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CuriosaMente - Videos Interessantes, ¿Por qué los humanos desarrollamos conciencia?

¿Por qué los humanos desarrollamos conciencia?

¿Tu perro tiene conciencia? ¿Y un pez? ¿Qué tal una hormiga? ¿Una bacteria? ¿Una piedra?

Lo que seguro sí tien es claro es que tú eres consciente de tu propia existencia y,

aparentemente, los demás seres humanos también. Pero ¿por qué? ¿Es algo que evolucionó

con nuestra especie y tiene alguna ventaja, o simplemente es algo que nos “fue dado”?

¿Por qué los humanos desarrollamos conciencia?

Esta pregunta la formuló la mente curiosa –y consciente– de Fabiola Díaz, quien

forma parte destacada de nuestro público. ¿Quieres participar en la selección de temas

para videos? Puedes hacerlo apoyándonos con un donativo mensual a través de Patreon en

patreon.com/curiosamente o a través del botón “unirse”. ¡Agradecemos mucho a todas

y todos nuestros benefactores!

¿Qué es la conciencia? Filósofos, psicólogos, teólogos y otros pensadores no se han puesto

de acuerdo: ¿Conciencia es lo mismo que “mente” o es sólo un aspecto de la mente? ¿Es más

bien el “yo”, la esencia del ser, algo así como el alma? ¿O se trata de la capacidad

de darnos cuenta de nuestra propia existencia? Quizá el aspecto más fundamental de la conciencia,

el que condensa los demás aspectos, y al mismo tiempo el más misterioso, es la capacidad

de tener experiencias subjetivas. Piénsalo: cuando un ser reacciona ante un estímulo

externo ¿se mueve simplemente como un mecanismo automático o hay ahí un “alguien” que

experimenta “qualia”, o sea colores, temperatura, dolor o placer y que, consecuentemente, se

percibe a sí mismo? Históricamente ha habido dos maneras básicas

de abordar el tema de la conciencia: la dualista y la materialista.

Quizá hayas pensado esto alguna vez: sabes que el mecanismo del ojo es como una cámara

que proyecta una imagen invertida en tu retina. Los conos y bastones convierten la luz en

señales que viajan por el nervio óptico y llegan al cerebro donde se decodifican y

se interpretan como una imagen “al derecho” que viene del exterior. Pero ¿Quién “voltea”

e interpreta la imagen? ¿Hay otra personita ahí dentro, un homúnculo, viendo las imágenes,

sintiendo y pensando, una esencia tuya? Los dualistas piensan que es así: por un lado

está la parte material de tu cuerpo y por otro la parte inmaterial y consciente, el

alma. Esta idea viene desde los platónicos: la mente perfecta, el alma intemporal, se

encuentra encajonada, prisionera del cuerpo mortal. Incluso pensaban que en el cuerpo,

la cabeza, sede del intelecto, era la parte más divina y el resto del cuerpo un mero

vehículo. Las partes más bajas eran las más viles.

La escuela materialista dice que no existe esa esencia separada del cuerpo: si existe

una conciencia, esta es producto de la materia. Se puede decir que la materia es una “propiedad

emergente” surgida de la organización física, química y biológica de la materia. Dentro

de esta escuela, una corriente dice que la conciencia es un mero efecto secundario de

la evolución, y otra corriente afirma incluso que la conciencia es una ilusión. Sea como sea,

el hecho es que la tenemos y sigue siendo un tema muy discutido cómo y por qué surgió.

Algunos autores dicen que surgió con la cultura; otros, desde que existe la humanidad; otros

dicen que desde que aparecieron los mamíferos y otros más que desde antes e incluyen también

a las aves y los cefalópodos como seres conscientes. Se han hecho pruebas en donde a un animal

se le pone una marca donde no la puede ver y se coloca frente a él un espejo: si el

animal, en vez de actuar como si se hubiera encontrado con otro animal, se toca la marca

en su propio cuerpo, se considera una evidencia de que es consciente de sí mismo. Esa prueba

la han superado primates, delfines, elefantes, pájaros y pulpos, así que, por lo menos

en ese aspecto, parece que los seres humanos no somos los únicos seres conscientes. Pero

¿serán conscientes también los insectos, las plantas, o incluso seres artificiales?

