126 - Maldita Monsanto
LOCUTORA
Percy Schmeiser se levantó muy temprano.
Estaba contento,
pues el trigo y la colza brotaban en sus campos
como bendecidos por la Naturaleza.
LOCUTORA
Pronto sería el momento
de cosechar y de intercambiar las semillas
con los agricultores vecinos,
como lo hacían sus antepasados
desde mucho tiempo atrás.
POLICÍA
¡Hey, you!...
¿Es usted Percy Schmeiser? PERCY
Sí, ¿qué pasa?
POLICÍA
Hay una denuncia contra usted.
Usted ha sembrado sin autorización
semillas de colza transgénica
propiedad de la empresa Monsanto.
Debe presentarse ante el Juez.
LOCUTORA
Percy Schmeiser tenía entonces 68 años.
Toda su vida ha sido agricultor
y vive en la zona oeste de Canadá
con su esposa y sus cinco hijos.
Cuando apareció la Monsanto,
él no quiso ningún trato
con esta empresa trasnacional gringa.
VENDEDOR
Nuestras semillas son fuertes.
PERCY
Son semillas transgénicas.
No quiero.
VENDEDOR
Tenemos excelente herbicida Roundup.
PERCY
No quiero.
LOCUTORA
Percy Schmeiser sabía que
los agricultores que compran a la Monsanto
están obligados a utilizar solamente las semillas de esta empresa
y que deben comprarlas cada año.
Él tenía sus propias semillas,
mejoradas después de décadas de trabajo.
LOCUTOR
La Monsanto fija los precios,
recoge las cosechas, las comercializa,
impone condiciones y castigos.
LOCUTORA
La Monsanto también ha creado
su órgano represivo, la Policía Genética.
Así controla a los agricultores.
Sin ningún permiso,
recoge muestras y los amenaza con fuertes sanciones.
LOCUTOR
En 1998, la Monsanto demandó al agricultor canadiense Percy Schmeiser.
El juicio duró dos años
y el juez estaba claramente defendiendo los oscuros intereses de la empresa.
PERCY
Yo nunca sembré esas semillas, señor juez.
Seguramente, el polen de algún cultivo cercano a mi finca
contaminó mis plantas.
Esto es imposible de evitar.
JUEZ
Sea como sea, señor Schmeiser,
en sus terrenos aparecieron plantas de semillas
patentadas por la empresa Monsanto.
JUEZ
Este tribunal lo declara... ¡culpable!
JUEZ
Usted deberá pagar 10 mil dólares
y entregar toda su producción y sus tierras
a la empresa Monsanto.
LOCUTORA
Percy Schmeiser apeló la sentencia,
pero la Monsanto multiplicó su demanda
y le exigió un millón de dólares
por el supuesto uso de sus semillas patentadas.
LOCUTOR
La empresa norteamericana Monsanto
es la segunda compañía de semillas transgénicas
más grande del mundo.
Tiene oficinas, fábricas y centros de investigación
en más de 100 países.
LOCUTORA
Utilizando la biotecnología
y el truco de las patentes,
Monsanto busca el monopolio
sobre el algodón, el trigo, la soya, el maíz...
MONSANTO
A ningún agricultor se le debe permitir
que usen sus propias semillas.
El negocio es que compren las nuestras.
(RÍE) LOCUTOR
Pero Percy Schmeiser no se acobardó.
Volvió a apelar la absurda sentencia del juez
y llevó el caso ante la Corte Suprema de Canadá.
PERCY
Invertimos todos nuestros ahorros
en esta batalla legal...
y recibimos muchas donaciones de personas alrededor del mundo.
LOCUTORA
En marzo del 2008,
Percy Schmeiser ganó el pleito contra la Monsanto
y no tuvo que pagar ninguna indenmización.
Al contrario, la empresa transnacional es la que ha tenido
que correr con los gastos de descontaminar los campos de Schmeiser.
PERCY
¡Le ganamos!...
Parecía imposible, pero David le ganó a Goliat.
Que sepan otros agricultores del mundo
que pueden enjuiciar a la Monsanto
si les contaminan sus campos con esas semillas transgénicas.
LOCUTOR
Schmeiser ha viajado por el mundo entero
denunciando los abusos de la Monsanto.
LOCUTORA
Su caso no es un caso aislado.
Con el Tratado de Libre Comercio,
50 mil agricultores canadienses se han arruinado.
LOCUTORA
En México, ocho millones de personas han perdido
sus tierras y sus cultivos.
Ahora, el país compra maíz transgénico a los Estados Unidos.
PERCY
¡Maldita Monsanto!
¡Maldita empresa que sólo ha traído muerte y hambre para nuestros pueblos!