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Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 9 (4)

Capítulo 9 (4)

El coronel Aureliano Buendía abandonó el cuarto en diciembre, y le bastó con echar una mirada al corredor para no volver a pensar en la guerra. Con una vitalidad que parecía imposible a sus años, Úrsula había vuelto a rejuvenecer la casa. «Ahora van a ver quién soy yo», dijo cuando supo que su hijo viviría. «No habrá una casa mejor, ni más abierta a todo el mundo, que esta casa de locos». La hizo lavar y pintar, cambió los muebles, restauró el jardín y sembró flores nuevas, y abrió puertas y ventanas para que entrara hasta los dormitorios la deslumbrante claridad del verano. Decretó el término de los numerosos lutos superpuestos, y ella misma cambió los viejos trajes rigurosos por ropas juveniles. La música de la pianola volvió a alegrar la casa. Al oírla, Amaranta se acordó de Pietro Crespi, de su gardenia crepuscular y su olor de lavanda, y en el fondo de su marchito corazón floreció un rencor limpio, purificado por el tiempo. Una tarde en que trataba de poner orden en la sala, Úrsula pidió ayuda a los soldados que custodiaban la casa. El joven comandante de la guardia les concedió el permiso. Poco a poco, Úrsula les fue asignando nuevas tareas. Los invitaba a comer, les regalaba ropas y zapatos y les enseñaba a leer y escribir. Cuando el gobierno suspendió la vigilancia, uno de ellos se quedó viviendo en la casa, y estuvo a su servicio por muchos años. El día de Año Nuevo, enloquecido por los desaires de Remedios, la bella, el joven comandante de la guardia amaneció muerto de amor junto a su ventana.

Capítulo 9 (4) Chapter 9 (4) Chapitre 9 (4) Capitolo 9 (4) 第9章 (4) Capítulo 9 (4) Глава 9 (4)

El coronel Aureliano Buendía abandonó el cuarto en diciembre, y le bastó con echar una mirada al corredor para no volver a pensar en la guerra. Colonel Aureliano Buendía left the room in December, and one glance at the corridor was enough for him not to think about the war again. Le colonel Aureliano Buendía a quitté la pièce en décembre, et il lui a suffi de jeter un coup d'œil dans le couloir pour ne plus penser à la guerre. Con una vitalidad que parecía imposible a sus años, Úrsula había vuelto a rejuvenecer la casa. With a vitality that seemed impossible at her years, Úrsula had once again rejuvenated the house. «Ahora van a ver quién soy yo», dijo cuando supo que su hijo viviría. "Now they are going to see who I am," she said when she learned that her son would live. «No habrá una casa mejor, ni más abierta a todo el mundo, que esta casa de locos». "There will be no better house, nor more open to everyone, than this crazy house." La hizo lavar y pintar, cambió los muebles, restauró el jardín y sembró flores nuevas, y abrió puertas y ventanas para que entrara hasta los dormitorios la deslumbrante claridad del verano. He had it washed and painted, changed the furniture, restored the garden and planted new flowers, and opened doors and windows to let the dazzling light of summer into the bedrooms. Decretó el término de los numerosos lutos superpuestos, y ella misma cambió los viejos trajes rigurosos por ropas juveniles. She decreed an end to the numerous overlapping mourning, and she herself changed the old rigorous suits for youthful clothes. Elle a décrété la fin des nombreux deuils qui se chevauchaient et elle-même a changé les vieux costumes rigoureux pour des vêtements de jeunesse. La música de la pianola volvió a alegrar la casa. The music of the pianola returned to brighten the house. La musique du pianola revint égayer la maison. Al oírla, Amaranta se acordó de Pietro Crespi, de su gardenia crepuscular y su olor de lavanda, y en el fondo de su marchito corazón floreció un rencor limpio, purificado por el tiempo. Hearing her, Amaranta remembered Pietro Crespi, his twilight gardenia and his scent of lavender, and in the depths of her withered heart a clean resentment blossomed, purified by time. En l'entendant, Amaranta se souvint de Pietro Crespi, de son gardénia crépusculaire et de son parfum de lavande, et au fond de son cœur flétri fleurit un ressentiment propre, purifié par le temps. Una tarde en que trataba de poner orden en la sala, Úrsula pidió ayuda a los soldados que custodiaban la casa. One afternoon when she was trying to bring order to the living room, Úrsula asked the soldiers who were guarding the house for help. El joven comandante de la guardia les concedió el permiso. The young commander of the guard granted them permission. Poco a poco, Úrsula les fue asignando nuevas tareas. Little by little, Úrsula was assigning them new tasks. Los invitaba a comer, les regalaba ropas y zapatos y les enseñaba a leer y escribir. He invited them to eat, gave them clothes and shoes, and taught them to read and write. Cuando el gobierno suspendió la vigilancia, uno de ellos se quedó viviendo en la casa, y estuvo a su servicio por muchos años. When the government suspended surveillance, one of them stayed in the house and served them for many years. El día de Año Nuevo, enloquecido por los desaires de Remedios, la bella, el joven comandante de la guardia amaneció muerto de amor junto a su ventana. On New Year's Day, driven mad by the snubs from Remedios the Beauty, the young commander of the guard woke up dying of love by his window. Le jour de l'an, rendu fou par les camouflets de Remedios la Belle, le jeune commandant de la garde se réveilla mourant d'amour devant sa fenêtre.