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Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 6 (3)

Capítulo 6 (3)

—Soy el coronel Gregorio Stevenson.

Llevaba malas noticias. Los últimos focos de resistencia liberal, según dijo, estaban siendo exterminados. El coronel Aureliano Buendía, a quien había dejado batiéndose en retirada por los lados de Riohacha, le encomendó la misión de hablar con Arcadio. Debía entregar la plaza sin resistencia, poniendo como condición que se respetaran bajo palabra de honor la vida y las propiedades de los liberales. Arcadio examinó con una mirada de conmiseración a aquel extraño mensajero que habría podido confundirse con una abuela fugitiva.

—Usted, por supuesto, trae algún papel escrito —dijo.

—Por supuesto —contestó el emisario—, no lo traigo. Es fácil comprender que en las actuales circunstancias no se lleve encima nada comprometedor.

Mientras hablaba, se sacó del corpiño y puso en la mesa un pescadito de oro. «Creo que con esto será suficiente», dijo. Arcadio comprobó que en efecto era uno de los pescaditos hechos por el coronel Aureliano Buendía. Pero alguien podía haberlo comprado antes de la guerra, o haberlo robado, y no tenía por tanto ningún mérito de salvoconducto. El mensajero llegó hasta el extremo de violar un secreto de guerra para acreditar su identidad. Reveló que iba en misión a Curazao, donde esperaba reclutar exiliados de todo el Caribe y adquirir armas y pertrechos suficientes para intentar un desembarco a fin de año. Confiando en ese plan, el coronel Aureliano Buendía no era partidario de que en aquel momento se hicieran sacrificios inútiles. Pero Arcadio fue inflexible. Hizo encarcelar al mensajero, mientras comprobaba su identidad, y resolvió defender la plaza hasta la muerte.

No tuvo que esperar mucho tiempo. Las noticias del fracaso liberal fueron cada vez más concretas. A fines de marzo, en una madrugada de lluvias prematuras, la calma tensa de las semanas anteriores se resolvió abruptamente con un desesperado toque de corneta, seguido de un cañonazo que desbarató la torre del templo. En realidad, la voluntad de resistencia de Arcadio era una locura. No disponía de más de cincuenta hombres mal armados, con una dotación máxima de veinte cartuchos cada uno. Pero entre ellos, sus antiguos alumnos, excitados con proclamas altisonantes, estaban decididos a sacrificar el pellejo por una causa perdida. En medio del tropel de botas, de órdenes contradictorias, de cañonazos que hacían temblar la tierra, de disparos atolondrados y de toques de corneta sin sentido, el supuesto coronel Stevenson consiguió hablar con Arcadio. «Evíteme la indignidad de morir en el cepo con estos trapos de mujer», le dijo. «Si he de morir, que sea peleando». Logró convencerlo. Arcadio ordenó que le entregaran un arma con veinte cartuchos y lo dejaron con cinco hombres defendiendo el cuartel, mientras él iba con su estado mayor a ponerse al frente de la resistencia. No alcanzó a llegar al camino de la ciénaga. Las barricadas habían sido despedazadas y los defensores se batían al descubierto en las calles, primero hasta donde les alcanzaba la dotación de los fusiles, y luego con pistolas contra fusiles y por último cuerpo a cuerpo. Ante la inminencia de la derrota, algunas mujeres se echaron a la calle armadas de palos y cuchillos de cocina. En aquella confusión, Arcadio encontró a Amaranta que andaba buscándolo como una loca, en camisa de dormir, con dos viejas pistolas de José Arcadio Buendía. Le dio su fusil a un oficial que había sido desarmado en la refriega, y se evadió con Amaranta por una calle adyacente para llevarla a casa. Úrsula estaba en la puerta, esperando, indiferente a las descargas que habían abierto una tronera en la fachada de la casa vecina. La lluvia cedía pero las calles estaban resbaladizas y blandas como jabón derretido, y había que adivinar las distancias en la oscuridad. Arcadio dejó a Amaranta con Úrsula y trató de enfrentarse a dos soldados que soltaron una andanada ciega desde la esquina. Las viejas pistolas guardadas muchos años en un ropero no funcionaron. Protegiendo a Arcadio con su cuerpo, Úrsula intentó arrastrarlo hasta la casa.

—Ven, por Dios —le gritaba—. ¡Ya basta de locuras!

Los soldados los apuntaron.

—¡Suelte a ese hombre, señora —gritó uno de ellos—, o no respondemos!

Arcadio empujó a Úrsula hacia la casa y se entregó. Poco después terminaron los disparos y empezaron a repicar las campanas. La resistencia había sido aniquilada en menos de media hora. Ni uno solo de los hombres de Arcadio sobrevivió al asalto, pero antes de morir se llevaron por delante a trescientos soldados. El último baluarte fue el cuartel. Antes de ser atacado, el supuesto coronel Gregorio Stevenson puso en libertad a los presos y ordenó a sus hombres que salieran a batirse en la calle. La extraordinaria movilidad y la puntería certera con que disparó sus veinte cartuchos por las diferentes ventanas, dieron la impresión de que el cuartel estaba bien resguardado, y los atacantes lo despedazaron a cañonazos. El capitán que dirigió la operación se asombró de encontrar los escombros desiertos, y un solo hombre en calzoncillos, muerto, con el fusil sin carga, todavía agarrado por un brazo que había sido arrancado de cuajo. Tenía una frondosa cabellera de mujer enrollada en la nuca con una peineta, y en el cuello un escapulario con un pescadito de oro. Al voltearlo con la puntera de la bota para alumbrarle la cara, el capitán se quedó perplejo. «Mierda», exclamó. Otros oficiales se acercaron.

