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El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 6. El monstruo del aire (1)

6. El monstruo del aire (1)

No quedaba otra luz que la estelar. Cuando comprendieron de donde provenía aquel fantasmal ruido y Percival se hubo tranquilizado de nuevo, Ralph y Simón le levantaron como pudieron y le llevaron a uno de los refugios. Piggy, a pesar de sus valientes palabras, siguió pegado a los otros y, juntos los tres muchachos, se dirigieron al refugio inmediato. Se tumbaron, inquietos, sobre las ruidosas hojas secas, observando el grupo de estrellas enmarcadas por la entrada que daba sobre la laguna. De cuando en cuando, uno de los pequeños gritaba en otros refugios, y en una ocasión uno de los mayores habló en la oscuridad. Por fin, también ellos se durmieron.

Sobre el horizonte se alzaba una cinta curva de luna, tan estrecha que creaba un reguero finísimo de luz, apenas visible aun al posarse sobre el agua. Pero había otras luces en el cielo, que se movían velozmente, que chispeaban o se apagaban; y, sin embargo, no les llegó a los muchachos ni el más leve eco de la batalla que se libraba a quince kilómetros de altura. Y del mundo adulto – Por lo de… -…la hoguera y el cerdo.

–Menos mal que la tomó con Jack y no con nosotros.

–Sí. ¿Te acuerdas del viejo «Cascarrabias» en el colegio?

–«¡Muchacho… me estás volviendo loco poco a poco!».

Los mellizos compartieron su idéntica risa; se acordaron después de la oscuridad y otras cosas, y miraron con inquietud en torno suyo. Las llamas, activas en torno a la pila de leña, atrajeron de nuevo la mirada de los muchachos. Eric observaba los gusanos de la madera, que se agitaban desesperadamente, pero nunca lograban escapar de las llamas, y recordó aquella primera hoguera, allá abajo, en el lado de mayor pendiente de la montaña, donde ahora reinaba completa oscuridad. Pero aquel recuerdo le molestaba y volvió la vista hacia la cima.

Ahora emanaba de la hoguera un calor que les acariciaba agradablemente. Sam se entretuvo arreglando las ramas de la hoguera tan cerca del fuego como le era posible.

Eric extendió los brazos para averiguar a qué distancia se hacía insoportable el calor.

Mirando distraídamente a lo lejos, iba restituyendo los contornos diurnos de las rocas aisladas que en aquel momento no eran más que sombras planas. Allí mismo estaba la roca grande y las tres piedras, y la roca partida, y más allá un hueco…, allí mismo…

–Sam. – ¿Eh?

–Nada.

Las llamas se iban apoderando de las ramas; la corteza se enroscaba y desprendía; la madera estallaba. Se desplomó la pila y arrojó un amplio círculo de luz sobre la cima de la montaña.

–Sam… – ¿Eh? – ¡Sam! ¡Sam!

Sam miró irritado a Eric. La intensidad de la mirada de Eric hizo temible el lugar hacia donde dirigía su vista, lugar que quedaba a espaldas de Sam. Se arrastró alrededor del fuego, se acurrucó junto a Eric y miró. Se quedaron inmóviles, abrazados uno al otro: cuatro ojos, bien despejados, fijos en algo, y dos bocas abiertas.

Bajo ellos, a lo lejos, los árboles del bosque suspiraron y luego rugieron. Los cabellos se agitaron sobre sus frentes y nuevas llamas brotaron de los costados de la hoguera. A menos de quince metros de ellos sonó el aleteo de un tejido al desplegarse y henchirse.

Ninguno de los dos muchachos gritó, pero se apretaron los brazos con más fuerza y sus labios se fruncieron. Permanecieron así agachados quizá diez segundos más, mientras el avivado fuego lanzaba humo y chispas y olas de variable luz sobre la cumbre de la montaña.

Después, como si entre los dos sólo tuviesen una única y aterrorizada mente, saltaron sobre las rocas y huyeron.

Ralph soñaba. Se había quedado dormido tras lo que le parecieron largas horas de agitarse y dar vueltas sobre las crujientes hojas secas. No le alcanzaba ya ni el sonido de las pesadillas en los otros refugios; estaba de regreso en casa, ofreciendo terrones de azúcar a los potros desde la valla del jardín.

Pero alguien le tiraba del brazo y le decía que era la hora del té. – ¡Ralph! ¡Despierta!

Las hojas rugían como el mar. – ¡Ralph! ¡Despierta! – ¿Qué pasa? – ¡Hemos visto… -…la fiera… -…bien claro! – ¿Quiénes sois? ¿Los mellizos?

–Hemos visto a la fiera…

–Callaos. ¡Piggy!

Las hojas seguían rugiendo. Piggy tropezó con él, y uno de los mellizos le sujetó cuando se disponía a correr, hacia el oblongo espacio que encuadraba la luz decadente de las estrellas. – ¡No vayas… es horrible!

–Piggy, ¿dónde están las lanzas?

–Oigo el…

–Entonces cállate. No os mováis.

