×

We use cookies to help make LingQ better. By visiting the site, you agree to our cookie policy.


image

El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 5. El monstruo del mar (2)

5. El monstruo del mar (2)

Hizo un gesto con el brazo que abarcaba a la asamblea entera y pasó su mirada por todo el triángulo.

–Tenemos que conseguir ese humo allá arriba… o morir.

Aguardó un momento, esbozando el próximo punto a tratar.

–Y otra cosa.

–Son demasiadas cosas – gritó alguien. Hubo un murmullo de asentimiento. Ralph impuso el silencio.

–Y otra cosa. Por poco prendemos fuego a toda la isla. Y perdemos demasiado tiempo rodando piedras y haciendo fueguecitos para guisar. Ahora os voy a decir una cosa, y va a ser una regla, porque para eso soy jefe. No habrá más hogueras que la de la montaña.

Jamás.

Al instante se produjo un tumulto. Algunos muchachos se pusieron de pie a gritar mientras Ralph les contestaba con otros gritos.

–Porque si queréis una hoguera para cocer pescado o cangrejos no os va a pasar nada por subir hasta la montaña. Así podremos estar seguros.

A la luz del sol poniente, una multitud de manos reclamaban la caracola. Ralph la apretó contra su cuerpo y de un brinco se subió al tronco.

–Eso era todo lo que os quería decir. Y ya está dicho. Me votasteis para jefe, así que tenéis que hacer lo que yo diga.

Se fueron calmando poco a poco hasta volver por fin a sus asientos. Ralph saltó al suelo y les habló con su voz normal.

–Así que no lo olvidéis. Las rocas son los retretes. Hay que mantener vivo el fuego para que el humo sirva de señal. No se puede bajar lumbre de la montaña; subid allí la comida.

Jack, con semblante ceñudo bajo la penumbra, se levantó y tendió los brazos.

–Todavía no he terminado. – ¡Pero si no has hecho más que hablar y hablar!

–Tengo la caracola.

Jack se sentó refunfuñando.

–Y ya lo último. Esto lo podemos discutir si queréis. Aguardó hasta que en la plataforma reinó un silencio total.

–Las cosas no marchan bien. No sé por qué. Al principio estábamos bien; estábamos contentos. Luego…

Movió la caracola suavemente, mirando hacia lo lejos, sin fijarse en nada, acordándose de la fiera, de la serpiente, de la hoguera, de las alusiones al miedo.

–Luego la gente empezó a asustarse.

Un murmullo,.casi un gemido, surgió y desapareció. Jack había dejado de afilar el palo.

Ralph continuó bruscamente:

–Pero esas cosas son chiquilladas. Eso ya lo arreglaremos. Así que, lo último, la parte que podemos discutir, es ver si decidimos algo sobre el miedo.

El pelo le volvía a caer sobre los ojos.

–Tenemos que hablar de ese miedo y convencernos de que no hay motivo. Yo también me asusto a veces, ¡pero ésas son tonterías! Como los fantasmas. Luego, cuando nos hayamos convencido, podremos empezar de nuevo y tener cuidado de cosas como la hoguera.

La imagen de tres muchachos paseando por la alegre playa cruzó su mente.

–Y ser felices.

Con gran ceremonia colocó Ralph Ja caracola sobre el tronco como señal de que el discurso había acabado. La escasa luz solar les llegaba horizontalmente.

Jack se levantó y cogió la caracola.

–De modo que ésta es una reunión para arreglar las cosas. Pues yo os diré lo que hay que arreglar. Los peques sois los que habéis empezado todo esto, con tanto hablar del miedo. ¡Fieras! ¿De dónde iban a venir? Pues claro que nos entra miedo a veces, pero nos aguantamos. Ralph dice que chilláis durante la noche. Eso no son más que pesadillas. Además, ni cazáis, ni construís refugios, ni ayudáis…, sois un montón de lloricas y miedicas. Eso es lo que sois. Y en cuanto al miedo… os aguantáis igual que hacemos todos.

Ralph miraba boquiabierto a Jack, pero Jack no le prestó atención.

–Tenéis que daros cuenta que el miedo no os puede hacer más daño que un sueño.

No hay bestias feroces en esta isla.

Recorrió con la mirada la fila de peques que cuchicheaban entre sí.