—Miren dónde vino a aparecer este hombre —les dijo el capitán—. Es Gregorio Stevenson.

Al amanecer, después de un consejo de guerra sumario, Arcadio fue fusilado contra el muro del cementerio. En las dos últimas horas de su vida no logró entender por qué había desaparecido el miedo que lo atormentó desde la infancia. Impasible, sin preocuparse siquiera por demostrar su reciente valor, escuchó los interminables cargos de la acusación. Pensaba en Úrsula, que a esa hora debía estar bajo el castaño tomando el café con José Arcadio Buendía. Pensaba en su hija de ocho meses, que aún no tenía nombre, y en el que iba a nacer en agosto. Pensaba en Santa Sofía de la Piedad, a quien la noche anterior dejó salando un venado para el almuerzo del sábado, y añoró su cabello chorreado sobre los hombros y sus pestañas que parecían artificiales. Pensaba en su gente sin sentimentalismos, en un severo ajuste de cuentas con la vida, empezando a comprender cuánto quería en realidad a las personas que más había odiado. El presidente del consejo de guerra inició su discurso final, antes de que Arcadio cayera en la cuenta de que habían transcurrido dos horas. «Aunque los cargos comprobados no tuvieran sobrados méritos —decía el presidente—, la temeridad irresponsable y criminal con que el acusado empujó a sus subordinados a una muerte inútil, bastaría para merecerle la pena capital». En la escuela desportillada donde experimentó por primera vez la seguridad del poder, a pocos metros del cuarto donde conoció la incertidumbre del amor, Arcadio encontró ridículo el formalismo de la muerte. En realidad no le importaba la muerte sino la vida, y por eso la sensación que experimentó cuando pronunciaron la sentencia no fue una sensación de miedo sino de nostalgia. No habló mientras no le preguntaron cuál era su última voluntad.

—Díganle a mi mujer —contestó con voz bien timbrada— que le ponga a la niña el nombre de Úrsula. —Hizo una pausa y confirmó—: Úrsula, como la abuela. Y díganle también que si el que va a nacer nace varón, que le pongan José Arcadio, pero no por el tío, sino por el abuelo.

Antes de que lo llevaran al paredón, el padre Nicanor trató de asistirlo. «No tengo nada de qué arrepentirme», dijo Arcadio, y se puso a las órdenes del pelotón después de tomarse una taza de café negro. El jefe del pelotón, especialista en ejecuciones sumarias, tenía un nombre que era mucho más que una casualidad: capitán Roque Carnicero. Camino del cementerio, bajo la llovizna persistente, Arcadio observó que en el horizonte despuntaba un miércoles radiante. La nostalgia se desvanecía con la niebla y dejaba en su lugar una inmensa curiosidad. Solo cuando le ordenaron ponerse de espaldas al muro, Arcadio vio a Rebeca con el pelo mojado y un vestido de flores rosadas, abriendo la casa de par en par. Hizo un esfuerzo para que lo reconociera. En efecto, Rebeca miró casualmente hacia el muro y se quedó paralizada de estupor, y apenas pudo reaccionar para hacerle a Arcadio una señal de adiós con la mano. Arcadio le contestó en la misma forma. En ese instante lo apuntaron las bocas ahumadas de los fusiles, y oyó letra por letra las encíclicas cantadas de Melquíades, y sintió los pasos perdidos de Santa Sofía de la Piedad, virgen, en el salón de clases, y experimentó en la nariz la misma dureza de hielo que le había llamado la atención en las fosas nasales del cadáver de Remedios. «¡Ah, carajo! —alcanzó a pensar—, se me olvidó decir que si nacía mujer la pusieran Remedios». Entonces, acumulado en un zarpazo desgarrador, volvió a sentir todo el terror que le atormentó en la vida. El capitán dio la orden de fuego. Arcadio apenas tuvo tiempo de sacar el pecho y levantar la cabeza, sin comprender de dónde fluía el líquido ardiente que le quemaba los muslos.

—¡Cabrones! —gritó—. ¡Viva el partido liberal!

Capítulo 6 (3) Kapitel 6 (3) Chapter 6 (3) Chapitre 6 (3) Capitolo 6 (3) Rozdział 6 (3) Capítulo 6 (3) Глава 6 (3)

—Soy el coronel Gregorio Stevenson. "I am Colonel Gregorio Stevenson."