Allí tendidos escucharon con duda al principio y después con terror, la narración que los mellizos les susurraban entre pausas de extremo silencio. Pronto la oscuridad se llenó de garras, se llenó del terror de lo desconocido y lo amenazador. Un alba interminable borró las estrellas, y por fin la luz, triste y gris, se filtró en el refugio. Empezaron a agitarse, aunque fuera del refugio el mundo seguía siendo insoportablemente peligroso.

Se podía ya percibir en el laberinto de oscuridad lo cercano y lo lejano, y en un punto elevado del cielo las nubéculas se calentaban en colores. Una solitaria ave marina aleteó hacia lo alto con un grito ronco cuyo eco pronto resonó, y el bosque respondió con graznidos. Flecos de nubes, cerca del horizonte, empezaron a resplandecer con tintes rosados, y las copas plumadas de las palmeras se hicieron verdes.

Ralph se arrodilló en la entrada del refugio y miró con cautela a su alrededor.

–Sam y Eric, llamad a todos para una asamblea. Con calma. Venga.

Los mellizos, agarrados temblorosamente uno al otro, se arriesgaron a atravesar los pocos metros que les separaban del refugio próximo y difundieron la terrible noticia.

Ralph, por razón de dignidad, se puso en pie y caminó hasta el lugar de la asamblea, aunque por la espalda le corrían escalofríos. Le siguieron Piggy y Simón y detrás los otros chicos, cautelosamente.

Ralph tomó la caracola, que yacía sobre el pulimentado asiento, y la acercó a sus labios; pero dudó un momento y, en lugar de hacerla sonar, la alzó mostrándola a los demás y todos comprendieron.

Los rayos del sol, que asomando sobre el horizonte se desplegaban en alto como un abanico, giraron hacia abajo, al nivel de los ojos. Ralph observó durante unos instantes la creciente lámina de oro que les alumbraba por la derecha y parecía permitirles hablar.

Delante de él, las lanzas de caza se erizaban sobre el círculo de muchachos. Cedió la caracola a Eric, el mellizo más próximo a él.

–Hemos visto la fiera con nuestros propios ojos. No…, no estábamos dormidos…

Sam continuó el relato. Era ya costumbre que la caracola sirviese a la vez para ambos mellizos, pues todos reconocían su sustancial unidad.

–Era peluda. Algo se movía detrás de su cabeza… unas alas. Y ella también se movía…

–Era horrible. Parecía que se iba a sentar…

–El fuego alumbraba todo…

–Acabábamos de encenderlo… -…habíamos echado más leña…

–Tenía ojos…

–Dientes…

–Garras…

–Salimos corriendo con todas nuestras fuerzas…

–Tropezamos muchas veces…

–La fiera nos siguió…

–La vi escondiéndose detrás de los árboles…

–Casi me tocó…

Ralph señaló temeroso a la cara de Eric, cruzada por los arañazos de los matorrales en que había tropezado. – ¿Cómo te hiciste eso?

Eric se llevó una mano a la cara.

–Está llena de rasguños. ¿Estoy sangrando?

El círculo de muchachos se apartó con horror. Johnny, bostezando aún, rompió en ruidoso llanto, pero recibió unas bofetadas de Bill que lograron callarle. La luminosa mañana estaba llena de amenazas y el círculo comenzó a deformarse. Se orientaba hacia fuera más que hacia dentro y las lanzas de afilada madera formaban como una empalizada. Jack les ordenó volver hacia el centro. – ¡Esta será una cacería de verdad! ¿Quién viene? Ralph accionó con impaciencia.

–Esas lanzas son de madera. No seas tonto. Jack se rió de él. – ¿Tienes miedo?

–Pues claro que tengo miedo, ¿quién no lo iba a tener?

Se volvió hacia los mellizos, anhelante, pero sin esperanzas.

–Supongo que no nos estaréis tomando el pelo. La respuesta fue demasiado firme para que alguien la dudase.

Piggy cogió la caracola. – ¿No podríamos… quedarnos aquí… y nada más? A lo mejor la fiera no se acerca a nosotros.

Sólo la sensación de tener algo observándoles evitó que Ralph le gritase. – ¿Quedarnos aquí? ¿Y estar enjaulados en este trozo de isla, siempre vigilando? ¿Cómo íbamos a conseguir comida? ¿Y la hoguera, qué?

–Vamos – dijo Jack, inquieto -, que estamos perdiendo el tiempo.

–No es verdad. Y además, ¿qué vamos a hacer con los peques? – ¡Que les den el biberón!

–Alguien se tiene que ocupar de ellos.

–Nadie lo ha hecho hasta ahora. – ¡Porque no hacía falta! Pero ahora sí. Piggy se ocupará de ellos.

–Eso es. Que Piggy no corra peligro.

–Piensa un poco. ¿Qué puede hacer con un solo ojo? Los demás muchachos miraban de Jack a Ralph con curiosidad.

–Y otra cosa. No puede ser una cacería como las demás, porque la fiera no deja huellas. Si lo hiciese ya la habríais visto. No sabemos si saltará por los árboles igual que hace el animal ese…

Asintieron todos.

–Así que hay que pensar.

Piggy se quitó sus rotas gafas y limpió el único cristal. – ¿Y qué hacemos nosotros, Ralph?

–No tienes la caracola. Tómala.