–Merecéis que viniese de verdad una fiera a asustaros; sois una pandilla de lloricas inútiles. ¡Pero da la casualidad que no hay ningún animal…!

Ralph interrumpió malhumorado: – ¿De qué estás hablando? ¿Quién ha dicho nada de animales?

–Tú, el otro día. Dijiste que soñaban y que empezaban a gritar. Ahora todo el mundo habla… y no sólo los peques, a veces también mis cazadores… hablan de algo, de una cosa oscura, de una fiera o algo que se parece a un animal. Les he oído. ¿No lo sabías, a que no? Ahora escuchadme. No hay anímales grandes en las islas pequeñas. Sólo cerdos salvajes. Los leones y tigres sólo se ven en los países grandes, como África y la India…

–Y en el zoológico…

–La caracola la tengo yo. Ahora no estoy hablando del miedo; hablo de la fiera. Podéis tener miedo si queréis. Pero en cuanto a esa fiera…

Jack calló, meciendo la caracola, y se volvió a los cazadores, que seguían portando las sucias gorras negras. – ¿Soy cazador o no?

Asintieron, sin más. Pues claro que era un cazador. Nadie lo dudaba.

–Pues bien… he recorrido toda la isla. Yo solo. Si hubiese una fiera ya la habría visto.

Seguiréis con el miedo porque sois así… pero no hay ninguna fiera en el bosque.

Jack devolvió la caracola y se sentó. Toda la asamblea prorrumpió en aplausos de alivio.

Entonces alzó Piggy el brazo.

–No estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho Jack; sólo con una parte. Claro que no hay una fiera en el bosque. ¿Cómo iba a haberla? ¿Qué comería una fiera?

–Cerdo.

–El cerdo lo comemos nosotros. – ¡Cerdito! ¡Piggy! – ¡Tengo la caracola! – dijo Piggy indignado – Ralph, tienen que callarse, ¿a que sí? ¡Vosotros, los peques, a callar! Lo que quiero decir es que no estoy de acuerdo con eso del miedo. Claro que no hay nada para asustarse en el bosque. ¡Yo también he estado en el bosque! Luego empezaréis a hablar de fantasmas y cosas así. Sabemos todo lo que pasa en la isla y, si pasa algo malo, ya lo arreglará alguien.

Se quitó las gafas y guiñó los ojos. El sol había desaparecido como si alguien lo hubiese apagado.

Se dispuso a explicarles:

–Si os entra dolor de vientre, aunque sea pequeño o grande…

–El tuyo sí que es bien grande.

–Cuando acabéis de reír, a lo mejor podemos seguir con la reunión. Y si esos peques se vuelven a subir al columpio se van a caer en un periquete. Así que ya pueden sentarse en el suelo y escuchar. No. Hay médicos para todos, hasta para dentro de la mente. No me vais a decir que tenemos que pasarnos la vida asustados por nada. La vida – dijo Piggy animadamente – es una cosa científica, eso es lo que es. Dentro de un año o dos, cuando acabe la guerra, ya se estará viajando a Marte y volviendo. Sé que no hay una fiera… con garras y todo eso, quiero decir, y también sé que no hay que tener miedo.

Hubo una pausa.

–A no ser que… Ralph se movió inquieto.

–A no ser que, ¿qué?

–Que nos dé miedo la gente.

Se oyó un rumor, mitad risa y mitad mofa, entre los muchachos.

Piggy agachó la cabeza y continuó rápidamente:

–Así que vamos a preguntar a ese peque que habló de una fiera y a lo mejor le podemos convencer de que son tonterías suyas.

Los peques se pusieron a charlar entre sí, hasta que uno de ellos se adelantó unos pasos. – ¿Cómo te llamas?

–Phil.

Tenía bastante aplomo para ser uno de los peques; tendió los brazos y meció la caracola al estilo de Ralph, mirando en torno suyo antes de hablar, para atraerse la atención de todos.

–Anoche tuve un sueño…, un sueño terrible…, luchaba con algo. Estaba yo solo, fuera del refugio, y luchaba con algo, con esas cosas retorcidas de los árboles.

Se detuvo y los otros peques rieron con aterrado compañerismo.