Llevaba malas noticias. He had bad news. Los últimos focos de resistencia liberal, según dijo, estaban siendo exterminados. The last pockets of liberal resistance, he said, were being wiped out. El coronel Aureliano Buendía, a quien había dejado batiéndose en retirada por los lados de Riohacha, le encomendó la misión de hablar con Arcadio. Colonel Aureliano Buendía, whom he had left fighting in retreat on the sides of Riohacha, entrusted him with the mission of speaking with Arcadio. Le colonel Aureliano Buendía, qu'il avait laissé combattre en retraite aux côtés de Riohacha, lui confia la mission de s'entretenir avec Arcadio. Debía entregar la plaza sin resistencia, poniendo como condición que se respetaran bajo palabra de honor la vida y las propiedades de los liberales. He had to hand over the plaza without resistance, making it a condition that the life and property of the Liberals be respected on their word of honor. Il dut rendre l'esplanade sans résistance, posant comme condition que la vie et les biens des libéraux soient respectés sur leur parole d'honneur. Arcadio examinó con una mirada de conmiseración a aquel extraño mensajero que habría podido confundirse con una abuela fugitiva. Arcadius betrachtete diesen seltsamen Boten, den man für eine entlaufene Großmutter hätte halten können, mit einem Blick des Mitgefühls. Arcadio examined with a look of pity that strange messenger who could have been mistaken for a runaway grandmother. Arcadio examina d'un air de pitié cet étrange messager qu'on aurait pu prendre pour une grand-mère en fuite.

—Usted, por supuesto, trae algún papel escrito —dijo. "You, of course, bring some written paper," he said. "Vous, bien sûr, apportez du papier écrit," dit-il.

—Por supuesto —contestó el emisario—, no lo traigo. "Of course," replied the emissary, "I don't bring it." Es fácil comprender que en las actuales circunstancias no se lleve encima nada comprometedor. Es ist leicht zu verstehen, dass unter den gegenwärtigen Umständen keine Kompromisse eingegangen werden. It is easy to understand that in the current circumstances nothing compromising is being carried. Il est aisé de comprendre que dans les circonstances actuelles rien de compromettant n'est porté.

Mientras hablaba, se sacó del corpiño y puso en la mesa un pescadito de oro. As she spoke, she took off her bodice and placed a little gold fish on the table. Tout en parlant, elle enleva son corsage et plaça un petit poisson rouge sur la table. «Creo que con esto será suficiente», dijo. "I think this will be enough," he said. Arcadio comprobó que en efecto era uno de los pescaditos hechos por el coronel Aureliano Buendía. Arcadio confirmed that it was indeed one of the little fish made by Colonel Aureliano Buendía. Pero alguien podía haberlo comprado antes de la guerra, o haberlo robado, y no tenía por tanto ningún mérito de salvoconducto. Aber jemand könnte es vor dem Krieg gekauft oder gestohlen haben, und deshalb war es nicht sicherheitsrelevant. But someone could have bought it before the war, or stolen it, and therefore it had no merit of safe conduct. Mais quelqu'un aurait pu l'acheter avant la guerre, ou le voler, et donc il n'avait aucun mérite de sauf-conduit. El mensajero llegó hasta el extremo de violar un secreto de guerra para acreditar su identidad. Der Bote ging sogar so weit, ein Kriegsgeheimnis zu verletzen, um seine Identität zu beweisen. The messenger went so far as to violate a war secret to prove his identity. Reveló que iba en misión a Curazao, donde esperaba reclutar exiliados de todo el Caribe y adquirir armas y pertrechos suficientes para intentar un desembarco a fin de año. He revealed that he was on a mission to Curaçao, where he hoped to recruit exiles from across the Caribbean and acquire enough weapons and supplies to attempt a landing at the end of the year. Il a révélé qu'il était en mission à Curaçao, où il espérait recruter des exilés de toute la Caraïbe et acquérir suffisamment d'armes et de fournitures pour tenter un débarquement à la fin de l'année. Confiando en ese plan, el coronel Aureliano Buendía no era partidario de que en aquel momento se hicieran sacrificios inútiles. Trusting in that plan, Colonel Aureliano Buendía was not in favor of making useless sacrifices at that time. Confiant dans ce plan, le colonel Aureliano Buendía n'était pas favorable à des sacrifices inutiles à cette époque. Pero Arcadio fue inflexible. But Arcadio was inflexible. Hizo encarcelar al mensajero, mientras comprobaba su identidad, y resolvió defender la plaza hasta la muerte. He had the messenger imprisoned, while he verified his identity, and resolved to defend the square to the death. Il fit emprisonner le messager, tandis qu'il vérifiait son identité, et résolut de défendre la place jusqu'à la mort.

