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Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 6 (2)

Capítulo 6 (2)

Pietro Crespi perdió el dominio de sí mismo. Lloró sin pudor, casi rompiéndose los dedos de desesperación, pero no logró quebrantarla. «No pierdas el tiempo», fue todo cuanto dijo Amaranta. «Si en verdad me quieres tanto, no vuelvas a pisar esta casa». Úrsula creyó enloquecer de vergüenza. Pietro Crespi agotó los recursos de la súplica. Llegó a increíbles extremos de humillación. Lloró toda una tarde en el regazo de Úrsula, que hubiera vendido el alma por consolarlo. En noches de lluvia se le vio merodear por la casa con un paraguas de seda, tratando de sorprender una luz en el dormitorio de Amaranta. Nunca estuvo mejor vestido que en esa época. Su augusta cabeza de emperador atormentado adquirió un extraño aire de grandeza. Importunó a las amigas de Amaranta, las que iban a bordar en el corredor, para que trataran de persuadirla. Descuidó los negocios. Pasaba el día en la trastienda, escribiendo esquelas desatinadas, que hacía llegar a Amaranta con membranas de pétalos y mariposas disecadas, y que ella devolvía sin abrir. Se encerraba horas y horas a tocar la cítara. Una noche cantó. Macondo despertó en una especie de estupor, angelizado por una cítara que no merecía ser de este mundo y una voz como no podía concebirse que hubiera otra en la tierra con tanto amor. Pietro Crespi vio entonces la luz en todas las ventanas del pueblo, menos en la de Amaranta. El dos de noviembre, día de todos los muertos, su hermano abrió el almacén y encontró todas las lámparas encendidas y todas las cajas musicales destapadas y todos los relojes trabados en una hora interminable, y en medio de aquel concierto disparatado encontró a Pietro Crespi en el escritorio de la trastienda, con las muñecas cortadas a navaja y las dos manos metidas en una palangana de benjuí.

Úrsula dispuso que se le velara en la casa. El padre Nicanor se oponía a los oficios religiosos y a la sepultura en tierra sagrada. Úrsula se le enfrentó. «De algún modo que ni usted ni yo podemos entender, ese hombre era un santo», dijo. «Así que lo voy a enterrar, contra su voluntad, junto a la tumba de Melquíades». Lo hizo, con el respaldo de todo el pueblo, en funerales magníficos. Amaranta no abandonó el dormitorio. Oyó desde su cama el llanto de Úrsula, los pasos y murmullos de la multitud que invadió la casa, los aullidos de las plañideras, y luego un hondo silencio oloroso a flores pisoteadas. Durante mucho tiempo siguió sintiendo el hálito de lavanda de Pietro Crespi al atardecer, pero tuvo fuerzas para no sucumbir al delirio. Úrsula la abandonó. Ni siquiera levantó los ojos para apiadarse de ella, la tarde en que Amaranta entró en la cocina y puso la mano en las brasas del fogón, hasta que le dolió tanto que no sintió más dolor, sino la pestilencia de su propia carne chamuscada. Fue una cura de burro para el remordimiento. Durante varios días anduvo por la casa con la mano metida en un tazón con claras de huevo, y cuando sanaron las quemaduras pareció como si las claras de huevo hubieran cicatrizado también las úlceras de su corazón. La única huella externa que le dejó la tragedia fue la venda de gasa negra que se puso en la mano quemada, y que había de llevar hasta la muerte.

Arcadio dio una rara muestra de generosidad, al proclamar mediante un bando el duelo oficial por la muerte de Pietro Crespi. Úrsula lo interpretó como el regreso del cordero extraviado. Pero se equivocó. Había perdido a Arcadio, no desde que vistió el uniforme militar, sino desde siempre. Creía haberlo criado como a un hijo, como crio a Rebeca, sin privilegios ni discriminaciones. Sin embargo, Arcadio era un niño solitario y asustado durante la peste del insomnio, en medio de la fiebre utilitaria de Úrsula, de los delirios de José Arcadio Buendía, del hermetismo de Aureliano, de la rivalidad mortal entre Amaranta y Rebeca. Aureliano le enseñó a leer y escribir, pensando en otra cosa, como lo hubiera hecho un extraño. Le regalaba su ropa, para que Visitación la redujera, cuando ya estaba de tirar. Arcadio sufría con sus zapatos demasiado grandes, con sus pantalones remendados, con sus nalgas de mujer. Nunca logró comunicarse con nadie mejor que lo hizo con Visitación y Cataure en su lengua. Melquíades fue el único que en realidad se ocupó de él, que le hacía escuchar sus textos incomprensibles y le daba instrucciones sobre el arte de la daguerrotipia. Nadie se imaginaba cuánto lloró su muerte en secreto, y con qué desesperación trató de revivirlo en el estudio inútil de sus papeles. La escuela, donde se le ponía atención y se le respetaba, y luego el poder, con sus bandos terminantes y su uniforme de gloria, lo liberaron del peso de una antigua amargura. Una noche, en la tienda de Catarino, alguien se atrevió a decirle: «No mereces el apellido que llevas». Al contrario de lo que todos esperaban, Arcadio no lo hizo fusilar.

—A mucha honra —dijo—, no soy un Buendía.

Quienes conocían el secreto de su filiación, pensaron por aquella réplica que también él estaba al corriente, pero en realidad no lo estuvo nunca. Pilar Ternera, su madre, que le había hecho hervir la sangre en el cuarto de daguerrotipia, fue para él una obsesión tan irresistible como lo fue primero para José Arcadio y luego para Aureliano. A pesar de que había perdido sus encantos y el esplendor de su risa, él la buscaba y la encontraba en el rastro de su olor de humo. Poco antes de la guerra, un mediodía en que ella fue más tarde que de costumbre a buscar a su hijo menor a la escuela, Arcadio la estaba esperando en el cuarto donde solía hacer la siesta, y donde después instaló el cepo. Mientras el niño jugaba en el patio, él esperó en la hamaca, temblando de ansiedad, sabiendo que Pilar Ternera tenía que pasar por ahí. Llegó. Arcadio la agarró por la muñeca y trató de meterla en la hamaca. «No puedo, no puedo», dijo Pilar Ternera horrorizada. «No te imaginas cómo quisiera complacerte, pero Dios es testigo que no puedo». Arcadio la agarró por la cintura con su tremenda fuerza hereditaria, y sintió que el mundo se borraba al contacto de su piel. «No te hagas la santa», decía. «Al fin, todo el mundo sabe que eres una puta». Pilar se sobrepuso al asco que le inspiraba su miserable destino.

