×

We use cookies to help make LingQ better. By visiting the site, you agree to our cookie policy.


image

Sherlock Holmes - El Signo de los Cuatro, La extraña historia de Jonathan Small - 06

La extraña historia de Jonathan Small - 06

- Llévenlo al cuerpo principal de guardia - dije.

Los dos sikas se le pusieron uno á cada lado, el gigante por detrás, entrando así el grupo por la puerta. Jamás hombre alguno se encaminó tan tranquilamente á la muerte. Yo me quedé en mi puesto acostumbrado.

Desde allí oí el mesurado paso de los tres á lo largo de los desiertos corredores. De improviso cesaron las pisadas, llegó á mis oídos el ruido de voces ahogadas, de una sorda lucha y fuertes golpes. Al cabo de un momento sentí, horrorizado, que alguien corría en mi dirección, respirando fuertemente, como si el aliento fuera faltándole. Dirigí la luz de mi linterna hacia el largo y recto pasadizo, y vi al hombre gordo que se iba acercando, rápido como el viento, la cara bañada en sangre, y detrás de él, saltando como un tigre, al enorme sika de barba negra: un cuchillo brillaba en su mano.

Nunca he visto á nadie correr tan ligero como al gordo comerciante. Iba ganando terreno al sika y me di cuenta de que, si conseguía salir al aire libre, nadie podría alcanzarlo. El corazón se me oprimía de compasión, pero otra vez me acometió la idea del tesoro, más y más imperativa.

El hombre pasaba en este instante por delante de mí. Le metí mi carabina, por entre las piernas, y lo vi dar dos vueltas, como una liebre herida de muerte. Antes de que pudiera siquiera incorporarse, ya el sika estaba encima de él y le hundía dos veces el cuchillo en el costado. Achmet no exhaló un gemido ni movió un músculo: allí donde había caído permaneció inmóvil. Yo creo que en la caída se descalabró. Ya ven ustedes, señores, que cumplo mi promesa de decirles lo ocurrido, exactamente, palabra por palabra, séame ó no favorable.»

Jonathan Small suspendió su relato y alzó sus maniatadas manos para beber whisky con agua que Holmes le había servido.

Confieso que por mi parte sentía en ese momento el más invencible horror por ese hombre, no solamente por su intervención á sangre fría en tan atroz asesinato, sino todavía más por la indiferencia y hasta cierto punto la coquetería con que narraba la espantosa historia. Cualquiera que fuese el castigo que le estaba reservado, yo sabía que jamás podía contar con mis simpatías. Sherlock Holmes y Jones, silenciosos y con las manos puestas en las rodillas, seguían con profundo interés el relato, pero en sus rostros se retrataba el mismo disgusto que yo sentía. Es probable que Small lo notara, pues cuando nos dirigió de nuevo la palabra, había en su voz y en sus maneras un tinte de desconfianza.

- Aquello fué muy malo, no cabe duda - dijo, - pero yo desearía saber cuántas personas habrían rehusado, encontrándose en mi lugar, esa fortuna que se me ofrecía, cuando hubieran sabido que, al no aceptarla, serían degollados. Después, estando ya el hombre dentro del fuerte, yo tenía que decidirme entre mi vida y la suya. Si lograba escaparse, todo se descubriría, y á mí me habrían formado consejo de guerra y probablemente fusilado, pues en tiempos como esos no abunda la clemencia.

- Prosiga usted su historia - le dijo Holmes en breve tono.

- Bueno. Lo llevamos al interior, entre Abdullah, Akbar y yo. No dejaba de pesar bastante, por más que fuese de baja estatura. Mahomet Singh se quedó de guardia en la puerta.

Los sikas habían preparado ya un lugar para enterrar al muerto. Se hallaba á alguna distancia de la puerta, en un gran patio cuyas baldosas estaban todas destrozadas. El suelo se había hundido en un rincón formando una tumba natural, y en ella depositamos al comerciante Achmet, cubriéndolo primero con una cantidad de pedazos de baldosa. Hecho lo cual, volvimos en busca del tesoro.