No tuvo que esperar mucho tiempo. Er brauchte nicht lange zu warten. He did not have to wait long. Las noticias del fracaso liberal fueron cada vez más concretas. The news of the liberal failure was increasingly concrete. A fines de marzo, en una madrugada de lluvias prematuras, la calma tensa de las semanas anteriores se resolvió abruptamente con un desesperado toque de corneta, seguido de un cañonazo que desbarató la torre del templo. At the end of March, on an early morning of premature rains, the tense calm of the previous weeks was abruptly resolved with a desperate bugle blast, followed by a cannon shot that shattered the temple tower. Fin mars, par une matinée de pluies prématurées, le calme tendu des semaines précédentes s'est brusquement dissipé par un coup de clairon désespéré, suivi d'un coup de canon qui a brisé la tour du temple. En realidad, la voluntad de resistencia de Arcadio era una locura. In reality, Arcadio's will to resist was insane. No disponía de más de cincuenta hombres mal armados, con una dotación máxima de veinte cartuchos cada uno. He had no more than fifty poorly armed men, with a maximum supply of twenty cartridges each. Il n'avait pas plus de cinquante hommes mal armés, avec un maximum de vingt cartouches chacun. Pero entre ellos, sus antiguos alumnos, excitados con proclamas altisonantes, estaban decididos a sacrificar el pellejo por una causa perdida. But among them, his former students, excited with bombastic proclamations, were determined to sacrifice their skins for a lost cause. Mais parmi eux, ses anciens élèves, excités par des proclamations grandiloquentes, étaient déterminés à sacrifier leur peau pour une cause perdue. En medio del tropel de botas, de órdenes contradictorias, de cañonazos que hacían temblar la tierra, de disparos atolondrados y de toques de corneta sin sentido, el supuesto coronel Stevenson consiguió hablar con Arcadio. Inmitten des Gedränges von Stiefeln, widersprüchlichen Befehlen, erderschütterndem Kanonenfeuer, wildem Gewehrfeuer und sinnlosen Trompetenrufen gelang es dem vermeintlichen Colonel Stevenson, mit Arcadio zu sprechen. In the midst of the troop of boots, contradictory orders, cannon shots that made the earth tremble, reckless shots, and pointless bugle calls, the supposed Colonel Stevenson managed to talk to Arcadio. «Evíteme la indignidad de morir en el cepo con estos trapos de mujer», le dijo. "Spare me the indignity of dying in the stocks with these women's rags," he told her. "Épargnez-moi l'indignité de mourir dans les stocks avec ces haillons de femmes", lui a-t-il dit. «Si he de morir, que sea peleando». "If I have to die, let it be fighting." Logró convencerlo. He managed to convince him. Arcadio ordenó que le entregaran un arma con veinte cartuchos y lo dejaron con cinco hombres defendiendo el cuartel, mientras él iba con su estado mayor a ponerse al frente de la resistencia. Arcadio ließ sich ein Gewehr mit zwanzig Schuss Munition aushändigen und blieb mit fünf Männern zurück, um die Kaserne zu verteidigen, während er sich mit seinem Stab auf den Weg machte, um den Widerstand anzuführen. Arcadio ordered that they give him a weapon with twenty cartridges and they left him with five men to defend the barracks, while he went with his staff to lead the resistance. No alcanzó a llegar al camino de la ciénaga. Er hat es nicht bis zur Moorstraße geschafft. He didn't make it to the swamp road. Las barricadas habían sido despedazadas y los defensores se batían al descubierto en las calles, primero hasta donde les alcanzaba la dotación de los fusiles, y luego con pistolas contra fusiles y por último cuerpo a cuerpo. Die Barrikaden waren niedergerissen worden, und die Verteidiger kämpften auf offener Straße, zunächst so weit, wie ihre Gewehre sie tragen konnten, dann mit Gewehren gegen Gewehre und schließlich im Nahkampf. The barricades had been torn to pieces and the defenders were fighting in the open in the streets, first as far as their rifle crews could reach, then with pistols against rifles and finally hand-to-hand. Les barricades avaient été déchirées et les défenseurs se battaient à découvert dans les rues, d'abord jusqu'à la portée de leurs équipages de fusiliers, puis pistolets contre fusils et enfin corps à corps. Ante la inminencia de la derrota, algunas mujeres se echaron a la calle armadas de palos y cuchillos de cocina. Faced with the imminence of defeat, some women took to the streets armed with sticks and kitchen knives. En aquella confusión, Arcadio encontró a Amaranta que andaba buscándolo como una loca, en camisa de dormir, con dos viejas pistolas de José Arcadio Buendía. In that confusion, Arcadio found Amaranta who was looking for him like a madwoman, in her nightgown, with two old pistols belonging to José Arcadio Buendía. Le dio su fusil a un oficial que había sido desarmado en la refriega, y se evadió con Amaranta por una calle adyacente para llevarla a casa. Er übergab sein Gewehr einem Beamten, der bei dem Handgemenge entwaffnet worden war, und flüchtete mit Amaranta in eine angrenzende Straße, um sie nach Hause zu bringen. He gave his rifle to an officer who had been disarmed in the scuffle, and escaped with Amaranta down an adjacent street to take her home. Úrsula estaba en la puerta, esperando, indiferente a las descargas que habían abierto una tronera en la fachada de la casa vecina. Úrsula was at the door, waiting, indifferent to the volleys that had opened a loophole in the facade of the neighboring house. Ursula était à la porte, attendant, indifférente aux salves qui avaient ouvert une meurtrière dans la façade de la maison voisine. La lluvia cedía pero las calles estaban resbaladizas y blandas como jabón derretido, y había que adivinar las distancias en la oscuridad. The rain was letting up but the streets were slippery and soft as melted soap, and you had to guess distances in the dark. La pluie diminuait mais les rues étaient glissantes et douces comme du savon fondu, et il fallait deviner les distances dans le noir. Arcadio dejó a Amaranta con Úrsula y trató de enfrentarse a dos soldados que soltaron una andanada ciega desde la esquina. Arcadio ließ Amaranta mit Ursula zurück und versuchte, zwei Soldaten anzugreifen, die aus der Ecke heraus eine blinde Salve abfeuerten. Arcadio left Amaranta with Úrsula and tried to confront two soldiers who unleashed a blind volley from the corner. Arcadio a laissé Amaranta avec Úrsula et a tenté d'affronter deux soldats qui ont déclenché une volée aveugle du coin. Las viejas pistolas guardadas muchos años en un ropero no funcionaron. The old pistols kept for many years in a closet did not work. Les vieux pistolets gardés pendant de nombreuses années dans un placard ne fonctionnaient pas. Protegiendo a Arcadio con su cuerpo, Úrsula intentó arrastrarlo hasta la casa. Ursula schützt Arcadio mit ihrem Körper und versucht, ihn ins Haus zu ziehen. Protecting Arcadio with her body, Úrsula tried to drag him to the house. Protégeant Arcadio avec son corps, Úrsula a essayé de le traîner à la maison.