–Entonces me asusté y me desperté. Y estaba solo fuera del refugio en la oscuridad y las cosas retorcidas se habían ido.

El intenso horror de lo que contaba, algo tan posible y tan claramente aterrador, les mantenía a todos en silencio. La voz del niño siguió trinando desde el otro lado de la blanca caracola.

–Y me asusté, y empecé a llamar a Ralph, y entonces vi que se movía algo entre los árboles, una cosa grande y horrible.

Calló, medio asustado por aquel recuerdo, pero orgulloso de la sensación que iba causando en los demás.

–Eso fue una pesadilla – dijo Ralph -; caminaba dormido.

La asamblea murmuró en tímido acuerdo. El pequeño movió la cabeza obstinadamente.

–Estaba dormido cuando esas cosas retorcidas luchaban, y cuando se fueron estaba despierto y vi una cosa grande y horrible que se movía entre los árboles.

Ralph recogió la caracola y el peque se sentó.

–Estabas dormido. No había nadie allí. ¿Cómo iba a haber alguien rondando por la selva en la noche? ¿Fue alguno de vosotros? ¿Salió alguien?

Hubo una larga pausa mientras la asamblea sonreía ante la idea de alguien paseándose en la oscuridad. Entonces se levantó Simón, y Ralph le miró estupefacto. – ¡Tú! ¿Qué tenías que husmear en la oscuridad? Simón, deseoso de acabar de una vez, arrebató la caracola.

–Quería… ir a un sitio…, a un sitio que conozco. – ¿Qué sitio?

–A un sitio que conozco. Un sitio en la jungla.

Dudó.

Jack resolvió para ellos la duda con aquel desprecio en su voz capaz de expresar tanta burla y resolución a la vez:

–Sería un apretón.

Sintiendo la humillación de Simón, Ralph cogió de nuevo la caracola, y al hacerlo le miró a la cara con severidad.

–No vuelvas a hacerlo. ¿Me oyes? No vuelvas a hacer eso de noche. Ya tenemos bastantes tonterías con lo de las fieras para que los peques te vean deslizándote por ahí como un…

La risa burlona que se produjo indicaba miedo y censura. Simón abrió la boca para decir algo, pero Ralph tenía la caracola, de modo que se retiró a su asiento. Cuando la asamblea se apaciguó, Ralph se volvió hacia Piggy – ¿Qué más, Piggy?

–Había otro. Ese.

Los peques empujaron a Percival hacia adelante y le dejaron solo. Estaba en el centro, con la hierba hasta las rodillas, y miraba a sus ocultos píes, tratando de hacerse la ilusión de hallarse dentro de una tienda de campaña. Ralph se acordó de otro niño que había adoptado aquella misma postura y apartó rápidamente aquel recuerdo. Había alejado de sí aquel pensamiento, había conseguido retirarlo de su vista, pero ante un recuerdo tan rotundo como este volvía a la superficie. No habían vuelto a hacer recuento de los niños, en parte porque no había manera de asegurarse que en él quedaran todos incluidos, y en parte porque Ralph conocía la respuesta a una, por lo menos, de las preguntas que Piggy formulase en la cima de la montaña. Había niños pequeños, rubios, morenos, con pecas, y todos ellos sucios, pero observaba siempre con espanto que ninguno de esos rostros tenía un defecto especial. Nadie había vuelto a ver la mancha de nacimiento morada.

Pero Piggy había estado tan insistente aquel día, había estado tan dominante al interrogar… Admitiendo tácitamente que recordaba aquello que no podía mencionarse, Ralph hizo un gesto a Piggy.

–Venga. Pregúntale.

Piggy se arrodilló con la caracola en las manos.

–Vamos a ver, ¿cómo te llamas?

El niño se fue acurrucando en su tienda de campaña. Piggy, derrotado, se volvió hacia Ralph, que dijo con severidad: – ¿Cómo te llamas?

Aburrida por el silencio y la negativa, la asamblea prorrumpió en un sonsonete: – ¿Cómo te llamas? ¿Cómo te llamas? – ¡A callar!

Ralph contempló al muchacho en el crepúsculo.

–Ahora dinos, ¿cómo te llamas?