–Quiero decir… ¿qué hacemos nosotros si viene la fiera cuando todos os habéis ido?

No veo bien y si me entra el miedo…

Jack le interrumpió desdeñosamente.

–A ti siempre te entra el miedo.

–La caracola la tengo yo… – ¡Caracola! ¡Caracola! – gritó Jack -. Ya no necesitamos la caracola. Sabemos quiénes son los que deben hablar. ¿Para qué ha servido que hable Simón, o Bill, o Walter? Ya es hora de que se enteren algunos que tienen que callarse y dejar que el resto de nosotros decida las cosas…

Ralph no podía seguir ignorando aquel discurso. Sintió la sangre calentar sus mejillas.

–Tú no tienes la caracola – dijo -. Siéntate.

Jack empalideció de tal modo que sus pecas parecieron verdaderos lunares. Se pasó la lengua por los labios y permaneció de pie.

–Esta es una tarea para cazadores.

Los demás muchachos observaban atentamente. Piggy, ante la embarazosa situación, dejó la caracola sobre las piernas de Ralph y se sentó. El silencio se hizo opresivo y Piggy contuvo la respiración.

–Esto es más que una tarea para cazadores – dijo por fin Ralph -, porque no podéis seguir las huellas de la fiera. Y, además, ¿es que no queréis que nos rescaten?

Se volvió a la asamblea. – ¿No queréis todos que nos rescaten? Miró a Jack.

–Ya dije antes que lo más importante es la hoguera. Y ahora ya debe estar apagada.

Le salvó su antigua exasperación, que le dio energías para atacar. – ¿Es que no hay nadie aquí con un poco de sentido común? Tenemos que volver a encender esa hoguera. ¿Nunca piensas en eso, verdad Jack? ¿O es que no queréis que nos rescaten?

Sí, todos querían ser rescatados, no había que dudarlo, y con un violento giro en favor de Ralph pasó la crisis. Piggy expulsó el aliento con un ahogo; luego quiso aspirar aire y no pudo. Se apoyó contra un tronco, abierta la boca, mientras unas sombras azules circundaban sus labios. Nadie le hizo caso.

–Piensa ahora, Jack. ¿Queda algún lugar en la isla que no hayas visto?

Jack contestó de mala gana:

–Sólo… ¡pues claro! ¿No te acuerdas? El rabo donde acaba la isla, donde se amontonan las rocas. He estado cerca. Las piedras forman un puente. Sólo se puede llegar por un camino.

–Quizá viva ahí la fiera.

Toda la asamblea hablaba a la vez. – ¡Bueno! De acuerdo. Allí es donde buscaremos. Si la fiera no está allí subiremos a buscarla a la montaña, y a encender la hoguera.

–Vamonos…

–Primero tenemos que comer. Luego iremos – Ralph calló un momento -. Será mejor que llevemos las lanzas.

Después de comer, Ralph y los mayores se pusieron en camino a lo largo de la playa.

Dejaron a Piggy sentado en la plataforma. El día prometía ser, como todos los demás, un baño de sol bajo una cúpula azul. Frente a ellos, la playa se alargaba en una suave curva que la perspectiva acababa uniendo a la línea del bosque; porque era aún demasiado pronto para que el día se viera enturbiado por los cambiantes velos del espejismo. Bajo la dirección de Ralph siguieron prudentemente por la terraza de palmeras para evitar la arena ardiente junto al agua. Dejó que Jack guiase, y Jack caminaba con teatral cautela, aunque habrían divisado a cualquier enemigo a veinte metros de distancia. Ralph iba detrás, contento de eludir la responsabilidad por un rato.

6. El monstruo del aire (1) 6. Das Luftungeheuer (1) 6. The monster of the air (1) 6. Le monstre de l'air (1) 6. Il mostro dell'aria (1) 6. Het luchtmonster (1) 6. Powietrzny potwór (1) 6. O monstro do ar (1)

No quedaba otra luz que la estelar. Es gab kein anderes Licht als das Sternenlicht. There was no other light than the star. Cuando comprendieron de donde provenía aquel fantasmal ruido y Percival se hubo tranquilizado de nuevo, Ralph y Simón le levantaron como pudieron y le llevaron a uno de los refugios. Als sie verstanden, woher das gespenstische Geräusch kam und Percival sich wieder beruhigt hatte, hoben Ralph und Simon ihn so gut sie konnten hoch und trugen ihn zu einem der Unterstände. When they understood where the ghostly noise was coming from and Percival had calmed down again, Ralph and Simon hauled him up as best they could and carried him to one of the shelters. Piggy, a pesar de sus valientes palabras, siguió pegado a los otros y, juntos los tres muchachos, se dirigieron al refugio inmediato. Piggy blieb trotz seiner mutigen Worte dicht bei den anderen, und zusammen machten sich die drei Jungen auf den Weg zum unmittelbaren Unterschlupf. Piggy, despite his brave words, stuck close to the others, and together the three boys made their way to the immediate shelter. Se tumbaron, inquietos, sobre las ruidosas hojas secas, observando el grupo de estrellas enmarcadas por la entrada que daba sobre la laguna. Sie lagen ruhelos auf den lärmenden trockenen Blättern und beobachteten die Sternengruppe, die vom Eingang eingerahmt wurde, der die Lagune überblickte. They lay, restless, on the noisy dry leaves, watching the group of stars framed by the entrance overlooking the lagoon. De cuando en cuando, uno de los pequeños gritaba en otros refugios, y en una ocasión uno de los mayores habló en la oscuridad. Ab und zu schrie einer der Kleinen in anderen Unterkünften, und einmal sprach einer der Größeren im Dunkeln. Por fin, también ellos se durmieron. Finally, they too fell asleep.

