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Sabato, Ernesto - Sobre heroes y tumbas, Parte (3)

Parte (3)

—Pero, ¿qué te pasa? —insistió ella, con el tallito en suspenso.

—Nada, qué me va a pasar.

Se produjo un momento de silencio, luego Alejandra volvió a recostarse de espaldas sobre el césped, recomenzando su tarea con el tallito. Y mientras Martín miraba una batalla de cruceros de algodón, reflexionaba que él no tenía por qué avergonzarse del fracaso de su padre.

Una sirena de barco se oyó desde la Dársena y Martín pensó Coral Sea, Islas Marquesas. Pero dijo:

—Alejandra es un nombre raro. —¿Y tu madre? — preguntó. Martín se sentó y empezó a arrancar unas matitas de hierba. Encontró una piedrita y pareció estudiar su naturaleza, como un geólogo. —¿No me oís? — Sí. —Te pregunté por tu madre.

—Mi madre —respondió Martín en voz baja— es una cloaca.

Alejandra se incorporó a medias, apoyándose sobre un codo y mirándolo con atención. Martín, sin dejar de examinar la piedrita, se mantenía en silencio, con las mandíbulas muy apretadas, pensando cloaca, madrecloaca. Y después agregó:

—Siempre fui un estorbo. Desde que nací. Sentía como si gases venenosos y fétidos hubiesen sido inyectados en su alma, a miles de libras de presión. Su alma, hinchándose cada año más peligrosamente, no cabía ya en su cuerpo y 13

amenazaba en cualquier momento lanzar la inmundicia a chorros por las grietas.

—Siempre grita: ¡Por qué me habré descuidado!

Como si toda la basura de su madre la hubiese ido acumulando en su alma, a presión, pensaba, mientras Alejandra lo miraba, acodada sobre un costado. Y palabras como feto, baño, cremas, vientre, aborto, flotaban en su mente, en la mente de Martín, como residuos pegajosos y nauseabundos sobre aguas estancadas y podridas. Y entonces, como si hablara consigo mismo, agregó que durante mucho tiempo había creído que no lo había amamantado por falta de leche, hasta que un día su madre le gritó que no lo había hecho para no deformarse y también le explicó que había hecho todo lo posible para abortar, menos el raspajo, porque odiaba el sufrimiento tanto como adoraba comer caramelos y bombones, leer revistas de radio y escuchar música melódica.

Aunque también decía que le gustaba la música seria, los valses vieneses y el príncipe Kalender. Que desgraciadamente ya no estaba más. Así que podía imaginar con qué alegría lo recibió, después de luchar durante meses saltando a la cuerda como los boxeadores y dándose golpes en el vientre, razón por la cual (le explicaba su madre a gritos) él había salido medio tarado, ya que era un milagro que no hubiese ido a parar a las cloacas.

Se calló, examinó la piedrita una vez más y luego la arrojó lejos.

—Será por eso —agregó— que cuando pienso en ella siempre se me asocia la palabra cloaca.

Volvió a reírse con aquella risa.

Alejandra lo miró asombrada porque Martín todavía tuviese ánimo para reírse. Pero al verle las lágrimas seguramente comprendió que aquello que había estado oyendo no era risa sino (como sostenía Bruno) ese raro sonido que en ciertos seres humanos se produce en ocasiones muy insólitas y que, acaso por precariedad de la lengua, uno se empeña en clasificar como risa o como llanto; porque es el resultado de una combinación monstruosa de hechos suficientemente dolorosos como para producir el llanto (y aun el desconsolado llanto) y de acontecimientos lo bastante grotescos como para querer transformarlo en risa. Resultando así una especie de manifestación híbrida y terrible, acaso la más terrible que un ser humano pueda dar; y quizá la más difícil de consolar, por la intrincada mezcla que la provoca. Sintiendo muchas veces uno ante ella el mismo y contradictorio sentimiento que experimentamos ante ciertos jorobados o rengos. Los dolores en Martín se habían ido acumulando uno a uno sobre sus espaldas de niño, como una carga creciente y desproporcionada (y también grotesca), de modo que él sentía que debía moverse con cuidado, caminando siempre como un equilibrista que tuviera que atravesar un abismo sobre un alambre, pero con una carga grosera y maloliente, como si llevara enormes fardos de basura y excrementos, y monos chillones, 14

pequeños payasos vociferantes y movedizos, que mientras él concentraba toda su atención en atravesar el abismo sin caerse, el abismo negro de su existencia, le gritaban cosas hirientes, se mofaban de él y armaban allá arriba, sobre los fardos de basura y excrementos, una infernal algarabía de insultos y sarcasmos.