—Los niños se van a dar cuenta —murmuró—. Es mejor que esta noche dejes la puerta sin tranca.

Arcadio la esperó aquella noche tiritando de fiebre en la hamaca. Esperó sin dormir, oyendo los grillos alborotados de la madrugada sin término y el horario implacable de los alcaravanes, cada vez más convencido de que lo habían engañado. De pronto, cuando la ansiedad se había descompuesto en rabia, la puerta se abrió. Pocos meses después, frente al pelotón de fusilamiento, Arcadio había de revivir los pasos perdidos en el salón de clases, los tropiezos contra los escaños, y por último la densidad de un cuerpo en las tinieblas del cuarto y los latidos del aire bombeado por un corazón que no era el suyo. Extendió la mano y encontró otra mano con dos sortijas en un mismo dedo, que estaba a punto de naufragar en la oscuridad. Sintió la nervadura de sus venas, el pulso de su infortunio, y sintió la palma húmeda con la línea de la vida tronchada en la base del pulgar por el zarpazo de la muerte. Entonces comprendió que no era esa la mujer que esperaba, porque no olía a humo sino a brillantina de florecitas, y tenía los senos inflados y ciegos con pezones de hombre, y el sexo pétreo y redondo como una nuez, y la ternura caótica de la inexperiencia exaltada. Era virgen y tenía el nombre inverosímil de Santa Sofía de la Piedad. Pilar Ternera le había pagado cincuenta pesos, la mitad de sus ahorros de toda la vida, para que hiciera lo que estaba haciendo. Arcadio la había visto muchas veces, atendiendo la tiendecita de víveres de sus padres, y nunca se había fijado en ella, porque tenía la rara virtud de no existir por completo sino en el momento oportuno. Pero desde aquel día se enroscó como un gato al calor de su axila. Ella iba a la escuela a la hora de la siesta, con el consentimiento de sus padres, a quienes Pilar Ternera había pagado la otra mitad de sus ahorros. Más tarde, cuando las tropas del gobierno los desalojaron del local, se amaban entre las latas de manteca y los sacos de maíz de la trastienda. Por la época en que Arcadio fue nombrado jefe civil y militar, tuvieron una hija.

Los únicos parientes que se enteraron fueron José Arcadio y Rebeca, con quienes Arcadio mantenía entonces relaciones íntimas, fundadas no tanto en el parentesco como en la complicidad. José Arcadio había doblegado la cerviz al yugo matrimonial. El carácter firme de Rebeca, la voracidad de su vientre, su tenaz ambición, absorbieron la descomunal energía del marido, que de holgazán y mujeriego se convirtió en un enorme animal de trabajo. Tenían una casa limpia y ordenada. Rebeca la abría de par en par al amanecer, y el viento de las tumbas entraba por las ventanas y salía por las puertas del patio, y dejaba las paredes blanqueadas y los muebles curtidos por el salitre de los muertos. El hambre de tierra, el cloc cloc de los huesos de sus padres, la impaciencia de su sangre frente a la pasividad de Pietro Crespi, estaban relegados al desván de la memoria. Todo el día bordaba junto a la ventana, ajena a la zozobra de la guerra, hasta que los potes de cerámica empezaban a vibrar en el aparador y ella se levantaba a calentar la comida, mucho antes de que aparecieran los escuálidos perros rastreadores y luego el coloso de polainas y espuelas y con escopeta de dos cañones, que a veces llevaba un venado al hombro y casi siempre un sartal de conejos o de patos silvestres. Una tarde, al principio de su gobierno, Arcadio fue a visitarlos de un modo intempestivo. No lo veían desde que abandonaron la casa, pero se mostró tan cariñoso y familiar que lo invitaron a compartir el guisado.

Solo cuando tomaban el café reveló Arcadio el motivo de su visita: había recibido una denuncia contra José Arcadio. Se decía que empezó arando su patio y había seguido derecho por las tierras contiguas, derribando cercas y arrasando ranchos con sus bueyes, hasta apoderarse por la fuerza de los mejores predios del contorno. A los campesinos que no había despojado, porque no le interesaban sus tierras, les impuso una contribución que cobraba cada sábado con los perros de presa y la escopeta de dos cañones. No lo negó. Fundaba su derecho en que las tierras usurpadas habían sido distribuidas por José Arcadio Buendía en los tiempos de la fundación, y creía posible demostrar que su padre estaba loco desde entonces, puesto que dispuso de un patrimonio que en realidad pertenecía a la familia. Era un alegato innecesario, porque Arcadio no había ido a hacer justicia. Ofreció simplemente crear una oficina de registro de la propiedad para que José Arcadio legalizara los títulos de la tierra usurpada, con la condición de que delegara en el gobierno local el derecho de cobrar las contribuciones. Se pusieron de acuerdo. Años después, cuando el coronel Aureliano Buendía examinó los títulos de propiedad, encontró que estaban registradas a nombre de su hermano todas las tierras que se divisaban desde la colina de su patio hasta el horizonte, inclusive el cementerio, y que en los once meses de su mandato Arcadio había cargado no solo con el dinero de las contribuciones, sino también con el que cobraba al pueblo por el derecho de enterrar a los muertos en predios de José Arcadio.

Úrsula tardó varios meses en saber lo que ya era del dominio público, porque la gente se lo ocultaba para no aumentarle el sufrimiento. Empezó por sospecharlo. «Arcadio está construyendo una casa», le confió con fingido orgullo a su marido, mientras trataba de meterle en la boca una cucharada de jarabe de totumo. Sin embargo, suspiró involuntariamente: «No sé por qué todo esto me huele mal». Más tarde cuando se enteró de que Arcadio no solo había terminado la casa sino que había encargado un mobiliario vienés, confirmó la sospecha de que estaba disponiendo de los fondos públicos. «Eres la vergüenza de nuestro apellido», le gritó un domingo después de misa, cuando lo vio en la casa nueva jugando barajas con sus oficiales. Arcadio no le prestó atención. Solo entonces supo Úrsula que tenía una hija de seis meses, y que Santa Sofía de la Piedad, con quien vivía sin casarse, estaba otra vez encinta. Resolvió escribirle al coronel Aureliano Buendía, en cualquier lugar en que se encontrara, para ponerlo al corriente de la situación. Pero los acontecimientos que se precipitaron por aquellos días no solo impidieron sus propósitos, sino que la hicieron arrepentirse de haberlos concebido. La guerra, que hasta entonces no había sido más que una palabra para designar una circunstancia vaga y remota, se concretó en una realidad dramática. A fines de febrero llegó a Macondo una anciana de aspecto ceniciento, montada en un burro cargado de escobas. Parecía tan inofensiva, que las patrullas de vigilancia la dejaron pasar sin preguntas, como uno más de los vendedores que a menudo llegaban de los pueblos de la ciénaga. Fue directamente al cuartel. Arcadio la recibió en el local donde antes estuvo el salón de clases, y que entonces estaba transformado en una especie de campamento de retaguardia, con hamacas enrolladas y colgadas en las argollas y petates amontonados en los rincones, y fusiles y carabinas y hasta escopetas de cacería dispersos por el suelo. La anciana se cuadró en un saludo militar antes de identificarse:

Capítulo 6 (2) Kapitel 6 (2) Chapter 6 (2) Chapitre 6 (2) Rozdział 6 (2) Capítulo 6 (2) Глава 6 (2) Bölüm 6 (2)

Pietro Crespi perdió el dominio de sí mismo. Pietro Crespi lost control of himself. Lloró sin pudor, casi rompiéndose los dedos de desesperación, pero no logró quebrantarla. He cried shamelessly, almost breaking his fingers in despair, but he couldn't break her. Il pleura sans vergogne, se cassant presque les doigts de désespoir, mais il ne pouvait pas la briser. «No pierdas el tiempo», fue todo cuanto dijo Amaranta. "Verschwenden Sie nicht Ihre Zeit", war alles, was Amaranta sagte. "Don't waste your time," was all Amaranta said. «Si en verdad me quieres tanto, no vuelvas a pisar esta casa». "Wenn du mich wirklich so sehr liebst, darfst du nie wieder einen Fuß in dieses Haus setzen". "If you really love me so much, don't set foot in this house again." Úrsula creyó enloquecer de vergüenza. Ursula dachte, sie würde vor Scham verrückt werden. Úrsula thought she was going crazy with shame. Pietro Crespi agotó los recursos de la súplica. Pietro Crespi exhausted the resources of the plea. Llegó a increíbles extremos de humillación. He went to unbelievable lengths of humiliation. Lloró toda una tarde en el regazo de Úrsula, que hubiera vendido el alma por consolarlo. He cried an entire afternoon on Úrsula's lap, who would have sold her soul to comfort him. En noches de lluvia se le vio merodear por la casa con un paraguas de seda, tratando de sorprender una luz en el dormitorio de Amaranta. On rainy nights he was seen hanging around the house with a silk umbrella, trying to surprise a light in Amaranta's bedroom. Les nuits pluvieuses, on l'a vu rôder autour de la maison avec un parapluie en soie, essayant de surprendre une lumière dans la chambre d'Amaranta. Nunca estuvo mejor vestido que en esa época. He was never better dressed than at that time. Su augusta cabeza de emperador atormentado adquirió un extraño aire de grandeza. His august head of a tormented emperor took on a strange air of grandeur. Importunó a las amigas de Amaranta, las que iban a bordar en el corredor, para que trataran de persuadirla. She importuned Amaranta's friends, the ones who were going to embroider in the corridor, so that they would try to persuade her. Elle a importuné les amies d'Amaranta, celles qui allaient broder dans le couloir, pour qu'elles essaient de la persuader. Descuidó los negocios. He neglected business. Pasaba el día en la trastienda, escribiendo esquelas desatinadas, que hacía llegar a Amaranta con membranas de pétalos y mariposas disecadas, y que ella devolvía sin abrir. He spent the day in the back room, writing absurd obituaries, which he sent to Amaranta with membranes of petals and stuffed butterflies, and which she returned unopened. Il passa la journée dans l'arrière-salle à écrire des nécrologies absurdes, qu'il envoya à Amaranta avec des membranes de pétales et de papillons empaillés, et qu'elle lui rendit non ouvertes. Se encerraba horas y horas a tocar la cítara. Er schloss sich stundenlang ein und spielte auf der Zither. He locked himself up for hours and hours to play the zither. Una noche cantó. One night he sang. Macondo despertó en una especie de estupor, angelizado por una cítara que no merecía ser de este mundo y una voz como no podía concebirse que hubiera otra en la tierra con tanto amor. Macondo woke up in a kind of stupor, angelized by a zither that did not deserve to be of this world and a voice like it was impossible to conceive that there was another on earth with so much love. Pietro Crespi vio entonces la luz en todas las ventanas del pueblo, menos en la de Amaranta. Pietro Crespi then saw the light in all the windows of the town, except in Amaranta's. El dos de noviembre, día de todos los muertos, su hermano abrió el almacén y encontró todas las lámparas encendidas y todas las cajas musicales destapadas y todos los relojes trabados en una hora interminable, y en medio de aquel concierto disparatado encontró a Pietro Crespi en el escritorio de la trastienda, con las muñecas cortadas a navaja y las dos manos metidas en una palangana de benjuí. Am zweiten November, dem Tag aller Toten, öffnete sein Bruder den Laden und fand alle Lampen angezündet und alle Spieluhren aufgedeckt und alle Uhren in einer endlosen Stunde stehengeblieben, und mitten in diesem verrückten Konzert fand er Pietro Crespi auf dem Schreibtisch im Hinterzimmer, mit rasiermesserscharfen Handgelenken und beiden Händen in einer Benzoewanne. On November second, the day of all the dead, his brother opened the store and found all the lamps lit and all the music boxes uncovered and all the clocks stuck in an endless hour, and in the middle of that crazy concert he found Pietro Crespi in the desk in the back room, with razor-cut wrists and both hands in a basin of benzoin. Le 2 novembre, le jour de tous les morts, son frère ouvrit le magasin et trouva toutes les lampes allumées et toutes les boîtes à musique découvertes et toutes les horloges bloquées dans une heure interminable, et au milieu de ce concert fou il trouva Pietro Crespi dans le bureau de l'arrière-salle, les poignets coupés au rasoir et les deux mains dans une bassine de benjoin.