Sobre el horizonte se alzaba una cinta curva de luna, tan estrecha que creaba un reguero finísimo de luz, apenas visible aun al posarse sobre el agua. A curved ribbon of moon rose above the horizon, so narrow that it created a very thin trail of light, barely visible even when resting on the water. Pero había otras luces en el cielo, que se movían velozmente, que chispeaban o se apagaban; y, sin embargo, no les llegó a los muchachos ni el más leve eco de la batalla que se libraba a quince kilómetros de altura. Aber es gab noch andere Lichter am Himmel, die sich schnell bewegten, Funken sprühten oder erloschen; und doch erreichte nicht das leiseste Echo der Schlacht, die zehn Meilen über ihnen tobte, die Jungen. But there were other lights in the sky, moving swiftly, sparkling or going out; and yet not the faintest echo reached the boys of the battle that was raging fifteen miles above. Y del mundo adulto – Por lo de… -…la hoguera y el cerdo. Und aus der Welt der Erwachsenen – Wegen… -…dem Lagerfeuer und dem Schwein. And the adult world – Because of… -…the bonfire and the pig.

–Menos mal que la tomó con Jack y no con nosotros. "Zum Glück hat sie es an Jack ausgelassen und nicht an uns." 'Luckily she took it out on Jack and not on us.

–Sí. ¿Te acuerdas del viejo «Cascarrabias» en el colegio? Do you remember the old "Grumpy" in school?

–«¡Muchacho… me estás volviendo loco poco a poco!». – «Junge… du machst mich nach und nach verrückt!». "Boy... you're slowly driving me crazy!"

Los mellizos compartieron su idéntica risa; se acordaron después de la oscuridad y otras cosas, y miraron con inquietud en torno suyo. Die Zwillinge teilten ihr identisches Lachen; Sie erinnerten sich an die Nacht und andere Dinge und sahen sich ängstlich um. The twins shared their identical laugh; they remembered after dark and other things, and looked around uneasily. Las llamas, activas en torno a la pila de leña, atrajeron de nuevo la mirada de los muchachos. Die Flammen, die rund um den Holzstapel aktiv waren, zogen erneut die Augen der Jungen auf sich. The flames, active around the woodpile, again drew the eyes of the boys. Eric observaba los gusanos de la madera, que se agitaban desesperadamente, pero nunca lograban escapar de las llamas, y recordó aquella primera hoguera, allá abajo, en el lado de mayor pendiente de la montaña, donde ahora reinaba completa oscuridad. Eric watched the worms in the wood, which fluttered desperately, but never managed to escape the flames, and remembered that first campfire, down there, on the steeper side of the mountain, where complete darkness now reigned. Pero aquel recuerdo le molestaba y volvió la vista hacia la cima. Aber diese Erinnerung störte ihn und er richtete seine Augen nach oben. But that memory bothered him and he turned his gaze towards the top.

Ahora emanaba de la hoguera un calor que les acariciaba agradablemente. Sam se entretuvo arreglando las ramas de la hoguera tan cerca del fuego como le era posible. Sam amused himself by arranging the branches of the bonfire as close to the fire as possible.

Eric extendió los brazos para averiguar a qué distancia se hacía insoportable el calor. Eric stretched out his arms to find out how far away the heat became unbearable.

Mirando distraídamente a lo lejos, iba restituyendo los contornos diurnos de las rocas aisladas que en aquel momento no eran más que sombras planas. Abwesend in die Ferne blickend stellte er die Tageskonturen der isolierten Felsen wieder her, die in diesem Moment nichts weiter als flache Schatten waren. Looking absent-mindedly into the distance, I was restoring the daytime contours of the isolated rocks that at that moment were no more than flat shadows. Allí mismo estaba la roca grande y las tres piedras, y la roca partida, y más allá un hueco…, allí mismo… Right there was the big rock and the three stones, and the broken rock, and beyond it a hole..., right there....

–Sam. – ¿Eh?

–Nada.

Las llamas se iban apoderando de las ramas; la corteza se enroscaba y desprendía; la madera estallaba. Die Flammen ergriffen die Äste; die Rinde kräuselte sich und schälte sich ab; das Holz explodierte. The flames were taking hold of the branches; the bark was curling and peeling; the wood was bursting. Se desplomó la pila y arrojó un amplio círculo de luz sobre la cima de la montaña.

–Sam… – ¿Eh? – ¡Sam! ¡Sam!