–Percival Wemys Madison, La Vicaría, Harcourt St. Anthony, Hants, teléfono, teléfono, telé…

El pequeño, como si aquella información estuviese profundamente enraizada en las fuentes del dolor, se echó a llorar. Empezó con pucheros, después las lágrimas le saltaron a los ojos y sus labios se abrieron mostrando un negro agujero cuadrado. Pareció al principio una imagen muda del dolor, pero después dejó salir un lamento fuerte y prolongado como el de la caracola. – ¿Te quieres callar? ¡Cállate!

5. El monstruo del mar (2) 5. Das Seeungeheuer (2) 5\. The sea monster (2) 5. Le monstre marin (2) 5. Potwór morski (2) 5. O monstro marinho (2) 5. Havets monster (2) 5.海怪(2)

Hizo un gesto con el brazo que abarcaba a la asamblea entera y pasó su mirada por todo el triángulo. He waved his arm around the entire assembly and swept his gaze around the entire triangle.

–Tenemos que conseguir ese humo allá arriba… o morir. “We have to get that smoke up there…or die.

Aguardó un momento, esbozando el próximo punto a tratar. He waited a moment, outlining the next point to be discussed.

–Y otra cosa.

–Son demasiadas cosas – gritó alguien. Hubo un murmullo de asentimiento. Ralph impuso el silencio. Ralph imposed silence.

–Y otra cosa. Por poco prendemos fuego a toda la isla. We nearly set the whole island on fire. Y perdemos demasiado tiempo rodando piedras y haciendo fueguecitos para guisar. And we waste too much time rolling stones and making little fires for stewing. Ahora os voy a decir una cosa, y va a ser una regla, porque para eso soy jefe. Now I'm going to tell you one thing, and it's going to be a rule, because that's what I'm the boss for. No habrá más hogueras que la de la montaña. There will be no more bonfires than the one on the mountain.

Jamás. Never.

Al instante se produjo un tumulto. Instantly there was a tumult. Algunos muchachos se pusieron de pie a gritar mientras Ralph les contestaba con otros gritos. Some of the boys stood up and shouted while Ralph shouted back.

–Porque si queréis una hoguera para cocer pescado o cangrejos no os va a pasar nada por subir hasta la montaña. –Because if you want a bonfire to cook fish or crabs, nothing will happen to you going up the mountain. Así podremos estar seguros. So we can be sure.

A la luz del sol poniente, una multitud de manos reclamaban la caracola. In the light of the setting sun, a multitude of hands claimed the conch shell. Ralph la apretó contra su cuerpo y de un brinco se subió al tronco. Ralph pulled her close and jumped up on the log.

–Eso era todo lo que os quería decir. -That was all I wanted to tell you. Y ya está dicho. And it's already been said. Me votasteis para jefe, así que tenéis que hacer lo que yo diga.

Se fueron calmando poco a poco hasta volver por fin a sus asientos. They gradually calmed down until they finally returned to their seats. Ralph saltó al suelo y les habló con su voz normal. Ralph jumped to the ground and spoke to them in his normal voice.

–Así que no lo olvidéis. Las rocas son los retretes. Hay que mantener vivo el fuego para que el humo sirva de señal. No se puede bajar lumbre de la montaña; subid allí la comida. You can't bring fire down from the mountain; bring the food up there.

Jack, con semblante ceñudo bajo la penumbra, se levantó y tendió los brazos.

–Todavía no he terminado. -I haven't finished yet. – ¡Pero si no has hecho más que hablar y hablar! – But you haven't done more than talk and talk!

–Tengo la caracola. -I have the conch.

Jack se sentó refunfuñando. Jack sat grumbling.

–Y ya lo último. -And the last thing. Esto lo podemos discutir si queréis. We can discuss this if you wish. Aguardó hasta que en la plataforma reinó un silencio total. He waited until the platform was completely silent.

–Las cosas no marchan bien. -Things are not going well. No sé por qué. Al principio estábamos bien; estábamos contentos. Luego…

Movió la caracola suavemente, mirando hacia lo lejos, sin fijarse en nada, acordándose de la fiera, de la serpiente, de la hoguera, de las alusiones al miedo. He moved the conch gently, looking into the distance, not paying attention to anything, remembering the beast, the snake, the bonfire, the allusions to fear.

–Luego la gente empezó a asustarse.

