, saliendo del agua poco a poco. "What does the lumberjack want?" Said the shrimp, coming out of the water little by little.

—Nada para mí: ¿qué más podría yo querer? —Nothing for me: what else could I want? Pero mi mujer no está contenta y me tiene en tortura, señora maga, con tantos deseos. But my wife is not happy and she has me tortured, mage mistress, with so many desires.

—¿Y qué quiere la señora, que ya no va a parar de querer? -And what does the woman want, that she will not stop wanting to?

—Pues una casa, señora maga, un castillito, un castillo. "Well, a house, mage, a little castle, a castle." Quiere ser princesa del castillo, y no volverá a pedir nada más. She wants to be princess of the castle, and she will not ask for anything more.

—Leñador—dijo el camarón, con una voz que Loppi no le conocía:—tu mujer tendrá lo que desea.—Y desapareció en el agua de repente. "Lumberjack," said the shrimp, in a voice that Loppi did not know: "Your woman will have what she wants." And suddenly disappeared into the water.

A Loppi le costó mucho trabajo llegar a su casa, porque estaba cambiado todo el país, y en vez de matorrales había ganados y siembras hermosas, y en medio de todo una casa muy rica con un jardín lleno de flores. It took Loppi a lot of work to get home, because the whole country was changed, and instead of bushes there were beautiful cattle and crops, and in the middle of it all a very rich house with a garden full of flowers. Una princesa bajó a saludarlo a la puerta del jardín, con un vestido de plata. A princess came down to greet him at the garden gate, in a silver dress. Y la princesa le dio la mano. And the princess shook her hand. Era Masicas: «Ahora sí, Loppi, que soy dichosa. It was Masicas: "Now, yes, Loppi, I'm happy. Eres muy bueno, Loppi. You are very good, Loppi. La maga es muy buena.»Y Loppi se echó a llorar de alegría. The magician is very good. ”And Loppi burst into tears with joy.

Vivía Masicas con todo el lujo de su señorío. He lived Masicas with all the luxury of his lordship. Los barones y las baronesas se disputaban el honor de visitarla: el gobernador no daba orden sin saber si le parecía bien: no había en todo el país quien tuviera un castillo más opulento, ni coches con más oro, ni caballos más finos. The barons and baronesses disputed the honor of visiting her: the governor did not give order without knowing if it was all right: there was no one in the whole country who had a more opulent castle, no cars with more gold, no finer horses. Sus vacas eran inglesas, sus perros de San Bernardo, sus gallinas de Guinea, sus faisanes de Terán, sus cabras eran suizas. Their cows were English, their dogs from San Bernardo, their chickens from Guinea, their pheasants from Terán, their goats were Swiss. ¿Qué le faltaba a Masicas, que estaba siempre tan llena de pesar? What was missing from Masicas, who was always so filled with regret? Se lo dijo a Loppi, apoyando en su hombro la cabeza. He told Loppi, leaning his head on his shoulder. Masicas quería algo más. Masicas wanted something else. Quería ser reina Masicas:«¿No ves que para reina he nacido yo? She wanted to be Queen Masicas: "Do not you see that I was born to a queen? ¿No ves, Loppi mío, que tú mismo me das siempre la razón, aunque eres más terco que una mula? Do not you see, my Loppi, that you always give me reason, even though you are more stubborn than a mule? Ya no puedo esperar, Loppi. I can't wait anymore, Loppi. Dile a la maga que quiero ser reina.» Tell the magician that I want to be queen.

Loppi no quería ser rey. Loppi didn't want to be king. Almorzaba bien, comía mejor; ¿a qué los trabajos de mandar a los hombres? He had a good lunch, he ate better; What are the jobs of sending men? Pero cuando Masicas decía a querer, no había más remedio que ir al charco. But when Masicas said to want, there was no choice but to go to the puddle. Y al charco fue al salir el sol, limpiándose los sudores, y con la sangre a medio helar. And the puddle was when the sun came out, wiping away the sweat, and with the blood half frozen. Llegó. I arrive. Llamó. I call.