Este se encontraba en el mismo sitio donde lo había dejado caer Achmet al verse atacado. El cofre era el mismo que ahora está abierto en esa mesa. La llave colgada de un cordón de seda atado á aquella asa cincelada que hay en la tapa.

Lo abrimos, y la luz de la linterna irradió sobre una porción de piedras preciosas, parecidas á las de los cuentos que yo leía en Pershore cuando era niño. La vista de tantas riquezas cegaba.

Una vez que hubimos regocijado nuestros ojos con tanta y tan rica pedrería, nos pusimos á hacer una lista del tesoro. Había ciento cuarenta y tres diamantes de la primera agua y entre ellos uno, que, según creo, ha sido llamado «El Gran Mogol» y parece que, de todos los que existen, es el segundo en tamaño.

Después contamos noventa y siete esmeraldas finísimas y ciento setenta rubíes, de los cuales, sin embargo, algunos eran pequeños. Había también cuarenta carbunclos, doscientos diez zafiros, sesenta y una ágatas, y gran cantidad de berilos, ónix, ojos de gato, turquesas y otras piedras, cuyos nombres no conocía yo entonces, pero que después aprendí. Además, encontramos cerca de trescientas perlas muy finas, de las cuales doce estaban engarzadas en un cordón de oro. Y ahora que hablo de éstas les diré á ustedes que cuando recuperé el cofre ya no las encontré.

Después que hubimos contado nuestras riuezas, las volvimos á poner en el cofre y cargamos con éste para enseñárselo á Mahomet Singh. Allí en la puerta, renovamos todos nuestro juramento de sostenernos mutuamente en cualquier caso y guardar con fidelidad nuestro secreto. Convinimos luego en esconder el tesoro en un lugar seguro hasta que el país estuviera otra vez en paz para dividirnos entonces las riquezas por igual. Era inútil hacer el reparto en seguida, pues si se hubiera encontrado en nuestro poder una sola de las piedras preciosas, habrían nacido las sospechas, y, por otra parte, ninguno de nosotros tenía dentro del fuerte dónde ocultar lo que le tocara.

Llevamos, pues, el cofre al mismo patio donde habíamos enterrado el cadáver, y allí, al pie de la pared mejor conservada y bajo ciertas baldosas que nos fijamos bien, cavamos un hueco, en el que pusimos el tesoro. Tomamos cuidadosamente nota del lugar, y yo tracé al día siguiente cuatro planos, uno para cada uno de nosotros. Todos pusimos una señal especial al pie de cada plano, para atestiguar el juramento que habíamos hecho de proceder siempre el uno por los demás, para que ninguno pudiera sacar ventaja. Con la mano sobre mi corazón puedo jurar que yo no he quebrantado este juramento.

La extraña historia de Jonathan Small - 06 Die seltsame Geschichte von Jonathan Small - 06 The strange story of Jonathan Small - 06 L'étrange histoire de Jonathan Small - 06 A estranha história de Jonathan Small - 06

- Llévenlo al cuerpo principal de guardia - dije. - Take him to the main guardhouse," I said. - Emmenez-le à la garde principale", ai-je dit.

Los dos sikas se le pusieron uno á cada lado, el gigante por detrás, entrando así el grupo por la puerta. The two Sikas stood one on either side of him, the giant behind him, and the group entered through the door. Jamás hombre alguno se encaminó tan tranquilamente á la muerte. No man ever walked so calmly to his death. Aucun homme n'a jamais marché aussi calmement vers la mort. Yo me quedé en mi puesto acostumbrado. I stayed in my usual position. Je suis restée dans ma position habituelle.