Un murmullo,.casi un gemido, surgió y desapareció. Jack había dejado de afilar el palo. Jack had stopped sharpening the stick.

Ralph continuó bruscamente:

–Pero esas cosas son chiquilladas. -But these things are childish. Eso ya lo arreglaremos. We will fix that. Así que, lo último, la parte que podemos discutir, es ver si decidimos algo sobre el miedo. So the last thing, the part that we can discuss, is to see if we decide something about fear.

El pelo le volvía a caer sobre los ojos. Her hair was falling back into her eyes.

–Tenemos que hablar de ese miedo y convencernos de que no hay motivo. –We have to talk about that fear and convince ourselves that there is no reason. Yo también me asusto a veces, ¡pero ésas son tonterías! I get scared sometimes too, but that's nonsense! Como los fantasmas. Like the ghosts. Luego, cuando nos hayamos convencido, podremos empezar de nuevo y tener cuidado de cosas como la hoguera. Then, when we have convinced ourselves, we can start again and beware of things like the bonfire.

La imagen de tres muchachos paseando por la alegre playa cruzó su mente. The image of three boys strolling along the cheerful beach crossed his mind.

–Y ser felices.

Con gran ceremonia colocó Ralph Ja caracola sobre el tronco como señal de que el discurso había acabado. La escasa luz solar les llegaba horizontalmente.

Jack se levantó y cogió la caracola. Jack stood up and picked up the conch shell.

–De modo que ésta es una reunión para arreglar las cosas. "So this is a meeting to settle things." Pues yo os diré lo que hay que arreglar. Well, I'll tell you what to fix. Los peques sois los que habéis empezado todo esto, con tanto hablar del miedo. You kids are the ones who started all this, with so much talk about fear. ¡Fieras! ¿De dónde iban a venir? Where were they coming from? Pues claro que nos entra miedo a veces, pero nos aguantamos. Of course we get scared sometimes, but we put up with it. Ralph dice que chilláis durante la noche. Eso no son más que pesadillas. Además, ni cazáis, ni construís refugios, ni ayudáis…, sois un montón de lloricas y miedicas. Eso es lo que sois. That is what you are. Y en cuanto al miedo… os aguantáis igual que hacemos todos. And as for fear... you put up with it just like we all do.

Ralph miraba boquiabierto a Jack, pero Jack no le prestó atención. Ralph gawked at Jack, but Jack paid him no attention.

–Tenéis que daros cuenta que el miedo no os puede hacer más daño que un sueño. -You must realize that fear can do you no more harm than a dream.

No hay bestias feroces en esta isla.

Recorrió con la mirada la fila de peques que cuchicheaban entre sí. She looked down the row of little ones who were whispering to each other.

–Merecéis que viniese de verdad una fiera a asustaros; sois una pandilla de lloricas inútiles. ¡Pero da la casualidad que no hay ningún animal…! But it just so happens that there are no animals…!

Ralph interrumpió malhumorado: – ¿De qué estás hablando? Ralph interrupted grumpily: "What are you talking about? ¿Quién ha dicho nada de animales? Who said nothing about animals?

–Tú, el otro día. Dijiste que soñaban y que empezaban a gritar. You said they were dreaming and starting to scream. Ahora todo el mundo habla… y no sólo los peques, a veces también mis cazadores… hablan de algo, de una cosa oscura, de una fiera o algo que se parece a un animal. Les he oído. I have heard them. ¿No lo sabías, a que no? You didn't know, didn't you? Ahora escuchadme. No hay anímales grandes en las islas pequeñas. Sólo cerdos salvajes. Only wild pigs. Los leones y tigres sólo se ven en los países grandes, como África y la India… Lions and tigers are only seen in large countries, such as Africa and India...

–Y en el zoológico… -And at the zoo...

–La caracola la tengo yo. -I have the conch shell. Ahora no estoy hablando del miedo; hablo de la fiera. Now I'm not talking about fear; I speak of the beast. Podéis tener miedo si queréis. You can be afraid if you want. Pero en cuanto a esa fiera… But as for that beast...

Jack calló, meciendo la caracola, y se volvió a los cazadores, que seguían portando las sucias gorras negras. – ¿Soy cazador o no? – Am I a hunter or not?

Asintieron, sin más. They agreed, no more. Pues claro que era un cazador. Of course he was a hunter. Nadie lo dudaba. No one doubted it.

