TURCOS Vs SAUDÍES: la LUCHA por el CONTROL de ORIENTE MEDIO - VisualPolitik
(Encajado entre Europa, el Magreb y Asia Central, Oriente Medio es sin lugar a dudas uno de
los puntos más calientes de la geopolítica internacional. No importa si hablamos de suministro
energético, religión, terrorismo, finanzas opacas o guerras. Oriente Medio siempre es
protagonista.
Hablamos de un lugar geográficamente tan próximo a Occidente como social, política
y culturalmente lejano.)
Sin embargo, dentro de esta convulsa región hay un grupo de países sorprendentemente
estables con una meta compartida: pilotar los destinos del mundo islámico. Una meta
común, pero eso sí, con caminos muy diferentes.
Concretamente podemos encontrar 2 grandes grupos: Arabia Saudí y Emiratos Árabes por
un lado y Qatar y Turquía, por otro.
Y, querida comunidad de VisualPolitik, la de Qatar y Turquía es, precisamente, la última
gran alianza, la última gran entente en forjarse en esta convulsa región del mundo.
Ah! Y, mucho ojo, porque más allá de Irán, la rivalidad entre estos dos grandes grupos
es tan grande que casi, casi podemos hablar de un auténtico conflicto, de toda una guerra
fría árabe.
Por ejemplo, el salvaje boicot con el que Emiratos y Arabia castigaron a Qatar entre
2017 y 2019 fue quizás la acción más destacada, pero ni mucho menos la única, de este particular
Juego de Tronos árabe.
Ahora bien, ¿En qué se basa exactamente la alianza entre Turquía y Qatar? ¿Qué
intereses persiguen? Y quizás la pregunta más importante de todas:
¿Qué demonios les separa de las dos mayores monarquías del golfo pérsico?
Arranquemos.
Tal y como está conformado, el mundo islámico es tan complejo como, quizás, en ocasiones
incomprensible para los que no formamos parte de él.
Pero, si tratamos de simplificar el mapa político podríamos decir que existen, tal y como todos
sabéis, dos grandes ramas religiosas: el chiismo, que se concentra fundamentalmente
en Irán, y el sunismo que es, básicamente, el imperante en el resto del mundo musulmán.
Pues bien, la cuestión es que si hablamos de Oriente Medio por el lado Suní nos vamos
a encontrar a su vez con dos grandes bloques político-religiosos:
Lo que podríamos denominar como el bloque islamista y el bloque de las monarquías absolutistas.
Y luego en entremedio pues algunos países que juegan a dos bandas y, por supuesto, diferentes
grupos insurgentes a fines a uno u otro lado.
(El bloque islamista está capitaneado fundamentalmente por Qatar y Turquía. Y la facción político-insurgente
a la que estos países financian, impulsan y ayudan de todas las formas imaginables es
la conocida como Hermanos Musulmanes.
Una organización que resulta clave en toda esta historia.
Luego, por el otro lado, el grupo de las monarquías absolutas está capitaneado por Arabia Saudí
y por Emiratos Árabes Unidos, aunque con frecuencia se incluye a Bahrein y por filiación
y alianza también a Egipto.)
Estos, queridos amigos, son las dos alianzas que hoy por hoy parten por la mitad la política
árabe.
Ahora bien, ¿Qué defiende exactamente cada grupo? ¿Qué les enfrenta? Y, seamos honestos,
otra pregunta importante: ¿Por qué demonios debería importarnos?
(Por un lado, el islamismo o islam político es una teoría que defiende una especie “democracia
islámica” como sistema político esencial. Su máximo exponente son los Hermanos Musulmanes,
una organización supranacional y ultraconservadora a la que el propio Presidente Donald Trump
pidió considerar como grupo terrorista.
Pues bien, los Hermanos Musulmanes están financiados fundamentalmente por Qatar y ayudados
por Turquía. Luego a su vez esta organización financia, asesora y colabora con partidos
islamistas en buena parte del mundo musulman. Su objetivo pasa por implantar la Sharia y
su particular visión del islamismo “político” civil, lo que en la práctica choca con los
regímenes de países como Arabia Saudita.
Por supuesto hablamos de un modelo de democracia muy pero que muy particular, una en la que
la política y el estado tienen la misión de imponer una interpretación religiosa de
la vida, las leyes y las instituciones. De hecho uno de los problemas que presenta es
la influencia directa de imanes y en muchos casos de imanes muy radicales)
Frente a ello está la tesis de Arabia Saudita y Emiratos Árabes, cuyo sistema político
se basa en una familia real que se supone está en disposición de mantener bajo control
al radicalismo religioso.
