×

We use cookies to help make LingQ better. By visiting the site, you agree to our cookie policy.


image

Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Capítulo 19 (4)

Capítulo 19 (4)

—Bueno, niñito —lo consoló—: ahora dime quién es.

Cuando Aureliano se lo dijo, Pilar Ternera emitió una risa profunda, la antigua risa expansiva que había terminado por parecer un cucurrucuteo de palomas. No había ningún misterio en el corazón de un Buendía, que fuera impenetrable para ella, porque un siglo de naipes y de experiencia le había enseñado que la historia de la familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando vueltas hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste progresivo e irremediable del eje.

—No te preocupes —sonrió—. En cualquier lugar en que esté ahora, ella te está esperando.

Eran las cuatro y media de la tarde, cuando Amaranta Úrsula salió del baño. Aureliano la vio pasar frente a su cuarto, con una bata de pliegues tenues y una toalla enrollada en la cabeza como un turbante. La siguió casi en puntillas, tambaleándose de la borrachera, y entró al dormitorio nupcial en el momento en que ella se abrió la bata y se la volvió a cerrar espantada. Hizo una señal silenciosa hacia el cuarto contiguo, cuya puerta estaba entreabierta, y donde Aureliano sabía que Gastón empezaba a escribir una carta.

—Vete —dijo sin voz.

Aureliano sonrió, la levantó por la cintura con las dos manos, como una maceta de begonias, y la tiró bocarriba en la cama. De un tirón brutal la despojó de la túnica de baño antes de que ella tuviera tiempo de impedirlo, y se asomó al abismo de una desnudez recién lavada que no tenía un matiz de la piel, ni una veta de vellos, ni un lunar recóndito que él no hubiera imaginado en las tinieblas de otros cuartos. Amaranta Úrsula se defendía sinceramente, con astucias de hembra sabia, comadrejeando el escurridizo y flexible y fragante cuerpo de comadreja, mientras trataba de destroncarle los riñones con las rodillas y le alacraneaba la cara con las uñas, pero sin que él ni ella emitieran un suspiro que no pudiera confundirse con la respiración de alguien que contemplara el parsimonioso crepúsculo de abril por la ventana abierta. Era una lucha feroz, una batalla a muerte, que sin embargo parecía desprovista de toda violencia, porque estaba hecha de agresiones distorsionadas y evasivas espectrales, lentas, cautelosas, solemnes, de modo que entre una y otra había tiempo para que volvieran a florecer las petunias y Gastón olvidara sus sueños de aeronauta en el cuarto vecino, como si fueran dos amantes enemigos tratando de reconciliarse en el fondo de un estanque diáfano. En el fragor del encarnizado y ceremonioso forcejeo, Amaranta Úrsula comprendió que la meticulosidad de su silencio era tan irracional, que habría podido despertar las sospechas del marido contiguo, mucho más que los estrépitos de guerra que trataban de evitar. Entonces empezó a reír con los labios apretados, sin renunciar a la lucha, pero defendiéndose con mordiscos falsos y descomadrejeando el cuerpo poco a poco, hasta que ambos tuvieron conciencia de ser al mismo tiempo adversarios y cómplices, y la brega degeneró en un retozo convencional y las agresiones se volvieron caricias. De pronto, casi jugando, como una travesura más, Amaranta Úrsula descuidó la defensa, y cuando trató de reaccionar, asustada de lo que ella misma había hecho posible, ya era demasiado tarde. Una conmoción descomunal la inmovilizó en su centro de gravedad, la sembró en su sitio, y su voluntad defensiva fue demolida por la ansiedad irresistible de descubrir qué eran los silbos anaranjados y los globos invisibles que la esperaban al otro lado de la muerte. Apenas tuvo tiempo de estirar la mano y buscar a ciegas la toalla, y meterse una mordaza entre los dientes, para que no se le salieran los chillidos de gata que ya le estaban desgarrando las entrañas.

Capítulo 19 (4) Kapitel 19 (4) Chapter 19 (4) Capítulo 19 (4) Глава 19 (4)

—Bueno, niñito —lo consoló—: ahora dime quién es. -Well, little boy," she consoled him, "now tell me who it is.

Cuando Aureliano se lo dijo, Pilar Ternera emitió una risa profunda, la antigua risa expansiva que había terminado por parecer un cucurrucuteo de palomas. When Aureliano told her, Pilar Ternera let out a deep laugh, the old expansive laugh that had ended up sounding like a squawk of doves. No había ningún misterio en el corazón de un Buendía, que fuera impenetrable para ella, porque un siglo de naipes y de experiencia le había enseñado que la historia de la familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando vueltas hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste progresivo e irremediable del eje. There was no mystery in the heart of a Buendía that was impenetrable to her, because a century of cards and experience had taught her that the history of the family was a gear of irreparable repetitions, a revolving wheel that would have kept turning until eternity, had it not been for the progressive and irremediable wear of the shaft.

—No te preocupes —sonrió—. En cualquier lugar en que esté ahora, ella te está esperando. Wherever she is now, she is waiting for you.