Úrsula dispuso que se le velara en la casa. Úrsula arranged for him to be watched at home. Úrsula s'est arrangée pour qu'il soit surveillé à la maison. El padre Nicanor se oponía a los oficios religiosos y a la sepultura en tierra sagrada. Father Nicanor was opposed to religious services and burial in sacred ground. Úrsula se le enfrentó. Ursula confronted him. «De algún modo que ni usted ni yo podemos entender, ese hombre era un santo», dijo. "In some way that neither you nor I can understand, that man was a saint," he said. «Así que lo voy a enterrar, contra su voluntad, junto a la tumba de Melquíades». «So I am going to bury him, against his will, next to Melquíades' tomb». Lo hizo, con el respaldo de todo el pueblo, en funerales magníficos. He did it, with the support of the entire town, in magnificent funerals. Amaranta no abandonó el dormitorio. Amaranta did not leave the bedroom. Oyó desde su cama el llanto de Úrsula, los pasos y murmullos de la multitud que invadió la casa, los aullidos de las plañideras, y luego un hondo silencio oloroso a flores pisoteadas. From his bed, he heard Úrsula crying, the footsteps and murmurs of the crowd that invaded the house, the howls of the mourners, and then a deep silence redolent of trampled flowers. De son lit, il entendit les pleurs d'Úrsula, les pas et les murmures de la foule qui envahissait la maison, les hurlements des personnes en deuil, puis un profond silence qui sentait les fleurs piétinées. Durante mucho tiempo siguió sintiendo el hálito de lavanda de Pietro Crespi al atardecer, pero tuvo fuerzas para no sucumbir al delirio. For a long time he continued to feel Pietro Crespi's lavender breath at sunset, but he had the strength not to succumb to delirium. Úrsula la abandonó. Ursula abandoned her. Ni siquiera levantó los ojos para apiadarse de ella, la tarde en que Amaranta entró en la cocina y puso la mano en las brasas del fogón, hasta que le dolió tanto que no sintió más dolor, sino la pestilencia de su propia carne chamuscada. He didn't even raise his eyes to take pity on her, the afternoon Amaranta entered the kitchen and put her hand on the embers of the stove, until it hurt so much that she felt no more pain, but the stench of her own charred flesh. Il n'a même pas levé les yeux pour avoir pitié d'elle, l'après-midi où Amaranta est entrée dans la cuisine et a posé sa main sur les braises du poêle, jusqu'à ce que ça fasse si mal qu'elle ne ressente plus de douleur, mais la puanteur de la sienne. chair brûlée. Fue una cura de burro para el remordimiento. It was a donkey cure for remorse. Durante varios días anduvo por la casa con la mano metida en un tazón con claras de huevo, y cuando sanaron las quemaduras pareció como si las claras de huevo hubieran cicatrizado también las úlceras de su corazón. For several days he walked around the house with his hand in a bowl of egg whites, and when the burns healed it seemed as if the egg whites had also healed the ulcers on his heart. La única huella externa que le dejó la tragedia fue la venda de gasa negra que se puso en la mano quemada, y que había de llevar hasta la muerte. Das einzige äußere Zeichen, das die Tragödie hinterließ, war der schwarze Mullverband an seiner verbrannten Hand, den er bis zu seinem Tod tragen sollte. The only external trace left by the tragedy was the black gauze bandage that he put on his burned hand, and that he had to wear until death. La seule trace extérieure laissée par le drame est le bandage de gaze noire qu'il a mis sur sa main brûlée, et qu'il a dû porter jusqu'à la mort.

Arcadio dio una rara muestra de generosidad, al proclamar mediante un bando el duelo oficial por la muerte de Pietro Crespi. Arcadio gave a rare display of generosity by proclaiming the official mourning for the death of Pietro Crespi by means of a proclamation. Arcadio a fait preuve d'une rare générosité en proclamant le deuil officiel de la mort de Pietro Crespi au moyen d'une proclamation. Úrsula lo interpretó como el regreso del cordero extraviado. Ursula deutete es als die Rückkehr des verlorenen Lamms. Úrsula interpreted it as the return of the lost lamb. Ursula l'a interprété comme le retour de l'agneau perdu. Pero se equivocó. But he was wrong. Había perdido a Arcadio, no desde que vistió el uniforme militar, sino desde siempre. Ich hatte Arcadio verloren, nicht seit er die Militäruniform trug, sondern schon immer. She had lost Arcadio, not since he wore the military uniform, but forever. Creía haberlo criado como a un hijo, como crio a Rebeca, sin privilegios ni discriminaciones. He believed he had raised him like a son, as he raised Rebeca, without privileges or discrimination. Sin embargo, Arcadio era un niño solitario y asustado durante la peste del insomnio, en medio de la fiebre utilitaria de Úrsula, de los delirios de José Arcadio Buendía, del hermetismo de Aureliano, de la rivalidad mortal entre Amaranta y Rebeca. However, Arcadio was a lonely and frightened child during the plague of insomnia, in the midst of Úrsula's utilitarian fever, José Arcadio Buendía's delusions, Aureliano's hermeticism, and the deadly rivalry between Amaranta and Rebeca. Aureliano le enseñó a leer y escribir, pensando en otra cosa, como lo hubiera hecho un extraño. Aureliano brachte ihm das Lesen und Schreiben bei, wobei er an etwas anderes dachte, wie es ein Fremder getan hätte. Aureliano taught him to read and write, thinking about something else, as a stranger would have done. Le regalaba su ropa, para que Visitación la redujera, cuando ya estaba de tirar. Er gab ihr seine Kleider, damit Visitation sie reduzieren konnte, als er sie bereits wegwarf. He gave her his clothes, so that Visitation could reduce them, when he was already throwing them away. Il lui a donné ses vêtements, pour que Visitation puisse les réduire, alors qu'il les jetait déjà. Arcadio sufría con sus zapatos demasiado grandes, con sus pantalones remendados, con sus nalgas de mujer. Arcadio suffered with his shoes that were too big, with his patched pants, with his woman's buttocks. Nunca logró comunicarse con nadie mejor que lo hizo con Visitación y Cataure en su lengua. He never managed to communicate with anyone better than he did with Visitation and Cataure in their language. Melquíades fue el único que en realidad se ocupó de él, que le hacía escuchar sus textos incomprensibles y le daba instrucciones sobre el arte de la daguerrotipia. Melquíades was the only one who really took care of him, who made him listen to his incomprehensible texts and gave him instructions on the art of daguerreotype. Nadie se imaginaba cuánto lloró su muerte en secreto, y con qué desesperación trató de revivirlo en el estudio inútil de sus papeles. No one imagined how much he secretly wept over his death, and with what desperation he tried to revive him in the useless study of his papers. La escuela, donde se le ponía atención y se le respetaba, y luego el poder, con sus bandos terminantes y su uniforme de gloria, lo liberaron del peso de una antigua amargura. The school, where he was paid attention to and respected, and then power, with its strict factions and its uniform of glory, freed him from the weight of an old bitterness. L'école, où il était écouté et respecté, puis le pouvoir, avec ses factions strictes et son uniforme de gloire, l'ont libéré du poids d'une vieille amertume. Una noche, en la tienda de Catarino, alguien se atrevió a decirle: «No mereces el apellido que llevas». One night, in Catarino's store, someone dared to tell him: "You don't deserve the last name you have." Al contrario de lo que todos esperaban, Arcadio no lo hizo fusilar. Entgegen aller Erwartungen hat Arcadio ihn nicht erschießen lassen. Contrary to what everyone expected, Arcadio did not have him shot.