–Pues bien… he recorrido toda la isla. -Well... I've traveled all over the island. Yo solo. Me alone. Si hubiese una fiera ya la habría visto. If there was a beast, I would have seen it by now.

Seguiréis con el miedo porque sois así… pero no hay ninguna fiera en el bosque. You will continue to be afraid because you are like that... but there is no wild beast in the forest.

Jack devolvió la caracola y se sentó. Jack returned the conch and sat down. Toda la asamblea prorrumpió en aplausos de alivio. The entire assembly burst into applause of relief.

Entonces alzó Piggy el brazo.

–No estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho Jack; sólo con una parte. Claro que no hay una fiera en el bosque. ¿Cómo iba a haberla? How could there be? ¿Qué comería una fiera? What would a beast eat?

–Cerdo.

–El cerdo lo comemos nosotros. -We eat the pig. – ¡Cerdito! - Dear me! ¡Piggy! – ¡Tengo la caracola! – dijo Piggy indignado – Ralph, tienen que callarse, ¿a que sí? – said Piggy indignantly – Ralph, they have to shut up, don't they? ¡Vosotros, los peques, a callar! You, the little ones, shut up! Lo que quiero decir es que no estoy de acuerdo con eso del miedo. What I mean is that I don't agree with the fear thing. Claro que no hay nada para asustarse en el bosque. ¡Yo también he estado en el bosque! Luego empezaréis a hablar de fantasmas y cosas así. Then you'll start talking about ghosts and stuff. Sabemos todo lo que pasa en la isla y, si pasa algo malo, ya lo arreglará alguien. We know everything that happens on the island and, if something bad happens, someone will fix it.

Se quitó las gafas y guiñó los ojos. El sol había desaparecido como si alguien lo hubiese apagado. The sun had disappeared as if someone had turned it off.

Se dispuso a explicarles:

–Si os entra dolor de vientre, aunque sea pequeño o grande… –If you have a stomach ache, even if it is small or large…

–El tuyo sí que es bien grande. -Yours is really big.

–Cuando acabéis de reír, a lo mejor podemos seguir con la reunión. –When you finish laughing, maybe we can continue with the meeting. Y si esos peques se vuelven a subir al columpio se van a caer en un periquete. And if those little ones get back on the swing they will fall in no time. Así que ya pueden sentarse en el suelo y escuchar. So now you can sit on the floor and listen. No. Hay médicos para todos, hasta para dentro de la mente. There are doctors for everyone, even inside the mind. No me vais a decir que tenemos que pasarnos la vida asustados por nada. You are not going to tell me that we have to spend our lives scared for nothing. La vida – dijo Piggy animadamente – es una cosa científica, eso es lo que es. Life, said Piggy cheerfully, is a scientific thing, that's what it is. Dentro de un año o dos, cuando acabe la guerra, ya se estará viajando a Marte y volviendo. In a year or two, when the war is over, you'll already be traveling to Mars and back. Sé que no hay una fiera… con garras y todo eso, quiero decir, y también sé que no hay que tener miedo. I know that there is no beast... with claws and all that, I mean, and I also know that there is no need to be afraid.

Hubo una pausa.

–A no ser que… Ralph se movió inquieto. "Unless…" Ralph fidgeted.

–A no ser que, ¿qué? "Unless what?"

–Que nos dé miedo la gente. -That people scare us.

Se oyó un rumor, mitad risa y mitad mofa, entre los muchachos. There was a rumor, half laughter and half jeering, among the boys.

Piggy agachó la cabeza y continuó rápidamente: Piggy lowered her head and continued quickly:

–Así que vamos a preguntar a ese peque que habló de una fiera y a lo mejor le podemos convencer de que son tonterías suyas. –So let's ask that little one who talked about a beast and maybe we can convince him that it's nonsense of his.

Los peques se pusieron a charlar entre sí, hasta que uno de ellos se adelantó unos pasos. The little ones began to chat among themselves, until one of them took a few steps forward. – ¿Cómo te llamas?

–Phil.

Tenía bastante aplomo para ser uno de los peques; tendió los brazos y meció la caracola al estilo de Ralph, mirando en torno suyo antes de hablar, para atraerse la atención de todos. He had enough poise for one of the little ones; he held out his arms and rocked the conch Ralph-style, looking around him before he spoke, to get everyone's attention.