—Ven, por Dios —le gritaba—. -Komm, um Gottes willen", rief er. "Come, for God's sake," she yelled at him. ¡Ya basta de locuras! Genug von diesem Wahnsinn! Enough of the crazy things!

Los soldados los apuntaron. Die Soldaten richteten ihre Gewehre auf sie. The soldiers took aim at them. Les soldats les ont visés.

—¡Suelte a ese hombre, señora —gritó uno de ellos—, o no respondemos! -Lassen Sie den Mann gehen, Ma'am", rief einer von ihnen, "oder wir antworten nicht! "Release that man, ma'am," one of them shouted, "or we don't answer!" "Lâchez cet homme, madame", a crié l'un d'eux, "ou nous ne répondons pas !"

Arcadio empujó a Úrsula hacia la casa y se entregó. Arcadio pushed Úrsula towards the house and gave himself up. Arcadio poussa Úrsula vers la maison et se rendit. Poco después terminaron los disparos y empezaron a repicar las campanas. Kurz darauf hörten die Schüsse auf und die Glocken begannen zu läuten. Shortly after the shooting ended and the bells began to ring. La resistencia había sido aniquilada en menos de media hora. Der Widerstand war in weniger als einer halben Stunde niedergeschlagen worden. The resistance had been annihilated in less than half an hour. La résistance avait été anéantie en moins d'une demi-heure. Ni uno solo de los hombres de Arcadio sobrevivió al asalto, pero antes de morir se llevaron por delante a trescientos soldados. Kein einziger von Arcadius' Männern überlebte den Angriff, aber bevor sie starben, nahmen sie dreihundert Soldaten mit. Not one of Arcadio's men survived the assault, but three hundred soldiers were killed before they died. Aucun des hommes d'Arcadio n'a survécu à l'assaut, mais trois cents soldats ont été tués avant de mourir. El último baluarte fue el cuartel. The last stronghold was the barracks. Le dernier bastion était la caserne. Antes de ser atacado, el supuesto coronel Gregorio Stevenson puso en libertad a los presos y ordenó a sus hombres que salieran a batirse en la calle. Bevor er angegriffen wurde, ließ der angebliche Oberst Gregorio Stevenson die Gefangenen frei und befahl seinen Männern, auf die Straße zu gehen und zu kämpfen. Before being attacked, the alleged Colonel Gregorio Stevenson released the prisoners and ordered his men to go out and fight in the street. La extraordinaria movilidad y la puntería certera con que disparó sus veinte cartuchos por las diferentes ventanas, dieron la impresión de que el cuartel estaba bien resguardado, y los atacantes lo despedazaron a cañonazos. Die außergewöhnliche Beweglichkeit und Zielgenauigkeit, mit der er seine zwanzig Schüsse durch die verschiedenen Fenster abfeuerte, vermittelte den Eindruck, dass die Kaserne gut bewacht war, und die Angreifer schossen sie in Stücke. The extraordinary mobility and the accurate aim with which he fired his twenty cartridges through the different windows, gave the impression that the barracks was well protected, and the attackers tore it apart with cannon fire. L'extraordinaire mobilité et la précision avec laquelle il tire ses vingt cartouches à travers les différentes fenêtres donnent l'impression que la caserne est bien protégée, et les assaillants la déchirent à coups de canon. El capitán que dirigió la operación se asombró de encontrar los escombros desiertos, y un solo hombre en calzoncillos, muerto, con el fusil sin carga, todavía agarrado por un brazo que había sido arrancado de cuajo. Der Hauptmann, der den Einsatz leitete, war erstaunt, die Trümmer verlassen vorzufinden und einen einzelnen Mann in seiner Hose, tot, mit ungeladenem Gewehr, der noch immer einen abgerissenen Arm umklammert. The captain who led the operation was astonished to find the rubble deserted, and a single man in his underpants, dead, with an empty rifle, still clutched by an arm that had been ripped off. Le capitaine qui dirigeait l'opération fut étonné de trouver les décombres déserts, et un seul homme en slip, mort, avec un fusil vide, encore saisi par un bras arraché. Tenía una frondosa cabellera de mujer enrollada en la nuca con una peineta, y en el cuello un escapulario con un pescadito de oro. She had a woman's lush hair wrapped around the nape with a comb, and around her neck was a scapular with a little gold fish. Elle avait les cheveux luxuriants d'une femme enroulés autour de la nuque avec un peigne, et autour de son cou était un scapulaire avec un petit poisson d'or. Al voltearlo con la puntera de la bota para alumbrarle la cara, el capitán se quedó perplejo. Als er ihn mit der Stiefelspitze umdrehte, um ihm ins Gesicht zu leuchten, war der Hauptmann perplex. Turning him around with the toe of his boot to light his face, the captain was puzzled. Le retournant du bout de sa botte pour éclairer son visage, le capitaine était perplexe. «Mierda», exclamó. "Shit," he exclaimed. Otros oficiales se acercaron. Other officers approached.