Sam miró irritado a Eric. Sam looked irritably at Eric. La intensidad de la mirada de Eric hizo temible el lugar hacia donde dirigía su vista, lugar que quedaba a espaldas de Sam. Die Intensität von Erics Blick machte den Ort, auf den er seinen Blick richtete, furchteinflößend, den Ort hinter Sams Rücken. The intensity of Eric's gaze made the place where he was directing his gaze fearful, the place that was behind Sam's back. Se arrastró alrededor del fuego, se acurrucó junto a Eric y miró. Se quedaron inmóviles, abrazados uno al otro: cuatro ojos, bien despejados, fijos en algo, y dos bocas abiertas. They stood motionless, embracing each other: four eyes, wide open, fixed on something, and two open mouths.

Bajo ellos, a lo lejos, los árboles del bosque suspiraron y luego rugieron. Los cabellos se agitaron sobre sus frentes y nuevas llamas brotaron de los costados de la hoguera. Haare flatterten über ihre Stirn und neue Flammen schlugen an den Seiten des Feuers hervor. The hairs fluttered over their foreheads and new flames sprang from the sides of the bonfire. A menos de quince metros de ellos sonó el aleteo de un tejido al desplegarse y henchirse. Keine fünfzehn Meter von ihnen entfernt flatterte der Stoff, als er sich entrollte und anschwoll. Less than fifty feet away from them, the fluttering sound of a fabric unfurling and swelling sounded.

Ninguno de los dos muchachos gritó, pero se apretaron los brazos con más fuerza y sus labios se fruncieron. Neither boy screamed, but they clenched their arms tighter and their lips pursed. Permanecieron así agachados quizá diez segundos más, mientras el avivado fuego lanzaba humo y chispas y olas de variable luz sobre la cumbre de la montaña.

Después, como si entre los dos sólo tuviesen una única y aterrorizada mente, saltaron sobre las rocas y huyeron. Dann sprangen sie über die Felsen und flohen, als hätten sie nur einen verängstigten Geist. Then, as if they had only one terrified mind between them, they jumped over the rocks and fled.

Ralph soñaba. Ralph dreamed. Se había quedado dormido tras lo que le parecieron largas horas de agitarse y dar vueltas sobre las crujientes hojas secas. Er war eingeschlafen nach scheinbar langen Stunden des Herumwälzens und Wendens auf den knusprigen, trockenen Blättern. He had fallen asleep after what seemed like long hours of tossing and turning on the crisp, dry leaves. No le alcanzaba ya ni el sonido de las pesadillas en los otros refugios; estaba de regreso en casa, ofreciendo terrones de azúcar a los potros desde la valla del jardín. Nicht einmal die Geräusche von Alpträumen in den anderen Unterkünften erreichten ihn; Er war wieder zu Hause und bot den Fohlen Zuckerwürfel vom Gartenzaun an. Not even the sound of nightmares in the other shelters could reach him anymore; he was back home, offering sugar cubes to the foals from the garden fence.

Pero alguien le tiraba del brazo y le decía que era la hora del té. Aber jemand zerrte an seinem Arm und sagte ihm, es sei Zeit für den Tee. But someone was tugging at his arm and telling him it was time for tea. – ¡Ralph! ¡Despierta!

Las hojas rugían como el mar. The leaves roared like the sea. – ¡Ralph! ¡Despierta! – ¿Qué pasa? – ¡Hemos visto… -…la fiera… -…bien claro! – Wir haben gesehen… -…das Biest… -…sehr deutlich! - We have seen... -...the beast... -...very clearly! – ¿Quiénes sois? - Wer bist du? - Who are you? ¿Los mellizos? The twins?

–Hemos visto a la fiera…

–Callaos. ¡Piggy!

Las hojas seguían rugiendo. The leaves continued to roar. Piggy tropezó con él, y uno de los mellizos le sujetó cuando se disponía a correr, hacia el oblongo espacio que encuadraba la luz decadente de las estrellas. Piggy stieß mit ihm zusammen, und einer der Zwillinge fing ihn auf, als er zu rennen begann, in den länglichen Raum, der das verblassende Sternenlicht umrahmte. Piggy stumbled into it, and one of the twins caught him as he started to run, toward the oblong space framed by the fading starlight. – ¡No vayas… es horrible! – Geh nicht… es ist schrecklich! - Don't go... it's horrible!

–Piggy, ¿dónde están las lanzas? "Piggy, where are the spears?"

–Oigo el… I hear the…

–Entonces cállate. -Then shut up. No os mováis. Don't move.

Allí tendidos escucharon con duda al principio y después con terror, la narración que los mellizos les susurraban entre pausas de extremo silencio. Als sie dort lagen, lauschten sie zuerst mit Zweifel und dann mit Schrecken der Erzählung, die die Zwillinge ihnen zwischen Pausen äußersten Schweigens zuflüsterten. Lying there, they listened with doubt at first and then with terror, the narration that the twins whispered to them between pauses of extreme silence. Pronto la oscuridad se llenó de garras, se llenó del terror de lo desconocido y lo amenazador. Bald war die Dunkelheit zerkratzt, erfüllt vom Schrecken des Unbekannten und der Bedrohung. Soon the darkness was filled with claws, filled with the terror of the unknown and the threatening. Un alba interminable borró las estrellas, y por fin la luz, triste y gris, se filtró en el refugio. Empezaron a agitarse, aunque fuera del refugio el mundo seguía siendo insoportablemente peligroso. Sie begannen sich zu regen, obwohl die Welt außerhalb des Schutzraums immer noch unerträglich gefährlich war. They began to stir, although outside the shelter the world remained unbearably dangerous.

