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El señor de las moscas William Goulding (Lord of the Flies), 2. Fuego en la montaña (3)

2. Fuego en la montaña (3)

–Ahí tenéis vuestra fogata.

Alarmado, Ralph advirtió que los muchachos se quedaban paralizados y silenciosos, sintiéndose invadir por el temor ante el poder desencadenado a sus pies. El conocimiento de ello y el temor le hicieron brutal. – ¡Cállate ya!

–Tengo la caracola – dijo Piggy con lastimada voz -. Tengo derecho a hablar.

Le miraron con ojos indiferentes a lo que veían y oídos atentos al tomborilear del fuego.

Piggy volvió una nerviosa mirada hacia aquel infierno y apretó contra sí la caracola.

–Ahora hay que dejar que todo eso se queme. Y era nuestra leña.

Se pasó la lengua por los labios.

–No podemos hacer nada. Hay que tener más cuidado. Estoy asustado…

Jack hizo un esfuerzo para separar la vista del fuego.

–Tú siempre tienes miedo. ¡Eh! ¡Gordo!

–La caracola la tengo yo – dijo Piggy desalentado. Se volvió a Ralph -. La caracola la tengo yo, ¿verdad Ralph?

Ralph se apartó con dificultad del espléndido y temible espectáculo. – ¿Qué dices?

–La caracola. Tengo derecho a hablar. Los mellizos se rieron a la vez.

–Queríais humo…

–Y ahora mira…

Un telón de varios kilómetros de anchura se alzaba sobre la isla. Todos los muchachos, excepto Piggy, empezaron a reír; segundos después no podían dominar las carcajadas.

Piggy perdió la paciencia. – ¡Tengo la caracola! ¡A ver si me escucháis! Lo primero que teníamos que haber hecho era construir refugios allá abajo, junto a la playa. Hacía buen frío allá abajo de noche.

Pero en cuanto Ralph dice «una hoguera» salís corriendo y chillando hasta la montaña. ¡Como una panda de críos!

Todos escuchaban ahora su diatriba. – ¿Cómo queréis que nos rescaten si no hacéis las cosas por su orden y no os portáis como es debido?

Se quitó las gafas y pareció que iba a soltar la caracola, pero cambió de parecer al ver que casi todos los mayores se abalanzaban sobre ella. Cobijó la caracola bajo el brazo y se acurrucó junto a la roca.

–Luego, cuando llegáis aquí hacéis una hoguera que no sirve para nada. Ahora mirar lo que habéis hecho, prender fuego a toda la isla. Tendrá mucha gracia que se queme toda la isla. Fruta cocida, eso es lo que vamos a tener de comida, y cerdo asado. ¡Y eso no es para reírse!

Dijisteis que Ralph es el jefe y no le dais ni tiempo para pensar. Luego, en cuanto dice algo, salís pitando como, como…

Se detuvo para tomar aliento y oyeron al fuego rugirles.

–Y eso no es todo. Esos niños. Los peques. ¿Quién se ha ocupado de ellos? ¿Quién sabe cuántos tenemos? Ralph dio un rápido paso adelante.

–Te dije a ti que lo hicieses. ¡Te dije que hicieses una lista con sus nombres! – ¿Cómo iba a hacerlo – gritó Piggy indignado – yo solo? Esperaron dos minutos y se lanzaron al mar; se metieron en el bosque, se fueron por todas partes. ¿Cómo iba a saber cuál era cuál?

Ralph se mojó sus pálidos labios. – ¿Entonces no sabes cuántos deberíamos estar aquí? – ¿Cómo iba a saberlo con todos esos pequeños corriendo de un lado a otro como insectos? Y cuando volvisteis vosotros tres, en cuanto dijiste «hacer una hoguera», todos se largaron y no pude… – ¡Ya basta! – dijo Ralph con dureza, y le arrebató la caracola.

–Si no lo has hecho, pues no lo has hecho. -…luego subís aquí y me birláis las gafas. Jack se volvió hacia él. – ¡A callar! -…y esos pequeños andaban por ahí, donde está el fuego. ¿Cómo sabéis que no están por ahí todavía?

Piggy se levantó y señaló al humo y las llamas. Se alzó entre los muchachos un murmullo que fue apagándose poco a poco. Algo raro le ocurría a Piggy porque apenas podía respirar.