—A mucha honra —dijo—, no soy un Buendía. "To the best of my honour," he said, "I am not a Buendía."

Quienes conocían el secreto de su filiación, pensaron por aquella réplica que también él estaba al corriente, pero en realidad no lo estuvo nunca. Diejenigen, die das Geheimnis seiner Zugehörigkeit kannten, dachten aufgrund dieser Antwort, dass auch er sich dessen bewusst war, aber in Wirklichkeit war er es nie. Those who knew the secret of his affiliation, thought from that reply that he was also aware, but in reality he never was. Pilar Ternera, su madre, que le había hecho hervir la sangre en el cuarto de daguerrotipia, fue para él una obsesión tan irresistible como lo fue primero para José Arcadio y luego para Aureliano. Pilar Ternera, seine Mutter, die sein Blut im Daguerreotypie-Saal zum Kochen gebracht hatte, war für ihn eine ebenso unwiderstehliche Obsession wie sie es zuerst für José Arcadio und dann für Aureliano war. Pilar Ternera, his mother, who had made his blood boil in the daguerreotype room, was for him an obsession as irresistible as it was first for José Arcadio and then for Aureliano. A pesar de que había perdido sus encantos y el esplendor de su risa, él la buscaba y la encontraba en el rastro de su olor de humo. Obwohl sie ihren Charme und den Glanz ihres Lachens verloren hatte, suchte er sie und fand sie auf der Spur ihres Rauchgeruchs. Although she had lost her charms and the splendor of her laughter, he searched for her and found her on the trail of her scent of smoke. Poco antes de la guerra, un mediodía en que ella fue más tarde que de costumbre a buscar a su hijo menor a la escuela, Arcadio la estaba esperando en el cuarto donde solía hacer la siesta, y donde después instaló el cepo. Kurz vor dem Krieg, als sie eines Mittags später als gewöhnlich ihren jüngsten Sohn von der Schule abholte, wartete Arcadio in dem Zimmer auf sie, in dem sie gewöhnlich ihre Siesta hielt und in dem sie später die Falle installierte. Shortly before the war, one noon when she went later than usual to pick up her youngest son from school, Arcadio was waiting for her in the room where he used to take his siesta, and where he later set up the trap. Mientras el niño jugaba en el patio, él esperó en la hamaca, temblando de ansiedad, sabiendo que Pilar Ternera tenía que pasar por ahí. While the boy played in the yard, he waited in the hammock, trembling with anxiety, knowing that Pilar Ternera had to come by. Llegó. Es ist angekommen. I arrive. Arcadio la agarró por la muñeca y trató de meterla en la hamaca. Arcadio grabbed her by the wrist and tried to get her into the hammock. «No puedo, no puedo», dijo Pilar Ternera horrorizada. "Ich kann nicht, ich kann nicht", sagte Pilar Ternera entsetzt. "I can't, I can't," said Pilar Ternera, horrified. «No te imaginas cómo quisiera complacerte, pero Dios es testigo que no puedo». "Du kannst dir nicht vorstellen, wie gerne ich dir gefallen würde, aber da Gott mein Zeuge ist, kann ich es nicht". "You can't imagine how I would like to please you, but God is my witness that I can't." "Tu ne peux pas imaginer à quel point je voudrais te plaire, mais Dieu m'est témoin que je ne peux pas." Arcadio la agarró por la cintura con su tremenda fuerza hereditaria, y sintió que el mundo se borraba al contacto de su piel. Arcadio packte sie mit seiner ungeheuren erblichen Kraft um die Taille, und sie spürte, wie die Welt bei der Berührung seiner Haut dahinschmolz. Arcadio grabbed her around the waist with his tremendous hereditary strength, and felt the world disappear at the contact of her skin. «No te hagas la santa», decía. "Spielen Sie nicht den Heiligen", sagte sie. "Don't play the saint," he said. «Al fin, todo el mundo sabe que eres una puta». "Finally, everyone knows you're a whore." Pilar se sobrepuso al asco que le inspiraba su miserable destino. Pilar überwand ihren Abscheu vor ihrem erbärmlichen Schicksal. Pilar overcame the disgust that her miserable fate inspired in her.

—Los niños se van a dar cuenta —murmuró—. -Die Kinder werden es merken", murmelte er. "The children will find out," he murmured. Es mejor que esta noche dejes la puerta sin tranca. Lassen Sie die Tür heute Abend besser unverschlossen. It is better that tonight you leave the door unlocked. Il vaut mieux que ce soir vous laissiez la porte ouverte.