Se podía ya percibir en el laberinto de oscuridad lo cercano y lo lejano, y en un punto elevado del cielo las nubéculas se calentaban en colores. Schon konnte man im Labyrinth der Dunkelheit das Nahe und das Ferne wahrnehmen, und auf einer Höhe des Himmels glühten die Wölkchen in Farben. One could already perceive in the labyrinth of darkness the near and the far, and at a high point in the sky the clouds were warming up in colors. Una solitaria ave marina aleteó hacia lo alto con un grito ronco cuyo eco pronto resonó, y el bosque respondió con graznidos. Ein einsamer Seevogel flatterte mit einem heiseren Schrei über ihn hinweg, der bald wiederhallte, und der Wald kreischte als Antwort. A lone seabird fluttered aloft with a hoarse cry that soon echoed, and the forest squawked in response. Flecos de nubes, cerca del horizonte, empezaron a resplandecer con tintes rosados, y las copas plumadas de las palmeras se hicieron verdes. Wolkenränder in der Nähe des Horizonts begannen in Rosatönen zu leuchten, und die gefiederten Wipfel der Palmen wurden grün. Fringes of clouds near the horizon began to glow pink, and the feathery tops of the palm trees turned green.

Ralph se arrodilló en la entrada del refugio y miró con cautela a su alrededor.

–Sam y Eric, llamad a todos para una asamblea. „Sam und Eric, ruft alle zu einer Versammlung zusammen. Con calma. Beruhigen Sie sich. Venga. Na los!

Los mellizos, agarrados temblorosamente uno al otro, se arriesgaron a atravesar los pocos metros que les separaban del refugio próximo y difundieron la terrible noticia. The twins, shakily clinging to each other, risked crossing the few meters that separated them from the nearby shelter and spread the terrible news.

Ralph, por razón de dignidad, se puso en pie y caminó hasta el lugar de la asamblea, aunque por la espalda le corrían escalofríos. Aus Gründen der Würde stand Ralph auf und ging zum Treffpunkt, obwohl ihm Schauer über den Rücken liefen. Ralph, for the sake of dignity, stood up and walked to the meeting place, though chills ran down his spine. Le siguieron Piggy y Simón y detrás los otros chicos, cautelosamente.

Ralph tomó la caracola, que yacía sobre el pulimentado asiento, y la acercó a sus labios; pero dudó un momento y, en lugar de hacerla sonar, la alzó mostrándola a los demás y todos comprendieron. Ralph picked up the conch, which was lying on the polished seat, and brought it to his lips; but he hesitated for a moment and, instead of making a sound, he raised it showing it to the others and they all understood.

Los rayos del sol, que asomando sobre el horizonte se desplegaban en alto como un abanico, giraron hacia abajo, al nivel de los ojos. The rays of the sun, which, peeking over the horizon, spread out high like a fan, turned downwards, at the level of the eyes. Ralph observó durante unos instantes la creciente lámina de oro que les alumbraba por la derecha y parecía permitirles hablar. Ralph starrte einige Augenblicke lang auf die wachsende Goldschicht, die sie von rechts beleuchtete und ihnen das Sprechen zu ermöglichen schien.

Delante de él, las lanzas de caza se erizaban sobre el círculo de muchachos. In front of him, hunting spears bristled over the circle of boys. Cedió la caracola a Eric, el mellizo más próximo a él.

–Hemos visto la fiera con nuestros propios ojos. No…, no estábamos dormidos… Nein... wir haben nicht geschlafen... No..., we were not asleep...

Sam continuó el relato. Sam continued the story. Era ya costumbre que la caracola sirviese a la vez para ambos mellizos, pues todos reconocían su sustancial unidad. It was already customary for the conch to serve both twins at the same time, since everyone recognized their substantial unity.

–Era peluda. Algo se movía detrás de su cabeza… unas alas. Something was moving behind his head... wings. Y ella también se movía… And she was moving too...

–Era horrible. Parecía que se iba a sentar… Es sah so aus, als würde er sich hinsetzen.... It looked like he was going to sit...

–El fuego alumbraba todo…

–Acabábamos de encenderlo… -…habíamos echado más leña… –We had just turned it on… -…we had added more firewood…

–Tenía ojos… -He had eyes...

–Dientes…

–Garras…

–Salimos corriendo con todas nuestras fuerzas…

–Tropezamos muchas veces… -We stumbled a lot of times...

–La fiera nos siguió… -Die Bestie folgte uns... The beast followed us...

–La vi escondiéndose detrás de los árboles… I saw her hiding behind the trees…

–Casi me tocó… It almost touched me...

Ralph señaló temeroso a la cara de Eric, cruzada por los arañazos de los matorrales en que había tropezado. Ralph pointed fearfully at Eric's face, scratched from the bushes where he had stumbled. – ¿Cómo te hiciste eso? - Wie haben Sie sich das angetan?

Eric se llevó una mano a la cara. Eric put a hand to his face.