–Aquel peque – jadeó Piggy -, el de la mancha en la cara; no le veo. ¿Dónde está?

El grupo estaba tan callado como la muerte.

–El que hablaba de las serpientes. Estaba allí abajo… Un árbol estalló en el fuego como una bomba. Las trepadoras, como largas mechas, se alzaron por un momento ante la vista, agonizaron y volvieron a caer. Los muchachos más pequeños gritaron: – ¡Serpientes! ¡Serpientes! ¡Mira las serpientes!

Al oeste, olvidado, el sol yacía a unos centímetros tan sólo sobre el mar. Los rostros estaban iluminados de rojo desde abajo.

Piggy tropezó en una roca y a ella se agarró con ambas manos.

–El chico con la mancha en la… cara… ¿dónde está… ahora? Yo no le veo.

Los muchachos se miraron unos a otros atemorizados, incrédulos. -…¿dónde está ahora?

Ralph murmuró la respuesta como avergonzado:

–A lo mejor volvió hacia el… el… Abajo, en el lado hostil de la montaña, seguía el redoble de tambores.

2. Fuego en la montaña (3) 2. das Feuer auf dem Berg (3) Fire in the mountain (3) 2. le feu sur la montagne (3) 2. Fuoco sulla montagna (3) 2. Vuur op de berg (3) 2) Ogień na górze (3) 2. fogo na montanha (3) 2. Огонь на горе (3)

–Ahí tenéis vuestra fogata. -There you have your campfire.

Alarmado, Ralph advirtió que los muchachos se quedaban paralizados y silenciosos, sintiéndose invadir por el temor ante el poder desencadenado a sus pies. Erschrocken stellte Ralph fest, dass die Jungen wie gelähmt und stumm dastanden, weil sie sich vor der Macht, die ihnen zu Füßen lag, fürchteten. Alarmed, Ralph saw the boys go frozen and silent, feeling seized with fear at the power unleashed at their feet. El conocimiento de ello y el temor le hicieron brutal. Das Wissen darum und die Angst machten ihn brutal. The knowledge of it and the fear made him brutal. – ¡Cállate ya! - Seien Sie jetzt still! - Shut up now!

–Tengo la caracola – dijo Piggy con lastimada voz -. "I've got the conch," said Piggy in a hurt voice. Tengo derecho a hablar. I have the right to speak.

Le miraron con ojos indiferentes a lo que veían y oídos atentos al tomborilear del fuego. They looked at him with eyes indifferent to what they were seeing and ears attentive to the fire's drumming.

Piggy volvió una nerviosa mirada hacia aquel infierno y apretó contra sí la caracola. Piggy warf einen nervösen Blick in Richtung des Infernos und drückte das Muschelhorn an sich. Piggy turned a nervous glance toward that inferno and pressed the conch shell against himself.

–Ahora hay que dejar que todo eso se queme. -Jetzt müssen wir alles brennen lassen. Now we have to let all that burn. Y era nuestra leña. Und es war unser Brennholz. And it was our firewood.

Se pasó la lengua por los labios. He licked his lips.

–No podemos hacer nada. -There is nothing we can do. Hay que tener más cuidado. Hier ist mehr Vorsicht geboten. You have to be more careful. Estoy asustado… Ich habe Angst, dass... I am scared…

Jack hizo un esfuerzo para separar la vista del fuego. Jack bemühte sich, den Blick vom Feuer abzuwenden. Jack forced himself to look away from the fire.

–Tú siempre tienes miedo. -You are always afraid. ¡Eh! Hey! ¡Gordo! Fatty!

–La caracola la tengo yo – dijo Piggy desalentado. -I have the conch shell," said Piggy despondently. Se volvió a Ralph -. He turned to Ralph. La caracola la tengo yo, ¿verdad Ralph? I have the conch, right Ralph?

Ralph se apartó con dificultad del espléndido y temible espectáculo. Ralph struggled away from the splendid and fearsome spectacle. – ¿Qué dices? - What do you say?

–La caracola. -The conch. Tengo derecho a hablar. I have the right to speak. Los mellizos se rieron a la vez. The twins laughed together.

–Queríais humo… -Sie wollten Rauch... You wanted smoke...

–Y ahora mira… -And now look...