Y eso es exactamente lo que defiende a capa y espada, Mohammed bin Zayed, príncipe heredero
de Abu Dhabi y gobernante de facto de Emiratos Árabes Unidos. Probablemente el líder árabe
más poderoso del mundo .
Pues bien, el caso es que según bin Zayed hoy por hoy la sociedad árabe no está preparada
para la democracia y el aperturismo solo puede ser liderado por regímenes autoritarios.
Según este líder político, promover democracias no haría más que alimentar a grupos fundamentalistas
que terminarían ganando las elecciones.
Por supuesto, tal y como os podéis imaginar, tanto el gobierno de Emiratos Árabes como
el de Arabia Saudita son enemigos acérrimos de los Hermanos Musulmanes.
Y no solo eso. Como el bloque de Qatar y Turquía da cobijo y protege a esta organizaicón político-islamista,
las friccon, los conflictos y las situaciones de tensión están a la orden del día.
¿Y sabés qué? Justo aquí es dónde se pone más interesante toda esta historia.
Atentos.
(UNA ALIANZA PARA CONTROLARLOS A TODOS)
A estas alturas del vídeo creo que hay una pregunta que todos podemos hacernos:
¿De dónde demonios viene la amistad entre dos países geográficamente tan lejanos como
Turquía y Qatar? ¿Qué intereses tienen el uno en el otro?
Pues bien, hay que decir que este vínculo empezó bastante antes de lo que podríamos
pensar: concretamente a finales del siglo XIX. En esa época Qatar pasó a formar parte
del Imperio Otomano. Pero, por supuesto, la alianza actual no tiene nada que ver con eso.
(El estrecho vínculo turco-catarí da el salto cuando en 2002 el partido de la justicia
y el desarrollo llega al poder en Turquía. Este es un partido islamista, con una visión
bastante diferente de la Turquía laica que fundó Atatürk.
Así que como os podéis imaginar, la visión que este partido tenía de los Hermanos Musulmanes
era bastante positiva. Y de hecho, desde entonces, los lazos entre ambas organizaciones se han
ido estrechando.)
Y aquí os hago otra pregunta: ¿quién pensáis que es el principal patrocinador, financiador
e impulsor de los Hermanos Musulmanes? Bingo, Qatar.
Pero ojo porque esta cuestión, digamos política o ideológica, no es la única que ha conquistado
a los turcos.
Luego tenemos que contar con la propia ambición de Erdogán… Porque, ¡no es ningún secreto!
El sueño húmedo del líder turco pasa por convertir a Turquía en la principal potencia
suní del mundo musulmán. Un puesto que ahora se reparten entre Arabia Saudí, y Emiratos
Árabes. Un puesto, una posición para la que Turquía necesita extender sus tentáculos…
Particularmente en el golfo pérsico. Y eso, eso amigos pasa única y exclusivamente por
Qatar, el hermano rebelde de la península arábiga.
Y claro, puede que alguno de vosotros esté pensando… ¿pero cómo es esto posible?
¡Si Turquía y Erdogan querían entrar en la Unión Europea? Incluso Mariano Rajoy,
el expresidente del gobierno de España, se coló en un mitin en favor de Erdogán.
(Rajoy acaba en un mitin del partido islamista de Erdogan tras inaugurar una línea de metro
en Ankara. Expansión)
Así que ¿Cómo demonios va a querer convertirse en la gran potencia suní del mundo musulmán
y al mismo tiempo querer meterse en la organización supranacional más importante de Occidente?
Pues bien, aquí es donde entramos en el juego a dos bandas que ha mantenido Erdogán [y
en cierto modo sigue manteniendo] prácticamente desde que llegó al poder en 2003.
(En esa época, tanto Turquía como Qatar consiguieron ser vistos en Occidente como
dos ejemplos, dos modelos de modernización y apertura en el mundo musulman.
Turquía, era considerado por los europeos como la viva demostración de que un país
de mayoría musulmana podía llegar a ser una auténtica democracia consolidada. Algo
que le otorgó un importante papel internacional. Por ejemplo, convertirse en el mediador de
algunos de los conflictos más importantes que azotaron esta zona del mundo.
Luego, por su parte, Qatar se convirtió en la principal conexión, el principal puente
entre Occidente y algunos grupos insurgentes de islamistas radicales, así como, también,
con gobiernos tiránicos de todo tipo.
Por ejemplo, Qatar participó en mediaciones entre Hamás, Al Fatah y el Estado de Israel,
entre Saddam Hussein y Estados Unidos o entre Líbano y el grupo Hezbollah; entre otros
muchos casos.)