–Está llena de rasguños. -Sie ist voll von Kratzern. ¿Estoy sangrando?

El círculo de muchachos se apartó con horror. Der Kreis der Jungen wandte sich entsetzt ab. The circle of boys parted in horror. Johnny, bostezando aún, rompió en ruidoso llanto, pero recibió unas bofetadas de Bill que lograron callarle. La luminosa mañana estaba llena de amenazas y el círculo comenzó a deformarse. The bright morning was full of threats and the circle began to warp. Se orientaba hacia fuera más que hacia dentro y las lanzas de afilada madera formaban como una empalizada. It faced outward rather than inward and the sharp wooden spears formed like a palisade. Jack les ordenó volver hacia el centro. Jack ordered them back toward the center. – ¡Esta será una cacería de verdad! - Das wird eine echte Jagd! - This will be a real hunt! ¿Quién viene? Wer kommt denn da? Who is coming? Ralph accionó con impaciencia. Ralph acted impatiently.

–Esas lanzas son de madera. No seas tonto. Seien Sie nicht dumm. Do not be silly. Jack se rió de él. Jack lachte ihn aus. Jack laughed at him. – ¿Tienes miedo?

–Pues claro que tengo miedo, ¿quién no lo iba a tener? -Natürlich habe ich Angst, wer hätte die nicht? -Of course I'm afraid, who wouldn't be?

Se volvió hacia los mellizos, anhelante, pero sin esperanzas. He turned to the twins, longing, but hopeless.

–Supongo que no nos estaréis tomando el pelo. -Ich nehme nicht an, dass Sie uns auf den Arm nehmen. I guess you're not kidding us. La respuesta fue demasiado firme para que alguien la dudase. Die Antwort war so eindeutig, dass niemand daran zweifeln konnte. The answer was too firm for anyone to doubt it.

Piggy cogió la caracola. – ¿No podríamos… quedarnos aquí… y nada más? - Könnten wir nicht... hier bleiben... und sonst nichts? - Couldn't we... stay here... and nothing else? A lo mejor la fiera no se acerca a nosotros. Maybe the beast doesn't come close to us.

Sólo la sensación de tener algo observándoles evitó que Ralph le gritase. Nur das Gefühl, von etwas beobachtet zu werden, hielt Ralph davon ab, ihn anzuschreien. Only the feeling of having something watching them kept Ralph from yelling at him. – ¿Quedarnos aquí? - Bleiben Sie hier? ¿Y estar enjaulados en este trozo de isla, siempre vigilando? ¿Cómo íbamos a conseguir comida? How were we going to get food? ¿Y la hoguera, qué? And the bonfire, what?

–Vamos – dijo Jack, inquieto -, que estamos perdiendo el tiempo.

–No es verdad. -It is not true. Y además, ¿qué vamos a hacer con los peques? – ¡Que les den el biberón! - Gib ihnen die Flasche! - Give them the bottle!

–Alguien se tiene que ocupar de ellos. "Someone has to take care of them."

–Nadie lo ha hecho hasta ahora. -Das hat bisher noch niemand getan. No one has done it so far. – ¡Porque no hacía falta! - Weil es nicht nötig war! – Because there was no need! Pero ahora sí. Aber jetzt ist es so. Piggy se ocupará de ellos. Piggy wird sich um sie kümmern. Piggy will take care of them.

–Eso es. Que Piggy no corra peligro. Halten Sie Piggy aus der Gefahrenzone. Don't let Piggy be in danger.

–Piensa un poco. -Denken Sie darüber nach. ¿Qué puede hacer con un solo ojo? Was kann man mit einem Auge tun? Los demás muchachos miraban de Jack a Ralph con curiosidad.

–Y otra cosa. No puede ser una cacería como las demás, porque la fiera no deja huellas. It cannot be a hunt like the others, because the beast does not leave tracks. Si lo hiciese ya la habríais visto. If it did, you would have seen it by now. No sabemos si saltará por los árboles igual que hace el animal ese…

Asintieron todos. They all agreed.

–Así que hay que pensar. -Sie müssen also nachdenken. So you have to think.

Piggy se quitó sus rotas gafas y limpió el único cristal. – ¿Y qué hacemos nosotros, Ralph? - And what do we do, Ralph?

–No tienes la caracola. Tómala.

–Quiero decir… ¿qué hacemos nosotros si viene la fiera cuando todos os habéis ido? -Ich meine, was machen wir, wenn die Bestie kommt und ihr alle weg seid? -I mean... what do we do if the beast comes when you're all gone?

No veo bien y si me entra el miedo… I can't see well and if I get scared...

Jack le interrumpió desdeñosamente.

–A ti siempre te entra el miedo. -You are always afraid.

–La caracola la tengo yo… – ¡Caracola! -Ich habe die Muschel... Ich habe die Muschel... - Muschel! ¡Caracola! – gritó Jack -. Ya no necesitamos la caracola. Sabemos quiénes son los que deben hablar. We know who should speak. ¿Para qué ha servido que hable Simón, o Bill, o Walter? Was war der Grund dafür, dass Simon, Bill oder Walter gesprochen haben? What good has it done to have Simon, or Bill, or Walter speak? Ya es hora de que se enteren algunos que tienen que callarse y dejar que el resto de nosotros decida las cosas… Es ist an der Zeit, dass einige Leute erkennen, dass sie die Klappe halten und den Rest von uns die Dinge entscheiden lassen müssen.... It's about time some people found out that they need to shut up and let the rest of us decide things....