Un telón de varios kilómetros de anchura se alzaba sobre la isla. A curtain several kilometers wide loomed over the island. Todos los muchachos, excepto Piggy, empezaron a reír; segundos después no podían dominar las carcajadas. Alle Jungen, außer Piggy, fingen an zu lachen; Sekunden später konnten sie ihr Lachen nicht mehr unterdrücken. All the boys, except Piggy, started laughing; seconds later they couldn't control their laughter.

Piggy perdió la paciencia. Piggy lost his patience. – ¡Tengo la caracola! - I have the conch! ¡A ver si me escucháis! Mal sehen, ob Sie mich hören können! Let's see if you hear me! Lo primero que teníamos que haber hecho era construir refugios allá abajo, junto a la playa. The first thing we should have done was build shelters down there, next to the beach. Hacía buen frío allá abajo de noche. Nachts war es dort unten kalt. It was nice cold down there at night.

Pero en cuanto Ralph dice «una hoguera» salís corriendo y chillando hasta la montaña. Aber sobald Ralph "ein Lagerfeuer" sagt, rennst du schreiend den Berg hinauf. But as soon as Ralph says "a bonfire" you run screaming up the mountain. ¡Como una panda de críos! Like a bunch of kids!

Todos escuchaban ahora su diatriba. Everyone was now listening to his diatribe. – ¿Cómo queréis que nos rescaten si no hacéis las cosas por su orden y no os portáis como es debido? – How do you want them to rescue us if you don't do things according to their order and you don't behave properly?

Se quitó las gafas y pareció que iba a soltar la caracola, pero cambió de parecer al ver que casi todos los mayores se abalanzaban sobre ella. Sie nahm ihre Brille ab und sah aus, als wollte sie das Muschelhorn loslassen, überlegte es sich aber anders, als sie sah, dass fast alle älteren Leute auf sie zustürzten. She took off her glasses and looked like she was going to drop the conch, but changed her mind when she saw that almost all the older ones pounced on her. Cobijó la caracola bajo el brazo y se acurrucó junto a la roca. She tucked the shell under her arm and huddled against the rock.

–Luego, cuando llegáis aquí hacéis una hoguera que no sirve para nada. -Wenn du dann hier bist, machst du ein Lagerfeuer, das zu nichts gut ist. -Then, when you get here, you make a bonfire that is good for nothing. Ahora mirar lo que habéis hecho, prender fuego a toda la isla. Now look what you have done, set fire to the whole island. Tendrá mucha gracia que se queme toda la isla. Es wird sehr lustig sein, wenn die ganze Insel abbrennt. It will be very funny that the whole island burns down. Fruta cocida, eso es lo que vamos a tener de comida, y cerdo asado. Cooked fruit, that's what we're going to have for lunch, and roast pork. ¡Y eso no es para reírse! Und das ist nicht zum Lachen! And that's not to laugh at!

Dijisteis que Ralph es el jefe y no le dais ni tiempo para pensar. You said Ralph is the boss and you don't even give him time to think. Luego, en cuanto dice algo, salís pitando como, como… Then, as soon as he says something, you run off like, like....

Se detuvo para tomar aliento y oyeron al fuego rugirles. He stopped to catch his breath and they heard the fire roaring at them.

–Y eso no es todo. -And that's not all. Esos niños. These children. Los peques. The kids. ¿Quién se ha ocupado de ellos? Who has taken care of them? ¿Quién sabe cuántos tenemos? Wer weiß, wie viele wir haben? Who knows how many we have? Ralph dio un rápido paso adelante. Ralph took a quick step forward.

–Te dije a ti que lo hicieses. -Ich habe dir gesagt, du sollst es tun. "I told you to do it." ¡Te dije que hicieses una lista con sus nombres! I told you to make a list of their names! – ¿Cómo iba a hacerlo – gritó Piggy indignado – yo solo? - Wie konnte ich das nur tun", rief Piggy entrüstet, "ganz allein? – How was I going to do it – Piggy shouted indignantly – by myself? Esperaron dos minutos y se lanzaron al mar; se metieron en el bosque, se fueron por todas partes. Sie warteten zwei Minuten und sprangen ins Meer, sie gingen in den Wald, sie gingen überall hin. They waited two minutes and jumped into the sea; they went into the woods, they went everywhere. ¿Cómo iba a saber cuál era cuál? Woher sollte ich wissen, wer was ist? How was I to know which was which?