Espectáculo que (a su juicio) debía despertar en los espectadores una mezcla de pena y de enorme y monstruoso regocijo, tan tragicómico era; motivo por el cual no se consideraba con derechos a abandonarse al simple llanto, ni aun ante un ser como Alejandra, un ser que parecía haber estado esperando durante un siglo, y pensaba que tenía el deber, el deber casi profesional de un payaso a quien le ha ocurrido la mayor desgracia, de convertir aquel llanto en una mueca de risa.

Pero, sin embargo, a medida que había ido confesando aquellas pocas palabras claves a Alejandra, sentía como una liberación y por un instante pensó que su mueca risible podía por fin convertirse en un enorme, convulsivo y tierno llanto; derrumbándose sobre ella como si por fin hubiese logrado atravesar el abismo.

Y así lo hubiera hecho, así lo hubiera querido hacer. Dios mío, pero no lo hizo: sino que apenas inclinó su cabeza sobre el pecho, dándose vuelta para ocultar sus lágrimas.

III

Pero cuando años después Martín hablaba con Bruno de aquel encuentro apenas quedaban frases sueltas, el recuerdo de una expresión, de una caricia, la sirena melancólica de aquel barco desconocido: como fragmentos de columnas, y si permanecía en su memoria, acaso por el asombro que le produjo, era una que ella le había dicho en aquel encuentro, mirándolo con cuidado:

—Vos y yo tenemos algo en común, algo muy importante. Palabras que Martín escuchó con sorpresa, pues ¿qué podía tener él en común con aquel ser portentoso?

Alejandra le dijo, finalmente, que debía irse, pero que en otra ocasión le contaría muchas cosas y que —lo que a Martín le pareció más singular— tenía necesidad de contarle.

Cuando se separaron, lo miró una vez más, como si fuera médico y él estuviera enfermo, y agregó unas palabras que Martín recordó siempre:

—Aunque por otro lado pienso que no debería verte nunca. Pero te veré porque te necesito.

La sola idea, la sola posibilidad de que aquella muchacha no lo viese más lo desesperó. ¿Qué le importaban a él los motivos que podía tener Alejandra para no querer verlo? Lo que anhelaba era verla.

—Siempre, siempre —dijo con fervor. Ella se sonrió y le respondió: —Sí, porque sos así es que necesito verte. Y Bruno pensó que Martín necesitaría 15

todavía muchos años para alcanzar el significado probable de aquellas oscuras palabras. Y también pensó que si en aquel entonces hubiera tenido más edad y más experiencia, le habrían asombrado palabras como aquellas, dichas por una muchacha de dieciocho años. Pero también muy pronto le habrían parecido naturales, porque ella había nacido madura, o había madurado en su infancia, al menos en cierto sentido; ya que en otros sentidos daba la impresión de que nunca maduraría: como si una chica que todavía juega con las muñecas fuera al propio tiempo capaz de espantosas sabidurías de viejo; como si horrendos acontecimientos la hubiesen precipitado hacia la madurez y luego hacia la muerte sin tener tiempo de abandonar del todo atributos de la niñez y la adolescencia.

En el momento en que se separaban, después de haber caminado unos pasos, recordó o advirtió que no habían combinado nada para encontrarse. Y volviéndose, corrió hacia Alejandra para decírselo. —No te preocupes —le respondió—. Ya sabré siempre cómo encontrarte.

Sin reflexionar en aquellas palabras increíbles y sin atreverse a insistir, Martín volvió sobre sus pasos.

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IV

Desde aquel encuentro, esperó día a día verla nuevamente en el parque.

Después semana tras semana. Y, por fin, ya desesperado, durante largos meses.