Ralph no podía seguir ignorando aquel discurso. Sintió la sangre calentar sus mejillas.

–Tú no tienes la caracola – dijo -. Siéntate. Setzen Sie sich. Sit down.

Jack empalideció de tal modo que sus pecas parecieron verdaderos lunares. Jack turned so pale that his freckles looked like moles. Se pasó la lengua por los labios y permaneció de pie. He licked his lips and remained standing.

–Esta es una tarea para cazadores.

Los demás muchachos observaban atentamente. Piggy, ante la embarazosa situación, dejó la caracola sobre las piernas de Ralph y se sentó. Piggy, at the embarrassing situation, put the conch on Ralph's lap and sat down. El silencio se hizo opresivo y Piggy contuvo la respiración. The silence became oppressive and Piggy held her breath.

–Esto es más que una tarea para cazadores – dijo por fin Ralph -, porque no podéis seguir las huellas de la fiera. Y, además, ¿es que no queréis que nos rescaten? And besides, don't you want them to rescue us?

Se volvió a la asamblea. – ¿No queréis todos que nos rescaten? Miró a Jack.

–Ya dije antes que lo más importante es la hoguera. –I already said before that the most important thing is the bonfire. Y ahora ya debe estar apagada. And now it should be off.

Le salvó su antigua exasperación, que le dio energías para atacar. He was saved by his old exasperation, which gave him the energy to attack. – ¿Es que no hay nadie aquí con un poco de sentido común? - Is there no one here with any common sense? Tenemos que volver a encender esa hoguera. We need to relight that fire. ¿Nunca piensas en eso, verdad Jack? You never think about that, do you Jack? ¿O es que no queréis que nos rescaten? Or is it that you do not want to be rescued?

Sí, todos querían ser rescatados, no había que dudarlo, y con un violento giro en favor de Ralph pasó la crisis. Ja, alle wollten gerettet werden, daran bestand kein Zweifel, und mit einer heftigen Wende zu Ralphs Gunsten war die Krise vorbei. Yes, they all wanted to be rescued, there was no doubt about it, and with a violent turn in favor of Ralph the crisis passed. Piggy expulsó el aliento con un ahogo; luego quiso aspirar aire y no pudo. Piggy expelled his breath with a choke; then he wanted to suck in air and could not. Se apoyó contra un tronco, abierta la boca, mientras unas sombras azules circundaban sus labios. She leaned against a log, her mouth open, while blue shadows encircled her lips. Nadie le hizo caso. Niemand hat ihm zugehört. Nobody paid attention to him.

–Piensa ahora, Jack. “Think now, Jack. ¿Queda algún lugar en la isla que no hayas visto?

Jack contestó de mala gana: antwortete Jack zögernd: Jack reluctantly replied:

–Sólo… ¡pues claro! ¿No te acuerdas? You do not remember? El rabo donde acaba la isla, donde se amontonan las rocas. The tail where the island ends, where the rocks pile up. He estado cerca. I have been close. Las piedras forman un puente. Sólo se puede llegar por un camino. There is only one way to get there.

–Quizá viva ahí la fiera.

Toda la asamblea hablaba a la vez. The whole assembly spoke at once. – ¡Bueno! De acuerdo. Ok. Allí es donde buscaremos. Si la fiera no está allí subiremos a buscarla a la montaña, y a encender la hoguera. If the beast is not there, we will go up the mountain to look for it and light the fire.

–Vamonos… -Let's go...

–Primero tenemos que comer. Luego iremos – Ralph calló un momento -. Then we'll go - Ralph was silent for a moment -. Será mejor que llevemos las lanzas. We'd better take the spears.

Después de comer, Ralph y los mayores se pusieron en camino a lo largo de la playa. After eating, Ralph and the grown-ups set out along the beach.

Dejaron a Piggy sentado en la plataforma. El día prometía ser, como todos los demás, un baño de sol bajo una cúpula azul. The day promised to be, like all others, a sunbath under a blue dome. Frente a ellos, la playa se alargaba en una suave curva que la perspectiva acababa uniendo a la línea del bosque; porque era aún demasiado pronto para que el día se viera enturbiado por los cambiantes velos del espejismo. In front of them, the beach stretched out in a gentle curve that the perspective ended up joining the line of the forest; for it was still too early for the day to be clouded by the changing veils of the mirage. Bajo la dirección de Ralph siguieron prudentemente por la terraza de palmeras para evitar la arena ardiente junto al agua. Under Ralph's direction they cautiously proceeded along the palm terrace to avoid the burning sand by the water. Dejó que Jack guiase, y Jack caminaba con teatral cautela, aunque habrían divisado a cualquier enemigo a veinte metros de distancia. He let Jack lead, and Jack walked with theatrical caution, though they would have spotted any enemy twenty yards away. Ralph iba detrás, contento de eludir la responsabilidad por un rato. Ralph trailed behind, content to evade responsibility for a while.