Ralph se mojó sus pálidos labios. Ralph licked his pale lips. – ¿Entonces no sabes cuántos deberíamos estar aquí? – So you don't know how many of us should be here? – ¿Cómo iba a saberlo con todos esos pequeños corriendo de un lado a otro como insectos? - How was I supposed to know with all those little ones running around like insects? Y cuando volvisteis vosotros tres, en cuanto dijiste «hacer una hoguera», todos se largaron y no pude… – ¡Ya basta! Und als ihr drei zurückkamt, sagten Sie: "Macht ein Lagerfeuer", und alle gingen, und ich konnte nicht... - Genug! And when you three came back, as soon as you said "make a fire", everyone left and I couldn't... - Enough! – dijo Ralph con dureza, y le arrebató la caracola. - Ralph said sternly, and snatched the conch shell from her.

–Si no lo has hecho, pues no lo has hecho. -Wenn man es nicht getan hat, hat man es nicht getan. If you haven't, then you haven't. -…luego subís aquí y me birláis las gafas. -…then you come up here and you steal my glasses. Jack se volvió hacia él. Jack turned to him. – ¡A callar! - Shut up! -…y esos pequeños andaban por ahí, donde está el fuego. -...und die Kleinen waren da drüben, wo das Feuer ist. -…and those little ones were around, where the fire is. ¿Cómo sabéis que no están por ahí todavía? How do you know they're not around yet?

Piggy se levantó y señaló al humo y las llamas. Piggy stood up and pointed at the smoke and flames. Se alzó entre los muchachos un murmullo que fue apagándose poco a poco. A murmur arose among the boys that gradually died away. Algo raro le ocurría a Piggy porque apenas podía respirar. Mit Piggy stimmte etwas nicht, denn er konnte kaum atmen. Something was wrong with Piggy because he could barely breathe.

–Aquel peque – jadeó Piggy -, el de la mancha en la cara; no le veo. -Der Kleine", keuchte Piggy, "der mit dem Fleck im Gesicht, ich sehe ihn nicht. “That little one,” Piggy gasped, “the one with the stain on his face; I do not see it. ¿Dónde está? Where is it?

El grupo estaba tan callado como la muerte. The group was as quiet as death.

–El que hablaba de las serpientes. “The one who talked about snakes. Estaba allí abajo… Un árbol estalló en el fuego como una bomba. It was down there... A tree exploded in the fire like a bomb. Las trepadoras, como largas mechas, se alzaron por un momento ante la vista, agonizaron y volvieron a caer. Die Schlingpflanzen, die wie lange Stränge aussahen, hoben sich für einen Moment zum Anblick, quälten sich und fielen wieder zu Boden. The creepers, like long wicks, rose momentarily before the sight, died, and fell again. Los muchachos más pequeños gritaron: – ¡Serpientes! Die jüngeren Jungen schrien: "Schlangen! The smaller boys yelled: – Snakes! ¡Serpientes! Snakes! ¡Mira las serpientes! Look at the snakes!

Al oeste, olvidado, el sol yacía a unos centímetros tan sólo sobre el mar. Im Westen lag die Sonne vergessen nur wenige Zentimeter über dem Meer. To the west, forgotten, the sun lay only inches above the sea. Los rostros estaban iluminados de rojo desde abajo. Die Gesichter wurden von unten rot angestrahlt. The faces were illuminated red from below.

Piggy tropezó en una roca y a ella se agarró con ambas manos. Piggy stolperte über einen Stein und packte ihn mit beiden Händen. Piggy stumbled on a rock and grabbed it with both hands.

–El chico con la mancha en la… cara… ¿dónde está… ahora? "The boy with the stain on his... face... where is he... now?" Yo no le veo. I do not see him.

Los muchachos se miraron unos a otros atemorizados, incrédulos. The boys looked at each other in frightened disbelief. -…¿dónde está ahora? -...where is he now?

Ralph murmuró la respuesta como avergonzado: Ralph mumbled the answer as if embarrassed:

–A lo mejor volvió hacia el… el… Abajo, en el lado hostil de la montaña, seguía el redoble de tambores. -Vielleicht ging er zurück zu den... den... Unten, auf der feindlichen Seite des Berges, war der Trommelwirbel immer noch im Gange. “Maybe he went back to the… the… Below, on the hostile side of the mountain, continued the beating of drums.