–Anoche tuve un sueño…, un sueño terrible…, luchaba con algo. -Last night I had a dream..., a terrible dream..., I was struggling with something. Estaba yo solo, fuera del refugio, y luchaba con algo, con esas cosas retorcidas de los árboles. I was alone, outside the shelter, and I was fighting with something, with those twisted things in the trees.

Se detuvo y los otros peques rieron con aterrado compañerismo. He paused and the other kids laughed with terrified companionship.

–Entonces me asusté y me desperté. -Then I got scared and woke up. Y estaba solo fuera del refugio en la oscuridad y las cosas retorcidas se habían ido. And he was alone outside the shelter in the dark and the twisted things were gone.

El intenso horror de lo que contaba, algo tan posible y tan claramente aterrador, les mantenía a todos en silencio. The intense horror of what he was telling, something so possible and so clearly terrifying, kept them all silent. La voz del niño siguió trinando desde el otro lado de la blanca caracola. The boy's voice continued to trill from the other side of the white conch shell.

–Y me asusté, y empecé a llamar a Ralph, y entonces vi que se movía algo entre los árboles, una cosa grande y horrible.

Calló, medio asustado por aquel recuerdo, pero orgulloso de la sensación que iba causando en los demás. He fell silent, half frightened by that memory, but proud of the feeling he was causing in others.

–Eso fue una pesadilla – dijo Ralph -; caminaba dormido. "That was a nightmare," Ralph said. I was sleepwalking.

La asamblea murmuró en tímido acuerdo. El pequeño movió la cabeza obstinadamente.

–Estaba dormido cuando esas cosas retorcidas luchaban, y cuando se fueron estaba despierto y vi una cosa grande y horrible que se movía entre los árboles. “I was asleep when those twisted things were fighting, and when they were gone I was awake and saw a big horrible thing moving through the trees.

Ralph recogió la caracola y el peque se sentó. Ralph picked up the conch and the little one sat down.

–Estabas dormido. -You were asleep. No había nadie allí. There was nobody there. ¿Cómo iba a haber alguien rondando por la selva en la noche? How could there be someone prowling the jungle at night? ¿Fue alguno de vosotros? Was it one of you? ¿Salió alguien?

Hubo una larga pausa mientras la asamblea sonreía ante la idea de alguien paseándose en la oscuridad. Entonces se levantó Simón, y Ralph le miró estupefacto. Then Simon stood up, and Ralph looked at him dumbfounded. – ¡Tú! ¿Qué tenías que husmear en la oscuridad? What did you have to snoop around in the dark? Simón, deseoso de acabar de una vez, arrebató la caracola. Simon, eager to get it over with, snatched the conch.

–Quería… ir a un sitio…, a un sitio que conozco. "I wanted to… go to a place… a place I know." – ¿Qué sitio? - What place?

–A un sitio que conozco. Un sitio en la jungla.

Dudó. I doubt.

Jack resolvió para ellos la duda con aquel desprecio en su voz capaz de expresar tanta burla y resolución a la vez: Jack löste den Zweifel für sie mit jener Verachtung in seiner Stimme, die sowohl Spott als auch Entschlossenheit ausdrücken konnte: Jack resolved for them the doubt with that contempt in his voice capable of expressing so much mockery and resolution at once:

–Sería un apretón. It would be a squeeze.

Sintiendo la humillación de Simón, Ralph cogió de nuevo la caracola, y al hacerlo le miró a la cara con severidad. Sensing Simon's humiliation, Ralph picked up the conch again, and as he did so, looked sternly at Simon's face.

–No vuelvas a hacerlo. -Don't do it again. ¿Me oyes? Do you hear me? No vuelvas a hacer eso de noche. Don't do that again at night. Ya tenemos bastantes tonterías con lo de las fieras para que los peques te vean deslizándote por ahí como un… We have enough nonsense with the wild beasts for the little ones to see you sliding around like a...

La risa burlona que se produjo indicaba miedo y censura. The mocking laughter that ensued indicated fear and censure. Simón abrió la boca para decir algo, pero Ralph tenía la caracola, de modo que se retiró a su asiento. Cuando la asamblea se apaciguó, Ralph se volvió hacia Piggy – ¿Qué más, Piggy?