Desde allí oí el mesurado paso de los tres á lo largo de los desiertos corredores. From there I heard the measured passage of the three of them along the deserted corridors. De là, j'ai entendu le passage mesuré des trois dans les couloirs déserts. De improviso cesaron las pisadas, llegó á mis oídos el ruido de voces ahogadas, de una sorda lucha y fuertes golpes. Suddenly the footsteps ceased, the sound of muffled voices, of a muffled struggle and heavy blows reached my ears. Soudain, les pas cessèrent, le bruit de voix étouffées, d'une lutte sourde et de coups violents parvint à mes oreilles. Al cabo de un momento sentí, horrorizado, que alguien corría en mi dirección, respirando fuertemente, como si el aliento fuera faltándole. After a moment I felt, horrified, that someone was running in my direction, breathing heavily, as if short of breath. Au bout d'un moment, j'ai senti, horrifié, que quelqu'un courait dans ma direction, en respirant difficilement, comme s'il était à bout de souffle. Dirigí la luz de mi linterna hacia el largo y recto pasadizo, y vi al hombre gordo que se iba acercando, rápido como el viento, la cara bañada en sangre, y detrás de él, saltando como un tigre, al enorme sika de barba negra: un cuchillo brillaba en su mano. I directed the light of my flashlight into the long, straight passageway, and saw the fat man approaching, swift as the wind, his face bathed in blood, and behind him, leaping like a tiger, the huge black-bearded Sika: a knife gleamed in his hand. Je dirigeai la lumière de ma lanterne dans le long passage droit et je vis le gros homme arriver, rapide comme le vent, le visage baigné de sang, et derrière lui, bondissant comme un tigre, l'énorme Sika à la barbe noire : un couteau scintillait dans sa main.

Nunca he visto á nadie correr tan ligero como al gordo comerciante. I have never seen anyone run as lightly as the fat merchant. Je n'ai jamais vu personne courir aussi légèrement que le gros marchand. Iba ganando terreno al sika y me di cuenta de que, si conseguía salir al aire libre, nadie podría alcanzarlo. I was gaining ground on the sika and realized that, if I managed to get out in the open, no one would be able to catch it. Je gagnais du terrain sur le sika et je me rendais compte que, si je parvenais à me mettre à découvert, personne ne pourrait l'attraper. El corazón se me oprimía de compasión, pero otra vez me acometió la idea del tesoro, más y más imperativa. My heart was oppressed with compassion, but again the thought of the treasure came to me, more and more imperative. Mon cœur était lourd de pitié, mais de nouveau la pensée du trésor me revenait, de plus en plus impérieuse.

El hombre pasaba en este instante por delante de mí. The man was passing in front of me at this moment. Le metí mi carabina, por entre las piernas, y lo vi dar dos vueltas, como una liebre herida de muerte. I put my carbine between his legs and saw him turn twice, like a mortally wounded hare. J'ai coincé ma carabine entre ses jambes et je l'ai regardé tourner deux fois sur lui-même, comme un lièvre mortellement blessé. Antes de que pudiera siquiera incorporarse, ya el sika estaba encima de él y le hundía dos veces el cuchillo en el costado. Before he could even sit up, the Sika was already on top of him, plunging the knife twice into his side. Avant même qu'il n'ait pu se redresser, le Sika était sur lui, plongeant le couteau à deux reprises dans son flanc. Achmet no exhaló un gemido ni movió un músculo: allí donde había caído permaneció inmóvil. Achmet did not exhale a groan or move a muscle: there where he had fallen he remained motionless. Achmet n'a pas poussé un gémissement et n'a pas bougé d'un poil : là où il est tombé, il est resté immobile. Yo creo que en la caída se descalabró. I believe that in the fall it fell apart. Je crois qu'à l'automne, il s'est effondré. Ya ven ustedes, señores, que cumplo mi promesa de decirles lo ocurrido, exactamente, palabra por palabra, séame ó no favorable.» You see, gentlemen, I am keeping my promise to tell you exactly what happened, word for word, whether I am in your favor or not." Vous voyez, messieurs, que je tiens ma promesse de vous raconter exactement ce qui s'est passé, mot pour mot, que j'y sois favorable ou non".

Jonathan Small suspendió su relato y alzó sus maniatadas manos para beber whisky con agua que Holmes le había servido. Jonathan Small suspended his story and raised his manicured hands to drink the whiskey and water that Holmes had poured for him. Jonathan Small suspend son récit et lève ses mains manucurées pour boire le whisky et l'eau que Holmes lui a servis.