Existe una corriente de pensamiento llamada “panpsiquismo”, que afirma que no sólo

los seres vivos tienen conciencia, sino que todo la tiene: incluso minerales, objetos

artificiales y hasta las partículas subatómicas. La piedrita en tus frijoles y la cuchara con

la que te los comes tienen cierto tipo de conciencia, pero serían formas de conciencia

tan diferentes a la humana que no las podemos reconocer.

El neurocientífico Giulio Tonioni propuso una manera diferente de entender la conciencia:

la llamada Teoría de la Información Integral. Ella dice que la conciencia depende del sustrato

material, pero no se reduce a lo material. Cualquier sistema que posea la más mínima

cantidad de información integrada experimenta algo. Con información integrada se refiere

a que no sean simples datos sueltos sino que el estado de cada parte esté vinculado con

el de las demás partes y con el sistema en su conjunto. En el cerebro humano, por ejemplo,

hay redes que comunican cada neurona con las demás creando patrones complejos e interdependientes.

Cada patrón posible es un estado del sistema, correlacionado con una percepción, una sensación,

una emoción, un pensamiento, un recuerdo, etcétera: los “qualia”, que Tonioni representa

con patrones geométricos. Para ser consciente, entonces, necesitas ser

una entidad singular con un repertorio grande de estados altamente diferenciados. Un cerebro

vivo y despierto es consciente, mientras que el mismo cerebro, licuado, no lo es. Tonioni

incluso propuso una manera de calcular el grado de conciencia de un sistema y medirlo

mediante una variable llamada phi. Una libélula tendría un phi más alto que una calculadora,

tu perro tiene un phi más alto que los geranios de tu mamá y tú tendrías un phi más alto

que tu perro (o eso esperamos). Ahora bien, la conciencia propiamente humana,

con su alto grado de complejidad, capaz de de contar historias, de reírse de chistes;

capaz de compadecerse de sus semejantes, de sufrir por cosas que aún no han pasado y

de preguntarse por el sentido de la vida y por la conciencia misma ¿cómo surgió?

El doctor Boris Kotchoubey propone que para que surgiera la conciencia humana, tal y como

la conocemos, tuvo que haber una condición ya presente en nuestros ancestros los animales

no-humanos: las conductas anticipatorias: es decir, la capacidad que tienen muchos seres

vivos de actuar anticipando un resultado: un zorro que espera fuera de la madriguera

del conejo esperando a que salga su presa, o el loro que canta una canción para recibir

un premio expresan conductas anticipatorias. Algunas conductas anticipatorias están fuertemente

atadas a un instinto y no se pueden cambiar, pero otras son aprendidas y permiten la formación

de posibles escenarios futuros. Estas son las que son especialmente valiosas para la

formación de la conciencia. Sobre la base de las conductas anticipatorias

se construyen tres componentes, también presentes en los animales, que son precursores de la

conciencia humana. El primer componente es la comunicación.

La presencia de un lenguaje simbólico propicia la formación de un “mundo virtual” en

el que las cosas, animales, personas y, sobre todo, uno mismo, son sustituidas por representaciones.

Esta “segunda realidad” no es falsa, al contrario, esas representaciones son capaces

de incidir en las conductas de uno mismo y los demás.

El segundo componente es el uso de herramientas. Eso supone una interacción indirecta con

el entorno, lo cual permite hacer una distinción entre el objeto y el yo, gracias a la mediación

de la herramienta. Cuando un cuervo ajusta el tamaño de una rama para alcanzar un alimento

escondido está haciendo algo diferente que un animal que intenta alcanzar el objeto directamente,

está definiendo su “yo”: “yo hago”. El tercer componente es el juego. Jugar es

hacer acciones que no tienen consecuencias prácticas directas: un tigrillo que juega

a cazar no obtendrá un alimento y tampoco se pone en peligro. Jugar se hace por diversión

pero sí cumple una función a largo plazo: es una especie de entrenamiento. Esta realidad

del juego también es una especie de “segunda realidad” que sienta las bases para la conciencia.

Además, para experimentar la diversión del juego se requiere que haya un yo que se sienta

recompensado aunque no haya consecuencias reales.

Estos tres componentes están muy desarrollados en los seres humanos, e interactúan entre

ellos de manera especial, lo que hace que nuestra conciencia sea única en el reino

animal. Pero ¿por qué nosotros, de entre todas las especies, logramos esta combinación?

Por la manera en la que evolucionó nuestro cuerpo.

En su libro “Wanderlust: una historia del caminar”, la autora Rebecca Solnit consigna

cómo “se suele considerar que aquello que distingue al ser humano del resto de los animales

en la conciencia, pero el cuerpo humano también es distinto a cualquier otra cosa que haya

habido jamás sobre la Tierra y, en cierta forma, el cuerpo humano ha moldeado la conciencia”.

Ningún otro animal, aunque sea bípedo, camina como las personas. Este modo de caminar nos

permitió liberar las manos para usar y crear herramientas; y para comunicarnos, porque

nuestra primera forma de decirnos cosas fue mediante gestos. Y podemos caminar así gracias

a que nuestro cuerpo es diferente: nuestra espalda es recta y nuestra cintura flexible;

tenemos los pies arqueados y las piernas largas comparadas con las de los otros simios. Y

sobre todo, tenemos nuestro trasero: el músculo gluteus maximus es pequeño en los monos,

pero es el músculo más grande que tenemos los seres humanos y juega un papel fundamental

en ese acto de equilibrio constante que es el caminar en dos pies. Así que ya sabes:

si tienes ese atributo misterioso llamado conciencia, puedes agradecérselo… a tu

trasero. ¡Curiosamente!

¿Por qué los humanos desarrollamos conciencia? Why do humans develop consciousness? Pourquoi l'homme développe-t-il une conscience ? 인간은 왜 의식을 발달시킬까요?

¿Tu perro tiene conciencia? ¿Y un pez? ¿Qué tal una hormiga? ¿Una bacteria? ¿Una piedra? Does your dog have a conscience? And a fish? How about an ant? A bacterium? A stone?

Lo que seguro sí tien es claro es que tú eres consciente de tu propia existencia y, What is sure is clear is that you are aware of your own existence and,

aparentemente, los demás seres humanos también. Pero ¿por qué? ¿Es algo que evolucionó apparently, the other human beings too. But why? Is it something that evolved

con nuestra especie y tiene alguna ventaja, o simplemente es algo que nos “fue dado”? with our species and does it have some advantage, or is it just something that was "given" to us?

¿Por qué los humanos desarrollamos conciencia? Why do humans develop consciousness?

Esta pregunta la formuló la mente curiosa –y consciente– de Fabiola Díaz, quien This question was formulated by the curious –and conscious– mind of Fabiola Díaz, who

forma parte destacada de nuestro público. ¿Quieres participar en la selección de temas is a prominent part of our audience. Do you want to participate in the selection of topics?

para videos? Puedes hacerlo apoyándonos con un donativo mensual a través de Patreon en

patreon.com/curiosamente o a través del botón “unirse”. ¡Agradecemos mucho a todas patreon.com/curiosamente or via the "join" button. We thank you all very much

y todos nuestros benefactores!

¿Qué es la conciencia? Filósofos, psicólogos, teólogos y otros pensadores no se han puesto What is consciousness? Philosophers, psychologists, theologians and other thinkers have not put

de acuerdo: ¿Conciencia es lo mismo que “mente” o es sólo un aspecto de la mente? ¿Es más agree: Is consciousness the same as "mind" or is it just an aspect of mind? It's more

bien el “yo”, la esencia del ser, algo así como el alma? ¿O se trata de la capacidad well the "I", the essence of being, something like the soul? Or is it about ability?

de darnos cuenta de nuestra propia existencia? Quizá el aspecto más fundamental de la conciencia, to realize our own existence? Perhaps the most fundamental aspect of consciousness,

el que condensa los demás aspectos, y al mismo tiempo el más misterioso, es la capacidad the one that condenses the other aspects, and at the same time the most mysterious, is the capacity

de tener experiencias subjetivas. Piénsalo: cuando un ser reacciona ante un estímulo

externo ¿se mueve simplemente como un mecanismo automático o hay ahí un “alguien” que external, does it simply move as an automatic mechanism or is there a "somebody" there who

experimenta “qualia”, o sea colores, temperatura, dolor o placer y que, consecuentemente, se experiences "qualia", i.e. colors, temperature, pain or pleasure, and that, consequently, it is

percibe a sí mismo? Históricamente ha habido dos maneras básicas perceives itself? Historically there have been two basic ways

de abordar el tema de la conciencia: la dualista y la materialista.

Quizá hayas pensado esto alguna vez: sabes que el mecanismo del ojo es como una cámara You may have thought this at some point: you know that the eye mechanism is like a camera.

que proyecta una imagen invertida en tu retina. Los conos y bastones convierten la luz en

señales que viajan por el nervio óptico y llegan al cerebro donde se decodifican y

se interpretan como una imagen “al derecho” que viene del exterior. Pero ¿Quién “voltea” are interpreted as a "right" image coming from the outside. But who "flips

e interpreta la imagen? ¿Hay otra personita ahí dentro, un homúnculo, viendo las imágenes,

sintiendo y pensando, una esencia tuya? Los dualistas piensan que es así: por un lado

está la parte material de tu cuerpo y por otro la parte inmaterial y consciente, el

alma. Esta idea viene desde los platónicos: la mente perfecta, el alma intemporal, se

encuentra encajonada, prisionera del cuerpo mortal. Incluso pensaban que en el cuerpo,

la cabeza, sede del intelecto, era la parte más divina y el resto del cuerpo un mero the head, the seat of the intellect, was the most divine part and the rest of the body was a mere

vehículo. Las partes más bajas eran las más viles. vehicle. The lower parts were the most vile.

La escuela materialista dice que no existe esa esencia separada del cuerpo: si existe The materialist school says that there is no such thing as an essence separate from the body: if it exists

una conciencia, esta es producto de la materia. Se puede decir que la materia es una “propiedad

emergente” surgida de la organización física, química y biológica de la materia. Dentro emerging" from the physical, chemical and biological organization of matter. Inside

de esta escuela, una corriente dice que la conciencia es un mero efecto secundario de of this school, one current says that consciousness is merely a side effect of the

la evolución, y otra corriente afirma incluso que la conciencia es una ilusión. Sea como sea, evolution, and another current even affirms that consciousness is an illusion. Be that as it may

el hecho es que la tenemos y sigue siendo un tema muy discutido cómo y por qué surgió.

Algunos autores dicen que surgió con la cultura; otros, desde que existe la humanidad; otros

dicen que desde que aparecieron los mamíferos y otros más que desde antes e incluyen también

a las aves y los cefalópodos como seres conscientes. Se han hecho pruebas en donde a un animal

se le pone una marca donde no la puede ver y se coloca frente a él un espejo: si el

animal, en vez de actuar como si se hubiera encontrado con otro animal, se toca la marca

en su propio cuerpo, se considera una evidencia de que es consciente de sí mismo. Esa prueba

la han superado primates, delfines, elefantes, pájaros y pulpos, así que, por lo menos

en ese aspecto, parece que los seres humanos no somos los únicos seres conscientes. Pero

¿serán conscientes también los insectos, las plantas, o incluso seres artificiales?

Existe una corriente de pensamiento llamada “panpsiquismo”, que afirma que no sólo

los seres vivos tienen conciencia, sino que todo la tiene: incluso minerales, objetos

artificiales y hasta las partículas subatómicas. La piedrita en tus frijoles y la cuchara con

la que te los comes tienen cierto tipo de conciencia, pero serían formas de conciencia

tan diferentes a la humana que no las podemos reconocer.

El neurocientífico Giulio Tonioni propuso una manera diferente de entender la conciencia:

la llamada Teoría de la Información Integral. Ella dice que la conciencia depende del sustrato

material, pero no se reduce a lo material. Cualquier sistema que posea la más mínima

cantidad de información integrada experimenta algo. Con información integrada se refiere

a que no sean simples datos sueltos sino que el estado de cada parte esté vinculado con

el de las demás partes y con el sistema en su conjunto. En el cerebro humano, por ejemplo,

hay redes que comunican cada neurona con las demás creando patrones complejos e interdependientes.