—Miren dónde vino a aparecer este hombre —les dijo el capitán—. -Seht euch an, wo dieser Mann herkommt", sagte der Kapitän zu ihnen. "Look where this man came to appear," the captain told them. Es Gregorio Stevenson. It's Gregory Stevenson.

Al amanecer, después de un consejo de guerra sumario, Arcadio fue fusilado contra el muro del cementerio. Im Morgengrauen wurde Arcadio nach einem summarischen Kriegsgerichtsverfahren an der Friedhofsmauer erschossen. At dawn, after a summary war council, Arcadio was shot against the cemetery wall. A l'aube, après un conseil de guerre sommaire, Arcadio est fusillé contre le mur du cimetière. En las dos últimas horas de su vida no logró entender por qué había desaparecido el miedo que lo atormentó desde la infancia. In den letzten zwei Stunden seines Lebens konnte er nicht verstehen, warum die Angst, die ihn seit seiner Kindheit gequält hatte, verschwunden war. In the last two hours of his life he could not understand why the fear that had tormented him since childhood had disappeared. Impasible, sin preocuparse siquiera por demostrar su reciente valor, escuchó los interminables cargos de la acusación. Impassive, not even caring to prove his newfound courage, he listened to the endless charges of the prosecution. Pensaba en Úrsula, que a esa hora debía estar bajo el castaño tomando el café con José Arcadio Buendía. Ich dachte an Úrsula, die zu dieser Stunde wohl mit José Arcadio Buendía unter dem Kastanienbaum Kaffee trank. He thought of Úrsula, who at that time must have been under the chestnut tree having coffee with José Arcadio Buendía. Il pensa à Úrsula, qui à ce moment-là devait être sous le marronnier en train de prendre un café avec José Arcadio Buendía. Pensaba en su hija de ocho meses, que aún no tenía nombre, y en el que iba a nacer en agosto. Sie dachte an ihre acht Monate alte Tochter, die noch keinen Namen hatte, und an das Kind, das im August geboren werden sollte. He thought about his eight-month-old daughter, who still had no name, and the one who was to be born in August. Pensaba en Santa Sofía de la Piedad, a quien la noche anterior dejó salando un venado para el almuerzo del sábado, y añoró su cabello chorreado sobre los hombros y sus pestañas que parecían artificiales. He thought of Santa Sofía de la Piedad, whom he had left salting a venison for Saturday lunch the night before, and he longed for her hair dripping over her shoulders and her eyelashes that seemed artificial. Il pensa à Santa Sofía de la Piedad, à qui il avait laissé saler une venaison pour le déjeuner du samedi soir précédent, et il regretta ses cheveux dégoulinant sur ses épaules et ses cils qui semblaient artificiels. Pensaba en su gente sin sentimentalismos, en un severo ajuste de cuentas con la vida, empezando a comprender cuánto quería en realidad a las personas que más había odiado. Er dachte ohne Sentimentalität an sein Volk, in einer strengen Abrechnung mit dem Leben, und begann zu verstehen, wie sehr er die Menschen, die er am meisten gehasst hatte, wirklich liebte. He thought of his people without sentimentality, in a severe reckoning with life, beginning to understand how much he really loved the people he had hated the most. Il pensait à son peuple sans sentimentalisme, dans un bilan sévère avec la vie, commençant à comprendre à quel point il aimait vraiment les gens qu'il avait le plus haïs. El presidente del consejo de guerra inició su discurso final, antes de que Arcadio cayera en la cuenta de que habían transcurrido dos horas. Der Vorsitzende des Kriegsgerichts begann mit seiner Abschlussrede, bevor Arcadio merkte, dass zwei Stunden vergangen waren. The president of the war council began his final speech, before Arcadio realized that two hours had passed. Le président du conseil de guerre a commencé son dernier discours, avant qu'Arcadio ne se rende compte que deux heures s'étaient écoulées. «Aunque los cargos comprobados no tuvieran sobrados méritos —decía el presidente—, la temeridad irresponsable y criminal con que el acusado empujó a sus subordinados a una muerte inútil, bastaría para merecerle la pena capital». "Even if the proven charges did not have much merit," said the president, "the irresponsible and criminal temerity with which the accused pushed his subordinates to a useless death would be enough to deserve capital punishment." "Même si les accusations avérées n'avaient pas beaucoup de mérite", a déclaré le président, "la témérité irresponsable et criminelle avec laquelle l'accusé a poussé ses subordonnés à une mort inutile suffirait à mériter la peine capitale". En la escuela desportillada donde experimentó por primera vez la seguridad del poder, a pocos metros del cuarto donde conoció la incertidumbre del amor, Arcadio encontró ridículo el formalismo de la muerte. In der zersplitterten Schule, in der er zum ersten Mal die Sicherheit der Macht erlebte, nur wenige Meter von dem Raum entfernt, in dem er die Ungewissheit der Liebe kennenlernte, fand Arcadio den Formalismus des Todes lächerlich. In the chipped school where he first experienced the security of power, a few meters from the room where he knew the uncertainty of love, Arcadio found the formalism of death ridiculous. Dans l'école ébréchée où il a connu pour la première fois la sécurité du pouvoir, à quelques mètres de la chambre où il a connu l'incertitude de l'amour, Arcadio a trouvé ridicule le formalisme de la mort. En realidad no le importaba la muerte sino la vida, y por eso la sensación que experimentó cuando pronunciaron la sentencia no fue una sensación de miedo sino de nostalgia. Ihm ging es nicht um den Tod, sondern um das Leben, und deshalb war das Gefühl, das er bei der Urteilsverkündung empfand, nicht das der Angst, sondern das der Nostalgie. In truth, death did not matter to him, but life, and that is why the feeling he experienced when the sentence was pronounced was not a feeling of fear but of nostalgia. No habló mientras no le preguntaron cuál era su última voluntad. Er sprach nicht, solange er nicht nach seinem letzten Wunsch gefragt wurde. He did not speak until they asked him what his last wish was.