¿Qué le pasaría? ¿Por qué no iba? ¿Se habría enfermado? Ni siquiera sabía su apellido. Parecía habérsela tragado la tierra. Mil veces se reprochó la necedad de no haberle preguntado ni siquiera su nombre completo. Nada sabía de ella. Era incomprensible tanta torpeza. Hasta llegó a sospechar que todo había sido una alucinación o un sueño. ¿No se había quedado dormido más de una vez en el banco del parque Lezama? Podía haber soñado aquello con tanta fuerza que luego le hubiese parecido auténticamente vivido. Luego descartó esta idea porque pensó que había habido dos encuentros. Luego reflexionó que eso tampoco era un inconveniente para un sueño, ya que en el mismo sueño podía haber soñado con el doble encuentro. No guardaba ningún objeto de ella que le permitiera salir de dudas, pero al cabo se convenció de que todo había sucedido de verdad y que lo que pasaba era, sencillamente, que él era el imbécil que siempre imaginó ser.

Al principio sufrió mucho, pensando día y noche en ella. Trató de dibujar su cara, pero le resultaba algo impreciso, pues en aquellos dos encuentros no se había atrevido a mirarla bien sino en contados instantes; de modo que sus dibujos resultaban indecisos y sin vida, pareciéndose a muchos dibujos anteriores en que retrataba a aquellas vírgenes ideales y legendarias de las que había vivido enamorado. Pero aunque sus bocetos eran insípidos y poco definidos, el recuerdo del encuentro era vigoroso y tenía la sensación de haber estado con alguien muy fuerte, de rasgos muy marcados, desgraciado y solitario como él. No obstante, el rostro se perdía en una tenue esfumadura. Y resultaba algo así como una sesión de espiritismo, en que una materialización difusa y fantasmal de pronto da algunos nítidos golpes sobre la mesa.

Y cuando su esperanza estaba a punto de agotarse, recordaba las dos o tres frases clave del encuentro: “Pienso que no debería verte nunca. Pero te veré porque te necesito”. Y aquella otra: “No te preocupes. Ya sabré siempre cómo encontrarte”.

Frases —pensaba Bruno— que Martín apreciaba desde su lado favorable y como fuente de una inenarrable felicidad, sin advertir, al menos en aquel tiempo, todo lo que tenían de egoísmo.

Y claro —dijo Martín que entonces pensaba—, ella era una muchacha rara

¿y por qué un ser de esa condición había de verlo al otro día, o a la semana siguiente? ¿Por qué no podían pasar semanas y hasta meses sin necesidad de encontrarlo? Estas reflexiones lo animaban. Pero más tarde, en momentos de 17

depresión, se decía: “No la veré más, ha muerto, quizá se ha matado, parecía desesperada y ansiosa”. Recordaba entonces sus propias ideas de suicidio. ¿Por qué Alejandra no podía haber pasado por algo semejante? ¿No le había dicho, precisamente, que se parecían, que tenían algo profundo que los asemejaba?

¿No sería esa obsesión del suicidio lo que habría querido significar cuando habló del parecido? Pero luego reflexionaba que aun en el caso de haberse querido matar lo habría venido a buscar antes, y se le ocurría que no haberlo hecho era una especie de estafa que le resultaba inconcebible en ella.

¡Cuántos días desolados transcurrieron en aquel banco del parque! Pasó todo el otoño y llegó el invierno. Terminó el invierno, comenzó la primavera (aparecía por momentos, friolenta y fugitiva, como quien se asoma a ver cómo andan las cosas, y luego, poco a poco, con mayor decisión y cada vez por mayor tiempo) y paulatinamente empezó a correr con mayor calidez y energía la savia en los árboles y las hojas empezaron a brotar; hasta que en pocas semanas, los últimos restos del invierno se retiraron del parque Lezama hacia otras remotas regiones del mundo.

Llegaron después los primeros calores de diciembre. Los jacarandaes se pusieron violetas y las tipas se cubrieron de flores anaranjadas.

Y luego aquellas flores fueron secándose y cayendo, las hojas empezaron a dorarse y a ser arrastradas por los primeros vientos del otoño. Y entonces —

dijo Martín— perdió definitivamente la esperanza de volver a verla.

V La “esperanza” de volver a verla (reflexionó Bruno con melancólica ironía).


Parte (3) Part (3)

—Pero, ¿qué te pasa? -But what's wrong with you? —insistió ella, con el tallito en suspenso. She insisted, with the little stalk suspended.