Cada patrón posible es un estado del sistema, correlacionado con una percepción, una sensación,

una emoción, un pensamiento, un recuerdo, etcétera: los “qualia”, que Tonioni representa

con patrones geométricos. Para ser consciente, entonces, necesitas ser

una entidad singular con un repertorio grande de estados altamente diferenciados. Un cerebro

vivo y despierto es consciente, mientras que el mismo cerebro, licuado, no lo es. Tonioni

incluso propuso una manera de calcular el grado de conciencia de un sistema y medirlo

mediante una variable llamada phi. Una libélula tendría un phi más alto que una calculadora,

tu perro tiene un phi más alto que los geranios de tu mamá y tú tendrías un phi más alto

que tu perro (o eso esperamos). Ahora bien, la conciencia propiamente humana,

con su alto grado de complejidad, capaz de de contar historias, de reírse de chistes;

capaz de compadecerse de sus semejantes, de sufrir por cosas que aún no han pasado y

de preguntarse por el sentido de la vida y por la conciencia misma ¿cómo surgió?

El doctor Boris Kotchoubey propone que para que surgiera la conciencia humana, tal y como

la conocemos, tuvo que haber una condición ya presente en nuestros ancestros los animales

no-humanos: las conductas anticipatorias: es decir, la capacidad que tienen muchos seres

vivos de actuar anticipando un resultado: un zorro que espera fuera de la madriguera

del conejo esperando a que salga su presa, o el loro que canta una canción para recibir

un premio expresan conductas anticipatorias. Algunas conductas anticipatorias están fuertemente

atadas a un instinto y no se pueden cambiar, pero otras son aprendidas y permiten la formación

de posibles escenarios futuros. Estas son las que son especialmente valiosas para la

formación de la conciencia. Sobre la base de las conductas anticipatorias

se construyen tres componentes, también presentes en los animales, que son precursores de la

conciencia humana. El primer componente es la comunicación.

La presencia de un lenguaje simbólico propicia la formación de un “mundo virtual” en

el que las cosas, animales, personas y, sobre todo, uno mismo, son sustituidas por representaciones.

Esta “segunda realidad” no es falsa, al contrario, esas representaciones son capaces

de incidir en las conductas de uno mismo y los demás.

El segundo componente es el uso de herramientas. Eso supone una interacción indirecta con

el entorno, lo cual permite hacer una distinción entre el objeto y el yo, gracias a la mediación

de la herramienta. Cuando un cuervo ajusta el tamaño de una rama para alcanzar un alimento

escondido está haciendo algo diferente que un animal que intenta alcanzar el objeto directamente,

está definiendo su “yo”: “yo hago”. El tercer componente es el juego. Jugar es

hacer acciones que no tienen consecuencias prácticas directas: un tigrillo que juega

a cazar no obtendrá un alimento y tampoco se pone en peligro. Jugar se hace por diversión

pero sí cumple una función a largo plazo: es una especie de entrenamiento. Esta realidad

del juego también es una especie de “segunda realidad” que sienta las bases para la conciencia.

Además, para experimentar la diversión del juego se requiere que haya un yo que se sienta

recompensado aunque no haya consecuencias reales.

Estos tres componentes están muy desarrollados en los seres humanos, e interactúan entre

ellos de manera especial, lo que hace que nuestra conciencia sea única en el reino

animal. Pero ¿por qué nosotros, de entre todas las especies, logramos esta combinación?

Por la manera en la que evolucionó nuestro cuerpo.

En su libro “Wanderlust: una historia del caminar”, la autora Rebecca Solnit consigna

cómo “se suele considerar que aquello que distingue al ser humano del resto de los animales

en la conciencia, pero el cuerpo humano también es distinto a cualquier otra cosa que haya

habido jamás sobre la Tierra y, en cierta forma, el cuerpo humano ha moldeado la conciencia”.

Ningún otro animal, aunque sea bípedo, camina como las personas. Este modo de caminar nos

permitió liberar las manos para usar y crear herramientas; y para comunicarnos, porque

nuestra primera forma de decirnos cosas fue mediante gestos. Y podemos caminar así gracias

a que nuestro cuerpo es diferente: nuestra espalda es recta y nuestra cintura flexible;

tenemos los pies arqueados y las piernas largas comparadas con las de los otros simios. Y

sobre todo, tenemos nuestro trasero: el músculo gluteus maximus es pequeño en los monos,

pero es el músculo más grande que tenemos los seres humanos y juega un papel fundamental

en ese acto de equilibrio constante que es el caminar en dos pies. Así que ya sabes:

si tienes ese atributo misterioso llamado conciencia, puedes agradecérselo… a tu

trasero. ¡Curiosamente!