Por qué millones de personas no podrán vacunarse hasta 2022
El pasado mes de noviembre el mundo celebró una buena noticia: ya estaban listas las primeras
vacunas contra el covid-19
y muchos se preguntaron si eso marcaría el principio del fin de la pandemia.
Pero mientras los países más ricos pronto empezaron a vacunar a millones de personas,
en algunas de las naciones más pobres apenas unos cientos de personas han sido vacunadas hasta ahora.
Canadá, por ejemplo, tiene pedidas suficientes dosis para 2021 como para vacunar a cada uno
de sus ciudadanos… cinco veces.
Reino Unido ya inmunizó a más del 10% de sus casi 67 millones de personas.
E Israel lidera de lejos la vacunación mundial per cápita con casi un tercio de sus ciudadanos
ya vacunados.
Pero la situación en el resto del mundo es tremendamente desigual.
Y eso, en parte, se debe a que la mayoría de las vacunas ya fueron compradas por los
países con más recursos.
Así que muchas naciones se van a quedar atrás por un buen rato y millones de personas van
a tener que esperar hasta 2022 para vacunarse.
Los países de ingresos más bajos están tratando de conseguir vacunas a través de
COVAX, una alianza global de donantes que quiere conseguir dos mil millones de dosis
gratuitas y empezar a distribuirlas en febrero.
El problema es que no quedan muchas vacunas que COVAX pueda comprar.
Entre los países latinoamericanos que esperan recibir vacunas gratuitas de COVAX están
Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Otros países de la región firmaron acuerdos bilaterales directamente con los fabricantes,
mientras que Cuba espera producir su propia vacuna.
Hasta ahora siete países -México, Chile, Costa Rica, Argentina, Brasil, Panamá y Ecuador,
han empezado campañas de vacunación, en una región que ya acumula más de un cuarto
de las muertes globales por coronavirus.
Por su parte la Unión Africana, que agrupa a 55 países, alcanzó un acuerdo para asegurar
270 millones de dosis.
Parecen muchas, pero sus miembros suman una población de más de mil millones de personas.
Además, todavía no saben cuándo las van a recibir,
porque pedirlas no es lo mismo que recibirlas.
Entonces, ¿hay una manera de distribuir las vacunas de una forma más justa?
Si las compañías farmacéuticas que las producen les dijeran a los fabricantes de
medicamentos genéricos cómo las hacen, se podrían producir más vacunas.
Pero la mayoría han sido reticentes a compartir esos detalles.
Dicen que, en cambio, le están dando dosis a los países en desarrollo a un precio reducido.
Pero si la mayoría de los países no va a poder hacer una vacunación masiva hasta el
año que viene, entonces el fin de la pandemia todavía está muy lejos.