—Nada, qué me va a pasar. -Nothing, what will happen to me.

Se produjo un momento de silencio, luego Alejandra volvió a recostarse de espaldas sobre el césped, recomenzando su tarea con el tallito. There was a moment of silence, then Alejandra lay back on her back on the lawn, restarting her task with the tallito. Y mientras Martín miraba una batalla de cruceros de algodón, reflexionaba que él no tenía por qué avergonzarse del fracaso de su padre. And while Martin watched a battle of cotton cruises, he reflected that he did not need to be ashamed of his father's failure.

Una sirena de barco se oyó desde la Dársena y Martín pensó Coral Sea, Islas Marquesas. A ship siren was heard from the dock and Martin thought Coral Sea, Marquesas Islands. Pero dijo: But he said:

—Alejandra es un nombre raro. "Alejandra is a weird name." —¿Y tu madre? -And your mother? — preguntó. - I ask. Martín se sentó y empezó a arrancar unas matitas de hierba. Martin sat down and began to tear off some grass seeds. Encontró una piedrita y pareció estudiar su naturaleza, como un geólogo. He found a pebble and seemed to study its nature, like a geologist. —¿No me oís? — Sí. —Te pregunté por tu madre. -I asked you about your mother.

—Mi madre —respondió Martín en voz baja— es una cloaca. "My mother," Martín answered in a low voice, "is a sewer."

Alejandra se incorporó a medias, apoyándose sobre un codo y mirándolo con atención. Alejandra half rose, leaning on one elbow and looking at him carefully. Martín, sin dejar de examinar la piedrita, se mantenía en silencio, con las mandíbulas muy apretadas, pensando cloaca, madrecloaca. Martin, still examining the pebble, kept silent, his jaws tight, thinking cloaca, madrecloaca. Y después agregó: And then he added:

—Siempre fui un estorbo. "I was always a hindrance." Desde que nací. Since I was born. Sentía como si gases venenosos y fétidos hubiesen sido inyectados en su alma, a miles de libras de presión. He felt as if poisonous and fetid gases had been injected into his soul, at thousands of pounds of pressure. Su alma, hinchándose cada año más peligrosamente, no cabía ya en su cuerpo y 13 His soul, swelling every year more dangerously, no longer fit in his body and 13

amenazaba en cualquier momento lanzar la inmundicia a chorros por las grietas. it threatened at any moment to throw the filth in jets through the cracks.

—Siempre grita: ¡Por qué me habré descuidado! -She always shouts: Why have I neglected myself!

Como si toda la basura de su madre la hubiese ido acumulando en su alma, a presión, pensaba, mientras Alejandra lo miraba, acodada sobre un costado. As if all the garbage of his mother had been accumulating in his soul, under pressure, he thought, while Alejandra looked at him, leaning on one side. Y palabras como feto, baño, cremas, vientre, aborto, flotaban en su mente, en la mente de Martín, como residuos pegajosos y nauseabundos sobre aguas estancadas y podridas. And words like fetus, bath, creams, belly, abortion, floated in his mind, in Martin's mind, like sticky and nauseating waste over stagnant and rotten water. Y entonces, como si hablara consigo mismo, agregó que durante mucho tiempo había creído que no lo había amamantado por falta de leche, hasta que un día su madre le gritó que no lo había hecho para no deformarse y también le explicó que había hecho todo lo posible para abortar, menos el raspajo, porque odiaba el sufrimiento tanto como adoraba comer caramelos y bombones, leer revistas de radio y escuchar música melódica. And then, as if talking to himself, he added that for a long time he had believed that he had not breastfed for lack of milk, until one day his mother shouted that he had not done so in order not to deform and also explained that he had done everything the possible thing to abort, except the raspajo, because he hated suffering as much as he loved to eat sweets and chocolates, read radio magazines and listen to melodic music.

Aunque también decía que le gustaba la música seria, los valses vieneses y el príncipe Kalender. Although he also said that he liked serious music, Viennese waltzes and Prince Kalender. Que desgraciadamente ya no estaba más. Así que podía imaginar con qué alegría lo recibió, después de luchar durante meses saltando a la cuerda como los boxeadores y dándose golpes en el vientre, razón por la cual (le explicaba su madre a gritos) él había salido medio tarado, ya que era un milagro que no hubiese ido a parar a las cloacas. So he could imagine with what joy he received it, after fighting for months jumping to the rope like boxers and giving blows in the belly, which is why (his mother explained to him screaming) he had left half tared, since it was a miracle that would not have gone to the sewers.