Confieso que por mi parte sentía en ese momento el más invencible horror por ese hombre, no solamente por su intervención á sangre fría en tan atroz asesinato, sino todavía más por la indiferencia y hasta cierto punto la coquetería con que narraba la espantosa historia. I confess that for my part I felt at that moment the most invincible horror for that man, not only for his cold-blooded intervention in such an atrocious murder, but even more for the indifference and to a certain extent the coquetry with which he narrated the dreadful story. J'avoue que, pour ma part, j'ai ressenti à ce moment-là l'horreur la plus invincible pour cet homme, non seulement pour son intervention de sang-froid dans un meurtre aussi atroce, mais plus encore pour l'indifférence et, dans une certaine mesure, la coquetterie avec lesquelles il a raconté l'épouvantable histoire. Cualquiera que fuese el castigo que le estaba reservado, yo sabía que jamás podía contar con mis simpatías. Whatever punishment was in store for him, I knew he could never count on my sympathy. Quelle que soit la punition qui lui était réservée, je savais qu'il ne pourrait jamais compter sur ma sympathie. Sherlock Holmes y Jones, silenciosos y con las manos puestas en las rodillas, seguían con profundo interés el relato, pero en sus rostros se retrataba el mismo disgusto que yo sentía. Sherlock Holmes and Jones, silent and with their hands on their knees, followed the story with deep interest, but their faces showed the same disgust that I felt. Sherlock Holmes et Jones, silencieux et les mains sur les genoux, suivaient l'histoire avec un profond intérêt, mais leurs visages exprimaient le même dégoût que moi. Es probable que Small lo notara, pues cuando nos dirigió de nuevo la palabra, había en su voz y en sus maneras un tinte de desconfianza. Small probably noticed this, for when he spoke to us again, there was a tinge of distrust in his voice and manner. Small l'a probablement remarqué, car lorsqu'il nous a parlé à nouveau, il y avait une certaine méfiance dans sa voix et ses manières.

- Aquello fué muy malo, no cabe duda - dijo, - pero yo desearía saber cuántas personas habrían rehusado, encontrándose en mi lugar, esa fortuna que se me ofrecía, cuando hubieran sabido que, al no aceptarla, serían degollados. - That was very bad, no doubt," he said, "but I should like to know how many people would have refused, if they had been in my place, the fortune that was offered me, when they knew that if they had not accepted it, they would have their throats cut. - C'était très mauvais, sans doute, dit-il, mais je voudrais savoir combien de personnes auraient refusé, à ma place, la fortune qui m'était offerte, alors qu'elles savaient que, si elles ne l'avaient pas acceptée, elles auraient été égorgées. Después, estando ya el hombre dentro del fuerte, yo tenía que decidirme entre mi vida y la suya. Afterwards, with the man already inside the fort, I had to decide between my life and his. Ensuite, avec l'homme à l'intérieur du fort, j'ai dû décider entre ma vie et la sienne. Si lograba escaparse, todo se descubriría, y á mí me habrían formado consejo de guerra y probablemente fusilado, pues en tiempos como esos no abunda la clemencia. If he managed to escape, everything would be discovered, and I would have been court-martialed and probably shot, for in times like these clemency does not abound. S'il avait réussi à s'échapper, tout aurait été découvert, et j'aurais été traduit en cour martiale et probablement fusillé, car dans des temps comme celui-ci, il n'y a pas beaucoup de clémence.

- Prosiga usted su historia - le dijo Holmes en breve tono. - Go on with your story," said Holmes in a short tone. - Continuez votre histoire", dit Holmes d'un ton bref.

- Bueno. Lo llevamos al interior, entre Abdullah, Akbar y yo. We took him inside, between Abdullah, Akbar and myself. No dejaba de pesar bastante, por más que fuese de baja estatura. He was still quite heavy, even though he was short in stature. Mahomet Singh se quedó de guardia en la puerta. Mahomet Singh stood guard at the door.

Los sikas habían preparado ya un lugar para enterrar al muerto. The Sikas had already prepared a place to bury the dead. Se hallaba á alguna distancia de la puerta, en un gran patio cuyas baldosas estaban todas destrozadas. It was some distance from the door, in a large courtyard whose tiles were all smashed. Il se trouvait à une certaine distance de la porte, dans une grande cour dont les carreaux étaient tous brisés. El suelo se había hundido en un rincón formando una tumba natural, y en ella depositamos al comerciante Achmet, cubriéndolo primero con una cantidad de pedazos de baldosa. The floor had sunk into a corner forming a natural grave, and in it we deposited the trader Achmet, first covering him with a number of pieces of tile. Le sol s'était enfoncé dans un coin pour former une tombe naturelle, dans laquelle nous avons déposé le marchand Achmet, en le recouvrant d'abord d'un certain nombre de morceaux de tuiles. Hecho lo cual, volvimos en busca del tesoro. Once that was done, we returned in search of the treasure. Ceci fait, nous sommes retournés à la recherche du trésor.

Este se encontraba en el mismo sitio donde lo había dejado caer Achmet al verse atacado. This was in the same place where Achmet had dropped it when he was attacked. Il se trouvait à l'endroit où Achmet l'avait laissé tomber lors de l'attaque. El cofre era el mismo que ahora está abierto en esa mesa. The chest was the same one that is now open on that table. Le coffre était le même que celui qui est aujourd'hui ouvert sur cette table. La llave colgada de un cordón de seda atado á aquella asa cincelada que hay en la tapa. The key hanging from a silk cord tied to the chiseled handle on the lid. La clé est suspendue à un cordon de soie attaché à la poignée ciselée du couvercle.

Lo abrimos, y la luz de la linterna irradió sobre una porción de piedras preciosas, parecidas á las de los cuentos que yo leía en Pershore cuando era niño. We opened it, and the light from the lantern shone on a portion of precious stones, similar to those in the stories I used to read in Pershore when I was a child. Nous l'avons ouverte et la lumière de la lanterne a éclairé un ensemble de pierres précieuses, semblables à celles des histoires que je lisais à Pershore quand j'étais enfant. La vista de tantas riquezas cegaba. The sight of so much wealth was blinding.

Una vez que hubimos regocijado nuestros ojos con tanta y tan rica pedrería, nos pusimos á hacer una lista del tesoro. Once we had delighted our eyes with so much rich jewelry, we began to make a list of the treasure. Une fois que nous nous sommes régalés les yeux de tant de riches bijoux, nous avons commencé à dresser la liste du trésor. Había ciento cuarenta y tres diamantes de la primera agua y entre ellos uno, que, según creo, ha sido llamado «El Gran Mogol» y parece que, de todos los que existen, es el segundo en tamaño. There were one hundred and forty-three diamonds of the first water and among them one, which, I believe, has been called "The Great Mogul" and it seems that, of all those in existence, it is the second in size. Il y avait cent quarante-trois diamants de la première eau et parmi eux un, qui, je crois, a été appelé "The Great Mogul" et il semble que, de tous ceux qui existent, il soit le deuxième en taille.

Después contamos noventa y siete esmeraldas finísimas y ciento setenta rubíes, de los cuales, sin embargo, algunos eran pequeños. Then we counted ninety-seven very fine emeralds and one hundred and seventy rubies, of which, however, some were small. Nous avons ensuite dénombré quatre-vingt-dix-sept émeraudes très fines et cent soixante-dix rubis, dont certains étaient toutefois de petite taille. Había también cuarenta carbunclos, doscientos diez zafiros, sesenta y una ágatas, y gran cantidad de berilos, ónix, ojos de gato, turquesas y otras piedras, cuyos nombres no conocía yo entonces, pero que después aprendí. There were also forty carbuncles, two hundred and ten sapphires, sixty-one agates, and a great quantity of beryls, onyx, cat's eyes, turquoises and other stones, the names of which I did not know then, but which I learned later. Il y avait aussi quarante escarboucles, deux cent dix saphirs, soixante et une agates, et une grande quantité de béryls, d'onyx, d'yeux de chat, de turquoises et d'autres pierres dont j'ignorais alors le nom, mais que j'ai appris par la suite. Además, encontramos cerca de trescientas perlas muy finas, de las cuales doce estaban engarzadas en un cordón de oro. In addition, we found about three hundred very fine pearls, of which twelve were strung on a gold cord. En outre, nous avons trouvé environ trois cents perles très fines, dont douze étaient enfilées sur un cordon d'or. Y ahora que hablo de éstas les diré á ustedes que cuando recuperé el cofre ya no las encontré. And now that I am talking about these, I will tell you that when I recovered the chest I could no longer find them. Et maintenant que j'en parle, je vais vous dire que lorsque j'ai récupéré le coffre, je ne les ai pas trouvés.

Después que hubimos contado nuestras riuezas, las volvimos á poner en el cofre y cargamos con éste para enseñárselo á Mahomet Singh. After we had counted our wealth, we put it back in the chest and carried it to show it to Mahomet Singh. Après avoir fait le compte de nos richesses, nous les avons remises dans le coffre et nous l'avons emporté pour le montrer à Mahomet Singh. Allí en la puerta, renovamos todos nuestro juramento de sostenernos mutuamente en cualquier caso y guardar con fidelidad nuestro secreto. There at the door, we all renewed our oath to support each other in any case and to keep our secret faithfully. Là, à la porte, nous avons tous renouvelé notre serment de nous soutenir mutuellement dans tous les cas et de garder fidèlement notre secret. Convinimos luego en esconder el tesoro en un lugar seguro hasta que el país estuviera otra vez en paz para dividirnos entonces las riquezas por igual. We then agreed to hide the treasure in a safe place until the country was once again at peace and then divide the wealth equally. Nous avons alors convenu de cacher le trésor dans un endroit sûr jusqu'à ce que le pays soit à nouveau en paix et de partager les richesses de manière égale. Era inútil hacer el reparto en seguida, pues si se hubiera encontrado en nuestro poder una sola de las piedras preciosas, habrían nacido las sospechas, y, por otra parte, ninguno de nosotros tenía dentro del fuerte dónde ocultar lo que le tocara. It was useless to make the distribution at once, for if a single one of the precious stones had been found in our possession, suspicions would have been aroused, and, on the other hand, none of us had within the fort where to hide what was in our possession. Il était inutile de faire la distribution tout de suite, car si une seule des pierres précieuses avait été trouvée en notre possession, les soupçons auraient été éveillés, et d'autre part, aucun de nous n'avait d'endroit à l'intérieur du fort pour cacher ce qu'il avait en sa possession.

Llevamos, pues, el cofre al mismo patio donde habíamos enterrado el cadáver, y allí, al pie de la pared mejor conservada y bajo ciertas baldosas que nos fijamos bien, cavamos un hueco, en el que pusimos el tesoro. So we took the chest to the same courtyard where we had buried the corpse, and there, at the foot of the best preserved wall and under certain tiles that we looked at well, we dug a hole, in which we put the treasure. Nous avons donc transporté le coffre dans la même cour où nous avions enterré le cadavre, et là, au pied du mur le mieux conservé et sous certaines tuiles que nous avons regardées de près, nous avons creusé un trou, dans lequel nous avons placé le trésor. Tomamos cuidadosamente nota del lugar, y yo tracé al día siguiente cuatro planos, uno para cada uno de nosotros. We took careful note of the location, and I drew up four plans the next day, one for each of us. Nous avons bien noté l'emplacement et, le lendemain, j'ai dessiné quatre plans, un pour chacun d'entre nous. Todos pusimos una señal especial al pie de cada plano, para atestiguar el juramento que habíamos hecho de proceder siempre el uno por los demás, para que ninguno pudiera sacar ventaja. We all placed a special sign at the foot of each plane, to attest to the oath we had sworn to always proceed for each other, so that no one could take advantage. Nous avons tous apposé un signe spécial au bas de chaque plan, pour témoigner du serment que nous avions fait de toujours agir les uns pour les autres, afin que personne ne puisse prendre l'avantage. Con la mano sobre mi corazón puedo jurar que yo no he quebrantado este juramento. With my hand on my heart I can swear that I have not broken this oath. La main sur le cœur, je peux jurer que je n'ai pas manqué à ce serment.