Y exactamente así es como Doha se convirtió en la capital diplomática de Oriente Medio
y el mundo árabe. El último ejemplo destacado lo vivimos, precisamente, con la negociación
entre la Administración Trump y los talibanes, donde se pactó la salida de Afganistán.
Todo iba viento en popa y a toda vela. Así que bajo semejantes circunstancias que Turquía
y Qatar parecía casi de manual. Por un lado, Turquía lograba influencia y peso político
gracias a Qatar, al tiempo que Qatar conseguía la protección de un gigante militar miembro
de la OTAN.
Y es que justo aquí tenemos que hacer un pequeño inciso:
Qatar siempre ha vivido bajo la paranoia de que cualquier día le puedan invadir los saudíes.
Porque, queridos amigos, las relaciones entre estos dos países han sido tradicionalmente
malas, muy malas.
Existía incluso lo que se ha conocido como guerra subsidiaria catarí-saudí. Una especie
de guerra fría o conflicto latente en el que cada país utilizaba a terceros para hacerse
mutuamente la puñeta:hablamos de bandas terroristas, partidos políticos o movimientos religiosos
que eran los que se encargaban del trabajo sucio.
Pero claro Qatar es mucho, muchísimo más pequeño así que siempre estaba el miedo
de que un día Arabía Saudita enviará su ejército para ocupar el emirato. Y, precisamente,
para evitarlo Qatar necesitaba un aliado ideológico que fuera grande, relativamente rico y militarmente
fuerte…
Tachan, ahí está: Turquía.
R(Poco a poco Qatar y Turquía lograron posicionarse como una especie de árbitro entre ciertos
sectores del mundo musulman. Y en 2011 quisieron dar un paso hacía adelante para lograr tener
un papel mucho más activo en la geopolítica islámica.
Fue entonces cuándo empezaron a invertir millones y millones de dólares para apoyar
todo tipo de movimientos insurgentes, agrupaciones revolucionarias e incluso grupos considerados
como terroristas por buena parte de la comunidad internacional. Todo con el objetivo de hacer
caer gobiernos y sustituirlos por partidos islamistas fieles a los hermanos musulmanes.
Hablamos entre otros grupos de casos como los de Hezbollah o Hamás.)
¿Alguna apuesta sobre cuál fue el resultado? 3, 2 ,1…. ¡Exacto!, las primaveras árabes.
Las primaveras árabes fueron una serie de revueltas que se extendieron por todo el mundo
árabe y que en Occidente se interpretaron como una sublevación popular contra gobernantes
despóticos y corruptos.
Sin embargo, todo apunta a que estas revueltas fueron promovidas y financiadas por Qatar
y Turquía. Y de hecho, gastaron tantos recursos y el éxito fue tan grande que de repente
los gobiernos de Arabia Saudi y Emiratos Árabes empezaron a preocuparse seriamente.
¿Serían, acaso, ellos los siguientes en sufrir las consecuencias?
Pues exactamente así es como las dos monarquías del golfo pérsico, a las que se unieron poco
después Bahrein y Egipto, formaron una alianza a cuatro conocida como el Cuarteto Árabe.
Por supuesto, este cuarteto declaró a Qatar y a Turquía como una amenaza tanto para la
política regional como para sus propios intereses.
A partir de ese momento Qatar empezó a estar cada vez más y más aislada de sus vecinos,
y también cada vez más amenazada, con lo que se fue volviendo más y más dependiente
Turquía.
Y, luego, por la parte de Turquía, ¿os acordáis del intento de golpe de Estado de 2016? Pues
bien, todavía no se sabe bien quién lo orquestó, pero muchos dedos apuntan a que fue promovido
por Emiratos Árabes Unidos con el objetivo de derrocar a Erdogán.
(Julio de 2017 - Partidarios de Oriente Medio en el fallido golpe de Estado en Turquía.
A un año vista, la participación de Emiratos Árabes Unidos y Egipto en el fallido golpe
de Estado en Turquía es más clara que nunca. - Al Jazeera)
Y aunque todo este jaleo en la práctica puede parecer un fracaso diplomático y político,
lo cierto es que Turquía consiguió lo que quería:
contrarrestar a las grandes petromonarquías árabes y lograr tener una destacada presencia
política e, incluso, militar en el mismísimo Golfo Pérsico.
El caso es que esta situación creó tanta, tantísima tensión que los acontecimientos
no se hicieron esperar y pasó lo que pasó.