Se calló, examinó la piedrita una vez más y luego la arrojó lejos. He stopped, examined the pebble once more and then threw it away.

—Será por eso —agregó— que cuando pienso en ella siempre se me asocia la palabra cloaca. "It will be for that," he added, "that when I think of her, the word cloaca is always associated with me.

Volvió a reírse con aquella risa. He laughed again with that laugh.

Alejandra lo miró asombrada porque Martín todavía tuviese ánimo para reírse. Alejandra looked at him in amazement because Martin still had the courage to laugh. Pero al verle las lágrimas seguramente comprendió que aquello que había estado oyendo no era risa sino (como sostenía Bruno) ese raro sonido que en ciertos seres humanos se produce en ocasiones muy insólitas y que, acaso por precariedad de la lengua, uno se empeña en clasificar como risa o como llanto; porque es el resultado de una combinación monstruosa de hechos suficientemente dolorosos como para producir el llanto (y aun el desconsolado llanto) y de acontecimientos lo bastante grotescos como para querer transformarlo en risa. But seeing his tears, he surely understood that what he had been hearing was not laughter but (as Bruno had argued) that strange sound that in certain human beings occurs on very unusual occasions and that, perhaps because of the precariousness of the tongue, one insists on classify as laughing or crying; because it is the result of a monstrous combination of events painful enough to produce weeping (and even disconsolate tears) and events that are grotesque enough to be transformed into laughter. Resultando así una especie de manifestación híbrida y terrible, acaso la más terrible que un ser humano pueda dar; y quizá la más difícil de consolar, por la intrincada mezcla que la provoca. Resulting a kind of hybrid and terrible manifestation, perhaps the most terrible that a human being can give; and perhaps the most difficult to console, because of the intricate mixture that provokes it. Sintiendo muchas veces uno ante ella el mismo y contradictorio sentimiento que experimentamos ante ciertos jorobados o rengos. Feeling many times one before her the same and contradictory feeling that we experience before certain hunchbacks or rengos. Los dolores en Martín se habían ido acumulando uno a uno sobre sus espaldas de niño, como una carga creciente y desproporcionada (y también grotesca), de modo que él sentía que debía moverse con cuidado, caminando siempre como un equilibrista que tuviera que atravesar un abismo sobre un alambre, pero con una carga grosera y maloliente, como si llevara enormes fardos de basura y excrementos, y monos chillones, 14 The pains in Martin had been accumulating one by one on his back as a child, like a growing and disproportionate (and also grotesque) burden, so that he felt he had to move carefully, always walking like a tightrope walker who had to go through a chasm on a wire, but with a rude and smelly load, as if carrying huge bundles of garbage and excrement, and shrill monkeys, 14

pequeños payasos vociferantes y movedizos, que mientras él concentraba toda su atención en atravesar el abismo sin caerse, el abismo negro de su existencia, le gritaban cosas hirientes, se mofaban de él y armaban allá arriba, sobre los fardos de basura y excrementos, una infernal algarabía de insultos y sarcasmos. small shouting and clown clowns, who while he concentrated all his attention on traversing the abyss without falling, the black abyss of his existence, shouted hurtful things, mocked him and armed up there, on the bundles of garbage and excrement, a hellish insult and sarcasm.

Espectáculo que (a su juicio) debía despertar en los espectadores una mezcla de pena y de enorme y monstruoso regocijo, tan tragicómico era; motivo por el cual no se consideraba con derechos a abandonarse al simple llanto, ni aun ante un ser como Alejandra, un ser que parecía haber estado esperando durante un siglo, y pensaba que tenía el deber, el deber casi profesional de un payaso a quien le ha ocurrido la mayor desgracia, de convertir aquel llanto en una mueca de risa. Show that (in his opinion) was to awaken in the spectators a mixture of grief and enormous and monstrous rejoicing, so tragicomic it was; which is why he did not consider himself entitled to abandon himself to simple crying, not even to a being like Alejandra, a being who seemed to have been waiting for a century, and thought he had the duty, the almost professional duty of a clown to whom the greatest misfortune has happened, to turn that cry into a grimace of laughter.