–Había otro. -There was another one. Ese. That one.

Los peques empujaron a Percival hacia adelante y le dejaron solo. The kids pushed Percival forward and left him alone. Estaba en el centro, con la hierba hasta las rodillas, y miraba a sus ocultos píes, tratando de hacerse la ilusión de hallarse dentro de una tienda de campaña. Er stand in der Mitte, knietief im Gras, und schaute auf seine versteckten Füße hinunter, um den Eindruck zu erwecken, er befände sich in einem Zelt. She was in the middle, knee-deep in the grass, and she was looking down at her hidden feet, trying to pretend she was inside a tent. Ralph se acordó de otro niño que había adoptado aquella misma postura y apartó rápidamente aquel recuerdo. Ralph was reminded of another boy who had taken that same posture and quickly pushed the memory away. Había alejado de sí aquel pensamiento, había conseguido retirarlo de su vista, pero ante un recuerdo tan rotundo como este volvía a la superficie. He had pushed that thought away from himself, he had managed to remove it from his sight, but before a memory as resounding as this one, it returned to the surface. No habían vuelto a hacer recuento de los niños, en parte porque no había manera de asegurarse que en él quedaran todos incluidos, y en parte porque Ralph conocía la respuesta a una, por lo menos, de las preguntas que Piggy formulase en la cima de la montaña. They hadn't recounted the children, partly because there was no way to make sure they'd counted all of them, and partly because Ralph knew the answer to at least one of the questions Piggy asked at the top of the list. the mountain. Había niños pequeños, rubios, morenos, con pecas, y todos ellos sucios, pero observaba siempre con espanto que ninguno de esos rostros tenía un defecto especial. There were small children, fair-haired, dark-haired, freckled, and all of them dirty, but I always observed with horror that none of these faces had a special flaw. Nadie había vuelto a ver la mancha de nacimiento morada. No one had seen the purple birthmark again.

Pero Piggy había estado tan insistente aquel día, había estado tan dominante al interrogar… Admitiendo tácitamente que recordaba aquello que no podía mencionarse, Ralph hizo un gesto a Piggy. Aber Piggy war an diesem Tag so hartnäckig gewesen, so dominant in seinen Fragen... Ralph gab stillschweigend zu, dass er sich an das erinnerte, was nicht erwähnt werden durfte, und gestikulierte zu Piggy. But Piggy had been so insistent that day, had been so dominant in his questioning... Tacitly admitting that he remembered what could not be mentioned, Ralph gestured to Piggy.

–Venga. Pregúntale. Ask her.

Piggy se arrodilló con la caracola en las manos.

–Vamos a ver, ¿cómo te llamas? -Let's see, what's your name?

El niño se fue acurrucando en su tienda de campaña. Piggy, derrotado, se volvió hacia Ralph, que dijo con severidad: – ¿Cómo te llamas?

Aburrida por el silencio y la negativa, la asamblea prorrumpió en un sonsonete: – ¿Cómo te llamas? Bored by the silence and the refusal, the assembly burst into a singsong: - What is your name? ¿Cómo te llamas? – ¡A callar! – Shut up!

Ralph contempló al muchacho en el crepúsculo. Ralph watched the boy in the twilight.

–Ahora dinos, ¿cómo te llamas? "Now tell us, what's your name?"

–Percival Wemys Madison, La Vicaría, Harcourt St. Anthony, Hants, teléfono, teléfono, telé…

El pequeño, como si aquella información estuviese profundamente enraizada en las fuentes del dolor, se echó a llorar. The little boy, as if that information was deeply rooted in the sources of pain, began to cry. Empezó con pucheros, después las lágrimas le saltaron a los ojos y sus labios se abrieron mostrando un negro agujero cuadrado. She started pouting, then tears welled in her eyes and her lips parted to reveal a square black hole. Pareció al principio una imagen muda del dolor, pero después dejó salir un lamento fuerte y prolongado como el de la caracola. At first it seemed a silent image of pain, but then it let out a loud and prolonged wail like that of a conch shell. – ¿Te quieres callar? - Hältst du wohl den Mund? - Shut up? ¡Cállate! Shut up!