—Díganle a mi mujer —contestó con voz bien timbrada— que le ponga a la niña el nombre de Úrsula. -Sagen Sie meiner Frau", antwortete er mit wohlklingender Stimme, "sie soll das Kind Ursula nennen. "Tell my wife," he answered in a well-pitched voice, "that she name the girl Úrsula." "Dis à ma femme," répondit-il d'une voix bien aiguë, "qu'elle nomme la fille Úrsula." —Hizo una pausa y confirmó—: Úrsula, como la abuela. -Er hielt inne und bestätigte: "Ursula, wie Oma. He paused and confirmed, "Ursula, like Grandma." Y díganle también que si el que va a nacer nace varón, que le pongan José Arcadio, pero no por el tío, sino por el abuelo. Und sagen Sie ihm auch, dass das Kind, wenn es ein Junge wird, José Arcadio heißen soll, nicht nach seinem Onkel, sondern nach seinem Großvater. And also tell him that if the one to be born is born a boy, that they name him José Arcadio, but not after his uncle, but rather after his grandfather.

Antes de que lo llevaran al paredón, el padre Nicanor trató de asistirlo. Before they took him to the wall, Father Nicanor tried to help him. Avant qu'ils ne l'emmènent contre le mur, le père Nicanor a essayé de l'aider. «No tengo nada de qué arrepentirme», dijo Arcadio, y se puso a las órdenes del pelotón después de tomarse una taza de café negro. "Ich bereue es nicht", sagte Arcadio und ging nach einer Tasse schwarzen Kaffees zum Zug. "I have nothing to regret," said Arcadio, and he put himself under the platoon's orders after drinking a cup of black coffee. « Je n'ai rien à regretter », dit Arcadio, et il se mit sous les ordres du peloton après avoir bu une tasse de café noir. El jefe del pelotón, especialista en ejecuciones sumarias, tenía un nombre que era mucho más que una casualidad: capitán Roque Carnicero. Der Anführer des Zuges, ein Spezialist für Hinrichtungen im Schnellverfahren, trug einen Namen, der mehr als nur ein Zufall war: Hauptmann Roque Carnicero. The platoon leader, a specialist in summary executions, had a name that was much more than a coincidence: Captain Roque Carnicero. Le chef de peloton, spécialiste des exécutions sommaires, portait un nom qui était bien plus qu'une coïncidence : le capitaine Roque Carnicero. Camino del cementerio, bajo la llovizna persistente, Arcadio observó que en el horizonte despuntaba un miércoles radiante. Auf dem Weg zum Friedhof, bei anhaltendem Nieselregen, bemerkte Arcadio, dass am Horizont ein strahlender Mittwoch aufzog. On the way to the cemetery, under the persistent drizzle, Arcadio observed that a radiant Wednesday was dawning on the horizon. Sur le chemin du cimetière, sous la bruine persistante, Arcadio observa qu'un mercredi radieux se levait à l'horizon. La nostalgia se desvanecía con la niebla y dejaba en su lugar una inmensa curiosidad. Nostalgia vanished with the mist, leaving in its place an immense curiosity. Solo cuando le ordenaron ponerse de espaldas al muro, Arcadio vio a Rebeca con el pelo mojado y un vestido de flores rosadas, abriendo la casa de par en par. Erst als man ihm befahl, mit dem Rücken zur Wand zu stehen, sah Arcadio Rebecca mit nassen Haaren und einem rosa geblümten Kleid, die das Haus weit öffnete. Only when they ordered him to stand with his back to the wall did Arcadio see Rebeca with wet hair and a dress with pink flowers, opening the house wide. Ce n'est que lorsqu'ils lui ont ordonné de se tenir dos au mur qu'Arcadio a vu Rebeca avec les cheveux mouillés et une robe à fleurs roses, ouvrant la maison en grand. Hizo un esfuerzo para que lo reconociera. Er hat sich bemüht, dass ich ihn erkenne. He made an effort to be recognized. Il a fait un effort pour être reconnu. En efecto, Rebeca miró casualmente hacia el muro y se quedó