Pero, sin embargo, a medida que había ido confesando aquellas pocas palabras claves a Alejandra, sentía como una liberación y por un instante pensó que su mueca risible podía por fin convertirse en un enorme, convulsivo y tierno llanto; derrumbándose sobre ella como si por fin hubiese logrado atravesar el abismo. But, nevertheless, as he had confessed those few key words to Alejandra, he felt like a liberation and for a moment he thought that his laughable grimace could finally become a huge, convulsive and tender cry; collapsing on her as if she had finally managed to cross the abyss.

Y así lo hubiera hecho, así lo hubiera querido hacer. And he would have done so, he would have wanted to do so. Dios mío, pero no lo hizo: sino que apenas inclinó su cabeza sobre el pecho, dándose vuelta para ocultar sus lágrimas. My God, but he did not: but he barely inclined his head on his chest, turning to hide his tears.

III

Pero cuando años después Martín hablaba con Bruno de aquel encuentro apenas quedaban frases sueltas, el recuerdo de una expresión, de una caricia, la sirena melancólica de aquel barco desconocido: como fragmentos de columnas, y si permanecía en su memoria, acaso por el asombro que le produjo, era una que ella le había dicho en aquel encuentro, mirándolo con cuidado: But when years later Martin talked to Bruno about that meeting, there were barely any single sentences left, the memory of an expression, of a caress, the melancholic siren of that unknown ship: like fragments of columns, and if it remained in his memory, perhaps because of astonishment that produced him, was one that she had told him at that meeting, watching him carefully:

—Vos y yo tenemos algo en común, algo muy importante. "You and I have something in common, something very important." Palabras que Martín escuchó con sorpresa, pues ¿qué podía tener él en común con aquel ser portentoso? Words Martin heard with surprise, because what could he have in common with that portentous being?

Alejandra le dijo, finalmente, que debía irse, pero que en otra ocasión le contaría muchas cosas y que —lo que a Martín le pareció más singular— tenía necesidad de contarle. Alejandra told him, finally, that he should leave, but that on another occasion he would tell him many things and that - what Martin thought was more unique - he needed to tell him.

Cuando se separaron, lo miró una vez más, como si fuera médico y él estuviera enfermo, y agregó unas palabras que Martín recordó siempre: When they separated, he looked at him once more, as if he were a doctor and he was sick, and added a few words Martin always remembered:

—Aunque por otro lado pienso que no debería verte nunca. "Although on the other hand I think I should never see you." Pero te veré porque te necesito. But I will see you because I need you.

La sola idea, la sola posibilidad de que aquella muchacha no lo viese más lo desesperó. The mere idea, the mere possibility that the girl did not see him more despair. ¿Qué le importaban a él los motivos que podía tener Alejandra para no querer verlo? What did he care about Alejandra's motives for not wanting to see him? Lo que anhelaba era verla. What I longed for was to see her.

—Siempre, siempre —dijo con fervor. Ella se sonrió y le respondió: —Sí, porque sos así es que necesito verte. She smiled and replied: "Yes, because you are so I need to see you." Y Bruno pensó que Martín necesitaría 15 And Bruno thought Martin would need 15

todavía muchos años para alcanzar el significado probable de aquellas oscuras palabras. still many years to reach the probable meaning of those dark words. Y también pensó que si en aquel entonces hubiera tenido más edad y más experiencia, le habrían asombrado palabras como aquellas, dichas por una muchacha de dieciocho años. And he also thought that if he had had more age and more experience then, he would have been amazed by words like those, spoken by an eighteen-year-old girl. Pero también muy pronto le habrían parecido naturales, porque ella había nacido madura, o había madurado en su infancia, al menos en cierto sentido; ya que en otros sentidos daba la impresión de que nunca maduraría: como si una chica que todavía juega con las muñecas fuera al propio tiempo capaz de espantosas sabidurías de viejo; como si horrendos acontecimientos la hubiesen precipitado hacia la madurez y luego hacia la muerte sin tener tiempo de abandonar del todo atributos de la niñez y la adolescencia. But also very soon they would have seemed natural, because she had been born mature, or had matured in her childhood, at least in a certain sense; since in other ways it gave the impression that he would never mature: as if a girl who still plays with the dolls were at the same time capable of frightful wisdom as an old man; as if horrifying events had precipitated her towards maturity and then towards death without having time to completely abandon attributes of childhood and adolescence.