Arcadio la esperó aquella noche tiritando de fiebre en la hamaca. Arcadio waited for her that night shivering with fever in the hammock. Arcadio l'a attendue cette nuit-là en grelottant de fièvre dans le hamac. Esperó sin dormir, oyendo los grillos alborotados de la madrugada sin término y el horario implacable de los alcaravanes, cada vez más convencido de que lo habían engañado. He waited without sleeping, listening to the riotous crickets of the endless dawn and the relentless schedule of the curlews, more and more convinced that they had tricked him. Il attendit sans dormir, écoutant les criquets tapageurs de l'aube interminable et l'horaire implacable des courlis, de plus en plus convaincu qu'ils l'avaient trompé. De pronto, cuando la ansiedad se había descompuesto en rabia, la puerta se abrió. Suddenly, when the anxiety had broken down into rage, the door opened. Pocos meses después, frente al pelotón de fusilamiento, Arcadio había de revivir los pasos perdidos en el salón de clases, los tropiezos contra los escaños, y por último la densidad de un cuerpo en las tinieblas del cuarto y los latidos del aire bombeado por un corazón que no era el suyo. A few months later, facing the firing squad, Arcadio had to relive the lost steps in the classroom, the stumbling against the benches, and finally the density of a body in the darkness of the room and the throbbing of the air pumped by a heart that was not his. Quelques mois plus tard, face au peloton d'exécution, Arcadio devait revivre les pas perdus dans la salle de classe, les trébuchements contre les bancs, et enfin la densité d'un corps dans l'obscurité de la salle et la pulsation de l'air pompé par un cœur. ce n'était pas le sien. Extendió la mano y encontró otra mano con dos sortijas en un mismo dedo, que estaba a punto de naufragar en la oscuridad. Er streckte seine Hand aus und fand eine andere Hand mit zwei Ringen am selben Finger, die in der Dunkelheit Schiffbruch erlitt. He reached out and found another hand with two rings on one finger, which was about to sink in the dark. Sintió la nervadura de sus venas, el pulso de su infortunio, y sintió la palma húmeda con la línea de la vida tronchada en la base del pulgar por el zarpazo de la muerte. He felt the ribbing of his veins, the pulse of his misfortune, and felt the damp palm with the line of life severed at the base of the thumb by the claw of death. Il sentit le battement de ses veines, le pouls de son malheur, et sentit la paume humide avec la ligne de vie coupée à la base du pouce par la griffe de la mort. Entonces comprendió que no era esa la mujer que esperaba, porque no olía a humo sino a brillantina de florecitas, y tenía los senos inflados y ciegos con pezones de hombre, y el sexo pétreo y redondo como una nuez, y la ternura caótica de la inexperiencia exaltada. Dann wurde ihm klar, dass dies nicht die Frau war, die er erwartet hatte, denn sie roch nicht nach Rauch, sondern nach Blumenglitter, hatte aufgeblasene Brüste und blinde männliche Brustwarzen, ein Geschlecht, steinig und rund wie eine Walnuss, und die chaotische Zärtlichkeit der erhabenen Unerfahrenheit. Then he understood that this was not the woman he expected, because she did not smell of smoke but of flower glitter, and her breasts were swollen and blind with man's nipples, and her sex was stony and round as a walnut, and the chaotic tenderness of the heightened inexperience. Alors il comprit que ce n'était pas la femme qu'il attendait, car elle ne sentait pas la fumée mais le scintillement des fleurs, et ses seins étaient gonflés et aveuglés de mamelons d'homme, et son sexe était pierreux et rond comme une noix, et la tendresse chaotique de l'inexpérience accrue. Era virgen y tenía el nombre inverosímil de Santa Sofía de la Piedad. Sie war eine Jungfrau und trug den unwahrscheinlichen Namen "Heilige Sophia der Barmherzigkeit". She was a virgin and had the unlikely name of Santa Sofía de la Piedad. Elle était vierge et portait le nom improbable de Santa Sofía de la Piedad. Pilar Ternera le había pagado cincuenta pesos, la mitad de sus ahorros de toda la vida, para que hiciera lo que estaba haciendo. Pilar Ternera had paid him fifty pesos, half of her life savings, to do what he was doing. Arcadio la había visto muchas veces, atendiendo la tiendecita de víveres de sus padres, y nunca se había fijado en ella, porque tenía la rara virtud de no existir por completo sino en el momento oportuno. Arcadio hatte sie oft gesehen, als er sich um den Lebensmittelladen seiner Eltern kümmerte, und sie war ihm nie aufgefallen, weil sie die seltene Tugend besaß, nur dann völlig abwesend zu sein, wenn es darauf ankam. Arcadio had seen her many times, attending his parents' little grocery store, and he had never noticed her, because she had the rare virtue of not fully existing except at the right moment. Arcadio l'avait souvent vue fréquenter la petite épicerie de ses parents, et il ne l'avait jamais remarquée, car elle avait la rare vertu de n'exister pleinement qu'au bon moment. Pero desde aquel día se enroscó como un gato al calor de su axila. Aber von diesem Tag an rollte er sich wie eine Katze in der Wärme ihrer Achselhöhle zusammen. But from that day on he curled up like a cat in the warmth of his armpit. Mais à partir de ce jour, il se recroquevilla comme un chat dans la chaleur de son aisselle. Ella iba a la escuela a la hora de la siesta, con el consentimiento de sus padres, a quienes Pilar Ternera había pagado la otra mitad de sus ahorros. Mit dem Einverständnis ihrer Eltern, an die Pilar Ternera die andere Hälfte ihrer Ersparnisse gezahlt hatte, ging sie zur Siesta in die Schule. She went to school at siesta time, with the consent of her parents, to whom Pilar Ternera had paid the other half of her savings. Más tarde, cuando las tropas del gobierno los desalojaron del local, se amaban entre las latas de manteca y los sacos de maíz de la trastienda. Later, when the government troops evicted them from the premises, they made love among the cans of lard and the sacks of corn in the back room. Plus tard, lorsque les troupes gouvernementales les ont chassés des lieux, ils ont fait l'amour parmi les boîtes de saindoux et les sacs de maïs de l'arrière-boutique. Por la época en que Arcadio fue nombrado jefe civil y militar, tuvieron una hija. Etwa zu der Zeit, als Arcadio zum zivilen und militärischen Führer ernannt wurde, bekamen sie eine Tochter. Around the time that Arcadio was named civil and military chief, they had a daughter.