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.» "Little shrimp, get me out of trouble."

Vio salir del agua las dos bocas negras. He saw the two black mouths coming out of the water. Oyó que le decían «¿qué quiere el leñador?»pero no tenía fuerzas para dar su recado. He heard someone say "what does the woodcutter want?" But he did not have the strength to give his message. Al fin dijo tartamudeando: At last he stammered:

—Para mí, nada: ¿qué pudiera yo pedir? —For me, nothing: what could I ask for? Pero se ha cansado mi mujer de ser princesa. But my wife has tired of being a princess.

—¿Y qué quiere ahora ser la mujer del leñador? "What does he want to be the woodcutter's wife now?"

—¡Ay, señora maga! "Oh, mage mage!" : reina quiere ser. : Queen wants to be.

—¿Reina no más? "Queen no more?" Me salvaste la vida, y tu mujer tendrá lo que desea. You saved my life, and your wife will have what she wants. ¡Salud, marido de la reina! Cheers, husband of the queen!

Y cuando Loppi volvió a su casa, el castillo era un palacio, y Masica tenía puesta la corona. And when Loppi returned home, the castle was a palace, and Masica was wearing the crown. Los lacayos, los pajes, los chambelanes, con sus medias de seda y sus casaquines, iban detrás de la reina Masicas, cargándole la cola. The lackeys, the pages, the chamberlains, with their silk stockings and their jackets, went behind Queen Masicas, carrying her tail.

Y Loppi almorzó contento, y bebió en copa tallada su anisete más fino, seguro de que Masicas tenía ya cuanto podía tener. And Loppi had a happy lunch, and drank in his carved glass his finest anisete, certain that Masicas already had everything he could have. Y dos meses estuvo almorzando pechugas de faisán con vinos olorosos, y paseando por el jardín con su capa de armiño y su sombrero de plumas, hasta que un día vino un chambelán de casaca carmesí con botones de topacio, a decirle que la reina lo quería ver, sentada en su trono de oro. And two months he had lunch of pheasant breasts with fragrant wines, and strolling through the garden with his ermine cape and feather hat, until one day a crimson coat jacket with topaz buttons came, to tell him that the queen wanted him See, sitting on your golden throne.

—Estoy cansada de ser reina, Loppi. "I'm tired of being queen, Loppi." Estoy cansada de que todos estos hombres me mientan y me adulen. I'm tired of all these men lying to me and flattering me. Quiero gobernar a hombres libres. I want to rule free men. Ve a ver a la maga por última vez. Go see the magician for the last time. Ve: dile lo que quiero. Go: tell him what I want.

—Pero ¿qué quieres entonces, infeliz? "But what do you want then, unhappy?" ¿Quieres reinar en el cielo donde están los soles y las estrellas, y ser dueña del mundo? Do you want to reign in the sky where the suns and stars are, and own the world?

—Que vayas te digo, y le digas a la maga que quiero reinar en el cielo, y ser dueña del mundo. "Go ahead and tell you, and tell the magician that I want to reign in heaven, and be the owner of the world."

—Que no voy, te digo, a pedirle a la maga semejante locura. -I do not go, I tell you, to ask the magician for such madness.

—Soy tu reina, Loppi, y vas a ver a la maga, o mando que te corten la cabeza. "I am your queen, Loppi, and you are going to see the magician, or have your head cut off."

—Voy, mi reina, voy.—Y se echó al brazo el manto de armiño, y salió corriendo por aquellos jardines, con su sombrero de plumas. "I'm going, my queen, I'm going." And he threw the ermine cloak on his arm, and ran out through those gardens, with his feather hat. Iba como si le corrieran detrás, alzando los brazos, arrodillándose en el suelo, golpeándose la casaca bordada de colores: «¡Tal vez—pensaba Loppi—tal vez el camarón tenga piedad de mí!» Y lo llamó desde la orilla, con voz como un gemido: It was as if they were running behind him, raising their arms, kneeling on the ground, beating their colorful embroidered coat: "Maybe-thought Loppi-maybe the shrimp have mercy on me!" And he called from the shore, with a voice like a moan:

«Camaroncito duro, Sácame del apuro.» "Little shrimp, get me out of trouble."