En el momento en que se separaban, después de haber caminado unos pasos, recordó o advirtió que no habían combinado nada para encontrarse. The moment they separated, after having walked a few steps, he remembered or warned that they had not combined anything to meet. Y volviéndose, corrió hacia Alejandra para decírselo. And turning, he ran to Alejandra to tell him. —No te preocupes —le respondió—. Ya sabré siempre cómo encontrarte.

Sin reflexionar en aquellas palabras increíbles y sin atreverse a insistir, Martín volvió sobre sus pasos. Without reflecting on those incredible words and without daring to insist, Martin retraced his steps.

16

IV

Desde aquel encuentro, esperó día a día verla nuevamente en el parque. Since that meeting, he waited every day to see her again in the park.

Después semana tras semana. After week after week. Y, por fin, ya desesperado, durante largos meses. And finally, already desperate, for long months.

¿Qué le pasaría? What would happen to him? ¿Por qué no iba? Why didn't i go? ¿Se habría enfermado? Had he gotten sick? Ni siquiera sabía su apellido. I didn't even know his last name. Parecía habérsela tragado la tierra. It seemed to have swallowed the earth. Mil veces se reprochó la necedad de no haberle preguntado ni siquiera su nombre completo. A thousand times the foolishness of not having asked him even his full name was reproached. Nada sabía de ella. I knew nothing about her. Era incomprensible tanta torpeza. Such awkwardness was incomprehensible. Hasta llegó a sospechar que todo había sido una alucinación o un sueño. He even suspected that everything had been a hallucination or a dream. ¿No se había quedado dormido más de una vez en el banco del parque Lezama? Hadn't he fallen asleep more than once on the Lezama park bench? Podía haber soñado aquello con tanta fuerza que luego le hubiese parecido auténticamente vivido. He could have dreamed that so strongly that it would have seemed authentically lived. Luego descartó esta idea porque pensó que había habido dos encuentros. Then he dismissed this idea because he thought there had been two meetings. Luego reflexionó que eso tampoco era un inconveniente para un sueño, ya que en el mismo sueño podía haber soñado con el doble encuentro. Then he reflected that this was not an inconvenience for a dream, since in the same dream he could have dreamed of the double encounter. No guardaba ningún objeto de ella que le permitiera salir de dudas, pero al cabo se convenció de que todo había sucedido de verdad y que lo que pasaba era, sencillamente, que él era el imbécil que siempre imaginó ser. He did not keep any object of her that would allow him to leave doubts, but in the end he became convinced that everything had really happened and that what was happening was simply that he was the moron he always imagined he was.

Al principio sufrió mucho, pensando día y noche en ella. At first he suffered a lot, thinking about her day and night. Trató de dibujar su cara, pero le resultaba algo impreciso, pues en aquellos dos encuentros no se había atrevido a mirarla bien sino en contados instantes; de modo que sus dibujos resultaban indecisos y sin vida, pareciéndose a muchos dibujos anteriores en que retrataba a aquellas vírgenes ideales y legendarias de las que había vivido enamorado. He tried to draw his face, but it was somewhat vague, because in those two meetings he had not dared to look at her well but in a few moments; so that his drawings were undecided and lifeless, resembling many previous drawings in which he portrayed those ideal and legendary virgins he had lived in love with. Pero aunque sus bocetos eran insípidos y poco definidos, el recuerdo del encuentro era vigoroso y tenía la sensación de haber estado con alguien muy fuerte, de rasgos muy marcados, desgraciado y solitario como él. But although his sketches were tasteless and poorly defined, the memory of the encounter was vigorous and he had the feeling of having been with someone very strong, with very marked features, unhappy and lonely like him. No obstante, el rostro se perdía en una tenue esfumadura. However, the face was lost in a faint fading. Y resultaba algo así como una sesión de espiritismo, en que una materialización difusa y fantasmal de pronto da algunos nítidos golpes sobre la mesa. And it was something like a séance, in which a fuzzy, ghostly materialization suddenly hits a few crisp knocks on the table.

Y cuando su esperanza estaba a punto de agotarse, recordaba las dos o tres frases clave del encuentro: “Pienso que no debería verte nunca. And when his hope was about to run out, he remembered the two or three key phrases of the meeting: “I think I should never see you. Pero te veré porque te necesito”. But I will see you because I need you. ” Y aquella otra: “No te preocupes. Ya sabré siempre cómo encontrarte”. I will always know how to find you. ”

Frases —pensaba Bruno— que Martín apreciaba desde su lado favorable y como fuente de una inenarrable felicidad, sin advertir, al menos en aquel tiempo, todo lo que tenían de egoísmo. Phrases — Bruno thought — that Martin appreciated from his favorable side and as a source of unspeakable happiness, without noticing, at least at that time, everything they had of selfishness.

Y claro —dijo Martín que entonces pensaba—, ella era una muchacha rara And of course, ”said Martin, who thought then,“ she was a strange girl

¿y por qué un ser de esa condición había de verlo al otro día, o a la semana siguiente? And why should a being of that condition see him the next day, or the following week? ¿Por qué no podían pasar semanas y hasta meses sin necesidad de encontrarlo? Why couldn't they spend weeks and even months without finding it? Estas reflexiones lo animaban. These reflections encouraged him. Pero más tarde, en momentos de 17 But later, in moments of 17

depresión, se decía: “No la veré más, ha muerto, quizá se ha matado, parecía desesperada y ansiosa”. Depression, it was said: "I will not see her anymore, she has died, perhaps she has killed herself, she seemed desperate and anxious." Recordaba entonces sus propias ideas de suicidio. He remembered then his own ideas of suicide. ¿Por qué Alejandra no podía haber pasado por algo semejante? Why Alejandra couldn't have gone through something like that? ¿No le había dicho, precisamente, que se parecían, que tenían algo profundo que los asemejaba? Hadn't he told her, precisely, that they looked alike, that they had something profound that resembled them?

¿No sería esa obsesión del suicidio lo que habría querido significar cuando habló del parecido? Wouldn't that suicide obsession be what he wanted to mean when he talked about the resemblance? Pero luego reflexionaba que aun en el caso de haberse querido matar lo habría venido a buscar antes, y se le ocurría que no haberlo hecho era una especie de estafa que le resultaba inconcebible en ella. But then he reflected that even in the case of having wanted to kill him he would have come to look for him before, and it occurred to him that not having done so was a kind of scam that was inconceivable in her.

¡Cuántos días desolados transcurrieron en aquel banco del parque! How many desolate days were spent on that park bench! Pasó todo el otoño y llegó el invierno. All fall passed and winter came. Terminó el invierno, comenzó la primavera (aparecía por momentos, friolenta y fugitiva, como quien se asoma a ver cómo andan las cosas, y luego, poco a poco, con mayor decisión y cada vez por mayor tiempo) y paulatinamente empezó a correr con mayor calidez y energía la savia en los árboles y las hojas empezaron a brotar; hasta que en pocas semanas, los últimos restos del invierno se retiraron del parque Lezama hacia otras remotas regiones del mundo. Winter ended, spring began (she appeared at times, cold and fugitive, like someone looking out to see how things are going, and then, little by little, with greater determination and for a longer time) and gradually she began to run with increased warmth and energy the sap in the trees and the leaves began to sprout; until in a few weeks, the last remnants of winter withdrew from Lezama Park to other remote regions of the world.

Llegaron después los primeros calores de diciembre. Then came the first heats of December. Los jacarandaes se pusieron violetas y las tipas se cubrieron de flores anaranjadas. The jacaranda trees turned purple and the tipas were covered in orange flowers.

Y luego aquellas flores fueron secándose y cayendo, las hojas empezaron a dorarse y a ser arrastradas por los primeros vientos del otoño. And then those flowers were drying and falling, the leaves began to brown and be blown away by the first winds of autumn. Y entonces —

dijo Martín— perdió definitivamente la esperanza de volver a verla. Martin said - he definitely lost hope of seeing her again.

V La “esperanza” de volver a verla (reflexionó Bruno con melancólica ironía). V The "hope" of seeing her again (Bruno reflected with melancholy irony).