paralizada de estupor, y apenas pudo reaccionar para hacerle a Arcadio una señal de adiós con la mano. Tatsächlich warf Rebecca einen beiläufigen Blick auf die Wand und erstarrte vor Erstaunen, kaum in der Lage zu reagieren und Arcadio zum Abschied zu winken. In effect, Rebeca casually looked at the wall and froze with stupor, barely able to react to wave goodbye to Arcadio. En effet, Rebeca regarda avec désinvolture le mur et fut paralysée de stupeur, à peine capable de réagir pour dire au revoir à Arcadio. Arcadio le contestó en la misma forma. Arcadio answered him in the same way. Arcadio lui répondit de la même manière. En ese instante lo apuntaron las bocas ahumadas de los fusiles, y oyó letra por letra las encíclicas cantadas de Melquíades, y sintió los pasos perdidos de Santa Sofía de la Piedad, virgen, en el salón de clases, y experimentó en la nariz la misma dureza de hielo que le había llamado la atención en las fosas nasales del cadáver de Remedios. In diesem Augenblick richteten sich die rauchigen Mündungen der Gewehre auf ihn, und er hörte Buchstabe für Buchstabe die gesungenen Enzykliken des Melquiades, spürte die verirrten Schritte der heiligen Sophie der Barmherzigkeit, der Jungfrau, im Klassenzimmer und empfand in seiner Nase dieselbe eisige Härte, die ihn in den Nasenlöchern des Leichnams von Remedios getroffen hatte. At that instant the smoked muzzles of the rifles pointed at him, and he heard Melquíades' sung encyclicals letter by letter, and he felt the lost footsteps of Santa Sofía de la Piedad, a virgin, in the classroom, and he experienced in his nose the same icy hardness that had caught his attention in the nostrils of Remedios's corpse. À cet instant, les canons fumés des fusils pointaient vers lui, et il entendit lettre par lettre les encycliques chantées de Melquiades, et il sentit les pas perdus de Santa Sofía de la Piedad, une vierge, dans la salle de classe, et il ressentit dans son nez la même dureté glaciale qui avait attiré son attention dans les narines du cadavre de Remedios. «¡Ah, carajo! "Oh shit! "Oh merde! —alcanzó a pensar—, se me olvidó decir que si nacía mujer la pusieran Remedios». -Ich habe vergessen zu sagen, dass sie, wenn sie als Frau geboren wurde, Remedios heißen sollte", dachte er. —she managed to think—, I forgot to say that if she was born a woman, they should name her Remedios». —arriva-t-elle à penser—, j'ai oublié de dire que si elle était née femme, ils devraient l'appeler Remedios». Entonces, acumulado en un zarpazo desgarrador, volvió a sentir todo el terror que le atormentó en la vida. Dann, in einem herzzerreißenden, geballten Schwung, spürte er wieder die ganze Angst, die ihn in seinem Leben gequält hatte. Then, accumulated in a heartrending claw, he felt again all the terror that had tormented him in life. Puis, accumulé en une griffe déchirante, il ressentit à nouveau toute la terreur qui l'avait tourmenté dans la vie. El capitán dio la orden de fuego. The captain gave the order to fire. Arcadio apenas tuvo tiempo de sacar el pecho y levantar la cabeza, sin comprender de dónde fluía el líquido ardiente que le quemaba los muslos. Arcadio hatte kaum Zeit, seine Brust herauszustrecken und den Kopf zu heben, ohne zu verstehen, woher die brennende Flüssigkeit floss, die seine Schenkel verbrannte. Arcadio barely had time to stick out his chest and raise his head, not understanding where the burning liquid that burned his thighs flowed from. Arcadio eut à peine le temps de bomber le torse et de relever la tête, ne comprenant pas d'où coulait le liquide brûlant qui lui brûlait les cuisses.

—¡Cabrones! — Bastards! —gritó—. -scream-. ¡Viva el partido liberal! Long live the liberal party!