Eran las cuatro y media de la tarde, cuando Amaranta Úrsula salió del baño. Aureliano la vio pasar frente a su cuarto, con una bata de pliegues tenues y una toalla enrollada en la cabeza como un turbante. Aureliano saw her pass in front of her room, in a dressing gown with soft folds and a towel wrapped around her head like a turban. La siguió casi en puntillas, tambaleándose de la borrachera, y entró al dormitorio nupcial en el momento en que ella se abrió la bata y se la volvió a cerrar espantada. He followed her almost on tiptoe, reeling from drunkenness, and entered the bridal bedroom just as she opened her robe and closed it again in horror. Hizo una señal silenciosa hacia el cuarto contiguo, cuya puerta estaba entreabierta, y donde Aureliano sabía que Gastón empezaba a escribir una carta. He made a silent signal to the next room, whose door was ajar, and where Aureliano knew Gaston was beginning to write a letter.

—Vete —dijo sin voz. "Go away," he said without a voice.

Aureliano sonrió, la levantó por la cintura con las dos manos, como una maceta de begonias, y la tiró bocarriba en la cama. Aureliano smiled, lifted her by the waist with both hands, like a pot of begonias, and threw her face up on the bed. De un tirón brutal la despojó de la túnica de baño antes de que ella tuviera tiempo de impedirlo, y se asomó al abismo de una desnudez recién lavada que no tenía un matiz de la piel, ni una veta de vellos, ni un lunar recóndito que él no hubiera imaginado en las tinieblas de otros cuartos. With a brutal yank, he stripped her of her bathrobe before she had time to stop him, and peered into the abyss of a freshly washed nudity that had not a hue of skin, not a streak of hair, not a hidden mole that he would not have imagined in the darkness of other rooms. Amaranta Úrsula se defendía sinceramente, con astucias de hembra sabia, comadrejeando el escurridizo y flexible y fragante cuerpo de comadreja, mientras trataba de destroncarle los riñones con las rodillas y le alacraneaba la cara con las uñas, pero sin que él ni ella emitieran un suspiro que no pudiera confundirse con la respiración de alguien que contemplara el parsimonioso crepúsculo de abril por la ventana abierta. Amaranta Úrsula defended herself sincerely, with the cunning of a wise female, weaseling the elusive and flexible and fragrant body of a weasel, while she tried to knock out his kidneys with her knees and scorpioned her face with her nails, but neither he nor she uttered a sigh. that could not be confused with the breathing of someone contemplating the slow April twilight through the open window. Era una lucha feroz, una batalla a muerte, que sin embargo parecía desprovista de toda violencia, porque estaba hecha de agresiones distorsionadas y evasivas espectrales, lentas, cautelosas, solemnes, de modo que entre una y otra había tiempo para que volvieran a florecer las petunias y Gastón olvidara sus sueños de aeronauta en el cuarto vecino, como si fueran dos amantes enemigos tratando de reconciliarse en el fondo de un estanque diáfano. It was a ferocious fight, a battle to the death, which nevertheless seemed devoid of all violence, because it was made up of distorted aggressions and spectral evasions, slow, cautious, solemn, so that between one and the other there was time for the flowers to flourish again. petunias and Gastón would forget his aeronaut dreams in the next room, as if they were two enemy lovers trying to reconcile at the bottom of a clear pond. En el fragor del encarnizado y ceremonioso forcejeo, Amaranta Úrsula comprendió que la meticulosidad de su silencio era tan irracional, que habría podido despertar las sospechas del marido contiguo, mucho más que los estrépitos de guerra que trataban de evitar. In the heat of the fierce and ceremonious struggle, Amaranta Úrsula understood that the meticulousness of her silence was so irrational that it could have aroused the suspicions of her husband, much more than the noises of war they were trying to avoid. Entonces empezó a reír con los labios apretados, sin renunciar a la lucha, pero defendiéndose con mordiscos falsos y descomadrejeando el cuerpo poco a poco, hasta que ambos tuvieron conciencia de ser al mismo tiempo adversarios y cómplices, y la brega degeneró en un retozo convencional y las agresiones se volvieron caricias. Then he began to laugh with tight lips, without giving up the fight, but defending himself with false bites and unraveling his body little by little, until both became aware of being both adversaries and accomplices at the same time, and the fight degenerated into a conventional romp. and the aggressions became caresses. De pronto, casi jugando, como una travesura más, Amaranta Úrsula descuidó la defensa, y cuando trató de reaccionar, asustada de lo que ella misma había hecho posible, ya era demasiado tarde. Suddenly, almost playfully, like one more prank, Amaranta Ursula neglected the defense, and when she tried to react, frightened of what she herself had made possible, it was already too late. Una conmoción descomunal la inmovilizó en su centro de gravedad, la sembró en su sitio, y su voluntad defensiva fue demolida por la ansiedad irresistible de descubrir qué eran los silbos anaranjados y los globos invisibles que la esperaban al otro lado de la muerte. An enormous shock immobilized her in her center of gravity, planted her in her place, and her defensive will was demolished by the irresistible anxiety to discover what were the orange whistles and invisible globes that awaited her on the other side of death. Apenas tuvo tiempo de estirar la mano y buscar a ciegas la toalla, y meterse una mordaza entre los dientes, para que no se le salieran los chillidos de gata que ya le estaban desgarrando las entrañas. She barely had time to reach out and blindly fumble for the towel, and to put a gag between her teeth, lest she let out the cat-like squeals that were already tearing at her insides.