Nadie respondió. Nobody answered. Ni una hoja se movió. Not a leaf moved. Volvió a llamar, con la voz como un soplo. He called again, his voice like a breath.

—¿Qué quiere el leñador?—respondió otra voz terrible. “What does the lumberjack want?” Said another terrible voice.

—Para mí, nada: ¿qué he de querer para mí? —For me, nothing: what do I want for me? Pero la reina, mi mujer, quiere que le diga a la señora maga su último deseo: el último, señora maga. But the queen, my wife, wants me to tell Mrs. Maga her last wish: the last one, Mrs. Maga.

—¿Qué quiere ahora la mujer del leñador? "What does the woodcutter's wife want now?"

Loppi, espantado, cayó de rodillas. Loppi, frightened, fell to his knees.

—¡Perdón, señora, perdón! ¡Quiere reinar en el cielo, y ser dueña del mundo! He wants to reign in heaven, and own the world!

El camarón dio una vuelta en redondo, que le sacó al agua espuma, y se fue sobre Loppi, con las bocas abiertas: The shrimp took a round turn, which took him out to the foam water, and went over Loppi, with his mouths open:

—¡A tu rincón, imbécil, a tu rincón! - To your corner, imbecile, to your corner! ¡los maridos cobardes hacen a las mujeres locas! Cowardly husbands make women crazy! ¡abajo el palacio, abajo el castillo, abajo la corona! Down the palace, down the castle, down the crown! ¡A tu casuca con tu mujer, marido cobarde! To your casuca with your wife, cowardly husband! ¡A tu casuca con el morral vacío! To your casuca with the empty backpack!

Y se hundió en el agua, que silbó como cuando mojan un hierro caliente. And he sank into the water, which whistled as when they wet a hot iron.

Loppi se tendió en la yerba, como herido de un rayo. Loppi lay down in the grass, as if struck by lightning. Cuando se levantó, no tenía en la cabeza el sombrero de plumas, ni llevaba al brazo el manto de armiño, ni vestía la casaca bordada de colores. When he got up, he did not have the feather hat on his head, nor did he wear the ermine cloak, nor did he wear the colored embroidered jacket. El camino era oscuro, y matorral, como antes. The road was dark, and scrub, as before. Membrillos empolvados y pinos enfermos eran la única arboleda. Powdered quinces and sick pines were the only grove. El suelo era, como antes, de pozos y pantanos. The ground was, as before, of wells and swamps. Cargaba a la espalda su morral vacío. He carried his empty backpack on his back. Iba, sin saber que iba, mirando a la tierra. He went, not knowing he was going, looking at the earth.

Y de pronto sintió que le apretaban el cuello dos manos feroces. And suddenly he felt two ferocious hands squeeze his neck.

—¿Estás aquí, monstruo? - Are you here, monster? ¿Estás aquí, mal marido? Are you here, bad husband? ¡Me has arruinado, mal compañero! You ruined me, bad partner! ¡Muere a mis manos, mal hombre! Die at my hands, bad man!

—¡Masicas, que te lastimas! - Mass, you hurt yourself! ¡Oye a tu Loppi, Masicas! Listen to your Loppi, Masicas!

Pero las venas de la garganta de la mujer se hincharon, y reventaron, y cayó muerta, muerta de la furia. But the veins in the woman's throat swelled, and burst, and she fell dead, dead of fury. Loppi se sentó a sus pies, le compuso los harapos sobre el cuerpo, y le puso de almohada el morral vacío. Loppi sat at his feet, composed the rags on his body, and put the empty backpack on his pillow. Por la mañana, cuando salió el sol, Loppi estaba tendido junto a Masicas, muerto. In the morning, when the sun came out, Loppi was lying next to Masicas, dead.