Los únicos parientes que se enteraron fueron José Arcadio y Rebeca, con quienes Arcadio mantenía entonces relaciones íntimas, fundadas no tanto en el parentesco como en la complicidad. The only relatives who found out were José Arcadio and Rebeca, with whom Arcadio then had intimate relations, based not so much on kinship as on complicity. José Arcadio había doblegado la cerviz al yugo matrimonial. José Arcadio hatte sich dem Joch der Ehe gebeugt. José Arcadio had bowed his neck to the matrimonial yoke. José Arcadio avait courbé le cou sous le joug matrimonial. El carácter firme de Rebeca, la voracidad de su vientre, su tenaz ambición, absorbieron la descomunal energía del marido, que de holgazán y mujeriego se convirtió en un enorme animal de trabajo. Rebeccas fester Charakter, die Unersättlichkeit ihres Bauches, ihr hartnäckiger Ehrgeiz absorbierten die enorme Energie ihres Mannes, der sich von einem faulen, frauenverachtenden Müßiggänger in ein großes Arbeitstier verwandelte. Rebeca's firm character, the voracity of her belly, her tenacious ambition, absorbed the enormous energy of her husband, who from being lazy and a womanizer became an enormous working animal. Le caractère ferme de Rebeca, la voracité de son ventre, son ambition tenace, absorbèrent l'énorme énergie de son mari, qui de paresseux et coureur de jupons devint un énorme animal de trait. Tenían una casa limpia y ordenada. They had a clean and tidy house. Rebeca la abría de par en par al amanecer, y el viento de las tumbas entraba por las ventanas y salía por las puertas del patio, y dejaba las paredes blanqueadas y los muebles curtidos por el salitre de los muertos. Rebeca opened it wide at dawn, and the wind from the tombs entered through the windows and out through the patio doors, leaving the walls whitened and the furniture tanned by the saltpeter of the dead. Rebecca l'ouvrit toute grande à l'aube, et le vent des tombes entrait par les fenêtres et sortait par les portes-fenêtres, laissant les murs blanchis et les meubles tannés par le salpêtre des morts. El hambre de tierra, el cloc cloc de los huesos de sus padres, la impaciencia de su sangre frente a la pasividad de Pietro Crespi, estaban relegados al desván de la memoria. The hunger of the land, the cluck cluck of his parents' bones, the impatience of his blood in the face of Pietro Crespi's passivity, were relegated to the attic of memory. Todo el día bordaba junto a la ventana, ajena a la zozobra de la guerra, hasta que los potes de cerámica empezaban a vibrar en el aparador y ella se levantaba a calentar la comida, mucho antes de que aparecieran los escuálidos perros rastreadores y luego el coloso de polainas y espuelas y con escopeta de dos cañones, que a veces llevaba un venado al hombro y casi siempre un sartal de conejos o de patos silvestres. Den ganzen Tag stickte sie am Fenster, ohne die Kriegsangst zu bemerken, bis die Tontöpfe auf der Anrichte zu klappern begannen und sie aufstand, um das Essen zu erwärmen, lange bevor die dürren Spürhunde auftauchten und dann der Koloss in Sporen und mit doppelläufiger Flinte, der manchmal ein Reh auf der Schulter trug und fast immer eine Reihe von Kaninchen oder Wildenten. All day she would embroider by the window, oblivious to the pangs of war, until the pottery pots began to rattle on the sideboard and she got up to heat the food, long before the scrawny sniffer dogs appeared and then the colossus of leggings and spurs and with a double-barreled shotgun, who sometimes carried a deer on his shoulder and almost always a string of rabbits or wild ducks. Toute la journée, elle brodait près de la fenêtre, inconsciente des affres de la guerre, jusqu'à ce que les pots de poterie se mettent à cliqueter sur le buffet et qu'elle se lève pour chauffer la nourriture, bien avant que les chiens renifleurs maigres n'apparaissent, puis le colosse de jambières et d'éperons. et avec un fusil de chasse à double canon, qui portait parfois un cerf sur son épaule et presque toujours une ribambelle de lapins ou de canards sauvages. Una tarde, al principio de su gobierno, Arcadio fue a visitarlos de un modo intempestivo. Eines Nachmittags, zu Beginn seiner Regierungszeit, stattete Arcadius ihnen einen vorzeitigen Besuch ab. One afternoon, at the beginning of his government, Arcadio unexpectedly went to visit them. No lo veían desde que abandonaron la casa, pero se mostró tan cariñoso y familiar que lo invitaron a compartir el guisado. Sie hatten ihn nicht mehr gesehen, seit sie das Haus verlassen hatten, aber er war so warm und vertraut, dass sie ihn einluden, mit ihnen den Eintopf zu teilen. They had not seen him since they left the house, but he was so affectionate and familiar that they invited him to share the stew.

Solo cuando tomaban el café reveló Arcadio el motivo de su visita: había recibido una denuncia contra José Arcadio. Erst beim Kaffeetrinken verriet Arcadio den Grund seines Besuchs: Er hatte eine Beschwerde gegen José Arcadio erhalten. Only when they were having coffee did Arcadio reveal the reason for his visit: he had received a complaint against José Arcadio. Se decía que empezó arando su patio y había seguido derecho por las tierras contiguas, derribando cercas y arrasando ranchos con sus bueyes, hasta apoderarse por la fuerza de los mejores predios del contorno. Es hieß, er begann mit dem Pflügen seines Hofes und ging dann quer durch das angrenzende Land, riss Zäune nieder und zerstörte mit seinen Ochsen Ranches, bis er sich das beste der umliegenden Ländereien mit Gewalt aneignete. It was said that he began by plowing his patio and had continued straight through the adjoining lands, knocking down fences and destroying ranches with his oxen, until he seized by force the best properties in the area. On raconte qu'il avait commencé par labourer son patio et qu'il avait continué tout droit à travers les terres voisines, abattant des clôtures et détruisant des ranchs avec ses bœufs, jusqu'à ce qu'il s'empare par la force des meilleures propriétés de la région. A los campesinos que no había despojado, porque no le interesaban sus tierras, les impuso una contribución que cobraba cada sábado con los perros de presa y la escopeta de dos cañones. Den Bauern, die er nicht enteignet hatte, weil er sich nicht für ihr Land interessierte, erlegte er eine Steuer auf, die er jeden Samstag mit seinen Raubhunden und seiner doppelläufigen Flinte eintrieb. On the peasants that he had not dispossessed, because he was not interested in their land, he imposed a contribution that he collected every Saturday with the bloodhounds and the double-barreled shotgun. No lo negó. Er hat es nicht abgestritten. He didn't deny it. Fundaba su derecho en que las tierras usurpadas habían sido distribuidas por José Arcadio Buendía en los tiempos de la fundación, y creía posible demostrar que su padre estaba loco desde entonces, puesto que dispuso de un patrimonio que en realidad pertenecía a la familia. Er begründete sein Recht damit, dass die usurpierten Ländereien bei der Gründung von José Arcadio Buendía verteilt worden waren, und er glaubte, beweisen zu können, dass sein Vater seither unzurechnungsfähig gewesen sei, da er über einen Besitz verfügt habe, der in Wirklichkeit der Familie gehörte. He based his right on the fact that the usurped lands had been distributed by José Arcadio Buendía at the time of the foundation, and he believed it possible to prove that his father had been crazy since then, since he had an estate that actually belonged to the family. Era un alegato innecesario, porque Arcadio no había ido a hacer justicia. Es war ein unnötiger Appell, denn Arcadio war nicht gegangen, um Gerechtigkeit zu üben. It was an unnecessary allegation, because Arcadio had not gone to do justice. Ofreció simplemente crear una oficina de registro de la propiedad para que José Arcadio legalizara los títulos de la tierra usurpada, con la condición de que delegara en el gobierno local el derecho de cobrar las contribuciones. Er bot José Arcadio lediglich an, ein Grundbuchamt einzurichten, um die Eigentumsrechte an dem enteigneten Land zu legalisieren, unter der Bedingung, dass er das Recht, die Steuern einzutreiben, an die örtliche Regierung delegiert. He simply offered to create a property registry office so that José Arcadio could legalize the titles to the usurped land, on the condition that he delegate the right to collect taxes to the local government. Il a simplement proposé de créer un bureau d'enregistrement immobilier afin que José Arcadio puisse légaliser les titres sur les terres usurpées, à condition qu'il délègue le droit de percevoir des impôts au gouvernement local. Se pusieron de acuerdo. They agreed. Años después, cuando el coronel Aureliano Buendía examinó los títulos de propiedad, encontró que estaban registradas a nombre de su hermano todas las tierras que se divisaban desde la colina de su patio hasta el horizonte, inclusive el cementerio, y que en los once meses de su mandato Arcadio había cargado no solo con el dinero de las contribuciones, sino también con el que cobraba al pueblo por el derecho de enterrar a los muertos en predios de José Arcadio. Als Oberst Aureliano Buendía Jahre später die Eigentumsurkunden untersuchte, stellte er fest, dass alle Grundstücke, die vom Hügel in seinem Hof bis zum Horizont zu sehen waren, einschließlich des Friedhofs, auf den Namen seines Bruders eingetragen waren, und dass Arcadio in den elf Monaten seiner Amtszeit nicht nur mit dem Geld aus den Steuern belastet worden war, sondern auch mit dem Geld, das er von den Leuten für das Recht einnahm, die Toten auf dem Grundstück von José Arcadio zu begraben. Years later, when Colonel Aureliano Buendía examined the property titles, he found that all the lands that could be seen from the hill of his patio to the horizon, including the cemetery, were registered in his brother's name, and that in the eleven months of his mandate Arcadio had charged not only with the money from the contributions, but also with what he charged the people for the right to bury the dead in José Arcadio's land. Des années plus tard, lorsque le colonel Aureliano Buendía examina les titres de propriété, il découvrit que toutes les terres visibles depuis la colline de son patio jusqu'à l'horizon, y compris le cimetière, étaient enregistrées au nom de son frère, et que dans les onze mois de son mandat Arcadio avait chargé non seulement de l'argent des contributions, mais aussi de ce qu'il facturait au peuple pour le droit d'enterrer les morts sur la terre de José Arcadio.

