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Notícias, El Parlamento aprueba la bajada de impuestos que divide al Gobierno

El Parlamento aprueba la bajada de impuestos que divide al Gobierno

La mayor reforma fiscal de los últimos 13 años fue aprobada por el Parlamento entre críticas y acusaciones. La importante reducción de impuestos divide no solo a los diputados, sino principalmente a la coalición de Gobierno.

Unos días después de aprobar los presupuestos para 2021 con un déficit de 12 000 millones de euros para hacer frente a los efectos provocados por la crisis del coronavirus, el Parlamento aprobó una notable bajada de impuestos para, en un principio, los dos próximos años.

La abolición del conocido como “salario superbruto” como base para calcular el impuesto sobre la renta de los empleados, se sustituye así por un impuesto del 15% general y un 23% a los ingresos que superen los 5340 euros mensuales. De esta forma, los presupuestos, que no tenían en cuenta en sus cómputos la reducción de impuestos, verán incrementado su déficit para el año que viene en otros 3330 millones de euros.

En una sesión bronca de cuatro horas de duración, a favor de bajar impuestos votaron el movimiento ANO, el Partido Cívico Democrático, Libertad y Democracia Directa, algunos de los miembros del Democristiano Partido Popular, los cuatro de Tricolor, el representante de Unidos – Alternativa para los Patriotas, y una diputada comunista. Esta especie de bloque también apoyó el aumento de las rebajas fiscales.

La votación, por tanto, dividió tanto al Gobierno como a la oposición e, incluso, a algunos de los partidos internamente.

Quienes apoyaron la reforma, consideran que así se apoya el consumo y, en consecuencia, la reactivación de la economía. El líder del opositor Partido Cívico Democrático, Petr Fiala, citó incluso al economista neoliberal Milton Friedman para justificar su alineamiento con el movimiento ANO de Andrej Babiš.

“Estoy a favor de bajar los impuestos bajo cualquier circunstancia, por cualquier excusa y por cualquier razón siempre que sea posible”.

La Socialdemocracia, TOP 09, Partido Pirata o Alcaldes e Independientes, que votaron en contra de la reducción de impuestos, consideran que es algo que el Estado no se puede permitir en estos momentos. El ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno, el líder socialdemócrata Jan Hamáček, lo resumió en una idea.

“Se puede tener impuestos alemanes con servicios alemanes. O impuestos rumanos con servicios rumanos. No se puede tener servicios alemanes con impuestos rumanos. Eso no se puede comprar”.

El propio presidente de la República Checa, Miloš Zeman, habitualmente en buena sintonía con el primer ministro, Andrej Babiš, tampoco ha apoyado en ningún momento la medida, pero anunció durante el fin de semana que no usaría el veto presidencial.

Algunos diputados, como el ministro de Cultura, Lubomír Zaorálek, criticaron que el Partido Cívico Democrático aproveche esta oportunidad para reducir impuestos y recortar gasto público desde la oposición.

Mikuláš Ferjenčík, del Partido Pirata, criticó además la casi nula progresividad de la rebaja fiscal, que considera que beneficia en particular a las rentas altas y medias-altas, como explicó con un ejemplo en la Cámara Baja.

“Las personas con el salario mínimo, siempre que no tengan hijos y puedan llegar a acceder a estas rebajas, recibirán unos 38 euros más al mes. Y las personas con sueldo de diputado, se ahorrarán unos 265 euros al mes”.

Por el contrario, la ministra de Finanzas, Alena Schillerová, defendió los beneficios para las rentas bajas.

“Incluso los considerados como sueldos bajos, quienes tienen el salario mínimo, contando con las rebajas, obtendrán miles de coronas más a lo largo del año. Ellos son quienes mejor saben qué hacer con ese dinero”.

Con la abolición del “salario superbruto”, municipios y regiones sufrirán pérdidas en ingresos fiscales que compensará en gran parte el Gobierno con el presupuesto estatal, algo que provocó reticencias incluso en gobernadores regionales del propio Partido Cívico Democrático como Martin Kuba.

La rebaja fiscal fue pensada y defendida en un principio como una medida para los dos primeros años

después de la crisis del COVID. Sin embargo, la ley aprobada no incluye este plazo por ningún lado y muchos, como el diputado de TOP 09 Miroslav Kalousek, critican que es irresponsable, a menos de un año para las próximas elecciones parlamentarias, vaciar las arcas del Estado y dejar que sea el próximo Gobierno el que tenga que volver a subir impuestos.

La reforma fiscal lleva a la coalición gubernamental a su momento de mayor desacuerdo. Hace unos días, Jan Hamáček declaró que el Partido Socialdemócrata debería decidir si sigue valiendo la pena formar parte del Gobierno en estas circunstancias. Pero para ello, expuso, habría que esperar, al menos, a que Chequia salga del estado de alarma que, también este lunes, se prolongó hasta la segunda mitad de enero.


El Parlamento aprueba la bajada de impuestos que divide al Gobierno

La mayor reforma fiscal de los últimos 13 años fue aprobada por el Parlamento entre críticas y acusaciones. La importante reducción de impuestos divide no solo a los diputados, sino principalmente a la coalición de Gobierno.

Unos días después de aprobar los presupuestos para 2021 con un déficit de 12 000 millones de euros para hacer frente a los efectos provocados por la crisis del coronavirus, el Parlamento aprobó una notable bajada de impuestos para, en un principio, los dos próximos años.

La abolición del conocido como “salario superbruto” como base para calcular el impuesto sobre la renta de los empleados, se sustituye así por un impuesto del 15% general y un 23% a los ingresos que superen los 5340 euros mensuales. De esta forma, los presupuestos, que no tenían en cuenta en sus cómputos la reducción de impuestos, verán incrementado su déficit para el año que viene en otros 3330 millones de euros.

En una sesión bronca de cuatro horas de duración, a favor de bajar impuestos votaron el movimiento ANO, el Partido Cívico Democrático, Libertad y Democracia Directa, algunos de los miembros del Democristiano Partido Popular, los cuatro de Tricolor, el representante de Unidos – Alternativa para los Patriotas, y una diputada comunista. Esta especie de bloque también apoyó el aumento de las rebajas fiscales.

La votación, por tanto, dividió tanto al Gobierno como a la oposición e, incluso, a algunos de los partidos internamente.

Quienes apoyaron la reforma, consideran que así se apoya el consumo y, en consecuencia, la reactivación de la economía. El líder del opositor Partido Cívico Democrático, Petr Fiala, citó incluso al economista neoliberal Milton Friedman para justificar su alineamiento con el movimiento ANO de Andrej Babiš.

“Estoy a favor de bajar los impuestos bajo cualquier circunstancia, por cualquier excusa y por cualquier razón siempre que sea posible”.

La Socialdemocracia, TOP 09, Partido Pirata o Alcaldes e Independientes, que votaron en contra de la reducción de impuestos, consideran que es algo que el Estado no se puede permitir en estos momentos. El ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno, el líder socialdemócrata Jan Hamáček, lo resumió en una idea.

“Se puede tener impuestos alemanes con servicios alemanes. O impuestos rumanos con servicios rumanos. No se puede tener servicios alemanes con impuestos rumanos. Eso no se puede comprar”.

El propio presidente de la República Checa, Miloš Zeman, habitualmente en buena sintonía con el primer ministro, Andrej Babiš, tampoco ha apoyado en ningún momento la medida, pero anunció durante el fin de semana que no usaría el veto presidencial.

Algunos diputados, como el ministro de Cultura, Lubomír Zaorálek, criticaron que el Partido Cívico Democrático aproveche esta oportunidad para reducir impuestos y recortar gasto público desde la oposición.

Mikuláš Ferjenčík, del Partido Pirata, criticó además la casi nula progresividad de la rebaja fiscal, que considera que beneficia en particular a las rentas altas y medias-altas, como explicó con un ejemplo en la Cámara Baja.

“Las personas con el salario mínimo, siempre que no tengan hijos y puedan llegar a acceder a estas rebajas, recibirán unos 38 euros más al mes. Y las personas con sueldo de diputado, se ahorrarán unos 265 euros al mes”.

Por el contrario, la ministra de Finanzas, Alena Schillerová, defendió los beneficios para las rentas bajas.

“Incluso los considerados como sueldos bajos, quienes tienen el salario mínimo, contando con las rebajas, obtendrán miles de coronas más a lo largo del año. Ellos son quienes mejor saben qué hacer con ese dinero”.

Con la abolición del “salario superbruto”, municipios y regiones sufrirán pérdidas en ingresos fiscales que compensará en gran parte el Gobierno con el presupuesto estatal, algo que provocó reticencias incluso en gobernadores regionales del propio Partido Cívico Democrático como Martin Kuba.

La rebaja fiscal fue pensada y defendida en un principio como una medida para los dos primeros años

después de la crisis del COVID. Sin embargo, la ley aprobada no incluye este plazo por ningún lado y muchos, como el diputado de TOP 09 Miroslav Kalousek, critican que es irresponsable, a menos de un año para las próximas elecciones parlamentarias, vaciar las arcas del Estado y dejar que sea el próximo Gobierno el que tenga que volver a subir impuestos.

La reforma fiscal lleva a la coalición gubernamental a su momento de mayor desacuerdo. Hace unos días, Jan Hamáček declaró que el Partido Socialdemócrata debería decidir si sigue valiendo la pena formar parte del Gobierno en estas circunstancias. Pero para ello, expuso, habría que esperar, al menos, a que Chequia salga del estado de alarma que, también este lunes, se prolongó hasta la segunda mitad de enero.