(Junio de 2017 - Cinco naciones árabes se mueven para aislar a Qatar, poniendo a EE.UU.
en un aprieto - The New York Times)
(Potencias árabes enlistan a 59 individuos como partidarios del terrorismo vinculados
con Qatar - Alarabiya News)
Os hablamos sobre el bloqueo en un par de vídeos aquí en VisualPolitik, vídeos en
los que ya os contamos cómo lejos de hacer cambiar a Qatar, el bloqueo no sirvió para
otra cosa que para unir más al emirato de la familia Al-Thani con Turquía…
Con Turquía y también con otro archienemigo de Arabia Saudita.
(Qatar restaura completamente las relaciones con Irán, profundizando la disputa en el
Golfo - The New York Times)
Evidentemente, sí, Qatar sufrió económicamente con el bloqueo de sus vecinos. Pero hablamos
de un país tan condenadamente rico que, como dijo un importante banquero catarí, esto
solo les supondría tener que pasar de cinco a tres sirvientes en casa.
El caso es que, aunque hoy el bloqueo es ya agua pasada, las tensiones entre los dos bloqueos
continúan.
Pero, llegados a este punto, ¿qué tal si aparcamos el campo político y estratégico,
y nos centramos un poquito más en la parte de los números, en la parte económica?
¿Qué ha supuesto todo esta historia en términos de dinero? Y ojo porque esto es importante.
Atentos.
M(TODO FAVOR TIENE UN PRECIO)
Queridos amigos, amigas, las relaciones económicas entre Turquía y Catar han crecido desde que
en el año 2002 se puso en marcha la alianza, pero quizás no de la forma que podéis estar
pensando.
Curiosamente el comercio de Turquía con Arabia Saudita y Emiratos ha crecido más que con
Qatar. Supongo que aquí el tamaño cuenta. Claro que esa no es toda la historia.
(Qatar y Turquía han firmado importantes acuerdos en materia de turismo, inversión
y defensa. Especialmente en defensa, donde se han sellado importantes contratos de armamento.
Además, Qatar no ha dudado ni un instante en brindar un enorme apoyo económico a su
aliado durante la crisis que tanto la economía turca como la propia lira, vienen sufriendo
desde el año 2018.
Para que os hagáis una idea de la magnitud de la que estamos hablando, Qatar entre entre
2018 y finales de 2019 Qatar destino unos 20.000 millones de dólares para socorrer
la economía turca.
Y eso no es todo. A mediados del 2020 y en plena pandemia del coronavirus, Qatar firmó
un acuerdo de intercambio de divisas -o swap- con Turquía de 15.000 millones de dólares
para dar oxígeno a las finanzas del gobierno de Erdogan.)
En la práctica son muchos los expertos que plantean que esta asistencia económica no
es más que una especie de contraprestación por la creciente protección que Turquía
le está brindado a Qatar.
Y esperad, porque todavía hay más.
(En clave económico-militar, desde el año 2017 Qatar ha cerrado la compra de numeroso
equipamiento militar turco.
Y no solo eso. Los cataríes también han concedido préstamos a la industria militar
de Turquía, y han invertido 100 millones de dólares en BMC, uno de los principales
fabricantes turcos de blindados.
De esta forma, es como Qatar, el tercer mayor importador de armas del mundo en los últimos
años, se ha convertido en un importante cliente de la industria militar turca, un precioso
apoyo en un momento muy difícil para la economía y las empresas de este país.)
Hay quien diría incluso que todo un salvavidas.
Por cierto, antes de terminar, hay algo que no podemos olvidar: Dentro del paraguas de
protección, Turquía ha abierto su propia base militar en Doha, la capital de Qatar.
Una instalación pensada para albergar un contingente permanente de 5.000 soldados.
En fin, ya lo véis, esta es la gran alianza que ha nacido en el seno de Oriente Medio.
Una alianza a todos los niveles que parece haber llegado para quedarse.
Pero dicho esto turno para ti: ¿podría llegar a producirse un conflicto militar abierto
entre Turquía y las 2 grandes potencias árabes del golfo pérsico: Arabia Saudita y Emiratos?
¿Seguirá apoyando Qatar a grupos como los Hermanos Musulmanes?
Déjanos tu respuesta por aquí abajo en los comentarios. Esperamos que ahora podáis entender
mejor la situación política en Oriente Medio. Pero ahora si este vídeo os ha resultado
interesante no olvidéis darle a like.
¡Y recuerda! Si quieres contribuir a que podamos seguir creando este tipo de contenido,
súmate a nuestra comunidad en Patreon. Os dejamos el enlace aquí abajo, en la descripción.
Una vez más, gracias por estar ahí. Un saludo, y hasta la próxima.