Úrsula tardó varios meses en saber lo que ya era del dominio público, porque la gente se lo ocultaba para no aumentarle el sufrimiento. It took Úrsula several months to find out what was already in the public domain, because people hid it from her so as not to increase her suffering. Il a fallu plusieurs mois à Úrsula pour découvrir ce qui était déjà dans le domaine public, car les gens le lui cachaient pour ne pas augmenter sa souffrance. Empezó por sospecharlo. He began to suspect it. «Arcadio está construyendo una casa», le confió con fingido orgullo a su marido, mientras trataba de meterle en la boca una cucharada de jarabe de totumo. "Arcadio baut ein Haus", vertraute sie ihrem Mann mit gespieltem Stolz an, während sie versuchte, ihm einen Löffel Totoumo-Sirup in den Mund zu stopfen. "Arcadio is building a house," she confided with feigned pride to her husband, while trying to get a spoonful of totumo syrup into his mouth. « Arcadio est en train de construire une maison », confia-t-elle avec une fierté feinte à son mari, tout en essayant de lui faire entrer dans la bouche une cuillerée de sirop de totumo. Sin embargo, suspiró involuntariamente: «No sé por qué todo esto me huele mal». Doch er seufzte unwillkürlich: "Ich weiß nicht, warum das alles so stinkt. However, he sighed involuntarily: "I don't know why all this smells bad to me." Más tarde cuando se enteró de que Arcadio no solo había terminado la casa sino que había encargado un mobiliario vienés, confirmó la sospecha de que estaba disponiendo de los fondos públicos. Later, when he found out that Arcadio had not only finished the house but had ordered some Viennese furniture, he confirmed the suspicion that he was disposing of public funds. «Eres la vergüenza de nuestro apellido», le gritó un domingo después de misa, cuando lo vio en la casa nueva jugando barajas con sus oficiales. "You are the shame of our surname," he yelled at him one Sunday after mass, when he saw him in the new house playing cards with his officers. Arcadio no le prestó atención. Arcadio paid no attention to him. Solo entonces supo Úrsula que tenía una hija de seis meses, y que Santa Sofía de la Piedad, con quien vivía sin casarse, estaba otra vez encinta. Only then did Úrsula learn that she had a six-month-old daughter, and that Santa Sofía de la Piedad, with whom she lived without getting married, was pregnant again. Resolvió escribirle al coronel Aureliano Buendía, en cualquier lugar en que se encontrara, para ponerlo al corriente de la situación. Er beschloss, an Oberst Aureliano Buendía zu schreiben, wo auch immer er sich aufhielt, um ihn über die Situation zu informieren. He decided to write to Colonel Aureliano Buendía, wherever he was, to bring him up to date on the situation. Pero los acontecimientos que se precipitaron por aquellos días no solo impidieron sus propósitos, sino que la hicieron arrepentirse de haberlos concebido. Doch die Ereignisse jener Tage verhinderten nicht nur ihre Absichten, sondern ließen sie auch bereuen, dass sie sie gefasst hatte. But the events that precipitated those days not only prevented her purposes, but also made her regret having conceived them. Mais les événements qui précipitèrent ces jours non seulement l'empêchèrent d'atteindre ses objectifs, mais lui firent aussi regretter de les avoir conçus. La guerra, que hasta entonces no había sido más que una palabra para designar una circunstancia vaga y remota, se concretó en una realidad dramática. Der Krieg, der bis dahin nur ein Wort für einen vagen und entfernten Umstand war, wurde zu einer dramatischen Realität. The war, which until then had been nothing more than a word to designate a vague and remote circumstance, materialized into a dramatic reality. A fines de febrero llegó a Macondo una anciana de aspecto ceniciento, montada en un burro cargado de escobas. Ende Februar kam eine aschfahle alte Frau in Macondo an, die auf einem mit Besen beladenen Esel ritt. At the end of February an ashen-looking old woman arrived in Macondo, mounted on a burro loaded with brooms. Parecía tan inofensiva, que las patrullas de vigilancia la dejaron pasar sin preguntas, como uno más de los vendedores que a menudo llegaban de los pueblos de la ciénaga. She seemed so harmless that the surveillance patrols let her pass without question, like one of the vendors who often came from the towns of the swamp. Fue directamente al cuartel. Er ging direkt in die Kaserne. He went straight to the barracks. Arcadio la recibió en el local donde antes estuvo el salón de clases, y que entonces estaba transformado en una especie de campamento de retaguardia, con hamacas enrolladas y colgadas en las argollas y petates amontonados en los rincones, y fusiles y carabinas y hasta escopetas de cacería dispersos por el suelo. Arcadio received her in the place where the classroom used to be, and which was then transformed into a kind of rearguard camp, with hammocks rolled up and hung on the rings and mats piled up in the corners, and rifles and carbines and even shotguns. game scattered on the ground. La anciana se cuadró en un saludo militar antes de identificarse: The old woman snapped to attention in a military salute before identifying herself: